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El Desarrollo de La Fe y la Ciudadanía Cosmica

por David Kantor
La P
rimera Conferencia Nacional de lectores de El libro de Urantia en México
el 10 de abril de 2001

el Monasterio Benedictino Nuestra Señora de los Ángeles
Ahuatepec, Morelos


Los contenidos de este estudio

Introducción
Las Preguntas
Fe, la preocupación final
La fe y la incertidumbre, el reisgo y la valentía
La Fe y la Comunidad
La Fe y la Creencia
La Fe, el Amor y la Acción
Los elementos de preocupación religioso, el contenido de la fe

Las Etapas de Fe

La fe de la etapa 1
La fe de la etapa 2
La fe de la etapa 3
La fe de la etapa 4
La fe de la etapa 5
La fe de la etapa 6

Pasando a través de las etapas
Conclusión



Nota: La siguiente presentación se basa en el trabajo del Dr. James Fowler, descrito en su libro "Las Etapas de la Fe". El trabajo de Fowler se basa en las teorías de la etapa psicológica y maduración social desarrolladas por Eric Erickson, Jean Piaget y Lorenzo Kohlberg. Tomando sus trabajos he tratado de armonizarlos con el material relacionado al crecimiento espiritual del Libro de Urantia y principalmente, con el ascenso hacia los círculos psíquicos de la conciencia del vínculo progresivo de la actualidad cósmica del Ser Supremo. Además, tiene un material remarcable sobre la naturaleza de la fe según lo desarrollado por el Dr. Paul Tillich en su tesis "Dinámicas de la Fe. "

Introducción

Saludos, lectores de El libro de Urantia, buscadores de las realidades espirituales. Quisiera dar la bienvenida a todos ustedes a este acontecimiento histórico, la primera Conferencia Nacional de Lectores del Libro de Urantia en México. Quisiera agradecer al Sr. Agustín Arellano y a todos los otros lectores que trabajaron para hacer esto posible. Me gustaría también agradecer a cada uno de ustedes por tomar tiempo de sus ocupadas vidas para estar aquí. Espero que ustedes quiten esta reunión con la intención de dedicarse profundamente a buscar, en su vida personal, la voluntad del Padre. Confío en que ustedes volverán a sus hogares con un deseo más profundo de trabajar por la expansión del reino del Padre y la propagación de la revelación en nuestro mundo. Y finalmente, rezo para que durante esta semana cada uno de ustedes establezcan amistades con otros trabajadores del reino que le ayudarán en el trabajo que se necesita realizar.

El tema de esta reunión es “Fe”. Todos en esta sala hemos comenzado el viaje de la fe; un viaje cuya destinación comprendemos es la presencia del Padre Universal, que por naturaleza propia la realidad suprema, la belleza suprema, la bondad suprema, la verdad suprema y amor divino. Mientras que nuestras creativas imaginaciones espirituales nos proporcionan  la intuición de la naturaleza del objetivo de nuestro viaje de fe, a veces nos encontramos desconcertados y confundidos con respecto a la mejor manera de lograr ese objetivo. 

Hoy, quisiera compartir con ustedes un mapa de las porciones de este viaje que, muy probablemente, encontraremos durante nuestras vidas en este mundo.

Si supiéramos algo sobre el camino que viene, el que se enrolla a través de estas abruptas colinas de opciones morales, quizás estaríamos mejor preparados para ocuparnos de la incertidumbre y  dificultad que el Libro de Urantia garantiza encontraremos en este viaje.

Revisaremos algunos de los fundamentos básicos de la fe espiritual, y luego compartiré con ustedes el mapa de nuestro viaje, el cual nos muestra varias etapas de la fe que, muy probablemente, encontraremos durante nuestro recorrido de niño a adulto. 

El libro de Urantia se refiere a este proceso como la pendiente a través de los círculos psíquicos, el camino que nos guía desde los primeros momentos de circunspección en la niñez a una ciudadanía concienzuda en el universo en la vida adulta. Es importante entender que esta pendiente a través de los círculos psíquicos se relaciona a la integración de la personalidad con el ser Supremo. Por lo tanto, el crecimiento a través de los círculos psíquicos implica el logro de niveles cada vez más complejos en la interacción social.

El libro dice que,

"El universo es un todo; ninguna cosa y ningún ser existe o vive de manera aislada. La auto-realización es potencialmente dañina si es antisocial. Es literalmente cierto que: "Ningún hombre vive para sí mismo." La socialización cósmica constituye la forma más elevada de unificación de la personalidad. Jesús dijo: "Aquél de vosotros que quiera ser el más grande, que sea el servidor de todos." 647:5  56:10.14

Como seres humanos, cada uno de nosotros tiene muchas preocupaciones que exigen atención en nuestras vidas cotidianas. Nos preocupan nuestras necesidades de abrigo, alimento, ropa, seguridad económica para nuestras familias, la educación y salud de nuestros niños. Nos preocupamos por asuntos sociales y políticos. Y nosotros aquí en esta sala compartimos algunas preocupaciones por nuestra vida espiritual y por nuestra relación personal con Dios.

Para ayudarnos a pensar en estos asuntos, quisiera compartir algunas preguntas con ustedes. Éstas son preguntas a las cuales usted debe contestar por sí mismo. Sus respuestas le ayudarán a obtener una perspectiva más profunda en los elementos primordiales de su vida espiritual.                                                     

Las Preguntas

1. ¿En la vida diaria, a que tareas usted dedica su mejor tiempo, energía y pensamiento?
2. ¿Cuáles son las causas, sueños, metas o instituciones a las cuales usted contribuye con su tiempo o esfuerzo creativo?
3. ¿A medida que usted vive su vida, en qué poder o poderes se confía o tiene confianza?
4. ¿A Qué o a quién usted está comprometido en esta vida? ¿Y en la muerte?
5. ¿Con quién o con qué grupo usted comparte las más sagradas y privadas esperanzas de su vida y de la vida de aquellos que usted ama?
6. ¿Cuáles son sus esperanzas más sagradas, sus metas más determinantes y el propósito fundamental en su vida?

Con estas preguntas, tenemos la intención de ayudarle a estar más consciente de esas realidades que, verdaderamente, son el centro de su vida y rigen su atención creativa.

Intentemos resumir todas estas preguntas en otra pregunta. ¿Cuál es el valor central, o conjunto de valores, por los cuales todas sus otras situaciones en la vida han sido evaluadas o sometidas?, Dicho de otra manera,  “¿Cuál es su preocupación final en la vida?                                                                        

¿Estructura usted su vida alrededor de las necesidades de su trabajo o carrera? ¿Evalúa usted todo basándose en cómo le afectará económicamente? ¿Basa usted las decisiones más importantes de su vida en lo que usted cree que la gente de su comunidad pueda pensar de usted? ¿Su vida se estructura alrededor de las necesidades de su familia?

Piense en su vida religiosa como la devoción con la cual usted persigue lo que es de gran importancia para usted, y que usted cree que le otorgara satisfacción y significado a su vida. Su religión personal puede ser enteramente material, social o espiritual, pero cada uno de ustedes tiene elementos en sus vidas que se persiguen con una devoción religiosa. Como la tarea del crecimiento religioso se relaciona a la ciudadanía cósmica y a la integración de la personalidad, hay que cerciorarse de que esos valores centrales a los cuales estamos consagrados, nuestras preocupaciones finales, sean verdaderamente de naturaleza espiritual y cósmica. La razón de esto es asegurarse de que no desarrollemos nuestras vidas alrededor de un fenómeno temporal en el universo, que algún día, se derrumbará y nos impondrá comenzar todo de nuevo.

El libro dice que,

 “La religión no es una función específica de la vida; más bien es una forma de vida. La verdadera religión es una devoción incondicional a una realidad que el religionista considera de valor supremo para él y para toda la humanidad. Las características sobresalientes de todas las religiones son: lealtad incondicional y devoción sincera a los valores supremos. Esta devoción religiosa a los valores supremos se demuestra en la relación de la madre supuestamente no religiosa hacia su hijo y en la lealtad ferviente de los no religiosos a una causa abrazada." 1100:3  100:6.1

Si evaluamos cuidadosamente estas preguntas, se darán una idea de cómo es su vida religiosa personal cuando ésta es evaluada basándose en las ideas del libro de Urantia. De acuerdo al Libro de Urantia, la experiencia religiosa personal, los comportamientos con los cuales usted persigue cualquier realidad que usted juzgue de valor supremo, constituyen en sí su vida religiosa. Desde una perspectiva psicológica, a lo que usted esté divinamente consagrado realiza el papel de Dios.

A lo que usted está divinamente consagrado puede ser su carrera, su cuenta bancaria, su familia, su imagen social, o el rol que usted desempeña en una institución u organización humana.

Tan importante como cada una de éstas son, si se tratan como el mero centro de nuestras vidas, llegarán a ser idólatras ya que toman una posición en nuestras vidas internas que debería ser dominada por nuestra relación personal con el Padre y el deseo de realizar su voluntad.

Esto no quiere decir que debemos sacrificar estos elementos importantes y necesarios en nuestras vidas personales. Lo que se requiere, es que los subyuguemos a la búsqueda de la voluntad del Padre. Esto quiere decir, que cuando tomemos decisiones relacionadas a nuestra vida familiar, nuestras carreras, nuestras necesidades económicas, nuestro rol en la sociedad,  aprendamos  a tomarlas estando conscientes de la búsqueda sincera de la voluntad del Padre, de nuestra consideración hacia Dios y de nuestro deseo de realizar su voluntad en todas las cosas que deben convertirse en nuestro valor supremo. Así, nuestra experiencia espiritual puede coordinar e integrar todas las preocupaciones que nos afectan en nuestra vida diaria.

Dada esta comprensión de la vida religiosa, ¿Qué es la fe?. ¿ Por qué es importante?. ¿Cómo crece y se desarrolla durante el transcurso de la vida humana?

Fe, la preocupación final

¿Qué es la fe?, Para nuestra discusión de hoy, consideraremos la fe como nuestras actitudes de devoción, que son para nosotros de gran preocupación en la vida.

En este mundo desarrollado y altamente competitivo, el éxito económico es el Dios a quien mucha gente es fiel. Quizás van a la iglesia todos los domingos y se consideran religiosos, pero su preocupación final es el éxito económico.

La fe es un estado de estar verdaderamente preocupado, la naturaleza de la creencia de algunos es significativa en la vida del creyente, pero no importa en la definición formal de la fe.

En la página 1780 leemos,

 “El objeto de la devoción religiosa puede ser material o espiritual, verdadero o falso, real o irreal, humano o divino. Las religiones, por consiguiente, pueden ser buenas o malas.” 1780:5  160:5.3

Y en la página 1088,

 “Muchos reconstructores sociales individuales, aunque repudian vehementemente a la religión institucionalizada, son después de todo, altamente religiosos en la propagación de sus reformas sociales. Así la motivación religiosa, personal y más o menos no reconocida, juega un papel importante en el programa actual de reconstrucción social. La gran debilidad de todo este tipo de actividad religiosa no reconocida e inconsciente yace en que es incapaz de aprovecharse de la crítica religiosa abierta y por lo tanto de obtener niveles beneficiosos de autocorrección. Es un hecho que la religión no crece a menos que se vea disciplinada por la crítica constructiva, ampliada por la filosofía, purificada por la ciencia, y alimentada por el compañerismo leal." 1088:7  99:3.6

La fe no es un acto de la mente racional, no es una creación de la voluntad. Ni tampoco, es un acto del inconsciente. Pero si es un acto en el cual elementos racionales e irracionales de nuestro ser son superados. La fe existe antes que cualquier tentativa de derivarla de algo más, ya que cualquier tentativa es en sí misma un indicador de la existencia de la fe.

