DOCUMENTO 27
EL MINISTERIO DE
LOS SUPERNAFINES PRIMARIOS
298§1
27:0.1
Los
supernafines primarios son los servidores excelsos de las Deidades en la Isla eterna del Paraíso. No se ha oído jamás que se desvíen de
los caminos de la luz y de la rectitud. Sus listas están completas; desde la eternidad no se ha perdido ni uno de estos magníficos ángeles.
Estos elevados supernafines son seres perfectos, supremos en su perfección, pero no son absonitos, ni tampoco son ellos absolutos.
Siendo de la esencia de la perfección, estos hijos del Espíritu Infinito trabajan en forma intercambiable y a voluntad en todas las fases de
sus múltiples deberes. No funcionan extensamente fuera del Paraíso, aunque si participan en las varias reuniones de milenios y reuniones
de grupo del universo central. También salen como mensajeros especiales de las Deidades, y en grandes números ascienden para
volverse Asesores Técnicos.
298§11
27:0.4
Los peregrinos ascendentes no ingresan en la influencia directa de estos supernafines hasta alcanzar residencia en el Paraíso, y luego
pasan por una experiencia de capacitación bajo la dirección de estos ángeles, en orden inverso al de su enumeración. O sea, que entras
en tu andadura en el Paraíso bajo la protección de los instigadores del reposo y, después de sucesivas temporadas con las órdenes
intermedias, terminas este período de capacitación con los conductores de la adoración. Entonces estás listo para comenzar la andadura
interminable de un finalizador.
299§1
27:1.1
Los instigadores del reposo son los inspectores del Paraíso que salen de la Isla central hacia el circuito interior de Havona, para colaborar
allí con sus colegas, los complementos del reposo de la orden secundaria de los supernafines. El elemento esencial para disfrutar en el
Paraíso es el reposo, el reposo divino; y estos instigadores del reposo son los instructores finales que preparan a los peregrinos del
tiempo para su ingreso en la eternidad. Comienzan su tarea en el círculo final de logro del universo central y la continúan cuando el
peregrino se despierta del último sueño de transición, el reposo que gradúa a una criatura del espacio al reino de lo eterno.
299§2
27:1.2
El reposo es de naturaleza séptupla: existe el reposo del sueño y de la recreación en las órdenes de vida más modestas, el
descubrimiento en los seres elevados y la adoración en los tipos más elevados de personalidad espiritual. También existe el reposo
normal de recuperación de la energía, para que los seres vuelvan a cargarse de energía física o espiritual. Luego existe el sueño de
tránsito, el reposo inconsciente cuando un ser está enserafinado, cuando está de paso de una esfera a la otra. Enteramente distinto de
todos éstos es el sueño profundo de la metamorfosis, el reposo de transición de una etapa de ser a otra, de una vida a otra, de un estado
de existencia a otro, el sueño que por siempre acompaña la transición de un estado universal real en contraste con la evolución a través
de varias etapas de un solo estado.
299§4
27:1.4
Ingresas en el reposo del circuito final de Havona y resurges eternamente en el Paraíso.
Y cuando te repersonalizas espiritualmente allí, inmediatamente reconocerás al instigador del reposo quien te da la bienvenida a las
orillas eternas como el mismo supernafín primario que produjo el sueño final en el circuito más interior de Havona; y recordarás el último
largo tramo de fe mientras se te prepara nuevamente para encomendar tu identidad en las manos del Padre Universal.
300§1
27:2.1
Este es el grupo designado de vez en cuando por el supernafín en jefe, «el ángel modelo original», para presidir la organización de las
tres órdenes de estos ángeles: primaria, secundaria y terciaria. Los supernafines, como cuerpo, son totalmente autogobernantes y
autoregulados excepto para las funciones de su jefe mutuo, el primer ángel del Paraíso, quien preside por siempre sobre todas estas
personalidades espirituales.
300§4
27:3.1
Cuanto más alto ascendáis en la escala de la vida, más atención debe prestarse a la ética universal. La conciencia ética es simplemente
el reconocimiento, por parte de un individuo, de los derechos inherentes en la existencia de cualquiera y de todos los demás individuos.
Pero la ética espiritual trasciende en mucho al concepto mortal, aun al concepto morontial de las relaciones personales y de grupo.
