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CAPITULO I
LA TESIS CREATIVA DE PERFECCION

Los Albores del Tiempo: Comienza de la Segunda Edad
Dios el Séptuplo: Deidad Creativa
Segunda Edad Havona; La Tesis de Perfección

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Con la apertura de la Segunda Edad Universal --la presente edad-- realmente hemos empezado nuestro estudio del universo maestro. Esta Segunda Edad, como las cuatro edades que la siguen, son comprensibles. Tienen un origen en el tiempo y tendrán un  final en el tiempo –tiene duración definida. (Apéndice XVII Sec. 3) Después de nuestra excursión en el pasado eterno (en el Prólogo) esta es confortante.

1. LOS ALBORES DEL TIEMPO: COMIENZO DE LA SEGUNDA EDAD

¿Exactamente qué es lo que termina la edad de Havona y comienza la edad de los súper-universos? Cuando estudiamos los Documentos, es claro que este no era un acontecimiento súbito; ocurrió gradualmente, como el alba de un nuevo día. El crepúsculo de la Primera Edad gradualmente se vuelve los albores de la Segunda Edad.

(Mucho antes la Segunda Edad era una realidad oficial, sospechamos que los Arquitectos del Universo Maestro tenía sus delegados, los Organizadores de la Fuerza, afuera  en los niveles espaciales superuniversales trabajando en la movilización de energía, organizando nebulosas y buscando cosas físicamente iniciada en anticipación de eventos por venir.)

Probablemente el primer evento que realmente sería post-eterno (post-Havona) fue la creación de los Siete Espíritus Rectores. Estos elevados Espíritus no son seres absolutos; sin embargo, ellos representan las Deidades del Paraíso en cada nivel por debajo de lo absoluto-infinito, absonito, y finito-absoluto. (O, para decirlo en lenguaje más usual: Supremo, Ultimo y Supremo-Ultimo.) Estos Espíritus Rectores no son existenciales; son experienciales. Son la primera expresión de la Deidad Experiencial. También expresan personalmente las siete combinaciones posibles de   las Tres Personas de la Deidad: Padre, Hijo, Espíritu; Padre-Hijo, Padre-Espíritu, Espíritu-Hijo y Padre-Hijo-Espíritu. Posiblemente no podría haber más o menos Espíritus Rectores; siete es todo lo que es matemáticamente posible- y esto es porque los niveles espaciales superuniversales fueron divididos en siete partes. Cada Espíritu Rector preside sobre una de estas siete partes, uno de los siete superuniversos. (Apéndice XIV Sec. 3)

Alguna vez durante este período crepuscular, otra cosa ocurrió: Dios el Supremo apareció en Havona. Su presencia se derivó de la Trinidad del Paraíso y él vino a existir como una persona espiritual. Él era residente en el universo central antes que los siete superuniversos fueran formalmente organizados. Entonces, como ahora, él no era contactable por las criaturas.

Entonces viene el mandato de la Trinidad del Paraíso que organiza el gran universo –los siete súper universos en relación con Havona. En aproximadamente este tiempo, la Trinidad debe haber creado los 21 Ancianos de Días; los gobernantes triunos de las siete súper creaciones. Después de esto, los mundos sede central de los siete superuniversos fueron construidos, y los Ancianos de Días probablemente partieron del Paraíso para tomar residencia en sus respectivas esferas capitales. Como los Documentos dicen, ellos han gobernado los superuniversos desde “cerca de la eternidad”. (Vea Apéndice IV Sec. 5-A. Los Tiempos Transicionales entre la Primera y la Segunda Edad.)

En algún punto más tarde en el tiempo el Padre y el Hijo deben haber empezado la creación de los Hijos Creadores, con el Espíritu Infinito que responde por la producción complementaria de los Espíritus Creativos. A su debido tiempo, estos Hijos y Espíritus Universales fueron comisionados como gobernantes de los universos locales –las más antiguas de las creaciones locales. Ahora, la Segunda Edad esta en pleno florecimiento. Pronto los mortales evolucionarios hacen su aparición en los mundos del espacio; luego comienza el largo ascenso al Paraíso de los peregrinos del tiempo en la búsqueda del Padre universal. (Vea Apéndice IX. La Cronología de los Universos Locales.)

