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Los Estudios de la Sr. Yolanda Silva

EL PERDÓN  Y LA JUSTICIA.


Jesús dijo: “si un hombre de corazón tierno tiene cien ovejas y una de ellas se extravía ¿ acaso no dejará inmediatamente a las noventa y nueve para ir en busca de la que se ha extraviado.?  Os declaro que hay más felicidad en el cielo cuando se arrepiente un pecador que por noventa y nueve personas rectas que no necesitan de arrepentimiento” 1762.

“El Padre en el cielo ama a sus hijos, por eso debéis vosotros aprender a amaros unos a otros.  El Padre en el cielo os perdona vuestros pecados, por lo tanto debéis aprender a perdonaros los unos a los otros.  Si tu hermano peca contra ti, ve y háblale con tacto y paciencia y muéstrale su error.  Haz todo esto a solas con él.  Si te escucha, has ganado a tu hermano.  Pero si él no te escucha y persiste en el error, ve nuevamente y háblale en presencia de uno o dos amigos comunes, para que haya constancia que confirme tu testimonio que has tratado con justicia y misericordia a tu hermano ofensor.  Si tampoco escucha él a vuestros hermanos, podrás relatar el hecho a la congregación y si se niega a escuchar a la hermandad, deja que el grupo decida una acción justa y que este miembro rebelde se vuelva paria del reino” 1763.

“Aunque es totalmente verdad que aquel que contempla y hace el mal no puede derivar bien del mal, es igualmente verdad que todas las cosas, incluyendo el mal potencial o manifiesto, cooperan para el bien de todos los seres que conocen a Dios, aman hacer su voluntad y están ascendiendo hacia el Paraíso de acuerdo con su plan eterno y propósito divino” 616.

“Jesús enseñó los peligros e ilustró la injusticia de presumir juzgar a los semejantes.  La disciplina debe ser mantenida, la justicia debe ser administrada, pero en todos los asuntos, debe prevalecer la sabiduría de la hermandad.  Jesús impartió la autoridad legislativa y judicial del grupo, no la del individuo.  Aun esta autoridad del grupo no debe ser ejercida como autoridad personal.  Siempre existe el peligro que la decisión de un individuo sea distorsionada por el prejuicio o la pasión.  El juicio del grupo puede prevenir más fácilmente los peligros y eliminar las injusticias de la opinión personal. Jesús trató siempre de minimizar los elementos de la injusticia, la venganza y la represalia” 1764 .  “No dejó nunca de advertir a sus discípulos contra la práctica malvada de la represalia, no permitía la venganza, ni la idea de desquitarse.  Deploraba el rencor y desaprobaba todo concepto de venganza privada y personal, prefería asignar estos asuntos al gobierno civil por un parte, y al juicio de Dios por la otra.  Sus enseñanzas se referían al individuo y no al estado” 1580.

“La justicia natural es una teoría elaborada por el hombre, no es una realidad.  En la naturaleza, la justicia es puramente teórica, totalmente ficticia.  La naturaleza no ofrece más que una clase de justicia y es la conformidad inevitable de los resultados a las causas.  La justicia como la concibió el hombre, significa revindicar los derechos y por tanto es cuestión de evolución progresiva”794.   “La justicia en un universo dominado por la misericordia puede ser lenta, pero es certera”616.

“Jesús les enseñó a sus discípulos a no resistir el mal, a no combatir la injusticia o la injuria, pero no les enseñó a tolerar pasivamente las maldades.  Indicó muy claramente que Él aprobaba el castigo social de los malhechores y criminales y que el gobierno civil a veces debe emplear la fuerza para mantener el orden social y aplicar la justicia” 1770.  Jesús no apoyaba una práctica de sumisión negativa a las indignidades de los que pudieran buscar a sabiendas, aprovecharse de los que practican la no resistencia contra el mal, sino más bien pedía que sus seguidores fueran sabios y estuvieran alertas para reaccionar rápida y positivamente, con el bien frente al mal, con el fin de conquistar el mal con el bien.  No olvidéis que el bien verdadero, es invariablemente más poderoso que el mal más maligno”.1770.

