ÍNDICE 
 
  
    El libro de Urantia
  
  
  
    Edición 1999
  
   
  
    DOCUMENTO 50 
     Los PRÍNCIPES PLANETARIOS  
  
  
    
       
    
   572:1  50:0.1 
    AUNQUE pertenecientes a la orden de los Hijos Lanonandek, los Príncipes Planetarios 
    están tan especializados en el servicio que generalmente se los considera 
    como un grupo separado. Después de su certificación Melquisedek como Lanonandek 
    secundarios, estos Hijos del universo local son asignados a las reservas de 
    su orden en la sede central de la constelación. Desde aquí, el Soberano del 
    Sistema les asigna a las varias tareas y finalmente son comisionados como 
    Príncipes Planetarios y enviados para gobernar los mundos habitados en evolución. 
    
    572:2  50:0.2 
    La señal para que un Soberano del Sistema actúe en el asunto de asignar un 
    gobernante para un planeta determinado es cuando recibe la solicitud de los 
    Portadores de Vida para enviar un jefe administrativo para que actúe en el 
    planeta en el cual los han establecido la vida y desarrollado seres evolucionarios 
    inteligentes. Se asigna un gobernante planetario de esta orden de filiación 
    a todos los planetas que son habitados por criaturas mortales evolucionarias. 
  1. LA MISIÓN DE Los PRÍNCIPES 
  
 572:3  50:1.1 Un Príncipe 
    Planetario y sus hermanos asistentes representan el acercamiento personalizado 
    más cercano (aparte de la encarnación) que el Hijo Eterno Paradisiaco puede 
    hacer con las criaturas inferiores espacio-temporales. Es verdad que el Hijo 
    Creador toca a las criaturas del reino a través de su espíritu, pero el Príncipe 
    Planetario es la última de las órdenes de Hijos personales que se extienden 
    desde el Paraíso hasta los hijos del hombre. El Espíritu Infinito llega muy 
    cerca en las personas de los guardianes del destino y otros seres angélicos; 
    el Padre Universal vive en el hombre mediante la presencia prepersonal de 
    los Monitores Misteriosos; pero el Príncipe Planetario representa el último 
    esfuerzo del Hijo Eterno y de sus Hijos por acercarse a vosotros. En un mundo 
    recientemente habitado el Príncipe Planetario es el único representante de 
    divinidad completa, pues surge del Hijo Creador (el vástago del Padre Universal 
    y del Hijo Eterno) y de la Ministra Divina (la Hija universal del Espíritu 
    Infinito). 
    572:4  50:1.2 
    Un cuerpo leal de asistentes y ayudantes, así como un gran número de espíritus 
    ministrantes rodean al príncipe de un mundo recientemente habitado. Pero los 
    cuerpos dirigentes de dichos mundos nuevos deben ser de las órdenes más bajas 
    de los administradores de un sistema, para asegurar que sean compasivos y 
    comprensivos en forma innata de los problemas y dificultades planetarios. 
    Todo este esfuerzo por proveer un gobierno compasivo para los mundos evolucionarios 
    involucra una mayor posibilidad de que estas personalidades casi humanas puedan 
    descarriarse por la exaltación de su propia mente más allá y encima de la 
    voluntad de los Gobernantes Supremos. 
    572:5  50:1.3 
    Estando completamente solos como representantes de la divinidad en los planetas 
    específicos, estos Hijos pasan duras pruebas, y Nebadon ha sufrido el infortunio 
    de varias rebeliones. En la creación de los Soberanos de los Sistemas y los 
    Príncipes Planetarios ocurre la personalización de un concepto que se ha ido 
    alejando cada vez más del Padre Universal y del Hijo Eterno, y existe un peligro 
    en aumento de la pérdida del sentido de las proporciones en cuanto a la propia 
    importancia y una mayor probabilidad de fracaso en mantener una posición adecuada 
    en cuanto a los valores y relaciones de las numerosas órdenes de seres divinos 
    y sus jerarquías de autoridad. El hecho de que el Padre no esté presente personalmente 
    en el universo local también impone cierta prueba de fe y lealtad sobre todos 
    estos Hijos. 
    573:1  50:1.4 
    Pero estos príncipes de los mundos pocas veces fracasan en su función de organización 
    y administración de las esferas habitadas, y su triunfo facilita grandemente 
    las misiones subsiguientes de los Hijos Materiales, que concurren para injertar 
    las formas más elevadas de vida de criatura en los hombres primitivos de los 
    mundos. Su gobierno también hace mucho para preparar los planetas para los 
    Hijos de Dios Paradisiacos, que posteriormente vienen para juzgar los mundos 
    y para inaugurar las dispensaciones sucesivas. 
  2. LA ADMINISTRACIÓN PLANETARIA 
  
