ÍNDICE
El libro de UrantiaEdición 1999
  
    DOCUMENTO 69 
     LAS INSTITUCIONES HUMANAS PRIMITIVAS 
  
   
   772:1  69:0.1 
    EMOCIONALMENTE, el hombre sobrepasa a sus antepasados animales en su capacidad 
    de apreciar el humor, el arte y la religión. Socialmente, el hombre exhibe 
    su superioridad por cuanto es fabricante de herramientas, comunicador y creador 
    de instituciones. 
    772:2  69:0.2 
    Cuando los seres humanos conservan los grupos sociales por mucho tiempo, dichos 
    conjuntos siempre resultan en la creación de ciertas tendencias de actividad 
    que culminan en la institucionalización. La mayoría de las instituciones del 
    hombre han resultado econimizadoras de trabajo y, a la vez, contribuyen un 
    tanto a mejorar la seguridad del grupo. 
    772:3  69:0.3 
    El hombre civilizado se precia considerablemente del carácter, la estabilidad 
    y continuidad de sus instituciones establecidas, pero todas las instituciones 
    humanas no son sino las costumbres acumuladas del pasado en tanto han sido 
    conservadas por los tabúes y dignificadas por la religión. Tales legados llegan 
    a ser tradiciones, y las tradiciones, a la larga, se transforman en convenciones. 
  1. LAS INSTITUCIONES HUMANAS FUNDAMENTALES
772:4  69:1.1
Todas las instituciones humanas atienden a alguna necesidad social, pasada o actual, a pesar de que su desarrollo excesivo, indefectiblemente, le resta mérito al individuo, puesto que se eclipsa la personalidad y se menoscaba la iniciativa. El hombre debe controlar sus instituciones en vez de permitir que sea dominado por estas creaciones de la civilización en avance.
772:5  69:1.2
Las instituciones humanas son de tres clases generales:
  
772:6  69:1.3 
    1. Las instituciones de la autoconservación. Estas instituciones engloban 
    aquellas prácticas que surgen del hambre del sustento y sus instintos afines 
    de la autopreservación. Comprenden la industria, la propiedad, la guerra de 
    provecho y todos los mecanismos reguladores de la sociedad. Tarde o temprano 
    el instinto del temor fomenta el establecimiento de estas instituciones de 
    la supervivencia mediante el tabú, la convención y la sanción religiosa. Pero 
    el temor, la ignorancia y la superstición han desempeñado un papel prominente 
    en la etapa inicial del origen y subsiguiente desarrollo de todas las instituciones 
    humanas.
  772:7  69:1.4
    2. Las instituciones de la autoperpetuación. Éstos son los establecimientos 
    de la sociedad que surgen del deseo sexual, del instinto materno y de las 
    emociones tiernas superiores de las razas. Engloban las salvaguardas sociales 
    del hogar y la escuela, de la vida familiar, la educación, la ética y la religión. 
    Incluyen las costumbres matrimoniales, la guerra defensiva y la formación 
    del hogar.
  772:8  69:1.5 
    3.  Las instituciones de la autogratificación. Éstas son las prácticas 
    que surgen de las proclividades de la vanidad y de las emociones del orgullo; 
    comprenden las costumbres de la indumentaria y adorno personal, las usanzas 
    sociales, la guerra por la gloria, el baile, la diversión, los juegos y otras 
    fases de gratificación sensual. Pero en la civilización jamás han evolucionado 
    instituciones distintivas de la autogratificación.
 
773:1  69:1.6
Estos tres grupos de prácticas sociales están íntimamente interrelacionados y son minuciosamente interdependientes unos de otros. En Urantia representan una organización compleja que funciona como un solo mecanismo social.
2. Los ALBORES DE LA INDUSTRIA
773:2  69:2.1
La industria primitiva se desarrolló lentamente a manera de seguro contra los terrores del hambre. Al principio de su existencia, el hombre fue aprendiendo de algunos animales a almacenar comida durante una cosecha abundante para los días de escasez.
773:3  69:2.2
Antes de los albores de la frugalidad incipiente y la industria primitiva, la suerte de la tribu común fue de miseria y verdadero sufrimiento. El hombre primitivo tuvo que competir con todo el reino animal para sus alimentos. La gravedad de la competencia siempre arrastra al hombre a rebajarse al nivel de lo bestial; la pobreza es su estado natural y tiránico. La riqueza no es un don natural; resulta del trabajo, la ciencia y la organización.
773:4  69:2.3
El hombre primitivo no demoró en reconocer las ventajas de la asociación. La asociación condujo a la organización, y el primer resultado de la organización fue la división del trabajo, con su subsiguiente ahorro de tiempo y materiales. Estas especializaciones del trabajo surgieron de la adaptación a la presión -siguiendo los caminos de menor resistencia. Los salvajes primitivos nunca realizaron los trabajos con gusto ni de buen grado. Su conformidad se debió a la coacción de la necesidad.
773:5  69:2.4
El hombre primitivo tuvo aversión al trabajo arduo, y no se apresuraba, a no ser que se confrontara con algún peligro grave. El elemento temporal del trabajo, el concepto de realizar una tarea dada dentro de cierto límite de tiempo, es una noción del todo moderna. Los antiguos nunca tuvieron prisa. A las razas del hombre primitivo, que eran inactivas por naturaleza, las impulsó a las vías de la industria la doble exigencia de la intensa lucha por la existencia y los niveles de vida en constante avance.
773:6  69:2.5
El trabajo, los esfuerzos del proyecto, distingue al hombre de las bestias, cuyos esfuerzos son, en su mayoría, instintivos. La necesidad del trabajo es la suprema bendición del hombre. Todo el séquito del Príncipe trabajó; laboraron mucho por ennoblecer el trabajo físico en Urantia. Adán fue hortelano; el Dios de los hebreos trabajó -fue el creador y sostenedor de todo. Los hebreos fueron la primera tribu en dar mayor importancia a la industria; fueron el primer pueblo en decretar que "el que no trabaje no comerá". Pero muchas de las religiones del mundo revirtieron al ideal anterior de la ociosidad. Júpiter fue juerguista y Buda llegó a ser un reflexivo devoto del ocio.
773:7  69:2.6
Las tribus sangik fueron relativamente industriosas, cuando residían fuera de las regiones tropicales. Sin embargo, hubo una dilatadísima lucha entre los perezosos devotos de la magia y los apóstoles del trabajo -los que ejercitaron la previsión.
773:8  69:2.7
La primera previsión humana fue dirigida hacia la conservación del fuego, el agua y la comida. Pero el hombre primitivo fue un jugador nato; una y otra vez quiso agenciárse algo a cambio de nada y, muy a menudo durante estos tiempos primitivos, se les atribuyeron los logros acumulados de la práctica de la paciencia a los amuletos. La magia tardó mucho en doblegarse ante la previsión, la abnegación y la industria.
3. LA ESPECIALIZACIÓN DEL TRABAJO
773:9  69:3.1
Al principio, las circunstancias naturales, y luego, las sociales determinaron las divisiones del trabajo en la sociedad primitiva. Los órdenes originales de la especialización del trabajo fueron:
  