Cuando un enemigo te abofetea, no reacciones pasiva y tontamente, o sea haz lo mejor que puedas por alejar activamente a tu hermano errado, de los caminos del mal y trata de conducirlo hacia los caminos de una vida recta.  Jesús exigía que sus seguidores reaccionaran positiva y enérgicamente en toda situación de la vida.  El acto de volver la mejilla, o lo que esa acción pudiera significar, exige iniciativa, requiere una expresión vigorosa, activa y valiente de la personalidad del creyente”1770.  “Cuando Jesús instruyó a sus apóstoles que si le quitaban injustamente el abrigo, ofrecieran también otra prenda, no se refería en forma literal, sino más bien a la idea de hacer algo positivo para salvar al que estaba errado, en vez de seguir el antiguo consejo de ojo por ojo. Jesús aborrecía la idea de la venganza, así mismo la idea de convertirse en un mero sufriente pasivo o una víctima de la injusticia” 1770.

“El Padre celestial no es un Padre tontamente indulgente, condescendiente y débil siempre listo a condonar el pecado y perdonar la imprudencia.  Jesús advirtió a sus oyentes que no aplicaran erróneamente sus comparaciones entre la relación de padre e hijo, para que no interpretaran a Dios, como uno de esos padres excesivamente condescendientes y poco sabios que conspiran con los tontos de la tierra, para ocultar la ruina moral de sus hijos imprudentes, con lo que contribuyen en forma cierta y directa a la desmoralización temprana de sus propios vástagos.  Jesús dijo: mi Padre no condona indulgentemente esos actos y prácticas de sus hijos autodestructivos y suicidas para todo crecimiento moral y progreso espiritual.  Esas prácticas pecaminosas son una abominación ante Dios” 1653.

“Dios ama al pecador y odia al pecado, esta declaración filosófica es cierta, pero Dios es una personalidad trascendente, sólo las personas pueden amar y odiar a otras personas.  El pecado no es una persona.  Dios ama al pecador porque es una realidad de una personalidad potencialmente eterna, mientras que hacia el pecado, Dios no asume ninguna actitud personal, porque el pecado no es una realidad espiritual, no es personal, por lo tanto sólo la justicia de Dios, toma conocimiento de su existencia.  El amor de Dios salva al pecador, la ley de Dios, destruye el pecado.  Esta actitud de la naturaleza divina, aparentemente cambiaría si el pecador se identificara final y plenamente con el pecado, de la misma forma que una mente mortal puede identificarse plenamente con su Ajustador espiritual residente.  Ese mortal identificado con el pecado, se volvería entonces completamente carente de espiritualidad en su naturaleza y por tanto, personalmente irreal y experimentaría eventualmente la extinción de su ser.  La irrealidad, incluso el hecho de que la naturaleza de las criaturas es incompleta, no puede existir en el universo progresivamente real y en creciente espiritualidad”41.  “La misericordia requiere que cada malhechor tenga suficiente tiempo para formular una actitud deliberada y plenamente elegida respecto de sus pensamientos malignos y de sus acciones pecaminosas” 617.

“Decid a mis hijos que, aun cuando me enternezca por sus sentimientos y tenga paciencia con sus debilidades, también soy despiadado con el pecado e intolerante con la iniquidad.  Soy en verdad manso y humilde en la presencia de mi Padre, pero soy igualmente inexorable allí donde haya maldad deliberada y rebelión pecaminosa contra la voluntad de mi Padre” 1776.

“Cuando el hombre mortal, rechaza finalmente la supervivencia y espiritualmente está en bancarrota, sobreviene la muerte del alma y cuando esto sucede, los gobernantes de Orvontón  ordenan la liberación inmediata del Ajustador.  Este tipo de muerte es final en su significación, aun cuando la vida física continúe en su plenitud.  Desde el punto de vista cósmico, este mortal ya está muerto.  El Ajustador que haya partido no vuelve jamás a la tierra, con el ser en el cual residiera” 1230.

 “El resultado final del pecado a sabiendas, es la aniquilación.  En último análisis, tales individuos identificados con el pecado, se destruyen a sí mismos, al tornarse completamente irreales por su identificación con la iniquidad.  Sin embargo, la desaparición de hecho de tales criaturas, siempre se posterga hasta que se haya cumplido plenamente con los requisitos vigentes de la justicia en ese universo, en Urantia ocurre al final de una dispensación planetaria.  Cuando la sentencia finalmente se confirma, el ser identificado con el pecado, instantáneamente se vuelve como si no hubiese existido.  No hay ninguna resurrección de este destino, es perdurable y sempiterno, es como si su identidad nunca hubiese sido”37; con esto se comprueba que no es posible mofarse de Dios “porque lo que el hombre siembra eso también cosecha” 37.

