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Dos mil años ya
Deja,
Miguel de Nebadón,
que tu presencia,
--amorosa, tierna, transparente--
se efunda de nuevo
sobre estas tierras
sobre estos mares.
Más de dos mil años si ti,
dos mil años de recuerdos,
de ausencias compartidas,
dos mil olas,
dos mil velas,
sobre Urantia,
esperando tu brisa,
tu soplo de vida.
Ángel Sánchez-Escobar
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