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Los Estudios de la Sr. Yolanda Silva
LA FILIACIÓN DIVINA.
“Dios ama a cada uno de sus hijos y ese afecto es verdadero, sagrado, divino , ilimitado, eterno y único, es un amor donado a este hijo y a ese hijo, individual, personal y exclusivamente. Ese amor eclipsa todos los demás hechos. La filiación es la relación suprema de la criatura con el Creador” 454.
Nosotros, criaturas finitas de origen animal, gracias a que “un hijo Creador se ha vuelto uno de nosotros, es nuestro hermano mayor de hecho y si en espíritu nos volvemos hermanos verdaderamente emparentados con Cristo, el victorioso Miguel, entonces en espíritu, también somos hijos del Padre que tenemos en común, aun del Padre Universal de todos” 448.
Por eso “El Padre celestial no permitirá que uno sólo de sus hijos perezca, si ese hijo desea encontrar al Padre y verdaderamente anhela asemejarse a él. Nuestro Padre ama aun al malvado y es siempre bondadoso con ese ingrato” 1454.
“Si nuestros padres terrenales, aun con su tendencia al mal, saben como amar a sus hijos y dispensarles buenas dádivas, cuanto más sabrá el buen Padre celestial como amar sabiamente a sus hijos terrenales y otorgarles las bendiciones apropiadas” 1454.
“Los dos grandes motivos de la misión de Jesús fueron: Revelar al Padre y conducir a los hombres a la conciencia de filiación, a que nos diéramos cuenta por medio de la fe, de que somos hijos de Dios” 1578.
Cuando nos hacemos conscientes de este tremendo privilegio de ser, no sólo semejantes a Dios por la presencia de nuestro Ajustador en nuestra alma, sino que además de ese don, somos hijos de Dios, desaparece de nosotros, ese temor ancestral al castigo y nuestro corazón se llena de amor porque “la comprensión de la filiación es incompatible con el deseo de pecar” 1683.
“Dios está con nosotros, por tanto no tenemos pavor en nuestro corazón. Si hubiese una virtud en mí, es la manifestación del Cielo que permanece conmigo. Pero este Cielo dentro de mi ser, exige a menudo de mi fe. Si Dios es conmigo, he determinado que no albergo dudas en mi corazón”1453, por tanto estoy pronta a “entregar a Dios mi voluntad para que se haga su voluntad” 1303.
Jesús nos enseñó que “confiar en el cuidado del Padre celestial, no era un fatalismo ciego y pasivo”. “Su prédica no iba contra la previsión sino contra la ansiedad, la preocupación”1579. “No estés constantemente con ansiedad excesiva en cuanto a tus necesidades diarias. No os atribuléis por los problemas de tu existencia terrestre, en todas estas cosas, orando y suplicando con un espíritu sincero de gratitud, despliega tus necesidades ante los ojos de tu Padre que está en los cielos” 1640.
Jesús, “trató de aclarar que el mundo no debe ser considerado un enemigo, que las circunstancias de la vida constituyen un plan divino que actúa junto con los hijos de Dios”1579, porque “Aislar parte de la vida y llamarla religión es desintegrar la vida y distorsionar la religión” 1124.
“El, valoraba toda la vida y no sólo algunas virtudes especiales”, “no quería sencillamente producir un hombre religioso, un mortal totalmente ocupado con sentimientos religiosos y solo estimulado por impulsos espirituales. Si vosotros hubierais podido verlo, auque hubiera sido una sola vez, habríais conocido que Jesús era un hombre real, de gran experiencia en las cosas de este mundo” 1582.
“La verdadera religión es amor vivo, es una vida de servicio. La separación de la religión, de mucho de lo que es puramente temporal y trivial, no conduce nunca al aislamiento social y no debería destruir jamás el sentido del humor. La religión genuina no quita nada de la existencia humana, sino que agrega nuevos significados a la vida entera, genera nuevos tipos de entusiasmo, fervor y valentía” 1101.
“No olvidéis que es vuestra fe personal en las grandiosas y preciosas promesas de Dios, las que os asegura que participaréis de la naturaleza divina. Así pues, mediante vuestra fe y transformación del espíritu, llegaréis a ser en realidad templos de Dios porque su espíritu vive verdaderamente dentro de vosotros. Si el espíritu vive dentro de vosotros, ya no seréis esclavos encadenados por la carne, sino hijos libres y liberados. La nueva ley os dota de la libertad del autodominio, reemplazando la vieja ley del temor” 1609.
“Jesús deseaba sustituir la idea del reino, cambiar el rey y súbditos por el concepto de familia celestial, Padre celestial e hijos liberados de Dios, ocupados en el servicio voluntario de sus semejantes y en la adoración sublime e inteligente de Dios el Padre” 1860.