 573:2  50:2.1 Todos los 
    Príncipes Planetarios están bajo la jurisdicción administrativa universal 
    de Gabriel, el jefe ejecutivo de Miguel, mientras en cuanto a la autoridad 
    inmediata, están sujetos a los mandatos ejecutivos de los Soberanos del Sistema. 
    
    573:3  50:2.2 
    Los Príncipes Planetarios pueden solicitar en cualquier momento el asesoramiento 
    de los Melquisedek, sus instructores y patrocinadores previos, pero no se 
    les exige arbitrariamente que soliciten dicha ayuda, y si este asesoramiento 
    no es pedido voluntariamente, los Melquisedek no interfieren en la administración 
    planetaria. Estos gobernantees de los mundos también pueden solicitar el consejo 
    de los veinticuatro consejeros reunidos de los mundos de autootorgamiento 
    en el sistema. En Satania estos consejeros son presentemente todos nativos 
    de Urantia. Existe un concilio análogo de setenta en la sede central de la 
    constelación, también seleccionados entre los seres evolucionarios de los 
    reinos. 
    573:4  50:2.3 
    El gobierno de los planetas evolucionarios durante sus carreras iniciales 
    y no establecidas es en su mayor parte autocrático. Los Príncipes Planetarios 
    organizan sus grupos especializados de asistentes, seleccionándolos de su 
    cuerpo de auxiliares planetarios. Generalmente se rodean de un concilio supremo 
    de doce, pero éste es seleccionado y está constituido en forma variable en 
    los diferentes mundos. Un Príncipe Planetario también puede tener como ayudantes 
    a uno o más de la tercera orden de su propio grupo de filiación y a veces, 
    en ciertos mundos, uno de su propia orden, un asociado secundario Lanonandek. 
    
    573:5  50:2.4 
    El séquito completo de un gobernante mundial consiste en personalidades del 
    Espíritu Infinito y ciertos otros tipos de seres evolucionados más elevados 
    y mortales ascendentes de otros mundos. Este séquito está constituido en término 
    medio por aproximadamente mil seres, y a medida que progresa el planeta se 
    puede aumentar este cuerpo de auxiliares hasta cien mil o más. En todo momento 
    en que se sienta la necesidad de más ayudantes, los Príncipes Planetarios 
    tan sólo tienen que solicitar de sus hermanos, los Soberanos del Sistema, 
    y la petición es otorgada inmediatamente. 
    573:6  50:2.5 
    Los planetas varían ampliamente en su naturaleza, organización y administración, 
    pero todos proveen tribunales de justicia. El sistema judicial de un universo 
    local tiene sus orígenes en los tribunales de un Príncipe Planetario, que 
    están presididos por un miembro de su séquito personal; los decretos de estes 
    tribunales reflejan una actitud altamente paternal y discrecionaria. Todos 
    los problemas que incluyen más que la reglamentación de los habitantes planetarios 
    están sujetos a apelación a los tribunales más altos, pero se regulan los 
    asuntos de su dominio mundial en gran parte de acuerdo con la discreción personal 
    del príncipe. 
    574:1  50:2.6 
    Las comisiones conciliadoras ambulantes sirven y suplementan a los tribunales 
    planetarios, y tanto los controladores espirituales como los físicos están 
    sujetos a los dictámenes de estos conciliadores. Pero no se lleva a cabo ninguna 
    ejecución arbitraria sin el consentimiento del Padre de la Constelación, porque 
    los "Altísimos gobiernan en los reinos de los hombres". 
    574:2  50:2.7 
    Los controladores y transformadores de asignación planetaria también pueden 
    colaborar con los ángeles y con otras órdenes de seres celestiales haciendo 
    visibles estas personalidades a las criaturas mortales. En ocasiones especiales 
    los auxiliares seráficos y aún los Melquisedek pueden hacerse visibles a los 
    habitantes de los mundos evolucionarios, y así lo hacen. La razón principal 
    de traer ascendentes mortales desde la capital del sistema como parte del 
    séquito del Príncipe Planetario es para facilitar la comunicación con los 
    habitantes del reino. 
  3. EL SÉQUITO CORPÓREO DEL PRÍNCIPE 
  
