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Los Estudios de la Sr. Yolanda Silva

RELIGIÓN  Y  EVOLUCIÓN


En el mundo convulsionado en que vivimos, es mucha la gente que se siente sola, insatisfecha y confundida.  Sienten que sus vidas pasan vertiginosamente, están rodeadas de actividades y de otras personas pero... se sienten solas y con un gran vacío interior, por eso apenas llegan a sus casas encienden el televisor o si son jóvenes ponen el equipo de música a todo volumen, buscan llenar su vacío, aturdiéndose más.  Son muy pocas las personas que asocian su vacío y su insatisfacción a la ausencia de religión y de oración en sus vidas porque desconocen que “es la presencia del Espíritu divino, el agua de la vida, la que previene la sed devoradora del descontento mortal y el hambre indescriptible de la mente humana no espiritualizada”381.  “La religión eficazmente cura el sentido del hombre  de aislamiento ciudadano de un universo nuevo y significativo.  La religión asegura al hombre que al seguir el destello de la rectitud que discierne en su alma, se identifica de esa manera con el plan del Infinito y el propósito del Eterno.  Tal alma, liberada inmediatamente comienza a sentirse cómoda en este universo” 1117.

La oración y la asistencia a la iglesia en sí, no necesariamente lo hacen a uno religioso, porque creer que Dios existe como una formulación abstracta, como se cree en el teorema de Pitágoras, no afecta para nada nuestra vida cotidiana.  Un Dios que existe, pero que no influye en mis actos, es lo mismo que si no existiera.  Dios se convierte en una figura decorativa, en algo intrascendente, aun cuando nuestros labios emitan rezos que digan lo contrario pues “la verdadera religión es discernimiento interior de la realidad, el vástago de la fe de la conciencia moral y no un simple consentimiento intelectual en un cuerpo de doctrinas dogmáticas” 1107.   “La verdadera religión consiste en la experiencia de que el Espíritu mismo da testimonio con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios” 1107.

La religión es primero y ante todo un modo de “Ver”, esta frase puede parecer poco teológica, pero es real en la práctica.  Muchas veces, no está en nuestras manos cambiar los hechos caóticos del mundo en que vivimos, pero sí podemos cambiar el modo en que “ Vemos”  esos hechos.  Si en vez de sumirnos en quejas inútiles sobre la injusticia, nosotros nos esforzamos en ser más justos, estaremos encendiendo una velita en vez de renegar contra la oscuridad.  No es tan importante lo que sucede a nuestro derredor, sino el cómo nosotros lo vemos y el cómo reaccionamos ante lo que sucede.  “El individuo que conoce a Dios, no está cegado por las dificultades ni es inconsciente de los obstáculos que se presentan en el camino para encontrar a Dios en el laberinto de la superstición, la tradición y las tendencias materiales de los tiempos modernos.  El individuo que conoce a Dios se enfrenta a todos los obstáculos y triunfa sobre ellos, los supera mediante su fe viva y alcanza las alturas de la experiencia a  pesar de ellos” 1126.

La religión, se transforma entonces en algo operativo.  Cuando aprendemos a ver a Dios, en los sitios donde nunca antes lo habíamos visto, en las cosas ordinarias del diario vivir, en nuestra capacidad de asombro ante lo que ya creíamos saber, en la sensación interna de sentirnos criaturas finitas, pero hijos de un Padre Infinito que puede darnos las fuerzas que necesitamos cuando debemos enfrentarnos a desafíos que exceden nuestra capacidad humana, cuando sentimos que con “Dios todo es posible”, entonces nuestra conciencia se expande y el mundo tiene sentido porque hemos encontrado el sitio para lo sagrado sin desvincularlo de lo ordinario.  “La comprensión de la religión no será nunca, ni será jamás dependiente de un gran saber o de una lógica ingeniosa.  Es discernimiento espiritual interior” 1107.