Nuestro conocimiento que de alguna manera pertenecemos al infinito, nos conduce hacia la fe espiritual genuina. La fe es similar al amor que no poseemos amante como una propiedad, sino que más bien lo descubrimos como una cualidad de nuestras relaciones interpersonales. Aprendemos a como realzar el amor y a como aumentar su presencia a través de la lealtad y dedicación. La fe es así; no podemos poseerla como una propiedad sino que la experimentamos como una cualidad de nuestra orientación hacia lo que es nuestra preocupación final. Al igual que en el caso del amor, aprendemos a como realzar y aumentar el poder de la fe a través de la lealtad y dedicación. La fe ha sido descrita como “la pasión infinita”; pero es una pasión por el infinito.

En la fe verdadera la preocupación final es una preocupación que es realmente final. En la fe idólatra las realidades finitas se elevan al nivel final. La consecuencia ineludible de la fe idólatra es una decepción profunda, una decepción que penetra directamente en el corazón de nuestra existencia. La fe idólatra encuentra su centro principal en algo que está más o menos en la periferia. Por lo tanto, la dedicación a la fe idólatra conduce a una pérdida del centro y a una perturbación de la personalidad. Incluso, el carácter estático de una fe idólatra puede ocultar esta consecuencia, solamente por un cierto tiempo; pero tarde o temprano sale al descubierto.

Aquel que entra en la esfera de la fe entra en el santuario de la vida. Donde hay la genuina fe espiritual, existe una conciencia de santidad.

El corazón humano anhela el infinito porque es allí donde nuestra naturaleza finito desea quedarse. En el infinito, es donde el finito ve su realización completa. La sensación de ser consumido en la presencia de lo divino es una expresión profunda de nuestra relación con lo santo. Se sobreentiende en cada acto genuino de fe, en cada estado de preocupación final.

En muchas de las tradiciones religiosas de nuestro mundo, se cree que lo divino tiene un aspecto creativo como así mismo un aspecto destructivo. El mejor ejemplo de esto es Shiva, el divino hindú cuya danza eterna representa simultáneamente la creación y destrucción del cosmos. Para esta discusión, nos referiremos a estos dos aspectos como a los aspectos de santidad divina y diabólica. Con esto en mente, lo “divino” es caracterizado por la victoria de lo creativo sobre la posibilidad destructiva de lo santo; lo “diabólico” es caracterizado por la victoria de lo destructivo sobre la posibilidad creativa de lo santo.

Nuestra preocupación final puede destruirnos como también puede sanarnos. Pero nunca podemos estar sin una preocupación final. La prueba final es determinar si nuestra preocupación final nos ayudará a integrarnos al cosmos o si nos llevará a crear separación y aislamiento.

La fe y la incertidumbre, el reisgo y la valentía

Un acto de fe es un acto de un ser finito que está tratando de orientarse con respecto al infinito. Es un acto finito con todas las limitaciones de un acto finito. La fe está segura, hasta el momento,  que es una experiencia divina. Pero la fe no está segura, hasta el momento, que el infinito al cual está relacionada sea comprendido por un ser finito. Este elemento de incertidumbre en la fe no puede ser destituido, al contrario, debe ser aceptado. Y el elemento en la fe que acepta esta incertidumbre es la valentía.

La fe incluye un elemento de una conciencia inmediata que da certeza, y un elemento de incertidumbre. Aceptar esto es valentía. En una situación valiente de la incertidumbre, la fe muestra, lo más visiblemente posible, su carácter dinámico. Donde hay audacia y valentía, existe siempre la posibilidad de un fracaso. Y en cada acto de fe esta posibilidad está presente. El contenido de nuestra preocupación final, así sea nuestra nación, nuestro éxito material, o el Dios mismo, son las preocupaciones donde su verdadera naturaleza puede que no esté accesible a la conciencia inmediata. Pero el riesgo debe, absolutamente, ser tomado.

Existe riesgo si lo que era considerado como una cuestión de preocupación final resulta ser una cuestión de preocupación temporal o transitoria; como por ejemplo, el logro del estatus social. El riesgo a la fe en la preocupación final de algunos es si lo que era considerado como una cuestión de preocupación final demuestra ser una cuestión de preocupación preliminar y transitoria. Esto es, por cierto, el riesgo más grande que podemos tomar en nuestra vida. Si resulta siendo un fracaso, si en lo que nos hemos consagrado resulta haber sido una creación temporal de nuestra imaginación, el significado de nuestra vida se derrumbará; dándonos cuenta que nos hemos entregado a algo que no era digno de tal entrega.

La forma más destructiva de incertidumbre no es una incertidumbre sobre los hechos o conclusiones. La incertidumbre genuinamente escéptica es realmente una actitud de rechazar la posibilidad de que podemos estar seguros de algo. Es una incertidumbre acerca de si es o no posible comprender algo como verdad. Por lo tanto, no puede ser rebatido lógicamente. Tal actitud conduce necesariamente a perder la esperanza o al cinismo. Y a menudo, si esta alternativa llega a ser insoportable, conduce a la indiferencia y a la tentativa de desarrollar una actitud de completa apatía. Puesto que el hombre es un ser que, esencialmente, se preocupa de su ser, tal escape finalmente llega a derrumbarse. La incertidumbre escéptica puede servir como una función despertadora y libertadora, pero también puede prevenir el desarrollo de una personalidad centrada.

"La fe es para la religión lo que las velas para un barco; es un aumento de poder, no una carga adicional de la vida. Sólo hay una lucha que tienen que sostener los que entran en el reino, y es el buen combate de la fe. El creyente sólo tiene que librar una batalla, y es contra la duda —contra la incredulidad." 1766:4  159:3.8

Pero la incertidumbre cual es una parte de cada acto de fe y no se trata de una incertidumbre escéptica. Es la incertidumbre normal y sana que acompaña cada riesgo. Claro que no sabemos si algunos cuestiones son o no verdaderas o falsas; pero si estamos conscientes del elemento de inseguridad en cada concepto que intentamos elevar el nivel de la verdad existencial.

Al mismo tiempo, la incertidumbre que, es una parte de la fe, acepta esta inseguridad y la toma en sí misma como un acto de valentía. La fe incluye valentía. Por lo tanto, puede incluir la incertidumbre sobre nosotros mismos. Cualquier acto de valentía, donde se acepta el riesgo, es un indicador de la existencia de la fe.

"La incertidumbre con seguridad es la esencia de la aventura al Paraíso —incertidumbre en el tiempo y en la mente, incertidumbre en cuanto a los acontecimientos del ascenso progresivo al Paraíso; seguridad en el espíritu y en la eternidad, seguridad en la confianza no cualificada del hijo criatura en la compasión divina y el infinito amor del Padre Universal; incertidumbre como ciudadano inexperto del universo; seguridad como hijo ascendente en las estancias del universo de un Padre todopoderoso, omnisapiente y omniamante."  1223:3  111:7.1

La Fe y la Comunidad

Esta semana tendremos una presentación en el tópico de la fe y la comunidad, así que haré solamente algunos pequeños comentarios acerca de este tópico. Para explorar el contenido de nuestra fe necesitamos el  lenguaje y las historias. El lenguaje religioso de historias sagradas se crea en la comunidad de los creyentes y no puede ser comprendido completamente fuera de esta comunidad. Pero dentro de la comunidad, el lenguaje religioso permite al acto de la fe realizar un contenido más rico ya que incorpora la experiencia integrada de muchos buscadores de la verdad. La fe necesita su lenguaje; sin lenguaje ni historias, la fe no podría estar consciente de sí misma. Ésta es la razón por la que las comunidades de la fe son tan importantes.

Cuando participamos en grupos de estudio, no sólo estudiamos el Libro de Urantia, sino que también nos enteramos de las experiencias e intuiciones de otras personas; lo que nos enriquece y contribuimos a la fortificación de la fe a través de la manera en que participamos.

"El crecimiento espiritual está mutuamente estimulado por la asociación íntima con otros religionistas. El amor provee el terreno para el crecimiento religioso —un aliciente objetivo en lugar de la gratificación subjetiva— que sin embargo otorga la satisfacción subjetiva suprema. Y la religión ennoblece la rutina común de la vida diaria." 1094:2  100:0.2

El problema que se presenta aquí es que la comunidad en sí, con sus propias necesidades y atracciones, corre el peligro de reemplazar la vida de la fe. Las comunidades de los creyentes del Libro de Urantia deben desarrollarse de una manera que faciliten la relación con Dios y con cada uno de los participantes. El desafío para la comunidad es aprender a cómo movilizar la fe en los corazones de los creyentes sin una obsesión ideológica y sin convertirse en un reemplazo idólatra de la fe espiritual que condujo, originalmente, a la creación de la comunidad.

La paz religiosa —la fraternidad— nunca puede existir a menos que todas las religiones estén dispuestas a despojarse por completo de toda autoridad eclesiástica, y a abandonar plenamente todo concepto de soberanía espiritual. Sólo Dios es el soberano espiritual. 1487:1  134:4.4
No podéis conseguir la igualdad entre las religiones (la libertad religiosa) sin guerras religiosas, a menos que todas las religiones estén dispuestas a transferir toda la soberanía religiosa a un nivel sobrehumano, a Dios mismo. 1487:2  134:4.5
El reino de los cielos en el corazón de los hombres creará la unidad religiosa (no necesariamente la uniformidad) porque todos y cada uno de los grupos religiosos, compuestos por tales creyentes religiosos, estarán libres de toda noción de autoridad eclesiástica —de soberanía religiosa. 1487:3  134:4.6
Dios es espíritu, y Dios confiere un fragmento de su ser espiritual para que resida en el corazón del hombre. Espiritualmente, todos los hombres son iguales. El reino de los cielos está desprovisto de castas, de clases, de niveles sociales y de grupos económicos. Todos vosotros sois hermanos. 1487:4  134:4.7
Pero en cuanto perdáis de vista la soberanía espiritual de Dios Padre, alguna religión empezará a afirmar su superioridad sobre las otras religiones. Entonces, en lugar de paz en la tierra y de buena voluntad entre los hombres, empezarán las disensiones, las recriminaciones e incluso las guerras religiosas, o al menos las guerras entre los practicantes de la religión. 1487:5  134:4.8
Los seres dotados de libre albedrío que se consideran como iguales, a menos que reconozcan mútuamente estar sometidos a alguna soberanía superior, a alguna autoridad que esté por encima de ellos, tarde o temprano se sienten tentados a probar su capacidad para conseguir poder y autoridad sobre otras personas y grupos. El concepto de igualdad no aporta nunca la paz, excepto cuando se reconoce mútuamente una influencia supercontroladora de soberanía superior. 1487:6  134:4.9

Otro problema que afrontan las comunidades de creyentes tiene que ver con la fe y la incertidumbre dentro de la comunidad misma. La pregunta es, si el concepto dinámico de la fe es incompatible con la comunidad que necesita manifestaciones de credo o si confía en la creencia compartida para el mantenimiento de la coherencia social. Tal situación conducirá a problemas si se excluye el elemento de incertidumbre. El concepto de “infalibilidad” de una decisión de un consejo, un obispo o un libro excluye la incertidumbre como elemento de la fe en aquellos que se someten a estas autoridades. Quizás deben luchar dentro de ellos mismos sobre su sometimiento; pero después que hayan tomado la decisión, no pueden admitir ninguna duda  sobre las declaraciones infalibles de las autoridades. Tal fe se ha convertido en estática, una sumisión sin preguntas, no sólo a lo final sino que también a su expresión simbólica según lo formulado por las autoridades religiosas.

De esta manera algo preliminar y condicional, la interpretación humana del contenido de la fe, es tratada como si fuera final y es elevada encima del riesgo de la duda. Ésta es una fe idólatra, ya que su objetivo es una formulación humana, la que es simplemente representativa del infinito, pero no del infinito mismo.

Cuándo hablo del “contenido de la fe,” me refiero a las historias, a los rituales de expresión y a otros factores que nos permiten socializar nuestra experiencia de fe,  para compartirla con otros viajeros de este recorrido.  El "objeto de la fe" es el infinito; el "contenido de la fe" consiste en las historias que nos narramos y a otros sobre la naturaleza del infinito.