 574:3  50:3.1 Al dirigirse 
    a un mundo joven, un Príncipe Planetario generalmente se lleva consigo un 
    grupo de seres ascendentes voluntarios desde la sede central del sistema local. 
    Estos seres ascendentes acompañan al Príncipe como consejeros y auxiliares 
    en la tarea del mejoramiento inicial de la raza. Este cuerpo de ayudantes 
    materiales constituye el eslabón de conexión entre el Príncipe y las razas 
    del mundo. El Príncipe de Urantia, Caligastia, tenía un cuerpo de cien ayudantes 
    de este tipo. 
   574:4  50:3.2 
    Dichos asistentes voluntarios son ciudadanos de la capital de un sistema, 
    y ninguno de ellos se ha fusionado con su Ajustador residente. El estado de 
    los Ajustadores de dichos servidores voluntarios permanece como residente 
    en la sede central del sistema mientras estos progresantes morontiales regresan 
    temporalmente a su anterior estado material. 
    574:5  50:3.3 
    Los Portadores de Vida, los arquitectos de la forma, proveen a dichos voluntarios 
    de nuevos cuerpos físicos, que éstos ocupan durante los períodos de estadía 
    planetaria. Estas formas de la personalidad, aunque exentas de las enfermedades 
    comunes de los reinos, están, como los cuerpos morontiales iniciales, sujetas 
    a ciertos accidentes de naturaleza mecánica. 
   574:6  50:3.4 
    El séquito corpóreo del príncipe generalmente se retira del planeta en relación 
    con la siguiente adjudicación al tiempo de la llegada a la esfera del segundo 
    Hijo. Antes de partir, habitualmente asignan sus varias tareas a sus progenies 
    mutuas y a ciertos nativos voluntarios superiores. En aquellos mundos en los 
    que estos ayudantes del príncipe han tenido el permiso para aparejarse con 
    los grupos superiores de las razas nativas, dichas progenies generalmente 
    los suceden. 
    574:7  50:3.5 
    Estos asistentes del Príncipe Planetario raramente se aparejan con las razas 
    del mundo, pero siempre lo hacen entre sí. Dos clases de seres resultan de 
    estas uniones: el tipo primario de seres intermedios y ciertos tipos elevados 
    de seres materiales que permanecen asignados al séquito del príncipe una vez 
    que sus progenitores han sido retirados del planeta al tiempo de la llegada 
    de Adán y Eva. Estos hijos no se aparejan con las razas mortales excepto en 
    ciertas situaciones de emergencia y aun entonces tan sólo por mandato del 
    Príncipe Planetario. En un tal caso, sus hijos -los nietos del séquito corpóreo- 
    tienen el mismo estado que las razas superiores de su época y generación. 
    Toda la progenie de los asistentes del Príncipe Planetario son resididos por 
    un Ajustador. 
    575:1  50:3.6 
    Al final de la dispensación del príncipe, cuando llega el momento en que este 
    "séquito de reversión" vuelve a la sede central del sistema para 
    reanudar la carrera al Paraíso, estos seres ascendentes se presentan ante 
    los Portadores de Vida para entregar sus cuerpos materiales. Entran en el 
    sueño de transición y se despiertan libres de su manto mortal y envueltos 
    en las formas morontiales, listos para el transporte seráfico de vuelta a 
    la capital del sistema, donde los aguardan sus Ajustadores desatados. Se encuentran 
    una entera dispensación atrás de su clase en Jerusem, pero han ganado una 
    experiencia única y extraordinaria, un raro capítulo en la carrera de un mortal 
    ascendente. 
  4. LAS SEDES CENTRALES Y LAS ESCUELAS PLANETARIAS 
  
