El Libro De Urantia

DOCUMENTO 3

LOS ATRIBUTOS DE DIOS


44§1 3:0.1 Dios está presente en todas partes; el Padre Universal gobierna el círculo de la eternidad. Pero en los universos locales él gobierna en las personas de sus Hijos Creadores del Paraíso, del mismo modo que concede la vida por medio de estos Hijos. "Dios nos ha dado la vida eterna, y esta vida está en sus Hijos". Estos Hijos Creadores de Dios son la expresión personal de él mismo en los sectores del tiempo y para los hijos de los planetas en rotación de los universos en evolución del espacio.
44§2 3:0.2 Los Hijos de Dios, sumamente personalizados, son con claridad apreciables por las órdenes menores de inteligencias creadas, y compensan así la invisibilidad del Padre, que es infinito, y, por tanto, menos perceptible. Los Hijos Creadores del Paraíso del Padre Universal constituyen la revelación de un ser que, de no ser así, sería invisible, invisible a causa del carácter absoluto e infinito propio del círculo de la eternidad y de las personalidades de las Deidades del Paraíso.

44§3 3:0.3 La facultad de crear apenas es un atributo de Dios; constituye más bien el conjunto de su naturaleza actuante. Y esta función universal creadora se manifiesta eternamente a medida que se condiciona y rige por todos los atributos coordinados de la realidad divina e infinita de la Primera Fuente y Centro. Sinceramente dudamos que pudiera considerarse cualquier característica de la naturaleza divina como antecedente a las demás. Pero si este fuera el caso, entonces la naturaleza creadora de la Deidad tendría precedencia sobre cualquier otra naturaleza, actividad y atributo. Y la facultad creadora de la Deidad tiene su culminación en la verdad universal de la Paternidad de Dios.

1. LA PRESENCIA EN TODAS PARTES DE DIOS

44§4 3:1.1 La capacidad del Padre Universal para estar presente en todas partes, y al mismo tiempo, constituye su omnipresencia. Únicamente Dios puede estar al mismo tiempo en dos lugares o en un sinnúmero de lugares. Dios está presente de forma simultánea "arriba en el cielo y abajo en la tierra"; como exclamó el salmista: "¿Adónde me iré de tu espíritu? ¿O adónde huiré de tu presencia?".
44§5 3:1.2 "‘Yo soy yo Dios de cerca y también desde muy lejos', dice el Señor. ‘¿No lleno yo el cielo y la tierra?'". El Padre Universal está en todo momento presente en todas las partes y en todos los corazones de su extensa creación. Él es "la plenitud de aquel que todo lo llena en todo", y "que hace todas las cosas en todo", y además, de tal manera es el concepto de su personalidad que "los cielos (el universo) y los cielos de los cielos (el universo de los universos) no lo pueden contener". Es cierto de forma literal que Dios lo es todo y se encuentra en todo. Pero ni siquiera esto constituye el todo de Dios. Únicamente en la infinitud se puede finalmente revelar el Infinito; nunca puede comprenderse en plenitud la causa por medio del análisis de los efectos. El Dios vivo es, de manera inconmensurable, más grandioso que la suma total de la creación surgida como resultado de los actos creativos de su voluntad libre e incoercible. Dios se revela en todo el cosmos, pero el cosmos nunca podrá contener ni englobar enteramente la infinitud de Dios.
45§1 3:1.3 La presencia del Padre ronda sin cesar el universo matriz. "De un extremo de los cielos es su salida, y su curso hasta el término de ellos; y nada hay que se esconda de su luz".

45§2 3:1.4 La criatura no sólo existe en Dios, sino que Dios vive también en la criatura. "Conocemos que permanecemos en él porque él vive en nosotros; él nos ha dado su espíritu. Este don del Padre del Paraíso es el compañero inseparable del hombre". "Es el Dios siempre presente que todo lo infunde". "Está oculto el espíritu del Padre perpetuo en la mente de todos los hijos mortales". "El hombre va en búsqueda de un amigo, aunque ese mismo amigo vive en su propio corazón." "No está lejano el verdadero Dios; forma parte de nosotros; su espíritu nos habla desde nuestro interior." "El Padre vive en el hijo. Siempre está Dios con nosotros. Él es el espíritu que nos guía al destino eterno".
45§3 3:1.5 Se ha dicho con verdad de la raza humana, "Sois de Dios" porque "aquel que permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él." Incluso en la transgresión atormentáis al don de Dios que habita en vuestro interior, porque el Ajustador del Pensamiento ha de sufrir las consecuencias de los pensamientos errados junto con la mente humana, su lugar de confinamiento.

