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ÍNDICE
El libro de Urantia
Edición 1999
DOCUMENTO 11
LA ISLA ETERNA DEL PARAÍSO
118:1 11:0.1
EL Paraíso es el centro eterno del universo de los universos y la morada del
Padre Universal, del Hijo Eterno, del Espíritu Infinito, y de sus divinos
coordinados y asociados. Esta Isla central es el cuerpo más gigantesco organizado
de realidad cósmica en todo el universo maestro. El Paraíso es una esfera
material así como también una morada espiritual. Toda la creación inteligente
del Padre Universal reside en moradas materiales; por lo tanto, el centro
del control absoluto debe ser también material, literal. Nuevamente debe reiterarse
que las cosas y los seres espirituales son reales.
118:2 11:0.2
La belleza material del Paraíso consiste en la magnificencia de su perfección
física; la grandiosidad de la Isla de Dios se exhibe en las estupendas realizaciones
intelectuales y en el desarrollo de la mente de sus habitantes; la gloria
de la Isla central se muestra en la dote infinita de personalidad espiritual
divina: la luz de la vida. Pero las profundidades de la belleza espiritual
y las maravillas de este conjunto magnífico están totalmente más allá de la
comprensión de la mente finita de las criaturas materiales. La gloria y el
esplendor espiritual de la morada divina son imposibles de comprender para
los mortales. Y el Paraíso existe desde la eternidad; no hay archivos ni tradiciones
respecto al origen de esta Isla nuclear de Luz y de Vida.
1. LA MORADA DIVINA
118:3 11:1.1 El Paraíso
sirve muchos propósitos en la administración de los reinos universales, pero
para los seres criaturas existe fundamentalmente como morada de la Deidad.
La presencia personal del Padre Universal reside en el centro mismo de la
superficie superior de esta morada de las Deidades la cual es casi circular,
pero no esférica. Esta presencia paradisiaca del Padre Universal está inmediatamente
rodeada por la presencia personal del Hijo Eterno, mientras que ambos están
envueltos en la gloria inenarrable del Espíritu Infinito.
118:4 11:1.2
Dios habita, ha habitado y habitará por siempre en esta misma morada central
y eterna. Siempre lo hemos hallado allí y siempre allí lo hallaremos. El Padre
Universal está cósmicamente enfocado, espiritualmente personalizado, y geográficamente
reside en este centro del universo de los universos.
118:5 11:1.3
Todos sabemos el camino directo a seguir para encontrar al Padre Universal.
Vosotros no podéis comprender mucho acerca de la morada divina debido a lo
remota que está de vosotros y a la inmensidad del espacio que os separa de
ella, pero los que pueden comprender el significado de estas distancias enormes
conocen la ubicación y morada de Dios tan certera y literalmente como vosotros
conocéis la ubicación de Nueva York, Londres, Roma o Singapur, ciudades definitiva
y geográficamente situadas en Urantia. Si fueras un navegante hábil, equipado
de nave, mapas y brújula, podrías encontrar fácilmente estas ciudades. Asímismo,
si tuvieras el tiempo, los medios de viaje y estuvieras calificado espiritualmente,
y contaras con la guía necesaria, podrías pilotear de universo en universo
y de circuito en circuito, viajando siempre hacia el interior a través de
los dominios estelares, hasta que por fin te hallarías ante el resplandor
central de la gloria espiritual del Padre Universal. Provistos de todo lo
necesario para el viaje, es tan posible encontrar la presencia personal de
Dios en el centro de todas las cosas como lo sería encontrar ciudades distantes
en tu propio planeta. El hecho de que tú no hayas visitado estos sitios no
refuta en modo alguno su realidad ni su existencia auténtica. Que tan pocas
de las criaturas del universo hayan encontrado a Dios en el Paraíso en modo
alguno refuta tampoco la realidad de su existencia ni de su persona espiritual
en el centro de todas las cosas.
119:1 11:1.4
El Padre ha de ser hallado siempre en esta ubicación central. Si se mudara,
se desencadenaría el pandemonio universal, porque en él convergen en este
centro residencial las líneas universales de la gravedad desde los confines
de la creación. Si remontamos el circuito de la personalidad a través de los
universos o seguimos las personalidades ascendentes mientras viajan hacia
el interior de la creación donde está el Padre; si trazamos las líneas de
la gravedad material hasta el Paraíso bajo, o seguimos los ciclos pulsantes
de la fuerza cósmica; si trazamos las líneas de la gravedad espiritual hasta
el Hijo Eterno o seguimos la procesión de los Hijos Paradisiacos de Dios que
se dirige hacia el centro; si descubrimos los circuitos mentales o seguimos
los billones de billones de seres celestiales que surgen del Espíritu Infinito,
mediante cualquiera de estas observaciones o por todas ellas se nos conducirá
directamente hasta la presencia del Padre, en su morada central. Aquí, Dios
está personal, literal y realmente presente, y desde su ser infinito fluyen
los caudales de las corrientes de la vida, la energía y la personalidad para
todos los universos.
