DOCUMENTO 58
EL ESTABLECIMIENTO
DE LA VIDA EN URANTIA
664§1
58:0.1
En
toda Satania existen solamente sesenta y un mundos similares a Urantia, planetas de modificación de la vida. La mayoría de los mundos
habitados se pueblan de acuerdo con técnicas establecidas; en tales esferas a los Portadores de Vida se les da poca libertad de acción en
planear la implantación de la vida. Sin embargo, aproximadamente un mundo de cada diez se designa como planeta decimal y se asigna
a un registro especial de los Portadores de Vida; y en tales planetas se nos permite emprender ciertos experimentos de vida para
modificar o posiblemente mejorar los tipos comunes de seres vivientes del universo.
664§2
58:1.1
Hace 600.000.000 de años la comisión de Portadores de Vida enviada de Jerusem llegó a Urantia y empezó el estudio de las condiciones
físicas, preparatorio para originar la vida en el mundo número 606 del sistema de Satania. Esta había de ser nuestra seiscientos seisava
experiencia con la iniciación de los modelos de vida nebadónicos en Satania y nuestra sesentava oportunidad de efectuar cambios e
instituir modificaciones en las concepciones de vida básicas y normales del universo local.
664§3
58:1.2
Que conste que los Portadores de Vida no pueden iniciar la vida hasta que una esfera esté del todo preparada para la inauguración del
ciclo evolutivo. Tampoco podemos disponer un desarrollo vital más rápido que aquél que el progreso físico del planeta puede sustentar y
acomodar.
665§2
58:1.7
En un planeta donde la vida tiene un origen marino, numerosos mares interiores y extensas tierras costales con aguas someras y bahías
protegidas disponen las condiciones ideales para la implantación de la vida; y tal distribución de las aguas de la tierra se venía
desarrollando con rapidez. Estos antiguos mares interiores rara vez excedían una profundidad de ciento cincuenta o ciento ochenta
metros, y la luz del sol puede penetrar el agua del océano hasta una profundidad mayor de ciento ochenta metros.
665§4
58:2.1
Por la atmósfera planetaria se filtran a la tierra aproximadamente dos milmillonésimos de la emanación total de la luz del sol. Si la luz
que incide en América del Norte se pagara a razón de dos centavos por kilovatio hora, la factura anual de luz excedería a los 800 mil
billones de dólares. La factura de luz solar de Chicago ascendería a un monto que superaría apreciablemente a los 100 millones de
dólares diarios. Y tened presente que del sol se reciben otras formas de energía —la luz no es la única aportación solar que llega a
vuestra atmósfera—. Llueven a cántaros sobre Urantia vastas energías solares que abarcan las longitudes de onda que van desde las
que están más allá del alcance de la visión humana hasta las que están por debajo de ésta.
665§5
58:2.2
La atmósfera de la tierra es casi opaca a gran parte de la radiación en el extremo ultravioleta del espectro. Una capa de ozono que
envuelve completamente la tierra hasta unos diez y seis kilómetros por encima de su superficie, y que se extiende otros diez y seis
kilómetros del lado del espacio exterior, absorbe la mayor parte de estas ondas de corta longitud. El ozono que infiltra esta región, en las
condiciones que predominan en la superficie de la tierra, formaría una capa de sólo dos y medio milímetros de espesor; no obstante, esta
cantidad relativamente pequeña y, al parecer, insignificante de ozono protege a los habitantes de Urantia del exceso de estas peligrosas y
destructoras radiaciones ultravioletas presentes en la luz del sol. Pero, si fuera esta capa de ozono un tanto más gruesa, se os privaría de
los sumamente importantes y saludables rayos ultravioletas que actualmente alcanzan la superficie de la tierra, y que le son atávicos a
una de vuestras vitaminas más esenciales.