774:1  69:3.2 
    1. La especialización basada en el sexo. Las labores de la mujer derivaron 
    de la presencia selectiva del hijo; las mujeres, por naturaleza, aman a los 
    recién nacidos más que los hombres. Así la mujer se convirtió en trabajadora 
    de rutina, en tanto que el hombre se convirtió en cazador y luchador, practicando 
    marcados períodos de trabajo y descanso. 
    774:2  69:3.3 A través de las edades los tabúes 
    han servido para mantener a la mujer estrictamente en su campo. El hombre, 
    de forma muy egoísta, ha elegido el trabajo más ameno, dejando el arduo trabajo 
    rutinario a la mujer. El hombre siempre se ha avergonzado de realizar las 
    labores de la mujer, y sin embargo, la mujer jamás ha demostrado renuencia 
    alguna al realizar las labores del hombre. Pero resulta extraño que tanto 
    el hombre como la mujer siempre hayan colaborado juntos en la construcción 
    e instalación del hogar.
  774:3  69:3.4 
    2. La modificación que resulta de la vejez y las enfermedades. Estas 
    diferencias determinaron la siguiente división del trabajo. Pronto a los ancianos 
    e inválidos los pusieron a trabajar fabricando herramientas y armas. Después 
    se les asignó la construcción de obras de riego. 
  774:4  69:3.5 
    3. La diferenciación basada en la religión. Los curanderos fueron los 
    primeros seres humanos en eximirse del arduo trabajo físico; constituyeron 
    la clase precursora de los profesionales. Los forjadores representaron un 
    grupo reducido que compitió con los curanderos como magos. Sus conocimientos 
    de la metalurgia hicieron que se les temiera. Los llamados "forjadores 
    blancos", o estañeros y los "forjadores negros", o herreros, 
    dieron origen a las primitivas creencias en la magia blanca y negra. Con el 
    tiempo estas creencias llegaron a incidir en la superstición de los fantasmas 
    buenos y malos, los espíritus buenos y malos. 
    774:5  69:3.6 Los forjadores fueron el primer 
    grupo no religioso en gozar de privilegios especiales. Se consideraron como 
    neutrales durante la guerra, y este ocio adicional los convirtió en la clase 
    de los políticos de la sociedad primitiva. No obstante, a causa de crasos 
    abusos de dichos privilegios llegaron los forjadores a ser odiados universalmente, 
    y no tardaron los curanderos en fomentar este odio hacia sus competidores. 
    En esta primera contienda entre la ciencia y la religión, ganó la religión 
    (la superstición). Tras haber sido echados de las aldeas, los forjadores mantuvieron 
    las primeras posadas, albergues públicos, en los aledaños de los poblados.
   774:6  69:3.7 
    4. El amo y el esclavo. La siguiente diferenciación del trabajo surgió 
    de las relaciones de los conquistadores con los conquistados, lo cual supuso 
    el comienzo de la esclavitud humana.
   774:7  69:3.8 
    5. La diferenciación basada en las diversas dotaciones físicas y mentales. 
    Las diferencias inherentes a los hombres favorecieron las ulteriores divisiones 
    del trabajo; no nacen iguales todos los seres humanos.
    774:8  69:3.9 
    Los primeros especialistas en la industria fueron los fabricantes de pedernales 
    y los mamposteros; a éstos dos, les siguieron los forjadores. Posteriormente 
    se desarrolló la especialización en grupos; familias y clanes enteros se dedicaron 
    a ciertos tipos de trabajo. El origen de una de las primeras castas sacerdotales, 
    aparte de los curanderos tribales, se debió a la exaltación supersticiosa 
    de una familia de expertos fabricantes de espadas.
  774:9  69:3.10 
    El primer grupo de especialistas en la industria fueron los exportadores de 
    la sal gema y los alfareros. Las mujeres trabajaron la alfarería sencilla 
    y los hombres, la decorada. Las mujeres trabajaron la tejeduría y la costura 
    entre algunas tribus, y en otras los hombres realizaron estas labores. 
    774:10  69:3.11 
    Los primeros trocadores fueron las mujeres; se emplearon como espías, efectuando 
    el trocamiento como empresa secundaria. Entonces se expandió la permuta, las 
    mujeres hicieron de intermediarias -corredoras. Luego surgió la clase mercante 
    que cobraba una comisión, ganancias, a cambio de sus servicios. El creciente 
    trueque en grupo evolucionó en el comercio; tras el intercambio de productos 
    básicos nació el intercambio de mano de obra especializada. 
  4. Los COMIENZOS DEL COMERCIO DE PERMUTA 
  