2. LA NATURALEZA DE LA ISLA ETERNA
119:2 11:2.1 Puesto que
estáis comenzando a vislumbrar la enormidad del universo material discernible
incluso desde vuestra ubicación astronómica, vuestra posición espacial en
los sistemas estelares, debería ser evidente para vosotros que un universo
material tan extraordinario ha de contar con una capital adecuada y digna,
un centro de gobierno a la altura de la dignidad e infinitud del Soberano
universal de toda esa vasta creación de reinos materiales y seres vivientes.
119:3 11:2.2
El Paraíso difiere en su forma de los cuerpos espaciales habitados: no es
esférico. Es definidamente elipsoide, siendo un sexto más largo en su diámetro
norte-sur que en su diámetro este-oeste. La Isla central es esencialmente
plana, y la distancia desde la superficie superior hasta la superficie inferior
es un décimo del diámetro este-oeste.
119:4 11:2.3
Estas diferencias en dimensiones, consideradas juntamente con su estado estacionario
y la mayor presión exterior de fuerza-energía en el extremo norte de la Isla,
permiten establecer dirección absoluta en el universo maestro.
119:5 11:2.4
La Isla central se divide geográficamente en tres ámbitos de actividad:
119:6 1. El Paraíso superior.
119:7 2. El Paraíso periférico.
119:8 3. El Paraíso bajo.
119:9 11:2.5
La superficie del Paraíso ocupada por las actividades de personalidad se define
como la zona superior, y la superficie opuesta, como la zona baja. La periferia
del Paraíso provee actividades que no son estrictamente ni personales ni no
personales. La Trinidad parece dominar el plano personal o superior, el Absoluto
No Cualificado, el plano inferior o impersonal. Casi no concebimos al Absoluto
No Cualificado como una persona, pero consideramos que la presencia funcional
en el espacio de este Absoluto se halla enfocado en el Paraíso bajo.
120:1 11:2.6
La Isla eterna está compuesta de una sola forma de materialización -sistemas
estacionarios de realidad. Esta substancia literal del Paraíso es una organización
homogénea de potencia espacial que no se encuentra en ninguna otra parte del
vasto universo de los universos. Ha recibido muchos nombres en diferentes
universos, y los Melquisedek de Nebadon desde hace mucho tiempo la han denominado
como absolutum. Este material del Paraíso no está ni muerto ni vivo;
es la expresión original no espiritual de la Primera Fuente y Centro; es Paraíso,
y el Paraíso no tiene duplicado.
120:2 11:2.7
Nos parece que la Primera Fuente y Centro ha concentrado todo el potencial
absoluto para la realidad cósmica en el Paraíso como parte de su técnica de
autoliberación de las limitaciones de la infinidad, como medio para posibilitar
la creación subinfinita, incluso espacio-temporal. Pero de ello no se desprende
que el Paraíso esté limitado por el tiempo y el espacio tan sólo porque el
universo de los universos revela estas cualidades. El Paraíso existe sin tiempo
y no tiene ubicación en el espacio.
120:3 11:2.8
A grandes rasgos: el espacio al parecer se origina apenas debajo del Paraíso
bajo; y el tiempo, apenas encima del Paraíso superior. El tiempo, tal como
vosotros lo entendéis, no es un rasgo de la existencia en el Paraíso, aunque
los habitantes de la Isla Central están plenamente conscientes de la secuencia
de eventos sin tiempo. El movimiento no es inherente al Paraíso; es volitivo.
Pero el concepto de distancia, incluso distancia absoluta, tiene gran significado
en cuanto se lo pueda aplicar a ubicaciones relativas en el Paraíso. El Paraíso
no es espacial; por lo tanto sus áreas son absolutas y por consiguiente útiles
de muchas maneras más allá del concepto de la mente mortal.
3. EL PARAÍSO SUPERIOR
120:4 11:3.1 En el Paraíso
superior hay tres grandes esferas de actividad, la presencia de la Deidad,
la Esfera Santísima, y el Area Santa La vasta región que rodea
inmediatamente la presencia de las Deidades se reserva como la Esfera Santísima
para las funciones de adoración, trinidización y elevado logro espiritual.
