Los universos locales dependen de la orden paradisíaca
de los Migueles. Todos ellos son evolucionarios tanto en lo físico como en lo
espiritual, su desarrollo es gradual y progresivo.
Los Migueles, llamados también Hijos creadores, no pueden comenzar la organización de un universo, sin que antes, los directores del poder hayan efectuado la movilización de las energías espaciales suficientes como para que existan los soles verdaderos y esferas materiales para ese universo en formación..
Cuando la energía materia ha alcanzado cierta etapa de materialización de la masa, aparece un Hijo Creador, acompañado por una Hija Creativa del Espíritu Infinito
A partir de la energía preexistente, estos Hijos divinos materializan la energía visible, proyectan las criaturas vivientes y con la cooperación de la presencia universal del Espíritu Infinito, crean un variado séquito de personalidades espirituales. En Salvingtón, todavía están funcionando los mismos cien centros del poder que cooperaron con nuestro Hijo Creador en la formación original de este universo local.
Cuando el universo ha sido organizado por el Hijo Creador y la Brillante Estrella Matutina y está plenamente tripulado por los hijos y las hijas del universo local, recién entonces el Hijo Creador entra en la propuesta del Padre, para crear al hombre mortal a su imagen divina.
Salvingtón, es la sede central de Nebadón y sede personal de Miguel de Nebadón, pero esto no quiere decir que siempre resida en ella. Está situada en el centro exacto de la masa energía del universo local y su constitución demoró mil millones de años de nuestro tiempo planetario.
Nuestro universo local no es el único sistema astronómico, pues existe un sistema de gran tamaño en su centro físico. Nebadón es uno de los más jóvenes dentro de los reinos estelares y planetarios de Orvontón, le preceden 3.840.101 planetas habitados.
No todos los sistemas planetarios tienen la misma organización ni todos están habitados, Satania por ejemplo, no es sistema físico uniforme, es una unidad u organización astronómica diferente.
La única creación que está perfectamente establecida es Havona, el universo central, que fue hecho directamente por el pensamiento del Padre Universal y la palabra del Hijo eterno, es un universo perfecto, en cambio todos lo sistemas físicos del tiempo y del espacio, son todos evolucionarios, con excepción de Havona, todos tienen la perfección como un logro progresivo.
En los universos del espacio, el Padre está ausente en persona, estando representado por sus Hijos soberanos, en cambio en la mente de sus hijos mortales está íntimamente presente a través de los Monitores Misteriosos que residen en las mentes de las criaturas volitivas, quienes tienen un fragmento de su espíritu prepersonal, que también es la fuente de la personalidad de estas criaturas volitivas.
Al Padre Universal, le sería igualmente fácil el hacer a todos los mortales, seres perfectos, pero eso los privaría de la maravillosa aventura de capacitación y evolución progresiva, por lo demás la criatura perfecta y la criatura que tiene que adquirir la perfección, son iguales en grados de potencial de divinidad y ambas se necesitan mutuamente para realizar sus funciones y su destino.
“A lo largo y ancho del gran Universo, el Supremo lucha por expresarse. Su evolución divina se basa en cierta medida en la acción y sabiduría de toda personalidad en existencia”. “La humanidad no asciende sin esfuerzos en el universo, pero tampoco evoluciona el Supremo sin acción inteligente y propósito, porque así como el hombre alcanza su destino humano, del mismo modo, alcanza el Supremo su destino en niveles de deidad” 1285.
¡ Qué gran responsabilidad es pensar que si yo retardo mi evolución personal, estoy retardando el destino de toda la humanidad porque “la relación temporal del hombre con el supremo, es el cimiento de la moralidad cósmica” 1284.
