Indice del sitio
Indice de los estudios


Los Estudios de la Sr. Yolanda Silva

EL  ARTE  DE  VIVIR.


Hoy en día, este título huele a novela rosa de antaño, ya que para algunos pocos, vivir se le asocia a consumismo y diversión, en contraste, para la gran mayoría, el vivir es sólo una sobrevivencia en medio de sus problemas de dinero, incomunicación, exceso o falta de trabajo.  La vida se vive tan a prisa, que a casi nadie se le ocurre pensar que la vida es el don más maravilloso que pudo habernos otorgado Dios, pero que es preciso aprender a vivir, que es un arte y que como tal, debemos cultivar con paciencia y perseverancia para que dé, los frutos deseables.

Cuánto más compleja se vuelva la civilización, más difícil será el arte del vivir.  Cuánto más rápidos los cambios en los hábitos sociales, más complicada será la tarea del desarrollo del carácter.  Cada diez generaciones, la humanidad debe aprender nuevamente el arte de vivir, si el progreso ha de continuar.  Si el hombre se torna tan ingenioso como para aumentar las complejidades de la sociedad a paso más acelerado, habrá que aprender de nuevo el arte de vivir mucho más frecuentemente, tal vez, en cada generación.  Si la evolución del arte de vivir no se mantiene al ritmo de la técnica de la existencia, la humanidad volverá a caer rápidamente en el simple impulso de vivir”  1772.

Desgraciadamente, en este momento la humanidad ha caído en el simple impulso de vivir y ha trastocado los verdaderos valores, el consumismo obliga a trabajar muchísimo para poder consumir todo lo que se nos ofrece, y como esta fiebre es devoradora se termina agotado y casi no queda tiempo para la comunicación con nuestros seres queridos, originando así el vacío interior que produce la incomunicación dentro de la familia y de donde se derivan casi todas las lacras sociales como el alcoholismo y la droga, porque ellas pretenden ser el sustituto a la soledad y a la falta de cariño.  La gran mayoría de los padres, nos hemos convertido en buenos proveedores, pero a la vez, en muy malos compañeros de nuestros hijos.  La peor de las soledades es la que se vive acompañada, la que se crea con la incomunicación.

La sociedad puede estar muy avanzada tecnológicamente pero adolece de una tremenda inmadurez emocional y psicológica.  No sólo se busca la comida rápida, sino que todo es rápido y sin gran trascendencia, se vive tan a prisa que no hay tiempo para detenerse ante un sonrojado atardecer, ni ante las gotas del rocío mañanero que decoran la rosa del jardín...ni siquiera hay tiempo para ver el por qué del llanto de un niño, lo calmamos dándole algo que lo entretenga, sin pensar que tal vez sólo llora para ser tomado en cuenta, para hacer sentir su presencia, muchas veces el niño prefiere ser castigado a ser ignorado y lo mismo le ocurre al muchacho adolescente, está desorientado porque no tiene cerca a nadie que lo oriente en el descubrimiento de ese mundo desconocido y muchas veces cruel, con el cual debe enfrentarse a diario  y son esos niños y esos adolescentes los forjadores del mundo del mañana ¿ de que mañana estamos hablando ? .

“La madurez social es equivalente al grado en que el hombre está dispuesto a renunciar a la nueva gratificación de deseos pasajeros e inmediatos, para abrigar aquellos anhelos superiores que son los que realmente proporcionan las satisfacciones más abundantes del avance progresivo hacia objetivos permanentes” 1773.

 El ser humano al alejarse de Dios, no toma conciencia que también se está alejando de la felicidad verdadera porque “la felicidad  no viene del poder de la riqueza, el gozo no surge de ella.  La riqueza en sí, no es una maldición, pero el amor a la riqueza muchas veces conduce a una devoción tal por las cosas de este mundo, que el alma se enceguece  y olvida las bellas atracciones de las realidades espirituales del reino de Dios en la tierra y al regocijo de la vida eterna en el cielo” 1821.