No hay estructuras materiales ni creaciones puramente intelectuales en esta
zona; no podrían existir allí. Es inútil para mí intentar describir para la
mente humana, la naturaleza divina y la esplendorosa magnitud de la Esfera
santísima del Paraíso. Este dominio es completamente espiritual, y vosotros
sois casi completamente materiales. Una realidad puramente espiritual es,
para un ser puramente material, aparentemente inexistente.
120:5 11:3.2
Aunque no hayan materializaciones físicas en el área santísima, hay abundantes
recuerdos de vuestros días materiales en los sectores de la Tierra Santa y
los hay aún más en las áreas históricas reminiscentes del Paraíso periférico.
120:6 11:3.3
El Area Santa, la región exterior o residencial, está dividida en siete zonas
concéntricas. Al Paraíso se le llama a veces "la Casa del Padre"
puesto que es su morada eterna, y estas siete zonas se denominan frecuentemente
"las mansiones paradisiacas del Padre". La zona interior o primera
está ocupada por los ciudadanos del Paraíso y los nativos de Havona que a
la sazón moran en el Paraíso. La zona siguiente, o segunda, es la zona residencial
de los nativos de los siete superuniversos del tiempo y el espacio. Esta segunda
zona está en parte subdividida en siete inmensas divisiones, el hogar en el
Paraíso de los seres espirituales y las criaturas ascendentes que provienen
de los universos de progresión evolutiva. Cada uno de estos sectores está
exclusivamente dedicado al bienestar y progreso de las personalidades de un
solo superuniverso, pero estas instalaciones trascienden de manera casi infinita
los requisitos actuales de los siete superuniversos.
121:1 11:3.4
Cada uno de los siete sectores del Paraíso está subdividido en unidades residenciales
adecuadas para albergar el centro de gobierno de mil millones de grupos glorificados
de trabajo. Mil de estas unidades constituyen una división. Cien mil divisiones,
una congregación. Diez millones de congregaciones constituyen una asamblea.
Mil millones de asambleas componen una gran unidad. Y esta serie ascendente
continúa a través de la segunda gran unidad, la tercera, y así sucesivamente
hasta la séptima gran unidad. Siete de las grandes unidades componen las unidades
rectoras, y siete unidades rectoras constituyen una unidad superior; y de
este modo, en agrupaciones de siete, las series ascendentes se expanden a
través de las unidades superiores, supersuperiores, celestiales y supercelestiales,
hasta las unidades supremas. Pero incluso esto no llega a ocupar todo el espacio
disponible. Este asombroso número de residencias en el Paraíso, un número
que rebasa vuestra capacidad de concebirlo, ocupa mucho menos de un uno por
ciento del área asignada de la Tierra Santa. Aún hay lugar de sobra para los
que están en camino hacia adentro, e incluso para los que no comenzarán la
ascensión al Paraíso sino hasta los tiempos del futuro eterno.
4. PARAÍSO PERIFÉRICO
121:2 11:4.1 La Isla central
termina abruptamente en la periferia, pero su extensión es tan enorme que
su ángulo terminal es relativamente indiscernible dentro de un área circunscrita.
La superficie periférica del Paraíso está ocupada, en parte, por los campos
de desembarco y de envío de distintos grupos de personalidades espirituales.
Puesto que las zonas no ocupadas del espacio casi infringen en la periferia,
todos los transportes de personalidad destinados al Paraíso aterrizan en estas
regiones. Ni el Paraíso superior ni el bajo son accesibles para los supernafines
de trasporte ni otros tipos de viajeros del espacio.
121:3 11:4.2
Los Siete Espíritus Rectores tienen su sede personal de poder y autoridad
en las siete esferas del Espíritu, que giran alrededor del Paraíso en el espacio
entre los orbes resplandecientes del Hijo y el circuito interno de los mundos
de Havona, pero mantienen sedes centrales de la focalización de la fuerza
en la periferia del Paraíso. Aquí, las presencias de los Siete Directores
Supremos del Poder que giran lentamente, indican la ubicación de las siete
estaciones de transmisión para ciertas energías del Paraíso que salen a los
siete superuniversos.
121:4 11:4.3
Aquí en el Paraíso periférico están las enormes áreas de exhibición histórica
y profética asignadas a los Hijos Creadores, dedicadas a los universos locales
del tiempo y el espacio. Hay tan sólo siete billones de estas reservaciones
históricas ya establecidas o en reserva, pero estas instalaciones, en suma,
ocupan solamente alrededor de un cuatro por ciento de esa porción del área
periférica así asignada. Inferimos que estas vastas reservas pertenecen a
creaciones que, alguna vez han de situarse más allá de las fronteras de los
siete superuniversos habitados que se conocen ahora.
