ÍNDICE
El libro de Urantia
Edición 1999
DOCUMENTO 50
Los PRÍNCIPES PLANETARIOS
572:1 50:0.1
AUNQUE pertenecientes a la orden de los Hijos Lanonandek, los Príncipes Planetarios
están tan especializados en el servicio que generalmente se los considera
como un grupo separado. Después de su certificación Melquisedek como Lanonandek
secundarios, estos Hijos del universo local son asignados a las reservas de
su orden en la sede central de la constelación. Desde aquí, el Soberano del
Sistema les asigna a las varias tareas y finalmente son comisionados como
Príncipes Planetarios y enviados para gobernar los mundos habitados en evolución.
572:2 50:0.2
La señal para que un Soberano del Sistema actúe en el asunto de asignar un
gobernante para un planeta determinado es cuando recibe la solicitud de los
Portadores de Vida para enviar un jefe administrativo para que actúe en el
planeta en el cual los han establecido la vida y desarrollado seres evolucionarios
inteligentes. Se asigna un gobernante planetario de esta orden de filiación
a todos los planetas que son habitados por criaturas mortales evolucionarias.
1. LA MISIÓN DE Los PRÍNCIPES
572:3 50:1.1 Un Príncipe
Planetario y sus hermanos asistentes representan el acercamiento personalizado
más cercano (aparte de la encarnación) que el Hijo Eterno Paradisiaco puede
hacer con las criaturas inferiores espacio-temporales. Es verdad que el Hijo
Creador toca a las criaturas del reino a través de su espíritu, pero el Príncipe
Planetario es la última de las órdenes de Hijos personales que se extienden
desde el Paraíso hasta los hijos del hombre. El Espíritu Infinito llega muy
cerca en las personas de los guardianes del destino y otros seres angélicos;
el Padre Universal vive en el hombre mediante la presencia prepersonal de
los Monitores Misteriosos; pero el Príncipe Planetario representa el último
esfuerzo del Hijo Eterno y de sus Hijos por acercarse a vosotros. En un mundo
recientemente habitado el Príncipe Planetario es el único representante de
divinidad completa, pues surge del Hijo Creador (el vástago del Padre Universal
y del Hijo Eterno) y de la Ministra Divina (la Hija universal del Espíritu
Infinito).
572:4 50:1.2
Un cuerpo leal de asistentes y ayudantes, así como un gran número de espíritus
ministrantes rodean al príncipe de un mundo recientemente habitado. Pero los
cuerpos dirigentes de dichos mundos nuevos deben ser de las órdenes más bajas
de los administradores de un sistema, para asegurar que sean compasivos y
comprensivos en forma innata de los problemas y dificultades planetarios.
Todo este esfuerzo por proveer un gobierno compasivo para los mundos evolucionarios
involucra una mayor posibilidad de que estas personalidades casi humanas puedan
descarriarse por la exaltación de su propia mente más allá y encima de la
voluntad de los Gobernantes Supremos.
572:5 50:1.3
Estando completamente solos como representantes de la divinidad en los planetas
específicos, estos Hijos pasan duras pruebas, y Nebadon ha sufrido el infortunio
de varias rebeliones. En la creación de los Soberanos de los Sistemas y los
Príncipes Planetarios ocurre la personalización de un concepto que se ha ido
alejando cada vez más del Padre Universal y del Hijo Eterno, y existe un peligro
en aumento de la pérdida del sentido de las proporciones en cuanto a la propia
importancia y una mayor probabilidad de fracaso en mantener una posición adecuada
en cuanto a los valores y relaciones de las numerosas órdenes de seres divinos
y sus jerarquías de autoridad. El hecho de que el Padre no esté presente personalmente
en el universo local también impone cierta prueba de fe y lealtad sobre todos
estos Hijos.
573:1 50:1.4
Pero estos príncipes de los mundos pocas veces fracasan en su función de organización
y administración de las esferas habitadas, y su triunfo facilita grandemente
las misiones subsiguientes de los Hijos Materiales, que concurren para injertar
las formas más elevadas de vida de criatura en los hombres primitivos de los
mundos. Su gobierno también hace mucho para preparar los planetas para los
Hijos de Dios Paradisiacos, que posteriormente vienen para juzgar los mundos
y para inaugurar las dispensaciones sucesivas.
