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Los Estudios de la Sr. Yolanda Silva

EL AMOR.
(Enviada a Congreso Guatemala)


El amor es una  necesidad primaria del ser humano, el deseo de amar y ser amados, es una fuerza incorporada al inconsciente colectivo.  Desde tiempos remotos, el instinto gregario,  llevó al individuo gradualmente, a apreciar el contacto emocional con sus semejantes y a necesitar también esa energía, que es vital para el desarrollo sano de la personalidad humana.  La ciencia, ha comprobado que una criatura abandonada, carente de amor, se marchita como una plantita sin agua, pues todas sus defensas bajan, ocasionándole muchas veces la muerte.

El amor es el alimento verdadero del alma, sin él, el corazón humano no puede interpretar la melodía de su realización espiritual, porque el amor, despliega una acción evolutiva y edificadora en el cosmos.  Es la fuerza que orienta y encamina al ser humano a su Creador, quien a su vez, nos creó para hacernos partícipes de su amor divino e infinito.

“Pero el amor, si se le despoja de la verdad, la belleza y la bondad, es tan solo un sentimiento, una distorsión filosófica, una ilusión síquica, una decepción espiritual”2096. El amor, no se puede confundir con el deseo, con la sed de posesión, con los celos o el apego personal.  Estas son caricaturas del amor, que sólo logran destruirlo. Desgraciadamente, la mayoría de las personas, desconocen el Amor y sólo se conforman con un Eros, pasajero, egoísta y desprovisto de espiritualidad.

El amor es la motivación más alta que el hombre puede utilizar en su ascensión en el universo, ya sea desde el punto de vista de su filiación divina, como de su fraternidad con sus semejantes, porque no es posible la una sin la otra, porque no podemos “regocijarnos en la paternidad de Dios, si rechazamos la fraternidad del hombre”1454; sin embargo este sentimiento que parece tan inherente a la naturaleza humana, es un arte,  debemos aprender a amar en forma volitiva, con un amor similar al que nuestro Padre en el cielo nos tiene y eso, no es fácil.

El amor no puede vivir si no es en libertad.  Amar no es adueñarse de la persona amada, amar no es sinónimo de propiedad, ni tampoco es desear que la otra persona se convierta en parásito nuestro.  El amor es como el quetzal, ave símbolo de nuestros hermanos guatemaltecos, esa ave pequeñita y hermosa que con su bella cola, duplica el tamaño de su frágil cuerpo y que no tolera vivir, ni siquiera una  hora en cautiverio, porque muere.  El quetzal, debería ser el símbolo del amor, porque para que perdure, necesita espacio, libertad, individualidad. La posesión es la muerte del amor.

El amor requiere de consecuencia, no se puede ser libre y a la vez dependiente.  El amor necesita de preocupación, de cuidados y de mucha generosidad.  Amar es dar, curiosamente cuando se habla de dar, se piensa en una pérdida y la verdad es que es lo contrario, mientras más damos... más recibimos, pues al dar, estamos haciendo espacio para recibir, es la ley de Causa y Efecto, recibimos lo que damos.

“El amor es dinámico, no puede ser apresado jamás porque está vivo, libre y siempre en movimiento”.  El hombre tampoco puede tomar el amor del Padre y aprisionarlo en su corazón, con ritos ni dogmas.  “El amor del Padre, puede ser real para el hombre mortal, sólo si pasa a través de su personalidad y dona ese amor a sus semejantes.  El gran circuito del amor viene del Padre, a través de los Hijos, a los hermanos y de ahí al Supremo.  El amor del Padre aparece en la personalidad mortal, por ministerio del Ajustador residente.  Este hijo que conoce al Padre, revela este amor a sus hermanos universales y este afecto fraternal es la esencia del amor del Supremo”. 1289

“El amor es el deseo de hacer el bien a los demás”648. Esta breve y bella definición del amor, que nos da el LU, no es la que el ser humano conoce ni practica, porque habitualmente el amor humano, está teñido de egoísmo más que de generosidad, es un amor mercantilista, te amo porque te necesito... por eso, fue preciso que Jesús se hiciera Hombre y nos enseñara el arte del verdadero amor.  “Todo amor verdadero viene de Dios y el hombre recibe el afecto divino, de la misma forma que él, dona este amor a sus semejantes”. 1289

