Mndice Del Sitio

Mndice a este estudio

 


Experimentos en Religisn Personal: Estudio VI
Experiencia Religiosa a Travis
de la Felicidad

H. N. Wieman

Traducido por Anibal Pacheco O.

 

El problema personal que tenemos para la experimentacisn en este estudio es doble: (1) ?Csmo podemos aumentar nuestra capacidad para el gozo? (2) ?Csmo podemos preservar nuestro juicio moral crmtico y nuestra aspiracisn espiritual en medio de estas alegrmas? La segunda parte de este problema dual es mucho mas complicada y difmcil que la primera. Se presenta fuera del hecho de que el disfrute de las cosas se asume como una forma de complacencia ; y la complacencia es la muerte de la aspiracisn. Csmo podemos disfrutarla tal cual es, sin deteriorar nuestra aspiracisn por un mundo mejor asm como Dios quisiese que fuese este. Mas no trataremos esta segunda parte de nuestro problema hasta que no hayamos respondido primero la pregunta, csmo aumentar nuestra capacidad para el gozo.

 

1. Csmo Disfrutar del Mundo

Cada uno tiene algo que pueda disfrutar . Que tu tienes y yo no, qui yo tengo y tu no, pero cada uno tiene algo que estara apreciando. Las cosas simples que tenemos en mente asm como las grandes, tales como un buen alimento cuando estan hambrientos, el descanso cuando estamos cansados, los arboles, el cielo, los amigos, las caras felices, y otras cosas similares. La lista de las cosas a disfrutar no tiene fin. Uno puede poder enfermo y no disfrutar los alimentos, pero tiene algo mas. Otros no pueden tener la buena ministracisn de manos cariqosas cuando esta enfermo, pero hay otra fuente de alegrma para il. Nuestro problema es entrar en el aprecio y el goce completos de istos las buenas cosas.  Nuestra felicidad puede ser muchas veces mayor si es que tuviiramos las actitudes mentales que nos permitan apreciar al maximo todas las buenas cosas alrededor nuestro. Mencionemos algunas de las actitudes mentales incorrectas que deben ser corregidas si queremos entrar en la plenitud de esa ALEGRMA que debe ser la nuestra.

Primero esta la sensacisn que tiene alguna gente de que ella no esta teniendo o cumpliendo un cierto requisito moral o religioso cuando ella goza libre y completamente de las cosas simples tales como el alimento, la ropa y el juego. Este sentimiento es correcto solamente cuando los bienes menores nos ciegan a los superiores. Csmo evitar tal ceguera llamara nuestra atencisn mas adelante. Pero cuando tal ceguera no ocurre no hay nada malo en la posibilidad del mas grande disfrute de las cosas simples. Algunas personas tienen el habito mental de condenar las alegrmas simples de manera tan fija que incluso cuando saben que es incorrecto condenarlas que no pueden entrar en ellas con libertad, y asm se daqa su felicidad. Este viejo habito debe ser desechado como cualquier otro mal habito. Hay muchos mitodos para superar un mal habito, uno de ellos es la autosugestisn de la veneracisn.


Un obstaculo mucho mas comzn para el goce de lo bueno y agradable es la preocupacisn y la ansiedad. Estamos tan ansiosos por el futuro que no podemos gozar del presente. Estamos tan temerosos de perder nuestra salud, la comodidad, los amigos, la seguridad o alguna otra buena cosa que no podemos gozar de estas buenas cosas mientras cuando las tenemos. O somos como Marta, tan preocupada de muchas cosas que olvidamos la znica cosa necesaria. La una cosa necesaria es disfrutar del visitante cuando il esta presente con nosotros, si viene en la forma de una puesta del sol, o de un gran arbol , o de ave al cantar, o de un niqo que tira de nuestra mano, o de un fuego agradable en una tarde de invierno, o de otra forma

