1:4  0:0.4 
    Pero para poder formular este Prólogo de definiciones y limitaciones de terminología, 
    es necesario indicar de antemano cómo se van a utilizar estas palabras en 
    los capítulos posteriores. Por consiguiente, este Prólogo no es una exposición 
    completa en sí mismo; sólo es una guía de definiciones, diseñada para ayudar 
    a aquellas personas que lean los capítulos adjuntos, que tratan de la Deidad 
    y del universo de universos, y que han sido formulados por una comisión de 
    Orvonton enviada a Urantia con esta finalidad. 
   1:5  0:0.5 
    Vuestro mundo, Urantia, es uno de los muchos planetas habitados similares 
    que componen el universo local de Nebadon. Este universo, junto con 
    otras creaciones semejantes, forman el superuniverso de Orvonton,  
    cuya capital es Uversa, de donde procede nuestra comisión. Orvonton es uno 
    de los siete superuniversos evolutivos del tiempo y del espacio que rodean 
    al universo central de Havona,  la creación sin principio ni fin de 
    la perfección divina. En el núcleo de este universo central y eterno se encuentra 
    la Isla estacionaria del Paraíso, centro geográfico de la infinidad y morada 
    del Dios eterno. 
    1:6  0:0.6 
    Llamamos generalmente gran universo  a los siete superuniversos en 
    evolución en asociación con el universo central y divino; éstas son las creaciones 
    organizadas y habitadas actualmente. Todas forman parte del universo maestro, 
    que engloba también a los universos del espacio exterior, deshabitados pero 
    en vías de movilización. 
  
    I. DEIDAD Y DIVINIDAD 
   2:1  0:1.1 El universo 
    de universos manifiesta los fenómenos de las actividades de la deidad en los 
    diversos niveles de las realidades cósmicas, los significados mentales y los 
    valores espirituales, pero todos estos ministerios -personales u otros- están 
    divinamente coordinados. 
   2:2  0:1.2 
    LA DEIDAD puede personalizarse como Dios; es prepersonal y superpersonal de 
    maneras no del todo comprensibles para el hombre. La Deidad se caracteriza 
    por la cualidad de la unidad -actual o potencial- en todos los niveles supermateriales 
    de la realidad, y las criaturas comprenden mejor esta cualidad unificadora 
    con el apelativo de divinidad. 
    2:3  0:1.3 
    La Deidad desempeña sus funciones en los niveles personales, prepersonales 
    y superpersonales. 
  2:4  0:1.4 1. Estático  -Deidad contenida en sí misma 
    y existente por sí misma. 
    2:5  0:1.5 2. Potencial  -Deidad con una voluntad y 
    una finalidad propias.
    2:6  0:1.6 3. Asociativo  -Deidad que se ha personalizado 
    a sí misma y divinamente fraternal. 
    2:7  0:1.7 4. Creativo  -Deidad que se distribuye a 
    sí misma y se revela de manera divina. 
    2:8  0:1.8 5. Evolutivo  -Deidad que se expande a sí 
    misma y está identificada con la criatura. 
    2:9  0:1.9 6. Supremo  -Deidad que experimenta por 
    sí misma y que unifica a la criatura con el Creador. Esta Deidad actúa en 
    el primer nivel de identificación con las criaturas bajo la forma de los supercontroladores 
    espacio-temporales del gran universo, y a veces se le llama Supremacía de 
    la Deidad. 
    2:10  0:1.10 7. Último  -Deidad que se proyecta a sí 
    misma y que trasciende el tiempo y el espacio. Deidad omnipotente, omnisciente 
    y omnipresente. Esta Deidad actúa en el segundo nivel de expresión unificadora 
    de la divinidad bajo la forma de los supercontroladores eficaces y los sostenedores 
    absonitos del universo maestro. Comparada con el ministerio de las Deidades 
    en el gran universo, esta actividad absonita en el universo maestro equivale 
    a un supercontrol y a un supersostén universales, a veces llamados Ultimidad 
    de la Deidad. 
  
    2:11  0:1.11 
    El nivel finito  de la realidad está caracterizado por la vida de las 
    criaturas y las limitaciones del espacio-tiempo. Las realidades finitas pueden 
    no tener un final, pero siempre tienen un principio -son creadas. El nivel 
    de Deidad de la Supremacía se puede concebir como una actividad relacionada 
    con las existencias finitas. 
    2:12  0:1.12 
    El nivel absonito  de la realidad está caracterizado por las cosas 
    y los seres sin principio ni fin, y por la trascendencia del tiempo y del 
    espacio. Los absonitarios no son creados; son existenciados -simplemente existen. 
    El nivel de Deidad de la Ultimidad implica una actividad relacionada con las 
    realidades absonitas. Cada vez que se trasciende el tiempo y el espacio en 
    cualquier parte del universo maestro, este fenómeno absonito es un acto de 
    la Ultimidad de la Deidad. 
    2:13  0:1.13 
    El nivel absoluto  está desprovisto de principio, de fin, de tiempo 
    y de espacio. Por ejemplo, en el Paraíso, el tiempo y el espacio no existen; 
    el estado espacio-temporal del Paraíso es absoluto. Las Deidades del Paraíso 
    alcanzan existencialmente este nivel por medio de la Trinidad, pero este tercer 
    nivel de expresión unificadora de la Deidad no está unificado por completo 
    experiencialmente. Los valores y los significados absolutos del Paraíso se 
    manifiestan en cualquier momento, lugar y manera en que funciona el nivel 
    absoluto de la Deidad. 
    3:1  0:1.14 
    La Deidad puede ser existencial, como en el caso del Hijo Eterno; experiencial, 
    como en el Ser Supremo; asociativa, como en Dios Séptuplo; indivisa, como 
    en la Trinidad del Paraíso. 
    3:2  0:1.15 
    La Deidad es el origen de todo lo que es divino. La Deidad es característica 
    e invariablemente divina, pero todo lo que es divino no es necesariamente 
    la Deidad, aunque estará coordinado con ella y tenderá hacia alguna fase de 
    unidad -espiritual, mental o personal- con la Deidad. 
   3:3  0:1.16 
    La DIVINIDAD es la cualidad característica, unificadora y coordinadora de 
    la Deidad. 
    3:4  0:1.17 
    La divinidad es comprensible para las criaturas como verdad, belleza y bondad; 
    está correlacionada en la personalidad como amor, misericordia y ministerio; 
    y se revela en los niveles impersonales como justicia, poder y soberanía. 
    
    3:5  0:1.18 
    La Divinidad puede ser perfecta -completa-, como en los niveles existenciales 
    y de los creadores, los niveles de la perfección del Paraíso; puede ser imperfecta, 
    como en los niveles experienciales y de las criaturas, los niveles de la evolución 
    espacio-temporal; o puede ser relativa, ni perfecta ni imperfecta, como sucede 
    en ciertos niveles de Havona donde se relacionan lo existencial y lo experiencial. 
  
   3:6  0:1.19 
    Cuando intentamos concebir la perfección en todas sus fases y formas de relatividad, 
    nos encontramos con siete tipos imaginables: 
   
    1. Perfección absoluta en todos los aspectos. 
      2. Perfección absoluta en algunas fases y perfección relativa en todos los 
      demás aspectos. 
      3. Aspectos absolutos, relativos e imperfectos en asociaciones variadas. 
      
      4. Perfección absoluta en algunos sentidos e imperfección en todos los demás. 
      
      5. Perfección absoluta en ninguna dirección y perfección relativa en todas 
      las manifestaciones. 
      6. Perfección absoluta en ninguna fase, perfección relativa en algunas e 
      imperfecta en las demás. 
      7. Perfección absoluta en ningún atributo e imperfección en todos. 
  
