ÍNDICE
El libro de Urantia
Edición 1999
DOCUMENTO 70
LA EVOLUCIÓN DEL GOBIERNO HUMANO
783:1 70:0.1
TAN pronto el hombre resolvió parcialmente el problema de ganarse la vida,
se confrontó con la tarea de regular las relaciones humanas. El desarrollo
de la industria exigía ley, orden y adaptación social; la propiedad privada
requería gobierno.
783:2 70:0.2
En un mundo evolucionario, los antagonismos son naturales; la paz se consigue
tan sólo mediante algún tipo de sistema regulador social. La regulación social
es inseparable de la organización social; la asociación implica alguna autoridad
controladora. El gobierno compele a coordinar los antagonismos de las tribus,
los clanes, las familias y los individuos.
783:3 70:0.3
El gobierno es un desarrollo inconsciente; evoluciona mediante pruebas y errores.
Tiene valor para la supervivencia; por eso se vuelve tradicional. La anarquía
aumentaba la miseria; por lo tanto, poco a poco surgió, o está surgiendo,
el gobierno y un sistema relativo de ley y orden. Las exigencias coercitivas
de la lucha por la existencia impulsaron literalmente a la raza humana por
el camino progresivo de la civilización.
1. LA GÉNESIS DE LA GUERRA
783:4 70:1.1 La guerra
es el estado y patrimonio naturales del hombre evolutivo; la paz es el metro
social que mide el progreso de la civilización. Antes de la socialización
parcial de las razas en avance, el hombre era sobremanera individualista,
extremadamente sospechoso, e increíblemente pendenciero. La violencia es la
ley de la naturaleza; la hostilidad, la reacción automática de los hijos de
la naturaleza; mientras la guerra no es sino esto mismo llevado a una expresión
colectiva. Donde y cuando la estructura de la civilización se sobrecarga debido
a las complicaciones del progreso de la sociedad, siempre resulta una reversión
ruinosa e inmediata a estos primitivos métodos de adaptación violenta de las
irritaciones de las interasociaciones humanas.
783:5 70:1.2
La guerra es una reacción bestial ante malentendidos e irritaciones; la paz
resulta de la solución civilizada de todo problema y dificultad de esta índole.
Las razas sangik, así como también los adanitas y noditas ya por entonces
decadentes, fueron beligerantes. A los andonitas pronto se les enseñó la regla
de oro, e incluso hoy día, sus descendientes esquimales viven ateniéndose
en gran medida a aquel código; entre ellos las costumbres existen bien arraigadas
y se encuentran relativamente libres de antagonismos violentos.
783:6 70:1.3
Andón enseñaba a sus hijos a dirimir las disputas golpeando cada quien un
árbol con un palo, y al mismo tiempo, maldiciendo el árbol; el primero en
romper el palo salía victorioso. Los andonitas posteriores dirimían las disputas
celebrando un acto público en el cual los disputadores se escarnecían y ridiculizaban
mutuamente, en tanto que el público determinaba el ganador con su aplauso.
783:7 70:1.4
Pero no podía existir el fenómeno de la guerra hasta tanto no evolucionara
la sociedad lo suficiente como para experimentar de hecho períodos de paz
y para sancionar el proceder belicoso. El concepto mismo de la guerra implica
cierto grado de organización.
784:1 70:1.5
Con el surgimiento de las agrupaciones sociales, las irritaciones personales
se fueron sumiendo en los sentimientos del grupo, lo cual fomentó la tranquilidad
tribal interna, pero a costa de la paz intertribal. Así pues, la paz se disfrutó
primero dentro del grupo interno, o tribu, que siempre tenía aversión y odio
contra el grupo externo, los forasteros. El hombre primitivo consideraba que
derramar sangre foránea era una virtud.
784:2 70:1.6
Mas, en un principio, ni siquiera lo susodicho dio resultado. Cuando los caciques
primitivos intentaban allanar malentendidos, se veían en la necesidad a menudo
de permitir los combates tribales a pedradas por lo menos una vez al año.