 775:1  69:4.1 Tal como 
    el matrimonio por contrato siguió al matrimonio por captura, asímismo el comercio 
    por trueque siguió a la toma de posesión por la fuerza. Pero medió un prolongado 
    período de piratería entre los primeros ejercicios del trueque mudo y el posterior 
    comercio por métodos modernos de canje. 
    775:2  69:4.2 
    En un principio, el trueque fue efectuado por trocadores armados que dejaban 
    sus mercaderías en un paraje neutral. Las mujeres realizaron los primeros 
    mercados; ellas fueron los primeros trocadores, lo cual se debió a que eran 
    las portadoras de las cargas; los hombres fueron los guerreros. Al poco tiempo 
    se desarrolló la mesa de trueques, un muro lo bastante ancho para impedir 
    que los comerciantes se alcanzaran con armas. 
    775:3  69:4.3 
    Se empleó un fetiche para montar guardia sobre los depósitos de las mercaderías 
    para el trueque mudo. Estas plazas eran seguras contra el hurto; no se quitaba 
    nada a menos que fuera mediante la permuta o compra; con un fetiche de guardia 
    siempre estaban a salvo las mercaderías. Los comerciantes anteriores fueron 
    escrupulosamente honrados dentro de su tribu, pero consideraron que era correcto 
    engañar a los extraños que venían de lejos. Incluso los hebreos primitivos 
    reconocieron otro código de ética al tratar con los gentiles. 
    775:4  69:4.4 
    El trueque mudo continuó durante muchísimo tiempo antes de que los hombres 
    se encontraran, desarmados, en la sagrada plaza del mercado. Estas mismas 
    plazas se convirtieron en los primeros sitios de santuario y en algunos países 
    llegaron a conocerse por "ciudades de refugio". Todo fugitivo que 
    llegara a la plaza del mercado estaba sano y salvo del ataque. 
   775:5  69:4.5 
    Los primeros pesos fueron los granos de trigo y otros cereales. El primer 
    medio de permuta fue un pescado o una cabra. Después la vaca llegó a ser una 
    unidad de trueque. 
    775:6  69:4.6 
    La escritura moderna se originó en los primeros registros del comercio; la 
    primera literatura del hombre fue un documento de promoción comercial, una 
    publicidad de la sal. Gran parte de las guerras anteriores se libraron en 
    pos de depósitos naturales, tales como de pedernal, sal y metales. El primer 
    tratado tribal formal trató de la intertribalización de un depósito de sal. 
    Estos lugares acordados en los tratados brindaron la oportunidad de intercambiar 
    ideas y alternar con varias tribus en un marco amistoso y pacífico. 
    775:7  69:4.7 
    La escritura progresó a través de las etapas del "palo mensajero", 
    los cordones anudados, la pictografía, los jeroglíficos y los cintos de cuentas 
    de concha, hasta los primeros alfabetos simbólicos. El envío de mensajes evolucionó 
    desde las primitivas señales de humo hasta los correos pedestres y a lomo 
    de bestias, ferrocarriles y aviones, así como el telégrafo, el teléfono y 
    la comunicación inalámbrica. 
    775:8  69:4.8 
    Los mercaderes antiguos transportaron nuevas ideas y mejores métodos por todo 
    el mundo habitado. El comercio, que se vinculaba con la aventura, resultó 
    en la exploración y el descubrimiento, y todo lo anterior dio a luz al transporte. 
    El comercio ha sido el gran civilizador mediante la promoción de la fertilización 
    intercultural. 
  5. Los COMIENZOS DEL CAPITAL 
  
 775:9  69:5.1 El capital 
    es el trabajo aplicado a manera de renunciación del presente a favor del futuro. 
    Los ahorros representan una forma de seguro para la conservación y la supervivencia. 
    El acaparamiento de los alimentos desarrolló el autodominio y creó los primeros 
    problemas del capital y el trabajo. El hombre que tenía comida, con tal que 
    pudiera preservarla de los hurtadores, disponía de una franca ventaja sobre 
    el hombre que no la tenía. 
    775:10  69:5.2 
    El banquero primitivo fue el valiente de la tribu. A él se le consignaban 
    los tesoros colectivos, de modo que el clan entero defendía su choza en caso 
    de asalto. De este modo la acumulación del capital del individuo y la riqueza 
    colectiva no tardaron nada en resultar en la organización castrense. En un 
    principio estas precauciones se concibieron para defender la propiedad contra 
    los invasores foráneos; pero, más adelante, se convirtió en costumbre mantener 
    la organización militar ejercitada entablando invasiones de la propiedad y 
    riqueza de las tribus vecinas. 
    776:1  69:5.3 
    Los impulsos fundamentales que redundaron en la acumulación del capital fueron: 
   