  
     II. DIOS 
   3:14  0:2.1 Las criaturas 
    mortales evolutivas experimentan un impulso irresistible por simbolizar sus 
    conceptos finitos de Dios. La conciencia del deber moral que tiene el hombre, 
    y su idealismo espiritual, representan un nivel de valores -una realidad experiencial- 
    que es difícil de simbolizar. 
    3:15  0:2.2 
    La conciencia cósmica implica el reconocimiento de una Causa Primera, la sola 
    y única realidad sin causa. Dios, el Padre Universal, actúa en tres niveles 
    de personalidad de la Deidad, que tienen un valor subinfinito y expresan de 
    manera relativa la divinidad: 
   3:16 1. Prepersonal  -como 
    en el ministerio de los fragmentos del Padre, tales como los Ajustadores del 
    Pensamiento.
    3:17 2. Personal -como en la 
    experiencia evolutiva de los seres creados y procreados.
    3:18 3. Superpersonal  -como 
    en las realidades existenciadas de ciertos seres absonitos y otros seres asociados. 
    
    
    
  
  3:19  0:2.3 
    DIOS es un símbolo verbal con el que se designan todas las personalizaciones 
    de la Deidad. Este vocablo necesita una definición diferente en cada nivel 
    personal donde actúa la Deidad, y debe ser redefinido posteriormente dentro 
    de cada uno de dichos niveles, porque esta palabra se puede utilizar para 
    designar las diversas personalizaciones coordinadas y subordinadas de la Deidad, 
    como por ejemplo los Hijos Creadores Paradisiacos -los padres de los universos 
    locales. 
   4:1  0:2.4 
    La palabra Dios, tal como la utilizamos, puede entenderse: 
    4:2  0:2.5 
    Por designación  -como Dios Padre. 
    4:3  0:2.6 
    Por el contexto  -como cuando se utiliza para hablar de algún nivel 
    o asociación de la deidad. Cuando se tengan dudas sobre la interpretación 
    exacta de la palabra Dios, sería aconsejable aplicarla a la persona del Padre 
    Universal. 
   4:4  0:2.7 
    La palabra Dios siempre indica la personalidad. La palabra Deidad puede 
    referirse o no a las personalidades de la divinidad. 
   4:5  0:2.8 
    La palabra DIOS se utiliza en estos capítulos con los siguientes significados:La 
    palabra Deidad puede referirse o no a las personalidades de la divinidad. 
  
   4:6  0:2.91. Dios Padre  -Creador, Controlador y Sostén. 
    El Padre Universal, la Primera Persona de la Deidad.
    4:7  0:2.102. Dios Hijo  -Creador Coordinado, Controlador 
    del Espíritu y Administrador Espiritual. El Hijo Eterno, la Segunda Persona 
    de la Deidad. 
    4:8  0:2.113. Dios Espíritu  -Actor Conjunto, Integrador 
    Universal y Donador de la Mente. El Espíritu Infinito, la Tercera Persona 
    de la Deidad.
    4:9  0:2.124. Dios Supremo  -el Dios del tiempo y 
    del espacio en proceso de actualización o evolución. La Deidad personal que 
    está llevando a cabo, en asociación, la hazaña experiencial del espacio-tiempo: 
    identificar a la criatura con el Creador. El Ser Supremo está experimentando 
    y consiguiendo personalmente la unidad de la Deidad como Dios evolutivo y 
    experiencial de las criaturas evolutivas del tiempo y del espacio.
    4:10  0:2.135. Dios Séptuplo  -personalidad de la Deidad 
    que actúa realmente en cualquier parte del espacio-tiempo. Se trata de las 
    Deidades personales del Paraíso y de sus asociados creativos, que actúan dentro 
    y fuera de las fronteras del universo central, y están personalizando el poder 
    como Ser Supremo en el primer nivel de las criaturas donde se revela, en el 
    tiempo y el espacio, la Deidad unificadora. Este nivel es el gran universo, 
    la esfera donde las personalidades del Paraíso descienden al espacio-tiempo, 
    en asociación recíproca con las criaturas evolutivas que ascienden del espacio-tiempo. 
    
    4:11  0:2.146. Dios Último  -el Dios del supertiempo 
    y del espacio trascendido, que se está existenciando. Es el segundo nivel 
    experiencial donde se manifiesta la Deidad unificadora. Dios Último significa 
    que se han hecho realidad los valores superpersonales-absonitos, los valores 
    del espacio-tiempo trascendido y los valores experienciales existenciados, 
    y que han sido sintetizados y coordinados en los niveles creativos finales 
    de la realidad de la Deidad. 
    4:12  0:2.157. Dios Absoluto  -el Dios de los valores 
    superpersonales trascendidos y de los significados de la divinidad trascendidos, 
    que se está volviendo experiencial pero que actualmente es existencial como 
    Absoluto de la Deidad.  Éste es el tercer nivel de expresión y de expansión 
    de la Deidad unificadora. En este nivel supercreativo, la Deidad experimenta 
    el agotamiento del potencial personalizable, encuentra la culminación de la 
    divinidad y sufre la extenuación de su capacidad para revelarse en los niveles 
    progresivos y sucesivos de cualquier otra personalización. Ahora la Deidad 
    encuentra al Absoluto Incalificado,  incide en él y experimenta su 
    identidad con él. 
  
    III. EL ORIGEN-CENTRO PRIMERO 
   4:13  0:3.1 La realidad 
    total e infinita es existencial en siete fases y bajo la forma de siete Absolutos 
    coordinados: 
   
    1. El Origen-Centro Primero. 
       2. El Origen-Centro Segundo. 
       3. El Origen-Centro Tercero. 
       4. La Isla del Paraíso. 
       5. El Absoluto de la Deidad. 
       6. El Absoluto Universal. 
      7. El Absoluto Incalificado. 
  
   5:8  0:3.2 
    Dios, como Origen y Centro Primero, es primordial -de manera incondicional- 
    en relación con la realidad total. El Origen-Centro Primero es infinito así 
    como eterno, y por lo tanto sólo está limitado o condicionado por su volición. 
    
    5:9  0:3.3 
    Dios -el Padre Universal- es la personalidad del Origen-Centro Primero, y 
    como tal mantiene relaciones personales de control infinito sobre todos los 
    orígenes y centros coordinados y subordinados. Este control es personal e 
    infinito en  potencia,  aunque nunca lo ejerza realmente debido a la 
    perfección con que actúan los citados orígenes, centros y personalidades coordinados 
    y subordinados. 
    5:10  0:3.4 
    Por lo tanto, el Origen-Centro Primero es primordial en todos los ámbitos: 
    deificado y no deificado, personal o impersonal, actual o potencial, finito 
    o infinito. Ninguna cosa o ser, ninguna relatividad o finalidad puede existir 
    a menos que esté en relación directa o indirecta con la primacía del Origen-Centro 
    Primero, y bajo su dependencia. 
   5:11  0:3.5 
    El Origen-Centro Primero  está relacionado con el universo de las maneras 
    siguientes: 
   5:12  0:3.6 1. Las fuerzas gravitatorias de los universos materiales 
    convergen en el centro de gravedad situado en el bajo Paraíso. Por este motivo, 
    el emplazamiento geográfico de su persona está eternamente fijo en relación 
    absoluta con el centro de energía-fuerza del plano inferior o material del 
    Paraíso. Pero la personalidad absoluta de la Deidad se encuentra en el plano 
    superior o espiritual del Paraíso. 
    5:13  0:3.7 2. Las fuerzas mentales convergen en el Espíritu 
    Infinito; la mente cósmica diferencial y divergente converge en los Siete 
    Espíritus Maestros; la mente del Supremo, que se está volviendo real, converge 
    como experiencia espacio-temporal en Majeston. 
    5:14  0:3.8 3. Las fuerzas espirituales del universo convergen 
    en el Hijo Eterno. 
    5:15  0:3.9 4. La capacidad ilimitada de acción de la deidad 
    reside en el Absoluto de la Deidad. 
    5:16  0:3.10 5. La capacidad ilimitada de reacción de la infinidad 
    existe en el Absoluto Incalificado. 
    5:17  0:3.11 6. Los dos Absolutos -Calificado e Incalificado- 
    están coordinados y unificados en el Absoluto Universal, y a través de él. 
    
