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Apéndice del libro "Travesuras de la mente"
Dr. William S. Sadler


Nota del editor: Lo siguiente fue escrito por el Dr. William S. Sadler en 1929 como apéndice a su libro, "Travesuras de la mente". Se conoce que el Dr. Sadler estaba íntimamente envuelto con el proceso que resultó en la publicación de El Libro de Urantia. Es la opinión de algunos individuos que el "sujeto que dormía" a quien él se refiere en este apéndice, en conjunto con los hechos asociados con esta persona, son una descripción del proceso por el cual el contenido de El Libro de Urantia llegó a la posesión del Dr. Sadler y los comisionados de contacto.

 

En discusiones acerca de médiums fraudulentos o psíquicos auto engañados, el lector de este libro ha encontrado varias veces la afirmación que habían ciertas excepciones a la crítica general hecha ahí, y se le refiere a este apéndice. Ahora se convierte en mi tarea explicar lo que tenía en mente cuando estas notas fueron incluidas.

Por el bien de la exactitud científica por un lado, y estricta imparcialidad por el otro, se convierte en necesario explicar que hay una o dos excepciones a la afirmación general que todos los casos de fenómenos psíquicos que han llegado bajo mi observación han resultado ser de auto-psiquísmo. Es cierto que prácticamente todos los fenómenos psíquicos han probado ser fraudulentos, mientras que los fenómenos psíquicos son invariablemente explicables por las leyes de projección psíquica, trasferencia, cambio de realidad, etc. Pero hace muchos años conocí a una médium, una mujer ya muerta, cuya visión, revelaciones, etc., no estaban ligadas con espiritualismo. Que yo sepa, en ningún momento ella alegó estar bajo la influencia de espíritus guías o controles, o comunicar mensajes de los espíritus de seres humanos ya difuntos. Su trabajo era en su mayoría de naturaleza religiosa, y consistía de dichos elevados y admoniciones religiosas. Nunca tuve el privilegio de hacer un análisis psíquico completo de este caso, y no me encuentro en posición de expresar hasta que punto sus revelaciones originaron en las esferas subconscientes de su propia mente. Hago mención del caso sólo para hacer nota del hecho que me he encontrado con una instancia de fenómeno psíquico aparentemente del genero de transe que no estaba de ninguna forma asociado con espiritualismo.

La otra excepción tiene que ver con un caso de fenómenos psíquicos bastante peculiar, uno cual me encuentro sin poder clasificar, y cual me daría mucho gusto narrar de manera más completa. Por más que lo desee, no puedo hacerlo aquí, por una promesa cual me siento obligado a mantener sagradamente. En otras palabras, he prometido no publicar este caso durante la vida del individuo. A causa de sus características interesantes, espero algún día obtener modificación de esta promesa y poder reportar este caso de manera más extensa. Hice contacto con éste durante el verano de 1911, y lo he tenido bajo observación más o menos desde entonces, habiendo estado presente en probablemente 250 sesiones nocturnas, muchas de las cuales fueron atendidas por un estenógrafo quien tomó notas extensas.

Un estudio completo de este caso me ha convencido de que no es uno de trance ordinario. Mientras el dormir parece uno normal, es muy profundo, y hasta ahora no hemos podido despertar al sujeto mientras se encuentra en este estado; pero el cuerpo nunca está rígido, y el comportamiento del conrazón nunca modificado, aunque la respiración es interferida de manera marcada. Este hombre está completamente inconsciente, totalmente ajeno a lo que ocurre, amenos que se le cuente posteriormente, nunca sabiendo que ha sido una clase de cámara de compensación para el ir y venir de presuntas personalidades extra planetarias. De hecho, su actitud es más o menos indiferente a todo lo ocurrido, y demuestra una sorprendente falta de interés en estos asuntos mientras ocurren de cuando en cuando.

En ninguna forma son estas visitaciones nocturnas como las sesiones asociadas con el espiritualismo. En ningún momento durante el periodo de observación de diez y ocho años ha habido comunicación de alguna fuente que diga ser el espíritu de algún ser humano difunto. Las comunicaciones han sido escritas, o las cuales tuvimos la oportunidad de escuchar habladas, son hechas por un gran número de presuntos seres que alegan venir de otros planetas para visitar este mundo, para detenerse aquí de visita como estudiantes con propósito de estudio y observación mientras están en camino de un universo a otro o de un planeta a otro. Estas comunicaciones surgen más en presuntos seres espirituales quienes pretenden haber sido asignados a este planeta para cumplir con funciones de varias índoles.

Diez y ocho años de estudio e investigación cuidadosa han fracasado en revelar el origen psíquico de estos mensajes. Yo me encuentro en este momento justo donde estaba cuando comencé. Psicoanalistas, hipnotismo, comparación intensiva, todos fallan en demostrar que los mensajes de este individuo tienen origen en su propia mente. Mucho del material obtenido a través de este sujeto es muy contrario a sus hábitos o pensamientos, a la manera en que ha sido educado, y a su completa filosofía. De hecho, mucho de lo que hemos obtenido, hemos fallado en encontrar algo de su naturaleza en existencia. Su contenido filosófico es muy nuevo, y no hemos podido encontrar donde gran cantidad de éste haya encontrado expresión humana.

Tanto como me gustaría reportar detalles de este caso, no estoy en posisión para hacerlo en el presente. Solo puedo decir que he encontrado en estos años de observación que toda la información compartida a través de esta fuente ha demostrado ser consistente con sigo misma. Mientras hay una diferencia considerable en la calidad de las comunicaciones, esto es razonablemente explicado por una diferencia en estado de desarrollo y orden de las personalidades llevando a cabo las comunicaciones. Su filosofía es consistente. Es esencialmente cristiana, y en su totalidad, completamente armoniosa con los hechos y verdades científicas conocidas en esta edad. De hecho, el caso es tan raro y extraordinario que se establece a si mismo de inmediato, según el extento de mi experiencia, en una clase aparte, una cual hasta ahora ha resistido todos mis esfuerzos en probar que se origine en auto-psiquismo. Nuestras investigaciones continuan y, según he intimado, espero asegurar permiso en el futuro cercano para reportar de manera más completa los fenómenos en conexión con este caso tan interesante.