El clan se dividía en dos grupos que libraban una batalla de sol a sol, sin
otro motivo que el puro gusto de hacerlo; la verdad es que les gustaba pelear.
784:3 70:1.7
La guerra perdura porque el hombre es humano, evolucionó de un animal, y todos
los animales son belicosos. Figuran entre las primitivas causas de guerra:
784:4 70:1.8
1. El hambre -que llevó a saqueos de alimentos. La escasez de tierras
siempre provocó guerras, y durante estas luchas, las tribus pacíficas primitivas
fueron prácticamente exterminadas.
784:5 70:1.9
2. La escasez de mujeres -un esfuerzo para aliviar la escasez de ayuda
doméstica. El rapto de mujeres siempre ha sido motivo de guerra.
784:6 70:1.10
3. La vanidad -el deseo de exhibir valentía tribal. Los grupos superiores
peleaban para imponer su modo de vida a los pueblos inferiores.
784:7 70:1.11
4. Los esclavos -la necesidad de reclutas para los sectores laborales.
784:8 70:1.12
5. La venganza era motivo de guerra si una tribu creía que otra tribu
vecina había ocasionado la muerte de uno de los suyos. Se seguía guardando
luto hasta tanto se trajera una cabeza de vuelta. La guerra de venganza fue
aceptable hasta tiempos relativamente recientes.
784:9 70:1.13
6. El esparcimiento -los jóvenes de estos tiempos primitivos consideraban
la guerra como una forma de diversión. Si no surgía ningún pretexto válido
y suficiente para guerrear, y si les agobiaba la paz, las tribus cercanas
acostumbraban entablar combates semicordiales, efectuando excursiones de carácter
festivo a fin de disfrutar de un simulacro de batalla.
784:10 70:1.14
7. La religión -el deseo de hacer conversos al culto. Todas las religiones
primitivas sancionaban la guerra. Apenas en los tiempos recientes comenzó
la religión a desaprobar la guerra. Los sacerdocios primitivos, desafortunadamente,
solían estar aliados con el poder militar. Entre las grandes gestiones pacificadoras
que se han logrado a través de las edades figura el esfuerzo para separar
la iglesia del estado.
784:11 70:1.15
Estas tribus antiguas siempre libraban guerras a instancias de sus dioses
o por orden de sus caciques o curanderos. Los hebreos creían en un "Dios
de las batallas"; y la narración de la invasión de los madianitas es
un relato típico de la atroz crueldad de las guerras tribales antiguas; dicho
asalto, en el cual se hizo una matanza de todos los varones y, posteriormente,
de todos los niños varones y mujeres que no eran vírgenes, no habría sido
desmerecedor de las costumbres de un cacique tribal de doscientos mil años
antes. Y todo lo referido se ejecutaba en el "nombre del Señor Dios de
Israel".
784:12 70:1.16
Ésta es la narración de la evolución de la sociedad -la resolución natural
de los problemas de las razas- el hombre forjando su propio destino en la
tierra. La Deidad no instiga tales atrocidades, a despecho de la tendencia
del hombre de achacar la responsabilidad a sus dioses.
784:13 70:1.17
La compasión castrense ha tardado en llegar al género humano. Incluso cuando
una mujer, Débora, regía a los hebreos, persistió la misma crueldad en gran
escala. Al vencer a los gentiles su general hizo que "todo el ejército
cayó a filo de espada, hasta no quedar ni uno".
785:1 70:1.18
Muy pronto en la historia de la raza, se utilizaron armas envenenadas. Se
practicó toda clase de mutilaciones. Saúl no vaciló en exigir de David cien
prepucios filisteos como dote de su hija Mical.
785:2 70:1.19
Las guerras primitivas se peleaban entre las tribus completas; pero en épocas
posteriores, al trabar una disputa dos individuos de tribus diferentes, en
vez de que lucharan las dos tribus, los dos disputadores se batían en duelo.