El orgullo y fanatismo son los síntomas inequívocos de la incertidumbre que ha sido reprimida. La incertidumbre se supera no por la represión sino por la valentía. La valentía no niega que existe incertidumbre sino que la acepta como expresión inevitable de su inhabilidad de atrapar completamente el infinito. La verdadera valentía no necesita la seguridad de una convicción indiscutible o creencia. La verdadera valentía nos permite vivir con el riesgo, sin el cual la vida creativa no es posible. La fe viviente no se trata de una certeza insegura, sino que más bien se trata de un atrevimiento de valentía que acepta la posibilidad de un fracaso.

Cuando hablamos de la posibilidad de un fracaso, en lo que concierne a la fe, es importante entender que el riesgo verdadero de la fe está en el dominio de lo que hemos elegido creer que es verdadero sobre la realidad, como resultado de nuestra experiencia de la presencia del infinito. Siempre existe la oportunidad que nuestra creencia se ha construido sobre suposiciones erróneas, o que ha sido creada por necesidades insatisfechas de nuestro subconsciente.

Sin un elemento de incertidumbre perdemos el poder de tener una fe capaz de accionar una búsqueda interminable por la verdad, lo que incluye una continua evaluación crítica, el desecho de ilusiones y la reestructuración del contenido de la fe. Aunque estamos equipados para proseguir la búsqueda del infinito mismo, nos paralizamos envolviendo nuestras vidas en un conjunto de creencias que representan simplemente el infinito.

Las comunidades de fe deben estar seguras de incluir los medios para la crítica y la corrección de uno mismo. En la página 1089 el Libro de Urantia indica que “la Religión se puede mantener libre de alianzas seculares no divinas,  solamente a través de... una filosofía críticamente correctiva”.  En esta misma sección los reveladores sugieren protegerse contra el fanatismo “a través de la compensación de la actitud mental científica”.   El libro dice que, "La religión puede mantenerse libre de las alianzas seculares profanas sólo mediante. . . . Una filosofía críticamente correctiva."  1089:1  99:3.9

Uno de los grandes peligros en la formación de comunidades religiosas es una parálisis del crecimiento espiritual, lo que ocurre cuando miembros de la comunidad construyen sus identidades sociales fuera del rol que se imaginan desempeñando dentro de la comunidad. El genuino crecimiento espiritual exigirá eventualmente el abandono de la identidad basado en el rol desempeñado en los sistemas sociales humanos.

La Fe y la Creencia

Una de las más comunes interpretaciones erróneas de la fe es considerarla como un acto de conocimiento que tiene un bajo grado de evidencia. En esta situación, estamos hablando más bien de “una creencia” que de una fe.  Muy a menudo, esto toma la forma de un tipo de conocimiento que no sólo tiene un bajo grado de evidencia, sino que también es apoyado por las autoridades religiosas. En este caso, se supone que un acto de voluntad del creyente debe compensar por la carencia de evidencia para apoyar dicha creencia.

El Libro de Urantia tiene una sección entera dedicada a este tópico empezando en página 1117.

"La creencia llega al nivel de la fe cuando motiva la vida y da forma a la manera de vivir. La aceptación de una enseñanza como verdadera no es fe; es meramente creencia; tampoco lo es la certidumbre ni la convicción. Un estado mental llega a los niveles de fe tan sólo cuando domina efectivamente la manera de vivir. La fe es un atributo vivo de la experiencia religiosa personal genuina. Una persona cree en la verdad, admira la belleza y reverencia la bondad, pero no las adora; esta actitud de fe salvadora está centrada solamente en Dios, quien es todas estas cosas personificadas e infinitamente más. 1114:5  101:8.1
"La creencia es siempre limitadora y astringente; la fe es expansiva y liberadora. La creencia fija, la fe libera. Pero la fe religiosa viva es más que la asociación de creencias nobles; es más que un sistema exaltado de filosofía; es una experiencia viva que comprende los significados espirituales, los ideales divinos y los valores supremos; es conocedora de Dios y servidora del hombre. Las creencias pueden volverse posesiones del grupo, pero la fe ha de ser personal. Se pueden sugerir las creencias teológicas a un grupo, pero la fe puede únicamente surgir en el corazón del religionista individual. 1114:6  101:8.2
"La fe traiciona su confianza cuando presume negar realidades y conferir sobre sus devotos un conocimiento asumido. La fe traiciona cuando fomenta la traición de la integridad intelectual y menosprecia la lealtad a los valores supremos y a los ideales divinos. La fe nunca escapa del deber de solucionar los problemas del vivir mortal. La fe viva no fomenta el fanatismo, la persecución ni la intolerancia. 1114:7  101:8.3
"La fe no encadena la imaginación creadora, tampoco mantiene un prejuicio irrazonable hacia los descubrimientos de la investigación científica. La fe vitaliza la religión y obliga al religionista a vivir heroicamente de acuerdo con la regla de oro. El fervor de la fe está de acuerdo con el conocimiento, y sus impulsos son el preludio a la paz sublime. 1115:1  101:8.4

A través de la fe religiosa, el alma del hombre se revela a sí misma y demuestra la divinidad potencial de su naturaleza emergente por la forma característica en que induce a la personalidad mortal a reaccionar ante ciertas situaciones intelectuales y sociales difíciles y de prueba. La genuina fe espiritual (conciencia moral auténtica) se revela en que: 1108:3  101:3.4

1. Ocasiona el progreso de la ética y de la moral a pesar de las tendencias animalísticas inherentes y adversas.
2. Produce una confianza sublime en la bondad de Dios aun frente a un amargo desencanto y una derrota total.
3. Genera profundo valor y confianza a pesar de la adversidad natural y la calamidad física.
4. Exhibe un aplomo inexplicable y una tranquilidad constante a pesar de la presencia de enfermedades desconcertantes y aun de sufrimiento físico agudo.
5. Mantiene un aplomo misterioso y un equilibrio de la personalidad frente al maltrato y las injusticias más flagrantes.
6. Mantiene una confianza divina en la victoria final a pesar de las crueldades de un hado aparentemente ciego y de la aparente indiferencia total al bienestar humano de las fuerzas naturales.
7. Persiste en la creencia indestructible en Dios a pesar de todas las demostraciones contrarias de la lógica y resiste con éxito todos los demás sofismas intelectuales.
8. Continúa exhibiendo una fe infalible en la supervivencia del alma a pesar de las enseñanzas engañosas de la ciencia falsa y de los delirios persuasivos de una filosofía defectuosa.
9. Vive y triunfa a pesar del peso demoledor de las civilizaciones complejas y parciales de los tiempos modernos.
10. Contribuye a la supervivencia continuada del altruismo a pesar del egoísmo humano, de los antagonismos sociales, las avideces industriales y los desajustes políticos.
11. Se adhiere en forma inquebrantable a la creencia sublime en la unidad universal y en la guía divina a pesar de la presencia desconcertante del mal y del pecado.
12. Continúa adorando a Dios a pesar de todo y de cada cosa. Se atreve a declarar "aunque me matare, seguiré sirviéndole".

La Fe, el Amor y la Acción 

La preocupación por la fe es idéntica al deseo de amar; la unión con la cual uno pertenece y con la cual uno se siente separado.  Podríamos incluso preguntarnos si, “¿Existe esa cosa llamada amor sin fe?”. Evidentemente, existe el amor sin la aceptación de doctrinas; la fe como conjunto de doctrinas aceptadas y defendidas no produce actos de amor. Pero la fe como el estado de estar fundamentalmente preocupados, involucra el amor, el deseo y ansiedad hacia la unión con lo que nos  sentimos separados. Mientras más amor haya presente, más fe ha conquistado sus posibilidades diabólicas e idólatras. Una fe idólatra que otorga suma importancia a una preocupación preliminar está en contra del resto de las preocupaciones  preliminares y excluye relaciones de amor entre los representantes de diferentes convicciones. El fanático no puede amar al que está en contra de su fanatismo. La fe idólatra debe reprimir las incertidumbres que caracterizan la prominencia de algo parcial a un nivel de suma importancia.

Por último, debemos entender que la fe como un estado de estar sumamente preocupados tiende la mano hacia el mundo exterior en forma de acción. Esta es la fe que intenta transformar y unir a Dios todo lo que está o parece separado de él.

"Si me amas, Pedro, apacienta mis corderos. No descuides ayudar a los débiles, a los pobres y a los jóvenes. Predica el evangelio sin temor ni favor; recuerda siempre que Dios no hace acepción de personas. Sirve a tus semejantes como yo te he servido; perdona a tus compañeros mortales como yo te he perdonado. Que la experiencia te enseñe el valor de la meditación y el poder de la reflexión inteligente." 2047:6  192:2.2

"Si algo se ha vuelto una religión en vuestra experiencia, es evidente que ya sois evangelistas activos de esa religión, puesto que considerais al concepto supremo de vuestra religión como digno del culto de toda la humanidad, de todas las inteligencias del universo. Si no sois evangelistas positivos y misioneros de vuestra religión, os engañais a vosotros mismos, puesto que lo que llamais religión es tan sólo una creencia tradicional o un mero sistema de filosofía intelectual. Si vuestra religión es una experiencia espiritual, el objeto de vuestra adoración debe ser la realidad espiritual universal y el ideal de todos vuestros conceptos espiritualizados. Todas las religiones que se basan en el miedo, la emoción, la tradición y la filosofía, las denomino religiones intelectuales, mientras que las que se basan en la verdadera experiencia espiritual, las denominaría religiones verdaderas. El objeto de la devoción religiosa puede ser material o espiritual, verdadero o falso, real o irreal, humano o divino. Las religiones, por consiguiente, pueden ser buenas o malas."  1780:5  160:5.3

Los elementos de preocupación religioso, el contenido de la fe

La fe nunca se experimenta sin tener en cuenta un contenido. Se experimenta, con y a través del contenido  -- las ideas, las historias, el lenguaje, las creencias, y los rituales de una comunidad de creyentes. Solamente una mente analítica puede entender el contenido intelectual y social de la fe como algo que es diferente a la experiencia espiritual de la fe.  

El Libro de Urantia contiene historias sobre realidad, las que nos ayudan a entender nuestra experiencia de fe, estando relacionadas al universo de las personalidades.  Muchas personas en nuestro mundo usan historias de la Biblia para ayudar a entender cómo la fe se relaciona a la vida diaria.

Lo que es importante valorar, es que el objetivo de nuestra experiencia de fe es infinito. Las historias con las cuales procuramos entender y expresar socialmente estas experiencias de fe son finitas. Por lo tanto, debemos estar conscientes, desde el principio, que nuestras historias, nuestras comprensiones, nuestras revelaciones, nunca lograrán, completamente, expresar lo que ellas prueban. Es un hecho que, debido a nuestra finitud extrema como seres humanos, cualquier manera en la cual tratemos de simbolizar el infinito va a ser muy limitada.

El Libro de Urantia se refiere a estas comprensiones como los “marcos universales”.

"Si todas las mentes, superiores o inferiores, no tuvieran la habilidad natural de construirse un marco universal dentro del cual poder pensar, los intelectos parciales, incompletos y evolutivos se encontrarían impotentes en el universo maestro, serían incapaces de formar el menor modelo de pensamiento racional. Si la mente no puede llegar a unas conclusiones ni penetrar hasta los verdaderos orígenes, entonces infaliblemente imaginará las conclusiones y se inventará los orígenes con el fin de poder pensar de manera lógica dentro del marco de esos postulados creados por la mente. Aunque estos marcos universales donde las criaturas pueden pensar son indispensables para las operaciones intelectuales racionales, todos son erróneos en mayor o menor grado, sin ninguna excepción.