666§3
58:2.6
Los ocho o diez kilómetros inferiores de la atmósfera de la tierra constituyen la troposfera; esta es la región de los vientos y las corrientes
de aire que ocasionan los fenómenos meteorológicos. Por encima de esta región está la ionosfera interior y, subiendo, sigue la
estratosfera. Ascendiendo desde la superficie de la tierra, la temperatura disminuye ininterrumpidamente por diez o trece kilómetros, a
cuya altura se registran alrededor de 57 grados © bajo cero. Esta gama de temperatura que va de 54 a 57 grados © bajo cero sigue sin
cambiar a medida que se asciende más por los próximos sesenta y cuatro kilómetros; este ámbito de temperatura constante es la
estratosfera. A una altura de setenta y dos u ochenta kilómetros, la temperatura empieza a subir, y este incremento continúa hasta que, al
nivel de los despliegues de la aurora, se alcanza una temperatura de 650 grados (C), y es este calor intenso el que ioniza el oxígeno. Pero
la temperatura en una atmósfera tan enrarecida no se puede equiparar con la medición del calor en la superficie de la tierra. Tened
presente que la mitad de toda vuestra atmósfera se encuentra en los primeros cinco kilómetros. Los arcos de luz superiores de la aurora
boreal como a seiscientos cuarenta kilómetros, indican la altura de la atmósfera de la tierra.
666§8
58:3.1
Durante los tiempos más primitivos de la materialización del universo las regiones espaciales están salpicadas de vastas nubes de
hidrógeno, precisamente tales como los cúmulos de polvo astronómico que actualmente caracterizan muchas regiones por todo el
espacio remoto. Gran parte de la materia organizada que desintegran y dispersan los llameantes soles en forma de energía radiante
originalmente se acumulaba en estas nubes primordiales de hidrógeno. Bajo ciertas condiciones insólitas la perturbación atómica también
se da en el núcleo de las masas de hidrógeno mayores. Y todos estos fenómenos de formación y disolución de átomos, como ocurre en
las nebulosas altamente recalentadas, van acompañados del surgimiento de una cantidad abrumadora de rayos espaciales cortos de
energía radiante. Junto con estas diversas radiaciones hay una forma de energía espacial desconocida en Urantia.
667§4
58:3.5
Todas estas condiciones cósmicas esenciales tenían que evolucionar hasta un estado favorable antes de que los Portadores de Vida
pudieran principiar de hecho el establecimiento de la vida en Urantia.
667§5
58:4.1
El que nos llamemos Portadores de Vida no debe confundiros. Podemos portar vida a los planetas y lo hacemos, pero no trajimos vida
alguna a Urantia. La vida en Urantia es única, original con el planeta. Esta esfera es un mundo de modificación de vida; toda vida que
aparece sobre ella la formulamos aquí mismo en el planeta; y no hay otro mundo en toda Satania, ni siquiera en todo Nebadón, que
tenga una existencia vital exactamente tal como la de Urantia.
667§6
58:4.2
Hace 550.000.000 de años el cuerpo de Portadores de Vida retornó a Urantia. En cooperación con los poderes espirituales y las fuerzas
superfísicas, organizamos e iniciamos los modelos originales de vida de este mundo y los plantamos en las acogedoras aguas del
ámbito. Toda vida planetaria (aparte de las personalidades extraplanetarias) hasta los tiempos de Caligastia, el Príncipe Planetario, tuvo
su origen en nuestras tres implantaciones de vida marina, originales, idénticas y simultáneas. Estas tres implantaciones de vida se han
designado como: la central o eurasiático-africana, la oriental o australasiática, y la occidental, englobando Groenlandia y las Américas.
668§1
58:4.3
Hace 500.000.000 de años la vida vegetal marina primitiva estaba bien establecida en Urantia. Groenlandia y la masa terrestre ártica,
junto con América del Norte y del Sur, empezaban su larga y lenta deriva al oeste. La África se desplazaba ligeramente hacia el sur,
creando un surco de este a oeste, la cuenca del Mediterráneo, entre sí y el cuerpo materno. La Antártida, Australia y la tierra evidenciada
por las islas del Pacífico se desprendieron por el sur y el este y se han desplazado muy lejos desde aquel día.
668§3
58:5.1
Continuó la deriva terrestre continental. El núcleo de la tierra se había hecho tan denso y tan rígido como el acero, estando sujeto a una
presión de un poco más de 3.600 toneladas por centímetro cuadrado, y debido a la descomunal presión de la gravedad, estaba y aún
está muy caliente en el interior profundo. La temperatura aumenta desde la superficie hacia adentro hasta que en el centro está un poco
por encima de la temperatura superficial del sol.
668§7
58:5.5
Las capas de lava de la corteza de la tierra, al enfriarse, forman granito. La densidad media de Urantia es un poco mayor a cinco veces y
media la del agua; la densidad del granito es menos de tres veces la del agua. El núcleo de la tierra es doce veces más denso que el
agua.