 575:2  50:4.1 El séquito 
    corpóreo del príncipe pronto organiza las escuelas planetarias de capacitación 
    y cultura, en las que se instruye a la crema de las razas evolucionarias y 
    luego se los envía a que enseñen estas mejores maneras a su pueblo. Estas 
    escuelas del príncipe están ubicadas en la sede central material del planeta. 
    
    575:3  50:4.2 
    El séquito corpóreo realiza mucha de la tarea física conectada con el establecimiento 
    de esta ciudad sede central. Estas ciudades sede central, o establecimientos, 
    de los primeros tiempos del Príncipe Planetario son muy distintas de lo que 
    un mortal urantiano podría imaginar. Son, en comparación con edades posteriores, 
    sencillas, estando caracterizadas por embellecimientos minerales y por una 
    construcción material relativamente avanzada. Y todo esto contrasta con el 
    régimen adánico que se centra alrededor de una sede central jardín, desde 
    la cual se realiza su tarea para bien de las razas durante la segunda dispensación 
    de los Hijos universales. 
    575:4  50:4.3 
    En el establecimiento sede central en vuestro mundo cada morada humana tenía 
    abundancia de tierra. Aunque las remotas tribus seguían cazando y cosechando 
    alimento, los estudiantes y maestros en las escuelas del príncipe eran todos 
    agricultores y horticultores. El tiempo se dividía en forma aproximadamente 
    equivalente entre las siguientes actividades: 
  
      1. Tarea física. Labranza 
      de la tierra, asociada con embellecimiento y construcción de viviendas. 
      
      2. Actividades sociales. Representación de obras y agrupaciones 
      sociales culturales. 
      3. Aplicación instruccional. Instrucción individual en relación 
      con la enseñanza del grupo familiar, suplementada por clases de capacitación 
      especializada.
       4. Capacitación vocacional. 
      Escuelas de matrimonio y formación de hogar, escuelas de arte y artesanía, 
      y las clases para la capacitación de los maestros -seculares, culturales 
      y religiosos. 
      5. Cultura espiritual. La hermandad de los maestros, el esclarecimiento 
      de la infancia y de los grupos juveniles, y la capacitación de los hijos 
      nativos adoptados como misioneros para su pueblo. 
  
   575:10  50:4.4 
    Un Príncipe Planetario no es visible para los seres mortales; es una prueba 
    de fe creer las representaciones de los seres semimateriales de su séquito. 
    Pero estas escuelas de cultura y capacitación están bien adaptadas para las 
    necesidades de cada planeta, y pronto se desarrolla una rivalidad aguda y 
    laudatoria entre las razas de los hombres en sus esfuerzos por ganar admisión 
    a estas varias instituciones de aprendizaje. 
    575:11  50:4.5 
    Desde estos centros mundiales de cultura y logro se irradia gradualmente a 
    todos los pueblos una influencia elevadora y civilizante que lenta y certeramente 
    transforma a las razas evolucionarias. Mientras tanto, los hijos instruidos 
    y espiritualizados que vienen de entre los pueblos de alrededor y que han 
    sido adoptados y capacitados en las escuelas del príncipe retornan a sus grupos 
    nativos y, dentro de su capacidad, están allí estableciendo nuevos y poderosos 
    centros de enseñanza y cultura, que llevan adelante de acuerdo con el plan 
    de las escuelas del príncipe. 
   576:1  50:4.6 
    En Urantia estos planes de progreso planetario y avance cultural estaban bien 
    encaminados, procediendo de la manera más satisfactoria, cuando la adherencia 
    de Caligastia a la rebelión de Lucifer llevó la entera empresa a un fin precipitado 
    e ignominioso. 
    576:2  50:4.7 
    Fue para mí uno de los episodios más profundamente chocantes de esta rebelión 
    cuando supe de la dura perfidia de un ser de mi propia orden de filiación, 
    Caligastia, quien deliberadamente y con alevosía, sistemáticamente pervirtió 
    la instrucción y emponzoñó las enseñanzas provistas en todas las escuelas 
    planetarias de Urantia que se encontraban en funcionamiento en esa época. 
    El hundimiento de estas escuelas fue rápido y completo. 
    576:3  50:4.8 
    Muchos de la progenie de los seres ascendentes del séquito materializado del 
    Príncipe se mantuvieron leales, desertando las filas de Caligastia. Los síndicos 
    Melquisedek de Urantia alentaron a estos seres leales y en tiempos posteriores 
    sus descendientes hicieron mucho por defender los conceptos planetarios de 
    la verdad y la rectitud. El trabajo de estos evángeles leales ayudó para prevenir 
    la obliteración total de la verdad espiritual en Urantia. Estas almas valerosas 
    y sus descendientes mantuvieron vivo cierto conocimiento del gobierno del 
    Padre y preservaron para las razas del mundo el concepto de las dispensaciones 
    planetarias sucesivas de las distintas órdenes de los Hijos divinos. 
  5. LA CIVILIZACIÓN PROGRESIVA 
  