El obstaculo mas comzn para nuestro goce de las buenas cosas, especialmente en Norteamirica, es nuestro incansable esfuerzo tras algo azn no logrado. Hay veces en que debemos estar preocupados en el esfuerzo. Un cirujano involucrado en una operacisn delicada no puede al mismo tiempo gozar de una puesta de sol. Un hombre que lucha para salvar a otro de ahogarse no puede escuchar la dulce mzsica de las aves. La vida debe tener sus estaciones de lucha inflexible cuando los ojos se alejan de todas las cosas dulces y encantadoras alrededor nuestro para poder alcanzar algo que todavma no se ha logrado.
Pero estar absortos en aquello que todavma no se logra no debe hacernos quedar insensibles a lo que ocurre alrededor nuestro. No debemos quedar absortos en la realizacisn del niqo al buen hombre que no podamos apreciar y gozar al niqo tal cual es. No debemos estar tan atentos en llegar al extremo de la galerma y no poder gozar de los cuadros que vemos al pasar. No debemos estar preocupados en obtener el dinero para un mejo hogar y no gozar del hogar que tenemos ya. No debemos ser tan enirgicos en nuestro esfuerzo de llegar al fin correcto durante el viaje y no gozar de il mientras vamos adelante. No debemos intentar alcanzar de manera tan difmcil algzn objetivo o ixito inasequible que destruyamos el valor de cada ixito que logremos.
La znica manera de solucionar este problema esta a travis del mitodo de la alternancia. Las estaciones de esfuerzo y de aspiracisn despuis de lo inasequible deben alternarse con estaciones de goce de las buenas cosas. Despuis de que el cirujano haya terminado la operacisn il debe tomar un momento en que pueda gozar de la puesta de sol. Despuis de la terrible lucha del hombre al ahogarse, debe dejar un momento para que pueda escuchar a las aves

Esta relajacisn y goce del momento actual, este aquietarse de las acometidas y de los esfuerzos producto de algo que esta mas alla de nosotros, esta alegrma de la vida a nuestro alrededor debe ser cultivada. Quizas la mayorma de los norteamericanos necesitan cultivar este lado de la vida mas que cualquier otro. Un buen mitodo para cultivarla es salir a caminar por el parque o a campo abierto en una tarde agradable, solo o con algzn amigo muy querido e mntimo con quien no necesites hablar a menos que lo necesites hacer. Una caminata semejante junto a alguien o solo en la quietud del atardecer es el mejor tiempo para cultivar la actitud de relajacisn. Uno puede darse dosis regulares de esta clase de tratamiento. Realmente para esta ipoca es tan necesario como el tratamiento midico para la ipoca de la enfermedad fmsica.

 

El cuarto gran obstaculo para la alegrma es la envidia. No podemos gozar de nuestra propia ropa si es tan buena como la de otra persona. No podemos gozar de nuestro trabajo porque no nos parece tan honorable como el de otra persona. Nuestro ixito no parece ser tan grande como el de otra persona, por lo tanto es amargura lo que sentimos en la boca mas bien que dulzor. Deseamos lo que tienen otros, y luego no podemos disfrutar de lo nuestro. El Viqedo de Nabot, debido a que le pertenece a il y no a nosotros, destruye toda la alegrma que podrmamos tener en nuestros propios acres. Luego damos vuelta la cara y no comeremos ningzn pan, como el rey Ajab.


Los hombres han encontrado alegrma en toda clase de condiciones. Si no podemos regocijarnos en las cosas que cada hombre tiene para gozar, entonces estamos sufriendo de cierta perversisn en la actitud mental. ?Por qui no conseguimos mas alegrma de la vida? ?Por qui no entramos en esa plenitud del gozo la cual Jeszs dijo que il nos deseaba? La falta es nuestra. Nosotros destruimos nuestra propia felicidad. ?Csmo? Por un habito Puritano errado el cual no nos dejara entregarnos a la alegrma de la hora presente. O por cierta ansiedad y preocupacisn que nos tiene en sus garras y no nos dejara ir. O por un habito de esfuerzo vigoroso el cual ha llegado a ser tan fijo como una actitud mental que no podemos expulsar en los permodos de relajacisn que deberma alternarse con permodos de esfuerzo. O por la envidia de lo que otras personas tienen.