Cuando la religión nos permite reconocer la verdad en las cosas no vistas y escuchar los mensajes a través del lenguaje no hablado, se hace algo realmente vivo y trascendente capaz de atravesar sin miedo cualquier tormenta, porque hemos adquirido la capacidad de ver a Dios donde quiera que sea.  “Las religiones más altas, exigen que el corazón humano cambie para satisfacer las demandas de los ideales de la verdadera religión”1781.  Sigmund Freud decía que donde está el ello debe estar el yo. Es decir debemos sustituir el impulso por la elección.  Nuestra fe no debe ser el impulso religioso semanal sino una elección de vida, un compromiso genuino con Dios y con nuestros hermanos. “Por vosotros mismos podéis hacer el más grande de los descubrimientos posibles para el alma humana, como es la experiencia de encontrar a Dios por vosotros y en vosotros mismos y hacer de todo esto, un hecho de vuestra experiencia personal” 1731.  Entonces, Dios deja de ser algo lejano y se transforma en una fuerza y un poder que nos permite seguir adelante a través de todos los peligros y sufrimientos inherentes  al ser humano, porque estar en la presencia de Dios no es estar en el lugar correcto sino de hacer lo correcto.

La religión bien entendida no es una serie de creencias en Dios sino que es el conjunto de momentos de nuestra vida, de las cosas que hacemos, de todo lo que nos sucede, momentos en los cuales nuestro estado de conciencia nos ha permitido estar despiertos para ser capaces de sentir la presencia de Dios.  El siempre está con nosotros, pero nosotros no siempre estamos con Él y sólo cuando somos capaces de encontrar a Dios, es cuando nuestra vida comienza a cambiar.

La promesa de Dios no es que nos liberará de los peligros sino que su mano extendida estará siempre para ayudarnos una y otra vez  a levantarnos.  Él extiende su mano, pero también nosotros tenemos que alzar nuestro brazo para coger su mano.  “Debéis dejar de buscar a Dios tan sólo en las páginas de los viejos libros de autoridad teológica.  Los que han nacido del Espíritu de Dios de ahora en adelante, discernirán la palabra de Dios sea donde fuere que ésta aparezca.  La verdad divina no debe de ser desechada porque el canal de su transmisión sea aparentemente humano.  Muchos de vuestros hermanos aceptan la teoría de Dios con la mente, pero espiritualmente no consiguen comprender la presencia de Dios” 1733.

La presencia de Dios nos da la serenidad para creer que el mundo tiene sentido a pesar del caos.  No desaparecerán los peligros de toda índole que acechan al ser humano, pero si podremos enfrentarlos con valor y aprendiendo que lo que nos pasa, no es el fin del mundo, que son realidades desagradables y angustiantes pero que también son pruebas de las cuales podemos salir fortalecidos si las pasamos con fe y con el convencimiento de que a pesar de todo lo aparentemente negativo, la vida es hermosa y vale la pena vivirla en plenitud, lo cual es posible sólo cuando hemos trascendido el dolor y la injusticia  ayudados por la fe.  Tenemos que aprender a confiar en el mundo, en la gente, pero sobre todo en Dios.  Ver la vida a través de los ojos de la fe nos permite ver más allá de las personas y de las cosas corrientes de la vida.  Ver más allá de las apariencias agudiza no sólo la percepción de nuestros sentidos, sino que desarrolla también la comprensión de nuestra mente para comprender la realidad de las cosas no vistas por el común de los hombres.  La fe nos permite encontrar el significado en el lenguaje simbólico y silencioso de los acontecimientos.

El darnos cuenta de lo que ocurre, nos ayuda a no ser extremistas en nuestros juicios y en nuestras reacciones porque comprobamos que nada es abiertamente malo, ni nada es perfectamente bueno, porque por oscura que sea la noche siempre llega la aurora, al igual que por hermoso que haya sido el atardecer siempre llegan las sombras de la noche.

“Cuando empecéis a encontrar a Dios en vuestra alma, pronto comenzaréis a descubrirlo en el alma de otros hombres y a su debido tiempo en todas las criaturas del universo”1733.  “Vuestra religión se está tornando real, porque está brotando de la esclavitud del temor y de la servidumbre de la superstición.  Vuestra filosofía lucha por emanciparse del dogma y de la tradición.  Vuestra ciencia está empeñada en una contienda a través de las edades, entre la verdad y el error, mientras lucha por liberarse de la servidumbre de la abstracción, la esclavitud de las matemáticas y la relativa ceguera del materialismo mecanicista” 141.

