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Los Estudios de la Sr. Yolanda Silva

EL  DINERO.


“Mientras os dedicáis a la obtención de las realidades eternas, debéis también disponer para las necesidades de la vida temporal.  Aunque el espíritu sea nuestra meta, la carne es un hecho.  Ocasionalmente, puede que lo necesario para vivir caiga en nuestras manos por casualidad, pero en general, debemos trabajar con inteligencia para conseguirlo.  Los dos problemas principales de la vida son ganarse la vida temporal y obtener la supervivencia eterna.  Aun el problema de ganarse la vida necesita de la religión para su solución ideal.  Estos dos problemas son altamente personales.  La verdadera religión de hecho, no funciona separada del individuo” 1778.

“Se requiere inteligencia para garantizarse uno mismo una porción de las cosas deseables de la vida.  Es totalmente erróneo suponer que la fidelidad al trabajo diario asegura las recompensas de la riqueza.  Aparte de la adquisición ocasional y accidental de la riqueza, las recompensas materiales de la vida temporal fluyen en ciertos canales bien organizados, y sólo los que tienen acceso a estos canales pueden esperar ser bien recompensados por sus esfuerzos temporales” 1779.

El éxito requiere, no solamente devoción al propio trabajo, sino también funcionar como parte de uno de los canales de la riqueza material, la parte astrológica y karmática tiene repercusiones favorables o desfavorables en la obtención del dinero, pero nunca algo tan decisivo que nuestra mente y nuestra voluntad no puedan cambiar.

Una persona realmente espiritual y que cumple con las leyes de la naturaleza, debería tener acceso a estos canales, pues un pasar económico holgado permite una mejor evolución de nuestro espíritu, porque será muy difícil, si se es responsable, dedicarse a meditar con tranquilidad, cuando sabemos que nos falta el dinero para cubrir nuestras necesidades básicas.

El dinero es una energía que está integrada al Universo, a las leyes del Cosmos, detrás de los actos más simples, siempre hay una retroalimentación, la ley de Causa y Efecto es manifiesta. Por eso hay que hacer circular el dinero en forma consciente, al gastar en forma constructiva, se crea una corriente de dinero lo cual es muy positivo porque nos ayuda a ganarlo.

Pero en esto como en todo, nuestro inconsciente tiene mucho que ver, es él quien a veces nos juega malas pasadas al hacernos creer que el dinero está contaminado y que nos impide la entrada al cielo.  El dinero en sí, no es bueno ni malo, la clasificación es personal, según sea para lo que lo ocupamos.  Las personas que lo ocupan con un afán egoísta lo están ensuciando y tarde o temprano lo perderán o serán enjuiciadas en la eternidad por su uso indebido, en cambio la persona generosa es un generador de energías y vibraciones positivas que generarán progreso material. Pero nuestra generosidad debe ser consciente, hay que dar sí, pero hay que saber muy  bien a quién se da, pues muchas veces al darle a quien no se lo merece, más que un bien le estamos haciendo un daño porque le impedimos hacer lo que es su deber.  Hay otra generosidad que no es tal, y es cuando damos para sentirnos buenos o para que otros así lo crean.  El dar para que sea realmente positivo debe ser consciente y silencioso, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha.

Otro punto importante para ganar dinero es estar a gusto con lo que estamos haciendo, si no es así, ver que posibilidades hay de hacer un cambio, vencer el miedo a hacer algo diferente.  Pero esta es una opción que debe ser muy bien meditada, muchas veces no es posible efectuar un cambio físico, pero sí podemos efectuar un cambio en nuestra mentalidad para como hacer el trabajo, ingeniarnos para encontrarle el gusto a lo que estamos haciendo, pensar por ejemplo que esa es por el momento la voluntad de Dios y que si nosotros en vez de resistirnos, la aceptamos como parte de nuestra evolución, esa situación nos puede a la larga ser muy beneficiosa. “He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación” 1336.

Cuando estamos pasando por una mala racha económica, no desperdiciemos nuestro tiempo y nuestras energías culpando a la crisis, a otras personas o lo que es peor, a la mala suerte.  El destino nos lo hacemos nosotros día a día, por eso debemos ser sinceros y buscar en el pasado algo que hicimos mal o que dejamos de hacer.  Debemos aprender de nuestros errores, en vez de ignorarlos.  Es preciso saber aprovechar nuestros fracasos, aprender de ellos y no permitir que el desánimo se apodere de nosotros, si nuestra mente está abierta y receptiva, podemos aprender mucho de las dificultades y de los fracasos.  Los obstáculos los podemos utilizar como un trampolín para alcanzar el éxito si utilizamos la energía negativa para transmutarla en energía positiva.  Nuestra mente está capacitada para esta alquimia espiritual, sólo de nosotros depende que sepamos utilizar este poder mental.

“La vida será una carga pesada a menos que aprendas a enfrentar los fracasos con donaire.  Es un arte aceptar las derrotas.  Debes saber como aprender sin perder el camino ni el ánimo, no debes temer al desencanto” 1779.