    5:18  0:3.12 7. La personalidad potencial de un ser moral 
    evolutivo, o de cualquier otro ser moral, está centrada en la personalidad 
    del Padre Universal. 
   5:19  0:3.13 
    La REALIDAD, tal como la comprenden los seres finitos, es parcial, relativa 
    e imprecisa. La máxima realidad de la Deidad que pueden comprender plenamente 
    las criaturas finitas evolutivas está contenida en el Ser Supremo. Sin embargo, 
    existen realidades anteriores y eternas, realidades superfinitas, que son 
    ancestrales a esta Deidad Suprema de las criaturas evolutivas del espacio-tiempo. 
    Al intentar describir el origen y la naturaleza de la realidad universal, 
    nos vemos obligados a emplear la técnica del razonamiento espacio-temporal 
    para poder acercarnos al nivel de la mente finita. Por consiguiente, muchos 
    acontecimientos simultáneos de la eternidad tenemos que presentarlos como 
    operaciones secuenciales. 
    5:19  0:3.14 
    Una criatura del espacio-tiempo percibiría el origen y la diferenciación de 
    la Realidad de la manera siguiente: el eterno e infinito YO SOY, ejerciendo 
    su libre albedrío inherente y eterno, consiguió liberar a la Deidad de las 
    trabas de la infinidad incondicionada, y esta separación de la infinidad incondicionada 
    produjo la primera tensión absoluta de la divinidad.  
    6:2  0:3.15 
    Esta tensión, ocasionada por la diferenciación de la infinidad, la resuelve 
    el Absoluto Universal, que se ocupa de unificar y coordinar la infinidad dinámica 
    de la Deidad Total con la infinidad estática del Absoluto Incalificado. Con 
    esta operación original, el YO SOY teórico consiguió hacer realidad la personalidad 
    al convertirse en el Padre Eterno del Hijo Original, volviéndose simultáneamente 
    el Origen Eterno de la Isla del Paraíso. Coexistentes con la diferenciación 
    entre el Hijo y el Padre, y en presencia del Paraíso, aparecieron la persona 
    del Espíritu Infinito y el universo central de Havona. Con la aparición de 
    la Deidad personal coexistente -el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito- el 
    Padre evitó dispersarse, como personalidad, por todo el potencial de la Deidad 
    Total, lo que de otra manera hubiera sido inevitable. Desde entonces, el Padre 
    sólo llena todo el potencial de la Deidad cuando se encuentra en asociación 
    Trinitaria con sus dos iguales en Deidad, mientras que la Deidad experiencial 
    se está actualizando cada vez más en los niveles de divinidad de la Supremacía, 
    la Ultimidad y la Absolutidad. 
   6:3  0:3.16 
    El concepto del YO SOY  es una concesión filosófica que hacemos a la 
    mente finita del hombre, atada al tiempo y encadenada al espacio, a la imposibilidad 
    de que las criaturas comprendan las existencias de la eternidad -las realidades 
    y relaciones sin principio ni fin. Para las criaturas del espacio-tiempo, 
    todas las cosas deben tener un principio, con la sola excepción de la ÚNICA 
    SIN CAUSA -la causa primigenia de las causas. Por este motivo conceptuamos 
    este nivel de valor filosófico como el YO SOY, y al mismo tiempo enseñamos 
    a todas las criaturas que el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito son coeternos 
    con el YO SOY; en otras palabras, que nunca ha existido un momento en el que 
    el YO SOY no fuera el Padre  del Hijo, y con él, del Espíritu. 
   6:4  0:3.17 
    El concepto de Infinito  lo utilizamos para indicar la plenitud -la 
    finalidad- implícita en la primacía del Origen-Centro Primero. El YO SOY teórico 
    es para la criatura una extensión filosófica de "la infinidad de la voluntad", 
    pero el Infinito es un nivel de valor actual  que representa la intensión 
    de eternidad de la verdadera infinidad del libre albedrío absoluto y sin trabas 
    del Padre Universal. Este concepto se denomina a veces el Infinito-Padre. 
    
    6:5  0:3.18 
    Una gran parte de la confusión que experimentan todas las clases de seres 
    superiores e inferiores, en sus esfuerzos por descubrir al Infinito-Padre, 
    es inherente a sus limitaciones de comprensión. La primacía absoluta del Padre 
    Universal no es evidente en los niveles subinfinitos; por ello, es probable 
    que únicamente el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito conozcan realmente al 
    Padre como infinidad; para todas las demás personalidades, este concepto representa 
    un acto de fe. 
  
    IV. LA REALIDAD DEL UNIVERSO 
   6:6  0:4.1 La realidad 
    se actualiza de manera diferencial en diversos niveles del universo; la realidad 
    tiene su origen en, y por medio de, la volición infinita del Padre Universal, 
    y es comprensible en tres fases principales en muchos niveles diferentes de 
    actualización del universo: 
   6:7  0:4.2 1. La realidad no deificada  se extiende 
    desde los ámbitos energéticos de lo no personal hasta los dominios de la realidad 
    de los valores no personalizables de la existencia universal, e incluso hasta 
    la presencia del Absoluto Incalificado.
    7:1  0:4.3 2. La realidad deificada  engloba todos 
    los potenciales infinitos de la Deidad que se extienden a través de todos 
    los ámbitos de la personalidad, desde el finito más inferior hasta el infinito 
    más elevado, abarcando así el terreno de todo lo que es personalizable, y 
    aún más -llegando incluso hasta la presencia del Absoluto de la Deidad. 
    7: 2  0:4.4 3.  La realidad interasociada. Se supone 
    que la realidad del universo es deificada o no deificada, pero para los seres 
    subdeificados, existe un inmenso campo de realidad interasociada, potencial 
    y en vías de actualización, que resulta difícil de identificar. 
   7:3  0:4.5 
    He aquí el concepto primordial de la realidad original: El Padre inicia y 
    mantiene la Realidad. Los diferenciales  primordiales de la realidad 
    consisten en lo deificado y lo no deificado -el Absoluto de la Deidad y el 
    Absoluto Incalificado. La relación  primordial que surge es la tensión 
    entre los dos. Esta tensión de la divinidad, iniciada por el Padre, está perfectamente 
    resuelta por el Absoluto Universal, y se eterniza como tal Absoluto. 
   7:4  0:4.6 
    Desde el punto de vista del tiempo y del espacio, la realidad también se puede 
    dividir como sigue: 
   7:5  0:4.7 1. Actual y Potencial.  Son las realidades 
    que existen en su plenitud de expresión, en contraste con las que contienen 
    una capacidad no revelada para el crecimiento. El Hijo Eterno es una actualidad 
    espiritual absoluta; el hombre mortal es en gran parte una potencialidad espiritual 
    no realizada. 
    7:6  0:4.8 2.  Absoluta y Subabsoluta. Las realidades 
    absolutas son las existencias de la eternidad. Las realidades subabsolutas 
    están proyectadas en dos niveles: Absonitas -las realidades que son relativas 
    con respecto al tiempo y a la eternidad. Finitas -las realidades que se proyectan 
    en el espacio y que se actualizan en el tiempo. 
    7:7  0:4.9 3. Existencial y Experiencial. La Deidad 
    del Paraíso es existencial, pero el Supremo y el Último que emergen son experienciales. 
    