Esta es la esencia de la regla de oro y si el mundo está como lo vemos, es porque las religiones han olvidado, estos dos aspectos básicos.  Han puesto mucho énfasis en amar a Dios a través de cultos y dogmas, pero han olvidado que ese amor necesariamente, tiene que verse reflejado en el amor a nuestros hermanos, porque la fe sin obras, nos convierte en sepulcros blanqueados, porque “ la verdad estática es verdad muerta y sólo la verdad muerta puede ser contenida en una teoría.  La verdad viva, es dinámica y tan solo puede tener, una existencia experiencial en la mente humana”. 1949

El Padre Universal, conociendo nuestras limitaciones humanas y amándonos como nos ama, nos dio el mejor don que podía entregarnos, nos concedió una parte de sí mismo, para que pudiésemos realizar nuestra misión, de ser perfectos como el Padre es perfecto y amar a nuestros hermanos como a nosotros mismos.

“El hombre no podría amar en forma altruista y espiritual, si no viviera en su interior un amante divino.  El hombre, no podría comprender la unidad del universo, si no viviera en su mente un intérprete.  No podría estimar los valores morales y reconocer los significados espirituales, si no viviera en su mente un evaluador.  Y este amante surge de la fuente misma del amor infinito, este intérprete es parte de la Unidad Universal.  Este evaluador es el Hijo del Centro y Fuente de todos los valores absolutos de la realidad divina y eterna”. 2094

“En respuesta del afecto paterno, Dios envía a los maravillosos Ajustadores, para que habiten la mente de los hombres.  El amor de Dios es universal, todo el que quiera puede acercarse a El”39.  “La mayor manifestación  del amor divino, para con los seres humanos  es la dádiva de los Ajustadores de Pensamiento, pero la mayor revelación del amor del Padre, se ve en la vida de otorgamiento de su Hijo Miguel, que vivió en la tierra, el ideal de la vida espiritual. Es el Ajustador residente, quien individualiza el amor de Dios para cada alma humana”40.  “En la mente de cada ser humano, vive un espíritu divino, la dádiva del Padre celestial”. 1472

“Los altos niveles de vida humana, se logran en el amor supremo de Dios y en el amor altruista del hombre.  Si amas a tus semejantes, debes haber descubierto sus valores.  Jesús amaba tanto  a los hombres, porque les adjudicaba un alto valor.  Puedes descubrir sus valores, descubriendo las motivaciones de tus semejantes, porque no puedes amarlos, por un simple acto de tu voluntad.  El amor nace sólo de la comprensión de las motivaciones y sentimientos de tus semejantes. No es tan importante amar a todos los hombres hoy, como es, que cada día aprendas a amar a uno más, entre todos los seres humanos”. 1098

Amar a la humanidad en forma genérica, es fácil porque es impersonal, pero aprender a conocer, a comprender y a amar cada día un poco mejor a los que nos rodean, a nuestra familia, a nuestros compañeros de trabajo, requiere de un estado de conciencia especial, para ver en todos y en cada uno de ellos, no sólo a un hermano, sino a un hijo de Dios, que merece todo nuestro respeto y toda nuestra comprensión y empatía.  “Si tan sólo aprendemos a amar a los que nos aman, estaremos destinados a vivir una vida limitada y mezquina. El amor no es jamás egoísta”1739. El amor está hecho de perdón, olvida los olvidos, porque no está sometido a las leyes del pensamiento ni de la razón.  El amor, es un ingrediente sutil y permanente en nuestra conciencia, es capaz de mostrarnos la parte más bella de nuestra existencia humana, él crece y florece en cualquier estación, no sólo en primavera como dicen los poetas, porque él es incondicional y libre.

“Si amamos a la gente, la gente se sentirá atraída a nosotros y no tendremos dificultad alguna en atraerla”1452 y “llegaremos a ser la luz de vida para los que estén a nuestro alrededor en la oscuridad, mostrando a todo aquel que lo desee, el camino seguro para llegar al puerto de la salvación”1432, porque “el hombre superior no murmura contra el Cielo ni alimenta rencores contra los hombres”1453,  pues “para el que ama a sus semejantes, es fácil ver una elocuente súplica de ayuda, en una actitud de desaliento y desesperación”1437. El amor, tiene un poder adivinatorio para descubrir las necesidades y carencias del ser amado.  Amar y dar son sinónimos, son la misma cosa y ambos encierran en si mismos, su propia plenitud y por lo tanto, no esperan recompensa alguna.