45§4 3:1.6 La omnipresencia de Dios en realidad forma parte de su naturaleza infinita; el espacio no constituye un obstáculo para la Deidad. Dios es, en perfección y sin límites, perceptiblemente presente en el Paraíso y en el universo central. No es por tanto ostensiblemente presente en las creaciones que circundan a Havona, porque Dios ha limitado su presencia directa y real en reconocimiento de la soberanía y las prerrogativas divinas de los creadores y gobernantes de igual rango de los universos del tiempo y del espacio. Por ello, el concepto de la presencia divina debe dar lugar a un amplio espectro de modos y vías de manifestación, abarcando los circuitos de presencia del Hijo Eterno, del Espíritu Infinito y de la Isla del Paraíso. Tampoco es posible distinguir siempre entre la presencia del Padre Universal y la acción de sus eternos coiguales e intercesores, tan perfectamente cumplen todos los infinitos requerimientos de su inmutable propósito. Pero no sucede lo mismo con el circuito de la personalidad y con los Ajustadores; en este respecto, Dios actúa de manera única, directa y exclusiva.

45§5 3:1.7 El Controlador Universal está presente de manera potencial en los circuitos de gravedad de la Isla del Paraíso en todas las partes del universo en todo momento y con la misma intensidad, según la masa, en respuesta a la exigencia física de esta presencia, y debido a la propia naturaleza de toda la creación, que hace que todas las cosas se adhieran a él y consistan en él. De manera similar, la Primera Fuente y Centro está de manera potencial presente en el Absoluto No Modificado, el depositario de los universos increados del futuro eterno. Dios por tanto infunde de forma potencial los universos físicos del pasado, del presente y del futuro. Él constituye el fundamento primordial de la cohesión de la llamada creación material. Este potencial no espiritual de la Deidad se actualiza por doquier, de forma completa, en el nivel de las existencias físicas mediante la inexplicable intrusión, en el marco de acción del universo, de algunos de sus exclusivos intercesores.
45§6 3:1.8 La presencia de la mente de Dios se correlaciona con la mente absoluta del Actor Conjunto, el Espíritu Infinito, pero en las creaciones finitas se le percibe mejor en la siempre presente actuación de la mente cósmica de los Espíritus Mayores del Paraíso. Así como la Primera Fuente y Centro está de manera potencial presente en los circuitos de la mente del Actor Conjunto, también lo está en las tensiones del Absoluto Universal. Pero la mente del orden humano constituye la concesión de las Hijas del Actor Conjunto, las Ministras Divinas de los universos en evolución.
46§1 3:1.9 El espíritu del Padre Universal, en cualquier parte presente, obra en coordinación con la presencia del espíritu universal del Hijo Eterno y con el potencial divino y perpetuo del Absoluto Deificado. Pero ni la labor espiritual del Hijo Eterno y de sus Hijos del Paraíso ni la concesión de la mente del Espíritu Infinito parecen excluir la acción directa de los Ajustadores del Pensamiento, fragmentos moradores de Dios, en el corazón de los hijos de la creación.
46§2 3:1.10 Con respecto a la presencia de Dios en un planeta, en un sistema, en una constelación o en un universo, el grado de dicha presencia en cualquier elemento creado se mide por el grado de la presencia evolutiva del Ser Supremo: Este grado está determinado por el reconocimiento colectivo de Dios y la lealtad hacia él de parte de la extensa organización del universo, incluyendo a los sistemas y planetas mismos. Por tanto, es a veces con la esperanza de preservar y salvaguardar estas fases de la preciosa presencia de Dios que, cuando algunos planetas (e incluso algunos sistemas) se han sumido en profundas tinieblas espirituales, han sido puestos, en cierto modo, en cuarentena, o parcialmente privados de comunicación con elementos creados de mayor magnitud. Y todo esto, como se aplica en Urantia, es una forma espiritual de defensa de la mayoría de los mundos para evitar, en lo posible, sufrir las consecuencias del aislamiento por la enajenación de una minoría obstinada, perversa y rebelde.