2. LA ADMINISTRACIÓN PLANETARIA
573:2 50:2.1 Todos los
Príncipes Planetarios están bajo la jurisdicción administrativa universal
de Gabriel, el jefe ejecutivo de Miguel, mientras en cuanto a la autoridad
inmediata, están sujetos a los mandatos ejecutivos de los Soberanos del Sistema.
573:3 50:2.2
Los Príncipes Planetarios pueden solicitar en cualquier momento el asesoramiento
de los Melquisedek, sus instructores y patrocinadores previos, pero no se
les exige arbitrariamente que soliciten dicha ayuda, y si este asesoramiento
no es pedido voluntariamente, los Melquisedek no interfieren en la administración
planetaria. Estos gobernantees de los mundos también pueden solicitar el consejo
de los veinticuatro consejeros reunidos de los mundos de autootorgamiento
en el sistema. En Satania estos consejeros son presentemente todos nativos
de Urantia. Existe un concilio análogo de setenta en la sede central de la
constelación, también seleccionados entre los seres evolucionarios de los
reinos.
573:4 50:2.3
El gobierno de los planetas evolucionarios durante sus carreras iniciales
y no establecidas es en su mayor parte autocrático. Los Príncipes Planetarios
organizan sus grupos especializados de asistentes, seleccionándolos de su
cuerpo de auxiliares planetarios. Generalmente se rodean de un concilio supremo
de doce, pero éste es seleccionado y está constituido en forma variable en
los diferentes mundos. Un Príncipe Planetario también puede tener como ayudantes
a uno o más de la tercera orden de su propio grupo de filiación y a veces,
en ciertos mundos, uno de su propia orden, un asociado secundario Lanonandek.
573:5 50:2.4
El séquito completo de un gobernante mundial consiste en personalidades del
Espíritu Infinito y ciertos otros tipos de seres evolucionados más elevados
y mortales ascendentes de otros mundos. Este séquito está constituido en término
medio por aproximadamente mil seres, y a medida que progresa el planeta se
puede aumentar este cuerpo de auxiliares hasta cien mil o más. En todo momento
en que se sienta la necesidad de más ayudantes, los Príncipes Planetarios
tan sólo tienen que solicitar de sus hermanos, los Soberanos del Sistema,
y la petición es otorgada inmediatamente.
573:6 50:2.5
Los planetas varían ampliamente en su naturaleza, organización y administración,
pero todos proveen tribunales de justicia. El sistema judicial de un universo
local tiene sus orígenes en los tribunales de un Príncipe Planetario, que
están presididos por un miembro de su séquito personal; los decretos de estes
tribunales reflejan una actitud altamente paternal y discrecionaria. Todos
los problemas que incluyen más que la reglamentación de los habitantes planetarios
están sujetos a apelación a los tribunales más altos, pero se regulan los
asuntos de su dominio mundial en gran parte de acuerdo con la discreción personal
del príncipe.
574:1 50:2.6
Las comisiones conciliadoras ambulantes sirven y suplementan a los tribunales
planetarios, y tanto los controladores espirituales como los físicos están
sujetos a los dictámenes de estos conciliadores. Pero no se lleva a cabo ninguna
ejecución arbitraria sin el consentimiento del Padre de la Constelación, porque
los "Altísimos gobiernan en los reinos de los hombres".
574:2 50:2.7
Los controladores y transformadores de asignación planetaria también pueden
colaborar con los ángeles y con otras órdenes de seres celestiales haciendo
visibles estas personalidades a las criaturas mortales. En ocasiones especiales
los auxiliares seráficos y aún los Melquisedek pueden hacerse visibles a los
habitantes de los mundos evolucionarios, y así lo hacen. La razón principal
de traer ascendentes mortales desde la capital del sistema como parte del
séquito del Príncipe Planetario es para facilitar la comunicación con los
habitantes del reino.
3. EL SÉQUITO CORPÓREO DEL PRÍNCIPE
574:3 50:3.1 Al dirigirse
a un mundo joven, un Príncipe Planetario generalmente se lleva consigo un
grupo de seres ascendentes voluntarios desde la sede central del sistema local.
Estos seres ascendentes acompañan al Príncipe como consejeros y auxiliares
en la tarea del mejoramiento inicial de la raza. Este cuerpo de ayudantes
materiales constituye el eslabón de conexión entre el Príncipe y las razas
del mundo. El Príncipe de Urantia, Caligastia, tenía un cuerpo de cien ayudantes
de este tipo.
