EL AMOR FRATERNO

 

 

“Desde el Sermón del monte hasta el discurso de la Última cena, Jesús enseñó a sus seguidores a manifestar amor paterno en vez de fraterno.  El amor fraterno significa amar al prójimo como a uno mismo y esto sería el cumplimiento de la regla de oro.  Pero el afecto paterno requiere que ames a tus semejantes como Jesús te ama a ti” 1573.

 

“Jesús ama a la humanidad con un afecto dual.  Vivió sobre la tierra como una personalidad dual: humana y divina.  Como hijo de Dios, ama al hombre con un amor paterno, es el creador del hombre, su Padre en el universo.  Como hijo del Hombre, Jesús ama a los mortales como a un hermano, fue realmente un hombre entre los hombres”  y por lo mismo pudo comprender que “el afecto de un padre, puede llegar a niveles de devoción que trascienden inconmensurablemente el afecto de un hermano” 1573.

 

A la vez quien es incapaz de amar a sus hermanos es porque desconoce el amor del Padre y tampoco lo ama porque “no veo como puedo regocijarme en la paternidad de Dios si rechazo la fraternidad del hombre”1454  y  “no se puede establecer la hermandad de los hombres si se niega o se ignora la paternidad de Dios” 2082.

 

“Si tan sólo aprendéis a amar a los que os aman, estaréis destinados a vivir una vida limitada y mezquina.  Por cierto el amor humano puede ser recíproco, pero el amor divino, en toda su búsqueda de la satisfacción, se dirige hacia fuera.  Cuanto menos amor haya en la naturaleza de una criatura, más grande será su necesidad de amor y más tratará el amor divino de satisfacer esa necesidad”1739, ¡ qué gran consuelo para las almas que se sienten solas !. El amor divino está ahí, siempre dispuesto a auto otorgarse”. Ningún mortal que conoce a Dios puede estar nunca solo en su viaje a través del cosmos, porque sabe que el Padre camina a su lado a cada paso, mientras que el camino mismo que está atravesando es la presencia del Supremo” 1291.

 

“Todo el amor verdadero viene de Dios y el hombre recibe el afecto divino así como él mismo dona su amor a sus semejantes.  El amor es dinámico.  No puede ser apresado jamás, está vivo, libre, conmovedor y siempre en movimiento.  El hombre no puede tomar jamás el amor del Padre y aprisionarlo en su corazón.  El amor del Padre no puede llegar a ser real para el hombre mortal, sino sólo al pasar a través de la personalidad del hombre, cuando a su vez dona ese amor a sus semejantes.  El gran circuito del amor viene del Padre, a través de los hijos de los hermanos y de ahí al Supremo.  El amor del Padre aparece en la personalidad mortal por ministerio del Ajustador residente.  Este hijo que conoce a Dios, revela este amor a sus hermanos universales y este afecto fraternal es la esencia del amor del Supremo” 1289.

 

“La aparición de la verdadera hermandad significa que ha llegado un orden social en el cual se deleitan todos los hombres, sobrellevando los unos las cargas de los otros, poniendo así en práctica la regla de oro.  Pero no se puede lograr una sociedad tan ideal, cuando los débiles o malvados están a la expectativa para aprovecharse de modo injusto e impío de los que son motivados fundamentalmente por la devoción al servicio de la verdad, la belleza y la bondad.  En esta situación un sólo proceder resulta práctico: los seguidores de la regla de oro pueden establecer una sociedad progresiva en la cual vivan de acuerdo a sus ideales y al mismo tiempo que mantengan una defensa adecuada contra sus semejantes sumidos en la ignorancia, quienes quizás pretendan explotar sus predilecciones pacíficas o bien destrozar su civilización en avance.  Nunca puede sobrevivir el idealismo en un planeta evolutivo si los idealistas de cada generación se permiten ser exterminados a manos de las órdenes más viles de la humanidad” 804.

 

Vemos pues que el camino espiritual requiere de toda nuestra atención porque debemos ser mansos como palomas, pero astutos como serpientes, porque el mundo en que vivimos así lo requiere.  “El hombre puede descubrir al Padre en su corazón, pero tendrá que buscar al Supremo en el corazón de todos los demás  hombres y cuando todas las criaturas revelen perfectamente el amor del Supremo, se volverá una actualidad universal para todas las criaturas.  Esa no es más que otra manera de decir que los universos serán establecidos en luz y vida”1290, porque  “El suelo del alma en desarrollo es humano y material, pero el destino de esta criatura combinada de mente y espíritu es espiritual y divino” 1738.

 

“La medida de la capacidad espiritual del alma evolutiva es tu fe en la verdad y tu amor al prójimo, pero la medida de tu fuerza de carácter humano es tu capacidad de resistir el resentimiento y soportar las cavilaciones cuando te enfrentas con la pesadumbre más profunda. La derrota es el espejo verdadero en el cual puedes, honestamente contemplar tu auténtico yo”.  “En la medida que crecéis en edad y os volvéis más expertos en los asuntos del reino, seréis más discretos en vuestro trato con los mortales fastidiosos y seréis más tolerantes en la convivencia con vuestros asociados testarudos.  El tacto es señal de poderío social y la tolerancia es la marca de un alma grande” 1740.