46§3 3:1.11 A pesar de que el Padre incluye en su circuito paternal a todos sus hijos —a todas las personalidades—, su influencia sobre éstos es limitada debido a la lejanía de la Segunda y Tercera Persona de la Deidad; esta influencia aumenta, no obstante, a medida que alcanzan su destino y se acercan a dichos niveles. El hecho de la presencia de Dios en las mentes de las criaturas está determinado por la inhabitación en éstas de un fragmento del Padre, como los Preceptores Misteriosos. Pero su presencia efectiva está determinada por el grado de colaboración que las mentes, su lugar de morada, otorguen a estos Ajustadores.
46§4 3:1.12 La presencia fluctuante del Padre no se debe a que Dios sea variable. El Padre no se recluye porque se le haya menospreciado; no se distancia su afecto en razón de la transgresión de sus criaturas. Más bien, como sus hijos han sido dotados de la capacidad de elección (respecto a él), son sus hijos los que, en el ejercicio de dicha capacidad, determinan directamente el grado y los límites de la influencia divina del Padre en sus propios corazones y en sus almas. El Padre se ha efundido gratuitamente sobre nosotros sin límites y sin favores. Él no hace distinción de personas, de planetas, de sistemas ni de universos. En los sectores del tiempo, únicamente confiere honor diferenciado a las personalidades del Paraíso de Dios Séptuplo, los creadores de igual rango de los universos finitos.

2. EL PODER INFINITO DE DIOS

46§5 3:2.1 Todos los universos saben que "el Señor Dios todopoderoso reina". Los asuntos de este mundo y de otros mundos están dirigidos por medios divinos. "Él hace de acuerdo con su voluntad en el ejército del cielo y en los habitantes de la tierra". Es eternamente cierto que "no hay autoridad sino de parte de Dios".
46§6 3:2.2 Dentro de los límites de lo que es consecuente con la naturaleza divina, es literalmente cierto que "para Dios todo es posible". El prolongado proceso evolutivo de pueblos, planetas y universos se encuentra bajo el perfecto dominio de los creadores y administradores del universo y se despliega en consonancia con el propósito eterno del Padre Universal, avanzando en armonía y orden y en conformidad el omnisapiente designio de Dios. No hay más que un legislador. Él sostiene los mundos en el espacio y hace girar los universos en el interminable círculo del circuito eterno.
47§1 3:2.3 De todos los atributos divinos de Dios, su omnipotencia, en especial tal como impera en los universos materiales, es la que mejor se entiende. Considerado como fenómeno no espiritual, Dios es energía. Esta aseveración del hecho físico se basa en la verdad incomprensible de que la Primera Fuente y Centro es la causa primordial de todos los fenómenos físicos universales que se producen en la totalidad del espacio. De esta actividad divina se derivan toda la energía física y las demás manifestaciones materiales. La luz, es decir, la luz sin calor, es otra de las manifestaciones no espirituales de las Deidades. Y existe además otra forma de energía no espiritual que es prácticamente desconocida en Urantia; hasta ahora aun sin reconocer.
47§2 3:2.4 Dios rige toda potencia; ha trazado "un camino al relámpago"; ha establecido los circuitos de toda energía. Ha decretado el momento y el modo de manifestación de todas las formas de energía-materia. Y mantiene todas estas cosas a su alcance perpetuo: al control gravitacional centrado en el Paraíso inferior. La luz y la energía del Dios eterno giran por tanto para siempre alrededor de su circuito majestuoso, una interminable pero ordenada sucesión de huestes estrelladas de que se compone el universo de los universos. Toda la creación da vueltas eternamente alrededor del centro Personalidad-Paraíso de todas las cosas y de todos los seres.
47§3 3:2.5 La omnipotencia del Padre tiene que ver con el predominio, en todos los lugares, del nivel absoluto, donde las tres energías, material, mental y espiritual, son indistinguibles en inmediata proximidad a él: la Fuente de todas las cosas. La mente creatural, al no ser monota del Paraíso ni espíritu del Paraíso, no es directamente receptiva al Padre Universal. Dios se acomoda a la mente imperfecta: a los mortales de Urantia mediante los Ajustadores del Pensamiento.

