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Los Estudios de la Sr. Yolanda Silva

EL  MAESTRO  EPICUREO.


A este maestro Jesús le dijo: “haces bien en elegir lo mejor y apreciar lo bueno, pero ¿ eres sabio si no eres capaz de discernir las grandes cosas de la vida mortal, que están incorporadas en los reinos espirituales derivados de la comprensión de Dios, que está presente en el corazón humano.?  La gran cosa de toda experiencia humana es llegar a conocer a Dios, cuyo espíritu vive dentro de vosotros y procura conducirnos por ese largo e interminable viaje a la presencia personal de nuestro Padre común, el Dios de toda creación, el Señor de los Universos”1474.

Lo primero es que Jesús no critica, sino por el contrario, anima al maestro epicúreo al decirle: “ haces bien en elegir lo mejor y apreciar lo bueno” y lógico que así sea pues “mediante la verdad el hombre alcanza la belleza y mediante el amor espiritual asciende a la bondad”1142

Para elegir lo mejor de las cosas materiales, sin lugar a dudas se necesita dinero, por lo tanto  “la riqueza en sí , no es una maldición, pero el amor a la riqueza muchas veces conduce a una devoción  tal por las cosas materiales, que el alma se enceguece a las bellas atracciones de las realidades espirituales del reino de Dios en la tierra y al regocijo de la vida eterna en el cielo”1121.

“Un buscador de los placeres como eres tú, debe tratar siempre de ser tanto productor como consumidor” 1779.  Que importante es esta correlación entre productor y consumidor.  No sólo se puede disfrutar  del placer sino que también hay que ser capaz de producirlo, compartirlo y dar gracias a Dios que nos permite disfrutarlo, y con un corazón agradecido atesorar esos momentos en nuestra memoria, para recordarlos en ocasiones no tan placenteras.

Si lo hacemos, los recuerdos bonitos aminoran nuestra preocupación o pena y serán el acicate que nos anime a salir pronto del estado negativo, porque tendremos la certeza que después de la noche siempre hay un nuevo amanecer.

Rodán de Alejandría nos aconseja “Entrena tu memoria para mantener en fideicomiso sagrado los episodios vigorizantes y valiosos de la vida, para que puedas recordarlos cuando quieras, para tu placer y edificación.  De esta manera construye en ti y para ti galerías donde tienes en reserva belleza, bondad y verdad.  Pero el recuerdo más noble de todos es la evocación de los momentos de amistad sin par” 1779.   Se dice que más vale tener amigos que tener plata.  Los amigos son tan valiosos porque son de mutua elección, no son impuestos como lo es la familia, con quienes debemos convivir nos guste o no el hacerlo.

Ahora bien, “para garantizarse uno mismo una porción de las cosas deseables de la vida, se requiere inteligencia”1779.  Jesús no enseñó ni propició la negligencia, el ocio, ni la indiferencia en proveer las necesidades físicas de la familia, tampoco aconsejó la pobreza, ni vivir de la limosna.  Pero sí enseñó que las cosas materiales y temporales deben estar subordinadas al bienestar del alma y al progreso de la naturaleza espiritual en el reino del cielo”1822.

El nos advierte “cuidaos de la codicia, la vida del hombre no consiste en la abundancia de bienes que posee.  La felicidad no viene del poder de la riqueza, el gozo no surge de ella”1881.  Si acumulas tus riquezas no pongas en ellas tu corazón, porque ¿ de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si al fin pierde su alma.? 

Sin embargo y aun cuando parezca paradójico “Mientras os dedicáis a la obtención de las realidades eternas, debéis también disponer para las necesidades de la vida temporal “1778.   “Cada vez que intentamos escapar al deber que nos impone la vida diaria, fugándonos hacia remotas tentaciones, nos ponemos al instante en manos de aquellas influencias que no están regidas por los poderes de la verdad ni por la fuerza de la justicia.  Escapar al deber es sacrificar la verdad” 1428.

Aunque el espíritu sea nuestra meta, la carne es un hecho.  Ocasionalmente puede que lo necesario para vivir caiga en nuestras manos por casualidad, pero en general debemos trabajar con inteligencia para conseguirlo.  Los dos problemas principales de la vida son: como ganarse la vida temporal y como obtener la supervivencia eterna”1778 y sólo en la medida que logremos hacer una amalgama perfecta entre ambas cosas, estaremos cumpliendo con la voluntad  del Padre, porque no es posible hacer una división entre nuestra vida espiritual y nuestro trabajo cotidiano.  No podemos ser hijos de Dios cuando oramos y luego olvidarnos de nuestra filiación.  “Aislar parte de la vida y llamarla religión es desintegrar la vida y distorsionar la religión” 1124.   “ No debéis ser místicos pasivos ni ascetas insulsos” 1118.

Así pues, “la mente del hombre se vuelve mediadora entre las cosas materiales y las realidades espirituales”1779, pero es totalmente erróneo el suponer que la fidelidad al trabajo diario asegura las recompensas de la riqueza.  El éxito requiere no solamente la devoción al trabajo, sino también funcionar como parte de uno de los canales de la riqueza material”.   “La habilidad es lo que heredas, mientras que la pericia es lo que se adquiere.  La vida no es real para quien no sepa hacer bien, expertamente por lo menos una cosa.  La pericia es una de las fuentes reales de satisfacción en la vida”1779.

La pericia es importante porque requiere de tres elementos fundamentales: conciencia, impecabilidad y constancia.  Conciencia para saber lo que estamos haciendo y el motivo por el cual lo hacemos. Significa vivir a fondo el momento presente porque si nuestra mente está dividida no podemos ser impecables y la pericia requiere de toda nuestra atención y también de toda nuestra constancia porque todo requiere de aprendizaje, tiempo y perseverancia.

La pericia, sin duda, es un paso que nos acerca al éxito y “el éxito puede generar valor y promover confianza, pero la sabiduría sólo proviene de las experiencias del ajuste al resultado de los propios fracasos” 1780.

Los fracasos son una oportunidad para aprender y por consiguiente nos ayudan a crecer.  No siempre se pueden cambiar las circunstancias y los hechos materiales, pero la transmutación espiritual si se puede hacer siempre y especialmente en medio del fracaso, porque “todo se soluciona de mejor manera cuando se le considera desde el punto de vista religioso de las enseñanzas del Maestro”.

Los fracasos, las pruebas de toda índole, son el barómetro con el cual podemos medir nuestro avance y desarrollo espiritual porque ¿ qué gracia tiene reconocer la voluntad de Dios cuando todo está bien  ?.  Hacer la voluntad de Dios es ir mas allá de las apariencias y preguntarnos qué es lo que debemos aprender de lo que nos está ocurriendo y recordar, aun en medio de las lágrimas, que el Padre nos ama y que el sufrimiento es el crisol donde nuestra alma se purifica y se templa.

“El amor de Dios es por naturaleza un afecto paternal, por consiguiente, a veces nos disciplina por nuestro bien, para que podamos ser partícipes de su santidad.  Incluso, durante nuestras pruebas más duras, recordemos que en todas nuestras aflicciones, El se aflige con nosotros”39.   “No podemos percibir la Verdad hasta que no la experimentamos con los sentimientos y muchas verdades no son realmente sentidas excepto en las adversidades”557.  “Los mortales tan sólo aprendemos la sabiduría a través de las experiencias de las tribulaciones” 1663.