 576:4  50:5.1 Los príncipes 
    leales de los mundos habitados están permanentemente vinculados con los planetas 
    de su asignación original. Los Hijos Paradisiacos y sus dispensaciones pueden 
    ir y venir, pero un Príncipe Planetario triunfante continúa siendo el gobernante 
    de su reino. Su tarea es totalmente independiente de las misiones de los Hijos 
    más elevados, siendo designado a fomentar el desarrollo de la civilización 
    planetaria. 
    576:5  50:5.2 
    El progreso de la civilización poco se asemeja entre dos planetas determinados. 
    Los detalles del desarrollo de la evolución mortal son muy diferentes en numerosos 
    mundos distintos. A pesar de estas muchas diversificaciones de desarrollo 
    planetario en las líneas físicas, intelectuales y sociales, todas las esferas 
    evolucionarias progresan en ciertas direcciones bien definidas. 
    576:6  50:5.3 
    Bajo el gobierno benigno de un Príncipe Planetario, aumentado por los Hijos 
    Materiales y puntualizado por las misiones periódicas de los Hijos Paradisiacos, 
    las razas mortales en un mundo espacio-temporal promedio pasarán sucesivamente 
    a través de las siguientes siete épocas de desarrollo: 
   576:7  50:5.4 
    1.  La época de nutrición. Las criaturas prehumanas y las razas de 
    los albores del hombre primitivo se ocupan principalmente de los problemas 
    de alimentación. Estos seres evolutivos pasan su tiempo en buscar alimento 
    o en luchar, ofensiva o defensivamente. La búsqueda del alimento es fundamental 
    en la mente de estos antepasados primitivos de la civilización subsiguiente. 
  576:8  50:5.5 
    2. La edad de la seguridad. En cuanto el cazador primitivo puede escatimar 
    un poco de su tiempo en la búsqueda de alimento, lo dedica a aumentar su seguridad. 
    Más y más atención se dedica a la técnica de la guerra. Se fortifican las 
    viviendas y se solidifican los clanes mediante el mutuo temor e inculcando 
    el odio a los grupos ajenos. La autopreservación es la tendencia que siempre 
    sigue al automantenimiento. 
  577:1  50:5.6 
    3. La era de la comodidad material. Una vez que se solucionan parcialmente 
    los problemas alimenticios y se obtiene cierto grado de seguridad, se utiliza 
    el tiempo adicional para promover la comodidad personal. El lujo compite con 
    la necesidad en ocupar el centro del escenario en las actividades humanas. 
    Dicha edad demasiado frecuentemente está caracterizada por la tiranía, la 
    intolerancia, la glotonería y la embriaguez. Los elementos más débiles de 
    las razas tienden hacia los excesos y la brutalidad. Gradualmente estos seres 
    débiles que buscan el placer son subyugados por los elementos más fuertes 
    y amantes de la verdad de la civilización en avance. 
  577:2  50:5.7 
    4. La búsqueda del conocimiento y la sabiduría. El alimento, la seguridad, 
    el placer y la recreación proveen los cimientos para el desarrollo de la cultura 
    y la diseminación del conocimiento. El esfuerzo de fabricar el conocimiento 
    da como resultado la sabiduría, y cuando una cultura ha aprendido a aprovechar 
    y mejorar por la experiencia, ha llegado en verdad la civilización. El alimento, 
    la seguridad y la comodidad material aún dominan la sociedad, pero muchos 
    individuos con visión tienen hambre de conocimiento y sed de sabiduría. Todos 
    los niños tienen la oportunidad de aprender haciendo; la instrucción es la 
    consigna de estas edades. 
  577:3  50:5.8 
    5.  La época de la filosofía y la hermandad. Cuando los mortales aprenden 
    a pensar y comienzan a aprovecharse de la experiencia, se vuelven filosóficos 
    -empiezan a razonar dentro de sí mismos y a ejercer un juicio discriminador. 
    La sociedad de esta edad se torna ética, y los mortales de dicha era están 
    volviéndose verdaderamente seres morales. Los seres morales sabios son capaces 
    de establecer la hermandad humana en dicho mundo en progreso. Los seres éticos 
    y morales pueden aprender cómo vivir de acuerdo con la regla de oro. 
  577:4  50:5.9 
    6. La edad de la lucha espiritual. Cuando los mortales evolutivos han 
    pasado a través de las etapas física, intelectual y social del desarrollo, 
    tarde o temprano logran aquellos niveles de discernimiento personal que los 
    impulsan a buscar las satisfacciones espirituales y las comprensiones cósmicas. 
    La religión completa la ascensión desde los dominios emocionales del temor 
    y de la superstición hasta los altos niveles de la sabiduría cósmica y de 
    la experiencia espiritual personal. La instrucción aspira al logro de los 
    significados, y la cultura afierra las relaciones cósmicas y los verdaderos 
    valores. Estos mortales evolutivos son verdaderamente cultos, genuinamente 
    instruidos y exquisitamente conocedores de Dios. 
  577:5  50:5.10 
    7. La era de luz y vida. Éste es el florecimiento de edades sucesivas 
    de seguridad física, expansión intelectual, cultura social y logro espiritual. 
    Estos logros humanos están ahora mezclados, asociados y coordinados en unidad 
    cósmica y servicio altruista. Dentro del marco de la naturaleza finita y de 
    las dotes materiales, no hay límites a las posibilidades de logro evolucionario 
    de las generaciones en avance que sucesivamente viven en estos mundos excelsos 
    y establecidos del tiempo y del espacio. 
    577:6  50:5.11 Después de servir sus 
    esferas a través de las dispensaciones sucesivas de la historia mundial y 
    las épocas progresistas del avance planetario, los Príncipes Planetarios son 
    elevados a la posición de Soberanos Planetarios en el momento de la inauguración 
    de la era de luz y vida. 
  6. LA CULTURA PLANETARIA 
  