"Los marcos conceptuales del universo sólo son relativamente verdaderos; son unos armazones útiles que al final deben dejar paso a la ampliación de la comprensión cósmica creciente. Las maneras de entender la verdad, la belleza y la bondad, la moral, la ética, el deber, el amor, la divinidad, el origen, la existencia, el propósito, el destino, el tiempo, el espacio, e incluso la Deidad, sólo son relativamente exactas. . . .  El hombre tiene que pensar dentro de un marco universal mortal, pero esto no significa que no pueda imaginar otros marcos más elevados donde pueda tener cabida el pensamiento." 1260:2  115:1.1

En algunos minutos, cuando discutamos las etapas de la fe, veremos que la pendiente hacia los círculos psíquicos implica moverse con una serie de marcos del universo. Vivimos dentro de cada uno de ellos durante un periodo, aprendiendo y creciendo, pero tarde o  temprano un determinado marco del universo se rompe y debemos continuar hacia otro más amplio donde podamos experimentar un mayor crecimiento.

Uno de los grandes peligros de la vida religiosa es que podemos confundir muy fácilmente un determinado “marco universal” como la realidad misma. Ésta es la base de los conflictos y guerras religiosas. Cuando tenemos una experiencia de la presencia del Dios, esta experiencia puede haber sido posible gracias a la relación que tenemos con un libro, con una persona, con un lugar, con un objeto, con una pieza musical, casi todo es capaz de mediar la presencia de Dios hacia nosotros. Los problemas comienzan cuando confundimos el medio con el cual la presencia de Dios es experimentada por la experiencia misma.

Estos conceptos deben ayudarnos a entender la naturaleza de la incertidumbre. Una vez que hayamos emprendido el viaje de la fe, el cual corre peligro cuando nos encontramos dudando, es el contenido de nuestra fe. Puede ser que nos encontremos preguntándonos si, “¿El Libro de Urantia realmente contiene la verdad sobre la realidad?”, como también, nos podemos preguntar si, “¿La Biblia realmente contiene la verdad sobre la realidad?”. Podemos tener dudas  si un libro determinado es o no una guía fiel en la cual podemos confiar para conducirnos a nuestro objetivo. Pero el hecho de que tales dudas nos disturban es la prueba misma, que la fe está presente en nuestras vidas, estamos sumamente preocupados incluso cuando experimentamos incertidumbre sobre la manera en la cual entendemos o expresamos nuestra implicación con esa preocupación final.

Si entendemos esto, y si entendemos lo que nos advierte el Libro de Urantia sobre “la relatividad del “marco universal”, podemos más fácilmente apreciar el porqué una búsqueda despiadada por la verdad, debe ser siempre nuestro principio de guía. Si realmente estamos creciendo en nuestra experiencia de fe, atravesaremos un gran número de “marcos universales” durante nuestra vida mortal, cada uno de ellos, proporcionará un ambiente conceptual dentro del cual podemos experimentar el crecimiento, pero cada uno de ellos representa un peligro de convertirse en un sustituto idólatra del objetivo transcendental de la fe, un sustituto idólatra que puede prevenir la continuación del crecimiento.

El resto de mi presentación estará dedicado a compartir con ustedes la correspondencia del mapa de la fe que mencioné anteriormente. Revisaremos las varias etapas de la fe a través de las cuales pasamos en nuestro viaje mortal. También consideraremos las crisis psicológicas y espirituales que caracterizan las transiciones entre estas etapas.

"Las perplejidades religiosas son inevitables; no puede haber crecimiento ninguno sin conflicto psíquico y agitación espiritual. La organización de una norma filosófica de vida supone una conmoción considerable en los dominios filosóficos de la mente. No se ejercitan lealtades a favor de lo grande, lo bueno, lo verdadero y lo noble en ausencia de la lucha. El esfuerzo se dirige a aclarar la visión espiritual y a aumentar la compenetración cósmica. Y el intelecto humano protesta cuando se le quitan energías no espirituales de existencia temporal. La mente indolente animal se rebela ante el esfuerzo necesario para luchar con la solución de problemas a nivel cósmico." 1097:6  100:4.2

Encontraremos que el crecimiento significativo implica el estar dispuesto a experimentar la dificultad.

Las Etapas de Fe

Estas etapas que les voy a describir son muy generales, sólo describen lo que, comúnmente, le sucede a la mayoría de la gente. No todo el mundo se ajusta a este modelo. También, cuando indico las edades en las cuales estas varias etapas son más propensas a suceder, estoy generalizando; ya que ellas señalan cuando una etapa determinada es más probable de suceder y no indican una edad máxima del momento en el cual una persona hará la transición a la etapa siguiente. Algunas personas pasan a través de todas las etapas; otras pasan lentamente a través de ciertas etapas pero no  todas; otras, se quedan estancadas en una etapa determinada y nunca pasan a la siguiente.

También es importante apreciar que estas etapas se refieren a actitudes de fe que dominan el proceso de la toma de decisiones de la personalidad. Por ejemplo, una persona puede tener una creencia intelectual que todos los hombres y las mujeres en el mundo son hermanos y hermanas en la familia del Padre, pero no todos esos creyentes alcanzarán la etapa de fe en la cual sus decisiones cotidianas serán regidas por esta creencia. Una persona puede estar intelectualmente fascinada con el concepto de la ciudadanía cósmica, pero esto no significa que la identidad ha sido transformada para que todas las decisiones, que afectan el bienestar de otras personas, sean tomadas sobre esta base.

"Las llaves del reino de los cielos son: sinceridad, más sinceridad, y más sinceridad. Todos los hombres poseen estas llaves. Los hombres las usan —avanzan en estado espiritual— mediante decisiones, más decisiones y más decisiones. La elección moral más elevada es la elección del valor más alto posible, y siempre —en cualquier esfera, en todas ellas— eso consiste en elegir hacer la voluntad de Dios. Si el hombre así hace esa selección, es grande, aunque sea el ciudadano más humilde de Jerusem o aun el más bajo de los mortales en Urantia." 435:7  39:4.14


Otra vez, puede ser provechoso pensar en estas etapas como “marcos universales” a través de  las cuales pasamos mientras experimentamos el crecimiento religioso.
Aquí encontrará un resumen de las etapas básicas.

Etapa de Fe

Edad Promedio de Entrada

Círculo Psíquico
(página 1209)

Distinciones de la Etapa

Etapa de la Regla de Oro
(página 1949)

Etapa de filosofía
(página 1114)

Etapa 1

3 años

Séptimo

Conciencia  de la Moralidad Personal

   

Etapa 2

Llegada del Ajustador

   

Nivel 1

Nivel 1

Etapa 3

Adolescencia hasta una Temprana Edad Adulta

       

Etapa 4

Temprana Edad Adulta hasta los Cuarenta

Tercero

Conciencia de los Sistemas Sociales

Nivel 2

Nivel 2

Etapa 5

Los Cuarenta

Segundo

 

Nivel 3

Nivel 3

Etapa 6

De los Cuarenta para arriba

Primero

Conciencia de la Ciudadanía Cósmica

Nivel 4

Nivel 4


Nótese que también podemos correlacionar los niveles de la Regla de Oro, así como los círculos psíquicos con estas etapas de desarrollo.

Dije que podíamos considerar cada una de éstas etapas como un “marco universal” particular. Lo que significa que cada una de estas etapas pueden considerarse como un ambiente que consiste en propósitos y  valores, el ambiente interno, desde donde conducimos los asuntos de nuestra vida.  Para esta discusión, consideraremos estas etapas de desarrollo religioso, estos “marcos universales”, como definidos por cinco factores. Éstos son:

1. Valores Personales
2. Valores Sociales
3. Historias Sostenedoras
4. Experiencias de Fe
5. Desafíos de Fe 

Fe Primaria: Las fundaciones de la personalidad en la aventura de la fe (desde la infancia al comienzo del aprendizaje del lenguaje)

La fundación para la experiencia religiosa humana se establece en los primeros años de vida. Durante este período el recién nacido desarrolla una orientación básica a la realidad, lo que condiciona toda experiencia subsiguiente. En esta etapa, el niño está desarrollando actitudes básicas hacia la vida, las que pueden ser dominadas por la confianza y esperanza o por desconfianza y miedo.

Estas actitudes básicas que aparecen en la vida humana antes del comienzo de la fe, se establecen casi exclusivamente como resultado de la relación entre el recién nacido y la persona que lo cuida. Los que cuidan al niño son la influencia más grande en la vida del niño. El tipo de relación que el niño forma con la persona que los cuida influenciará grandemente sobre el tipo de relación con Dios, la  que será formada más adelante en la vida.

El Libro de Urantia se refiere a la paternidad como a “la responsabilidad suprema de la existencia humana”. Jesús “acentuó la vida familiar como el deber humano más importante”.

En la página 1922 podemos leer sobre una conversación que Jesús tuvo con John Mark.

"Durante más de una hora, Jesús y Juan continuaron esta conversación sobre la vida familiar. El Maestro siguió explicándole a Juan que un niño depende totalmente de sus padres y de la vida asociada en el hogar para formarse sus primeros conceptos sobre todas las cosas intelectuales, sociales, morales e incluso espirituales, puesto que la familia representa para el niño pequeño todo lo que puede conocer al principio sobre las relaciones humanas o divinas. El niño debe obtener, de los cuidados de su madre, sus primeras impresiones sobre el universo; depende totalmente de su padre terrenal para sus primeras ideas sobre el Padre celestial. La vida mental y emocional de los primeros años, condicionada por estas relaciones sociales y espirituales del hogar, determina si la vida posterior del niño será feliz o infeliz, fácil o difícil. Toda la vida de un ser humano está enormemente influida por lo que sucede durante los primeros años de la existencia." 1922:3 177:2.5

A estas alturas de la vida, la semilla de confianza, valentía, esperanza y amor se deben nutrir en un ambiente en el cual el miedo al abandono, las inconsistencias y las carencias pueden estar presentes. La calidad de la interacción personal, la fuerza de confianza, la autonomía, la esperanza y la valentía desarrollada durante este período apoyan todo lo que viene más adelante en el desarrollo de la fe.

Una vez que el niño comienza a desarrollar sus habilidades de lenguaje, la capacidad de utilizar símbolos para comunicarse y emprender un juego ritual, las puertas se abren para el verdadero comienzo de la aventura de la fe.

La fe de la etapa 1

La fe en imágenes construidas mentalmente por uno mismo y que representan el sentimiento sobre la vida y las actitudes hacia la persona que nos cuida (a partir de aproximadamente 3 años de edad hasta la llegada del Ajustador del Pensamiento).

La formación de imágenes que representan el sentimiento y elementos de poder en la vida del niño ocurre en esta etapa. La experiencia de fe en esta etapa consiste en el grado el cual el niño confía en estas imágenes construidas por sí mismo para representar la realidad.

Valores personales de la etapa 1

En esta etapa, los valores personales se centran completamente alrededor de las necesidades de uno mismo.

Valores sociales de la etapa 1

En esta etapa, aprendemos a cómo manejar la vida imitando a las personas que nos cuidan. Somos increíblemente influenciados por sus ejemplos, ánimos, acciones y los personajes de las historias que nos narran.

Las ideas de justicia e imparcialidad se ven en términos de castigo y  recompensa.

En esta etapa de desarrollo utilizamos las nuevas herramientas desarrolladas de comunicación y representación simbólica para organizar nuestra experiencia sensorial en unidades de significado. Durante este período suponemos, indiscutiblemente, que las experiencias y opiniones que tenemos de algún fenómeno representan la única perspectiva disponible y que esta perspectiva es compartida por todos.

Historias sostenedoras de la etapa 1   

La imaginación, estimulada por historias, los gestos y símbolos, y no todavía controlados por el pensamiento lógico, combinados con la opinión y sentimientos para crear las imágenes duraderas que representan el poder protector y amenazador en la vida del niño. Estas historias ayudan al niño a ordenar sus sentimientos y opiniones.

El regalo o la fuerza recién desarrollada en esta etapa es el nacimiento de la imaginación, la capacidad de unificar y acaparar el mundo de la experiencia en poderosas imágenes, cuando se le presentan historias que resuenan con el entendimiento y sentimientos intuitivos del niño hacia su ambiente social.