669§2
58:6.1
Hace 450.000.000 de años aconteció la transición de la vida vegetal a la animal. Esta metamorfosis se verificó en las aguas poco
profundas de las abrigadas bahías y calas tropicales de las extensas costas de los continentes que se iban separando. Y este
acontecimiento, todo el cual era inherente a los modelos originales de vida, se produjo de manera paulatina. Hubo muchas etapas de
transición entre las formas primitivas iniciales de vida vegetal y los organismos animales posteriores, bien definidos. Aun hoy persisten
los mohos de limo de la transición, y no pueden clasificarse ni como planta ni como animal.
669§3
58:6.2
Si bien se puede seguir el paso de la evolución de la vida vegetal a la vida animal, y bien que se han encontrado unas series graduadas
de plantas y animales que conducen de manera progresiva a los organismos más complejos y avanzados a partir de los organismos más
sencillos, no se podrán encontrar eslabones entre las grandes divisiones del reino animal ni entre los tipos animales prehumanos
superiores y los hombres de los albores de la raza humana. Estos así llamados «eslabones perdidos» quedarán perdidos
sempiternamente, por la sencilla razón de que jamás existieron.
670§3
58:7.1
El vasto grupo de sistemas rocosos que constituían la corteza exterior del mundo durante los albores de la vida o la era proterozoica ya
no aparece en muchos puntos sobre la superficie de la tierra. Y cuando, en efecto, surja de abajo de todas las acumulaciones de las
edades subsiguientes, se encontrarán únicamente los restos fósiles de la vida vegetal y animal primitiva inicial. Algunas de estas rocas
más antiguas que fueron depositadas en agua están mezcladas con capas posteriores, y algunas veces producen restos fósiles de formas
iniciales de la vida vegetal, en tanto que en las capas superiores ocasionalmente se pueden encontrar algunas de las formas más
primitivas de los primeros organismos animales marinos. En muchas partes estas capas más antiguas estratificadas de roca, que
contienen los fósiles de la primera vida marina, tanto animal como vegetal, pueden encontrarse directamente sobre la roca indistinta más
antigua.
670§5
58:7.3
Las rocas de esta edad vetusta hoy por hoy están en la superficie de la tierra, o muy cerca de la superficie, sobre aproximadamente una
octava parte de la superficie terrestre de hoy en día. El grosor medio de esta roca de transición, las capas de roca estratificada de mayor
edad, es de como dos kilómetros y medio. En algunos puntos estos sistemas de roca antiguos llegan a tanto como seis kilómetros y
medio de grosor, pero muchos de los estratos que se le han adscrito a esta era pertenecen a períodos ulteriores.
671§1
58:7.8
En estas primeras edades en las que mucha tierra estaba cerca del nivel del mar, acontecieron muchos surgimientos y sumersiones
sucesivos. La corteza de la tierra apenas entraba en su último período de estabilización relativa. Las ondulaciones, elevaciones y
depresiones de la deriva continental anterior vinieron a contribuir a la frecuencia de la sumersión periódica de las grandes masas
terrestres.
671§4
58:7.11
Esta época presencia la propagación de la vida a través de las aguas del mundo; la vida marina ha quedado bien establecida en Urantia.
Un profuso y frondoso desarrollo de vegetación va invadiendo de forma paulatina los fondos de los someros y extensos mares interiores,
en tanto que en las aguas de las orillas de mar pululan las formas más sencillas de vida animal.
671§5
58:7.12
Toda esta historia se relata gráficamente en las páginas fósiles del vasto «libro de piedra» de los anales del mundo. Y las páginas de este
gigantesco archivo biogeológico manifiestan la verdad infaliblemente; tan sólo debéis aprender a interpretarlas. Muchos de estos lechos
de mar antiguos actualmente quedan muy elevados por encima del nivel de la superficie terrestre, y sus depósitos, edad tras edad,
relatan la historia de las luchas por la vida de aquellos tiempos primitivos. Resulta ser verdad al pie de la letra, como dijo vuestro poeta:
«El polvo que pisamos estuvo otrora vivo.»