574:4 50:3.2
Dichos asistentes voluntarios son ciudadanos de la capital de un sistema,
y ninguno de ellos se ha fusionado con su Ajustador residente. El estado de
los Ajustadores de dichos servidores voluntarios permanece como residente
en la sede central del sistema mientras estos progresantes morontiales regresan
temporalmente a su anterior estado material.
574:5 50:3.3
Los Portadores de Vida, los arquitectos de la forma, proveen a dichos voluntarios
de nuevos cuerpos físicos, que éstos ocupan durante los períodos de estadía
planetaria. Estas formas de la personalidad, aunque exentas de las enfermedades
comunes de los reinos, están, como los cuerpos morontiales iniciales, sujetas
a ciertos accidentes de naturaleza mecánica.
574:6 50:3.4
El séquito corpóreo del príncipe generalmente se retira del planeta en relación
con la siguiente adjudicación al tiempo de la llegada a la esfera del segundo
Hijo. Antes de partir, habitualmente asignan sus varias tareas a sus progenies
mutuas y a ciertos nativos voluntarios superiores. En aquellos mundos en los
que estos ayudantes del príncipe han tenido el permiso para aparejarse con
los grupos superiores de las razas nativas, dichas progenies generalmente
los suceden.
574:7 50:3.5
Estos asistentes del Príncipe Planetario raramente se aparejan con las razas
del mundo, pero siempre lo hacen entre sí. Dos clases de seres resultan de
estas uniones: el tipo primario de seres intermedios y ciertos tipos elevados
de seres materiales que permanecen asignados al séquito del príncipe una vez
que sus progenitores han sido retirados del planeta al tiempo de la llegada
de Adán y Eva. Estos hijos no se aparejan con las razas mortales excepto en
ciertas situaciones de emergencia y aun entonces tan sólo por mandato del
Príncipe Planetario. En un tal caso, sus hijos -los nietos del séquito corpóreo-
tienen el mismo estado que las razas superiores de su época y generación.
Toda la progenie de los asistentes del Príncipe Planetario son resididos por
un Ajustador.
575:1 50:3.6
Al final de la dispensación del príncipe, cuando llega el momento en que este
"séquito de reversión" vuelve a la sede central del sistema para
reanudar la carrera al Paraíso, estos seres ascendentes se presentan ante
los Portadores de Vida para entregar sus cuerpos materiales. Entran en el
sueño de transición y se despiertan libres de su manto mortal y envueltos
en las formas morontiales, listos para el transporte seráfico de vuelta a
la capital del sistema, donde los aguardan sus Ajustadores desatados. Se encuentran
una entera dispensación atrás de su clase en Jerusem, pero han ganado una
experiencia única y extraordinaria, un raro capítulo en la carrera de un mortal
ascendente.
4. LAS SEDES CENTRALES Y LAS ESCUELAS PLANETARIAS
575:2 50:4.1 El séquito
corpóreo del príncipe pronto organiza las escuelas planetarias de capacitación
y cultura, en las que se instruye a la crema de las razas evolucionarias y
luego se los envía a que enseñen estas mejores maneras a su pueblo. Estas
escuelas del príncipe están ubicadas en la sede central material del planeta.
575:3 50:4.2
El séquito corpóreo realiza mucha de la tarea física conectada con el establecimiento
de esta ciudad sede central. Estas ciudades sede central, o establecimientos,
de los primeros tiempos del Príncipe Planetario son muy distintas de lo que
un mortal urantiano podría imaginar. Son, en comparación con edades posteriores,
sencillas, estando caracterizadas por embellecimientos minerales y por una
construcción material relativamente avanzada. Y todo esto contrasta con el
régimen adánico que se centra alrededor de una sede central jardín, desde
la cual se realiza su tarea para bien de las razas durante la segunda dispensación
de los Hijos universales.
575:4 50:4.3
En el establecimiento sede central en vuestro mundo cada morada humana tenía
abundancia de tierra. Aunque las remotas tribus seguían cazando y cosechando
alimento, los estudiantes y maestros en las escuelas del príncipe eran todos
agricultores y horticultores. El tiempo se dividía en forma aproximadamente
equivalente entre las siguientes actividades:
1. Tarea física. Labranza
de la tierra, asociada con embellecimiento y construcción de viviendas.
2. Actividades sociales. Representación de obras y agrupaciones
sociales culturales.
3. Aplicación instruccional. Instrucción individual en relación
con la enseñanza del grupo familiar, suplementada por clases de capacitación
especializada.