Experiencia de fe de la etapa 1

La fe se experimenta como la confianza en las personas que nos cuidan. Las creencias y actitudes de los miembros de nuestra familia, son inconscientemente asimiladas. Hay una creencia inocente y textual en la realidad de estas historias

"Dad a cada niño creciente la oportunidad de cultivar su propia experiencia religiosa; no debéis forzarlo a una experiencia adulta ya hecha. Recordad, el progreso año por año a través de un régimen de enseñanza establecido no significa necesariamente progreso espiritual y menos aún crecimiento espiritual. La ampliación del vocabulario no significa el desarrollo del carácter. El crecimiento no está auténticamente indicado por los meros productos sino más bien por el progreso. El crecimiento educativo verdadero está indicado por la elevación de los ideales, la mayor apreciación de los valores, los nuevos significados de los valores y una lealtad aumentada a los valores supremos." 1094:5  100:1.3

 "Aunque los Ajustadores se ofrecen como voluntarios para el servicio tan pronto como los pronósticos de la personalidad están retransmitidos a Divinington, no se asignan hasta que la personalidad de los sujetos humanos toman su primera decisión moral. . . . Los Ajustadores llegan a sus sujetos humanos en Urantia, término medio, justo antes del sexto cumpleaños del ser humano. En la generación presente, esta fecha corresponde a cinco años, diez meses, y cuatro días; o sea, el día 2134 de vida terrestre." 1186:8  108:2.1

"Los Ajustadores no pueden invadir la mente mortal hasta que ésta no haya sido preparada debidamente por el ministerio residente de los espíritus ayudantes de la mente y haya sido incorporada en el circuito del Espíritu Santo. Y se requiere la función coordinada de los siete ayudantes para cualificar así a la mente humana para la recepción de un Ajustador. La mente de la criatura debe exhibir el alcance de adoración e indicar la función de la sabiduría, exhibiendo la habilidad de elegir entre los valores nacientes del bien y el mal —la selección moral." 1187:1  108:2.2

Desafíos de fe de la etapa 1

El desafío de este período es la formación de símbolos e imágenes que pueden sostener y ordenar los sentimientos e impresiones.

El factor principal que causa la transición a la etapa siguiente es la aparición del pensamiento racional combinado con la llegada del Ajustador del Pensamiento. En el corazón de esta transición se encuentra la preocupación por el crecimiento del niño, para saber como funciona la vida y para clarificar por sí mismo las distinciones entre lo que es verdadero y lo que solamente parece ser verdadero.

La fe de la etapa 2

Fe mitológica / literal; Fe en que las creencias y actitudes de la familia, así como las historias narradas dentro de la familia y la comunidad son representaciones literales de la realidad. (Desde la llegada del Ajustador del Pensamiento hasta el comienzo de la pubertad. Los éxitos logrados en esta etapa se pueden mantener a través del transcurso de la vida).  (Cuando uso la palabra "mitológica", no significa una leyenda; significa una historia que sirve un proposito sagrado en la mente de un creyente.)

La fuerza recién desarrollada en esta etapa es la formación de historias de fe; la formación de las historias que ayudan a explicar el rol del niño en el cosmos. En esta etapa, experimentamos la entrada al séptimo círculo psíquico.

"El séptimo círculo. Los seres humanos entran a este nivel cuando desarrollan poderes de elección personal, decisión individual, responsabilidad moral, y la capacidad de alcanzar individualidad espiritual. Esto significa la función unida de los siete espíritus ayudantes de la mente bajo la dirección del espíritu de la sabiduría, la admisión de la criatura mortal en los circuitos de influencia del Espíritu Santo y, en Urantia, el funcionamiento inicial del Espíritu de la Verdad, juntamente con la recepción de un Ajustador del Pensamiento en la mente mortal. El ingreso al séptimo círculo constituye una criatura mortal en un auténtico ciudadano potencial del universo local." 1210:8  110:6.13

Valores personales de la etapa 2

En esta etapa, los valores personales se pueden ampliar levemente para incluir las necesidades de los miembros de la familia. La imagen de uno mismo comienza a desarrollarse basada en las imágenes presentadas por las personas que nos cuidan. Uno mismo está todavía en el centro de la toma de decisiones,  vemos a las otras personas como de que manera afectarán las necesidades de uno mismo para sentirse seguro, necesitado, amado, libre, importante y apreciado.

Una forma de razonamiento moral emerge y se basa en ideas de imparcialidad recíproca. “Hice esto por ti, ahora tu debes hacer esto por mí”.

En esta etapa, el entendimiento de Dios también adquiere un modelo de la reciprocidad. El individuo comienza a rezar y actúa con admiración en una tentativa de acumular la buena voluntad de Dios para las épocas en que la ayuda o el perdón especial pueden ser necesarios. En esta etapa, el individuo intenta negociar con Dios. Creen que si desean la ayuda y protección de Dios tienen que hacer su parte, intentan “negociar” con Dios.

Valores sociales de la etapa 2

En esta etapa, los límites de la conciencia social son extendidos a la gente que es “como uno” en términos familiares, étnicos, raciales y religiosos. En esta etapa, el niño puede hacer ajustes en sus opiniones y coordinar su propia perspectiva con la de otra persona encontrada en su mundo inmediato.

Ésta es la etapa de fe del niño de escuela, aunque a veces encontramos las estructuras dominantes en adolescentes y adultos. En esta etapa, las personas componen una opinión del mundo basada en la imparcialidad recíproca y la justicia basada en la reciprocidad.

El lugar de autoridad está en la familia y la comunidad inmediata de la familia. Las personas con roles de autoridad reconocidos por la familia, se convierten en modelos de autoridad para el niño en desarrollo. Las experiencias en la escuela crean el principio del conocimiento que existe un mundo más grande que la familia y la comunidad inmediata. La exposición a los medios de prensa contribuye a esta extensión del sentido social del niño.

Historias sostenedoras de la etapa 2

La característica de esta etapa es la capacidad de encontrar un significado a nuestras experiencias relacionándolas con las historias que nos han narrando. En la etapa anterior, imágenes fueron derivadas de historias. En esta etapa, este proceso se desarrolla aún más  y ahora seremos capaces de  derivar un significado de aquellas historias que nos narraron. En esta etapa, no tenemos la capacidad de apartarnos de nuestras historias, de reflejarnos sobre ellas, ni de comunicar sus significados a través de declaraciones más abstractas y generales. Si representamos el flujo de nuestras vidas como siendo como un río, esta etapa narra las historias que describen el flujo de la mitad del río. La persona en esta etapa no tiene la capacidad de separarse del río y reflejarse en las historias del flujo y de sus significados compuestos.

En esta etapa, la persona comienza a tomar por sí misma las historias, las creencias y las observaciones que simbolizan  el pertenecer a su comunidad. Las creencias son apropiadas con interpretaciones textuales, al igual que las reglas y actitudes morales. En esta etapa, la historia, el drama y mito emergen como maneras de encontrar y dar coherencia a la experiencia.

Experiencia de fe de la etapa 2

La persona en esta etapa pone su confianza entera en las personas que la cuidan y en los valores de su comunidad significativa. Los individuos en esta etapa son idealistas y suponen que todo y todos deben ser perfectos, la familia, los amigos, los profesores, la escuela, la vecindad y la iglesia.

Las creencias están basadas en historias y símbolos de la influencia cultural dominante. Ésta puede ser la familia, la comunidad, la iglesia, la escuela y los medios de prensa. Los individuos en esta etapa tienden a poseer un alto grado de certidumbre; tienen plena confianza en sus observaciones (las cosas son negro o blanco) y en sus opiniones (siempre tienen la razón).

Desafíos de fe de la etapa 2

La tarea de esta etapa es la formación de una explicación coherente de uno mismo y del mundo compuesto de imágenes, creencias y  valores de la familia y de la comunidad, a los cuales la familia pertenece. También, es el comienzo de una capacidad de entrar en la perspectiva de otras personas.

Un factor que inicia la transición a la etapa 3 es la contradicción en diferentes  historias que conduce a la reflexión en cuanto al significado. La transición a un pensamiento más formal hace que tal reflexión sea posible y necesaria. Lo que anteriormente era textual se desmorona  y un nuevo “concepto cognitivo” conduce a la desilusión con los profesores anteriores y sus enseñanzas. Conflictos entre las historias autoritarias deben ser afrontados. Por ejemplo, conflictos entre la historia de la creación Génesis y la teoría evolutiva. El descubrimiento de tales conflictos, como también el crecimiento del conocimiento que existe un mundo más grande, crea la necesidad de encontrar algunos medios para unificar el aumento del contenido diverso de la mente y  experiencia.

La fe de la etapa 3

La fe convencional y sintetizada; Las actitudes de fe que se sintetizan de nuestra propia experiencia y combinadas con las actitudes expresadas dentro nuestras comunidades sociales significativas. (Edad ~ Adolescencia hasta una temprana edad adulta; en mucha gente esta etapa se mantiene toda la vida.) La fuerza recién desarrollada en esta etapa es la formación de la identidad y fe personal.

Valores personales de la etapa 3

Los valores se centran alrededor de las necesidades de uno mismo y en el apoyo de los roles que jugamos en el ambiente social. El razonamiento moral se basa, en gran parte, en las expectativas interpersonales y la concordancia alcanzada entre la gente.  Durante esta etapa, se desarrolla una timidez distintiva. 

Valores sociales de la etapa 3

Típicamente, la etapa 3 orienta hacia otros grupos o clases que los propios, ya que se veían simplemente como conjuntos de individuos. Funciona bajo la creencia que las relaciones sociales son simplemente extensiones de las relaciones interpersonales. No piensa en la sociedad como una red de leyes, reglas, papeles y modelos sistemáticamente determinados. Esto significa que otras personas son conocidas y evaluadas basándose en sus supuestas cualidades personales y maneras interpersonales de relacionarse. En un sentido verdadero, de esta manera de conocer a personas que están separadas del sistema de factores sociales, formando y limitando sus vidas.

Los peligros o las deficiencias en esta etapa son dobles. Las expectativas y evaluaciones de otras pueden ser impresionantemente interiorizadas que la autonomía futura del razonamiento y de la acción pueden ser comprometida. Las traiciones interpersonales pueden dar lugar a la desesperación sobre algún principio personal de un ser o a una intimidad compensatoria con Dios sin relación con las relaciones mundanas.

El lugar de la autoridad se centra en el grupo de amigos y la cultura dominante; en el consenso de grupos valorados y en representantes personalmente dignos de las tradiciones del valor de la creencia.

La imagen de uno mismo se deriva cada vez más de los roles desempeñados en la familia y en las relaciones con los amigos. La identidad se puede también derivar de un rol imaginario de una gran historia mitológica. 

La opinión del mundo ahora incluye la familia, la escuela, el trabajo, los medios de prensa, la iglesia, la nación, y el mundo según lo entendido a través de los medios de prensa o escolares. La autoridad se otorga a los modelos del ambiente social o medios de prensa, así como a los titulares de roles tradicionales de autoridad. Los valores de los grupos de amigos y la cultura dominante llegan a ser importante para la formación del valor.

 Historias sostenedoras de la etapa 3

Historias de la familia, religión de la familia, creencia de los amigos, medios de prensa; el desarrollo de un mito personal.

La capacidad inesperada de esta etapa es la formación de un mito personal, el mito propio se convierte en identidad y fe, incorporando nuestro pasado y futuro anticipado en una imagen del ambiente final unificado por características de la personalidad.

Porque nuestra hambre religiosa de esta etapa es por un Dios que sabe, acepta y  confirma profundamente el ser mismo, y que sirve como garantizador infinito del ser mismo con su mito de formación de la identidad personal y fe,  no es ninguna sorpresa que muchas de las imágenes de trascendencia que atraen a las personas en esta etapa, tengan las características de un otro significado divino personal, tales como un santo personal, un ángel u otro ser divino imaginario.

Experiencias de fe de la etapa 3

La fe debe proporcionar una orientación coherente en el medio de las condiciones más complejas y diversas de implicaciones. La fe debe sintetizar valores e información; debe proporcionar una base de identidad y perspectiva.