“La filiación del reino, desde el punto de vista de la civilización en avance, debería ayudaros a volveros ciudadanos ideales de los reinos de este mundo, puesto que la hermandad y el servicio son el pilar del evangelio del reino. El llamado al amor del reino espiritual, debería actuar como destructor eficaz del impulso al odio de los ciudadanos descreídos y propensos a las guerras de los reinos terrestres” 1930.
“Pero estos hijos que se preocupan de los bienes materiales y se hallan en las tinieblas, no van a saber nunca de vuestra luz espiritual de la verdad, a menos que os acerquéis a ellos con ese servicio social altruista que es la consecuencia natural de rendir los frutos del espíritu en la vida de cada creyente” 1930.
“El hombre bueno, no intenta guardarse la verdad, sino más bien desea donar estas riquezas a sus semejantes, porque esta es la realización de la verdad. El objetivo del verdadero creyente es actuar siempre pero no forzar nunca” 1034.
“Repetidas veces les dijo que no era su deseo que los que creyeran en El se volvieran dogmatizados y estandarizados según las interpretaciones religiosas de los hombre, aun de las de los hombres buenos. Una y otra vez amonestó a los apóstoles contra la elaboración de credos y el establecimiento de tradiciones como medio para guiar y controlar a los creyentes del reino” 1592.
Del mismo modo enseñó que “No hay nada incompatible entre la filiación en el reino espiritual y la ciudadanía del gobierno civil. Es deber del creyente dar al césar las cosas que son del césar y a Dios, las que son de Dios. No puede haber desavenencia alguna entre los dos requisitos, siendo uno material y otro espiritual, a menos que sucediera que un césar presumiese usurpar las prerrogativas de Dios y demandar que se le rindiese homenaje espiritual y adoración suprema” 1929.
Además: “La filiación en el reino, desde el punto de vista de la civilización en avance, debería ayudaros a volveros ciudadanos ideales de los reinos de este mundo, puesto que la hermandad y el servicio son el pilar del evangelio del reino” 1930.
“Jesús se empeñó en aclararles que deseaba que sus discípulos, habiendo probado las realidades buenas del espíritu del reino, vivieran su vida en tal forma, que al contemplarla los hombres se tornaran conscientes del reino y fueran conducidos por esa conciencia a preguntar a los creyentes el camino del reino” 1593.
El mundo está como está porque los que nos llamamos cristianos nos hemos olvidado de vivir el mensaje de Jesús y de vivir nuestra vida como El la vivió. “No podemos aspirar a vivir su vida, pero podemos proponernos que viviremos nuestra vida, como él lo hizo y por los mismos medios que vivió la suya” 1426.
“Puede que Jesús no sea un ejemplo técnico y detallado para todos los mortales de todas las edades en todos los reinos del universo local, pero es perdurablemente la inspiración y el guía de todos los peregrinos al Paraíso, que proceden de los mundos de ascensión inicial a través de un universo de universos y a través de Havona al Paraíso. Jesús es la senda nueva y viviente que va del hombre a Dios, de lo parcial hasta lo perfecto, de lo terrenal a lo celestial, del tiempo a la eternidad” 1426.
Por eso, seguir a Jesús significa compartir personalmente su fe religiosa y entrar en la senda del Maestro de servicio altruista del hombre. De todo conocimiento humano, el que tiene mayor valor, es conocer la vida de Jesús y como él la vivió” 2090.
“Algunos de entre vosotros, podréis no estar a niveles reales del alma y espíritu particularmente elevados, pero estáis progresando diariamente en el camino vivo, que se os ha abierto en dirección a Dios. Existen enormes posibilidades en cada uno de vosotros para el futuro. Es mucho mejor tener una fe pequeña pero viva y en crecimiento, que poseer un gran intelecto con sus ramas muertas de sabiduría mundana y descreimiento espiritual” 1653.
“La actitud al servicio altruista a los hombres y la adoración inteligente de Dios, hará que todos los creyentes del reino se vuelvan mejores ciudadanos del mundo y al mismo tiempo, la disposición de ser un hombre honesto y la devoción sincera a los deberes temporales, hará que ese ciudadano sea más receptivo al llamado espiritual de la filiación en el reino celestial” 1930.
La filiación divina no es contemplativa, sólo en la medida que prediquemos con nuestro ejemplo en la vida diaria, podremos llamarnos con propiedad hijos de Dios y discípulos de Jesús. Nuestras obras, más que nuestras palabras, son las que tienen que dar testimonio de nuestra fe.