4. Capacitación vocacional.
Escuelas de matrimonio y formación de hogar, escuelas de arte y artesanía,
y las clases para la capacitación de los maestros -seculares, culturales
y religiosos.
5. Cultura espiritual. La hermandad de los maestros, el esclarecimiento
de la infancia y de los grupos juveniles, y la capacitación de los hijos
nativos adoptados como misioneros para su pueblo.
575:10 50:4.4
Un Príncipe Planetario no es visible para los seres mortales; es una prueba
de fe creer las representaciones de los seres semimateriales de su séquito.
Pero estas escuelas de cultura y capacitación están bien adaptadas para las
necesidades de cada planeta, y pronto se desarrolla una rivalidad aguda y
laudatoria entre las razas de los hombres en sus esfuerzos por ganar admisión
a estas varias instituciones de aprendizaje.
575:11 50:4.5
Desde estos centros mundiales de cultura y logro se irradia gradualmente a
todos los pueblos una influencia elevadora y civilizante que lenta y certeramente
transforma a las razas evolucionarias. Mientras tanto, los hijos instruidos
y espiritualizados que vienen de entre los pueblos de alrededor y que han
sido adoptados y capacitados en las escuelas del príncipe retornan a sus grupos
nativos y, dentro de su capacidad, están allí estableciendo nuevos y poderosos
centros de enseñanza y cultura, que llevan adelante de acuerdo con el plan
de las escuelas del príncipe.
576:1 50:4.6
En Urantia estos planes de progreso planetario y avance cultural estaban bien
encaminados, procediendo de la manera más satisfactoria, cuando la adherencia
de Caligastia a la rebelión de Lucifer llevó la entera empresa a un fin precipitado
e ignominioso.
576:2 50:4.7
Fue para mí uno de los episodios más profundamente chocantes de esta rebelión
cuando supe de la dura perfidia de un ser de mi propia orden de filiación,
Caligastia, quien deliberadamente y con alevosía, sistemáticamente pervirtió
la instrucción y emponzoñó las enseñanzas provistas en todas las escuelas
planetarias de Urantia que se encontraban en funcionamiento en esa época.
El hundimiento de estas escuelas fue rápido y completo.
576:3 50:4.8
Muchos de la progenie de los seres ascendentes del séquito materializado del
Príncipe se mantuvieron leales, desertando las filas de Caligastia. Los síndicos
Melquisedek de Urantia alentaron a estos seres leales y en tiempos posteriores
sus descendientes hicieron mucho por defender los conceptos planetarios de
la verdad y la rectitud. El trabajo de estos evángeles leales ayudó para prevenir
la obliteración total de la verdad espiritual en Urantia. Estas almas valerosas
y sus descendientes mantuvieron vivo cierto conocimiento del gobierno del
Padre y preservaron para las razas del mundo el concepto de las dispensaciones
planetarias sucesivas de las distintas órdenes de los Hijos divinos.
5. LA CIVILIZACIÓN PROGRESIVA
576:4 50:5.1 Los príncipes
leales de los mundos habitados están permanentemente vinculados con los planetas
de su asignación original. Los Hijos Paradisiacos y sus dispensaciones pueden
ir y venir, pero un Príncipe Planetario triunfante continúa siendo el gobernante
de su reino. Su tarea es totalmente independiente de las misiones de los Hijos
más elevados, siendo designado a fomentar el desarrollo de la civilización
planetaria.
576:5 50:5.2
El progreso de la civilización poco se asemeja entre dos planetas determinados.
Los detalles del desarrollo de la evolución mortal son muy diferentes en numerosos
mundos distintos. A pesar de estas muchas diversificaciones de desarrollo
planetario en las líneas físicas, intelectuales y sociales, todas las esferas
evolucionarias progresan en ciertas direcciones bien definidas.
576:6 50:5.3
Bajo el gobierno benigno de un Príncipe Planetario, aumentado por los Hijos
Materiales y puntualizado por las misiones periódicas de los Hijos Paradisiacos,
las razas mortales en un mundo espacio-temporal promedio pasarán sucesivamente
a través de las siguientes siete épocas de desarrollo:
576:7 50:5.4
1. La época de nutrición. Las criaturas prehumanas y las razas de
los albores del hombre primitivo se ocupan principalmente de los problemas
de alimentación. Estos seres evolutivos pasan su tiempo en buscar alimento
o en luchar, ofensiva o defensivamente. La búsqueda del alimento es fundamental
en la mente de estos antepasados primitivos de la civilización subsiguiente.