301§2
27:4.1
Habiendo ya sido plenamente instruidos en la ética de las relaciones paradisiacas —ni las formalidades sin significado ni los dictados de
castas artificiales sino más bien las propiedades inherentes — los mortales ascendentes encuentran útil recibir el asesoramiento de los
dicontroladores superáficos de conducta, quienes instruyen a los nuevos miembros de la sociedad del Paraíso en los usos de la conducta
perfecta de los seres elevados que residen en la Isla central de Luz y Vida.
31§6
27:5.1
Los custodios superáficos del conocimiento son las «epístolas vivientes» más elevadas, conocidas y leídas por todos los que moran en el
Paraíso. Son los registros divinos de la verdad, los libros vivientes del verdadero conocimiento. Habéis escuchado acerca de los registros
en el «libro de la vida». Los custodios del conocimiento son dichos libros vivientes, registros de perfección impresos en las tablas eternas
de la vida divina y de la seguridad suprema. Son en realidad bibliotecas vivientes y automáticas. Los hechos de los universos son
inherentes en estos supernafines primarios, están efectivamente registrados en estos ángeles; y es también inherentemente imposible
que algo que no sea verdad ocupe lugar en la mente de estos repositorios perfectos y pletóricos de la verdad de la eternidad y de la
información del tiempo.
302§5
27:6.1
Juntamente con la suprema satisfacción de la adoración, existe el regocijo de la filosofía. No llegaréis nunca tan alto ni avanzaréis tan
lejos como para que no queden miles de misterios que requieran el empleo de la filosofía para intentar su solución.
303§5
27:7.1
La adoración es el privilegio más elevado y el primer deber de todas las inteligencias creadas. La adoración es el acto consciente y
regocijado de reconocer y aceptar la verdad y el hecho de las relaciones íntimas y personales de los Creadores con sus criaturas. La
calidad de la adoración está determinada por la profundidad de la percepción de la criatura; y a medida que progresa su conocimiento del
carácter infinito de los Dioses, la acción de la adoración se vuelve cada vez más amplia, hasta finalmente llegar a la gloria del regocijo
vivencial más elevado y del placer más exquisito conocido para los seres creados.
303§6
27:7.2
Aunque en la Isla del Paraíso existen ciertos lugares de adoración, ésta es más bien un vasto santuario de servicio divino. La adoración
es la primera y dominante pasión de todos los que alcanzan sus orillas benditas la ebullición espontánea de los seres que han aprendido
lo suficiente de Dios como para lograr su presencia. De círculo en círculo durante el viaje hacia dentro a través de Havona, la adoración
es una pasión creciente hasta que en el Paraíso se hace necesario dirigirla y de otra manera controlar su expresión.
304§2
27:7.4
Es tarea de los conductores de la adoración enseñar a las criaturas ascendentes cómo adorar para que éstos puedan ganar esta
satisfacción de autoexpresión y al mismo tiempo ser capaces de prestar atención a las actividades esenciales del régimen del Paraíso.
Sin el mejoramiento de la técnica de adoración, le llevaría cientos de años al mortal promedio que llega al Paraíso alcanzar expresión
plena y satisfactoria de sus emociones de apreciación inteligente y gratitud ascendente. Los conductores de adoración abren nuevas
avenidas, hasta ese momento desconocidas, de expresión para que estos maravillosos hijos del seno del espacio y de las tribulaciones
del tiempo puedan ganar las plenas satisfacciones de la adoración en mucho menos tiempo.
305§1
27:7.8
Después de lograr la satisfacción suprema de la plenitud de la adoración, vosotros estáis capacitados para ser admitidos en el Cuerpo de
Finalidad. La andadura ascendente está casi completa, y el séptimo jubileo se prepara para la celebración. El primer jubileo marcó el
acuerdo mortal con el Ajustador del Pensamiento cuando se selló el propósito de sobrevivir; el segundo fue el despertar en la vida
morontial; el tercero, la fusión con el Ajustador del Pensamiento; el cuarto fue el despertar en Havona; el quinto celebró el hallazgo del
Padre Universal; y el sexto jubileo fue la ocasión del despertar en el Paraíso, después del sueño final de tránsito en el tiempo.
El séptimo jubileo marca el ingreso en el cuerpo de los finalizadores mortales y el comienzo del servicio en la eternidad. El logro de la
séptima etapa de realización espiritual por parte de un finalizador señala probablemente la celebración del primero de los jubileos de la
eternidad.