  
776:2  69:5.4 
    1. El hambre -relacionada con la previsión. Guardar y conservar los 
    alimentos supuso el poder y comodidad para los que contaban con suficiente 
    previsión para prepararse para las necesidades futuras. El almacenamiento 
    de los alimentos fue suficiente garantía contra el hambre y las catástrofes. 
    Y en realidad se concibió todo el cuerpo de costumbres primitivas para ayudarle 
    al hombre a subordinar el presente al futuro.
  776:3  69:5.5 
    2.  El amor a la familia -el deseo de satisfacer sus necesidades. El 
    capital representa el ahorro de la propiedad, a despecho de la presión de 
    las necesidades del presente, a fin de asegurarse contra las exigencias del 
    futuro. Una parte de esta necesidad futura puede incidir en la posteridad 
    de uno.
  776:4  69:5.6 
    3. La vanidad -el anhelo de exhibir las acumulaciones de propiedad 
    de uno. La ropa de sobra figuró entre los primeros símbolos de la distinción. 
    Desde un principio y motivado por la vanidad le llamó la atención al orgullo 
    del hombre coleccionar objetos.
  776:5  69:5.7
    4.  La posición -el afán de comprarse el prestigio social y político. 
    Pronto surgió una nobleza comercializada, la admisión a la cual dependió de 
    la ejecución de algún servicio especial prestado a la realeza o se confirió 
    sencillamente a cambio de dinero.
  776:6  69:5.8 
    5. El poder -el ansia de ser amo. El prestar tesoros fue un medio de 
    esclavitud, siendo la tasa del préstamo de cien por ciento anual en estos 
    tiempos antiguos. Los prestamistas se convirtieron en reyes formando un ejército 
    permanente de deudores. Los siervos esclavos fueron de las primeras formas 
    de propiedad en acumularse y, en lo antiguo, la esclavitud se extendió incluso 
    al control del cuerpo después de la muerte.
  776:7  69:5.9 
    6.  El temor a los fantasmas de los difuntos -cuotas pagadas a los 
    sacerdotes por protección. El hombre no tardó en obsequiar sus efectos a los 
    sacerdotes con miras a la utilización de su propiedad para facilitar su progreso 
    en la próxima vida. Los sacerdocios, de este modo, llegaron a ser muy ricos; 
    fueron los principales entre los capitalistas antiguos.
  776:8  69:5.10 
    7. El impulso sexual -el deseo de comprar una o más mujeres. La primera 
    forma de comercio del hombre fue el canje de las mujeres; éste precedió por 
    mucho tiempo al trocamiento de caballos. Pero la permuta de esclavos del sexo 
    jamás hizo que avanzara la sociedad; este tráfico fue, y sigue siendo, una 
    deshonra racial, pues entorpeció el desarrollo de la vida familiar y, al mismo 
    tiempo, contaminó la aptitud biológica de los pueblos superiores.
  776:9  69:5.11
    8.  Las numerosas formas de la autogratificación. Algunos pretendieron 
    la riqueza ya que confería poder; otros se afanaron por la propiedad puesto 
    que suponía comodidad. El hombre primitivo (y algunos en los días posteriores) 
    tendió a derrochar sus recursos en los lujos. Las bebidas embriagantes y narcóticos 
    intrigaron a las razas primitivas. 
   
    776:10  69:5.12 A medida que se desarrollaba 
    la civilización, el hombre adquirió nuevos incentivos para ahorrar; pronto 
    se agregaron nuevas necesidades al hambre original por los alimentos. Se llegó 
    a aborrecer la pobreza tanto que se creyó que únicamente a los ricos les correspondía 
    ganar el cielo al fallecer. Tanto se llegó a estimar la propiedad que quien 
    diera un festín ostentoso podría borrar una deshonra de su nombre. 
   777:1  69:5.13 
    La acumulación de la riqueza no demoró en convertirse en el símbolo de la 
    distinción social. Los individuos de ciertas tribus acumularon propiedades 
    durante muchos años sólo para causar impresión quemándolas en algún día feriado 
    o repartiéndolas gratuitamente entre sus compañeros de la tribu. Lo antedicho 
    los convertía en grandes hombres. Incluso los pueblos modernos se deleitan 
    en la pródiga repartición de los regalos de Navidad, en tanto que los ricos 
    dotan a las grandes instituciones de filantropía y enseñanza. Las técnicas 
    del hombre varían, pero su disposición, para los efectos, queda sin cambiar. 
    
    777:2  69:5.14 
    Mas procede señalar que muchos ricos antiguos repartieron gran parte de su 
    fortuna debido a que temían que les dieran muerte los que codiciaban sus tesoros. 
    Los ricos solían sacrificar veintenas de esclavos para demostrar el desdén 
    de la riqueza. 
    777:3  69:5.15 
    Aunque el capital ha tendido a liberar al hombre, por otro lado, ha complicado 
    en gran medida su organización social e industrial. El mal uso del capital 
    por capitalistas injustos no invalida el hecho de que éste sea el fundamento 
    de la sociedad industrial moderna. Mediante el capital y la invención, la 
    generación de hoy en día goza de un grado superior de libertad que el de ninguna 
    otra que jamás le haya precedido en la tierra. Lo anterior consta a manera 
    de hecho y no para servir de justificación de las múltiples malversaciones 
    del capital por custodios insensatos y egoístas. 
  6. EL FUEGO CON RELACIÓN A LA CIVILIZACIÓN 
  
 777:4  69:6.1 La sociedad 
    primitiva con sus cuatro divisiones -industrial, reguladora, religiosa y militar- 
    surgió de la instrumentalidad del fuego, los animales, los esclavos y la propiedad. 
    