 Si nuestra vida espiritual y nuestro quehacer cotidiano estuviesen unidos por una sola motivación, “hacer la voluntad de nuestro Padre”, no tendríamos problema alguno porque Jesús dijo:  “habéis dedicado vuestra vida al ministerio del reino, por lo tanto no os angustiéis ni os preocupéis por las cosas de la vida temporal, por lo que comeréis, ni que pondréis sobre vuestros cuerpos.  El bienestar del alma es más que comida y bebida, el progreso del espíritu está muy por encima de la necesidad del atavío.  Cuando os tiente dudar de la seguridad de vuestro pan, pensad en los cuervos, ni siembran ni cosechan, ni tienen almacenes ni graneros y sin embargo el Padre provee comida para todo el que la busca. ¡ Y cuánto más valiosos sois vosotros que muchos pájaros ! ” 1823. 

 Pero esto, no quiere decir que debamos descuidar nuestros deberes y esperar en forma holgazana que el Padre nos alimente, esta fe de la que nos habla Jesús, se manifiesta cuando el corazón está abierto a la verdad, a la realidad individual, cuando nuestra mente está alerta a lo que nos está sucediendo, cuando vivimos el momento presente en forma consciente.  Cuando estás condiciones se dan, tenemos todo el derecho de esperar que la bondad y generosidad del Padre se manifiesten en nuestra vida, aun cuando en forma momentánea podamos estar pasando alguna necesidad material, lo importante en esos momentos, es reafirmar nuestra confianza en que somos hijos de Dios y que como a tales el no nos abandonará, creer que es una prueba pasajera que debemos pasar sin angustiarnos porque “La angustia y la incertidumbre nada harán por proveer vuestras necesidades materiales. ¿Quién de vosotros podrá sólo por angustiarse, agregar una palma a vuestra estatura o un día a vuestra vida  ? 1823.

 La angustia sólo nubla nuestro entendimiento y le permite la entrada al miedo, que es el peor de todos los consejeros porque es inmovilizador.  “No os dejéis enceguecer por el prejuicio ni paralizar por el miedo”1745.  “Deberíais comenzar a liberaros de la esclavitud del temor y de la duda y comenzar a vivir una nueva vida de fe y esperanza.  Cuando los sentimientos del servicio para con vuestros semejantes surjan en vuestra alma, no los ahoguéis, cuando las emociones del amor por vuestro prójimo desborden en vuestro corazón, expresad estos sentimientos de afecto en un ministerio inteligente de las necesidades auténticas de vuestros semejantes” 1745.

Creo que en estas últimas frases, se nos está revelando la mayor de las claves para ser feliz, cuando en nuestra vida no todo anda bien.  ¡Cuántas veces  nos amargamos porque deseamos tener algo que nos parece indispensable y que no podemos conseguir.  Si entonces, nos detenemos y miramos a nuestro derredor podremos ver las reales necesidades de los que nos rodean y entonces nos sentiremos muy felices con lo que tenemos, en vez de amargarnos por lo que podamos carecer.

“Cuando los hombres se atreven a abandonar una vida de anhelos naturales a favor de una vida aventurera y lógica incierta , deben estar preparados a soportar los inevitables riesgos de heridas emocionales, conflictos, infelicidad e incertidumbres, por lo menos hasta que alcancen cierto grado de madurez intelectual y emocional.  El desaliento, la preocupación, la indolencia son prueba positiva de la inmadurez moral.  La sociedad humana se enfrenta con dos problemas: cómo alcanzar la madurez del individuo y cómo alcanzar la madurez de la raza” 1773.

 Lo primero, es el cambio interno del individuo, porque la evolución de la raza no se hace por medio de decretos ni mandamientos sino por medio de la transformación personal de cada ser humano porque “el ser maduro, pronto comienza a ver a todos los demás mortales con sentimientos de ternura con emociones de tolerancia.  Los hombres maduros, tratan a los seres inmaduros con el amor y la compasión que un padre tiene hacia sus hijos” 1773.

