Indice del sitio
Indice de los estudios


Los Estudios de la Sr. Yolanda Silva

LA  VOLUNTAD  DE  DIOS.


“No olvidéis jamás que hay tan sólo una aventura que es más satisfactoria y emocionante, que el intento de hacer la voluntad del Dios vivo, y ésta es, la experiencia suprema de tratar honestamente de hacer la voluntad divina.  No dejéis de recordad que la voluntad de Dios puede cumplirse en cualquier ocupación terrenal. No hay vocaciones que sean santas y otras que sean seculares.  Todas las cosas son sagradas en la vida de los que son conducidos por el espíritu, o sea subordinados a la verdad, ennoblecidos por el amor, dominados por la misericordia y controlados por la ecuanimidad y la justicia” 1732.

“Todos nosotros, hemos de vivir de acuerdo con la voluntad de Dios y cada vez que intentamos escapar al deber, que nos impone la vida diaria, fugándonos hacia remotas tentaciones, nos ponemos al instante en manos de aquellas influencias que no están regidas por los poderes de la verdad ni por las fuerzas de la justicia.  Escapar al deber es sacrificar la verdad” 1428.

“Sólo cuando la voluntad del Padre se hace verdaderamente vuestra voluntad, entonces estaréis vosotros en verdad en el reino, porque el reino se ha tornado de esta manera una experiencia establecida en vosotros.  Cuando la voluntad de Dios es vuestra ley, sois nobles súbditos esclavos, pero cuando creéis en este nuevo evangelio de filiación divina, la voluntad de mi Padre se hace vuestra voluntad y seréis elevados a la alta posición de hijos libres de Dios, hijos liberados del reino” 1589.

Cuando la voluntad de Dios se transforma en ley, nos transformamos en niños que necesitamos de la severidad y del castigo, en cambio cuando la voluntad del Padre se transforma en nuestra voluntad, somos adultos con el don del libre albedrío.

Porque “hacer la voluntad de Dios no es ni más ni menos, que una exhibición de la disposición de la criatura a compartir la vida interior con Dios, con el mismo Dios que ha hecho posible esa vida de valor y significado interior de la criatura”.  “La imitación de Dios, es la clave para la perfección, hacer su voluntad es el secreto de la sobrevivencia y de la perfección en la supervivencia” 1221.

“Hay una diferencia entre hacer la voluntad de Dios y ese acto humano de elección que también llamamos voluntad, al respecto, Jesús explicó: La voluntad de Dios es el camino de Dios, el asociarse con la elección de Dios frente a cualquier alternativa potencial.  Hacer la voluntad de Dios, por tanto, es la experiencia progresiva de llegar a parecerse cada vez más a Dios y Dios es el origen de todo lo que es bello y verdadero.  La voluntad del hombre es el camino del hombre, la suma y sustancia de lo que el mortal elige ser y hacer.  La voluntad es la deliberada elección de ser auto consciente que lleva a una decisión y conducta basada en una reflexión inteligente” 1431.

El Padre, como una prueba más, de su inmenso amor nos ha concedido, la prerrogativa de aceptar o rechazar su Voluntad, El quiere que seamos sus hijos, no una oveja que sólo sigue el camino, o un esclavo con inteligencia, pero sin discernimiento.  Dios quiere que si libremente escogemos hacer su voluntad, sea porque confiamos en la grandeza de su amor y porque tenemos la certeza que al hacer su voluntad, siempre, al final del camino nos encontraremos con la verdad, la belleza y la bondad y es entonces cuando podemos decir:  “He aprendido a contentarme con todo, cualquiera sea mi situación”1336, porque “Mi mañana está totalmente en las manos de mi Padre en el cielo” 1436.

“Cuando el hombre consagra su voluntad a hacer la voluntad del Padre, cuando el hombre da a Dios todo lo que tiene, Dios hace que ese hombre sea más de lo que es” 1285.