576:8 50:5.5
2. La edad de la seguridad. En cuanto el cazador primitivo puede escatimar
un poco de su tiempo en la búsqueda de alimento, lo dedica a aumentar su seguridad.
Más y más atención se dedica a la técnica de la guerra. Se fortifican las
viviendas y se solidifican los clanes mediante el mutuo temor e inculcando
el odio a los grupos ajenos. La autopreservación es la tendencia que siempre
sigue al automantenimiento.
577:1 50:5.6
3. La era de la comodidad material. Una vez que se solucionan parcialmente
los problemas alimenticios y se obtiene cierto grado de seguridad, se utiliza
el tiempo adicional para promover la comodidad personal. El lujo compite con
la necesidad en ocupar el centro del escenario en las actividades humanas.
Dicha edad demasiado frecuentemente está caracterizada por la tiranía, la
intolerancia, la glotonería y la embriaguez. Los elementos más débiles de
las razas tienden hacia los excesos y la brutalidad. Gradualmente estos seres
débiles que buscan el placer son subyugados por los elementos más fuertes
y amantes de la verdad de la civilización en avance.
577:2 50:5.7
4. La búsqueda del conocimiento y la sabiduría. El alimento, la seguridad,
el placer y la recreación proveen los cimientos para el desarrollo de la cultura
y la diseminación del conocimiento. El esfuerzo de fabricar el conocimiento
da como resultado la sabiduría, y cuando una cultura ha aprendido a aprovechar
y mejorar por la experiencia, ha llegado en verdad la civilización. El alimento,
la seguridad y la comodidad material aún dominan la sociedad, pero muchos
individuos con visión tienen hambre de conocimiento y sed de sabiduría. Todos
los niños tienen la oportunidad de aprender haciendo; la instrucción es la
consigna de estas edades.
577:3 50:5.8
5. La época de la filosofía y la hermandad. Cuando los mortales aprenden
a pensar y comienzan a aprovecharse de la experiencia, se vuelven filosóficos
-empiezan a razonar dentro de sí mismos y a ejercer un juicio discriminador.
La sociedad de esta edad se torna ética, y los mortales de dicha era están
volviéndose verdaderamente seres morales. Los seres morales sabios son capaces
de establecer la hermandad humana en dicho mundo en progreso. Los seres éticos
y morales pueden aprender cómo vivir de acuerdo con la regla de oro.
577:4 50:5.9
6. La edad de la lucha espiritual. Cuando los mortales evolutivos han
pasado a través de las etapas física, intelectual y social del desarrollo,
tarde o temprano logran aquellos niveles de discernimiento personal que los
impulsan a buscar las satisfacciones espirituales y las comprensiones cósmicas.
La religión completa la ascensión desde los dominios emocionales del temor
y de la superstición hasta los altos niveles de la sabiduría cósmica y de
la experiencia espiritual personal. La instrucción aspira al logro de los
significados, y la cultura afierra las relaciones cósmicas y los verdaderos
valores. Estos mortales evolutivos son verdaderamente cultos, genuinamente
instruidos y exquisitamente conocedores de Dios.
577:5 50:5.10
7. La era de luz y vida. Éste es el florecimiento de edades sucesivas
de seguridad física, expansión intelectual, cultura social y logro espiritual.
Estos logros humanos están ahora mezclados, asociados y coordinados en unidad
cósmica y servicio altruista. Dentro del marco de la naturaleza finita y de
las dotes materiales, no hay límites a las posibilidades de logro evolucionario
de las generaciones en avance que sucesivamente viven en estos mundos excelsos
y establecidos del tiempo y del espacio.
577:6 50:5.11 Después de servir sus
esferas a través de las dispensaciones sucesivas de la historia mundial y
las épocas progresistas del avance planetario, los Príncipes Planetarios son
elevados a la posición de Soberanos Planetarios en el momento de la inauguración
de la era de luz y vida.
6. LA CULTURA PLANETARIA
578:1 50:6.1 El aislamiento
de Urantia imposibilita emprender la presentación de muchos detalles de la
vida y el medio ambiente de vuestros vecinos en Satania. En estas presentaciones,
nos limitan la cuarentena planetaria y el aislamiento del sistema. Estas restricciones
han de guiarnos en todos nuestros esfuerzos por esclarecer a los mortales
urantianos, pero dentro de lo que está permitido, se os ha instruido sobre
el progreso de un mundo evolucionario promedio, y podéis comparar dicha carrera
mundial con la condición actual de Urantia.