“Conocer a nuestros hermanos y hermanas, entender sus problemas y aprender a amarlos, es la suprema experiencia de la vida, porque ningún hombre, es extraño para el que conoce a Dios”1431. Pero para conocer a nuestros hermanos, debemos dejar la prisa del diario vivir y aprender a escucharlos, debemos tener la empatía necesaria, para comprender sus problemas y con nuestra palabra cariñosa y sabia, mostrarles el camino porque “nuestras vidas y nuestras enseñanzas están destinadas a ser patrimonio común de todas las religiones y de todos los pueblos”1330, pero tenemos que tener el tino necesario, para entregar la enseñanza, en el momento adecuado porque  “el tacto es el punto de apoyo de la influencia social y la tolerancia es el distintivo de un alma grande”. 1740 

“No discutamos con los hombres, seamos pacientes, porque el reino no es nuestro, sólo somos sus embajadores”1593. “El objetivo del verdadero creyente es actuar siempre, pero no forzar nunca”1034,  porque el concepto espiritual, no puede ser forzado en forma mecánica, dentro del molde de la memoria material”556.   “Tenemos que aprender, que aun la expresión de un pensamiento bueno, debe ser modulado de acuerdo con el estado intelectual y el desarrollo espiritual del oyente.  La sinceridad cumple mejor su función en el trabajo del reino, cuando está unida a la discreción”. 1961

En la medida, que hagamos silencio interior en nuestras mentes, se manifestará “El Espíritu del Padre que  reside en nosotros.  Si nos dejamos conducir por este espíritu, que viene de lo alto, muy pronto comenzaremos a ver con los ojos del espíritu.  Cuando esto ocurra y elijamos de todo corazón, seguir la dirección del espíritu, naceremos del espíritu, puesto que nuestro único propósito será hacer la voluntad del Padre que está en los cielos.  Al encontrarnos nacido del espíritu y feliz en el reino de Dios, comenzaremos, a rendir en nuestra vida diaria, los frutos del espíritu”1602 y recién entonces, podremos comenzar a amar a nuestros hermanos en forma real.

Jesús nos dijo “Si amáis a vuestros semejantes como yo os he amado, todos los hombres, sabrán que vosotros sois mis discípulos”1125,  porque “el hombre que conoce a Dios, considera a todos los hombres como sus iguales, ellos son sus hermanos.  Los que son egoístas, los que ignoran a sus hermanos, sólo tienen cansancio por recompensa, en cambio, los que aman a sus semejantes y los que tienen un corazón limpio, verán a Dios”1443, porque no podemos buscar a Dios por medio del conocimiento, pero podemos conocerlo en nuestro corazón, por medio de la experiencia personal”1453, porque “muchas almas pueden ser conducidas mejor a amar al Dios invisible, si se les enseña primero a amar a sus hermanos, a quienes sí pueden ver”. 1727

Así pues, “En nuestras vidas, destruyamos el error y venzamos al mal, por el amor de la verdad viviente.  En todas nuestras relaciones con los hombres, hagamos el bien por el mal. El Señor es misericordioso e indulgente.  Amemos a Dios, porque él nos amó primero.  Por el amor de Dios y su misericordia seremos salvados.  Los ricos y los pobres somos hermanos,  Dios es nuestro Padre. El mal que no queremos que nos hagan, no lo hagamos a otros”1443, porque  “el espíritu del Dios verdadero, está en el corazón del hombre y Él quiere que todos los hombres seamos hermanos”. 1454

Esto, que hasta ahora ha sido una utopía, será posible cuando  aprendamos a hacer la voluntad de Dios en la tierra, o sea, haciendo todo lo posible, por tratar a cada uno de nuestros semejantes, tal como le gustaría al Padre que los tratásemos.  “Si vivimos así esta vida en la carne, muchas cosas podremos pedir a Dios, y él nos dispensará el deseo de nuestro corazón, para que podamos estar mejor preparados para servir a nuestros semejantes”1454. “No olvidemos que, la adoración es la técnica de buscar en el Único, la inspiración para servir a muchos”. 1616