Algo muy importante si queremos ganar dinero, es nuestra apariencia física, no importa que nuestra ropa no sea nueva, pero debe estar impecablemente limpia y ordenada.  Nuestros hombros deben permanecer erguidos y nuestro rostro debe reflejar el optimismo que debe albergar nuestro corazón. Nuestros pensamientos son influenciados por nuestra postura, una postura adecuada genera una disposición feliz.  El pesimista jamás podrá tener éxito porque él mismo se boicotea al encontrar siempre la parte negativa en todo.  El que no se siente exitoso no puede ganar dinero, ni amistades ni nada. Creer en sí mismo y amarse da buenos resultados.

Si queremos triunfar, debemos también tener un buen concepto de nosotros mismos, debemos aprender a querernos y sentirnos capaces de hacer cualquier cosa. Recordemos nuestra filiación divina, un hijo de Dios no tiene por qué sentirse inferior a nadie, por el contrario debemos tomar conciencia que “con Dios todo es posible”. Creer en Él y en nosotros mismos es básico para cualquier cosa que queramos conseguir pues, “Él da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna”.  El Señor nos dice: “No temas, porque Yo estoy contigo, no desmayes, porque Yo soy tu Dios.  Os fortificaré y os ayudaré porque soy el Señor vuestro Dios y sostendré vuestra mano derecha diciéndoos, no temáis porque Yo os ayudaré”   l392.

 Después de conocer estas promesas del Señor ¿ tenemos derecho a tener miedo y a dudar de nosotros mismos y de lo que estamos haciendo ?. Lo que pasa es que muy pocas veces consideramos al Señor como nuestro socio mayoritario, se nos olvida que Jesús se hizo hombre, se hizo uno de nosotros para poder ayudarnos en estas cosas temporales, aunque cuando es más importante para nuestra evolución espiritual.  Es conveniente leer las páginas 1393 y 1394 del Libro de Urantia para darnos cuenta que Jesús también, al igual que nosotros supo lo que era una crisis económica.

La calidez en el trato y la empatía con la gente, es otro punto básico si deseamos que nos vaya bien, porque “la fortaleza de carácter no se deriva de no hacer el mal, sino de hacer el bien” 1572, y  “el conocer a nuestros hermanos, entender sus problemas y aprender a amarlos es la suprema experiencia de la vida”1431. Debemos aprender a desarrollar nuestro carisma interior, tener una buena llegada con la gente y saber vender nuestra propia imagen en un sentido positivo y no narcisista.  El dinero se gana sólo a través de la gente, por eso debemos estar atentos a descubrir sus necesidades, en vez de querer imponer las nuestras.

La impecabilidad es nuestro mejor aliado para ganar dinero. Antes de acostarnos, debemos fijar la hora en que nos levantaremos, dándonos el tiempo necesario para no hacer las cosas con demasiada prisa y cuando suene el despertador deberemos levantarnos enseguida, sin quedarnos ni un minuto más en la cama, pues el primer acto del día es muy importante en lo que vendrá después.  La práctica de poner el reloj un cuarto de hora antes y quedarnos retozando es absolutamente nefasta.  Debemos también ser puntuales en todas nuestras citas y obligaciones por respeto al tiempo de la otra persona, pero principalmente por nosotros mismos, porque nuestra palabra debe ser sagrada en todo orden de cosas.  La impecabilidad también se debe reflejar en todo lo que hacemos, el orden en nuestro escritorio, en el maletín, en la cartera, son detalles que a la hora de ganar dinero cobran gran importancia.

También debemos ser impecables en el pago de las cuentas, debemos de tratar de pagarlas ojalá un día antes de su vencimiento y anotar todos los gastos que hacemos para demostrar en las cosas pequeñas que tenemos control sobre el dinero y por lo tanto somos responsables para administrar cantidades mucho mayores a las que ahora tenemos.  El dinero, siempre debemos guardarlo en un lugar seguro, no sólo por miedo a los ladrones sino para demostrarle a la naturaleza que sabemos cuidarlo, por este mismo motivo debemos ser implacables en cobrar lo que se nos pueda adeudar y con mayor razón debemos hacerlo, si sentimos que nos da vergüenza o nos resulta complicado.

Cuidar los recursos naturales es básico, no dejar encendida una luz  o la televisión si no estamos en la habitación, no gastar el agua en forma innecesaria cuando nos lavamos los dientes o cuando tomamos el café no es necesario llenar la tetera de agua, poner justo lo indispensable.  Quien quiera ganar dinero no puede tener una llave goteando porque esto es un desperdicio, al igual que lo es botar la comida que a tantos otros les falta  Todos estos detalles, pueden parecer exagerados o absurdos, sin embargo son absolutamente reales, lo mejor es empezar a ponerlos en práctica y estar atentos a sus efectos.

Todos estos consejos prácticos no tienen ninguna validez, si no van acompañados de una verdadera creación mental para conseguir lo que deseamos, porque es nuestra mente quien minuto a minuto va creando nuestra propia vida, por eso insistimos tanto que la actitud positiva debe ser fundamental.