“Como súbditos de este reino, en verdad debéis escuchar la ley del Gobernante  Universal, pero, cuando, gracias al evangelio del reino que Yo he venido para declarar, vosotros descubrís por la fe, que sois hijos, de allí en adelante no os consideraréis como criaturas sujetas a la ley de un rey todopoderoso, sino como los hijos privilegiados de un Padre amante y divino.  En verdad os digo, que cuando la voluntad del Padre se hace verdaderamente vuestra voluntad, entonces estaréis vosotros en verdad en el reino, que se ha tornado de esta manera, en una experiencia establecida en vosotros” 1589.

“Una personalidad que conoce a Dios y que desea hacer su voluntad, que tiene discernimiento espiritual, es divinamente estable y eternamente existente.  La gran aventura universal del hombre, consiste en el tránsito de su mente mortal desde la estabilidad de la estática mecánica a la mecánica espiritual de la divinidad y logra esta transformación por la fuerza y la constancia de sus propias decisiones y que afectan su personalidad, declarando en cada una de las situaciones de su vida, Es mi voluntad que se haga tu voluntad” 1303.

“Esta elección de la criatura, no es un rendimiento de su voluntad, sino que es una consagración de la voluntad, una expansión, una glorificación y un perfeccionamiento de la voluntad, tal elección eleva a la voluntad de la criatura  del nivel  de  significado temporal, a ese estado más elevado, en el que la personalidad del hijo mortal, comulga con la personalidad del Padre espíritu” 1221.

Dice Jesús; el Padre me ha enviado al mundo para mostraros como desea morar en todos los hombres y guiarlos.  He vivido la vida en la carne para inspirar a todos los hombres para siempre a que también traten de conocer y hacer la voluntad del Padre celestial que en ellos reside” 1712.

Porque “no hay aventura más apasionante en el curso de la existencia mortal, que el regocijo de actuar como socio de la vida material que se une con la energía espiritual y la verdad divina, en una de sus luchas victoriosas contra el error y el mal.  Es una experiencia transformadora, tornarse en canal viviente de la luz espiritual que ha de iluminar al mortal que permanece en la oscuridad espiritual” 1430.

“Si recibís a Dios, como vuestro Padre, de verdad, seréis hijos de Dios y si sois hijos, os encontraréis seguros de vuestra posición  en todo cuanto se refiera a la filiación divina.  Si creéis mis palabras, creéis de este modo en Aquel que me envió y creyendo así en el Padre, os habéis asegurado vuestro estado en la ciudadanía celestial.  Si hacéis la voluntad del Padre en el cielo, no dejaréis jamás de alcanzar la  vida eterna de progreso en el reino divino” 1601.

Porque el reino de Dios tiene dos fases: “el reino de Dios en este mundo, es el supremo deseo de hacer la voluntad de Dios, el amor altruista del hombre que rinde los buenos frutos de una mejor conducta ética y moral.  Segundo: el reino de Dios en el cielo, la meta de los creyentes mortales, el estado en que el amor por Dios se ha perfeccionado y se cumple la voluntad de Dios más divinamente” 1861.

“Todo hijo terrenal que siga la dirección del Espíritu divino, finalmente conocerá la voluntad de Dios y el que se someta a la voluntad de mi Padre, vivirá para siempre. No se os ha aclarado el camino que conduce de la vida terrestre al estado eterno, pero hay un camino, siempre lo ha habido y Yo he venido para hacer nuevo y vivo ese camino.  El que entra en el reino ya tiene vida eterna y jamás perecerá” 1642.

“El Maestro vino para crear en el hombre un nuevo espíritu, una voluntad nueva y para impartir una capacidad nueva para conocer la verdad, experienciar la compasión y elegir hacer la voluntad del Padre”. LU

“Las enseñanzas de Jesús en cuanto a confiar en el cuidado del Padre celestial, no era un fatalismo ciego y pasivo.  Él citaba el viejo proverbio hebreo “el que no trabaja no come”.  Señaló su propia experiencia como ilustración suficiente de sus enseñanzas.  Sus preceptos sobre la confianza en el Padre no deben juzgarse sobre las bases de las condiciones sociales o económicas de los tiempos modernos, ni de ninguna otra época.  Sus enseñanzas abarcan los principios ideales del vivir cerca de Dios, en todas las épocas y en todos los mundos” 1579.