47§4 3:2.6 El Padre Universal no es una fuerza transitoria, ni un poder cambiante ni una energía fluctuante. El poder y la sabiduría del Padre son plenamente adecuados para hacer frente a todas las exigencias del universo. A medida que se presentan circunstancias críticas en la experiencia humana, él las tiene todas prevista, y, por tanto, no reacciona de manera distante ante los asuntos del universo, sino más bien de acuerdo con los dictados de su sabiduría eterna y en consonancia con los requerimientos de su entendimiento infinito. Pese a las apariencias, el poder de Dios no obra en el universo como una fuerza ciega.
47§5 3:2.7 Se producen situaciones en las que parece que se han realizado decretos imprevistos, que se han suspendido leyes naturales, que se han admitido fallos de adaptación y que se ha hecho un esfuerzo para rectificar la situación; pero éstas no son las razones. Tales conceptos de Dios son productos del grado limitado de vuestro limitado criterio, de la finitud de vuestra comprensión y del restringido alcance de vuestro análisis; tal incomprensión de Dios se debe a vuestro profundo desconocimiento de la existencia de unas leyes superiores, de la magnitud del carácter del Padre, de la infinitud de sus atributos y del hecho de su libre voluntad.
47§6 3:2.8 Las criaturas planetarias, moradas del espíritu de Dios, dispersas por doquier en los universos del espacio, son casi tan infinitas en número y órdenes, tan distintas en inteligencia, tan limitadas y, a veces, tan toscas de mente, tan restringida y tan delimitada en visión, que resulta casi imposible formular leyes generales que expresen de forma adecuada los atributos infinitos del Padre, y, al mismo tiempo, sean hasta cierto punto comprensibles para esas inteligencias creadas. Por tanto, para vosotros, como criaturas, muchos de los actos del todopoderoso Creador parecen arbitrarios, distantes, y no raras veces sin corazón y crueles. Pero de nuevo os aseguro que esto no es verdad. Las acciones de Dios tienen un propósito, son inteligentes, sabias, benévolas, y están eternamente atentas al mayor bien, no siempre de un solo ser, de una sola raza, de un solo planeta o incluso de un solo universo; sino al bienestar y mayor bien de todo aquel a quien personalmente le afecte, desde el más humilde al más superior. En las épocas de tiempo, el bienestar de la parte parece a veces diferir del bienestar de la totalidad. En el círculo de la eternidad, estas aparentes diferencias no existen.
48§1 3:2.9 Formamos todos parte de la familia de Dios, y, por tanto, a veces tenemos que participar en la disciplina familiar. Muchos de los actos de Dios que tanto nos perturban y confunden son el resultado de las decisiones y los decretos finales de plena sabiduría, confiriendo al Actor Conjunto ejercer la opción de la voluntad infalible de la mente infinita, hacer cumplir las decisiones de la personalidad de perfección, cuyo análisis, visión y cuidados abarcan el bienestar eterno más elevado de toda su enorme y extensa creación.
48§2 3:2.10 Por tanto es vuestro punto de vista aislado, fragmentario, finito, tosco y sumamente materialista y los límites propios de la naturaleza de vuestro ser los que constituyen tal obstáculo que os impiden ver, comprender o conocer la sabiduría y la benevolencia de muchos actos divinos que os parecen cargados de una crueldad aplastante, y que parecen caracterizarse por una total indiferencia hacia el consuelo y el bienestar, hacia la felicidad planetaria y la prosperidad personal de vuestros semejantes. Es debido a los límites de la visión humana, es debido a vuestro conocimiento restringido y comprensión finita, que malinterpretáis las intenciones de Dios y distorsionáis sus propósitos. Pero en los mundos en evolución suceden muchas cosas que no son la obra personal del Padre Universal.
48§3 3:2.11 La omnipotencia divina está perfectamente coordinada con los demás atributos de la personalidad de Dios. El poder de Dios está, generalmente, sólo limitado en su manifestación espiritual y universal por tres condiciones o situaciones:

48§4 1. Por la naturaleza de Dios, en particular por su amor infinito, por la verdad, la belleza y la bondad.
48§5 2. Por la voluntad de Dios, por su ministerio de misericordia y por su relación paternal con las personalidades del universo.
48§6 3. Por la ley de Dios, por la rectitud y la justicia de la Trinidad eterna del Paraíso.

48§7 3:2.12 Dios es ilimitado en poder, divino en naturaleza, final en voluntad, infinito en atributos, eterno en sabiduría y absoluto en realidad. Todas estas características del Padre Universal se unifican en la Deidad y se expresan universalmente en la Trinidad del Paraíso y en los Hijos divinos de esta Trinidad. Aparte de eso, fuera del Paraíso y del universo central de Havona, todo lo referente a Dios está limitado por la presencia evolutiva del Supremo, condicionado por la presencia que acontece del Último y coordinado por los tres Absolutos existenciales: el Deificado, el Universal y el No Modificado. Y la presencia de Dios está por tanto limitada, porque tal es la voluntad de Dios.