Hay una aceptación y confianza en la creencia de las comunidades significativas, familia, iglesia, etc. El descubrimiento de que toda las personas y situaciones son imperfectas puede llevar a la cólera y al cinismo.

Típicamente, la etapa 3 tiene sus altibajos en la adolescencia, pero para muchos adultos se convierte en un lugar de permanente equilibrio. Forma el ambiente final  en términos interpersonales. Sus imagines unificadas de valor y poder se derivan de la extensión de las cualidades experimentadas en las relaciones  personales. Es una etapa “conformista” en el sentido de que está estrechamente ligada a las expectativas y a las opiniones de otros; ya que aún no tiene ese sentimiento de seguridad en su propia identidad y razonamiento autónomo para construir y mantener una perspectiva independiente.

En la etapa 3 una persona tiene una “ideología”, un conjunto de valores y creencias que son más o menos constantes, pero él o ella no las ha examinado o sea que en realidad  no está consciente de tenerlas. Las diferencias en la perspectiva con otros se experimentan como diferencias en el “tipo” de la persona. La autoridad está situada en los titulares de los roles tradicionales de autoridad (si que es considerado como personalmente merecedor) o en el consenso de un gran grupo frente a frente.

El crecimiento de las extensiones de límites sociales conduce a la síntesis de una opinión del mundo derivada de las historias, símbolos y religión de la familia, de la creencia de los amigos y de medios de prensa.

Desafíos de Fe de la Etapa 3

La tarea principal de esta etapa es la síntesis de identidad personal de la creencia de la cultura de uno mismo, familia, amigos, escuela, iglesia, TV, películas, etc.

En esta etapa, una síntesis personal y sin reflexión de creencias y valores se desarrolla para ayudar esta identidad y para unirnos en solidaridad emocional con otros.

En esta etapa, el pensamiento operacional formal, con su nueva capacidad para reflexionar  en nuestros pensamientos y maneras de experimentar, nos invitan a separarnos del flujo del río de la vida y analizar el proceso. Desde el punto de vista ventajoso del depósito del río, uno puede mirar al flujo del río en su totalidad. Uno puede ver y nombrar ciertos modelos de significado que surgen de nuestra colección de historias. Un mito o mitos del pasado personal pueden estar ser compuestos; esto representa un nuevo nivel de la historia, un nivel que podemos llamar la historia de nuestras historias. Y esto trae la posibilidad y carga de establecer mitos de posibles futuros.

Las imágenes y valores incorporados en esta etapa no han sido examinados en amplitud. Se han incorporado los significados y valores, hecho en parte por el comportamiento de la personalidad, pero no se han evaluado críticamente. Ésos son los significados y valores que nuestra vida no ha examinado para determinar si están integrados dentro de un sistema coherente y racional, el que tiene un alto grado de consistencia interna. De hecho, cualquier tentativa de analizar el contenido de la fe durante esta etapa se ve como una amenaza fundamental a la integridad de uno mismo.

Una persona en la etapa 3 puede presentar un punto de vista filosófico de la realidad, el cual no es realmente el resultado de un proceso introspectivo. Al contrario, se expresa con el fin de formar parte en su comunidad o  lo que se percibe como comunidad. En esta etapa, la fe es “sintética” y eso quiere decir  que no es analítica; es el resultado de elegir varios significados y valores que existen en el ambiente social.

Una discusión de valores y convicciones de una persona de la etapa 3 tiene como sentido afirmar su solidaridad con la comunidad a que ella llama suya y de la cual deriva su identidad social. Esta persona no discute valores para distinguirse o examinar los valores o para asegurarse de que sus opiniones son las correctas. Al contrario, en tal discusión dicha persona busca establecer un sentido de concordancia o relación con otros individuos o comunidad significativas.

Los factores que contribuyen a la ruptura de la etapa 3 y a la preparación hacia la transición pueden incluir: choques o contradicciones serias entre las fuentes valoradas de autoridad;  cambios significativos, por líderes oficialmente sancionados, o políticas y prácticas consideradas, anteriormente, como sagradas e inviolables (por ejemplo, en la iglesia católica se cambia la misa del latín a la vernácula, o no se requiere más la abstinencia de comer carne los viernes), o el encuentro con experiencias y perspectivas que conducen a la reflexión crítica en cómo nuestras creencias y valores han formado y cambiado, el cuán “relativa” estas son  en un grupo o ambiente determinado. Frecuentemente, la experiencia de dejar el hogar, adelanta la clase de análisis de uno mismo, del ambiente y los valores de vida que rigen la etapa de transición en estos momentos.

Crisis que conducen de la etapa 3 a la etapa 4

La capacidad de pensar crítica y reflexivamente comienza a desafiar la exactitud de nuestra percepción de la realidad. Un sentido de seguridad sobre el punto de vista de nuestro mundo anterior se disuelve y es substituido por:

1. Tensión entre las creencias heredadas y la necesidad de ser críticamente reflexivo sobre nuestras ideas, ideales y valores.

2. Una necesidad de sustituir los símbolos heredados e historias del pasado por conceptos y asuntos científicos y filosóficos, a los que se les reconoce ser más “objetivos.”

3. La necesidad por la integridad interna, nuestro conjunto de significados y valores debe
reflejar una consistencia interna coherente.

La fe de la etapa 4

La fe reflexiva de un individuo; Las actitudes de fe desarrolladas como resultado de un pensamiento crítico de los elementos de nuestras creencias (Edades ~ temprana edad adulta a los cuarenta años de edad; puede ser mantenida toda la vida). La fuerza recién desarrollada en esta etapa es la construcción reflexiva de una ideología y la formación de un sueño vocacional con su identidad social asociada.

Valores personales de la etapa 4

En esta etapa, la persona está consciente de ser un individuo distinto del grupo. Una perspectiva social de valores morales comienza a desarrollarse, lo que generalmente involucra muchos prejuicios. Existe un sentido que emerge de la responsabilidad por obligaciones personales, formas de vida, creencias, actitudes.

Valores sociales de la etapa 4

La etapa 4 construye una perspectiva genuinamente consciente de los sistemas e instituciones sociales. Además de aceptar a otras personas según sus cualidades personales, también consideran la influencia  de sus ideologías y las experiencias sociales que han moldeado sus puntos de vista. La etapa 4 también alcanza una comprensión de las relaciones sociales según los términos de los sistemas, la construcción de relaciones sociales ya no es simplemente la extensión de las relaciones interpersonales.

La capacidad de funcionar en relación con los sistemas sociales es la clave para pasar a través del tercer círculo psíquico. Tal como la elección de una opción moral indica la presencia de una personalidad dispuesta a comenzar el proceso del desarrollo de relaciones interpersonales, la capacidad de funcionar conscientemente como parte viva de un sistema social indica el potencial para funcionar conscientemente como parte viva del Ser Supremo. Esto significa que el individuo es capaz de elegir las opciones morales que están simultáneamente ligadas al bienestar de un sistema social así como al bienestar de los individuos específicos que incluye ese sistema social.

Éste es el punto donde al escalador se le asigna un cándido guardián personal del destino. Este cándido guardián, trabajará para guiarle a subir a través de los círculos restantes hacia la identidad funcional con lo Supremo y la ciudadanía cósmica.

El movimiento de la etapa 3 a la etapa 4 es particularmente crítico para aquellos que están en esta transición ya que en ésta el adolescente o adulto debe comenzar a tomar seriamente la carga de responsabilidad  de sus propias obligaciones, formas de vida, creencias y actitudes y afrontar el asunto de desarrollar una identidad autónoma al mismo tiempo de estar funcionando como parte de una comunidad.

Esta etapa es marcada por un desarrollo doble. El de uno mismo, mantenido previamente en su composición de identidad y fe por un círculo interpersonal de otros, ahora exige una identidad definida por el concepto de nuestro rol o significados de otros. Para mantener esta nueva identidad se integra un marco de un significado consciente de nuestros propios límites y conexiones internas y consciente de sí mismo desde un punto de vista del mundo. Pero la persona en esta etapa no es capaz de ocuparse de los factores inconscientes que influencian razonamientos y comportamientos.

El lugar de autoridad se convierte en nuestro  propio razonamiento según lo informado por una perspectiva ideológica. Las autoridades y normas deben ser congruentes con esto para ser aceptado como válido.

Muchas personas sólo completan una mitad de la transición de la etapa 4. En virtud de la experiencia universitaria, viajes o traslados de una comunidad a otra, muchas personas se afrontan cara a cara con la relatividad de sus perspectivas y las de otros en su experiencia de la vida. Pero fracasan en interrumpir su confianza en fuentes de autoridad externas y pueden incluso consolidar su confianza sobre ellos, para hacer frente a esta relatividad.

Historias sostenedoras de la etapa 4

El pensamiento racional domina; los símbolos e historias que eran significativas en las primeras etapas son conscientemente rechazadas  para continuar funcionando inconscientemente.

Experiencia de fe de la etapa 4

Porque esta etapa se centra totalmente en el pensamiento racional, las comparaciones de significados llegan a ser más fácilmente posible. La fe se instala en el mundo de los conceptos científicos y filosóficos. El corazón de la fe se convierte en el reconocimiento  que el pensamiento racional puede proporcionar el acceso a la realidad total.

La creencia e historias heredadas son sustituidas por historias y símbolos del mundo científico y filosófico.

Para algunos adultos, la transición a la etapa 4, si realmente sucede, ocurre entre los 30 y 40 años de edad. Puede ser acelerada por cambios en las relaciones primarias tales como el divorcio, la muerte de un padre o niños que crecen y dejan el hogar. Como también puede resultar de los desafíos de los traslados, cambios de trabajo, cambios sociales o políticos violentos, o de la experiencia de ruptura o una inadecuada posición anterior de nuestra fe.

Para los que han gozado previamente de una relación incuestionable a la trascendencia de sus compañeros devotos a través de un conjunto de símbolos religiosos, esta traducción del significado y de los valores de símbolos religiosos en los elementos del pensamiento racional puede dar lugar a una confusión, dislocación, dolor e incluso de culpabilidad.

La fuerza recién desarrollada en la etapa 4 tiene que ver con su capacidad de un auto-análisis crítico.  Pero existe un peligro en esta fuerza. Una confianza excesiva en la mente consciente y en pensamiento crítico puede crear una confianza excesiva en sí mismo. Típicamente, se encuentra una conexión apasionada a estas imágenes filosóficas or metafísicas individualmente construidas, tan apasionadas como la identificación fundamentalista con una historia determinada.

Esta transición a la etapa 4 representa una agitación en nuestra vida y puede durar de cinco a siete años o más. Es bastante menos severa si sucede durante la edad adulta joven como acompañamiento natural de dejar el hogar y la construcción de nuestra primera estructura de vida como adulto.. Cuando esta transición ocurre en una edad más adulta, es mucho más traumática debido a que afecta el sistema ya establecido y desarrollado de las relaciones y roles sociales que constituyen la estructura de nuestra vida de adulto.

Desafíos de fe de la etapa 4

La tarea de esta etapa es la construcción de una opinión individual del mundo basada en pensamiento crítico y reflexivo.

Crisis que conducen de la etapa 4 a la etapa 5

La crisis de creencias: Existe una realización de que la opinión “objetiva” del mundo construida durante la etapa 4 no proporciona significado ni valores que son útiles en la comprensión de las más profundas experiencias que se pueden encontrar en la vida de un pensador maduro. Este descontento conduce a graduales o aceleradas sensaciones de esterilidad y desilusión, adelantando la crisis más conocida como la crisis de los cuarenta. Los síntomas de esta crisis pueden incluir la depresión y/o la enfermedad física.

Crisis de confianza: Las experiencias traumáticas de la vida tales como enfermedad, muerte, divorcio, etc., pueden romper nuestra confianza ya establecida en Dios, en las personas y en uno mismo. La percepción anterior de la realidad, incluyendo nuestras previas  y más profundas comprensiones de la intervención de Dios en asuntos humanos, ya no proporciona ayuda o esperanza frente a la impotencia, desencanto y/o frente al mal radical y al sufrimiento.