578:2 50:6.2
El desarrollo de la civilización en Urantia no ha sido tan distinto del de
otros mundos que han sufrido el infortunio del aislamiento espiritual. Pero
si se lo compara con los mundos leales del universo, vuestro planeta aparece
altamente confuso y grandemente retardado en todas las fases de progreso intelectual
y logro espiritual.
578:3 50:6.3
Debido a vuestras desgracias planetarias es poco lo que los urantianos pueden
comprender sobre la cultura de los mundos normales. Pero no debéis imaginar
los mundos evolucionarios, ni siquiera los más ideales, como esferas en las
que la vida es un lecho de flores de facilidad. La vida inicial de las razas
mortales siempre va acompañada de luchas. El esfuerzo y la decisión son parte
esencial de la adquisición de los valores de supervivencia.
578:4 50:6.4
La cultura presupone cierta calidad de mente; no se puede enaltecer la cultura
hasta que sea elevada la mente. El intelecto superior busca una cultura noble
y encuentra alguna manera de llegar a esa meta. Las mentes inferiores desprecian
la cultura más elevada aunque ésta se les presente ya formada. Mucho depende
también de las misiones sucesivas de los Hijos divinos y del grado de esclarecimiento
que reciben las edades de sus respectivas dispensaciones.
578:5 50:6.5
No debéis olvidar que durante doscientos mil años todos los mundos de Satania
han estado bajo la proscripción espiritual de Norlatiadek como consecuencia
de la rebelión de Lucifer. Y se requerirán edades tras edades para salvar
los obstáculos resultantes del pecado y de la secesión. Vuestro mundo aún
sigue una carrera irregular y escalonada como resultado de la doble tragedia
de un Príncipe Planetario rebelde y un Hijo Material en falta. Aun el autootorgamiento
de Cristo Miguel en Urantia no rechazó inmediatamente las consecuencias temporales
de estos serios errores en la administración primitiva del mundo.
7. LAS RECOMPENSAS DEL AISLAMIENTO
578:6 50:7.1 A primera
vista parecería que Urantia y los mundos aislados asociados fueran altamente
desafortunados por haber sido privados de la presencia y la influencia benéficas
de personalidades superhumanas tales como el Príncipe Planetario y un Hijo
e Hija Materiales. Pero el aislamiento de estas esferas ofrece a sus razas
una oportunidad única para ejercer la fe y para desarrollar una calidad peculiar
de confianza en la confiabilidad cósmica que no depende de la vista ni de
otras consideraciones materiales. Es posible que resulte, finalmente, que
las criaturas mortales que provienen de los mundos en cuarentena debido a
la rebelión sean extremadamente afortunados. Hemos descubierto que muy pronto
se confía a estos seres ascendentes numerosas asignaciones especiales en empresas
cósmicas en las que una fe incuestionable y una confianza sublime son esenciales
para su logro.
579:1 50:7.2
En Jerusem los seres ascendentes de estos mundos aislados ocupan un sector
residencial propio y se les conoce con el nombre de agondonteros, lo
cual significa criaturas volitivas evolucionarias que pueden creer sin ver,
perseverar cuando están aisladas, y triunfar sobre dificultades insuperables
aun cuando están a solas. Este grupo funcional de los agondonteros persiste
a través de la ascensión en el universo local y la travesía del superuniverso;
desaparece durante la estadía en Havona, pero vuelve a reaparecer prontamente
en el momento del logro del Paraíso y persiste definitivamente en el Cuerpo
de la Finalidad Mortal. Tabamantia es un agondontero de estado finalista,
habiendo sobrevivido de una de las esferas en cuarentena, comprendidas en
la primera rebelión que sucedió en los universos del tiempo y del espacio.
579:2 50:7.3
A través de toda la carrera al Paraíso, la recompensa sigue al esfuerzo tal
como el resultado sigue a las causas. Estas recompensas separan al individuo
del promedio, proveen una diferencial en las experiencias de las criaturas,
y contribuyen a la versatilidad de las realizaciones últimas en el cuerpo
colectivo de los finalistas.
579:3 50:7.4
[Presentado por un Hijo Lanonandek Secundario del Cuerpo de Reserva.]