    777:5  69:6.2 
    El encendido del fuego, de un solo salto, separó al hombre del animal para 
    siempre. Constituye el invento, o descubrimiento, humano fundamental. El fuego 
    permitió que el hombre permaneciera en el suelo por la noche ya que todos 
    los animales lo temen. El fuego fomentó el trato social al atardecer; no solo 
    resguardaba del frío y de las bestias feroces, sino que también servía de 
    protección contra los fantasmas. En un principio se utilizó más para alumbrar 
    que para calentar; muchas tribus atrasadas se niegan a dormir a menos que 
    arda una llama por toda la noche. 
    777:6  69:6.3 
    El fuego fue un gran civilizador, dotando al hombre del primer medio por el 
    cual podría ser altruista sin perder nada, pues le permitió regalar brasas 
    candentes a un vecino sin privarse a sí mismo. El fuego de la hoguera, el 
    cual lo atendía la madre o la primogénita, fue el primer educador, pues requirió 
    vigilancia y constancia. El hogar primitivo no fue un edificio, sino que la 
    familia se reunía en torno al fuego, la hoguera familiar. Cuando un hijo fundaba 
    un nuevo hogar, se llevaba una tea de la hoguera de la familia. 
   777:7  69:6.4 
    Si bien Andón, el descubridor del fuego, no quiso tratarlo como objeto de 
    adoración, gran parte de sus descendientes consideraron la llama como fetiche 
    o espíritu. No lograron aprovechar los beneficios sanitarios del fuego puesto 
    que no quisieron quemar los desechos. El hombre primitivo temió al fuego y 
    siempre procuró mantenerlo de buena disposición, de aquí el esparcimiento 
    del incienso. Bajo ninguna circunstancia escupían en el fuego, tampoco pasaban 
    entre una persona y un fuego ardiente. Los primeros miembros del género humano 
    tuvieron por sagrados incluso las piritas de hierro y las piedras que se usaban 
    para encender el fuego. 
    777:8  69:6.5 
    Fue pecado extinguir una llama; si una choza se incendiara, se le dejaba arder. 
    Los fuegos de los templos y capillas fueron sagrados, y nunca se permitió 
    que se apagaran, con la salvedad de que acostumbraban encender nuevas llamas 
    cada año o después de alguna calamidad. Se seleccionaban mujeres para sacerdotisas 
    debido a que ellas eran los custodios de las hogueras domésticas. 
   778:1  69:6.6 
    Los mitos primitivos acerca de cómo el fuego descendió de los dioses, surgieron 
    de las observaciones de los incendios ocasionados por los rayos. Estos conceptos 
    de origen sobrenatural resultaron directamente en la adoración del fuego, 
    y la adoración del fuego resultó en la costumbre de "pasar por el fuego", 
    un ejercicio que se realizó hasta los tiempos de Moisés. Aún persiste el concepto 
    de pasar por el fuego tras la muerte. El mito del fuego fue un gran vínculo 
    en los tiempos primitivos y aún perdura en el simbolismo de los parsis. 
   778:2  69:6.7 
    El fuego resultó en la cocción, y "los comedores de lo crudo" pasó 
    a ser una forma de irrisión. La cocción aminoró el gasto de energía vital 
    necesaria para la digestión de la comida y, de este modo, dejó al hombre primitivo 
    con fuerzas para la cultura social; por otro lado, la cría de animales, que 
    redujo el esfuerzo necesario para conseguir la comida, proporcionó tiempo 
    para las actividades sociales. 
    778:3  69:6.8 
    Conviene tener presente que el fuego abrió las puertas de la metalurgia y 
    resultó en el descubrimiento subsiguiente de la energía de vapor y los aprovechamientos 
    actuales de la electricidad. 
  7. LA UTILIZACIÓN DE Los ANIMALES 
  
 778:4  69:7.1 Al principio, 
    todo el reino animal fue enemigo del hombre; los seres humanos tuvieron que 
    aprender a protegerse de las bestias. Primero el hombre se comió a los animales 
    pero, después, aprendió a domesticarlos y hacer que le sirvieran. 
    778:5  69:7.2 
    La domesticación de los animales se produjo por casualidad. El salvaje cazó 
    las manadas de forma muy parecida a como los indios norteamericanos cazaron 
    el bisonte. Rodeando la manada, pudieron dominar a los animales y así matarlos 
    según sus necesidades alimenticias. Más adelante, se construyeron los corrales 
    y se capturaron manadas enteras. 
    778:6  69:7.3 
    Resultó fácil domar algunos animales, pero al igual que el elefante, gran 
    parte de ellos no se reproducían en cautiverio. Es más, se llegó a descubrir 
    que ciertas especies de animales se sometían a la presencia del hombre, y 
    que sí se reproducían en cautiverio. Así se promovió la domesticación de los 
    animales mediante la cría selectiva, un arte que viene haciendo grandes progresos 
    desde los días de Dalamatia. 
    778:7  69:7.4 
    El primer animal en domesticarse fue el perro. Y la difícil experiencia de 
    domesticarlo comenzó cuando cierto perro, tras haberse pasado todo un día 
    siguiendo a un cazador, de hecho acabó por acompañarle a su casa y quedarse 
    ahí. Durante edades se usaron los perros para fuente de alimento, la caza, 
    el transporte y la compañía. Al principio los perros se limitaron a aullar, 
    pero después aprendieron a ladrar. El agudo olfato del perro resultó en la 
    noción de que podía ver espíritus, y así surgieron los cultos de fetiches 
    caninos. El uso de perros guardianes por primera vez hizo posible que todo 
    el clan pudiera dormir por la noche. A continuación pasó a ser costumbre emplear 
    los perros guardianes para proteger el hogar contra los espíritus así como 
    contra los enemigos materiales. Al ladrar el perro, algún hombre o alguna 
    bestia se acercaba, pero al aullar el perro, andaban cerca los espíritus. 
    Incluso hoy en día aún se cree que los aullidos del perro por la noche presagian 
    la muerte. 
    778:8  69:7.5 
    Cuando el hombre era cazador, fue bastante amable con la mujer, pero tras 
    la domesticación de los animales, juntamente con la confusión ocacionada por 
    Caligastia, muchas tribus trataron a sus mujeres de forma oprobiosa. Las trataron 
    en mucho como trataron a sus animales. El trato brutal del hombre a la mujer 
    constituye uno de los capítulos más negros de la historia humana. 
  8. LA ESCLAVITUD COMO FACTOR EN LA CIVILIZACIÓN 
  