121:5 11:4.4
Esa porción del Paraíso que se ha designado para el uso de los universos existentes
está ocupada sólo de uno a cuatro por ciento, en tanto el área asignada a
estas actividades es por lo menos un millón de veces mayor de lo que se requiere
para ese objeto. El Paraíso es suficientemente grande para dar cabida a las
actividades de una creación casi infinita.
121:6 11:4.5
Pero un intento ulterior de divulgaros las glorias del Paraíso sería inútil.
Debéis esperar, y ascender mientras esperáis, porque verdaderamente "el
ojo no ha visto, ni el oído ha oído, ni ha entrado en la mente del hombre
mortal, lo que el Padre Universal ha preparado para los que sobreviven la
vida en la carne de los mundos del tiempo y el espacio".
5. EL PARAÍSO BAJO
122:1 11:5.1 En cuanto
al Paraíso bajo, sabemos tan sólo lo que se ha revelado; las personalidades
no habitan allí. Nada tiene que ver con los asuntos de las inteligencias espirituales,
ni tampoco funciona allí el Absoluto de Deidad. Se nos informa de que todos
los circuitos de la energía física y la fuerza cósmica tienen su origen en
el Paraíso bajo, y que éste está constituido de la siguiente manera:
122:2 11:5.2
1. Directamente debajo de la ubicación de la Trinidad, en la porción central
del Paraíso bajo, se encuentra la desconocida y no revelada Zona de la
Infinidad.
122:3 11:5.3 2. Esta Zona está
inmediatamente rodeada por un área innominada.
122:4 11:5.4 3. En los límites
exteriores de la superficie inferior hay una región que tiene que ver
principalmente con la potencia del espacio y la fuerza-energía. Las actividades
de este vasto centro elíptico de fuerza no son identificables con las
funciones conocidas de cualquier triunidad, pero la carga primordial de
fuerza del espacio parece estar enfocada en esta zona. Este centro consta
de tres zonas elípticas concéntricas: la más interior es el punto focal
de las actividades de fuerza-energía del Paraíso mismo; la más exterior
puede identificarse posiblemente con las funciones del Absoluto No Cualificado;
pero no estamos seguros respecto a las funciones espaciales de la zona
intermedia.
122:5 11:5.5
La zona interior de este centro de fuerza parece actuar como un corazón
gigantesco cuyas pulsaciones dirigen las corrientes hacia los límites más
exteriores del espacio físico. Dirige y modifica las energías de fuerza
pero no podemos decir que las impulsa. La realidad de presión-presencia
de esta fuerza primaria es definidamente mayor en el extremo norte del centro
del Paraíso que en las regiones del sur; ésta es una diferencia que es registrada
con uniformidad. La fuerza matriz del espacio parece fluir hacia dentro
en el sur y hacia fuera en el norte mediante la operación de un sistema
circulatorio desconocido que se ocupa de la difusión de esta forma básica
de fuerza-energía. De vez en cuando también se observan diferencias en las
presiones este-oeste. Las fuerzas que emanan de esta zona no responden a
la gravedad física observable, pero siempre obedecen a la gravedad del Paraíso.
122:6 11:5.6
La zona intermedia del centro de fuerza rodea directamente esta área.
Esta zona intermedia parece ser estática excepto que se expande y contrae
a través de tres ciclos de actividad. La menor de estas pulsaciones es en
dirección este-oeste, la siguiente, en sentido norte-sur, mientras que la
fluctuación más grande se halla en todas direcciones, una expansión y contracción
generalizada. La función de esta área intermedia nunca ha sido verdaderamente
identificada, pero debe tener algo que ver con los ajustes recíprocos entre
las zonas interior y exterior del centro de fuerza. Muchos creen que la
zona intermedia es el mecanismo de control del espacio intermedio o zonas
quietas que separan los sucesivos niveles espaciales del universo maestro,
pero no hay prueba o revelación que lo confirme. Esta inferencia se deriva
del conocimiento de que esta área intermedia se relaciona de alguna manera
con el funcionamiento de los mecanismos del espacio no ocupado del universo
maestro.
122:7 11:5.7
La zona exterior es la más grande y más activa de los tres cinturones
concéntricos y elípticos del potencial espacial no identificado. Esta área
es el sitio de actividades inimaginadas, el punto central del circuito de
emanaciones que van hacia el espacio en todas direcciones hasta los límites
más exteriores de los siete superuniversos y más allá hasta extenderse a
los dominios enormes e incomprensibles de todo el espacio exterior. Esta
presencia espacial es enteramente impersonal a pesar de que de alguna manera
no revelada parece responder indirectamente a la voluntad y mandatos de
las Deidades infinitas cuando actúan como Trinidad. Se cree que éste sea
el punto de enfoque central, el centro paradisiaco de la presencia espacial
del Absoluto No Cualificado.
