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LA SALVACIÓN
“Jesús dijo: no podéis comprar la salvación, no podéis ganar la rectitud. La salvación es un don de Dios y la rectitud es el fruto natural de una vida nacida del espíritu de la filiación del reino. No seréis salvados porque viváis una vida recta, sino que viviréis una vida recta porque ya habéis sido salvados. Habéis reconocido la filiación como un don de Dios y el servicio en el reino, como el gozo supremo de la vida en la tierra. Cuando los hombres creen en este evangelio, que es una revelación de la bondad de Dios, serán conducidos al arrepentimiento voluntario de todo pecado conocido. La comprensión de la filiación es incompatible con el deseo de pecar. Los creyentes de el reino tienen sed de rectitud y hambre de perfección divina” 1683.
El evangelio de Jesús “presenta el alcance espiritual como meta auténtica del vivir. La vida humana recibía una nueva dotación de valor moral y dignidad divina. Enseñó que las realidades eternas, eran el resultado, la recompensa del esfuerzo en la tierra. La estadía mortal del hombre en la tierra adquirió un nuevo significado, como consecuencia del reconocimiento de un destino noble. El nuevo evangelio afirma que la salvación humana es la revelación de un propósito divino, de largo alcance, que debe ser satisfecho y realizado en el destino futuro del servicio sin fin de los hijos salvados de Dios” 1860.
Sin embargo, existe una ley básica de justicia en el universo, que la misericordia encuentra imposible de eludir. No es posible que las generosas glorias del Paraíso sean recibidas por una criatura totalmente egoísta de los reinos del tiempo y el espacio. Ni siquiera el amor infinito de Dios, podrá imponer la salvación de la vida eterna, a una criatura mortal que no elija sobrevivir” 1638. “Los que logran la unión cósmica perduran, en tanto los que no logran esta meta, cesan de ser”670, porque “el ingreso en el reino del Padre es completamente libre, pero el progreso y el crecimiento espiritual en la gracia, es esencial para seguir permaneciendo allí” 1682.
“La salvación se obtiene mediante la regeneración del espíritu y no por las acciones santurronas de la carne. Estáis justificados por la fe y acompañados por la gracia, no por el temor y la abnegación de la carne”1610. “Este concepto de expiación y salvación a base de sacrificios, está arraigado y anclado en el egoísmo. Jesús enseñó : para ser consistentes debéis abandonar todos esos conceptos primitivos, sobre un Dios como un monarca ofendido, gobernante rígido y todopoderoso cuyo deleite consiste en sorprender a sus súbditos en el error y en asegurarse de que sean castigados debidamente, a menos que otro ser, casi igual a él mismo ofrezca sufrir por ellos, morir como sustituto y en su lugar. Toda la idea de rescate y de la expiación es incompatible con el concepto de Dios, tal como lo enseñó y ejemplificó Jesús. El amor infinito de Dios, no es secundario a nada en la naturaleza divina” 2017.
Con estás palabras, Jesús nos está aclarando que la salvación no se obtiene por miedo al pecado, sino por el amor a nuestro Padre, porque “el pecado no es hijo de una naturaleza defectuosa, sino más bien descendiente de una mente conocedora, dominada por una voluntad no sumisa. Sobre el pecado El enseñó que Dios ha perdonado y que nosotros podemos disponer personalmente de ese perdón mediante el acto de perdonar a nuestros semejantes. Cuando perdonas a tu hermano en la carne, creas de esa manera en tu alma, la capacidad para recibir la realidad del perdón de Dios por tus errores” 1861.
“Si quieres realmente triunfar sobre las tentaciones de la naturaleza inferior, debes llegar a ese punto de ventaja espiritual, en el que real y verdaderamente habrás desarrollado interés y amor por esas formas más elevadas e idealistas de conducta y que tu mente desea sustituir por estos hábitos de conducta menos elevados, a los cuales se les llama tentación. Así pues, serás liberado por la transformación espiritual, en vez de cargarte cada vez más, con el peso de la supresión engañosa de los deseos mortales. Lo viejo e inferior, debe ser olvidado mediante el amor por lo nuevo y superior. La belleza siempre triunfa sobre la fealdad, en el corazón de todos los que están iluminados por el amor a la verdad. Hay gran poder, en la energía expulsiva de un afecto espiritual nuevo y sincero. No te dejes conquistar por el mal, sino más bien, conquista el mal con el bien” 1739.
“El proverbio, que contiene mucha verdad dice: que el camino que conduce a la vida eterna es recto y angosto, que la puerta de entrada es así mismo angosta, de manera que, de todos los que buscan la salvación, pocos pueden conseguir entrar por esta puerta, También conocéis una enseñanza de que el camino que conduce a la destrucción es amplio, que la entrada a la misma es ancha y que muchos eligen seguir este camino. Este proverbio indudablemente tiene significado. Pero Jesús dice que la salvación es en primer término, un asunto de selección personal. Aunque la puerta que conduce al camino de la vida eterna sea angosta, es lo suficientemente ancha como para admitir a todos los que buscan sinceramente entrar, porque Yo soy la puerta y el Hijo jamás le negará ingreso a un hijo del universo que por la fe, busca encontrar al Padre a través del Hijo” 1828.
“El Maestro nunca dijo: venid a mí, todos vosotros que sois indolentes y soñadores. Pero dijo muchas veces: venid a mí, todos vosotros que trabajáis y yo os daré descanso y fuerza espiritual. El yugo del Maestro es en verdad fácil de llevar, pero aun así, nunca lo impone, cada uno debe aceptar ese yugo por su propio libre albedrío” 1590.