664§4
58:1.3
Los Portadores de Vida satanianos habían proyectado un modelo de vida a base de cloruro de sodio; por tanto no se podía hacer gestión
alguna para su implantación hasta tanto las aguas del océano se hicieran suficientemente salobres. El tipo urantiano de protoplasma no
puede funcionar más que en una solución salina adecuada. Toda la vida ancestral —vegetal y animal— evolucionó en un medio de
solución salina. Incluso los animales terrestres superiormente organizados no podrían continuar viviendo, de no circular esta misma
solución esencial por su cuerpo en la corriente sanguínea que libremente baña, literalmente sume, cada minúscula célula viviente en
estas «profundidades marinas».
664§5
58:1.4
Vuestros antepasados primitivos circulaban libremente por el océano salado; hoy por hoy, esta misma solución salada parecida al océano
circula libremente por vuestro cuerpo, bañando cada célula individual con un líquido químico que en toda su esencia es equiparable al
agua salada que estimuló las primeras reacciones protoplásmicas de las primeras células vivientes que funcionaron en el planeta.
664§6
58:1.5
Mas al comenzar esta era, Urantia a todas luces va evolucionando hacia un estado favorable para sustentar las formas iniciales de vida
marina. Paso a paso los acontecimientos físicos en la tierra y en las regiones adyacentes del espacio van preparando el escenario para
futuros intentos de implantación de las formas de vida que, según nuestra decisión, serían las que se adaptarían mejor al medio ambiente
físico que se desenvolvía —tanto en el ámbito terrestre como en el espacial—.
665§1
58:1.6
Posteriormente la comisión sataniana de Portadores de Vida retornó a Jerusem, prefiriendo aguardar a que se desintegrara más la masa
terrestre continental, lo cual brindaría aún más mares interiores y bahías abrigadas, antes de empezar de hecho la implantación de la
vida.
665§3
58:1.8
En tales costas de clima benigno y estable de una edad ulterior, la flora primitiva llegó a su destino en la tierra. Allí, el alto grado de
carbono en la atmósfera brindó oportunidades a las nuevas variedades terrestres de vida para un desarrollo veloz y frondoso. Aunque
esta atmósfera era ideal a la sazón para el desarrollo vegetal, contenía tan alto grado de bióxido de carbono que ningún animal, y tanto
menos el hombre, podría haber vivido en la faz de la tierra.
665§6
58:2.3
Así y todo, algunos de vuestros mecanicistas mortales menos imaginativos se empeñan en considerar la creación material y la evolución
humana como una casualidad. Los seres intermedios de Urantia han recopilado más de cincuenta mil datos de la física y la química los
cuales juzgan incompatibles con las leyes del azar casual, y los cuales, según afirman, demuestran de manera inequívoca la presencia de
un propósito inteligente en la creación material. Todo lo antedicho no toma en cuenta su catálogo de más de cien mil descubrimientos
ajenos al dominio de la física y la química que, según mantienen ellos, prueban la presencia de la mente en el planeamiento, creación, y
mantenimiento del cosmos material.
666§1
58:2.4
Vuestro sol vierte verdaderos torrentes de rayos mortíferos a raudales, y vuestra vida amena en Urantia se debe a la influencia «fortuita»
de más de dos veintenas de operaciones protectoras, aparentemente casuales, similares a la acción de esta capa de ozono única.
666§2
58:2.5
De no ser por el efecto de «manto» de la atmósfera durante la noche, el calor se perdería por la radiación con tanta rapidez que la vida
sería imposible de mantener salvo mediante métodos artificiales.
666§4
58:2.7
Los fenómenos de la aurora guardan una relación directa con las manchas solares, aquellos ciclones solares que giran en sentidos
contrarios por encima y por debajo del ecuador del sol, tal como lo hacen los ciclones tropicales terrestres. Dichas perturbaciones
atmosféricas giran en sentidos contrarios según ocurran por encima o por debajo del ecuador.
666§5
58:2.8
El poder de las manchas solares para alterar las frecuencias de la luz demuestra que estos centros de tormentas solares funcionan cual
enormes imanes. Tales campos magnéticos pueden arrojar partículas cargadas desde los cráteres de las manchas solares a través del
espacio a la atmósfera exterior de la tierra, en donde su influencia ionizadora produce las espectaculares luces de la aurora. Por lo tanto
tenéis los mayores fenómenos de la aurora cuando las manchas solares están en su apogeo —o poco tiempo después— cuando las
manchas están situadas, por lo general, más en armonía con el ecuador.