3. EL CONOCIMIENTO UNIVERSAL DE DIOS

48§8 3:3.1 "Dios sabe todas las cosas". La mente divina es consciente y conocedora de los pensamientos de toda la creación. Su conocimiento de los acontecimientos es universal y perfecto. Las entidades divinas que de él emanan forman parte de él. Aquel que "diferencia las nubes" es también "perfecto en sabiduría". "Los ojos del Señor están en todo lugar". Dijo vuestro gran maestro dijo de los pequeños gorriones: "Ni uno de ellos cae a tierra sin el conocimiento de mi Padre". Y también: "los cabellos de vuestras cabezas están contados." "Él cuenta el número de las estrellas; a todas llama por su nombre".
49§1 3:3.2 El Padre Universal es la única personalidad de todo el universo que conoce realmente el número de estrellas y de planetas del espacio. Todos los mundos de cada universo están constantemente en la conciencia de Dios. Dice también: "He visto la aflicción de mi pueblo, he oído sus quejas y conozco sus sufrimientos." Porque "el Señor observa desde los cielos, ve a todos los hijos de los hombres, y contempla desde su residencia a todos los habitantes de la tierra." Todo hijo de criatura puede decir en verdad: "El conoce el camino que emprendo, y cuando me haya probado, resaltaré como el oro." "Dios conoce nuestros avances y retrocesos, comprende bien nuestros pensamientos, y está familiarizado con todos nuestros caminos". "Todas las cosas están al desnudo y abiertas para los ojos de Aquel con quien tratamos". Y todo ser humano debería sentirse realmente consolado al comprender que "Él conoce vuestra constitución y se acuerda de que sois polvo". Hablando del Dios vivo, Jesús dijo: "Vuestro Padre sabe lo que necesitáis incluso antes de pedírselo".
49§2 3:3.3 Dios posee un poder ilimitado para conocer todas las cosas; su conciencia es universal. Su circuito personal abarca a todas las personalidades, y su conocimiento de las criaturas, incluidas las humildes, lo complementa indirectamente mediante la serie descendente de Hijos divinos, y directamente a través de los Ajustadores del Pensamiento interiores. Además, el Espíritu Infinito está siempre presente en todas partes.
49§3 3:3.4 No estamos totalmente seguros de si Dios escoge o no conocer de antemano los casos de pecado. Pero aunque Dios conociera de antemano los actos de libre albedrío de sus hijos, esta presciencia no anularía en absoluto la libertad de sus criaturas. Una cosa es segura: Dios nunca es cogido por sorpresa.

49§4 3:3.5 La omnipotencia no significa tener el poder de hacer lo que es imposible, los actos antidivinos. La omnisciencia tampoco incluye el conocimiento de lo que es incognoscible. Pero no es fácil hacer comprender estas afirmaciones a la mente finita. La criatura difícilmente puede comprender el alcance y los límites de la voluntad del Creador.

4. LA FACULTAD ILIMITADA DE DIOS

49§5 3:4.1 El hecho de que Dios se efunda sucesivamente a los universos, a medida que surgen a la existencia, de ninguna manera disminuye el potencial de poder ni la reserva de sabiduría que continúan residiendo y reposando en la personalidad central de la Deidad. El Padre nunca ha disminuido nada del potencial de fuerza, de sabiduría y de amor que posee, ni tampoco ha sido despojado de un atributo cualquiera de su gloriosa personalidad, por haberse dado sin límite a los Hijos del Paraíso, a sus creaciones subordinadas y a las múltiples criaturas de éstas.
49§6 3:4.2 Cada vez que se crea un nuevo universo hay que efectuar un nuevo ajuste de la gravedad. Pero aunque la creación continuara creciendo indefinidamente, eternamente, hasta la misma infinitud, de tal manera que a fin de cuentas la creación material no tuviera límites, incluso entonces se comprobaría que el poder de control y de coordinación que existe en la Isla del Paraíso es suficiente y adecuado para dominar, controlar y coordinar ese universo infinito. Y después de esta donación ilimitada de fuerza y de poder sobre un universo sin límites, el Infinito todavía continuaría sobrecargado con el mismo grado de fuerza y de energía. El Absoluto Indefinible aún permanecería sin disminución. Dios continuaría en posesión del mismo potencial infinito, como si su fuerza, su energía y su poder nunca hubieran surgido de Él para dotar universos tras universos.
50§1 3:4.3 Lo mismo sucede con la sabiduría: el hecho de que la mente se distribuya tan generosamente a los pensadores de los reinos, no aminora en absoluto la fuente central de la sabiduría divina. A medida que se multiplican los universos y aumenta el número de seres de los reinos hasta límites inimaginables, aunque la mente se confiera sin fin a estos seres de rango superior e inferior, la personalidad central de Dios seguirá conteniendo la misma mente eterna, infinita y perfectamente sabia.
50§2 3:4.4 El hecho de que envíe mensajeros espirituales procedentes de sí mismo para que habiten en los hombres y mujeres de vuestro mundo y de otros mundos, no disminuye en nada su capacidad para actuar como una personalidad espiritual divina y todopoderosa; no existe ningún límite en absoluto en cuanto al tamaño o la cantidad de Preceptores espirituales que Dios puede enviar. Este a sí mismo a sus criaturas abre para los mortales así divinamente dotados unas posibilidades futuras ilimitadas, casi inconcebibles, de existencias progresivas y sucesivas. Y la generosa distribución de sí mismo en forma de estas entidades espirituales ayudantes, no disminuye en nada la sabiduría y la perfección de la verdad y del conocimiento que reposan en la persona del Padre omnisciente, omnipotente e infinitamente sabio.