    7:8  0:4.10 4. Personal e Impersonal. La expansión 
    de la Deidad, la expresión de la personalidad y la evolución del universo 
    están condicionadas para siempre por el acto voluntario del Padre, que separó 
    definitivamente los significados y valores mentales, espirituales y personales, 
    actuales y potenciales, centrados en el Hijo Eterno, de aquellas cosas que 
    están centradas en la Isla eterna del Paraíso y son inherentes a ella. 
   7:9  0:4.11 
    EL PARAÍSO es un término que incluye a los Absolutos focales, personales y 
    no personales, de todas las fases de la realidad universal. El Paraíso, adecuadamente 
    calificado, puede connotar todas y cada una de las formas de la realidad, 
    la Deidad, la divinidad, la personalidad y la energía -espiritual, mental 
    o material. Todas comparten el Paraíso como lugar de origen, de función y 
    de destino en lo que se refiere a los valores, los significados y la existencia 
    de hecho. 
   7:10  0:4.12 
    La Isla del Paraíso  -el Paraíso no calificado de otra manera- es el 
    Absoluto del control de la gravedad material que ejerce el Origen-Centro Primero. 
    El Paraíso está inmóvil, y es la única cosa estacionaria en el universo de 
    universos. La Isla del Paraíso tiene un emplazamiento en el universo pero 
    ninguna posición en el espacio. Esta Isla eterna es el origen real de los 
    universos físicos -pasados, presentes y futuros. La Isla nuclear de Luz es 
    un derivado de la Deidad, pero no es exactamente una Deidad; las creaciones 
    materiales tampoco son una parte de la Deidad, sino una consecuencia. 
    7:11  0:4.13 
    El Paraíso no es un creador; es el controlador sin igual de numerosas actividades 
    del universo, siendo mucho más controlador que reactivo. En todos los universos 
    materiales, el Paraíso influye en las reacciones y la conducta de todos los 
    seres relacionados con la fuerza, la energía y el poder. Pero el Paraíso en 
    sí mismo es único, exclusivo y está aislado en los universos. El Paraíso no 
    representa a nada y nada representa al Paraíso. No es ni una fuerza ni una 
    presencia, sino simplemente el Paraíso. 
    
  
  V. REALIDADES DE LA PERSONALIDAD
   8:1  0:5.1 La personalidad 
    es un nivel de realidad deificada, y se extiende desde el nivel humano y mediano 
    de mayor activación mental de la adoración y la sabiduría, y asciende a través 
    de los niveles morontiales y espirituales hasta alcanzar el estado definitivo 
    de la personalidad. Ésta es la ascensión evolutiva de la personalidad de los 
    mortales y de otras criaturas similares, pero existen otras muchas clases 
    de personalidades en el universo. 
     8:2  0:5.2 
    La realidad está sometida a la expansión universal, la personalidad a una 
    diversificación infinita, y las dos son capaces de coordinarse casi ilimitadamente 
    con la Deidad y de estabilizarse de manera eterna. Aunque el campo metamórfico 
    de la realidad no personal está claramente limitado, no conocemos ninguna 
    limitación a la evolución progresiva de las realidades de la personalidad. 
    
     8:3  0:5.3 
    En los niveles experienciales conseguidos, todas las clases de personalidades 
    y todos los valores de la personalidad son asociables e incluso cocreativos. 
    Incluso Dios y el hombre pueden coexistir en una personalidad unificada, tal 
    como lo demuestra de manera tan exquisita el estado actual de Cristo Miguel 
    -Hijo del Hombre e Hijo de Dios. 
     8:4  0:5.4 
    Todas las clases y fases subinfinitas de personalidad son accesibles mediante 
    la asociación y son potencialmente cocreativas. Lo prepersonal, lo personal 
    y lo superpersonal están todos unidos por un potencial mútuo de consecución 
    coordinada, de realización progresiva y de capacidad cocreativa. Pero lo impersonal 
    nunca se transmuta directamente en personal. La personalidad nunca es espontánea; 
    es el regalo del Padre del Paraíso. La personalidad está superpuesta a la 
    energía y sólo se encuentra asociada con los sistemas de energía vivientes; 
    la identidad puede estar asociada con arquetipos de energía no vivientes. 
  
    8:5  0:5.5 
    El Padre Universal es el secreto de la realidad de la personalidad, del otorgamiento 
    de la personalidad y del destino de la personalidad. El Hijo Eterno es la 
    personalidad absoluta, el secreto de la energía espiritual, de los espíritus 
    morontiales y de los espíritus perfeccionados. El Actor Conjunto es la personalidad 
    mental y espiritual, el origen de la inteligencia, de la razón y de la mente 
    universal. Pero la Isla del Paraíso es no personal y extraespiritual; es la 
    esencia del cuerpo universal, el origen y el centro de la materia física y 
    el arquetipo maestro absoluto de la realidad material universal. 
    8:6  0:5.6 
    Estas cualidades de la realidad universal se manifiestan en la experiencia 
    humana de los urantianos en los niveles siguientes: 
   8:7  0:5.7 
    1. El cuerpo. El organismo físico o material del hombre. El mecanismo 
    electroquímico viviente de naturaleza y origen animal.
    8:8  0:5.8 2. La mente. El mecanismo del organismo 
    humano que piensa, percibe y siente. La totalidad de la experiencia consciente 
    e inconsciente. La inteligencia asociada con la vida emocional, que se eleva 
    hasta el nivel del espíritu mediante la adoración y la sabiduría. 
    8:9  0:5.9 3. El espíritu.  El espíritu divino que 
    reside en la mente del hombre -el Ajustador del Pensamiento. Este espíritu 
    inmortal es prepersonal -no es una personalidad, aunque está destinado a volverse 
    una parte de la personalidad de la criatura mortal sobreviviente. 
    8:10  0:5.10 4. El alma. El alma del hombre es una 
    adquisición experiencial. A medida que una criatura mortal escoge "hacer 
    la voluntad del Padre que está en los cielos", el espíritu interno se 
    convierte en el padre de una nueva realidad  en la experiencia humana. 
    La mente mortal y material es la madre de esta misma realidad emergente. La 
    sustancia de esta nueva realidad no es material ni espiritual -es morontial. 
     Es el alma emergente e inmortal que está destinada a sobrevivir a la 
    muerte física y a empezar la ascensión al Paraíso. 
    9:1  0:5.11 
    La personalidad.  La personalidad del hombre mortal no es ni el cuerpo, 
    ni la mente ni el espíritu, y tampoco es el alma. La personalidad es la única 
    realidad invariable en la experiencia por lo demás siempre cambiante de una 
    criatura, y unifica todos los otros factores asociados de la individualidad. 
    La personalidad es el don incomparable que el Padre Universal confiere a las 
    energías vivientes y asociadas de la materia, la mente y el espíritu, y que 
    sobrevive al sobrevivir el alma morontial. 
    9:2  0:5.12 
    Morontia  es un término que designa un inmenso nivel intermedio entre 
    lo material y lo espiritual. Puede designar realidades personales o impersonales, 
    energías vivientes o no vivientes. La urdimbre de la morontia es espiritual, 
    su trama es material. 
    
  
  VI. ENERGÍA Y ARQUETIPO
    9:3  0:6.1 Llamamos personal 
    a todo lo que responde al circuito de personalidad del Padre. Llamamos espíritu 
    a todo lo que responde al circuito espiritual del Hijo. Llamamos mente, mente 
    como un atributo del Espíritu Infinito -la mente en todas sus fases- a todo 
    lo que responde al circuito mental del Actor Conjunto. Llamamos materia -energía-materia 
    en todos sus estados metamórficos- a todo lo que responde al circuito de gravedad 
    material centrado en el bajo Paraíso. 
    9:4  0:6.2 
    ENERGÍA es un término que lo incluye todo, y que lo utilizamos para aplicarlo 
    a los reinos espirituales, mentales y materiales. Fuerza  lo utilizamos 
    también en términos generales. Poder se limita generalmente a designar 
    el nivel electrónico de la materia, es decir, la materia sensible a la gravedad 
    lineal en el gran universo. Poder también se emplea para designar la soberanía. 
    No podemos adoptar vuestras definiciones generalmente aceptadas para la fuerza, 
    la energía y el poder. Vuestro lenguaje es tan escaso que tenemos que asignar 
    múltiples significados a estas palabras. 
    9:5  0:6.3 
    Energía física  es un término que indica todas las fases y formas del 
    movimiento, la acción y el potencial que se manifiestan en el mundo de los 
    fenómenos. 
     9:6  0:6.4 
    Al hablar de las manifestaciones de la energía física, utilizamos en general 
    los términos de fuerza cósmica, energía emergente y poder del universo. A 
    menudo se emplean de la manera siguiente: 
   9:7  0:6.5 
    1. La fuerza cósmica  abarca todas las energías derivadas del Absoluto 
    Incalificado pero que aún no responden a la gravedad del Paraíso. 
    9:8  0:6.6 2. La energía emergente  abarca aquellas 
    energías que son sensibles a la gravedad del Paraíso, pero que aún no responden 
    a la gravedad local o lineal. Es el nivel pre-electrónico de la energía-materia. 
    