 

“No puedes realmente amar a tus semejantes por un simple acto de voluntad.  El amor tan sólo nace de la comprensión completa de las motivaciones y sentimientos de tus semejantes.  No es tan importante amar a todos los hombres hoy, como lo es que cada día aprendas a amar a uno más, entre los seres humanos.  Si cada semana consigues comprender a uno más de entre tus semejantes y si éste es el límite de tu habilidad, estás entonces ciertamente socializando y verdaderamente espiritualizando tu personalidad.  El amor es contagioso y cuando la devoción humana es inteligente y sabia, el amor es más contagioso que el odio.  Pero tan sólo el amor genuino y altruista es verdaderamente contagioso.  Si cada mortal pudiese volverse tan sólo el objeto de un afecto dinámico, este virus benigno del amor llenaría muy pronto la corriente sentimental de emoción de la humanidad, hasta tal punto que toda la civilización estaría comprendida por el amor y esa sería la realización de la hermandad del hombre” 1098.

 

“Los hombres no hallan al Supremo en forma repentina y espectacular como un terremoto abre abismos en las rocas, sino que lo encuentra lenta y pacientemente como un río que va desgastando quietamente su lecho.  Cuando encuentras al Padre, hallas la gran causa de tu ascensión espiritual en los universos, cuando encuentres al Supremo descubrirás el gran resultado de tu carrera de progresión al Paraíso” 1291.

 

En párrafos anteriores veíamos que la forma de encontrar al Supremo es buscarlo en el corazón de todos los hombres, de todos sin excepción, porque “Conocer a nuestros hermanos, entender sus problemas y aprender a amarlos es la suprema experiencia de la vida”1431, por eso en estos momentos de grandes conflictos entre los hombres, debemos ampliar nuestra conciencia para saber amar a pesar de todo a moros y cristianos.  Un hijo de Dios, un urantiano, puede tener una opinión, demostrar su inclinación por uno u otro bando, pero jamás podrá sentir que los del bando contrario son sus enemigos ni tratarlos como tales, pues no estaría cumpliendo con las enseñanzas de Jesús porque Él “aborrecía la idea de la venganza, así mismo la de convertirse en un mero sufriente pasivo o una víctima de la injusticia” 1770.

 

“Jesús exigía que sus seguidores reaccionarán positiva y enérgicamente en toda situación de la vida.  Él no apoyaba una práctica de sumisión negativa a las indignidades de los que pudieran buscar a sabiendas aprovecharse de los que practican la no resistencia contra el mal, sino más bien, que sus seguidores fueran sabios y estuvieran alertas para reaccionar rápida y positivamente con el bien frente al mal, con el objeto de conquistar eficazmente el mal con el bien” 1770.

 

“Jesús tenía un firme sentido de la justicia, pero era una justicia siempre atemperada por la misericordia.  No enseñó a sus apóstoles que se dejaran dominar por los parásitos sociales, ni por los buscadores profesionales de conflictos.  Lo más cercano a un comentario sociológico que hizo fue : no juzguéis, para que no seáis juzgados”.

 

Los momentos que estamos viviendo, son una muy buena oportunidad, para poner en práctica la doctrina que decimos seguir.  Nuestra contribución a la paz debe ser consecuente, no se puede alcanzar la paz haciendo la guerra ni odiando al que no piensa como nosotros.  Este es el momento de poner en práctica lo aprendido en forma intelectual.  Muchos incitan a la oración para conseguir la paz, pero se olvidan que “La adoración es la técnica de buscar en el Único, la inspiración para servir a muchos”1616.  “La verdadera oración de fe siempre contribuye al mejoramiento de la técnica del vivir.  Aunque la oración no cambia a Dios, muy frecuentemente efectúa cambios grandes y duraderos en el que ora con fe y confianza.  La oración ha sido el antepasado de mucha paz mental, alegría, calma, valor, autodominio y justicia entre los hombres y las mujeres de las razas en evolución”  998.

 

Aprovechemos las difíciles circunstancias que nos está tocando vivir y trabajemos porque nuestras vidas sean  impecables, y con nuestras vibraciones positivas y llenas de amor, ayudemos a que la ansiada paz llegue a Urantia, para que los designios del Padre se hagan realidad a través del cumplimiento de las enseñanzas que su Hijo nos trajo.  Oremos no sólo por la paz, sino que también oremos, perdonemos y amemos a todos aquellos que propician la guerra.....

 

“ El amor es contagioso y cuando la devoción humana es inteligente y sabia, el amor es mas contagioso que el odio.  Pero tan sólo el amor genuino y altruista es verdaderamente contagioso.  Si cada mortal pudiese volverse tan solo el objeto de un afecto dinámico, este virus benigno del amor llenaría muy pronto la corriente sentimental de emoción de la humanidad hasta tal punto, que toda la civilización estaría comprendida por el amor y esa sería la realización de la hermandad del hombre”  1098.