50§3 3:4.5 Para los mortales del tiempo existe un futuro, pero Dios vive en la eternidad. Aunque os hablo desde las cercanías del lugar mismo donde reside la Deidad, no puedo pretender hablar con una perfecta comprensión de la infinitud de muchos atributos divinos. Sólo la infinitud mental puede comprender por completo la existencia infinita y la acción eterna.

50§4 3:4.6 El hombre mortal no tiene la posibilidad de conocer la infinitud del Padre celestial. La mente finita no puede concebir un hecho o una verdad absoluta semejante. Pero este mismo ser humano finito puede sentir realmente —experimentar literalmente— el impacto completo sin disminución del AMOR de ese Padre infinito. Este amor se puede experimentar realmente, pero aunque la calidad de esta experiencia es ilimitada, su cantidad está estrictamente limitada por la capacidad humana para la receptividad espiritual, y por la aptitud asociada para corresponder al amor del Padre.
50§5 3:4.7 La apreciación finita de las cualidades infinitas trasciende con mucho las aptitudes lógicamente limitadas de la criatura, a causa del hecho de que el hombre mortal está creado a imagen de Dios —un fragmento de la infinitud vive dentro de él —. Así pues, si el hombre quiere acercarse a Dios tan cerca y tan afectuosamente como sea posible, tiene que hacerlo a través del amor, porque Dios es amor. La totalidad de esta relación única se convierte en una experiencia real en la sociología cósmica, la relación entre el Creador y la criatura -el afecto entre Padre e hijo.

5. EL GOBIERNO SUPREMO DEL PADRE

50§6 3:5.1 En su contacto con las creaciones posteriores a Havona, el Padre Universal no ejerce su poder infinito y su autoridad final por transmisión directa, sino más bien a través de sus Hijos y de las personalidades subordinadas a éstos. Dios hace todo esto por su propia voluntad libre. Si fuera necesario, y si la mente divina lo escogiera así, cualquiera o todos los poderes delegados podría ejercerlos directamente. Pero generalmente tales cosas no suceden a menos que la personalidad delegada haya fracasado en su misión divina. En esos momentos, ante tales negligencias y dentro de los límites de separación del poder y del potencial divinos, el Padre actúa por su cuenta de acuerdo con los mandatos de su propia elección. Y en esta elección siempre manifiesta una perfección infalible y una sabiduría infinita.
51§1 3:5.2 El Padre gobierna a través de sus Hijos. En la escala descendente de la organización universal existe una cadena ininterrumpida de gobernantes que finaliza en los Príncipes Planetarios, los cuales dirigen los destinos de las esferas evolutivas de los inmensos dominios del Padre. Las frases siguientes no son exclusivamente poéticas: "La tierra pertenece al Señor en toda su plenitud". "Destrona a los reyes y eleva a los reyes". "Los Muy Altos gobiernan en los reinos de los hombres."
51§2 3:5.3 Quizás la vía del Padre Universal no siempre se encuentre en el corazón de los hombres, pero el plan divino prevalece en la conducta y en el destino de un planeta. El proyecto eterno de sabiduría y de amor es el que triunfa.
51§3 3:5.4 Jesús dijo: "Mi Padre, que me los ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrancarlos de la mano de mi Padre". Cuando ojeáis las múltiples obras de Dios y contempláis la asombrosa inmensidad de su creación casi ilimitada, podéis tener un concepto vacilante sobre su primacía, pero no deberías dejar de aceptar a Dios como entronizado a perpetuidad y con seguridad en el centro paradisíaco de todas las cosas, como Padre benéfico de todos los seres inteligentes. No hay más que "un solo Dios y Padre de todos, que está por encima de todo y en todo;" "existe antes que todas las cosas, y todas las cosas consisten en él".

