I.- El
libro de Urantia nos relata cómo Jesús se refiere a la transformación:
"Pero déjame prevenirte contra la locura de intentar superar la tentación
mediante el esfuerzo de reemplazar un deseo por otro deseo supuestamente superior,
utilizando la simple fuerza de la voluntad humana. Si quieres triunfar realmente
sobre las tentaciones de la naturaleza más baja e inferior, debes alcanzar esa
posición de superioridad espiritual en la que habrás desarrollado, de manera real
y sincera, un interés efectivo y un amor por esas formas de conducta superiores
y más idealistas, que tu mente desea sustituir por los hábitos de comportamiento
inferiores y menos idealistas que reconoces como tentaciones. De esta manera podrás
liberarte gracias a la transformación espiritual, en lugar de sentirte cada vez
más sobrecargado por la represión engañosa de los deseos humanos. Lo antiguo y
lo inferior serán olvidados en el amor por lo nuevo y lo superior. La belleza
siempre triunfa sobre la fealdad en el corazón de todos los que están iluminados
por el amor a la verdad. Existe un enorme poder en la energía expulsiva de un
afecto espiritual nuevo y sincero. Te lo repito de nuevo, no te dejes vencer por
el mal, sino más bien vence el mal con el bien."
Para corregirnos (vencer el mal con el Bien), es necesario usar una poderosa
Prudencia, concentramos en lo justo, junto a una cuidadosa reflexión, repliegue
oportuno, actitud sabia y conciliadora, teniendo como meta nuestra transformación.
LA TRANSFORMACION es un proceso que lleva a un cambio total en la interpretación
y comprensión del propio yo y la finalidad de la vida, con ella logramos una NUEVA
VISION DE LA REALIDAD, lo que nos pone en condiciones de poder reconocer e interpretar
- sin ideas preconcebidas - un objeto, una persona o un problema.II.- ¿POR DONDE
DEBEMOS COMENZAR?
Es importante visualizar nuestra estructura
psíquica.
a)
La Inteligencia: La primera área es la capacidad
de conocer y comprender. Somos
racionales, poseemos en esta instancia imaginación, memoria,
lógica, creatividad, capacidad para evaluar, discriminar
y valorar.
b) La 2ª área, es el área afectiva, donde residen nuestros sentimientos
y emociones, como la capacidad de amar, asombrarse, extasiarnos, aburrirnos, odiar,
ser empáticos e intuitivos.
c) La 3ª área es el área volitiva, donde reside nuestra voluntad. La
capacidad de llevar a cabo nuestras decisiones, objetivos y metas.
III.-
Estos 3 aspectos de nuestra estructura psíquica, podemos transformarlos en 3 verbos.
a) Ahora, los voy
a invitar a hacer un ejercicio:
1.- ¿Cómo podríamos describirnos cuando sentimos
y hacemos, pero no pensamos?
Nos transformamos en seres IRRACIONALES, somos
sólo acción y reacción.
Los Valores radican en la Inteligencia, son hábitos
operativos adquiridos. Si no la usamos, somos mas bestias que cualquier animal,
ya que ellos poseen el instinto de su especie, no necesitan aprender como nosotros,
nacen sabiendo lo que les conviene o no. Nosotros tenemos IMPULSOS, no
instintos.
¿Cuántas veces compré un libro que no leí?
¿Cuántas prendas que no uso repletan mi closet porque
no resistí el impulso de comprarlas?
¿Cuántas palabras hirientes dije, y luego me arrepentí?
No usé mi capacidad de pensar.
Podemos terminar en ASESINOS o SUICIDAS.
2.- ¿Cómo podríamos describirnos cuando pienso y siento, pero no hago?
Nos transformamos en seres ABULICOS. Sabemos
que no hemos organizado nuestra vida, nos sentimos descontentos, pero no hacemos
nada, vivimos lamentándonos.
No somos capaces de seguir una dieta, terminar la carta
que quedó a medias, ni cumplir con las metas que nos hemos propuesto.
Pertenecemos a la orden de los "constructores de castillos
en el aire", flojos, soñadores, utópicos.
Nos transformamos en personas "poco confiables para
los demás". Podemos terminar en ADICTOS.
3.- ¿Cómo podemos describirnos cuando no tomamos en
cuenta nuestros sentimientos o los de los demás?
Nos transformamos en "DUROS DE CORAZON", INSENSIBLES,
INDOLENTES, atropelladores, arribistas a costa de los otros, prepotentes,
sin ninguna capacidad para ponernos en el lugar de los demás, crueles, ruines
y egocéntricos.
Con nosotros mismos, al no tomar en cuenta nuestra área
afectiva, nos desconectamos de nuestros sentimientos y emociones, apareciendo
las enfermedades psicosomáticas.
Podemos terminar en Dictadores, PSICOPATAS SOCIALES,
Explotadores, etc.
III.-
LA COHERENCIA
Ser
coherente, significa SENTIR, PENSAR y ACTUAR, en la misma línea, propósito o dirección.
La
Incoherencia implica, pensar una cosa, sentir otra y hacer otra.
El
resultado de esto, es que nuestro ser está desarmónico, atomizado, y nuestra psiquis
quebrada. Esto pasa cuando NO SOMOS LIBRES en nuestra interioridad.
Elegir,
implica un conocimiento profundo de mi Pensar, Sentir y Actuar, si no, me convierto
en esclavo de mi mismo y cierro todos los posibles caminos a mi evolución espiritual.
IV.-
LA TRANSFORMACION
Para lograr la transformación, vamos a imaginarla
como una puerta con 3 cerraduras.
Y vamos a visualizar el Sentir, el Pensar
y el Hacer, como 3 llaves.
Para poder abrir la puerta de la Transformación,
tenemos que usar estas 3 llaves al MISMO TIEMPO, cualquiera de ellas que se nos
olvide, hará imposible cruzar el umbral a la transformación que tanto deseamos.
V.-
CONSECUENCIAS DE LA COHERENCIA
El pensar correcto me lleva a la Verdad.
El sentir correcto me lleva a la Bondad.
El hacer correcto me lleva a la armonía,
equilibrio y belleza.
Sabemos, por nuestro libro de Urantia, que
la Verdad, la Bondad y la Belleza son atributos de Dios, por lo tanto, ser coherentes,
nos lleva a la frase de San Pablo "En El nos movemos, vivimos y tenemos el ser".
Nos lleva a ser "Uno con el Padre" y a encontrar
el Reino de los cielos, dentro de nosotros mismos.
Cuando
vivo en Dios, la transformación inunda mi mente y mi cuerpo, luego todo se sana,
todo es coherente y todo es perfecto.
Para concluir, la transformación tendría
dos movimientos:
1.-
La coherencia, es decir Sentir, Pensar y Actuar rectamente, lo que me lleva a
vivir en Dios, y al lograr esto:
2.- Logro la conexión con mi ajustador, partícula
divina, quien me baña, me ilumina, sana mi mente y mi cuerpo.
He cambiado entonces mi forma, trascendiéndola
a un estado de evolución espiritual.
Para terminar, un pequeño ejercicio que siempre
nos recordará las tres llaves.
En el nombre del Padre = PIENSO; del
Hijo = SIENTO; y
del Espíritu Santo = HAGO
-- . --
Preguntas para reflexionar:
¿Cuál llave se me queda siempre guardada
sin usar?
¿Cuál llave uso más?
¿Soy muy racional?
¿Soy muy afectivo?
¿Soy pura acción?
¿En qué áreas de mi vida me siento muy incoherente?
¿Qué sensación obtengo cuando uso bien mis
tres llaves?