123:1 11:5.8
Todas las formas de fuerza y todas las fases de la energía parecen encontrarse
en circuitos; circulan por el universo y regresan por rutas definidas. Pero
con las emanaciones de la zona activada del Absoluto No Cualificado parece
que la dirección fuera hacia afuera o hacia adentro, pero nunca en ambas
direcciones simultáneamente. Esta zona exterior pulsa en ciclos de edades
de proporciones gigantescas. Durante poco más de mil millones de años de
Urantia, la fuerza espacial sale de este centro; luego, durante un período
de tiempo semejante retornará. Y las manifestaciones de la fuerza espacial
de este centro son universales; se extienden por todas partes del espacio
ocupable.
123:2 11:5.9
Toda fuerza física, energía y materia son uno. Toda la fuerza-energía provino
originalmente del Paraíso bajo y finalmente después de completar su circuito
espacial retornará allí. Pero no todas las organizaciones de material y
de energía del universo de los universos vinieron del Paraíso bajo en sus
estados fenomenales presentes; el espacio es el seno de varias formas de
energía y de premateria. Aunque la zona exterior del centro de fuerza en
el Paraíso es la fuente de las energías espaciales, el espacio no se origina
allí. El espacio no es fuerza, ni energía ni poder. Tampoco explican las
pulsaciones de esta zona la respiración del espacio, pero las fases de entrada
y de salida de esta zona están sincronizadas con los ciclos de expansión-contracción
de dos mil millones de años del espacio.
6. LA RESPIRACIÓN DEL ESPACIO
123:3 11:6.1 No conocemos
el mecanismo mismo de la respiración espacial; meramente observamos que
el entero espacio se contrae y se expande alternativamente. Esta respiración
afecta tanto la extensión horizontal del espacio ocupado como las extensiones
verticales del espacio desocupado que existen en los vastos depósitos de
espacio por encima y por debajo del Paraíso. Para intentar imaginar el perfil
de volumen de estas reservas espaciales, podríais pensar en un reloj de
arena.
123:4 11:6.2
Cuando los universos de la extensión horizontal del espacio ocupado se expanden,
los depósitos de la extensión vertical del espacio no ocupado se contraen,
y viceversa. Hay una confluencia de espacio ocupado y no ocupado justo debajo
del Paraíso bajo. Ambos tipos de espacio confluyen allí a través de los
canales que regulan y trasmutan, donde se operan cambios que hacen no ocupable
el espacio ocupable, y viceversa, en los ciclos de contracción y expansión
del cosmos.
123:5 11:6.3
Espacio "desocupado" significa: no ocupado por aquellas fuerzas,
energías, poderes y presencias que se sabe existen en el espacio ocupado.
No sabemos si el espacio vertical (depósito) esté destinado siempre a funcionar
como el contrapeso del espacio horizontal (universo); no sabemos si hay
una intención creadora respecto del espacio desocupado; realmente sabemos
muy poco acerca de los depósitos del espacio, meramente que existen, y que
parecen contrabalancear los ciclos espaciales de expansión-contracción del
universo de los universos.
123:6 11:6.4
Los ciclos de respiración del espacio duran en cada fase por poco más de
mil millones de años urantianos. Durante una fase los universos se expanden;
durante la siguiente, se contraen. El espacio ocupado se está aproximando
ahora a un punto medio de la fase de expansión, en tanto el espacio desocupado
se aproxima al punto medio de la fase de contracción, y se nos ha informado
de que los límites extremos de ambas extensiones espaciales están ahora,
en teoría, aproximadamente equidistantes del Paraíso. Los depósitos de espacio
desocupado se extienden ahora en sentido vertical por encima del Paraíso
superior y por debajo del Paraíso bajo tanto como el espacio ocupado del
universo se extiende horizontalmente hacia fuera desde el Paraíso periférico
hasta el cuarto nivel del espacio exterior e incluso más allá.
124:1 11:6.5
Durante mil millones de años del tiempo urantiano, los depósitos de espacio
se contraen mientras que el universo maestro y las actividades de fuerza
de todo el espacio horizontal se expanden. Por lo tanto, hacen falta un
poco más de dos mil millones de años de Urantia para concluir el ciclo completo
de expansión-contracción.