305§2
27:7.9
Así pues termina la historia de los supernafines del Paraíso, la orden más elevada de todos los espíritus ministrantes, esos seres que,
como clase universal, os asisten por siempre desde el mundo de vuestro origen hasta que finalmente los conductores de la adoración os
dan la despedida cuando tomáis el juramento eterno de la Trinidad y sois incorporado en el Cuerpo de los Mortales de Finalidad.
298§2
27:0.2
Los supernafines primarios también se ponen al mando de las huestes seráficas que ministran en los mundos aislados debido a
rebeliones. Cuando un hijo del Paraíso se efunde sobre dicho mundo, completa su misión, asciende al Padre Universal, es aceptado y
regresa como redentor acreditado de este mundo aislado, los jefes de asignación siempre designan un supernafín primario para asumir el
mando de los espíritus ministrantes que trabajan en la esfera recientemente reclamada. Los supernafines en este servicio especial rotan
periódicamente. En Urantia el presente «Jefe de Serafines» es el segundo de esta orden en ser asignado desde los tiempos del
autootorgamiento de Cristo Micael.
298§3
27:0.3
Desde la eternidad los supernafines primarios han servido en la Isla de la Luz y han salido en misiones de liderazgo hacia los mundos del
espacio, pero según la clasificación actual funcionan sólo desde la llegada al Paraíso de los peregrinos del tiempo procedentes de
Havona.
Presentemente estos altos ángeles ministran principalmente en las siguientes siete órdenes de servicio:
298§4
1.
Conductores de Adoración.
298§5
2.
Maestros de Filosofía.
298§6
3.
Custodios del Conocimiento.
298§7
4.
Dicontroladores de Conducta.
298§8
5.
Intérpretes de la Ética.
298§9
6.
Jefes de Asignación.
298§10
7.
Instigadores del Reposo.
299§3
27:1.3
Pero el último sueño de metamorfosis es más que aquellos reposos previos de transición que han marcado los logros sucesivos de
estado de la andadura ascendente; por ello las criaturas del tiempo y del espacio atraviesan los límites más interiores de lo temporal y lo
espacial para lograr estado residencial en las moradas sin tiempo ni espacio del Paraíso. Los instigadores y los complementos del reposo
son tan esenciales para esta metamorfosis trascendente como lo son los serafines y seres vinculados para la supervivencia de la muerte
de la criatura mortal.
299§5
27:1.5
El último reposo del tiempo ha sido disfrutado; el último sueño de transición ha sido experimentado; ahora os despertáis a la vida
imperecedera en las orillas de la morada eterna. «Y ya no habrá más sueño. La presencia de Dios y de su Hijo están ante vosotros y
vosotros sois eternamente sus servidores; habéis visto su rostro y su nombre es vuestro espíritu. No habrá noche allí; y no necesitan de
la luz del sol, porque la Gran Fuente y Centro les da luz; vivirán por siempre y para siempre. Y enjugará Dios toda lágrima de los ojos de
ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron».
300§2
27:2.2
Los ángeles de asignación tienen mucho que ver con los residentes mortales glorificados del Paraíso antes de que éstos sean admitidos
al Cuerpo de Finalidad. El estudio y la instrucción no son las ocupaciones exclusivas de aquellos que llegan al Paraíso; el servicio
también juega un papel esencial en las experiencias de instrucción prefinalizadores en el Paraíso.
He observado que, cuando los mortales ascendentes tienen períodos de recreo, experimentan una predilección por fraternizar con los
cuerpos de reserva de los jefes de asignación superáficos.
300§3
27:2.3
Cuando vosotros los mortales ascendentes lográis el Paraíso, vuestras relaciones sociales comprenden mucho más que el contacto con
una hueste de seres divinos excelsos y con una multitud familiar de mortales glorificados vuestros semejantes. También debéis fraternizar
con más de tres mil órdenes diferentes de Ciudadanos del Paraíso, con los distintos grupos de los Trascendentales, y con numerosos
otros tipos de habitantes del Paraíso, tanto permanentes como transitorios, los que no han sido revelados en Urantia. Después de un
contacto continuado con estos intelectos poderosos del Paraíso, es muy refrescante visitar a los tipos de mente angelical; recuerdan a los
mortales el tiempo de los serafines, con los cuales tuvieron tan prolongado contacto y tan refrescante vinculación.