666§6
58:2.9
Hasta la aguja de una brújula es sensible a esta influencia solar ya que se vuelve un poco hacia el este cuando asoma el sol y un poco
hacia el oeste cuando el sol está por ponerse. Esto sucede todos los días, mas durante el auge de los ciclos de manchas solares, esta
variación de la brújula es dos veces mayor. Estas desviaciones diurnas de la brújula responden al incremento en la ionización de la
atmósfera superior, producido por la luz solar.
666§7
58:2.10
Es la presencia de dos diferentes niveles de regiones conductoras electrizadas en la superestratosfera la que explica la transmisión a
larga distancia de vuestras radioemisiones de onda corta y larga. Las formidables tormentas que ocasionalmente azotan los dominios de
estas ionosferas exteriores, perturban algunas veces vuestras transmisiones.
667§1
58:3.2
Esta carga de energía de rayo corto del espacio universal es cuatrocientas veces mayor que todas las otras formas de energía radiante
que existen en los dominios organizados del espacio. Fluctuaciones y súbitos cambios de tensión en la temperatura, gravedad, y
presiones electrónicas modifican cualitativa y cuantitativamente la emanación de rayos cortos espaciales, provenga ésta de las
llameantes nebulosas, de los tensos campos eléctricos, del espacio exterior, o de las vastas nubes de polvo e hidrógeno.
667§2
58:3.3
Estas eventualidades en el origen de los rayos espaciales las determinan muchos sucesos cósmicos así como las órbitas de la materia
circulante, que varían de círculos modificados a elipses extremas. Además, las condiciones físicas pueden alterarse en gran medida
debido a que la rotación de los electrones se halla, en algunas ocasiones, en sentido contrario al de la conducta de la materia más
gruesa, incluso en la misma zona física.
667§3
58:3.4
Las vastas nubes de hidrógeno son verdaderos laboratorios químicos del cosmos, albergando todas las fases de la energía evolutiva y la
materia en metamorfosis. Grandes acciones de energía también ocurren en los gases marginales de las grandes estrellas binarias que
tan a menudo están imbricados y, por ende, se entremezclan extensamente. Sin embargo, ninguna de estas formidables y extensas
actividades de la energía del espacio ejerce la menor influencia sobre el fenómeno de la vida organizada —el plasma del germen de las
cosas y seres vivientes—. Estas condiciones de la energía del espacio son pertinentes al medio ambiente esencial para el establecimiento
de la vida, pero no son efectivas en las modificaciones subsiguientes de los factores hereditarios del plasma del germen como lo son
algunos de los rayos de energía radiante más largos. La vida implantada por los Portadores de Vida es totalmente resistente a todo este
asombroso torrente de rayos cortos espaciales de la energía del universo.
668§2
58:4.4
Habíamos sembrado la forma primitiva de vida marina en las bahías tropicales resguardadas de los mares centrales de la separación
este a oeste de la masa terrestre continental en desprendimiento. Nuestro objetivo al hacer tres implantaciones de vida marina era
asegurarnos de que cada una de estas grandes masas terrestre se llevara esta vida consigo, en sus mares de aguas tibias, cuando la
tierra subsecuentemente se separara. Previmos que en una era posterior, cuando apareciera la vida terrestre, grandes océanos de agua
separarían estas masas terrestres continentales que iban a la deriva.
668§4
58:5.2
Los mil seiscientos kilómetros exteriores de la masa terrestre consisten principalmente en distintas clases de roca. Abajo están los
elementos metálicos más densos y pesados. A lo largo de las edades primitivas y preatmosféricas el mundo estaba tan cerca de ser
fluido en su estado ígneo y tan sumamente recalentado que los metales más pesados se hundieron en las profundidades del interior. Los
que se encuentran hoy por hoy cerca de la superficie representan el exudado de antiguos volcanes, de grandes erupciones de lava
posteriores, y los más recientes depósitos meteóricos.
668§5
58:5.3
La corteza exterior era de unos sesenta y cuatro kilómetros de grosor. Sobre un mar de basalto derretido de variante grosor yacía esta
cáscara exterior, que a la vez aquél sostenía. Este mar era una capa móvil de lava ígnea sujeta a la alta presión, pero siempre tendente a
fluir acá y allá equilibrando las cambiantes presiones planetarias, y por este medio tendía a estabilizar la corteza de la tierra.