La evolución del hombre, la evolución de la raza no es pues algo espontáneo que se nos dé, con sólo desearlo o pedirlo, es un proceso lento y que requiere de mucha perseverancia y paz interior porque  “cada vez que el hombre cede a la ansiedad, se aleja un paso del espíritu de su corazón” 1451.

 Jesús nos advertía “Hijo mío, todo ha de aguardar su hora.  Naces en el mundo pero no hay ansiedad ni manifestación de impaciencia capaces de hacerte crecer.  En todos los asuntos hay que darle tiempo al tiempo.  Sólo el tiempo madurará la fruta verde del árbol. Una estación sucede a la otra, y el atardecer  sigue al amanecer sólo con el paso del tiempo” 1436.

 Sólo el tiempo es capaz de convertir las heridas en cicatrices que no duelan, por eso debemos aprender a darle tiempo a nuestra evolución y no pretender que con unas cuantas charlas o lecturas de libros edificantes o por escuchar una buena predica los domingos, tenemos comprada nuestra evolución, no, todo esto puede ayudarnos pero la mejor de las enseñanzas, de nada nos servirá si no la ponemos en practica en nuestro quehacer cotidiano, sólo entonces “la espiritualidad se vuelve de inmediato el indicador de la propia cercanía con Dios y la medida de nuestra propia utilidad para con los semejantes” LU.

 La espiritualidad eleva la habilidad de descubrir la belleza en las cosas, de reconocer la verdad en los significados y la bondad de los valores. El verdadero estado espiritual es la medida en que uno se aproxima a la Deidad, la sintonización con nuestro Ajustador”1096.  “Los valores no pueden ser jamás estáticos, la espiritualidad significa cambio, crecimiento.  El cambio sin crecimiento no tiene valor. El crecimiento no es mero progreso.  El progreso es siempre significativo, pero es relativamente sin valor en ausencia del crecimiento. La evolución es una técnica cósmica de crecimiento” 1097.

“Nadie puede esperar alcanzar el esclarecimiento de la sabiduría inmortal, si persiste en ser perezoso, indolente, débil, holgazán , desvergonzado y egoísta.  Pero aquel que es considerado, prudente, reflexivo, ferviente y sincero, incluso viviendo en la tierra, podrá alcanzar el esclarecimiento supremo de la paz y la libertad de la sabiduría divina.  Recordar que toda acción recibirá su recompensa.  El mal tiene por resultado la pena y el pecado termina en dolor.  El gozo y la felicidad son el resultado de una buena vida”.   “La alegría y el deleite son las recompensas de los deberes bien cumplidos y para la gloria del Padre” 1447.

Para ser feliz en forma real, primero hay que aprender el arte de vivir porque “el sabio es un alma noble que sabe ser amistosa en medio de sus enemigos, tranquila entre los turbulentos y generosa entre los mezquinos.  El amor a sí mismo mal entendido es como la cizaña en un sembrado pues el egoísmo conduce a la pesadumbre y la ansiedad a la larga mata, en cambio el alma que ha sabido dominarse a si misma, encuentra la felicidad pues el más grande de los guerreros es el que se vence y se somete a sí mismo. La moderación en todas las cosas es buena” LU.

“Sólo se considera a una persona superior, a aquella que es virtuosa y cumple con su deber.  No dejes que la ira y el odio te dominen. No hables a nadie con severidad.  El contento es la mayor riqueza.  Lo que se da con prudencia está bien guardado.  No hagas a los otros las cosas que no deseas que te hagan. Paga bien por mal, vence el mal con el bien”1447.  He aquí las claves para vivir en paz y encontrar esa felicidad que no depende de los acontecimientos externos, sino que brota de lo más interno de nosotros y por lo mismo es nuestra y nadie nos la puede quitar si nosotros no lo autorizamos.

  La verdadera felicidad es un estado de conciencia, hay que aprender a ser astutos e ingeniarnos para ser felices, esto implica que no debemos permitir que ningún pensamiento negativo se anide en nuestro corazón, ellos deben ser aves de paso que no nos dejen huellas.

