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Los Estudios de la Sr. Yolanda Silva

LA  VERDAD  LA  BELLEZA  Y  LA  BONDAD.


Las palabras, no pueden describir la Verdad, porque no hay palabra capaz de expresarla o contenerla, porque la Verdad es Dios mismo, por eso nuestra pobre mente humana es incapaz no sólo de definirla sino lo que es peor, de comprenderla en toda su plenitud.

Lo más nefasto que podemos hacer, es encasillar la verdad en conceptos, religiones o ritos, porque al hacerlo, sólo conseguimos empequeñecerla, mientras nosotros corremos el riesgo de convertirnos fácilmente en prejuiciosos fanáticos e intolerantes.  Son incontables los crímenes que se han cometido y que aun se comenten por defender la Verdad.  “No cometáis el error de tratar de probar a otros hombres que habéis encontrado a Dios, no podéis producir conscientemente tal prueba válida, aun cuando existen dos demostraciones positivas y poderosas del hecho que conocéis a Dios.  Estas son: Los frutos de Dios que se muestran en vuestra vida cotidiana y el hecho de que todo el plan de vuestra vida, ofrece una prueba positiva de que habéis arriesgado sin reserva, todo lo que sois y tenéis, en la aventura de la supervivencia después de la muerte” 1783.

La Verdad debe ser buscada con ahínco, pero no necesita ser defendida por nadie, porque ella es una sola, pero al igual que las cartas del Tarot, tiene muchas caras diversas.  La creencia y la interpretación pueden variar, pero la esencia de la Verdad es inmutable.

Lo habitual, es que la religión se crea depositaria de la Verdad y la imparta a sus fieles, es así como  “los hebreos tenían una religión de sublimidad moral, los griegos desarrollaron una religión basada en la belleza, Pablo y sus asociados fundaron una religión de fe, esperanza y caridad.  Jesús, reveló y ejemplarizó una religión de amor , seguridad en el amor del Padre, con el regocijo y la satisfacción consiguiente, al compartir este amor en el servicio de la humanidad” 1095.

“El científico que investiga, concibe a Dios como la Primera Causa, un Dios de fuerza.  El artista emotivo, ve a Dios como un ideal de belleza, un Dios de la estética.  El filosofo razonador a veces tiende a proponer un Dios universal, incluso una deidad panteísta.  El religioso de fe, cree en un Dios que fomenta la supervivencia, el Padre que está en el cielo, el Dios de amor”68. Todos ellos conciben a Dios, pero cada uno tiene sólo una parte de la totalidad indescriptible de Dios.

La Verdad pues, no se encasilla, no se discute ni mucho menos se puede imponer.  Cuando se ha descubierto una parte de ella, sólo cabe ¡vivirla¡ porque en esencia ella es la voluntad del Padre y está escrita en el libro de la vida cotidiana, está dentro de nosotros porque Jesús nos dijo :  “El reino de Dios está en tu interior.  No debéis de tratar de promulgar la verdad, ni establecer la rectitud por el poder de los gobiernos civiles, ni por la vigencia de las leyes.  Siempre podéis laborar para persuadir la mente de los hombres, pero no debéis atreveros a forzarles” 193.

Cuando la Verdad deja de verse, desde un punto de vista meramente intelectual, sensibilero o tradicional , se convierte en algo existencial, en algo vivo que hace que nuestra vida cambie, porque su revelación permite que despertemos a la realidad y vivamos con plenitud el momento presente, el único que en realidad nos pertenece.

Pero, el ser humano tiene miedo a cambiar y por eso prefiere aturdirse con el consumismo y acallar su conciencia, con el bullicio de las mazas, en vez de poner silencio en su alma y darse el tiempo para descubrir su propia verdad, la cual ciertamente le permitiría contactarse con su Creador.

Si hay tanto oscurantismo y crueldad en el mundo, es porque nos falta el valor y la sensibilidad para reconocer la verdad en la naturaleza, en nuestra vida diaria en vez de ir a buscarla al Tibet o a una iglesia determinada.

Para descubrir la Verdad es preciso limpiar nuestra alma y despojarnos de miedo, del fanatismo, de la descalificación y de prejuicios.  Cuando seamos puros y simples como un niño, la luz de la verdad iluminará toda nuestra vida y seremos capaces de cumplir con la voluntad de Dios, único medio de encontrarnos realmente con Él, crecer en amor y sabiduría.

La búsqueda de la Verdad, requiere también de una gran humildad, porque muchas veces el conocimiento se convierte en orgullo, en luz enceguecedora, que en vez de acercarnos nos aparta de Dios, como le ocurrió a Lucifer de quien se dice  “Su corazón se enalteció con su hermosura, pero su esplendor corrompió su sabiduría” 601.

“La Verdad no puede ser nunca un asunto de mera creencia intelectual, razonamiento filosófico, la verdad es siempre y para siempre, una forma de reaccionar ante las situaciones de la vida, es una especie de conducta.  La Verdad engloba el pensar, el sentir y el actuar con reverencia hacia una realidad que consideramos digna de adoración espiritual” 1780.

Si no eres un evangelista positivo y misionero de tu verdad, te autoengañas y eso que llamas verdad es tan sólo una creencia tradicional o un mero sistema intelectual”.  “Las características sociales de la verdad, es que busca invariablemente, convertir al individuo y transformar el mundo.  La Verdad busca ideales no descubiertos, realidades no exploradas, valores sobrehumanos, sabiduría divina y verdadero alcance espiritual” 1780.