7. LAS FUNCIONES ESPACIALES DEL PARAÍSO
124:2 11:7.1 El espacio
no existe en ninguna de las superficies del Paraíso. Si uno "mirara"
directamente hacia arriba desde la superficie superior del Paraíso, no "vería"
nada sino espacio desocupado que entra o que sale, y que en este momento
entra. El espacio no toca el Paraíso; sólo las zonas quiescentes
del espacio intermedio entran en contacto con la Isla central.
124:3 11:7.2
El Paraíso es realmente el núcleo inmóvil de las zonas relativamente quiescentes
que existen entre el espacio ocupado y el espacio desocupado. Geográficamente
estas zonas parecen ser una extensión relativa del Paraíso, pero probablemente
tengan algún movimiento. Sabemos muy poco acerca de ellas, pero observamos
que estas zonas de reducida moción espacial separan el espacio ocupado del
espacio desocupado. Zonas similares existieron antaño entre los niveles
del espacio ocupado, pero ahora son menos quiescentes.
124:4 11:7.3
Un corte vertical del espacio total se asemejaría ligeramente a una cruz
maltesa, donde los brazos horizontales representan el espacio ocupado (universo)
y los brazos verticales representan el espacio desocupado (depósito). Las
áreas entre los cuatro brazos los separarían en forma semejante a como las
zonas del espacio intermedio separan el espacio ocupado del desocupado.
Estas zonas quietas del espacio intermedio se van agrandando cada vez más
a medida que aumenta la distancia del Paraíso y finalmente abarcan las fronteras
de todo el espacio y encierran completamente tanto los depósitos espaciales
como toda la extensión horizontal del espacio ocupado.
124:5 11:7.4
El espacio no es ni una condición subabsoluta dentro del Absoluto No Cualificado,
ni la presencia de éste, ni tampoco es una función del Último. Es una dádiva
del Paraíso, y se cree que el espacio del gran universo y el de todas las
regiones exteriores realmente se impregna de la ancestral potencia espacial
del Absoluto No Cualificado. Desde un acceso cercano al Paraíso periférico,
este espacio ocupado se extiende horizontalmente hacia afuera a través del
cuarto nivel espacial y más allá de la periferia del universo maestro, pero
no sabemos cuánto más.
124:6 11:7.5
Si imagináis un plano en forma de V, finito pero inconcebiblemente grande,
ubicado en ángulo recto respecto de las superficies superior e inferior
del Paraíso, con la punta casi tangente al Paraíso Periférico, y luego imaginad
ese plano en revolución elíptica alrededor del Paraíso, su revolución esbozaría
aproximadamente el volumen del espacio ocupado.
124:7 11:7.6
Hay un límite superior y un límite inferior del espacio horizontal con referencia
a cualquier lugar dado en los universos. Si uno pudiera moverse lo bastante
lejos en ángulo recto respecto del plano de Orvontón, ya sea hacia arriba
o hacia abajo, podría uno encontrar finalmente el límite superior o inferior
del espacio ocupado. Dentro de las dimensiones conocidas del universo maestro
estos límites se separan cada vez más del Paraíso; el espacio se espesa,
y se espesa un poco más rápidamente que el plano de la creación, los universos.
125:1 11:7.7
Las zonas relativamente quietas entre los niveles del espacio, tal como
la que separa a los siete superuniversos del primer nivel del espacio exterior,
son enormes regiones elípticas de actividades espaciales quiescentes. Estas
zonas separan las vastas galaxias que giran velozmente alrededor del Paraíso
en ordenada procesión. Vosotros podéis concebir el primer nivel del espacio
exterior, donde incalculables universos están ahora en proceso de formación,
como una vasta procesión de galaxias que giran alrededor del Paraíso, limitadas
hacia arriba y hacia abajo por las zonas en reposo del espacio intermedio
y limitadas en los márgenes interior y exterior por zonas de espacio relativamente
quietas.
125:2 11:7.8
Un nivel espacial funciona pues como una región elíptica de movimiento rodeada
por todas partes por la inmovilidad relativa. Tales relaciones de movimiento
y reposo constituyen una senda espacial curva de menor resistencia a la
moción, senda universalmente seguida por la fuerza cósmica y la energía
emergente mientras giran eternamente alrededor de la Isla del Paraíso.
125:3 11:7.9
Esta zonificación alternada del universo maestro, asociada con el flujo
alternado de las galaxias, en el sentido de las manecillas del reloj y en
sentido contrario, es un factor en la estabilización de la gravedad física,
concebido para prevenir el aumento de la presión de la gravedad hasta el
punto de producirse actividades disruptivas o de dispersión. Este mecanismo
ejerce influencia antigravitacional y actúa como un freno sobre velocidades
que de otro modo serían peligrosas.