51§4 3:5.5 Las incertidumbres de la vida y las vicisitudes de la existencia no contradicen de ninguna manera el concepto de la soberanía universal de Dios. La vida de cualquier criatura evolutiva tiene que enfrentarse con ciertas inevitabilidades. Examinad las siguientes:

51§5 3:5.6 1. La valentía —la fuerza del carácter— ¿es deseable?. Entonces el hombre tiene que educarse en un ambiente que lo obligue a atacar duras pruebas y a reaccionar cuando está desconcertado.
51§6 3:5.7 2. El altruismo —el servicio del prójimo— ¿es deseable?. Entonces la experiencia de la vida tiene que proporcionar situaciones donde se encuentre la desigualdad social.
51§7 3:5.8 3. La esperanza —la grandeza de la confianza— ¿es deseable?. Entonces la existencia humana debe de enfrentarse continuamente con inseguridades e incertidumbres periódicas.
51§8 3:5.9 4. La fe —la afirmación suprema del pensamiento humano — ¿es deseable?. Entonces la mente del hombre ha de encontrarse en esa situación embarazosa en la que siempre sabe menos de lo que puede creer.
51§9 3:5.10 5. El amor de la verdad —y la disposición para seguirla allá donde conduzca — ¿es deseable?. Entonces el hombre tiene que crecer en un mundo donde el error esté presente y la falsedad sea siempre posible.
51§10 3:5.11 6. El idealismo —el concepto para acceder a lo divino— ¿es deseable?. Entonces es preciso que el hombre luche en un ambiente de bondad y de belleza relativas, en un medio que estimule la tendencia incontenible hacia cosas mejores.
51§11 3:5.12 7. La lealtad —la devoción al deber superior— ¿es deseable?. Entonces es preciso que el hombre camine entre las posibilidades de traicionar y de desertar. El valor de la devoción al deber consiste en el peligro implícito de no cumplirlo.
51§12 3:5.13 8. El desinterés —la disposición para olvidarse de sí mismo— ¿es deseable?. Entonces el hombre mortal tiene que vivir frente a los clamores interminables de su ineludible ego, que pide reconocimientos y honores. El hombre no podría escoger dinámicamente la vida divina si no tuviera que renunciar a una vida propia. El hombre nunca podría utilizar la rectitud para salvarse, si no existiera el mal potencial que exalta y diferencia el bien por contraste.
51§13 3:5.14 9. El placer —la satisfacción de la felicidad — ¿es deseable?. Entonces el hombre tiene que vivir en un mundo donde la alternativa del dolor y la probabilidad del sufrimiento son unas posibilidades vivenciales siempre presentes.

52§1 3:5.15 En todo el universo, cada unidad está considerada como una parte del todo. La supervivencia de cada parte depende de su cooperación con el plan y el objetivo del todo, del deseo sincero y de la disposición perfecta para hacer la divina voluntad del Padre. Si existiera un mundo evolutivo sin errores (sin posibilidad de decisiones imprudentes), sería un mundo sin inteligencia libre. En el universo de Havona hay mil millones de mundos perfectos con sus habitantes perfectos, pero es preciso que el hombre en evolución sea falible si tiene que ser libre. Es imposible que una inteligencia libre e inexperimentada sea uniformemente sabia a priori. La posibilidad del juicio erróneo (el mal) sólo se vuelve pecado cuando la voluntad humana ratifica conscientemente, y adopta a sabiendas, un juicio inmoral premeditado.
52§2 3:5.16 En la perfección del universo divino se aprecia por completo, de manera innata, la verdad, la belleza y la bondad. Los habitantes de los mundos de Havona no necesitan el potencial de los niveles de valor relativo para estimular sus elecciones. Estos seres perfectos son capaces de identificar y de escoger el bien, sin que exista una situación moral que sirva de contraste y obligue a pensar. Pero todos estos seres perfectos poseen esa naturaleza moral y ese estado espiritual por el sólo hecho de existir. Únicamente han conseguido avanzar vivencialmente en el interior de su estado innato, mientras que el hombre mortal incluso tiene que conseguir su estado de candidato ascendente por medio de su propia fe y esperanza. Todas las cosas divinas que la mente humana puede comprender, y que el alma humana puede obtener, son adquisiciones vivenciales; son realidades vivenciales personales, y por tanto posesiones únicas, en contraste con la bondad y la rectitud innatas de las personalidades infalibles de Havona.

52§3 3:5.17 Las criaturas de Havona son valientes de forma natural, pero no valerosas en el sentido humano. Han nacido amables y llenas de atenciones, pero no son altruistas a la manera humana. Esperan un futuro agradable, pero no están llenas de la esperanza exquisita que tienen los mortales confiados de las esferas evolutivas inseguras. Tienen fe en la estabilidad del universo, pero desconocen por completo la fe salvadora que conduce al hombre mortal desde el estado de animal hasta las puertas del Paraíso. Aman la verdad, pero no saben nada de sus cualidades que salvan el alma. Son idealistas, pero han nacido así; ignoran por completo el éxtasis de volverse así mediante elecciones entusiastas. Son leales, pero nunca han experimentado la viva emoción que produce la devoción sincera e inteligente al deber, frente a la tentación de flaquear. Son desinteresadas, pero nunca han alcanzado este nivel vivencial mediante la magnífica victoria sobre un ego belicoso. Disfrutan del placer, pero no comprenden la dulzura de escapar por el placer al potencial del dolor.