 “Que ningún hombre piense con ligereza en el pecado diciendo: el castigo por hacer el mal no llegará hasta mí, pues lo que haces te será hecho, en el juicio de la sabiduría.  La injusticia hecha a tus semejantes volverá a caer sobre tu cabeza, porque la criatura no puede evadir el destino de sus acciones” 1447.  “Yo soy la luz de la vida y todo aquel que rechace deliberadamente y a sabiendas esta luz salvadora, morirá en sus pecados” 1795.

“Jesús enseñó que el pecado no es hijo de una naturaleza defectuosa, sino más bien, es descendiente de una mente conocedora, pero dominada por una voluntad rebelde.  Sobre el pecado enseñó que Dios ha perdonado y podemos disponer personalmente de ese perdón mediante el acto de perdonar a nuestros semejantes.  Cuando perdonas a tus hermanos, creas en tu alma la capacidad para recibir la realidad del perdón de Dios por tus errores”1861.  “Si un hombre reconoce el camino del mal y se arrepiente sinceramente del pecado, entonces, podrá buscar el perdón.  Cuando te encuentres en el error no titubees en confesar tu error y se presto en enmendarlo” 1453.

“Lo que digáis sobre el Hijo del Hombre, se os perdonará, pero el que presuma blasfemar contra Dios, difícilmente encontrará el perdón.  Cuando los hombres llegan hasta el extremo de asignar las obras de Dios a las fuerzas del mal, esos rebeldes deliberados, difícilmente buscarán el perdón de sus pecados” 1820. 

“Sólo el discernimiento de la sabiduría infinita permite a un Dios recto, administrar justicia y misericordia al mismo tiempo y en cualquier lugar y situación del universo.  La justicia eterna y la divina misericordia juntas constituyen lo que en la experiencia humana sería la equidad” 38.

 “La justicia suprema puede actuar instantáneamente cuando no está frenada por la misericordia divina.  Pero el ministerio de la misericordia a los hijos del tiempo y el espacio siempre provee de esta demora temporal, este intervalo de salvación entre la labranza y la cosecha.  Si la semilla es buena, este intervalo provee la prueba y el fortalecimiento del carácter, si la semilla es mala, esta demora misericordiosa provee tiempo para el arrepentimiento y la rectificación.  Esta demora temporal en el juicio y la ejecución de los que hacen mal, es inherente en el ministerio de los siete universos.  Este refrenamiento de la justicia por la misericordia, prueba que Dios es amor y que este amor domina los universos y controla con misericordia el destino y el juicio de todas las criaturas” 616.

El perdón de Dios, se hace realmente disponible y el hombre lo experimenta personalmente, sólo en la medida en que él mismo perdona a sus semejantes y el hombre, no puede en verdad perdonar a sus semejantes si no es capaz de amarse a sí mismo, porque el amar al prójimo como a ti mismo es la ética más elevada.  La conducta moral, la verdadera rectitud, se torna entonces el resultado natural de dicho amor” 1862.

“Jesús resumió sus enseñanzas diciendo:  “amad a vuestros enemigos, recordad las exigencias morales de la hermandad humana.  La futilidad del mal, el agravio, no se corrige con la venganza.  No cometáis el error de combatir el mal con sus propias armas.  Tened fe y confianza en el triunfo final de la justicia divina y de la bondad eterna” 1580, porque hay tres maneras de encarar el mal y resistirlo:

1.- Devolver el mal con el mal, método positivo pero no recto.

2.- Sufrir el mal sin queja ni resistencia, método puramente negativo

3.- Devolver el bien por el mal, afirmar la voluntad para adueñarse de la situación para conquistar el mal con el bien, método positivo y recto”  1770.

“Si deseas verdaderamente sobreponerte a la costumbre de criticar a un amigo, la forma más rápida y segura de alcanzar este cambio de actitud consiste en establecer el hábito de orar por cada día por esa persona” 998.

“Jesús tenía un firme sentido de la justicia, pero era una justicia siempre atemperada por la misericordia.  No enseñó a sus apóstoles  que se dejaran dominar por los parásitos sociales ni por los buscadores profesionales de limosnas, pero si les aconsejó: No juzguéis, para que no seáis juzgados” 1580.

Si tan sólo siguiéramos los consejos de Jesús ¡ cuán diferente podría ser el mundo. ¡