Indice del sitio
Indice de los estudios


Los Estudios de la Sr. Yolanda Silva

LA SINCERIDAD.


Sinceridad, palabra pequeña y poco usada y que sin embargo tiene gran peso en nuestra evolución, pues si no hay sinceridad en nuestros actos de nada nos sirve el orar y orar, porque “las llaves del reino de los cielos son : sinceridad, sinceridad y más sinceridad.  Todos los hombres poseen estas llaves y los que las usan, avanzan es su estado espiritual, mediante decisiones y más decisiones.  La elección moral más elevada es la elección del valor lo más alto posible y siempre y en cualquier esfera y en todas ellas, consiste en elegir hacer la voluntad de Dios.  Si el hombre así hace esa selección, es grande , aunque sea el ciudadano más humilde de Jerusem o aun el más bajo de los mortales de Urantia” 437.

La sinceridad requiere de un gran compromiso interno para ratificar con nuestras acciones lo que afirman nuestros labios. “Con sus labios este pueblo me honra, pero su corazón está lejos de mí, en vano me adoran, enseñando como doctrina, los preceptos de los hombres”1712.  No podemos decir que amamos a Dios si no amamos a nuestros hermanos, si en nuestro corazón hay rencor, resentimiento.  Esa frase tan común “perdono pero no olvido” es una gran mentira porque perdonar es olvidar la ofensa como si no hubiésemos recibido y como esta mentira son muchas otras con las cuales acomodamos nuestras creencias y nuestro supuesto amor a Dios.

Es en consideración de la técnica de recepción del perdón de Dios que el alcance de la rectitud del reino es revelado.  La fe es el precio que pagas para entrar en la familia de Dios, pero el perdón es el acto de Dios que acepta tu fe como precio de entrada.  Y la recepción del perdón de Dios por un creyente del reino comprende una experiencia definida y real y consiste en seguir cuatro pasos, los pasos del reino de la rectitud interior:

1.-El perdón de Dios, se hace realmente disponible y el hombre lo experimenta personalmente, sólo en la medida en que él mismo perdona a sus semejantes.

2.-El hombre no perdona de verdad a sus semejantes, a menos que los ame como a sí mismo.

3.-Amar a tu prójimo como a ti mismo, es la ética más elevada.

4.-La conducta moral, la verdadera rectitud, se torna entonces en el resultado natural de dicho amor.  1863

“Recuerda siempre que Dios no recompensa al hombre por lo que hace, sino por lo que es, por tanto socorre a tus semejantes sin pensar en recompensas.  Haz el bien sin pensar en beneficiarte”.  “Relaciónate con cada hombre como si estuvieses en su lugar.  Recompensa la injuria con la bondad.  Si amas a la gente, la gente se sentirá atraída por ti y no tendrás dificultad alguna en atraerla”1452,  porque “ningún hombre es extraño para el que conoce a Dios” 1431.

Pero no basta ser sincero al perdonar a nuestros hermanos, así como para poder amar a nuestros semejantes, primero tenemos que amarnos nosotros, también para ser capaz de perdonar a los otros, primero tenemos que ser sinceros en reconocer nuestras culpas, saber pedir disculpas sin sentirnos humillados al hacerlo y luego...perdonarnos a nosotros mismos, porque el sentimiento de culpa invalida e impide el crecimiento espiritual.

Muchas veces en nuestro afán de querer ser sinceros, nos convertimos en personas duras que decimos las verdades sin pensar en el cómo las decimos, olvidamos que otra de las grandes virtudes que Jesús nos enseñó fue el tacto .  En la parábola de la cizaña nos advirtió que teníamos que tener mucho cuidado para sacar la cizaña, pues al hacerlo podíamos arrancar la buena semilla. “Jesús era sincero pero gentil, era franco, pero siempre cordial.  Hablaba libremente de su amor por el pecador y de su odio por el pecado.  Pero a través de esta sinceridad sorprendente, siempre fue infaliblemente justo” 1102.

Muchas veces nos jactamos de ser muy sinceros y que decimos todo lo que pensamos, sin embargo hay que tener en cuenta que “es posible que tu franqueza interfiera con tu habilidad para llevarte bien con tus hermanos.  Deberías aprender, que aun la expresión de un pensamiento bueno, debe ser modulada de acuerdo con el estado intelectual y el desarrollo emocional y espiritual del oyente.  La sinceridad cumple su mejor función en el trabajo del reino, cuando está unida a la discreción” 1961.

“La rectitud de todo acto debe ser medida por el motivo.  Jesús nunca se preocupó por la moral ni la ética como tales.  Se preocupó siempre y plenamente por aquella relación interior y espiritual de Dios, con su Padre, que tan certera y directamente se manifiesta  exteriormente en el servicio amante a los hombres”.  “ La religión del reino es personal, individual, los frutos, los resultados son familiares y sociales” 1862.  Por lo tanto más que en lo que hacemos, debemos poner atención al cómo y al por qué lo hacemos, porque son nuestras intenciones las que serán juzgadas pues “nuestro Padre mira dentro del corazón de sus hijos y los juzga con misericordia de acuerdo con sus intenciones y deseos verdaderos”.  “Vosotros debéis juzgar a vuestros semejantes por sus acciones, el Padre celestial juzga por sus intenciones” 1576.