    9:9  0:6.7 3. El poder del universo  incluye todas 
    las formas de energía que son directamente sensibles a la gravedad lineal, 
    aunque todavía responden a la gravedad del Paraíso. Es el nivel electrónico 
    de la energía-materia y de todas sus evoluciones posteriores. 
    9:10  0:6.8 
    La mente  es un fenómeno que implica la presencia y la actividad de 
    un ministerio viviente además de diversos sistemas de energía, y esto 
    es cierto a todos los niveles de la inteligencia. En la personalidad, la mente 
    siempre media entre el espíritu y la materia; por consiguiente, el universo 
    está iluminado por tres tipos de luz: la luz material, la perspicacia intelectual 
    y la luminosidad espiritual. 
     10:1  0:6.9 
    La luz  -la luminosidad espiritual- es un símbolo verbal, una figura 
    retórica, que implica la manifestación característica de la personalidad de 
    las diversas clases de seres espirituales. Esta emanación luminosa no está 
    relacionada de ninguna manera con el discernimiento intelectual ni con las 
    manifestaciones de la luz física. 
    10:2  0:6.10 
    UN ARQUETIPO puede ser proyectado con un aspecto material, espiritual o mental, 
    o como cualquier combinación de estas energías. Puede impregnar las personalidades, 
    las identidades, las entidades o la materia no viviente. Pero un arquetipo 
    es un arquetipo y permanece siendo un arquetipo; sólo las  copias  
    se multiplican. 
     10:3  0:6.11 
    El arquetipo puede dar forma a la energía, pero no la controla. La gravedad 
    es la única que controla la energía-materia. Ni el espacio ni el arquetipo 
    responden a la gravedad, pero no existe ninguna relación entre el espacio 
    y el arquetipo; el espacio no es un arquetipo ni un arquetipo potencial. El 
    arquetipo es una configuración de la realidad que ya ha pagado todo su débito 
    a la gravedad; la  realidad de cualquier arquetipo radica en sus energías, 
    en sus componentes mentales, espirituales o materiales. 
     10:4  0:6.12 
    En contraposición con el aspecto de lo  total,  el arquetipo revela 
    el aspecto individual  de la energía y de la personalidad. Las formas 
    de la personalidad o de la identidad son arquetipos resultantes de la energía 
    (física, espiritual o mental), pero no son inherentes a ella. Esa cualidad 
    de la energía o de la personalidad que posibilita la aparición de un arquetipo 
    puede atribuirse a Dios -a la Deidad-, a la dotación de fuerza del Paraíso, 
    a la coexistencia de la personalidad y del poder. 
     10:5  0:6.13 
    El arquetipo es un diseño maestro a partir del cual se realizan las copias. 
    El Paraíso Eterno es el absoluto de los arquetipos; el Hijo Eterno es el arquetipo 
    de la personalidad; el Padre Universal es el origen-ascendiente directo de 
    los dos. Pero el Paraíso no confiere arquetipos y el Hijo no puede otorgar 
    la personalidad. 
    
  
  VII. EL SER SUPREMO
    10:6  0:7.1 El mecanismo 
    de Deidad del universo maestro es doble en lo que se refiere a las relaciones 
    de la eternidad. Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu son eternos -son seres 
    existenciales- mientras que Dios Supremo, Dios Último y Dios Absoluto son 
    personalidades de la Deidad de las épocas posteriores a Havona, que se están 
     actualizando  en las esferas del espacio-tiempo y del espacio-tiempo 
    trascendido, esferas en expansión evolutiva en el universo maestro. Estas 
    personalidades de la Deidad, que están actualizándose, son eternas en el futuro 
    desde el momento, y a medida que, adquieren personalidad y poder en los universos 
    crecientes mediante la técnica de la actualización experiencial de los potenciales 
    asociativo-creativos de las Deidades eternas del Paraíso. 
    10:7  0:7.2 
    Por consiguiente, la presencia de la Deidad es doble: 
   
     1. Existencial  -seres con una existencia eterna, pasada, presente 
      y futura. 
      2. Experiencial  -seres que se están actualizando en el presente 
      post-havoniano, pero cuya existencia no tendrá fin en toda la eternidad 
      futura. 
  
    10:10  0:7.3 
    El Padre, el Hijo y el Espíritu son existenciales -existenciales en actualidad 
    (aunque todos los potenciales sean probablemente experienciales). El Supremo 
    y el Último son totalmente experienciales. El Absoluto de la Deidad es experiencial 
    en actualización, pero existencial en potencialidad. La esencia de la Deidad 
    es eterna, pero sólo las tres personas originales de la Deidad son incondicionalmente 
    eternas. Todas las demás personalidades de la Deidad tienen un origen, pero 
    su destino es eterno. 
     10:11  0:7.4 
    Habiendo logrado expresar la Deidad existencial de sí mismo en el Hijo y el 
    Espíritu, el Padre está consiguiendo ahora expresarse experiencialmente como 
    Dios Supremo, Dios Último y Dios Absoluto en unos niveles de deidad hasta 
    ahora impersonales y no revelados. Pero estas Deidades experienciales no existen 
    actualmente en su plenitud; se encuentran en proceso de actualización. 
    11:1  0:7.5 
    Dios Supremo  en Havona es el reflejo espiritual personal de la Deidad 
    trina del Paraíso. Esta relación asociativa de la Deidad se está expandiendo 
    ahora creativamente hacia fuera en Dios Séptuplo, y se está sintetizando, 
    en el gran universo, en el poder experiencial del Todopoderoso Supremo. La 
    Deidad del Paraíso, existencial en tres personas, está evolucionando así experiencialmente 
    en dos fases de Supremacía, mientras que estas fases dobles se están unificando, 
    en lo referente al poder y la personalidad, como un solo Señor, el Ser Supremo. 
    
     11:2  0:7.6 
    El Padre Universal consigue liberarse voluntariamente de las cadenas de la 
    infinidad y de las trabas de la eternidad mediante la técnica de la trinitización, 
    la personalización triple de la Deidad. El Ser Supremo está evolucionando 
    ahora mismo como unificación personal subeterna de la manifestación séptuple 
    de la Deidad en los segmentos espacio-temporales del gran universo. 
    11:3  0:7.7 
    El Ser Supremo  no es un creador directo, salvo que es el padre de 
    Majeston, pero es el coordinador que sintetiza todas las actividades universales 
    de la criatura y del Creador. El Ser Supremo, que ahora se está actualizando 
    en los universos evolutivos, es la Deidad que correlaciona y sintetiza la 
    divinidad espacio-temporal, es decir, la Deidad trina del Paraíso en asociación 
    experiencial con los Creadores Supremos del tiempo y del espacio. Cuando finalmente 
    se haya actualizado, esta Deidad evolutiva constituirá la fusión eterna de 
    lo finito y de lo infinito -la unión perpétua e indisoluble del poder experiencial 
    y la personalidad espiritual. 
     11:4  0:7.8 
    Toda la realidad finita del espacio-tiempo, bajo el impulso directivo del 
    Ser Supremo evolutivo, está dedicada a una movilización siempre ascendente 
    y a una unificación cada vez más perfecta (la síntesis del poder con la personalidad) 
    de todas las fases y valores de la realidad finita, en asociación con fases 
    diversas de la realidad del Paraíso, con el objeto y la finalidad de emprender 
    posteriormente el intento de alcanzar los niveles absonitos donde se consigue 
    el estado de supercriatura. 
  VIII. DIOS SÉPTUPLO
    11:5  0:8.1 Para resarcirlas 
    por el estado finito y para compensar las limitaciones conceptuales de las 
    criaturas, el Padre Universal ha establecido un séptuple acercamiento a la 
    Deidad para las criaturas evolutivas: 
  
    1. Los Hijos Creadores Paradisiacos.
      2. Los Ancianos de los Días. 
       3. Los Siete Espíritus Maestros. 
       4. El Ser Supremo. 
       5. Dios Espíritu. 
       6. Dios Hijo. 
       7. Dios Padre. 
  