Lo primero que debemos tener claro es qué es lo que queremos y el para qué lo deseamos.  Hay que tener prioridades y saber qué es lo que más falta nos hace y lo que haremos con ello cuando nuestros propósitos sean una realidad.  Es muy importante el tener claro la utilización porque a veces queremos lo innecesario.  Cuando hayamos constatado que lo que queremos es lícito y necesario debemos escribirlo y fijarnos un plazo para su realización, éste no debe ser muy corto pues todo tiene un período de gestación, en la naturaleza nada es arbitrario, por eso tampoco se nos dará algo para lo cual no hemos hecho el suficiente mérito para tenerlo.

El guardar el secreto de lo que estamos deseando también es sumamente importante, porque él encierra una gran fuerza y exige una actitud volitiva de nuestra parte, la cual especialmente la mujer, debe emplear como un poder concebidor para  su creación.  En cambio el hombre como no tiene esta fuerza dentro de sí, debe buscar una mujer que lo apoye en sus proyectos para que éstos se realicen en forma más rápida y eficiente.

El acto sexual es eminentemente creativo, no sólo en el aspecto físico sino también en el plano sutil de la energía cósmica, el acto sexual siempre es creador, de allí la importancia de darle la pureza, belleza y placer que él encierra, para usarlo como nuestro mejor aliado en la realización de nuestros justos y bien orientados deseos.  La energía sexual emana del Dios creador y ya es hora que le devolvamos el sitial que merece y que el oscurantismo religioso le ha robado, al ponerlo como algo pecaminoso o que sólo sirve para la procreación de la especie. El cuerpo es la vasija sagrada que contiene el alma, cuando descubrimos nuestros sentidos sutiles, descubrimos que el cuerpo no sólo es inteligente sino también mágico y que está conectado con el cielo.  La unión sexual elevada es la puerta de acceso a lo divino.  Es una lástima que hayamos perdido el misterio y el encanto del amor sexual, como un camino hacia Dios.

Fe, pensamiento y acción, estos tres elementos bien coordinados sin lugar a dudas nos llevarán al éxito que necesitamos para servir mejor al Señor, porque en la medida que tengamos los medios suficientes podremos contribuir más eficazmente a ayudar a nuestros hermanos más desposeídos.

La fe crea confianza, nos da paz mental y libera al alma de sus dudas, preocupaciones,  ansiedades y miedos.  Ten fe, esperanza y optimismo en ti mismo y en todos los proyectos que quieras emprender.  Pero... no te asustes si te entra la duda, simplemente únete al poder divino que hay en ti y repite una y otra vez “Querer es poder” y la confianza volverá a tu corazón.

Los pensamientos son los grandes hacedores, ellos rigen nuestra vida que en verdad será lo que sean nuestros pensamientos, ellos son las semillas que nuestra mente hace fructificar sin discriminar el trigo de la cizaña.

La acción es la realización real de lo que pensamos. Jesús nos dice que la fe sin obras es muerta, las palabras se las lleva el viento. “Dios responde a la actitud del alma, no a las palabras”1002.  “No debéis ser místicos pasivos, ni ascetas insulsos, no debéis llegar a ser soñadores ni vagabundos, que confían tontamente en una Providencia ficticia para que provea sus necesidades vitales”.  “Cuando estudiéis la carrera del Maestro, en lo que concierne a la oración o a cualquier otra característica, buscad no tanto lo que Él enseñó sino lo que Él hizo” 2089.

Los ángeles son seres de origen espiritual que Dios ha puesto cerca de nosotros para ayudarnos, por lo tanto, si nuestra fe nos lo permite, en la obtención del dinero debemos recurrir al ángel Zachael que es el encargado de distribuir entre nosotros la abundancia y la prosperidad, su día es el Jueves.

“Un joven preguntó al Maestro ¿ es acaso pecado poseer riqueza honesta ?. Y Jesús respondió: Amigo mío no es pecado poseer riquezas honorables, pero lo es, si conviertes las riquezas de las posesiones materiales en tesoros que absorban tus intereses y desvíen tu afecto de la devoción a los asuntos espirituales del reino.  No hay pecado ninguno en tener posesiones honestas en la tierra, siempre y cuando tu tesoro esté en el cielo, porque donde está tu tesoro, allí también estará tu corazón.  Hay una gran diferencia entre la riqueza que conduce a la avaricia y al egoísmo y la que tienen y dispensan en espíritu de fideicomiso los que tienen abundancia de bienes mundanos y que tan generosamente contribuyen a mantener a los que dedican sus energías al trabajo del reino.  Pero no olvidéis jamás que, después de todo la riqueza no perdura.  El amor por la riqueza ofusca demasiado a menudo, a veces destruye la visión espiritual.  No dejéis de reconocer el peligro de que la riqueza se vuelva vuestro amo en vez de vuestro siervo” 1822.