668§6
58:5.4
Aún hoy en día los continentes continúan a flote sobre este mar de basalto derretido no cristalizado que parece un gran cojín. Si no fuera
por esta condición protectora, los terremotos más severos sacudirían literalmente el mundo haciéndolo añicos. No son los volcanes los
que causan los terremotos, sino el deslizamiento y desplazamiento de la sólida corteza exterior.
668§8
58:5.6
Los fondos del mar son más densos que las masas terrestres, y eso es lo que mantiene los continentes por encima del agua. Cuando los
fondos del mar salen por extrusión arriba del nivel del mar, se encuentra que se componen en gran parte de basalto, una forma de lava
considerablemente más pesada que el granito de las masas terrestres. De nuevo, si los continentes no fueran más ligeros que los lechos
de los océanos, la gravedad arrastraría las márgenes de los océanos sobre la tierra; pero no se observan fenómenos de esta índole.
668§9
58:5.7
El peso de los océanos es también un factor que contribuye al aumento de la presión sobre los lechos de los mares. Los lechos más
bajos, pero más pesados de los océanos, más el peso del agua que yace sobre ellos, tienen un peso que se aproxima al de los
continentes más altos pero mucho más ligeros. No obstante, todos los continentes tienden a ir deslizándose lentamente en los océanos.
La presión continental a nivel del fondo del océano es alrededor de 1.300 kilogramos por centímetro cuadrado. Es decir, ésta sería la
presión de una masa continental que se levanta a 5.000 metros por encima del fondo del mar. La presión del agua del fondo oceánico es
sólo de unos 350 kilogramos por centímetro cuadrado. Estas presiones diferenciales tienden a hacer que los continentes se vayan
deslizando hacia el lecho de los océanos.
669§1
58:5.8
La depresión del fondo del océano durante las épocas anteriores a la vida había elevando una solitaria masa terrestre continental hasta
tal altura que la presión lateral tendía a hacer que los bordes orientales, occidentales y australes se deslizaran cuesta abajo, sobre los
lechos subyacentes semiviscosos de lava, hacia las aguas del Océano Pacífico que rodeaban esta masa de tierra. Esto compensó la
presión continental tan plenamente que no se produjo una ruptura amplia en la orilla oriental de este antiguo continente asiático, sino que,
desde entonces, esa línea costal oriental se cierne sobre el precipicio de las profundidades oceánicas adyacentes, amenazando con
deslizarse a una tumba marina.
669§4
58:6.3
De era en era surgen especies de vida animal radicalmente nuevas. No evolucionan a consecuencia de la acumulación gradual de
pequeñas variaciones, sino que despuntan como órdenes de vida nuevos, hechos y derechos y aparecen repentinamente.
669§5
58:6.4
La aparición súbita de especies nuevas y órdenes diversificados de organismos vivientes es del todo biológica, estrictamente natural. No
hay nada de lo sobrenatural vinculado con estas mutaciones genéticas.
669§6
58:6.5
La vida animal evolucionó cuando se hubo alcanzado el grado idóneo de salinidad en los océanos, y fue relativamente sencillo permitir
que las aguas salobres circularan por los cuerpos de los animales de la vida marina. Pero al contraerse los océanos e incrementarse el
porcentaje de sal en gran medida, estos mismos animales desarrollaron la habilidad de reducir la salinidad de los fluidos de sus cuerpos,
tal como aquellos organismos que supieron vivir en agua dulce adquirieron la habilidad de mantener el grado adecuado de cloruro de
sodio en sus fluidos corporales por medio de una ingeniosa técnica de conservación de sal.
669§7
58:6.6
Estudios de los fósiles de la vida marina incrustados en roca revelan las primeras luchas de estos organismos primitivos por ajustarse.
Las plantas y animales nunca cesan de hacer estos experimentos de ajuste. El medio ambiente cambia constantemente, y siempre están
los organismos vivientes procurando acomodarse a estas fluctuaciones incesantes.
670§1
58:6.7
Las dotes fisiológicas y la estructura anatómica de todo orden de vida nuevo están en respuesta a la acción de la ley física, pero la
dotación ulterior de la mente es un don de los espíritus ayudantes de la mente que va de acuerdo con la capacidad cerebral innata. La
mente, aunque no es de evolución física, depende por completo de la capacidad cerebral, siendo conferida ésta por el desarrollo
puramente físico y evolutivo.