 778:9  69:8.1 El hombre 
    primitivo nunca titubeó en esclavizar a sus semejantes. La mujer fue la primera 
    esclava, una esclava familiar. El hombre pastoral esclavizó a la mujer a manera 
    de pareja sexual inferior. Este tipo de esclavitud sexual nació directamente 
    del hecho de que el hombre dependiera menos de la mujer. 
    779:1  69:8.2 
    No hace mucho tiempo que la esclavitud fue la suerte de los prisioneros de 
    guerra que se negaron a aceptar la religión del conquistador. Anteriormente 
    los prisioneros o se comían, se mataban torturados, se ponían a luchar entre 
    sí, se sacrificaban a los espíritus, o bien, se esclavizaban. La esclavitud 
    fue un gran adelanto sobre la masacre y el canibalismo. 
    779:2  69:8.3 
    La esclavitud fue un paso hacia adelante en cuanto al trato misericordioso 
    de los prisioneros de guerra. La emboscada a Hai, con la matanza al por mayor 
    de hombres, mujeres y niños, en la cual se le perdonó la vida sólo al rey 
    para complacerle la vanidad al conquistador, es un cuadro fidedigno de las 
    salvajes matanzas que practicaron hasta los pueblos presuntamente más civilizados. 
    El asalto a Og, el rey de Basán, fue igual de brutal y efectiva. Los hebreos 
    "destruyeron por completo" a sus enemigos, apoderándose de toda 
    su propiedad como botín. A todas las ciudades se les impusieron tributos so 
    pena de la "destrucción de todo varón". Sin embargo, hace mucho 
    tiempo habían comenzado a practicar la adopción de los cautivos superiores, 
    por aquellas tribus contemporáneas, que tenían menos egoísmo tribal. 
    779:3  69:8.4 
    El cazador, así como el hombre rojo americano, a sus cautivos no los sometió 
    a la esclavitud. Los adoptaba o los mataba. La esclavitud no predominó entre 
    los pueblos pastorales, pues requirieron poca mano de obra. En la guerra los 
    pastores solían practicar la eliminación de todos los cautivos varones y la 
    toma de las mujeres y niños como esclavos. El código de Moisés contenía prescripciones 
    específicas para la conversión de estas cautivas en esposas. De no ser satisfactorias, 
    se podrían despedir, pero a los hebreos no se les permitió vender a estas 
    consortes rechazadas como esclavas -lo cual constituyó un adelanto de la civilización. 
    Aunque las normas sociales de los hebreos fueron toscas, sí fueron muy superiores 
    a las de las tribus circundantes. 
    779:4  69:8.5 
    Los pastores fueron los primeros capitalistas; sus rebaños representaron el 
    capital; vivieron de los intereses -los incrementos naturales. Fueron renuentes 
    a encomendar la custodia de esta riqueza a los esclavos o a las mujeres. Pero 
    después tomaron varones cautivos y los obligaron a cultivar el suelo. Éste 
    es el origen de la servidumbre -el hombre amarrado a la tierra. A los africanos 
    se les pudo enseñar fácilmente a labrar el suelo; por consiguiente llegaron 
    a ser la gran raza esclava. 
   779:5  69:8.6 
    La esclavitud fue un eslabón indispensable en la cadena de la civilización 
    humana. Fue el puente por el cual la sociedad pasó del caos y la indolencia 
    al orden y las actividades civilizadas; obligó a los pueblos atrasados y perezosos 
    a trabajar y así proporcionar la riqueza y tiempo libre para el progreso social 
    de sus superiores. 
    779:6  69:8.7 
    La institución de la esclavitud obligó al hombre a inventar el mecanismo regulador 
    de la sociedad primitiva; dio origen a los principios de gobierno. La esclavitud 
    exige fuerte regulación pero durante el medioevo europeo, ésta desapareció 
    debido a que los señores feudales no pudieron controlar a los esclavos. Las 
    tribus atrasadas de los tiempos antiguos, tal como los australianos aborígenes 
    actuales, nunca tuvieron esclavos. 
    779:7  69:8.8 
    Cierto es que la institución de la esclavitud fue opresiva, pero en las escuelas 
    de opresión el hombre aprendió la industria. Ulteriormente los esclavos compartieron 
    las ventajas de una sociedad superior que, de tan mala gana, ayudaron a crear. 
    La esclavitud crea una organización del logro social y cultural pero no tarda 
    en atacar insidiosamente a la sociedad por dentro como el más grave de todos 
    los males sociales destructores. 
   779:8  69:8.9 
    La invención mecánica moderna volvió obsoleta a la esclavitud. La esclavitud, 
    tal como la poligamia, se está desvaneciendo debido a que no compensa. Pero 
    siempre ha resultado desastroso liberar repentinamente grandes cantidades 
    de esclavos; sobreviene menos dificultades cuando se emancipan paulatinamente. 
   780:1  69:8.10 
    Hoy por hoy, los hombres no son esclavos sociales, pero miles de ellos permiten 
    que la ambición los hagan esclavos de la deuda. La esclavitud involuntaria 
    ha cedido el paso a una forma nueva y mejorada de servidumbre industrial modificada. 
    