    11:13  0:8.2 
    Esta personalización séptuple de la Deidad en el tiempo y el espacio, y para 
    los siete superuniversos, permite al hombre mortal alcanzar la presencia de 
    Dios, que es espíritu. Para las criaturas finitas del espacio-tiempo, esta 
    Deidad séptuple, cuyo poder y personalidad estarán integrados algún día en 
    el Ser Supremo, es la Deidad funcional de las criaturas mortales evolutivas 
    que emprenden la carrera de ascensión al Paraíso. Esta carrera de descubrimiento 
    experiencial para comprender a Dios empieza por el reconocimiento de la divinidad 
    del Hijo Creador del universo local, se eleva hasta los Ancianos de los Días 
    del superuniverso, y mediante la persona de uno de los Siete Espíritus Maestros, 
    logra descubrir y reconocer la personalidad divina del Padre Universal en 
    el Paraíso. 
    12:1  0:8.3 
    El gran universo es el triple dominio de Deidad de la Trinidad de Supremacía, 
    Dios Séptuplo y el Ser Supremo. Dios Supremo está en potencia en la Trinidad 
    del Paraíso, de la que procede su personalidad y sus atributos espirituales, 
    pero ahora está actualizándose en los Hijos Creadores, los Ancianos de los 
    Días y los Espíritus Maestros, de quienes obtiene su poder como Todopoderoso 
    para los superuniversos del tiempo y del espacio. Esta manifestación de poder 
    del Dios inmediato de las criaturas evolutivas evoluciona realmente en el 
    espacio-tiempo simultáneamente con ellas. El Todopoderoso Supremo, que evoluciona 
    en el nivel de valor de las actividades no personales, y la persona espiritual 
    de Dios Supremo, son una  sola realidad  -el Ser Supremo. 
     12:2  0:8.4 
    En la asociación de Deidades de Dios Séptuplo, los Hijos Creadores proporcionan 
    el mecanismo por el cual lo mortal se vuelve inmortal y lo finito alcanza 
    el abrazo de lo infinito. El Ser Supremo proporciona la técnica para la movilización 
    del poder y la personalidad, la síntesis divina, de todas  estas múltiples 
    operaciones, facilitando así que lo finito alcance lo absonito y, a través 
    de otras posibles actualizaciones futuras, intentar alcanzar al Último. Los 
    Hijos Creadores y sus Ministras Divinas asociadas participan en esta movilización 
    suprema, pero es probable que los Ancianos de los Días y los Siete Espíritus 
    Maestros estén establecidos de manera eterna como administradores permanentes 
    del gran universo. 
     12:3  0:8.5 
    La actividad de Dios Séptuplo data desde que se organizaron los siete superuniversos, 
    y probablemente se ampliará cuando comience la evolución futura de las creaciones 
    del espacio exterior. La organización de estos futuros universos en los niveles 
    espaciales primario, secundario, terciario y cuaternario de evolución progresiva 
    presenciará sin duda la inauguración del acercamiento trascendente y absonito 
    a la Deidad. 
    
  
  IX. DIOS ÚLTIMO
    12:4  0:9.1 Al igual que 
    el Ser Supremo evoluciona progresivamente a partir de la dotación de divinidad 
    precedente que existe en el potencial de energía y de personalidad incluído 
    en el gran universo, Dios Último se existencia a partir de los potenciales 
    de divinidad que residen en los dominios del universo maestro donde el espacio-tiempo 
    ha sido trascendido. La actualización de la Deidad Última señala la unificación 
    absonita de la primera Trinidad experiencial, e indica la expansión de la 
    Deidad que se unifica en el segundo nivel de autorrealización creativa. Esto 
    constituye el equivalente, en personalidad y poder, de la actualización universal 
    de las realidades absonitas del Paraíso bajo la forma de la Deidad experiencial, 
    produciéndose todo ello en los niveles en vías de existenciarse de los valores 
    espacio-temporales trascendidos. La finalización de este desarrollo experiencial 
    proporcionará un destino y un servicio últimos a todas las criaturas espacio-temporales 
    que hayan alcanzado los niveles absonitos mediante la comprensión completa 
    del Ser Supremo y gracias al ministerio de Dios Séptuplo. 
    12:5  0:9.2 
    Dios Último  designa a la Deidad personal que actúa en los niveles 
    de divinidad de lo absonito y en las esferas universales del supertiempo y 
    del espacio trascendido. El Último es una existenciación supersuprema de la 
    Deidad. El Supremo es la unificación de la Trinidad tal como la comprenden 
    los seres finitos; el Último es la unificación de la Trinidad del Paraíso 
    tal como la comprenden los seres absonitos. 
     13:1  0:9.3 
    Por medio del mecanismo de la Deidad evolutiva, el Padre Universal está efectuando 
    realmente el acto  formidable y asombroso de focalizar la personalidad 
    y movilizar el poder de los valores de la realidad divina de lo finito, lo 
    absonito e incluso lo absoluto, en sus respectivos niveles de significado 
    universales. 
     13:2  0:9.4 
    Las tres primeras Deidades del Paraíso -el Padre Universal, el Hijo Eterno 
    y el Espíritu Infinito- son eternas desde el pasado, y sus personalidades 
    se complementarán en el eterno futuro mediante la actualización experiencial 
    de las Deidades evolutivas asociadas -Dios Supremo, Dios Último y probablemente 
    Dios Absoluto. 
     13:3  0:9.5 
    Dios Supremo y Dios Último, que evolucionan ahora en los universos experienciales, 
    no son existenciales -no son eternos desde el pasado, sino tan sólo eternos 
    en el futuro; son eternos condicionados por el espacio-tiempo y por lo trascendental. 
    Son Deidades que poseen una dotación suprema, última, y posiblemente supremo-última, 
    pero que han experimentado orígenes históricos en el universo. Nunca tendrán 
    fin, pero su personalidad sí ha tenido un principio. Son en verdad las actualizaciones 
    de los potenciales eternos e infinitos de la Deidad, pero por sí mismos no 
    son incondicionalmente eternos ni infinitos. 
  
