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El 25 de diciembre era un día solemne y sagrado en el Imperio Romano antes de que Jesús naciera.  El 25 de diciembre también fue un día sagrado en el Mitraismo, el cual es una rama del Zoroastrismo, una religión masculina, solo para hombres, muy popular entre las legiones romanas.

La Navidad, incorpora algo de la costumbre romana al final del año, llamado Saturnal, cuando todo hacían una inversión de oficios; los patronos servían a los empleados y los amos servían a los esclavos.  Era un tiempo de generosidad. ¡ Ojalá aun lo fuera .!

La Navidad incorporó la leyenda teutónica del héroe que necesita ayuda en su misión, quizás la muerte de un dragón, la liberación de una princesa, el continuar una cruzada, y algo le impele a ponerse en camino hacia el bosque y allí, debajo de un altivo abeto, colocar en el suelo el regalo mágico, la espada que necesita para llevar a cabo su misión.

Estas tradiciones vienen juntas en nuestra Navidad ,  el 25 de diciembre,  no es el cumpleaños de Jesús, pero ella simboliza también , el ascenso de la religión evolutiva por el arribo de la religión revelada por Jesús, que vino a enseñarnos que Dios es nuestro Padre y que todos los hombres somos hermanos.

“La aparición de la verdadera hermandad, significa que ha llegado un orden social en el cual se deleitan todos los hombres, sobrellevando unos, las cargas de los otros, poniendo así en práctica la regla de oro”. 804

Es verdad, que aun falta mucho para que esto se cumpla, pero es bueno que por lo menos una vez en el año, el corazón de muchos sienta el amor y la fraternidad, que algún día tendrá que reinar en Urantia porque  “el reino de la hermandad divina, aún está vivo y saldrá finalmente y con certeza de su largo letargo, con tanta certeza como surge finalmente la mariposa, de la fea oruga”. 1866

La Navidad simboliza el ascenso de la religión que el hombre ha creado, buscando ayuda para mejorar.  La Navidad es aún un día sagrado, aún cuando no es el cumpleaños de Jesús.  Ella representa  los esfuerzos del hombre, sus supersticiones, la realización de sus sueños, pero también su hambre de Dios.  ¡La Navidad es el hombre haciendo preguntas, el 21 de agosto es la respuesta! porque Jesús vino a cambiar el temor de Dios, por la amistad con Dios... porque “no hay aventura más apasionante en el curso de la existencia mortal, que el regocijo de actuar como socio de la vida material que se une con la energía espiritual y la verdad divina, en una de sus luchas victoriosas contra el error y el mal” 1430.

No critiquemos ni estemos ausentes de los festejos navideños porque Jesús nos dijo: “No debéis atacar las viejas costumbres, más bien habéis de mezclar hábilmente la levadura de la nueva verdad en la masa de las antiguas creencias” 1932.

Es por eso, que debemos celebrar con verdadero júbilo interno este  25 de Diciembre, unirnos a todos nuestros hermanos, que buscan y prodigan la paz.  Que en cada gesto nuestro, que en cada abrazo, que en cada regalo vaya un mensaje de amor, porque “si amamos a nuestros hermanos como Jesús nos ama, entonces todos los hombres sabrán que nosotros somos sus hermanos. 1125” .

Preocupémonos que junto al tradicional árbol de Pascua esté también el Pesebre, aprovechemos la ocasión de hablarles a nuestros hijos de Jesús porque “de todo conocimiento humano el que tiene mayor valor es conocer la vida de Jesús y cómo El la vivió” 2090 .

Pero no olvidemos que las palabras se las lleva el viento, por eso hay que reforzarlas con los hechos, con las experiencias personales. Más que nuestras palabras, son nuestras acciones las que pueden dejar una huella indeleble en los otros, porque “si conocemos a Dios, nuestra tarea verdadera en la tierra es vivir de modo tal, que el Padre pueda revelarse en nuestras vida, así todas las personas que buscan a Dios, verán al Padre y pedirán nuestra ayuda para averiguar más acerca del Dios, que de ese modo encuentra expresión en nuestra vida” 1466.

Procuremos no entrar en la vorágine de estos días de compras y consumismo, a cambio de esto entreguemos mucho, mucho amor y mucha paz y armonía para que las luces del árbol de Navidad alumbren no sólo la estancia, sino especialmente nuestras almas para que seamos capaces de irradiar la verdadera religión “que inspira al hombre a vivir valerosa y alegremente sobre la tierra, combina la paciencia con la pasión, la compenetración con la dedicación, la simpatía con el poder y los ideales con la energía” 1093.

No olvidemos de limpiar nuestro corazón de todo lo negativo, especialmente del rencor que carcome el alma, si alguien nos ha ofendido o herido, esta es la mejor ocasión de no solo perdonar, sino que enviar a esa misma persona, nuestros mejores deseos de paz y de felicidad, recordemos que Jesús “desaprobaba la idea de ojo por ojo y diente por diente.  Le desagradaba todo concepto de la venganza privada y personal.  Un agravio no se corrige con la venganza. No cometamos el error de luchar contra el mal con sus propias armas” 1580.

Entreguemos amor no sólo a nuestros familiares y amigos, sino que también seamos pródigos en sonrisas y buen trato con aquellos seres desconocidos que hacen que nuestra vida sea más fácil, demos una propina mayor que la acostumbrada al cuidador de autos, a los que recogen la basura, al niño que nos ayuda en el supermercado... a esa gente que tanto necesita sentirse respetada y querida, no olvidemos que a ellos les estamos alegrando el día y que a la vez nosotros nos estamos enriqueciendo espiritualmente, porque “conocer a nuestros hermanos, entender sus problemas y aprender a amarlos es la suprema experiencia de la vida”1431, tendremos una prueba de ello, cuando veamos las caritas de sorpresa y agradecimiento de esos seres anónimos que reciban nuestra generosidad y nuestro cariño.

Seguramente, la gran mayoría de nosotros, anoche tuvo la hermosa experiencia de regalar y ser regalado, hoy agradezcamos a nuestro Padre, lo mucho que hemos recibido... no todo el mundo tiene esa posibilidad... son muchos los padres y las madres abandonados por sus hijos... muchos los abuelitos que están en un asilo... muchos los enfermos que sufren en las salas de los hospitales... muchos los pobres que carecen de todo..., es bueno pensar en esto, no para empañar la Nochebuena que hemos pasado, sino para darnos cuenta de lo mucho que tenemos y que muchas veces no somos capaces de valorar... y que por lo mismo no agradecemos a Dios.

Que está Navidad esté plena de felicidad porque “una felicidad en crecimiento constante es siempre la experiencia de todos los que están seguros de Dios” 1766.

¡¡¡ FELIZ NAVIDAD !!!