2. Csmo Curar la Actitud de Matar el Gozo

Hemos sugerido algunas medidas para curar Puritanismo errado y ese vigor que se convierte en una enfermedad. Pero podemos delinear ahora el principio para la curacisn de todas estas cuatro enfermedades. El mitodo de curacisn es comprobar cual es la actitud correcta la cual es el opuesto exacto de tu actitud incorrecta, y rezar por il persistente y regularmente dma por dma hasta que crezca dentro de ti. Si la actitud incorrecta es un Puritanismo equivocado, la actitud correcta y opuesta serma una aceptacisn y apreciacisn gozosa de todas las cosas buenas. Si la actitud incorrecta es la preocupacisn, la correcta serma la adaptacisn pacmfica a cada condicisn cambiante tal como se presente, con la preparacisn flexible para usar y gozar al maximo lo que pueda acontecer. Si la actitud incorrecta es el esfuerzo habitual que no puede relajar, lo correcto serma el completo descanso y el autoabandono a la hora de la relajacisn. Si la actitud incorrecta es la envidia, lo correcto es autoidentificacisn con la alegrma y el ixito del otro de modo que su bien se convierta en el tuyo tambiin.


3. Csmo Preservar el Juicio Moral Crmtico y la Aspiracisn Espiritual en Medio de Nuestras Alegrmas

Una vida que desborde de alegrma por las cosas buenas de este mundo, tal como nosotros hemos sugerido, opacara la agudeza de nuestro juicio moral y arrastra hacia abajo la aspiracisn mas elevada a menos que en medio de nuestro gozo reunamos cuatro requerimientos.

El primer de estos cuatro es mantenernos intensamente conscientes de las posibilidades insondables del bien que son inherentes a este mundo actual a pesar de todo su mal. Lo segundo es ser profundamente sensible al hecho de que este mundo real esta inconmensurablemente degradado y maldito respecto de esas posibilidades de bien las cuales le son inherentes. El tercer requisito es que usemos este actual mundo como material  a travis del cual construyamos ese otro mundo mejor. Esto significa que debemos entrar en la experiencia mas completa y mas rica de este mundo, entrando en todas sus alegrmas asm como en sus dolores; ya que solamente mientras lo experimentemos, lo conocemos, lo dominemos y lo usemos, entonces podremos hacerlo mejor. Si no entramos en el aprecio completo de las alegrmas de este mundo actual, incluso sus dolores y males, cortamos el suministro, la simiente, la palanca y el alimento a travis del cual solamente podemos hacer real ese otro mundo mejor.

 

El cuarto y zltimo y el mas grande requisito de todos que se deben satisfacer si nosotros deseamos gozar del mundo de una manera espiritual es mantenernos constantemente preparados para hacer cualquier sacrificio cuando tal sacrificio signifique ser la mejor cosa que podemos hacer para producimos ese otro mundo mejor. Pero debemos entender lo que significa el sacrificio. No consiste en ser desgraciado. Justamente consiste en lo opuesto. Consiste en tomar el dolor, pena, pirdida y la muerte y transformarla en alegrma y bondad haciindolas contribuir al logro del mejor mundo que es el Reino de Dios. Tal es la manera que Jeszs reunis el dolor, la pena y la muerte, y asm el pudo ver el trabajo de su alma y estar satisfecho.

 

  Cualesquiera sacrificio que no se haga como contribucisn al fin elevado de lograr un mundo mejor, cualquier sacrificio que sea hecho simplemente para demostrar nuestra propia justicia o expresar nuestra condenacisn del mal esta errado , inztil y absurdo; es positivamente malo. El sacrificio que Jeszs recomends fue, que no perdiiramos nuestra vida, sino que debemos perderla para salvarla. El sacrificio que il recomends nunca fue msrbido. Nunca rechaces una alegrma a menos que el rechazo de ella rinda una mayor alegrma. Eso es qui lo que significa perder la vida para salvarla.

 

Con esta comprensisn del sacrificio podemos decir que la preparacisn para tal sacrificio en toda ocasisn es necesaria si queremos gozar del mundo de una manera espiritual. Sin la preparacisn para tal sacrificio las alegrmas del mundo torceran nuestro juicio moral, pervertiran nuestra aspiracisn espiritual y nos cegaran a esas extensas posibilidades que constituyen el reino de Dios. Con este sacrificio, y solo con este, podemos entrar en esa medida completa de alegrma que Jeszs conocma y que il quiso para nosotros 

 

Hemos sugerido dos clases de experimentos personales en religisn. Un tipo tuvo que ver con el cultivo de nuestra capacidad para gozar de las buenas cosas de la vida. El otro tuvo que ver con preservar nuestro juicio moral y nuestra aspiracisn en medio de estas alegrmas.