8. LA GRAVEDAD DEL PARAÍSO
125:4 11:8.1 La atracción
inescapable de la gravedad mantiene eficazmente aferrados a todos los mundos
de todos los universos de todo el espacio. La gravedad es la atracción todopoderosa
de la presencia física del Paraíso. La gravedad es la cuerda omnipotente
en la cual están ensartadas las fulgurantes estrellas, los soles llameantes
y las esferas rodantes que constituyen el ornamento físico universal del
Dios eterno, quien es todas las cosas, llena todas las cosas, y en quien
radican todas las cosas.
125:5 11:8.2
El centro y foco de la gravedad material absoluta es la Isla del Paraíso,
complementada por los cuerpos oscuros de gravedad que rodean Havona y equilibrada
por los depósitos de espacio inferior y superior. Todas las emanaciones
conocidas del Paraíso bajo invariable e infaliblemente responden a la atracción
de la gravedad central que opera en los circuitos interminables de los niveles
espaciales elípticos del universo maestro. Toda forma conocida de la realidad
cósmica tiene la inclinación de las edades, el giro del círculo, el arco
de oscilación de la gran elipse.
125:6 11:8.3
El espacio no responde a la gravedad, pero actúa como un equilibrador de
la gravedad. Sin el amortiguador del espacio, la acción explosiva sacudiría
los cuerpos espaciales circundantes. El espacio ocupado también ejerce una
influencia antigravitacional sobre la gravedad física o lineal; el espacio
puede realmente neutralizar la acción de la gravedad aunque no puede diferirla.
La gravedad absoluta es la gravedad del Paraíso. La gravedad local o lineal
pertenece a la etapa eléctrica de la energía o la materia; opera dentro
del universo central, los superuniversos y los universos exteriores, dondequiera
que haya tenido lugar una adecuada materialización.
125:7 11:8.4
Las numerosas formas de la fuerza cósmica, de la energía física, del poder
universal, y las diversas materializaciones revelan tres etapas generales,
de respuesta a la gravedad del Paraíso, aunque no perfectamente delineadas:
126:1 11:8.5
1. Etapas pregravitacionales (fuerza). Éste es el primer paso en
la individualización de la potencia espacial en las formas de fuerza cósmica
preenergéticas. Este estado es análogo al concepto de la carga de fuerza
primordial del espacio, a veces llamada energía pura o segregata.
126:2 11:8.6
2. Etapas gravitacionales (energía). Esta modificación de
la carga de fuerza del espacio se produce por la acción de los organizadores
paradisiacos de fuerza. Señala la aparición de los sistemas de energía que
responden a la atracción de la gravedad del Paraíso. Esta energía emergente
es originalmente neutral, pero después de metamorfosis ulteriores mostrará
las así llamadas cualidades positivas y negativas. Designamos estas etapas
ultimata.
126:3 11:8.7 3. Etapas postgravitacionales
(poder del universo o poder universal). En esta etapa, la energía-materia
revela una respuesta al control de la gravedad lineal. En el universo central
estos sistemas físicos son organizaciones triples conocidas como triata.
Son ellos los sistemas maternos de superpoder de las creaciones del tiempo
y del espacio. Los sistemas físicos de los superuniversos son movilizados
por los Directores del Poder Universal y sus asociados. Estas organizaciones
materiales son duales en su constitución y se conocen como gravita.
Los cuerpos oscuros de gravedad que rodean Havona no son ni triata ni gravita,
y su poder de atracción revela ambas formas de gravedad física, la lineal
y la absoluta.
126:4 11:8.8
La potencia del espacio no está sujeta a las interacciones de ninguna
forma de gravitación. Esta dote original del Paraíso no es un auténtico
nivel de realidad, pero es ancestral a todas las realidades funcionales
no espirituales relativas -todas las manifestaciones de fuerza-energía
y la organización de poder y materia. La potencia espacial es un término
difícil de definir. No significa aquello que es ancestral al espacio;
su significado debe transmitir la idea de las potencias y potenciales
existentes dentro del espacio. Podría concebirse burdamente como incluyendo
a todas esas influencias y potenciales absolutos que emanan del Paraíso
y constituyen la presencia espacial del Absoluto No Cualificado.
126:5 11:8.9
El Paraíso es la fuente absoluta y el punto focal eterno de toda energía-materia
en el universo de los universos. El Absoluto No Cualificado es el revelador,
regulador, y depositario de aquello que tiene al Paraíso como su fuente
y origen. La presencia universal del Absoluto No Cualificado parece ser
equivalente al concepto de infinidad potencial de extensión de la gravedad,
una tensión elástica de la presencia del Paraíso. Este concepto nos ayuda
a comprender el hecho de que todas las cosas son atraídas hacia el Paraíso.
