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Padre, da luz y sabiduría a los gobernantes de Urantia, para que sean guiados por el amor y el perdón, más que por el odio y las represalias que sólo sembrarían más y más terrorismo y confusión.

Padre, permite que los seres humanos, saquemos una lección positiva de estos acontecimientos negativos, que esta vulnerabilidad material, nos haga poner nuestra confianza en Ti y en los frutos del Espíritu.

Padre, permite que seamos capaces de aceptar la diversidad y que aprendamos a amarnos y respetarnos en medio de ella.

Padre, permite, que así como todo el mundo se unió ante el horror de lo vivido en un sólo país, seamos también capaces de unirnos en el amor, para ser capaces de llegar a formar un sólo gobierno Soberano, como el que Tú, Señor deseas para Urantia.

Padre, te rogamos por tantas víctimas inocentes que están sufriendo la pérdida de sus familiares, dales tu consuelo y que en medio de su dolor, comprendan que la muerte, es sólo un paso a los mundos de estancia.

Padre, perdona a los causantes de tanto daño, hoy al igual que ayer, ellos no saben lo que hacen.  Usan incluso tu nombre, sin poder darse cuenta que es imposible que Tú estés, donde hay destrucción y caos.

Padre,  Tú nos dijiste que “un grupo social de seres humanos que trabajan en armonía coordinada, representa una fuerza mucho más grande, que la simple suma de sus partes”1477 por eso hoy, la familia urantiana del mundo se une, para que cuentes con nuestro amor hacia Ti y hacia nuestro hermanos, queremos ser un fermento vivo, capaz de predicar tu evangelio, más que con nuestro verbo, con el testimonio de nuestra vida diaria.

Padre eterno, danos la fuerza para QUE ASÍ SEA.