6. LA PRIMACÍA DEL PADRE

52§4 3:6.1 Con desinterés divino y generosidad consumada, el Padre Universal renuncia a la autoridad y delega el poder, pero permanece siendo primordial. Su mano está apoyada en la poderosa palanca de las circunstancias de los reinos universales. Se ha reservado todas las decisiones finales, y maneja infaliblemente el cetro todopoderoso del veto de su designio eterno, con una autoridad indiscutible, por el bienestar y el destino de la extensa creación que gira en las órbitas perpetuas.
52§5 3:6.3 La soberanía de Dios es ilimitada; es el hecho fundamental de toda la creación. El universo no era inevitable. El universo no es un accidente ni existe por sí mismo. El universo es un trabajo de creación, y por eso está totalmente subordinado a la voluntad del Creador. La voluntad de Dios es la verdad divina, el amor viviente. Por este motivo las creaciones que se perfeccionan en los universos evolutivos están caracterizadas por la bondad —acercamiento a la divinidad— y por el mal potencial —distanciamiento de la divinidad.

53§1 3:6.3 Antes o después, todas las filosofías religiosas llegan al concepto de un gobierno universal unificado, de un solo Dios. Las causas universales no pueden ser inferiores a los efectos universales. La fuente de los torrentes de la vida universal y de la mente cósmica tiene que estar por encima de sus niveles de manifestación. La mente humana no puede ser explicada convenientemente en términos de los tipos de existencia inferiores. La mente del hombre sólo se puede comprender realmente cuando se reconoce la realidad de tipos de pensamiento y de voluntad intencional superiores. El hombre, como ser moral, no tiene explicación si no se reconoce la realidad del Padre Universal.
53§2 3:6.4 Los filósofos materialistas declaran abiertamente que rechazan la idea de una voluntad universal y soberana, y veneran profundamente la actividad de esa misma voluntad soberana que ha elaborado las leyes del universo. ¡Qué homenaje involuntario rinde el materialista al Creador de las leyes, cuando piensa que tales leyes actúan y se explican por sí mismas!.
53§3 3:6.5 Es una gran equivocación humanizar a Dios, salvo en el concepto de los Ajustadores del Pensamiento interiores, pero incluso esto no es tan erróneo como mecanizar por completo la idea de la Gran Fuente-Centro Primera.

53§4 3:6.6 ¿Puede sufrir el Padre del Paraíso?. No lo sé. Es totalmente seguro que los Hijos Creadores pueden sufrir, y que a veces sufren igual que los mortales. El Hijo Eterno y el Espíritu Infinito sufren de una manera modificada. Yo creo que el Padre Universal puede sufrir, pero no llego a comprender cómo; quizás sea a través del circuito de la personalidad, o por medio de la individualidad de los Ajustadores del Pensamiento y de las otras donaciones de su naturaleza eterna. Él ha dicho de las razas mortales: "En todas vuestras aflicciones estoy afligido". Indudablemente experimenta una comprensión paternal y compasiva. Puede ser que sufra realmente, pero yo no comprendo la naturaleza de ese sufrimiento.

53§5 3:6.7 El Soberano eterno e infinito del universo de universos es poder, forma, energía, progreso, modelo, principio, presencia y realidad idealizada. Pero es más que todo esto: es personal. Ejerce una voluntad soberana, experimenta la conciencia de su divinidad, lleva a cabo los mandatos de una mente creadora, tiene la satisfacción de realizar un proyecto eterno, y manifiesta el amor y el afecto de un Padre por sus hijos del universo. Para comprender mejor todas estas características más personales del Padre, hay que observarlas tal como fueron reveladas en la vida de donación de Micael, vuestro Hijo Creador, cuando estuvo encarnado en Urantia.

53§6 3:6.8 Dios Padre ama a los hombres. Dios Hijo sirve a los hombres. Dios Espíritu ilumina a los hijos del universo en la aventura siempre ascendente de encontrar a Dios Padre mediante las vías ordenadas por Dios Hijo, a través del ministerio de la gracia de Dios Espíritu.

53§7 3:6.9 [Soy el Consejero Divino encargado de presentar la revelación del Padre Universal, y he continuado con esta narración sobre los atributos de la Deidad.]


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