    780:2  69:8.11 
    Aunque el ideal de la sociedad es la libertad universal, la ociosidad nunca 
    ha de tolerarse. Toda persona capaz debe ser obligada a hacer, cuando menos, 
    suficiente trabajo para sustentarse a sí misma. 
    780:3  69:8.12 
    La sociedad moderna ha echado marcha atrás. La esclavitud casi ha desaparecido; 
    los animales domésticos se están yendo. La civilización se remonta al fuego 
    -el mundo inorgánico- en pos del poder. El hombre ascendió del salvajismo 
    por medio del fuego, los animales y la esclavitud; hoy aspira al pasado, descartando 
    la ayuda de los esclavos y la asistencia de los animales, procurando arrebatar 
    nuevos secretos y fuentes de riqueza y poder de la mina inagotable de la naturaleza. 
  9. LA PROPIEDAD PRIVADA 
  
 780:4  69:9.1 Si bien la 
    sociedad primitiva fue virtualmente comunal, el hombre primitivo no se adhirió 
    a las doctrinas modernas del comunismo. El comunismo de estos tiempos primitivos 
    no fue una mera teoría o doctrina social; fue una sencilla y práctica adaptación 
    automática. El comunismo impidió el pauperismo y la indigencia; la mendicidad 
    y la prostitución eran casi desconocidas entre estas tribus antiguas. 
    780:5  69:9.2 
    El comunismo primitivo no niveló mayormente a los hombres, tampoco exaltó 
    la mediocridad, pero sí valoró la inactividad y la ociosidad, y reprimió la 
    industria y destruyó la ambición. El comunismo fue el andamiaje imprescindible 
    para la edificación de la sociedad primitiva, pero cedió el paso a la evolución 
    de un orden social superior, ya que contrariaba cuatro fuertes proclividades 
    humanas: 
   
  
780:6  69:9.3 
    1.  La familia. El hombre no ya anhela acumular propiedad, sino desea 
    legar sus bienes de capital a su progenie. Pero en la primera sociedad comunal 
    el capital de un hombre se consumió inmediatamente o bien se repartió entre 
    el grupo a su muerte. No existió la herencia de la propiedad -el impuesto 
    de sucesión era de cien por ciento. Las costumbres establecidas posteriores 
    en lo que concierne la acumulación de capital y la herencia de la propiedad 
    fueron un indudable adelanto social. Y esto resulta cierto a pesar de los 
    crasos abusos que posteriormente resultaron del mal uso del capital.
  780:7  69:9.4 
    2. Las tendencias religiosas. El hombre primitivo también quiso ahorrar 
    la propiedad como núcleo para iniciar la vida en la próxima existencia. Este 
    motivo explica por qué duró tanto tiempo la costumbre de enterrar con él los 
    efectos personales del hombre. Los antiguos creyeron que sólo los ricos sobrevivían 
    a la muerte con un poco de placer y dignidad inmediatos. Los maestros de la 
    religión revelada, máxime los maestros cristianos, fueron los primeros en 
    proclamar que los pobres pueden salvarse a la par que los ricos.
  780:8  69:9.5 
    3.  El deseo de la libertad y el ocio. En los días anteriores de la 
    evolución social la repartición de las ganancias de cada uno entre el grupo, 
    fue para los efectos, una forma de esclavitud; el trabajador se convirtió 
    en esclavo del ocioso. Esto fue la debilidad suicida del comunismo: El impróvido 
    vivía habitualmente del ahorrativo. Incluso en tiempos modernos los impróvidos 
    dependen del estado (los contribuyentes ahorrativos) para cuidarlos. Los que 
    no tienen capital aún esperan que los que sí lo tienen les den de comer.
  780:9  69:9.6 
    4. El afán de la seguridad y el poder. El comunismo finalmente fue 
    destruido por las engañosas prácticas de individuos progresistas y prósperos 
    que recurrieron a diversos subterfugios para escaparse de ser esclavos de 
    los ineptos holgazanes de sus tribus. Pero en un principio todo acaparamiento 
    fue clandestino; la inseguridad primitiva impidió la acumulación abierta del 
    capital. Aún posteriormente fue muy peligroso amasar excesiva riqueza; el 
    rey no dejaría de inventar algún cobro a fin de confiscar la propiedad de 
    un rico; cuando fallecía un rico, se detenía el funeral hasta tanto que la 
    familia donara un cuantioso monto al bienestar público o al rey, un impuesto 
    a la herencia.  
    781:1  69:9.7 
    En los tiempos más remotos las mujeres fueron la propiedad de la comunidad 
    y la madre dominó la familia. Los caciques primitivos fueron dueños de todas 
    las tierras y propietarios de todas las mujeres; para el matrimonio se requirió 
    la anuencia del soberano de la tribu. Con la desaparición del comunismo, a 
    las mujeres se les tenía bajo custodia individualmente, y el padre gradualmente 
    fue asumiendo el mando doméstico. Así tuvo el hogar su comienzo; las costumbres 
    polígamas que imperaban gradualmente fueron desplazadas por la monogamia. 
    (La poligamia es la supervivencia del elemento de la esclavitud femenina en 
    el matrimonio. La monogamia es el ideal, libre de la esclavitud, de la unión 
    sin par de un hombre con una mujer en la exquisita empresa de la formación 
    del hogar, la crianza de la prole, la cultura mutua y el automejoramiento.) 
    
    781:2  69:9.8 
    Originalmente, toda propiedad, las herramientas y las armas inclusive, fue 
    posesión común de la tribu. La propiedad privada, al principio, consistió 
    en todo lo que una persona tocara. Si un extraño bebía de un taza, la taza, 
    de este momento en adelante, pasaría a ser suya. Después, el sitio donde se 
    derramara sangre se convertiría en la propiedad del herido o de su grupo. 
    