    X. DIOS ABSOLUTO
    13:4  0:10.1 La realidad 
    eterna del Absoluto de la Deidad  posee muchas características que 
    no se pueden explicar plenamente a la mente finita del espacio-tiempo, pero 
    la actualización de Dios Absoluto  sería la consecuencia de la unificación 
    de la segunda Trinidad experiencial, la Trinidad Absoluta. Esto supondría 
    la realización experiencial de la divinidad absoluta, la unificación de los 
    significados absolutos en los niveles absolutos. Pero no estamos seguros de 
    que todos los valores absolutos estén incluídos, puesto que no se nos ha informado 
    en ningún momento que el Absoluto Calificado sea el equivalente del Infinito. 
    Los destinos superúltimos están implicados en los significados absolutos y 
    la espiritualidad infinita, y si estas dos realidades están inacabadas, no 
    podemos establecer valores absolutos. 
     13:5  0:10.2 
    Dios Absoluto es la meta por alcanzar y realizar para todos los seres superabsonitos, 
    pero el potencial de poder y de personalidad del Absoluto de la Deidad trasciende 
    nuestros conceptos, y preferimos no hablar de estas realidades que están tan 
    alejadas de la actualización experiencial. 
  XI. Los TRES ABSOLUTOS
    13:6 0:11.1 Cuando el pensamiento 
    combinado del Padre Universal y del Hijo Eterno, actuando a través del Dios 
    de Acción, estableció la creación del universo central y divino, el Padre 
    llevó a cabo la expresión de su pensamiento por medio de la palabra de su 
    Hijo y la acción de su Ejecutivo Conjunto, diferenciando su presencia en Havona 
    de los potenciales de la infinidad. Estos potenciales infinitos no revelados 
    permanecen espacialmente ocultos en el Absoluto Incalificado y divinamente 
    disimulados en el Absoluto de la Deidad, mientras que estos dos últimos actúan 
    como uno solo a través del Absoluto Universal, la unidad-infinidad no revelada 
    del Padre del Paraíso. 
     13:7  0:11.2 
    Tanto la potencia de la fuerza cósmica como la potencia de la fuerza espiritual 
    están en proceso de realización y revelación progresiva a medida que el crecimiento 
    experiencial enriquece toda la realidad, y gracias a la correlación de lo 
    experiencial con lo existencial por parte del Absoluto Universal. Debido a 
    la presencia equilibradora del Absoluto Universal, el Origen-Centro Primero 
    efectúa un aumento del poder experiencial, disfruta de la identificación con 
    sus criaturas evolutivas y logra expandir la Deidad experiencial en los niveles 
    de la Supremacía, la Ultimidad y la Absolutidad. 
    14:1  0:11.3 
    Cuando no es posible distinguir plenamente entre el Absoluto de la Deidad 
    y el Absoluto Incalificado, a su probable labor conjunta o a su presencia 
    coordinada se les denomina la acción del Absoluto Universal. 
    14:2  0:11.4 
    1. El Absoluto de la Deidad  parece ser el activador omnipotente, mientras 
    que el Absoluto Incalificado parece ser el mecanizador totalmente eficaz del 
    universo de universos, e incluso de universos tras universos, supremamente 
    unificados y coordinados de manera última, ya creados, en proceso de creación, 
    o aún por crearse. 
     14:3  0:11.5 
    El Absoluto de la Deidad no puede reaccionar de manera subabsoluta ante una 
    situación cualquiera del universo, o al menos no lo hace. En cualquier situación 
    determinada, cada respuesta de este Absoluto parece encaminada al bienestar 
    de todas las cosas y seres de la creación, no sólo en su estado actual de 
    existencia, sino también con vistas a las infinitas posibilidades de toda 
    la eternidad futura. 
     14:4  0:11.6 
    El Absoluto de la Deidad es ese potencial que fue separado de la realidad 
    total e infinita por la libre elección del Padre Universal, y dentro de él 
    tienen lugar todas las actividades de la divinidad -existenciales y experienciales. 
    Éste es el Absoluto Calificado, en contraste con el Absoluto Incalificado; 
    pero en la inclusión de todo el potencial absoluto, el Absoluto Universal 
    está sobreañadido a los dos. 
    14:5  0:11.7 
    2. El Absoluto Incalificado  es no personal, extradivino y no deificado. 
    Este Absoluto carece por tanto de personalidad, de divinidad y de todas las 
    prerrogativas de un creador. Ningún hecho o verdad, ninguna experiencia o 
    revelación, ninguna filosofía o absonitidad serán capaces de comprender la 
    naturaleza y el carácter de este Absoluto sin calificación en el universo. 
    
     14:6  0:11.8 
    Debemos indicar claramente que el Absoluto Incalificado es una realidad 
    positiva  que impregna el gran universo, y que al parecer se extiende 
    con idéntica presencia espacial dentro y fuera de las actividades de fuerza 
    y de las evoluciones premateriales de las vertiginosas extensiones de las 
    regiones espaciales situadas más allá de los siete superuniversos. El Absoluto 
    Incalificado no es el mero negativismo de un concepto filosófico, basado en 
    las suposiciones de los sofismas metafísicos sobre la universalidad, el dominio 
    y la primacía de lo incondicionado y lo incalificado. El Absoluto Incalificado 
    es un supercontrol positivo del universo en la infinidad; este supercontrol 
    es ilimitado sobre la fuerza y el espacio, pero está definitivamente condicionado 
    por la presencia de la vida, la mente, el espíritu y la personalidad; y además 
    está condicionado por las reacciones de la voluntad y los mandatos resueltos 
    de la Trinidad del Paraíso. 
     14:7  0:11.9 
    Estamos convencidos de que el Absoluto Incalificado no es una influencia indiferenciada 
    que lo impregna todo, comparable a los conceptos panteístas de la metafísica 
    o a la antigua hipótesis científica del éter. El Absoluto Incalificado es 
    ilimitado en fuerza y está condicionado por la Deidad, pero no percibimos 
    plenamente la relación de este Absoluto con las realidades espirituales de 
    los universos. 
    14:8  0:11.10 
    3. El Absoluto Universal. Llegamos a la conclusión lógica de que este 
    Absoluto era inevitable cuando el Padre Universal, mediante un acto de su 
    libre albedrío absoluto, diferenció las realidades del universo en valores 
    deificados y no deificados -personalizables y no personalizables. El Absoluto 
    Universal es el fenómeno de la Deidad que indica que está resuelta la tensión 
    que se produjo cuando el acto de libre albedrío diferenció así la realidad 
    universal, y este Absoluto actúa como coordinador asociativo de estas sumas 
    totales de potenciales existenciales. 
     15:1  0:11.11 
    La presencia y la tensión del Absoluto Universal indican que la diferencia 
    entre la realidad de la deidad y la realidad no deificada está ajustada. Esta 
    diferencia era inherente a la separaración entre la dinámica de la divinidad 
    con libre albedrío y la estática de la infinidad incalificada. 
     15:2  0:11.12 
    Recordad siempre que la infinidad potencial es absoluta e inseparable de la 
    eternidad. La infinidad actual que aparece en el tiempo nunca puede ser más 
    que parcial y por tanto debe ser no absoluta; la infinidad de la personalidad 
    actual tampoco puede ser absoluta, excepto en la Deidad incalificada. La diferencia 
    entre el potencial de infinidad del Absoluto Incalificado y el del Absoluto 
    de la Deidad es lo que eterniza al Absoluto Universal, haciendo de este modo 
    cósmicamente posible tener universos materiales en el espacio, y espiritualmente 
    posible tener personalidades finitas en el tiempo. 
     15:3  0:11.13 
    Lo finito sólo puede coexistir en el cosmos con lo Infinito a causa de la 
    presencia asociativa del Absoluto Universal, que iguala tan perfectamente 
    las tensiones entre el tiempo y la eternidad, la finitud y la infinidad, el 
    potencial de la realidad y la actualidad de la realidad, el Paraíso y el espacio, 
    el hombre y Dios. Asociativamente, el Absoluto Universal constituye la identificación 
    de la zona de realidad evolutiva en progreso que existe en los universos del 
    espacio-tiempo y del espacio-tiempo trascendido, donde se manifiesta la Deidad 
    subinfinita. 
     15:4  0:11.14 
    El Absoluto Universal es el potencial de la Deidad estático-dinámica que se 
    puede hacer realidad funcionalmente en los niveles del tiempo y de la eternidad 
    bajo la forma de valores finitos y absolutos, y que contiene la posibilidad 
    de un acercamiento experiencial-existencial. Este aspecto incomprensible de 
    la Deidad puede ser estático, potencial y asociativo, pero experiencialmente 
    no es creativo ni evolutivo en lo que respecta a las personalidades inteligentes 
    que actúan ahora en el universo maestro. 
    15:5  0:11.15 
    El Absoluto.  Aunque los dos Absolutos -calificado e incalificado- 
    parecen actuar de manera tan divergente cuando son observados por las criaturas 
    mentales, están perfecta y divinamente unificados en, y por, el Absoluto Universal. 
    A fin de cuentas y para comprenderlo de manera final, los tres forman un solo 
    Absoluto. En los niveles subinfinitos están diferenciados a causa de sus funciones, 
    pero en la infinidad son UNO SOLO. 
    15:6  0:11.16 
    Nunca utilizamos el término "Absoluto" como una negación de algo 
    o para desmentir alguna cosa. Tampoco consideramos que el Absoluto Universal 
    se determine a sí mismo, que sea una especie de Deidad impersonal y panteísta. 
    En todo lo que concierne a la personalidad en el universo, lo Absoluto está 
    estrictamente limitado por la Trinidad y dominado por la Deidad. 
  