670§2
58:6.8
A través de casi interminables ciclos de adquisiciones y pérdidas, ajustes y reajustes, todo organismo viviente va cambiando en un vaivén
de edad en edad. Los que logran la unión cósmica perduran, en tanto que los que se quedan cortos de esta meta cesan de ser.
670§4
58:7.2
Los fósiles de esta era producen algas, plantas parecidas al coral, protozoo primitivo, y organismos de transición semejantes a la
esponja. Pero la ausencia de tales fósiles en los primeros estratos de roca no prueba necesariamente que lo viviente no estuviera en
existencia en otras partes en el momento en que aquellos se depositaban. La vida era escasa durante todos estos tiempos primitivos y
sólo con lentitud fue abriéndose paso sobre la faz de la tierra.
670§6
58:7.4
En América del Norte este estrato de roca primitivo y antiguo que contiene fósiles aflora en las regiones orientales, centrales y
septentrionales del Canadá. Existe una cordillera intermitente que corre de este a oeste, consistente en esta roca, y que se extiende desde
Pensilvania y los vetustos Montes Adirondacks hacia el oeste por Michigan, Wisconsin, y Minesota. Otras cordilleras corren de Terranova
a Alabama y de Alaska a México.
670§7
58:7.5
Las rocas de esta era están expuestas acá y allá a lo largo y a lo ancho del mundo, pero ninguna es tan fácil de interpretar como las de
los entornos del Lago Superior y del Gran Cañón del Río Colorado, donde estas rocas primitivas portadoras de fósiles que existen en
varios estratos, dan fe de los solevantamientos y fluctuaciones superficiales de aquellos tiempos lejanos.
670§8
58:7.6
Esta capa rocosa, el estrato más antiguo de la corteza de la tierra que contiene fósiles, se ha desmoronado, plegado, y retorcido
grotescamente a consecuencia de los solevantamientos producidos por terremotos y por los primeros volcanes. Los flujos de lava de esta
época trajeron consigo mucho hierro, cobre, y plomo cerca de la superficie planetaria.
670§9
58:7.7
Existen pocos lugares en la tierra en donde tales actividades se acusan más gráficamente que en el Valle de St. Croix de Wisconsin. En
esta región se verificaron ciento veintisiete flujos sucesivos de lava en la tierra con la sumersión en agua y subsiguientes depósitos de
roca, aquello sucediendo a esto. Aunque mucho de la sedimentación de la roca superior y flujo de lava intermitente hoy en día está
ausente, y bien que el fondo de este sistema está profundamente enterrado en la tierra, no obstante, alrededor de sesenta y cinco o
setenta de estas crónicas estratificadas de edades pasadas ya quedan expuestas a la vista.
671§2
58:7.9
Durante estos tiempos de la primera vida marina, extensas zonas de orillas de mar continentales se hundieron por debajo de los mares a
un nivel de un escaso metro a más de medio kilómetro de profundidad. Una gran parte de la arenisca y de los conglomerados representa
la acumulación sedimentaria de estas orillas de mar antiguas. Las rocas sedimentarias correspondientes a esta primera estratificación
yacen directamente sobre aquellos estratos que datan de mucho más allá del origen de la vida, remontándose a la primera aparición del
océano global.
671§3
58:7.10
Algunos de los estratos superiores de estos depósitos de roca de transición contienen pequeñas cantidades de esquisto o pizarra de
colores oscuros, indicando la presencia de carbono orgánico y atestiguando la existencia de los antepasados de aquellas formas de flora
que invadieron a la tierra durante la edad de carbón o carbonífera que siguió. Gran parte del cobre en estos estratos de roca resulta de los
depósitos en agua. Alguna parte se encuentra en las grietas de las rocas más antiguas y es el concentrado de las aguas de pantano
estancadas de alguna antigua, abrigada orilla de mar. Las minas de hierro de América del Norte y Europa están ubicadas en depósitos y
extrusiones que yacen en parte en las rocas no estratificadas más antiguas y en parte en estas posteriores rocas estratificadas de los
períodos de transición de la formación de la vida.
671§6
58:7.13
[Presentado por un miembro del Cuerpo urantiano de los Portadores de Vida actualmente residente en el planeta.]