300§5
27:3.2
La ética ha sido debidamente enseñada y adecuadamente aprendida por los peregrinos del tiempo durante su largo ascenso a las glorias
del Paraíso. A medida que esta andadura de ascensión interior se ha desarrollado desde los mundos nativos del espacio, los ascendentes
han continuado agregando un grupo tras otro a su círculo en constante ampliación de colaboradores universales. Cada nuevo grupo de
colegas encontrados agrega otro nivel de ética que debe reconocer y cumplir hasta que, en el momento en que los mortales de ascensión
alcanzan el Paraíso, realmente necesitan a alguien que les proporcione consejo útil y amistoso relativo a las interpretaciones éticas. No
necesitan que se les enseñe la ética, pero sí necesitan que lo que han aprendido tan laboriosamente sea apropiadamente interpretado
para ellos al enfrentarse con la tarea extraordinaria de contactar a tanto que es nuevo.
300§6
27:3.3
Los intérpretes de la ética son de ayuda inestimable para los recién llegados al Paraíso pues los ayudan a ajustarse a los numerosos
grupos de seres majestuosos durante ese período pletórico que va desde el logro de estado de residente hasta la inducción formal en el
Cuerpo de los Mortales de Finalidad. Ya los peregrinos ascendentes han conocido a muchos de los numerosos tipos de Ciudadanos del
Paraíso en los siete circuitos de Havona. Los mortales glorificados también han disfrutado de un contacto íntimo con los hijos trinidizados
por las criaturas del cuerpo conjunto en el círculo más interior de Havona, allí donde estos seres están recibiendo gran parte de su
instrucción. En otros circuitos, los peregrinos ascendentes han conocido a numerosos residentes, no revelados, del sistema
Paraíso-Havona que se encuentran allí en grupos de capacitación para prepararse para asignaciones futuras no reveladas.
301§1
27:3.4
Todas estas camaraderías celestiales son invariablemente mutuas. Vosotros, como mortales ascendentes, no sólo deriváis beneficios de
estos sucesivos compañeros universales y de tan numerosas órdenes de colaboradores cada vez más divinos, sino que vosotros también
impartís a cada uno de estos seres fraternales algo de vuestra propia personalidad y experiencia, que por siempre hará a uno de ellos
diferente y mejor por haber estado vinculado con un mortal ascendente proveniente de los mundos evolutivos del tiempo y del espacio.
301§3
27:4.2
La armonía es la clave del universo central, y un orden detectable prevalece en el Paraíso. La conducta apropiada es esencial para el
progreso mediante el conocimiento, a través de la filosofía, a las alturas espirituales de la adoración espontánea. Existe una técnica
divina de acercamiento a la Divinidad; y la adquisición de esta técnica debe esperar hasta que los peregrinos lleguen al Paraíso. El
espíritu de esta técnica ha sido impartido en los círculos de Havona, pero no se pueden aplicar los toques finales de la capacitación de
los peregrinos del tiempo hasta después de que logren realmente la Isla de Luz.
301§4
27:4.3
Toda conducta paradisiaca es totalmente espontánea, en todo sentido natural y libre.
Pero sigue habiendo una forma apropiada y perfecta de hacer las cosas en la Isla eterna, y los dicontroladores de conducta están siempre
junto a los «extraños dentro de las puertas» para instruirles y guiar sus pasos hasta ponerles perfectamente acordes y al mismo tiempo
capacitar a los peregrinos para que eviten la confusión e incertidumbre que de otra manera sería inevitable.
Sólo mediante este arreglo es posible evitar una confusión sin fin; y la confusión no aparece nunca en el Paraíso.
301§5
27:4.4
Estos dicontroladores de conducta realmente sirven como maestros y guías glorificados. Se ocupan principalmente de instruir a los
nuevos residentes mortales acerca de una gama casi infinita de nuevas situaciones y hábitos poco familiares. A pesar de la larga
preparación y del largo viaje hasta el Paraíso, éste es todavía inexpresablemente extraño e inesperadamente nuevo para aquellos que
finalmente logran el estado de residente.
302§1
27:5.2
Estos custodios conducen cursos informales de instrucción para los residentes de la Isla Eterna, pero su función principal es la de
referencia y verificación. Todo habitante del Paraíso puede a voluntad tener junto a su lado el repositorio viviente del hecho o verdad
particular que desee conocer. En la extremidad norte de la Isla están disponibles los halladores vivientes del conocimiento, que
designarán al dicontrolador del grupo que contiene la información buscada, e inmediatamente aparecerán los seres brillantes que son la
cosa misma que vosotros deseáis conocer. Ya no necesitáis buscar esclarecimiento en un sinnúmero de páginas; ahora comunicáis con
la inteligencia viviente cara a cara. Así obtenéis el conocimiento supremo de los seres vivientes que son sus custodios finales.