 578:1  50:6.1 El aislamiento 
    de Urantia imposibilita emprender la presentación de muchos detalles de la 
    vida y el medio ambiente de vuestros vecinos en Satania. En estas presentaciones, 
    nos limitan la cuarentena planetaria y el aislamiento del sistema. Estas restricciones 
    han de guiarnos en todos nuestros esfuerzos por esclarecer a los mortales 
    urantianos, pero dentro de lo que está permitido, se os ha instruido sobre 
    el progreso de un mundo evolucionario promedio, y podéis comparar dicha carrera 
    mundial con la condición actual de Urantia. 
    578:2  50:6.2 
    El desarrollo de la civilización en Urantia no ha sido tan distinto del de 
    otros mundos que han sufrido el infortunio del aislamiento espiritual. Pero 
    si se lo compara con los mundos leales del universo, vuestro planeta aparece 
    altamente confuso y grandemente retardado en todas las fases de progreso intelectual 
    y logro espiritual. 
    578:3  50:6.3 
    Debido a vuestras desgracias planetarias es poco lo que los urantianos pueden 
    comprender sobre la cultura de los mundos normales. Pero no debéis imaginar 
    los mundos evolucionarios, ni siquiera los más ideales, como esferas en las 
    que la vida es un lecho de flores de facilidad. La vida inicial de las razas 
    mortales siempre va acompañada de luchas. El esfuerzo y la decisión son parte 
    esencial de la adquisición de los valores de supervivencia. 
    578:4  50:6.4 
    La cultura presupone cierta calidad de mente; no se puede enaltecer la cultura 
    hasta que sea elevada la mente. El intelecto superior busca una cultura noble 
    y encuentra alguna manera de llegar a esa meta. Las mentes inferiores desprecian 
    la cultura más elevada aunque ésta se les presente ya formada. Mucho depende 
    también de las misiones sucesivas de los Hijos divinos y del grado de esclarecimiento 
    que reciben las edades de sus respectivas dispensaciones. 
   578:5  50:6.5 
    No debéis olvidar que durante doscientos mil años todos los mundos de Satania 
    han estado bajo la proscripción espiritual de Norlatiadek como consecuencia 
    de la rebelión de Lucifer. Y se requerirán edades tras edades para salvar 
    los obstáculos resultantes del pecado y de la secesión. Vuestro mundo aún 
    sigue una carrera irregular y escalonada como resultado de la doble tragedia 
    de un Príncipe Planetario rebelde y un Hijo Material en falta. Aun el autootorgamiento 
    de Cristo Miguel en Urantia no rechazó inmediatamente las consecuencias temporales 
    de estos serios errores en la administración primitiva del mundo. 
  7. LAS RECOMPENSAS DEL AISLAMIENTO 
  