 “Os lo digo, tened cuidado con la influencia de los fariseos y los saduceos. No os dejéis engañar por sus demostraciones de gran erudición y su profunda lealtad a las ceremonias de la religión. Preocupaos solamente por el espíritu de la verdad viviente y por el poder de la religión verdadera. El miedo a una religión muerta no es lo que os salvará, sino más bien vuestra fe en una experiencia viviente de las realidades espirituales del reino. No os dejéis cegar por los prejuicios ni paralizar por el miedo. No permitáis tampoco que el respeto de las tradiciones deforme tanto vuestra comprensión, que vuestros ojos no vean y vuestros oídos no oigan. La finalidad de la religión verdadera no es simplemente aportar la paz, sino más bien asegurar el progreso. Y no puede haber paz en el corazón, ni progreso en la mente, si no os enamoráis de todo corazón de la verdad, de los ideales de las realidades eternas. Las consecuencias de la vida y de la muerte están delante de vosotros —los placeres pecaminosos del tiempo contra las justas realidades de la eternidad. Incluso ahora, deberíais empezar a liberaros de la esclavitud del miedo y de la duda, a medida que comenzais a vivir la nueva vida de la fe y la esperanza. Cuando los sentimientos del servicio por vuestros compañeros humanos aparezcan en vuestra alma, no los ahoguéis; cuando las emociones del amor por vuestro prójimo broten en vuestro corazón, manifestad esos impulsos afectivos atendiendo inteligentemente las necesidades reales de vuestros semejantes.” 1745:1  157:2.2 

La fe de la etapa 5

Fe de integración / combinación; Actitudes de fe que procuran alcanzar más allá de los procesos intelectuales de uno mismo (edades ~ los cuarenta y más). La etapa 5 conoce el sacramento de derrota y realidad de las obligaciones y actos irrevocables. Su fuerza recién desarrollada es la capacidad de vivir con paradoja y de desarrollar un sentido de responsabilidad por el mundo que se extiende mucho más allá del transcurso de nuestra vida. También aquí experimentamos la expansión de nuestro conocimiento del mundo para incluir nuestros procesos inconscientes

Valores personales de la etapa 5

La etapa 5 implica ir más allá de los sistemas ideológicos explícitos y de los límites claros de la etapa 4, para así incluir nuestros procesos inconscientes. En esta etapa debemos aceptar el hecho de que el ego consciente no es jefe en su propia casa. La etapa 5 entiende que el contenido de la fe, de los símbolos y de las historias usadas para entender y compartir la fe fueron moldeadas  por los procesos inconscientes.

Las tendencias inquietantes de nuestros procesos inconscientes -- inclusivo de nuestros processos inconsientes y nuestros deseos -- son uno de los grandes problemas de toda vida personal. Si no podemos establecer un centro de unión de valores, relacionados a los que procuramos organizar todos los procesos de nuestras vidas internas, el resultado puede ser una desintegración completa de la personalidad. No puede haber otro centro de unión que la preocupación final de la mente

El razonamiento moral en esta etapa va más allá de nuestros propios intereses y busca principios superiores, que sean de naturaleza universal.

Existe un sentido profundo de uno mismo como individuo y parte integral de la comunidad humana. Existe, también un reconocimiento de uno mismo como paradoxal: dotado y menos dotado, fuerte y frágil. Puede existir un renacimiento y una extensión de percepciones anteriores de uno mismo, según lo definido como un rol desempeñado en una historia mitológica.

Valores sociales de la etapa 5

El límite de la conciencia social ahora se extiende más allá de los intereses de clase e intenta llegar a ser de naturaleza más universal. Existe un interés profundo en los valores de los grupos, clases y  tradiciones de otras distintas a las nuestras.

Un lugar interno de autoridad continúa desarrollándose. Existe una integración de los razonamientos y  experiencias del individuo con la reflexión que exigen de otras y varias expresiones de sabiduría humana acumulativa. El uno mismo comienza a funcionar más mejor en conjunto con el ajustador del pensamiento en elegir los valores espirituales.

El pensamiento simbólico recupera valor al igual que el pensamiento crítico y reflexivo. Los viejos símbolos adquieren una nueva riqueza en significado y valor. Existe un crecimiento del reconocimiento que todo “lo conocido” es metafórico; existe también una preparación a la participación en la realidad expresada en símbolos y mitos.

Las tareas de esta etapa son:

1. El reconocimiento y la aceptación de la vida con sus cualidades contradictorias e inconsistentes.
2. Volver a trabajar en la imagen de uno mismo y del mundo, en la historia y comprensión de comprensiones científicas / filosóficas. 
3. Una comprensión que la “verdad” se encuentra dentro de las numerosas    historias e interpretaciones, y no exclusivamente entre las  nuestras.
4. El exigir y volver a trabajar en el significado y valor de nuestra vida, presente y pasada.

Nuestra visión del mundo, se convierte en el universo como organismo vivo en el cual uno mismo es parte viva y contribuyente. 

Historias sostenedoras de la etapa 5

En la etapa 5, las historias sostenedoras que nosotros mismos seleccionamos nos proporcionan representaciones simbólicas del infinito. Existe una accesibilidad  a los significados y valores que puede derivarse de otras historias. Existe un reconocimiento de que el propósito de las historias es facilitar la elección de los significados y valores en vez de representar la realidad verdadera autoritariamente.

Experiencia de fe de la etapa 5

En el dominio de la fe hay un creciente esfuerzo de vivir con nuestra mejor comprensión de los propósitos de Dios. Existe una sensación de que somos participantes en un universo creado y organizado; que el creador es el control máximo; que nuestra existencia tiene un significado y es de valor en el universo.

En esta etapa, la creencia incluye una realización y aceptación del hecho de que todas las ideas y comprensiones humanas son falibles y propuestas a cambiar. Existe una comprensión de que sólo Dios es infalible e invariable. Aparece una genuina franqueza hacia la verdad de las tradiciones y comunidades otras que las nuestras.

Desafíos de fe de la etapa 5

La etapa 4 se satisface con un “cualquiera / o”, “negro y blanco” para definir la percepción de la realidad con la cual los conceptos están bien definidos por el pensamiento lógico. La etapa 5 considera, simultáneamente,  ambos (o los varios) lados de un asunto y sospecha que todas las cosas de la vida están orgánicamente relacionadas entre sí.

"La religión vive y prospera, entonces no por la vista y el sentimiento, sino más bien por la fe y el discernimiento interior. Consiste, no en el descubrimiento de nuevos hechos o en el hallazgo de una experiencia única, sino más bien en el descubrimiento de significados nuevos y espirituales de los hechos ya bien conocidos por la humanidad." 1105:1  101:1.4

"El objetivo de la autorrealización humana debe ser espiritual, no material. Las únicas realidades por las que vale luchar son divinas, espirituales y eternas. El hombre mortal tiene derecho a gozar de los placeres físicos y a satisfacer los afectos humanos; se beneficia por la lealtad a las asociaciones humanas y a las instituciones temporales; pero éstos no constituyen los cimientos eternos sobre los que se construye la personalidad inmortal que debe trascender el espacio, conquistar el tiempo y alcanzar el destino eterno de la perfección divina y el servicio finalista." 1096:3  100:2.6

La etapa 5 comprende que la verdad es más multidimensional y orgánico interdependiente que la mayoría de las teorías o cuentas de verdad puede acaparar. La etapa 5 también considera que la relatividad de tradiciones religiosas, la cual no es su relatividad entre sí, sino que es su relatividad a la realidad a la cual se median las relaciones. La franqueza radical de la etapa 5 hacia la verdad de otras tradiciones, no es pura tolerancia; proviene del conocimiento que la realidad del infinito es superior a cualquier medio de expresión.

La nueva fuerza de esta etapa aumenta la imaginación irónica, una capacidad de ver y ser el significado más profundo de uno mismo o de su grupo,  mientras reconociendo simultáneamente que distorsionan relativamente, parcial e inevitablemente las aprehensiones de la realidad trascendental. El peligro se encuentra en la dirección de una pasividad o inacción paralizantes, dando lugar a la satisfacción personal o al encierro cínico, debido a su comprensión paradoxal de la verdad.

"Lo que tanto la ciencia en desarrollo como la religión necesitan es una mirada más penetrante y una autocrítica sin miedo, una mayor conciencia de la condición incompleta del estado evolucionario. Los maestros tanto de la ciencia como de la religión frecuentemente muestran demasiada autoconfianza y son excesivamente dogmáticos. La ciencia y la religión tan sólo pueden ser autocríticas de sus hechos. En cuanto uno se aleja de la etapa de los hechos, la razón abdica o bien degenera rápidamente en un consorte de lógica falsa." 1138:5  103:7.7

La etapa 5 implica un reconocimiento crítico de nuestros mitos sociales inconscientes, imágenes ideales y prejuicios construidos profundamente en nuestro propio sistema, gracias a nuestro crecimiento dentro de una clase social determinada, tradición religiosa, grupo étnico u otras.

Crisis que conducen de la etapa 5 a la etapa 6

La crisis que conduce a la etapa 6 es el reconocimiento de la lealtad a los nuevos significados y los valores que emergen, puede requerir un sacrificio, de la forma de vida de cada uno, la posición social, o de la vida en sí.

La fe de la etapa 6

La fe universal: Actitudes de fe en una personalidad consciente e integrada con lo supremo (edades: los cuarenta años y más; muy pocas personas alcanzan este nivel de madurez de vivir la fe, debido a su naturaleza sacrificadora.). Comienza a participar en “la fe de Jesús”. Éste es el nivel del primer círculo psíquico.

Valores personales de la etapa 6

En la etapa 6 el centro del valor es el evolutivo Ser Supremo. Todos los valores morales son calculados basándose en esta realidad central y en una tentativa de entender la voluntad de Dios, como determinante crítico de las opciones del valor. El uno mismo es aceptado como hijo de Dios.

Valores sociales de la etapa 6

Esta etapa considera la aparición de principios éticos universales. Los límites de la conciencia social se amplían para incluir la identificación personal con un evolutivo universo de relaciones de personalidad.

La etapa 6 no solamente entiende la relación con lo supremo, sino que también la vida del individuo en la etapa 6 es dominada por los motivos que derivan de esta realización. La etapa 6 entiende la naturaleza como nuestra participación en una Mancomunidad inclusiva del ser. Mientras que la etapa 5 actúa basándose en la lealtad hacia la orden actual, hacia sus instituciones, grupos y  procedimientos comprometedores, la etapa 6 implica el convertirse en una encarnación activista de los imperativos del gran mandamiento que Jesús nos dio.

El lugar de autoridad se centra en el razonamiento personal informado por las experiencias y verdades de las etapas anteriores, purificado de luchas egoístas y conectado con la intuición disciplinada del principio del ser y el propósito de una potencia trascendental.

El mundo se entiende como una parte viva de una creación espiritual universal de Dios.

Historias sostenedoras de la etapa 6

La identidad personal y social en la etapa 6 se experimenta como una relación con lo Supremo. Supera las formas de identidad social proyectadas como roles en las historias metafísicas, las que sostuvieron la fe en las primeras etapas. Las historias se pueden utilizar para simbolizar varias verdades, pero el individuo es propenso a separarse de un conjunto de varias historias en vez de confiar en sólo una.

Experiencias de fe de la etapa 6

La fe de la etapa 6 es la fe en Dios y en los propósitos de Dios; la dedicación a nuestra voluntad de realizar la voluntad de Dios como el regalo más grande que uno le puede ofrecer a Dios y al mundo.

En la etapa 6, las creencias sobre Dios llegan a ser menos importantes que nuestra experiencia personal de Dios, como estando activo y presente en nuestra vida y el mundo.