Seres Experienciales. Todos estos seres que aparecen recientemente son experienciales en naturaleza; no son existenciales. Esto es verdad desde el nivel de criatura del hombre mortal directamente hacia los niveles de Deidad de los Espíritus Rectores y Dios el Supremo. Estos seres no conocen todo antes que hayan experienciado todo; ellos tienen la capacidad para aprender y crecer con el aprendizaje y la vivencia. Esto es verdad incluso de los creadores, ellos mismos, y es más claramente visto en los creadores de los universos locales –los Hijos Creadores y los Espíritus Creativos. Sirven en las creaciones espacio-temporales, experimentan en la organización y perfección de los universos locales, cambian el estado de estos Hijos y espíritus universales – ellos crecen. (Vea Apéndice XIII. Sec. 3. Tríos Creativos de Hijos-Espíritus.)


LOS SIETE SUPERUNIVERSOS EN RELACION CON HAVONA


1. DIOS EL SÉPTUPLO: DEIDAD CREATIVA

La asociación creativa de Dios el Séptuplo comenzó a funcionar cuando los siete superuniversos fueron organizados. Dios el Séptuplo es una expansión creativa-asociativa de las Deidades del Paraíso en el tiempo y en el espacio; este es su método de hacer contacto con todas las criaturas del superuniverso y los universos locales. Dios el Séptuplo proporciona la escalera viviente de personalidades divinas que llena el vacío entre el hombre y el  Padre del Paraíso.

Esta asociación de la deidad funciona en siete niveles y sus miembros están clasificados en tres grupos mayores:

Las Deidades del Paraíso

1) El Padre Universal.

2) El Hijo Eterno.                              

3) El Espíritu Infinito.

Deidad Experiencial

(4) El Ser Supremo                      

Los Cuerpos de Creadores Supremos

(5) Los Espíritus Rectores

(6) Los Ancianos de los Días         

(7) Los Hijos Creadores

Estamos familiarizados con las Deidades del Paraíso -Padre, Hijo y Espíritu. Los Cuerpos de los Creadores Supremos es algo nuevo. Estos son los creadores que hacen su aparición después de la eterna Havona; ellos son los creadores post-Havona. El trabajo suyo es el de organizar y perfeccionar los siete superuniversos y los proyectados 700.000 universos locales. Cada uno de los Espíritus Rectores impregna uno de los superuniversos, de ese modo determinan su naturaleza individual. De a tres, los Ancianos de Días funcionan como los gobernantes directos de las siete supercreaciones. Los Hijos Creadores (y sus asociados Espíritus Creativos) organizan los universos locales, y crean (o evolucionan) los seres vivientes que son nativos de esos reinos. (Vea Apéndice IX. La Cronología de los Universos Locales; Apéndices XII. Sec. 1 Presente Constitución de Dios el Séptuplo.)

El Ser Supremo es una Deidad que evoluciona, Deidad experiencial. Él está emergiendo lentamente como un resultado de los éxitos de los Creadores Supremos en los reinos del tiempo y el espacio, como un resultado de su exitosa colaboración con las Deidades del Paraíso, y como un resultado de su propio esfuerzo por crecer.

Deidad Creativa . En este punto, debemos detenernos a considerar que la Deidad parece estar trabajando en un nuevo nivel de actividad. En el Prólogo nosotros reconocemos que la Deidad comenzó en el nivel estático, progresó al nivel potencial, y estaba trabajando en el nivel asociativo en los albores de la Primera Edad. Al parecer una de las diferencias básicas entre la Primera y la Segunda Edad es el ingreso de la Deidad en el nivel cuarto nivel de actividad –el nivel creativo. ¿Qué significa esto? Significa que la Deidad está ahora comenzando a utilizar las grandes reservas de realidad latente –los potenciales de los tres Absolutos. Estos potenciales básicos (pre-espíritu, pre-mente y pre-material) están ahora siendo así transformados en lo que están comenzando a emerger en los nuevos universos como nuevo espíritu, nueva mente, y nueva materia.