“Todos formamos parte de un plan inmenso, una empresa gigantesca y es la vastedad de esta empresa, la que convierte en imposible, poder ver mucho de ella, en un determinado tiempo. Todos formamos parte de un proyecto eterno, que los dioses están supervisando y efectuando”. En la mente de Dios hay un plan que involucra a cada criatura de todos sus vastos dominios y este plan consiste en oportunidades ilimitadas, progreso en ascenso y vida infinita, porque el destino de todos es llegar a ser como Dios y fundirnos en su esencia divina.
Al ser humano le es imposible imaginar al Supremo en toda su infinita grandeza, pero eso no debe desanimarnos, pues conocemos a Jesús y lo que Miguel es para Nebadón, el Supremo lo es para el cosmos y quien ha visto a un Hijo creador, ha visto al Padre, por eso “de todo conocimiento humano, el que tiene mayor valor, es conocer la vida de Jesús y como Él la vivió”2090, para poder seguir su ejemplo e irradiar sus enseñanzas en nuestra vida cotidiana, porque “a muchas almas les es más fácil ver al Dios invisible a través del amor a sus hermanos, a quienes si pueden ver” 1727.
“Con demasiada frecuencia los hombres olvidan que Dios es la experiencia más grande de la existencia humana, otras experiencias están limitadas en su naturaleza y contenido, pero la experiencia de Dios, no tiene límites, excepto el de la capacidad de comprensión de la criatura”1289, por eso “para vislumbrar la eternidad hay que concebirla como un ciclo y el propósito eterno, como un círculo interminable, sincronizado de alguna forma, con los ciclos materiales transitorios del tiempo y aun así, resulta bastante incomprensible para nuestra mente finita, de allí la importancia de centrar nuestra búsqueda de Dios en el amor, porque “todo amor verdadero viene de Dios y el hombre recibe el afecto divino, en la medida que él mismo, es capaz de donar su amor a sus semejantes”1289, porque “no es posible regocijarse en la paternidad de Dios, si se rechaza la fraternidad del hombre” 1454.
¡ El objetivo de la eternidad nos aguarda.! La aventura del logro de la divinidad se encuentra frente a nosotros, en la medida que permanezcamos entregados a la guía sabia de nuestro Ajustador, porque el gran circuito del amor viene del Padre, a través de los Hijos a los hermanos y de ahí al Supremo. El amor del Padre aparece en la personalidad mortal por el ministerio del Ajustador residente. Este hijo que conoce a Dios, revela este amor a sus hermanos universales y este afecto fraternal es la esencia del amor del Supremo”1289, “por eso no es tan importante conocer el hecho de Dios en sí, como el que crezcamos cada vez más en la habilidad de sentir la presencia de Dios”1733 a través del amor y que seamos capaces de transmitir este amor a todo nuestros hermanos sin distinción de credo, religión o raza.
En estos momentos cruciales para el mundo, vale la pena recordar, que los que nos llamamos cristianos, debemos esparcir este amor, él debe llegar hasta los que aparentemente pueden parecer enemigos, porque Dios quiere que todos seamos hermanos...y nos amemos como Él nos ama...
La Paternidad de Dios y la fraternidad del hombre, presentan una paradoja de la parte y el todo, en el nivel de la personalidad. Dios ama a cada individuo, como hijo individual de una familia celeste. Sin embargo, de igual manera, Dios ama a todos los hombres, no tiene preferidos y la universalidad de su amor, produce una relación de totalidad que es la fraternidad universal. 138
Aunque el Padre del Paraíso, funciona a través de sus creadores divinos y sus criaturas, disfruta también del contacto interior más íntimo con vosotros, un contacto tan sublime, tan altamente personal, que aún está mas allá de mi comprensión ( nos dice un Perfeccionador de la Sabiduría que actúa por mandato de los Ancianos de los Días. ). Esa misteriosa comunión del fragmento del Padre, está en estrecha relación, no sólo con sus asociados divinos, sino también con sus hijos mortales evolutivos. El Padre, ciertamente mora en el Paraíso, pero su divina presencia también mora en la mente de los hombres 139
Entonces ¿ cómo no acudir a esta cita permanente con nuestro Padre .?