Desafíos de fe de la etapa 6

Las tareas de esta etapa son:

1. Dedicación a hacer la voluntad de Dios, dentro del mejor entendimiento posible.
2. Viviendo una vida de servicio, tanto a los amigos como a los enemigos.
3. Ninguna resistencia al mal.
4. Vivir plenamente, con fe, es la más alta interpretación de la Regla de Oro, aprender a amarnos el uno con el otro, tal como Jesús nos amó.

La etapa 6 es excesivamente extraña. Las personas que mejor la describen creen que viven en un  ambiente supremo, el cual es inclusivo para todo ser. Se han convertido en representantes y actualizadores del espíritu de una comunidad humana inclusiva y satisfecha. Son muy poderosos en el sentido que crean zonas de liberación de las cadenas sociales, políticas, económicas e ideológicas, que colocamos y soportamos durante nuestra vida humana. Ellos ayudan a la humanidad a experimentalmente saber el significado de vivir en presencia de Dios.

"El crecimiento espiritual es en primer lugar, el despertar a las necesidades, luego el discernimiento de los significados y finalmente el descubrimiento de los valores. La prueba de verdadero desarrollo espiritual consiste en la exhibición de una personalidad humana motivada por el amor, activada por el ministerio altruista y dominada por la adoración sincera de los ideales de perfección de la divinidad. Y toda esta experiencia constituye la realidad de la religión, en contraste con las meras creencias teológicas."  1095:6  100:2.2

Más allá de la paradoja y las polaridades,  las personas en esta etapa están entrelazadas consigo mismo y con el poder del ser supremo. Sus visiones y obligaciones las liberan  de un apasionado pero separado amor a uno mismo, devotadas a superar la división, la opresión, y violencia, y en respuesta a la anticipación de una Mancomunidad universal de amor y justicia.

"El verdadero hijo que posee perspicacia universal busca al Espíritu viviente de la Verdad en toda palabra sabia. La persona que conoce a Dios eleva constantemente la sabiduría a los niveles de verdad viviente donde se alcanza la divinidad; el alma que no progresa espiritualmente arrastra todo el tiempo a la verdad viviente hacia los niveles muertos de la sabiduría y hacia los dominios de la simple exaltación del conocimiento." 1949:6  180:5.4

Pasando a través de las etapas

¿Cómo hacemos para atravesar estas etapas de crecimiento? Estas etapas no se deben tomar como niveles de logro, sino más bien como descripciones de las etapas que encontraremos en un proceso natural y evolutivo. Nuestros esfuerzos se deben concentrar en las tareas de la etapa en la cual nos encontramos, en vez de un esfuerzo para forzar una transición a la etapa siguiente.

En nuestros esfuerzos de atravesar los círculos psíquicos, nos podemos preguntar, "¿Cuál es lo que retrasa nuestro crecimiento y nos impide movernos hacia el próximo círculo?". La respuesta es "el miedo". El Libro de Urantia nos dice que, el miedo es lo contrario de la fe. Se nos ha dicho que una de las grandes tareas de la vida mortal es convertir el miedo heredado de nuestros orígenes evolutivos en la fe garantizada por nuestra herencia espiritual.

El límite entre nuestro círculo actual de logro y el círculo siguiente es realmente el límite entre nuestra fe y nuestro miedo; el límite representa un miedo aún no dominado. Por ejemplo, en el séptimo círculo cuando el sentido social de ascender se basa en la familia inmediata y la comunidad de la familia, es el miedo e incertidumbre con respecto a las relaciones personales fuera de este límite que confinan el ascenso a este círculo. Cuando  este miedo se convierte en fe, los límites sociales de ascender se amplían y es posible moverse al próximo círculo. Este próximo círculo, alternadamente, tiene un límite de miedo que deberá ser conquistado para continuar progresando. Por lo tanto, es un proceso de convertir el miedo en fe, lo que nos permite atravesar estos círculos y eventualmente convertirnos en ciudadanos cósmicos funcional.

Las admoniciones en el crecimiento cuales encontramos en El libro de Urantia son:

1. La búsqueda continua de la voluntad del Padre.
2. Devoción, desarrollo de la relación con Dios 
3. Servicio, el servicio generoso hacia nuestros compañeros. 
4. La búsqueda interminable por la verdad.

Una de las bellezas de las enseñanzas de Jesús es que si seguimos simplemente su gran mandamiento, el cual nos conduce a la devoción y servicio, nos encontraremos progresando de una manera natural.

Jesús no era un administrador que vino a darnos reglas y regulaciones, él es nuestro creador y vino a decirnos cómo es posible vivir con más plenitud y significado entre el sistema cual ha creado para nosotros.

"Para solucionar de manera sabia y eficaz cualquier problema, se necesita una mente libre de ideas preconcebidas, de pasiones y de cualquier otro prejuicio puramente personal que pueda interferir con el análisis imparcial de los factores reales que juntos constituyen el problema que se ha presentado para ser resuelto. La solución de los problemas de la vida requiere valentía y sinceridad. Sólo las personas honestas y valientes son capaces de continuar valerosamente su camino a través del laberinto confuso y desconcertante de la vida, al que puede llevarles la lógica de una mente intrépida. Esta emancipación de la mente y del alma nunca puede producirse sin el poder impulsor de un entusiasmo inteligente que roza el fervor religioso. Se necesita la atracción de un gran ideal para impulsar al hombre en pos de un objetivo cargado de problemas materiales difíciles y de riesgos intelectuales múltiples." 1773:5  160:1.8

"Cuando el desarrollo de la naturaleza intelectual procede más rápido que el de la espiritual, esta situación vuelve tanto difícil como peligrosa la comunicación con el Ajustador del Pensamiento. Del mismo modo, el desarrollo espiritual excesivo tiende a producir una interpretación fanática y pervertida de la guía espiritual del residente divino. La falta de capacidad espiritual dificulta la transmisión a dicho intelecto material de las verdades espirituales residentes en la superconciencia más elevada. Es en la mente perfectamente equilibrada, en un cuerpo de hábitos limpios, energías neurales estabilizadas y función química equilibrada —cuando los poderes físicos, mentales y espirituales están en triuna armonía de desarrollo— en la que se puede impartir un máximo de luz y verdad con un mínimo de peligro o riesgo temporal al bienestar real de dicho ser. Mediante este crecimiento equilibrado el hombre asciende los círculos de la progresión planetaria uno por uno, del séptimo al primero." 1209:4  110:6.4

Estos factores, si se practican, pueden conducirnos a través de estas etapas de crecimiento. No solamente nos conducen de una etapa a otra, sino que proporcionan una realización completa de los potenciales dentro de cada etapa. Jesús comentó a Juan que él debe tener “... fe en la habilidad suprema del deseo humano en hacer la voluntad de Dios, para ser como Dios”.

Conclusión

En la conclusión es importante valorar que no nos lanzamos solos a la aventura de la fe. Dios está buscando encontrarse y  comunicarse con cada uno de nosotros.

"El Padre celestial no permitirá que perezca un solo hijo de la tierra, si ese hijo tiene el deseo de encontrarle y anhela verdaderamente parecerse a él. Nuestro Padre ama incluso a los perversos y es siempre bondadoso con los ingratos. Si más seres humanos pudieran tan sólo enterarse de la bondad de Dios, se sentirían ciertamente motivados a arrepentirse de su mala conducta y a renunciar a todos los pecados conocidos. Todas las cosas buenas provienen del Padre de la luz, en quien no existe variabilidad ni sombra de cambio. El espíritu del Dios verdadero está en el corazón del hombre. Dios tiene la intención de que todos los hombres sean hermanos. Cuando los hombres empiezan a sentir el anhelo de Dios, esta es la prueba de que Dios los ha encontrado, y de que están a la búsqueda de conocimientos acerca de él. Vivimos en Dios y Dios habita en nosotros." 1454:1  131:10.4

"Vosotros sois mis apóstoles, y la religión no se convertirá para vosotros en un refugio teológico al que podréis huir cuando temáis enfrentaros con las duras realidades del progreso espiritual y de la aventura idealista. Vuestra religión se convertirá más bien en el hecho de una experiencia real que atestigua que Dios os ha encontrado, idealizado, ennoblecido y espiritualizado, y que os habéis alistado en la aventura eterna de encontrar al Dios que así os ha encontrado y os ha hecho hijos suyos."  1733:6  155:6.18

Que los ángeles le sigan acompañando y guiando el camino de evolución de cada uno de ustedes.

 


Distribución de Etapas de la Fe por Edad

Investigaciones del Dr. James Fowler

(Etapas con dos numeros se indican personas en transición entre los etapas.)

Etapa

0-6

7-12

13-20

21-30

31-40

41-50

51-60

61+

6

             

1.6 %

5-6

               

5

       

14.6 %

12.5 %

23.5 %

16.1 %

4-5

     

3.3 %

18.8 %

21.9 %

5.9 %

14.5 %

4

   

5.4 %

40.0 %

20.8 %

56.2 %

29.4 %

27.4 %

3-4

   

28.6 %

33.3 %

8.3 %

   

14.5 %

3

   

50.0 %

17.8 %

37.5 %

9.4 %

35.3 %

24.2 %

2-3

 

17.2 %

12.5 %

4.4 %

     

1.6 %

2

 

72.4 %

3.6 %

1.1 %

   

5.9 %

 

1-2

12.0 %

6.9 %

           

1

88.0 %

3.4 %

           

 


Valores personales de las etapas

Etapa 1: Las necesidades de uno mismo.
Etapa 2: Las necesidades de uno mismo y los miembres de la familia.
Etapa 3: Las necesidades de la comunidad de la familia; los valores de la clase social o economica.
Etapa 4: Ideológicas intelectuales; valores de sistemas institucionales.
Etapa 5: Principios éticos y espirituales desde varias fuentes culturas.
Etapa 6: El Ser Supremo; principios éticos y espirituales universales.

Valores sociales de las etapas

Etapa 1: La imitación a las personas que nos cuidan.
Etapa 2: La gente que es "como uno" en términos familiares, étnicos, raciales o religiosos.
Etapa 3: Otras personas son conocidas y evaluadas basándose en sus cualidades personales y maneras interpersonales de relacionarse.
Etapa 4: Una perspectiva consciente de los sistemas e instituciones sociales.
Etapa 5: Inclusivo de los valores de grupos, clases, y tradiciónes de otras distintas a las nuestras.
Etapa 6: Identificación personal con un evolutivo universo de relaciones de personalidad.

Histórias sostenedoras de las etapas

Etapa 1: Histórias literarias de la niñez.
Etapa 2: Histórias de la cultura de la familia.
Etapa 3: La formación de un mito personal.
Etapa 4: El pensamiento racionál se oculta las histórias de las etapas previas.
Etapa 5: Representaciónes y histórias simbólicas del infinito.
Etapa 6: La identidad personal y social se experimenta como una relación con lo Supremo y no como un rol en una história.

Experiencias de la fe en las etapas

Etapa 1: La confianza en las personas que nos cuidan.
Etapa 2: La confianza en los valores de nuestra comunidad inmediatamente -- la familia y la comunidad de la familia.
Etapa 3: La confianza en los valores de las instituciónes significadas de la sociedad '' la iglesia, ideológicas politicas, etc.
Etapa 4: La confianza en los significados del mundo científico y filosófico.
Etapa 5: La confianza en verdaderas universales, inclusivo de las verdaderas de las tradiciónes y comunidades otras que las nuestras.
Etapa 6: Fe en el infinito y en los propósitos del infinito.

Desafíos de la fe en las etapas

Etapa 1: La formación de símbolos e imágenes que pueden sostener y ordenar los sentimientos e impresiones.
Etapa 2: La formación de una explicación coherente de uno mismo y del mundo.
Etapa 3: La síntesis de identidad personal de la creencia de la cultura de uno mismo.
Etapa 4: La construcción de una opinión individual del mundo basada en pensamiento crítico y reflexivo.
Etapa 5: La expansión de nuestro conocimiento del mundo para incluir nuestros procesos inconscientes.
Etapa 6: Dedicación a hacer la voluntad de Dios; viviendo una vida de servicio a la humanidad.