    XII. LAS TRINIDADES
    15:7  0:12.1 La Trinidad 
    original y eterna del Paraíso es existencial y era inevitable. Cuando la voluntad 
    sin trabas del Padre diferenció lo personal de lo no personal, esta Trinidad 
    sin principio era inherente a ese hecho, y se hizo real cuando la voluntad 
    personal del Padre coordinó estas realidades dobles por medio de la mente. 
    Las Trinidades posteriores a Havona son experienciales -son inherentes a la 
    creación de los dos niveles subabsolutos y evolutivos en los que se manifiestan 
    la personalidad y el poder en el universo maestro. 
    15:8  0:12.2 
    La Trinidad del Paraíso  -la unión de la Deidad eterna del Padre Universal, 
    el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito- es existencial en actualidad, pero 
    todos sus potenciales son experienciales. Por eso esta Trinidad constituye 
    la única realidad de la Deidad que abarca la infinidad, y por eso se producen 
    los fenómenos universales de la actualización de Dios Supremo, Dios Último 
    y Dios Absoluto. 
    15:9  0:12.3 
    La primera y segunda Trinidad experienciales, las Trinidades posteriores a 
    Havona, no pueden ser infinitas porque contienen Deidades derivadas,  
    unas Deidades que han evolucionado mediante la actualización experiencial 
    de unas realidades creadas o existenciadas por la Trinidad existencial del 
    Paraíso. La infinidad de la divinidad se está enriqueciendo constantemente, 
    si no ampliando, gracias a la finitud y a la absonidad de la experiencia de 
    las criaturas y de los Creadores. 
     16:1  0:12.4 
    Las Trinidades son las verdades de las relaciones y los hechos de la manifestación 
    coordinada de la Deidad. Las funciones de la Trinidad abarcan las realidades 
    de la Deidad, y las realidades de la Deidad siempre tratan de realizarse y 
    de manifestarse en la personalización. Por consiguiente, Dios Supremo, Dios 
    Último e incluso Dios Absoluto son inevitabilidades divinas. Estas tres Deidades 
    experienciales eran potenciales en la Trinidad existencial, la Trinidad del 
    Paraíso, pero su aparición en el universo como personalidades de poder depende, 
    por una parte, de su propia labor experiencial en los universos de poder y 
    de personalidad, y por otra, de los logros experienciales de los Creadores 
    y Trinidades posteriores a Havona. 
    16:2  0:12.5 
    Las dos Trinidades experienciales post-havonianas, la Trinidad Última y la 
    Trinidad Absoluta, no están ahora manifestadas por completo; se encuentran 
    en proceso de realización en el universo. Estas asociaciones de la Deidad 
    se pueden describir como sigue: 
   16:3  0:12.6 
    1. La Trinidad Última,  ahora en evolución, constará finalmente del 
    Ser Supremo, las Personalidades Creadoras Supremas y los Arquitectos absonitos 
    del Universo Maestro, esos incomparables planificadores de universos que no 
    son ni creadores ni criaturas. Dios Último adquirirá final e inevitablemente 
    poder y personalidad como consecuencia, en la Deidad, de la unificación de 
    esta Trinidad Última experiencial en el escenario en expansión del universo 
    maestro casi ilimitado. 
    16:4  0:12.7 2. La Trinidad Absoluta  -la segunda Trinidad 
    experiencial- ahora en proceso de actualización, constará de Dios Supremo, 
    Dios Último y el Consumador no revelado del Destino del Universo. Esta Trinidad 
    ejerce sus funciones tanto en los niveles personales como en los superpersonales, 
    llegando hasta las fronteras de lo no personal, y su unificación en universalidad 
    haría experiencial a la Deidad Absoluta. 
    16:5  0:12.8 
    La Trinidad Última se está unificando experiencialmente hasta su finalización, 
    pero dudamos sinceramente que una unificación tan completa sea posible en 
    el caso de la Trinidad Absoluta. Sin embargo, nuestro concepto de la Trinidad 
    eterna del Paraíso es un recordatorio permanente de que la trinitización de 
    la Deidad puede lograr lo que de otra manera es inalcanzable; de ahí que consideremos 
    como un postulado la aparición algún día del Supremo-Último,  y la 
    posible trinitización-objetivación de Dios Absoluto. 
    16:6  0:12.9 
    Los filósofos del universo consideran como postulado una Trinidad de Trinidades, 
     una Trinidad Infinita existencial-experiencial, pero no son capaces de 
    imaginar su personalización, que tal vez equivaldría a la persona del Padre 
    Universal en el nivel conceptual del YO SOY. Pero independientemente de todo 
    esto, la Trinidad original del Paraíso es potencialmente infinita, puesto 
    que el Padre Universal es realmente infinito. 
   AGRADECIMIENTO 
   16:7  0:12.10 Los capítulos 
    siguientes describen el carácter del Padre Universal y la naturaleza de sus 
    asociados del Paraíso, junto con un intento por describir el perfecto universo 
    central y los siete superuniversos que lo rodean. Para formularlos tenemos 
    que guiarnos por las órdenes de los gobernantes del superuniverso que nos 
    aconsejan que, en todos nuestros esfuerzos por revelar la verdad y coordinar 
    el conocimiento fundamental, tenemos que dar preferencia a los conceptos humanos 
    más elevados que existen relacionados con los temas que se van a presentar. 
    Sólo podemos recurrir a la revelación pura cuando el concepto a presentar 
    no haya sido expresado anteriormente de manera adecuada por la mente humana. 
    
    17:1  0:12.11 
    Las revelaciones planetarias sucesivas de la verdad divina contienen invariablemente 
    los conceptos más elevados que existen sobre los valores espirituales, como 
    una parte de la coordinación nueva y mejor del conocimiento planetario. En 
    consecuencia, para poder presentar a Dios y a sus asociados del universo, 
    hemos seleccionado como base de estos capítulos más de mil conceptos humanos 
    que representan el conocimiento planetario más elevado y avanzado sobre los 
    valores espirituales y los significados universales. Cuando estos conceptos 
    humanos, recopilados entre los mortales del pasado y del presente que conocen 
    a Dios, sean inadecuados para describir la verdad tal como se nos ha ordenado 
    que la revelemos, los completaremos sin vacilar recurriendo para ello a nuestro 
    propio conocimiento superior sobre la realidad y la divinidad de las Deidades 
    del Paraíso y del universo trascendente donde residen. 
    17:2  0:12.12 Conocemos plenamente 
    las dificultades de nuestra misión; reconocemos la imposibilidad de traducir 
    completamente el lenguaje de los conceptos de la divinidad y de la eternidad 
    a los símbolos linguísticos de los conceptos finitos de la mente mortal. Pero 
    sabemos que un fragmento de Dios vive en la mente humana y que el Espíritu 
    de la Verdad reside con el alma humana; y sabemos también que estas fuerzas 
    espirituales conspiran para permitir que el hombre material capte la realidad 
    de los valores espirituales y comprenda la filosofía de los significados universales. 
    Pero sabemos incluso con mayor seguridad que estos espíritus de la Presencia 
    Divina son capaces de ayudar al hombre para que se apropie espiritualmente 
    de toda verdad que contribuya a realzar la realidad siempre en progreso de 
    la experiencia religiosa personal -la conciencia de Dios.