La ilustración es cruda, pero sin embargo útil. También explica por qué
la gravedad siempre prefiere actuar en el plano perpendicular de la masa,
un fenómeno indicativo de las dimensiones diferenciales del Paraíso y
las creaciones que lo rodean.
9. LA SINGULARIDAD DEL PARAÍSO
126:6 11:9.1 El Paraíso
es único en el sentido de que es el dominio del origen primordial y la
meta final de destino de todas las personalidades espirituales. Aunque
es cierto que no todos los seres espirituales inferiores de los universos
locales están de inmediato destinados al Paraíso, el Paraíso no deja de
ser la meta anhelada por todas las personalidades supermateriales.
126:7 11:9.2
El Paraíso es el centro geográfico de la infinidad; no es parte de la
creación universal, ni siquiera parte real del eterno universo de Havona.
Comúnmente nos referimos a la Isla central como perteneciente al universo
divino, pero realmente no es así. El Paraíso es una existencia eterna
y exclusiva.
127:1 11:9.3
En la eternidad del pasado, cuando el Padre Universal dio expresión infinita
de su yo espiritual en el ser del Hijo Eterno, simultáneamente reveló
la infinidad potencial de su yo no personal como Paraíso. Un Paraíso no
personal y no espiritual parece haber sido la repercusión inevitable de
la voluntad y acción del Padre que eternizó el Hijo Original. De este
modo el Padre proyectó la realidad en dos fases -la personal y la no personal,
la espiritual y la no espiritual. La tensión entre ellas, frente a la
voluntad de acción del Padre y el Hijo, dio existencia al Actor Conjunto
y al universo central de mundos materiales y seres espirituales.
127:2 11:9.4
Cuando la realidad se diferencia entre lo personal y lo no personal (el
Hijo Eterno y el Paraíso), no es apropiado llamar "Deidad" a
aquello que es no personal, a menos que esté cualificado de alguna manera.
Las repercusiones materiales y de energía de los hechos de la Deidad difícilmente
podrían ser llamadas Deidad. La Deidad puede causar muchas cosas que no
son Deidad, el Paraíso no es Deidad; tampoco es consciente en el sentido
en que el hombre mortal podría llegar a comprender tal término.
127:3 11:9.5
El Paraíso no es ancestral de ningún ser o entidad viviente; no es un
creador. La personalidad y las relaciones de mente-espíritu son transmisibles,
pero lo modelo original no es. Los modelos nunca son reflejos; son duplicaciones
-reproducciones. El Paraíso es el absoluto de los modelos originales;
Havona es un muestrario de estos potenciales en la realidad.
127:4 11:9.6
La residencia de Dios es central y eterna, gloriosa e ideal. Su hogar
es el hermoso modelo para todos los mundos centros de gobierno del universo;
el universo central de su morada inmediata es el arquetipo para todos
los universos en sus ideales, su organización y su último destino.
127:5 11:9.7
El Paraíso es el centro de gobierno universal de todas las actividades
de personalidad y el origen-centro de todas las manifestaciones de fuerza-espacio
y energía. Todo lo que ha sido, es ahora, y aún va a ser, ha venido, viene
ahora o vendrá de esta morada central de los Dioses eternos. El Paraíso
es el Centro de toda la creación, la fuente de todas las energías, y el
lugar de origen primordial de todas las personalidades.
127:6 11:9.8
Después de todo, para los mortales, la cosa más importante acerca
del Paraíso eterno es el hecho de que esta morada perfecta del Padre
Universal es el destino real y remoto de las almas inmortales de los
hijos mortales y materiales de Dios, las criaturas ascendentes de
los mundos evolutivos del tiempo y el espacio. Cada mortal que conoce
a Dios y que ha abrazado la carrera de hacer la voluntad del Padre,
ya se ha embarcado en la larga, la larguísima senda hacia el Paraíso
en la búsqueda de la divinidad y logro de la perfección. Y cuando
un ser de origen animal llega a la presencia del Dios del Paraíso,
como ya lo han hecho muchos, en número incontable, habiendo ascendido
de las esferas humildes del espacio, ese logro representa la realidad
de una transformación espiritual que llega a tocar los límites de
la supremacía.
127:7 11:9.9
[Presentado por un Perfeccionador de la Sabiduría comisionado para este
trabajo por los Ancianos de los Días en Uversa.]
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