“El hombre semi civilizado, comienza a abrir la puerta del almacén de los secretos de los reinos naturales y  su ciencia está destruyendo lenta, pero eficazmente, sus supersticiones, mientras que al mismo tiempo provee una base nueva y amplia del hecho, para la comprensión de los significados de la filosofía y de los valores de la verdadera experiencia espiritual.  El hombre civilizado, algún día alcanzará un dominio relativo de las fuerzas físicas de su planeta, entonces, esparcirá el amor de Dios en su corazón hacia afuera, en forma eficaz como amor hacia sus semejantes, mientras que los valores de la existencia humana se aproximarán a los límites de la capacidad mortal” 1306.

“Sólo en la perfección, armonía y unanimidad de la voluntad, puede la criatura llegar a ser una con el Creador, y tal estado de divinidad sólo se puede alcanzar y mantener mediante el continuo vivir de la criatura en el tiempo y en la eternidad conformando constantemente su voluntad personal y finita a la voluntad divina del Creador.  Siempre debe ser supremo en el alma y dominar en la mente de un hijo ascendente de Dios, el deseo de hacer la voluntad del Padre” 1434.

Estos altos ideales, no es posible vislumbrarlos, ni menos poder alcanzarlos si no mantenemos una estrecha unión con nuestro Ajustador de pensamiento, porque es él quien nos conduce hacia el Padre porque “la comprensión progresiva de las realidades, es el equivalente de acercarse a Dios”2094.  Hay tres evidencias distintas de la presencia del Ajustador en el espíritu de la mente humana:

1.- La solidaridad humanitaria; el amor.  La mente puramente animal puede ser gregaria para autoprotegerse, pero sólo el intelecto con un espíritu residente, es capaz del auto olvido, del altruismo y de amar incondicionalmente.

2.- La interpretación del universo: la sabiduría.  Sólo la mente, con un espíritu residente puede comprender que el universo se muestra cordial con el individuo.

3.- La evaluación espiritual de la vida: la adoración.  Sólo el hombre con un espíritu residente, puede darse cuenta de la presencia divina y buscar el alcance de una experiencia más plena, como una anticipación de la divinidad” 2094.

“Si el hombre mortal procede en la aventura al Paraíso, sigue los movimientos del tiempo, que fluyen como corrientes dentro del caudal  de la eternidad.  Si el hombre, rechaza la carrera eterna, va en contra de la corriente de los acontecimientos en los universos finitos.  La creación mecánica procede inexorablemente de acuerdo con el propósito en desenvolvimiento tendido por el Padre del Paraíso, pero la creación volitiva, tiene la elección de aceptar o rechazar el papel de la participación de la personalidad en la aventura de la eternidad ”1285.

“El hombre moral no puede destruir los valores supremos de la existencia humana, pero puede muy bien prevenir la evolución de estos valores en su propia experiencia personal.  Cuando el ser humano rehusa de este modo, tomar parte en la ascensión al Paraíso, hasta el punto que el Supremo se encuentra retrasado en obtener la expresión de la divinidad en el gran universo”. 1285

“Porque así como el hombre alcanza su destino humano, del mismo modo alcanza el Supremo, el destino en niveles de deidad” 1285.

¡Qué bueno sería no perder la conciencia de que todos nuestros actos, los buenos y los malos no sólo nos atañen en forma particular, sino a todo el universo porque somos una parte del Todo.!  Por eso,  “Ya no me basta con creer que Dios es el Padre de todo mi pueblo, de ahora en adelante también creeré que Él es mi Padre.  Por siempre trataré de adorar a Dios con la ayuda del Espíritu de la Verdad, que me ayudará cuando yo conozca de veras a Dios.  Pero primero voy a practicar la adoración de Dios aprendiendo a hacer la voluntad de Dios en la tierra, o sea que haré todo lo posible por tratar a cada uno de mis semejantes, tal como yo creo que a Dios le gustaría que yo los tratase” 1454.

“Si vivimos así esta vida en la carne, muchas cosas podremos pedir a Dios y él nos dispensará el deseo de nuestro corazón, para que podamos estar mejor preparados para servir a nuestros hermanos porque todo este amoroso servicio a los hijos de Dios, aumenta nuestra capacidad de recibir y tener la experiencia de gozar de los bienes del cielo” 1454.