 Cuando el negativismo aparece, debemos estar alertas para poder reemplazarlo por algo positivo, incluso cuando no esté en nosotros evitarlo, podemos aprovechar lo aparentemente negativo para crecer espiritual y emocionalmente, si lo hacemos así, estaremos tomando el timón de nuestra vida en nuestras manos, dejaremos de ser marionetas movidas por los hilos de los acontecimientos porque ellos en si mismos, no son buenos ni malos, todo depende de la reacción que nosotros tengamos frente a ellos.

 “Al entrar al reino no podéis escapar a sus responsabilidades ni evitar sus obligaciones, pero recordad que el yugo del evangelio es fácil y la carga de la verdad es ligera”1766.  No busquemos la felicidad fuera, porque no la encontraremos, ella está dentro de cada uno de nosotros, es algo personal.  “El mundo está lleno de almas que se mueren de hambre en la presencia misma del pan de vida, los hombres mueren buscando a Dios, sin ver que El mora dentro de ellos.  Los hombres van en pos de los tesoros del reino, con el corazón anhelante y los pies cansados, sin ver que esos tesoros están al alcance de la fe viviente” 1766.

Vemos pues que vivir con éxito no es más ni menos que el arte del dominio de técnicas confiables para solucionar problemas comunes.  El primer paso en la solución de cualquier problema consiste en ubicar la dificultad, aislar el problema y reconocer francamente su naturaleza y gravedad.  El gran error es cuando los problemas de la vida despiertan nuestros temores más profundos y nos negamos a reconocerlos.

 “El fracaso  es simplemente un episodio educacional, un experimento cultural en la adquisición de la sabiduría, en la experiencia del hombre que busca a Dios”1780.  “La solución sabia y eficaz de todo  problema exige que la mente esté libre de ideas preconcebidas, de pasión y de cualquier prejuicio personal que pueda interferir con la encuesta desinteresada de los factores reales que constituyen el problema” 1775.

  “El creer en el evangelio no prevendrá los problemas, pero sí asegurará que vosotros actuéis sin miedo cuando los problemas ocurren”.  Jesús nos dice: “No os prometo liberaros del mar de las adversidades, pero sí os prometo que navegaré con vosotros a través de todas ellas” 1767.

Si en nuestro diario vivir tuviésemos presente que somos hijos de Dios y que el nos ama con el amor propio de un padre ¡ qué diferente sería nuestro accionar y qué fácil nos sería encontrar la paz interior que nos conduciría sin lugar a dudas a la verdadera felicidad ¡.

El camino evolutivo en verdad no es fácil, ya hemos visto que requiere de esfuerzo y constancia, pero esto no se contradice en absoluto con la felicidad, porque el sentirnos dueños de nuestra vida, de nuestro destino produce alegría porque nos da la verdadera libertad y “cuando esa vida de guía espiritual sea aceptada inteligentemente y sin reservas, se desarrolla gradualmente en la mente humana una conciencia positiva de contacto divino y seguridad de comunión espiritual, tarde o temprano el Espíritu atestigua con tu Ajustador, que eres una criatura de Dios” 381.

 “Al predicar el evangelio del reino, estáis enseñando simplemente la amistad con Dios.  Eso es lo que nos hace falta, dejar de pensar en ese Dios lejano y ausente y pensar en esa amistad divina que fue la que vino a enseñarnos Jesús con su vida y por eso nos pedía: No describáis a vuestro Maestro como varón de dolores.  Las futuras generaciones, deben conocer también vuestra felicidad radiante, el entusiasmo de vuestra buena voluntad y la inspiración de vuestro buen humor.  Proclamemos un mensaje de buenas noticias, contagioso en su poder transformador.  Nuestra religión late con nueva vida y nuevos significados.  Los que aceptan esta enseñanza se llenan de alegría y su corazón los impulsa a regocijarse para siempre.  Una felicidad en crecimiento constante es siempre la experiencia de todos los que están seguros de Dios” 1766.