“La humanidad no asciende sin esfuerzo en el universo, tampoco evoluciona el Supremo sin acción inteligente y propósito. Las criaturas no alcanzan la perfección por mera pasividad, ni tampoco puede el espíritu de la Supremacía, utilizar el poder del Todopoderoso, sin el ministerio y servicio incesante a la creación finita”1284. “Dios y los hombres se necesitan mutuamente. Son mutuamente necesarios para el alcance pleno y final de la experiencia de la personalidad eterna en el destino divino de la finalidad universal”2084, porque “Dios se puede realizar sólo en los dominios de la experiencia humana” 24.
Tenemos entonces que considerar, que nuestra salvación no es un asunto personal que a nadie le importa, sino que ella es necesaria dentro del plan cósmico pues, “la verdadera salvación es la técnica de la evolución divina de la mente mortal, desde la identificación con la materia, a través de los dominios del vínculo moroncial, al elevado estado universal de la correlación espiritual. Así como el instinto intuitivo material, precede a la aparición del conocimiento razonado en la evolución terrestre, también la manifestación del discernimiento espiritual, presagia la aparición posterior de la razón y experiencias moronciales y espirituales, en el programa excelso de la evolución celestial, el asunto de transmutar los potenciales del hombre temporal, en la actualidad y divinidad del hombre eterno, en un finalista en el Paraíso”1138 La salvación del individuo tiene una repercusión cósmica porque “en la medida que el hombre ascendente se acerca interiormente y hacia el Paraíso buscando la experiencia con Dios, del mismo modo se acerca hacia fuera y hacia el espacio, buscando la comprensión energética del cosmos material”1138
“La elección de la criatura de hacer la voluntad del Creador es un valor cósmico y tiene un significado universal, que desencadena inmediatamente una reacción por parte de una fuerza ubicua, pero no revelada de coordinación, probablemente el funcionamiento de la acción en constante ampliación del Ser Supremo” 1288.
“Una mente humana que discierna el bien y el mal y que posea la capacidad de adorar a Dios, en unión con el Ajustador divino, es todo lo que se requiere en ese mortal, para iniciar y fomentar la producción en su alma inmortal, de las cualidades de supervivencia, si ese individuo espiritualmente dotado, busca a Dios y sinceramente desea llegar a ser como él y honestamente elige hacer la voluntad del Padre que está en el cielo”70. No olvidemos que “la adoración es la técnica de buscar en el Único, la inspiración para servir a muchos”1616.
“Para el hombre, la fusión temporal y la unidad resultante con el Ajustador residente, es la síntesis de la personalidad del hombre y la esencia de Dios, lo cual lo transforma potencialmente, en parte viva del Supremo y asegura para dicho mortal, el derecho al nacimiento eterno de la búsqueda interminable de la finalidad del servicio universal para el Supremo y con él” 1172. Esta fusión con el Ajustador, no sólo asegura nuestra salvación como seres humanos, sino también el camino ascendente del propio Ajustador, porque él desciende para ayudar al ser humano y a la vez, asciende en la medida que el hombre evoluciona, porque “se ha otorgado al cuidado del hombre, no sólo la presencia Ajustadora del Padre Paradisíaco, sino también el control sobre el destino de una parte infinitesimal del futuro del Supremo. Así como el hombre alcanza su destino humano, del mismo modo alcanza el Supremo el destino en niveles de deidad”1285.
“El hombre es criatura con libre albedrío, lo que constituye, su mayor oportunidad y su suprema responsabilidad cósmica. De la integridad de la volición humana depende el destino eterno del finalista futuro, de la sinceridad del libre albedrío mortal, el Ajustador divino depende para su personalidad eterna. De la fidelidad de la elección mortal, depende el Padre Universal para la realización de un nuevo hijo ascendente; de la constancia y sabiduría de las acciones y decisiones, depende el Ser Supremo para la actualidad de la evolución experiencial” 1233.
La meditación de estas verdades sublimes, deben motivarnos a seguir llenos de entusiasmo el camino del reino, porque no sólo estamos salvando nuestra alma sino que también, estamos colaborando en el maravilloso plan cósmico, en donde todos y cada uno de nosotros es importante, sin importar nuestra pequeñez, ni nuestro origen animal, porque la guía de nuestro Ajustador nos permite buscar a Dios y ¡ encontrarlo ! y “cuando empecemos a encontrar a Dios en nuestra alma, pronto comenzaremos a descubrirlo en el alma de los otros hombres y a su debido tiempo en todas las criaturas y creaciones de un poderoso universo. Pero no cometáis el error, de probar a otros hombres que habéis encontrado a Dios, no podéis producir conscientemente tal prueba válida, aunque existen dos demostraciones positivas y poderosas del hecho de que conocéis a Dios y estas son:
1.- Los frutos del espíritu de Dios que se muestran en vuestra vida rutinaria y diaria.
2.- El hecho de que todo el plan de vuestra vida, ofrece una prueba positiva de que habéis arriesgado sin reserva todo lo que sois y tenéis, en la aventura de la supervivencia después de la muerte, en perseguir la esperanza de encontrar al Dios de la eternidad, cuya presencia habéis saboreado en el tiempo por anticipado” 1733.
Roguemos para que ambas premisas, lideren nuestra vida y podamos dar los frutos abundantes de la verdad, la belleza, y la bondad y que al ver nuestro ejemplo, muchos otros quieran seguir el Camino.