302§2
27:5.3
Cuando ubiquéis al supernafín que es exactamente lo que vosotros deseáis verificar, encontraréis a vuestra disposición todos los hechos
conocidos de todos los universos, porque estos custodios del conocimiento son el total final y viviente de la vasta red de los ángeles
registradores, que va desde los serafines y seconafines de los universos locales y los suprauniversos hasta los registradores jefes de los
supernafines terciarios en Havona. Y esta acumulación viviente de conocimiento es distinta de los registros formales del Paraíso, el
resumen cumulativo de la historia universal.
302§3
27:5.4
La sabiduría de la verdad tiene origen en la divinidad del universo central, pero el conocimiento, el conocimiento vivencial, tiene sus
comienzos en gran parte en los dominios del tiempo y del espacio —de allí la necesidad del mantenimiento de vastas organizaciones del
suprauniverso de serafines y supernafines registradores, patrocinadas por los Registradores Celestiales—.
302§4
27:5.5
Estos supernafines primarios que están inherentemente en posesión del conocimiento universal también son responsables de su
organización y clasificación. Al constituirse a sí mismos como biblioteca viviente de referencia del universo de los universos, ellos han
clasificado el conocimiento en siete grandes órdenes, cada una con aproximadamente un millón de subdivisiones. La facilidad con que los
residentes del Paraíso pueden consultar este vasto almacén de conocimiento se debe exclusivamente a los esfuerzos voluntarios y sabios
de los custodios del conocimiento. Los custodios también son maestros excelsos del universo central, que dan libremente de sus tesoros
vivientes a todos los seres en cualquiera de los circuitos de Havona, y son utilizados amplia aunque indirectamente por las cortes de los
Ancianos de Días. Pero esta biblioteca viviente, que está disponible en el universo central y los suprauniversos, no es accesible a las
creaciones locales. Sólo indirectamente y reflexivamente obtienen los universos locales los beneficios del conocimiento del Paraíso.
302§6
27:6.2
Los maestros filósofos del Paraíso se deleitan en conducir a la mente de sus habitantes, tanto nativos como ascendentes, en la
regocijante búsqueda de intentar solucionar los problemas del universo. Estos maestros superáficos de filosofía son los «hombres sabios
del cielo», los seres de sabiduría que hacen uso de la verdad del conocimiento y de los hechos de la experiencia en su esfuerzo por
dominar lo desconocido. Con ellos el conocimiento llega a la verdad y la experiencia asciende a la sabiduría. En el Paraíso las
personalidades ascendentes del espacio experimentan lo más alto del ser: tienen conocimiento; conocen la verdad; pueden filosofar
—pensar en la verdad; aún pueden intentar abrazar los conceptos del Último e intentar comprender las técnicas de los Absolutos—.
303§1
27:6.3
En la extremidad sur del vasto dominio del Paraíso los maestros de filosofía conducen elaborados cursos en las setenta divisiones
funcionales de sabiduría. Aquí discurren sobre los planes y propósitos de la Infinitud e intentan coordinar las experiencias y componer el
conocimiento, de todos los que tienen acceso a su sabiduría. Han desarrollado una actitud altamente especializada hacia distintos
problemas del universo, pero sus conclusiones finales están siempre en acuerdo uniforme.
303§2
27:6.4
Estos filósofos del Paraíso enseñan por todo método posible de instrucción, incluyendo la técnica gráfica más elevada de Havona y
ciertos métodos del Paraíso de comunicar información. Todas estas técnicas más elevadas de impartir el conocimiento y transmitir las
ideas están completamente más allá de la capacidad de comprensión aun de la mente humana más altamente desarrollada. Una hora de
instrucción en el Paraíso sería equivalente a diez mil años de los métodos urantianos de palabra-memoria. Vosotros no podéis entender
estas técnicas de comunicación y sencillamente no hay nada en la experiencia mortal con la cual se las pueda comparar, o nada a que se
asemejen.
303§3
27:6.5
Los maestros de filosofía tienen placer supremo en impartir su interpretación del universo de los universos a aquellos seres que han
ascendido de los mundos del espacio. Y aunque la filosofía no puede ser nunca tan firme en sus conclusiones como los hechos del
conocimiento y las verdades de la experiencia, sin embargo, cuando hayáis escuchado a estos supernafines primarios discurrir sobre los
problemas no solucionados de la eternidad y las actuaciones de los Absolutos, experimentaréis certera y duradera satisfacción en
relación con estas preguntas no dominadas.