Sólo se evoluciona por el choque de fuerzas opuestas, porque ellas nos obligan a usar nuestra sabiduría oculta en lo más íntimo del ser.  Para comprender la verdad uno debe abrirse, desbloquearse y desprogramarse, dejar de actuar como lo hacemos siempre, cambiar nuestros hábitos porque ellos nos mecanizan, nos duermen.  Creer, no requiere de ningún esfuerzo, evolucionar sí.  Evolucionar es algo que compromete y que produce cambios de toda índole.  Cambiar es desarmar los automatismos, deshacer nuestros núcleos oníricos y los bloqueos emocionales porque si uno está lleno de rencor o de mentira, la mejor de las verdades se va a convertir en mentira.  “El verdadero destino del hombre consiste en la creación de nuevas metas espirituales y luego responder a los atractivos cósmicos de tales metas excelsas, de valor no material” 141.

El camino evolutivo es para quien ha arreglado su situación con la vida, los fracasados no sirven, porque evolucionar es mucho más difícil que ganar dinero.  Se puede pasar por la prueba de una mala situación económica como algo transitorio y puntual, pero no se puede hacer de ella un método de vida, porque para ser espiritual no basta ser bueno, también hay que ser trabajador, acertado y eficiente.  Es en los eventos materiales donde está la espiritualidad porque los problemas sólo se pueden cambiar cuando se asumen.

Cuando Jesús era adolescente se decía de él “Está desarrollando el arte de ajustar sus aspiraciones a las demandas convencionales de los acontecimientos humanos, está a punto de dominar la técnica de utilización de la energía del impulso espiritual para mover el mecanismo del logro material.  Lentamente está aprendiendo a vivir su vida espiritual mientras continúa viviendo su vida terrestre.”1405  ¡ Qué hermoso, consolador y estimulante es comprobar que la evolución no es un don divino sino que es un arte que hay que aprender con mucho esfuerzo y perseverancia.  Jesús, el Hijo de Dios aprendía lentamente a vivir su vida espiritual a través de los acontecimientos convencionales, ésta, es la razón por la cual El quiso ser uno de nosotros, para mostrarnos en la práctica como llegar al Padre y acercarnos a nuestros hermanos.  “Aislar parte de la vida y llamarla religión es desintegrar la vida y distorsionar la religión”.  “El destino de la eternidad está determinado de momento a momento por los logros del vivir día a día.  Las acciones de hoy son el destino del mañana” 557.

Buber define a la religión como una experiencia de Dios  y a la teología como un discurso de Dios y concluye que la diferencia entre la religión y la teología es la diferencia que hay entre cenar y conformarse con leer el menú.

“La religión debe ser por siempre su propio crítico y juez, no puede ser observada, ni mucho menos comprendida desde afuera.  La única seguridad que tienes de un Dios personal consiste en tu propio discernimiento, en cuanto a tu creencia personal y tu experiencia con ella” 1107.

“Las características sociales de una religión consisten en el hecho de que ésta, busca invariablemente convertir al individuo y transformar el mundo”1781. Jesús sabía que cada hombre es distinto a los demás y así se los dijo a sus apóstoles.  Repetidamente les advirtió que “no intentaran moldear a los discípulos y a los creyentes según un modelo preestablecido.  Lo que buscaba era que cada alma pudiera desarrollarse a su propia manera, como individuo distinto y en vías de perfeccionamiento ante Dios.”  El quería “liberar a los hombres para que puedan empezar de nuevo, como niños, una vida nueva y mejor” 1583.

Después de meditar en todo esto, me pregunto ¿ no es hora ya, que dejemos de llamarnos un pueblo religioso y a cambio nos esforcemos de veras por ser hombres y mujeres trabajando cada uno a su manera por su propia evolución espiritual......?