También llegó a ser costumbre que dos ejércitos se lo jugaran todo según el
resultado de una contienda entre representantes seleccionados de cada lado,
tal como fue el caso de David y Goliat.
785:3 70:1.20
El primer refinamiento de la guerra fue la toma de prisioneros. A continuación,
se eximió a las mujeres de las hostilidades, y luego vino el reconocimiento
de los no combatientes. No tardaron en desarrollarse castas castrenses y ejércitos
permanentes para mantenerse a tono con la creciente complejidad del combate.
Pronto se les prohibió a estos guerreros asociarse con mujeres, y hace mucho
tiempo que las mujeres cesaron de luchar, si bien vienen alimentando y cuidando
a los soldados e instándoles a batallar.
785:4 70:1.21
La práctica de declarar la guerra representó gran progreso. Estas declaraciones
de una intención de guerrear simbolizaron la llegada de un sentido de justicia,
seguido por el desarrollo gradual de los reglamentos de la guerra "civilizada".
Muy pronto se hizo costumbre no combatir cerca de sitios religiosos y, aún
más adelante, no combatir en ciertos días sagrados. Luego vino el reconocimiento
general del derecho de asilo; los fugitivos políticos recibieron protección.
785:5 70:1.22
De este modo evolucionó paulatinamente la guerra, de la caza primitiva al
hombre hasta el sistema un tanto más ordenado de las naciones "civilizadas"
de épocas posteriores. Pero una actitud social cordial tarda mucho tiempo
en desplazar la actitud hostil.
2. EL VALOR SOCIAL DE LA GUERRA
785:6 70:2.1 En épocas
pasadas una guerra enconada instituía cambios sociales y facilitaba la adopción
de nuevas ideas, cosa que no se hubiera producido en forma natural en diez
mil años. El precio terrible que hubo que pagar por estas ciertas ventajas
traídas por las guerras, fue que la sociedad fue arrojada temporalmente de
vuelta al salvajismo; la razón civilizada tuvo que abdicar. La guerra es potente
medicina, muy costosa y peligrosísima; aunque sirve a menudo para curar ciertos
males sociales, algunas veces mata al paciente: destruye la sociedad.
785:7 70:2.2
La necesidad constante de la defensa nacional produce muchas adaptaciones
sociales nuevas y avanzadas. La sociedad, hoy por día, goza del beneficio
de numerosas innovaciones útiles que, originalmente, eran totalmente militares,
e incluso le debe a la guerra la danza, cuya forma primitiva fue un ejercicio
militar.
785:8 70:2.3
La guerra ha tenido valor social para las civilizaciones pasadas por cuanto:
1. Imponía disciplina, exigía cooperación.
2. Premiaba la entereza y la valentía.
3. Fomentaba y solidificaba el nacionalismo.
4. Destruía los pueblos débiles y no aptos.
5. Disolvía la ilusión de la igualdad primitiva y estratificaba selectivamente
la sociedad.
785:14 70:2.4
La guerra ha tenido cierto valor selectivo y evolutivo pero, como la esclavitud,
debe abandonarse en algún momento a medida que avanza poco a poco la sociedad.
Las guerras antiguas promovieron los viajes y los intercambios culturales;
ahora sirven mejor para estos fines los métodos modernos de transporte y comunicación.
Las guerras antiguas fortalecieron las naciones, pero las luchas modernas
trastornan la cultura civilizada. La guerra antigua resultó en el diezmar
de las gentes inferiores; el resultado neto del conflicto moderno es la destrucción
selectiva de las mejores cepas humanas. Las guerras primitivas promovieron
la organización y la eficiencia, pero ahora éstas han llegado a ser el objetivo
de la industria moderna. En edades pasadas la guerra fue un fermento social
que impulsó la civilización hacia adelante; dicho resultado hoy día se logra
mejor mediante la ambición y la invención. La guerra antigua respaldaba el
concepto de un Dios de las batallas, pero al hombre moderno se le ha dicho
que Dios es amor. La guerra ha servido para muchos objetivos valiosos en el
pasado, ha sido un andamiaje indispensable en la edificación de la civilización,
pero va quedando en la bancarrota cultural a paso acelerado -incapaz de producir
dividendos de beneficio social de alguna forma proporcionales a las cuantiosas
pérdidas que resultan de su invocación.