303§4
27:6.6
No se emiten estas búsquedas intelectuales del Paraíso; la filosofía de la perfección está disponible tan sólo para aquellos que están
presentes personalmente. Las creaciones que rodean al Paraíso conocen de estas técnicas tan sólo por los que han pasado a través de
esta experiencia, y que posteriormente han llevado esta sabiduría a los universos del espacio.
304§1
27:7.3
Las explosiones periódicas, espontáneas, de grupo y de otra índole de adoración suprema y alabanza espiritual disfrutadas en el Paraíso
se conducen bajo el liderazgo de un cuerpo especial de supernafines primarios. Bajo la dirección de estos conductores de adoración, este
homenaje alcanza el objetivo de la criatura de placer supremo y llega a las alturas de la perfección de la autoexpresión sublime y del
regocijo personal. Todos los supernafines primarios anhelan ser conductores de la adoración; y todos los seres ascendentes querrían
disfrutar por siempre de mantenerse en la actitud de adoración si los jefes de asignación no dispersaran periódicamente estas asambleas.
Pero no se requiere que ningún ser ascendente ingrese en las asignaciones de servicio eterno hasta tanto no haya logrado plena
satisfacción en la adoración.
304§3
27:7.5
Todas las artes de todos los seres del entero universo que son capaces de intensificar y exaltar la habilidad de la autoexpresión y la
comunicación de la apreciación, se emplean al máximo en la adoración de las Deidades del Paraíso. La adoración es el regocijo más
elevado de la existencia en el Paraíso; es el recreo refrescante del Paraíso. Lo que la recreación hace para vuestra mente agobiada en la
tierra, la adoración hará para vuestras almas perfeccionadas en el Paraíso. El modo de adoración en el Paraíso está completamente más
allá de la comprensión mortal, pero su espíritu vosotros podéis comenzar a apreciarlo aun aquí abajo en Urantia, porque los espíritus de
los Dioses aun ahora residen en vosotros, os envuelven y os inspiran a la adoración verdadera.
304§4
27:7.6
Hay lugares y horarios preestablecidos de adoración en el Paraíso, pero éstos no alcanzan para satisfacer el caudal en constante
aumento de las emociones espirituales de la creciente comprensión y del reconocimiento en ampliación de la divinidad en los seres
brillantes de ascensión vivencial a la Isla eterna. Desde los tiempos de Grandfanda, los supernafines no han sido capaces de acomodar
plenamente el espíritu de adoración en el Paraíso. Siempre existe un exceso de deseo de adorar respecto a la preparación para la
adoración. Y esto se debe a que las personalidades de perfección inherente no pueden apreciar jamás plenamente las extraordinarias
reacciones de las emociones espirituales de los seres que se han abierto camino lenta y laboriosamente hacia arriba, hasta la gloria del
Paraíso, desde las profundidades de la oscuridad espiritual de los mundos de menor rango del espacio y tiempo. Cuando estos ángeles y
mortales del tiempo logran la presencia de los Poderes del Paraíso, se desencadena la expresión de las emociones acumuladas de las
edades, un espectáculo sorprendente para los ángeles del Paraíso y productor de supremo regocijo de satisfacción divina en las Deidades
del Paraíso.
304§5
27:7.7
A veces el Paraíso entero está envuelto en una marea dominadora de expresión espiritual y de adoración. Frecuentemente los
conductores de la adoración no pueden controlar estos fenómenos hasta la aparición de la fluctuación triple de la luz de la morada de la
Deidad, que manifiesta que el corazón divino de los Dioses ha sido plena y completamente satisfecho por la adoración sincera de los
residentes del Paraíso, los ciudadanos perfectos de la gloria y las criaturas ascendentes del tiempo. ¡Qué triunfo de técnica! ¡Qué
florecimiento del plan y propósito eterno de los Dioses, que el amor inteligente del hijo criatura dé plena satisfacción al amor infinito del
Padre Creador!
305§3
27:7.10
El servicio interminable de la Trinidad del Paraíso está por comenzar; ahora el finalizador se encuentra frente a frente con el desafío de
Dios Último.
305§4
27:7.11
[Presentado por un Perfeccionador de la Sabiduría de Uversa.]