En las enseñanzas de Jesús, está la mejor expresión de la Verdad, porque nos permite buscar a Dios y encontrarlo pero  “ ¿ Estamos dispuestos a pagar el precio de esta entrada en el reino de los cielos .?  ¿ Estamos dispuestos a renacer , a ser rehechos .?  ¿ Estamos dispuestos a someternos a este terrible y agotador proceso de autodestrucción y reconstrucción del alma.?  Acaso el Maestro no ha dicho: el que quiera salvar su vida, tiene que perderla.  No creais que he venido a traer la paz sino más bien la lucha por el alma.  Es verdad que después que paguemos el precio de la dedicación a la voluntad del Padre, experimentaremos una gran paz, siempre y cuando sigamos caminando por los caminos espirituales del vivir consagrado” 1781.

“El amor es la motivación más alta que el hombre puede utilizar en su ascensión en el universo.  Pero el amor si se despoja de la verdad, la belleza y la bondad, es tan sólo un sentimiento, una distorsión filosófica, una ilusión psíquica, una decepción espiritual.

El amor debe ser siempre redefinidos, en los niveles sucesivos de progresión moroncial y espiritual” 2º96.

“La rectitud, implica que Dios es la fuente de la ley moral del universo.  La verdad muestra a Dios como revelador , como maestro.  Pero el amor da y anhela afecto, busca comunión comprensiva , tal como existe entre padre e hijo.  La rectitud puede ser el pensamiento divino, pero el amor es la actitud del Padre, por eso Dios ama al pecador y odia al pecado” 1677.

“La idealización y el intento de servir a la verdad, la belleza y la bondad no es sustituto de la supervivencia religiosa genuina, a la realidad espiritual.  La  sicología y el idealismo, no son equivalentes a la realidad religiosa.  Las proyecciones del intelecto humano, pueden en efecto originar dioses falsos, dioses  a imagen del hombre, pero la verdadera conciencia de Dios reside en el Espíritu residente.

Muchos de los sistemas religiosos del hombre vienen de formulaciones del intelecto humano, pero la conciencia de Dios, no es necesariamente parte de estos sistemas grotescos de esclavitud religiosa.

“Dios no es una mera invención del idealismo del hombre.  Él es la fuente misma de tales visiones y valores superanimales. Dios, no es una hipótesis formulada para unificar los conceptos de verdad, belleza y bondad.  Él, es la personalidad del amor, del cual derivan todas las manifestaciones del universo.  La verdad, la belleza y la bondad del mundo del hombre están unificadas por la espiritualidad creciente de los mortales, que ascienden hacia realidades del Paraíso.  La unificación de la verdad, la belleza y la bondad, tan sólo se pueden realizar, en la experiencia de la personalidad conocedora de Dios” 2095.

“La bondad de Dios se encuentra solamente en el mundo espiritual de la experiencia religiosa personal .  Porque la experiencia religiosa personal consta de dos fases: descubrimiento en la mente humana y revelación por el espíritu divino residente”  40 .

“La mente evolucionada, es capaz de descubrir la ley , la moral y la ética, pero el espíritu otorgado, el Ajustador residente, revela a la mente evolutiva humana, al dador de la ley: el Padre, fuente de todo lo que es verdaderamente bueno y bello.  Un hombre así iluminado, tiene una religión, que está espiritualmente equipada para comenzar la larga y venturosa búsqueda de Dios” 2096.

“El hombre religioso trasciende su medio, y de esta manera escapa a las limitaciones del mundo material presente y mediante su visión del amor superanimal puede encontrar la verdad, la belleza y la bondad.  Cuando la encuentra su abrazo lo glorifica y le consume el deseo de vivirlas en su vida” 2096.  “Jamás se dirá de él, que tiene a Dios en su boca pero no en su corazón” 1677.

“La verdad es coherente, la belleza atractiva, la bondad estabilizadora y cuando estos valores de lo que es real, se coordinan en la experiencia de la personalidad, el resultado es un orden elevado, de amor condicionado por la sabiduría y capacitado por la lealtad.  La realidad es finita en el nivel humano e infinita y eterna en los niveles superiores  y divinos” 43.

“Hermanos míos yo soy un creyente, me he embarcado, me he encaminado con vosotros en esta aventura eterna.  El Maestro dice que el vino del Padre y que nos mostrará el camino.  Estoy plenamente persuadido que él profesa la Verdad.  Por fin estoy convencido que no existen ideales alcanzables de la realidad, ni valores de perfección fuera del <padre eterno y universal.  Y todo esto debe hacérsenos personal, mediante la revelación del Espíritu de la Verdad” 1782.

“Para el hombre finito la verdad, la belleza y la bondad abrazan la revelación plena de la realidad de divinidad.  A medida que esta comprensión y amor de la Deidad encuentra expresión espiritual en la vida de los mortales que conocen a Dios, se producen los frutos de la divinidad: paz intelectual, progreso social, satisfacción moral, felicidad espiritual y sabiduría cósmica.  Los mortales avanzados en un mundo en la séptima etapa de luz y vida han aprendido que el amor es lo más grande en el universo y saben que Dios es amor.  El amor es el deseo de hacer bien a los demás” 648.

La verdad, la belleza y la bondad, serán siempre más una búsqueda que una posesión pero,  “no os desalentéis, la evolución humana sigue progresando y la revelación de Dios al mundo, en Jesús y por Jesús NO FRACASARA”.