 578:6  50:7.1 A primera 
    vista parecería que Urantia y los mundos aislados asociados fueran altamente 
    desafortunados por haber sido privados de la presencia y la influencia benéficas 
    de personalidades superhumanas tales como el Príncipe Planetario y un Hijo 
    e Hija Materiales. Pero el aislamiento de estas esferas ofrece a sus razas 
    una oportunidad única para ejercer la fe y para desarrollar una calidad peculiar 
    de confianza en la confiabilidad cósmica que no depende de la vista ni de 
    otras consideraciones materiales. Es posible que resulte, finalmente, que 
    las criaturas mortales que provienen de los mundos en cuarentena debido a 
    la rebelión sean extremadamente afortunados. Hemos descubierto que muy pronto 
    se confía a estos seres ascendentes numerosas asignaciones especiales en empresas 
    cósmicas en las que una fe incuestionable y una confianza sublime son esenciales 
    para su logro. 
    579:1  50:7.2 
    En Jerusem los seres ascendentes de estos mundos aislados ocupan un sector 
    residencial propio y se les conoce con el nombre de agondonteros, lo 
    cual significa criaturas volitivas evolucionarias que pueden creer sin ver, 
    perseverar cuando están aisladas, y triunfar sobre dificultades insuperables 
    aun cuando están a solas. Este grupo funcional de los agondonteros persiste 
    a través de la ascensión en el universo local y la travesía del superuniverso; 
    desaparece durante la estadía en Havona, pero vuelve a reaparecer prontamente 
    en el momento del logro del Paraíso y persiste definitivamente en el Cuerpo 
    de la Finalidad Mortal. Tabamantia es un agondontero de estado finalista, 
    habiendo sobrevivido de una de las esferas en cuarentena, comprendidas en 
    la primera rebelión que sucedió en los universos del tiempo y del espacio. 
    
    579:2  50:7.3 
    A través de toda la carrera al Paraíso, la recompensa sigue al esfuerzo tal 
    como el resultado sigue a las causas. Estas recompensas separan al individuo 
    del promedio, proveen una diferencial en las experiencias de las criaturas, 
    y contribuyen a la versatilidad de las realizaciones últimas en el cuerpo 
    colectivo de los finalistas. 
   579:3  50:7.4 
    [Presentado por un Hijo Lanonandek Secundario del Cuerpo de Reserva.]