“De aquí en adelante, debemos hacer nuestros actos de bondad en secreto, también debemos orar, especialmente cuando nos encontremos a solas.  No juzguemos, para no caer en la injusticia, para con nuestros semejantes. Aprendamos a amar a nuestros enemigos, y como aun, no dominamos la práctica de tratar de asemejarnos a Dios”1454, debemos aprender “la técnica, que Jesús acostumbraba a utilizar, en sus relaciones sociales y que consistía, en extraer las opiniones y los sentimientos, de los seres con quienes conversaba, haciéndoles preguntas y luego escuchando lo que ellos querían decirle.  Jesús sabía escuchar y amaba hacer algo útil, aun en cosas pequeñas y con toda clase de gente.  Cuando esos seres inadaptados le contaban a Jesús sus problemas, él siempre sabía ofrecer sugerencias practicas y útiles para corregir los problemas auténticos, sin dejar por ello, de pronunciar palabras de consuelo inmediato y de bienestar del momento”. 1461

Saber escuchar, es uno de los ingredientes indispensables en el arte de amar.  Escuchar es poner nuestra atención, nuestro intelecto y nuestros sentimientos al servicio de nuestro interlocutor.  Escuchar es muy diferente de oír, escuchar implica involucrarnos en lo que estamos escuchando, para ser capaces de interpretar, incluso aquellos silencios, que muchas veces son imposibles de poner en palabras y que sin embargo, es lo que la persona más necesita decir, porque son el núcleo de su preocupación o problema.

“El Maestro tenía un profundo respeto y una compasiva consideración por todo ser humano, con quien se encontrara, a los apóstoles les conmovía esta consideración uniforme e invariable que Él tan sistemáticamente, brindaba a toda clase de hombres, mujeres y niños.  A veces, se interrumpía en el medio de un profundo discurso, para salir al camino y ofrecer unas palabras de aliento a una mujer, que pasaba agotada por el peso de su cuerpo y de su alma enferma.  Interrumpía una intensa conversación con sus apóstoles, para fraternizar con un niño intruso.  No había en su presencia, nada más importante para Jesús, que el individuo humano que al azar, estaba en su presencia inmediata.  Era instructor y maestro, pero también era un amigo, un vecino y un camarada comprensivo”1546. “Jesús no enseñaba en forma sistemática, lo hacía según se presentaba la ocasión”1672 y de acuerdo a lo que la persona necesitara.

El sabía que “un recipiente de medio litro no puede contener un litro”555 y que cada hombre es diferente a los demás. ¡ Cuánto debemos aprender de Jesús ! . ¿ Cuántas veces nosotros, en nuestro celo por entregar la enseñanza, nos olvidamos de quién es el receptor ?.  Nos olvidamos que Jesús nos dijo que no debíamos mostrar las bellezas del templo, antes de llevar a los hombres al templo y que no debíamos discutir con ellos, sino ser pacientes porque no es nuestro el reino, y que solo somos sus embajadores “1593, por lo tanto “sólo cuando veamos que un hombre está a salvo y seguro en el reino, recién en ese momento, cuando él venga con sus preguntas, debemos impartirle la instrucción relacionada con el avance progresivo del alma, dentro del reino”. 1592

Debemos acercarnos a la gente con la mano suave, porque la gente es frágil, debemos entregarles bondad y belleza, además de verdad. En el sermón del monte Jesús no sólo impartió su palabra divina, también dio de comer a  la turba hambrienta. Esto es tener empatía, no entregar lo que nosotros queremos, sino ponernos en el lugar de la otra persona y pensar que es lo que ella necesita recibir, respetando sus creencias, sumando en vez de restar, porque Jesús no vino a destruir sino a construir, el vino a poner levadura en la viejas tradiciones.  Al igual que Él, nosotros debemos ser respetuosos de las creencias de los otros, porque “las religiones de Urantia, son todas buenas, en cuanto llevan al hombre hacia Dios y traen la comprensión del Padre al hombre.  Es un error, para cualquier grupo religioso, concebir que su credo sea LA VERDAD, esta actitud habla más de arrogancia  teológica, que de certidumbre en la fe”1012, sin embargo, nosotros en nuestro apostolado, cuántas veces hacemos justo, lo contrario que Jesús nos pidió, cuando nos dijo que: “no nos volviéramos místicos pasivos ni ascetas insulsos”1931 y que en todo lo que hiciéramos no fuésemos dogmáticos ni super especializados”1726, porque “nuestra elocuencia puede ser agradable, nuestra lógica admirable, el sonido de nuestra voz grato, pero si nuestras enseñanzas no reflejan la verdad, caerán en el vacío.  Si pudiéramos disfrutar la satisfacción inspiradora de conocer, que Dios es  nuestro Padre espiritual, tal vez podríamos emplear nuestra capacidad de oradores para liberar a nuestros hermanos del yugo de las tinieblas y de la esclavitud de la ignorancia”1461, pero mientras nuestras palabras no sean avaladas por nuestra actitud, serán letras sin vida.