El proceso creativo es realmente un proceso que se transforma; los potenciales son transformados en actuales –algo nuevo ha llegado a existir. Puede ser una nueva personalidad espiritual, un nuevo nivel de función de la mente o la organización de una nueva nebulosa física en el espacio que se volverá la sustancia material de nuevos universos locales. Todas estas “nuevas realidades” tienen que venir de alguna parte, y la “alguna parte” de que emergen es (en el análisis final) los tres Absolutos de Potencialidad. (Vea Apéndice VIII Sec. Técnicas Transformativas; Apéndice VII. Sec. 2 La Maduración de Potenciales.)

2. HAVONA EN LA SEGUNDA EDAD: LA TESIS DE PERFECCION

En el Prólogo a nuestro estudio dimos consideración a Havona en la Primera Edad; allí estudiamos a Havona como una existencia precreativa –algo que realmente no tiene comienzo. Técnicamente, este es probablemente la forma correcta para clasificar el universo central; pero, desde un punto de vista práctico, cuando consideramos a Havona en relación con los superuniversos, es una creación; es el universo modelo de perfección divina.

Havona, en la Segunda Edad, es la tesis divina de perfección –el reto de Dios a la imperfección de los universos evolucionarios en movimiento. Para cada criatura, Dios ha hecho una invitación desafiante, “Sean ustedes perfectos así como Yo Soy perfecto”. Para todos los Hijos Creadores y Espíritus Creativos en los universos locales evolucionarios, Havona presenta el desafío de Dios de un universo de perfección divina. Este es el reto: ¿Pueden estos Hijos y Espíritus Universales, por creación y evolución experiencial duplicar en sus dominios espacio-temporales la perfección eterna del universo existencial en el centro de todas las cosas?

Los próximos eventos proyectan sus sombras. Si Havona es un reto para la imperfección de los superuniverso, los superuniverso (con todas sus necesidades) son no menos de un reto para Havona. La creación central responde a este reto mucho tiempo antes que el primero de los mortales ascendentes alcance estos reinos establecidos. Cuando la Primera Edad entra en su “período crepuscular” (que es también los  “albores” de la Segunda Edad) cambia, por primera vez, entra en Havona inmutable. Nuevos seres aparecen. Los siete circuitos de Havona son eternos, pero ahora los Espíritus de los Circuitos se descubren para estar funcionando en cada una de estas siete divisiones. Los Centros de Poder hacen sus estaciones perpetuas en los siete circuitos. Los Censores Universales son asignados a cada una de los millones de esferas. La creación central està preparándose a sí misma para los eventos del futuro.

Grandfanda. El arribo en Havona de Grandfanda, el primer peregrino mortal, desencadena una multitud de nuevos cambios. Nuevas órdenes de espíritus ministrantes aparecen (los supernafines secundarios); los Ciudadanos del Paraíso comienzan su peregrinaje hacia fuera a través de Havona; el primero de los Guías de los Graduados recibe a Grandfanda; y muchos otros cambos no mencionados, pero importantes, deben tener lugar en el universo de perfección divina.

Los ascendenteros de los superuniversos están llevando las semillas del proceso de crecimiento evolucionario hacia la creación central. En la Segunda Edad Havona es todavía precreativa y eterna, pero también  se vuelve creativa y cambiante –aún evolucional.

(Para referencias a los Documentos en apoyo de esta sección, vea Apéndice IV. Sec. 4-B  Havona en la Segunda Edad; Sec. 5-B Los Tiempos Transicionales entre la Primera y la Segunda Edad.)       

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