    781:3  69:9.9 
    Así se respetó primitivamente la propiedad privada porque se creía que estaba 
    cargada de alguna parte de la personalidad del propietario. La honestidad 
    con la propiedad quedó a salvo merced a este tipo de superstición; no hizo 
    falta ninguna policía para proteger los efectos personales. No existió el 
    robo dentro de los grupos, bien que no titubeó el hombre en apropiarse de 
    los bienes de otras tribus. Las relaciones con la propiedad no llegaron a 
    su fin con la muerte; al principio, se quemaron todos los efectos personales, 
    luego se enterraron con el difunto, y después, los heredó la familia superviviente 
    o la tribu. 
    781:4  69:9.10 
    Se originó el tipo ornamental de efectos personales en el uso de los amuletos. 
    La vanidad junto con el temor de los fantasmas motivaron al hombre primitivo 
    para resistir a todo intento de despojarse de sus amuletos predilectos, valorizándose 
    estas propiedades por encima de las necesidades. 
  781:5  69:9.11 
    El espacio para dormir figuró entre las primeras propiedades del hombre. Con 
    el tiempo, los emplazamientos del hogar fueron asignados por los caciques 
    de la tribu, quienes tuvieron en consignación todos los bienes raíces del 
    grupo. En seguida el lugar de la fogata confirió la propiedad doméstica; y 
    más adelante, un pozo de agua constituyó el título formal al terreno adyacente. 
    
    781:6  69:9.12 
    Los abrevaderos y pozos fueron de las primeras posesiones privadas. Se utilizó 
    toda la práctica de los fetiches para proteger los abrevaderos, los pozos, 
    los árboles, los cultivos y las colmenas de miel. Tras la desaparición de 
    la fe en los fetiches, las leyes evolucionaron para proteger los efectos privados. 
    Pero las leyes de la caza, el derecho de cazar, precedieron a las leyes inmobiliarias 
    por mucho tiempo. El hombre rojo americano nunca entendió el concepto de la 
    propiedad privada de las tierras; no pudo comprender el punto de vista del 
    hombre blanco. 
    781:7  69:9.13 
    Primitivamente la propiedad privada quedó marcada por la insignia familiar, 
    lo cual originó los escudos familiares. También se podría consignar los bienes 
    raíces a la custodia de los espíritus. Los sacerdotes "consagrarían" 
    un terreno, y luego lo encomendarían al amparo de los tabúes mágicos que se 
    erigirían sobre él. Se decía que los propietarios de dichos terrenos tenían 
    "escritura de propiedad sacerdotal". Los hebreos tuvieron gran respeto 
    por estos hitos familiares: "Maldito sea el que quite el hito de su prójimo". 
    Estas señales de piedra llevaban las iniciales del sacerdote. Incluso los 
    árboles, si se hallaban con iniciales, se convertían en propiedad privada. 
    
    782:1  69:9.14 
    Primitivamente sólo los cultivos fueron privados, pero las cosechas posteriores 
    conferían el título de propiedad; de este modo, la agricultura fue la génesis 
    de la propiedad privada de la tierra. En un principio, a los individuos se 
    les otorgó únicamente la tenencia vitalicia; al fallecer revertía a la tribu. 
    Los primerísimos títulos de propiedad de terrenos que las tribus confirieron 
    a los individuos fueron las tumbas -el cementerio familiar. Posteriormente 
    la tierra perteneció a quien la cercara. Pero las ciudades siempre apartaron 
    ciertos pastizales para el público y de reserva en caso de sitio; estos "ejidos" 
    representan la supervivencia de una forma anterior de la propiedad colectiva. 
    
    782:2  69:9.15 
    A la larga, el estado llegó a asignar la propiedad al individuo, reservándose 
    el derecho de gravar impuestos. Habiendo conseguido su título, el señor de 
    un terreno podía colectar alquileres, y la tierra se convirtió en fuente de 
    ingresos -capital. Finalmente la tierra pasó a ser verdaderamente negociable, 
    por compraventas, traspasos, hipotecas y ejecuciones hipotecarias. 
    782:3  69:9.16 
    La propiedad privada trajo consigo más libertad y estabilidad; no obstante, 
    a la propiedad privada de la tierra no se le confirió el aval social hasta 
    después de fracasar el control y la dirección comunales, y pronto fue seguida 
    por una sucesión de esclavos, siervos y clases sin tierras. Sin embargo la 
    maquinaria gradualmente va libertando al hombre del arduo trabajo de esclavo. 
   782:4  69:9.17 
    El derecho de la propiedad no es absoluto; es puramente social. Pero todo 
    gobierno, ley, orden, derechos civiles, libertades sociales, convenciones, 
    paz y felicidad, tal como ahora los disfrutan los pueblos modernos, han surgido 
    en torno a la propiedad privada de los bienes. 
    782:5  69:9.18 
    El orden social presente no es forzosamente correcto -no es ni divino ni sagrado- 
    pero la humanidad hará bien en instituir los cambios en forma lenta. Lo que 
    tenéis supera con mucho a todos los sistemas que conocieron vuestros antepasados. 
    Cuando cambiéis el orden social, no os olvidéis de cambiarlo por otro mejor. 
    No os dejéis persuadir de experimentar con las fórmulas descartadas de vuestros 
    antecesores ¡Avanzad, no retrocedáis! ¡Que continúe la evolución! ¡No deis 
    un paso a atrás! 
   782:6  69:9.19 
    [Presentado por un Melquisedek de Nebadon.] 
   
    
      