Sin duda que cada gesto del Maestro, era un acto de comprensión y de amor, pero  “El rasgo más sorprendente y revolucionario de la misión de Miguel en la tierra, fue su actitud para con las mujeres.  En una época y generación, en que no correspondía que un hombre saludara en la plaza pública, ni siquiera a su propia mujer, Jesús se atrevió a llevar mujeres como instructoras del evangelio, durante su tercera gira por Galilea.  En solo una generación, Jesús supo rescatar a las mujeres del irrespetuoso olvido, de la monotonía esclavizante, de todas las otras épocas anteriores.  Es una vergüenza, que la religión, que tuvo la presunción de tomar el nombre de Jesús, no haya tenido la valentía moral de seguir este noble ejemplo en su actitud subsiguiente hacia las mujeres”. 1671

Jesús, antes de abandonar este mundo, dijo a sus apóstoles y hoy nos lo dice a todos nosotros: “Así como el Padre me envió al mundo, así os envío yo, y deseo que os améis los unos a los otros y que confiéis los unos en los otros.  Judas ya no está con vosotros, porque se enfrío su amor y porque se negó a confiar en vosotros, sus leales hermanos. ¿ Acaso no habéis leído en las Escrituras que no es bueno que el hombre esté solo ?.  Ningún hombre vive solo para sí mismo.  El que quiere tener amigos debe mostrarse amigable. Y ¿ acaso no os envié a enseñar de dos en dos, para que no estuvieran solos y no cayeran en la maldad y las tristezas del aislamiento?.  También sabéis, que no me permitía estar a solas por largos períodos.  Desde el comienzo, tuve siempre a dos o tres de vosotros constantemente a mi lado, o muy cerca de mí, aun cuando comulgaba con el Padre.  Confiad pues, los unos en los otros”. 2095

En este momento, es lindo comprobar, que por lo menos en esto, estamos cumpliendo fielmente, el mandato del Maestro, porque hemos aprendido a confiar los unos en los otros y es en su nombre que ahora, en esta hermosa tierra de Guatemala, se reúnen hermanos de las tres América. Unidos y en el nombre de nuestro Padre, queremos que desde aquí “el amor que es verdaderamente contagioso y eternamente creativo”2018, inunde todos los confines de Urantia, para que seamos capaces de amar a nuestros hermanos como el Padre nos ama.

Resumiendo lo dicho, quiero terminar, rompiendo el mito de que el amor es ciego...

El amor no es ciego, se hace el ciego... porque ama.  Olvida los olvidos... por que ama...perdona las ofensas...porque ama, y para él no es una locura el hacerlo, porque se retro alimenta de su propio amor.  El no necesita la correspondencia, porque al amar ya está recibiendo su premio, porque siempre será el más rico, aquel que más ame..., más olvide...más perdone...porque el amar y el dar son sinónimos, se contienen el uno al otro, no pueden separarse y ambos llevan en sí, su propia plenitud.

Este AMOR, así con mayúscula, no es fácil de sentir, el amar en esta forma, es un arte que debemos de aprender, porque estamos acostumbrados al amor mercantilista y egoísta.

Amar significa buscar el propio yo, saber amar es encontrarse en el ser amado.  Quien ama posee un tesoro, quien sabe amar, lo divide sonriendo.  Amar corresponde al deseo de poseer y saber amar a la necesidad de entrega.

Si aprendemos a amar, comprenderemos, protegeremos, empatizaremos y perdonaremos fácilmente, caminaremos junto a nuestros seres queridos, pero sin hacerles sentir nuestros pasos, sin hacerle pesar nuestra mano, conscientes que el amarlos, no los hace nuestros...

Cuando aprendamos a amar... la humanidad renacerá, porque la sabiduría del mundo está, en que nos amemos unos a otros ¡ cómo Dios nos ama !