“El hombre que conoce a Dios, considera a todos los hombres como sus iguales, ellos son sus hermanos.  Los que son egoístas, los que ignoran a sus hermanos en la carne, sólo tienen angustia por la recompensa.  Los que aman a sus semejantes y los que tienen el corazón limpio, verán a Dios porque Dios nunca olvida la sinceridad” 1443. porque “la mojigatería no tiene lugar en una filosofía de un recto vivir”1583.  “ No debéis ser místicos pasivos ni ascetas insulsos”1931 y “en todo lo que hacéis, no os volváis dogmáticos y super especializados” 1726.

“Jesús deseaba desarrollar el discernimiento espiritual para captar las realidades eternas y estimular la iniciativa en la originalidad del vivir, se dedicaba exclusivamente a las necesidades espirituales fundamentales y permanentes de la raza humana.  Exaltaba el amor, la belleza y la bondad como ideal divino y realidad eterna.  El valoraba toda la vida y no sólo unas pocas virtudes especiales” 1583.

La sinceridad, para que sea fructífera requiere de varias cualidades, debe ser sopesada, es decir pensar si nuestro interlocutor está en condiciones morales, emocionales y espirituales de recibir nuestro mensaje.  “No tratéis de mostrar a los hombres las bellezas del templo, antes de llevarles al templo.  Presentad a los hombres a Dios, como hijos de Dios, antes de hablarles de las doctrinas de la paternidad de Dios y de la filiación de los hombres.  No disputéis con los hombres, sed siempre pacientes.  No es vuestro el reino, tan sólo sois sus embajadores” 1593.

La sinceridad requiere de comprensión y empatía, porque de lo contrario puede ser muy destructiva, sólo “cuando veas que un hombre está a salvo y seguro en el reino, recién en ese momento, cuando él venga con sus preguntas, impártele la instrucción relacionada con el avance progresivo del alma dentro del reino”1592.  La sinceridad es igual que la luz, demasiada, enceguece. “Tener sensibilidad y saber responder a las necesidades de los hombres, genera una felicidad genuina y duradera y estas actitudes cordiales a la vez, salvan el alma de las influencias destructoras de la ira, el odio y la sospecha” 1575.

Si no es fácil usar el tacto en la aplicación de la sinceridad con nuestros semejantes, el ser sincero consigo mismo es mucho mas difícil, porque el ser humano es el rey de la simulación y el auto engaño, de allí que la sentencia de Sócrates se haya convertido en toda una filosofía de vida, Conócete a ti mismo,  y para hacerlo, se necesita de voluntad y coraje.  “La valentía de la mente es el tipo más alto de coraje humano porque requiere en la lealtad absoluta a las convicciones esclarecidas de las realidades profundas del espíritu .  Este coraje constituye el heroísmo del hombre que conoce a Dios”1608.  “La verdadera religión está viva.  La cristalización intelectual de los conceptos religiosos es el equivalente de la muerte espiritual” 1120.

“El espíritu libera y el mecanismo limita la función de la libertad.  La elección imperfecta, no controlada por el mecanismo ni identificada con el espíritu es peligrosa e inestable.  El dominio mecánico asegura la estabilidad en detrimento del progreso, la alianza con el espíritu libera la elección del nivel físico y al mismo tiempo asegura la estabilidad divina producida por un mayor discernimiento universal y una mayor compresión cósmica”1302.  En la medida que logro conocer mi microcosmo, me estoy dando la oportunidad de conocer y participar en el macrocosmo.

“El hombre llega a calificarse a sí mismo y no se coarta para llevar las vestimentas de la misericordia, cuando se atreve a amar a sus semejantes, cuando logra el comienzo de la hermandad espiritual, cuando elige tratarlos como le gustaría ser tratado a sí mismo, es porque concibe tratarlos como él concibe que Dios los trataría” 1302.

“Hacéis bien en ser mansos ante Dios y en controlaros ante los hombres, pero haced que vuestra mansedumbre sea de origen espiritual y no la exteriorización engañosa de un sentido auto consciente de superioridad presuntuosa” a veces cometemos la paradoja de ser humildemente orgullosos, agrandamos nuestras faltas para obtener una mayor atención o ser más especiales, por eso Jesús nos alertaba diciéndonos: “Mi Padre desprecia el orgullo, detesta la hipocresía y aborrece la iniquidad.  Es precisamente para acentuar el valor de la sinceridad y confianza perfectas en el apoyo amante y la guía fiel de nuestro Padre celestial que Yo tan frecuentemente uso el ejemplo de un niño, para ilustrar la actitud mental y la respuesta espiritual que son tan esenciales para que el hombre mortal entre en las realidades espirituales del reino de los cielos” 1677.

Pongamos cuidado de no hacernos acreedores de las palabras del profeta Jeremías cuando decía: “Cerca estás tú de Dios en tu boca, pero lejos de Él en tu corazón. Los sacerdotes enseñan por precio y sus profetas adivinan por dinero.  Al mismo tiempo profesan piedad y alegan que el Señor está con ellos.  ¿Acaso no habéis sido puestos en guardia contra los que hablan de paz con sus prójimos, pero la maldad está en su corazón., los que hablan con labios lisonjeros y con doblez en el corazón.?

Podemos engañar a los hombres con nuestra palabrería falsa, pero jamás a Dios, “no os engañéis, no es posible mofarse de Dios, porque lo que el hombre siembra eso también segará”37, por eso no olvidemos que seremos juzgados por nuestras íntimas y secretas motivaciones e intenciones, más que por nuestras acciones.

Démonos el tiempo necesario para estar atentos a lo que sentimos en el interior de nuestro corazón, es la única manera de ser sinceros con nosotros mismos, con Dios y con nuestro prójimo.