786:1 70:2.5
En épocas pasadas los médicos creían en la sangría como cura de muchas enfermedades;
pero posteriormente descubrieron mejores remedios para la mayoría de estas
dolencias. De igual manera, el derramamiento de sangre internacional de la
guerra, indudablemente, ha de ceder el paso al descubrimiento de mejores métodos
de curar los males de las naciones.
786:2 70:2.6
Las naciones de Urantia ya han entablado la gigantesca lucha entre el militarismo
nacionalista y el industrialismo, y en muchos aspectos, este conflicto es
análogo a la lucha secular entre el pastor-cazador y el labriego. Pero si
el industrialismo ha de triunfar sobre el militarismo, tiene que evitar los
peligros que lo acechan. Los peligros de la industria incipiente en Urantia
son:
786:3 70:2.7
1. La fuerte tendencia al materialismo, la ceguera espiritual.
786:4 70:2.8
2. El culto al poder de las riquezas, la deformación de los valores.
786:5 70:2.9
3. Los vicios del lujo, la inmadurez cultural.
786:6 70:2.10 4. Los cada vez mayores
peligros de la indolencia, la insensibilidad al servicio.
786:7 70:2.11 5. El desarrollo de
una indeseable debilidad racial, el deterioro biológico.
786:8 70:2.12
6. La amenaza de la esclavitud industrial generalizada, el estancamiento de
la personalidad. El trabajo ennoblece pero la monotonía entorpece.
786:9 70:2.13
El militarismo es autocrático y cruel -salvaje. Promueve la organización social
entre los conquistadores pero desintegra a los vencidos. El industrialismo
es más civilizado y debe llevarse a efecto de tal modo que promueva la iniciativa
y fomente el individualismo. La sociedad debe, en todo lo posible, fomentar
la originalidad.
786:10 70:2.14
No cometáis el error de glorificar la guerra; más bien, discernid lo que ha
beneficiado a la sociedad a fin de poder visualizar con más precisión lo que
las alternativas deben ofrecer para continuar el progreso de la civilización.
Y si no se ofrecen tales alternativas adecuadas, entonces no dudéis que las
guerras continuarán durante mucho más tiempo.
786:11 70:2.15
El hombre nunca aceptará la paz como modo normal de vida hasta tanto no se
haya convencido cabal y reiteradamente de que la paz le conviene más para
su bienestar material, y hasta que la sociedad, juiciosamente, no haya ofrecido
alternativas pacíficas para la satisfacción de aquella tendencia inherente
a descargar periódicamente el impulso colectivo que sirve para liberar aquellas
emociones y energías, que se acumulan constantemente, y que pertenecen a las
reacciones de la autopreservación de la especie humana.
786:12 70:2.16
Pero aunque sea de paso, se le debe rendir honores a la guerra en su calidad
de escuela de experiencia, que constriñó a una raza de arrogantes individualistas
a someterse a una autoridad sobremanera concentrada -a un ejecutivo supremo.
La guerra a la antigua seleccionaba para el liderazco a hombres de grandeza
innata; la guerra moderna, sin embargo, ya no hace otro tanto. Para descubrir
a sus líderes, la sociedad actual debe recurrir a las conquistas de la paz:
la industria, la ciencia y el logro social.
3. LAS ASOCIACIONES HUMANAS PRIMITIVAS
787:1 70:3.1 La horda
lo es todo en la sociedad más primitiva; incluso los niños son su propiedad
común. La familia evolutiva desplazó a la horda en lo referente a la crianza
de la prole, en tanto los clanes y las tribus que iban surgiendo la reemplazaron
en calidad de elemento social.
787:2 70:3.2
El deseo sexual y el amor materno establecen la familia. Pero el verdadero
gobierno no aparece hasta tanto no se comiencen a formar los grupos de superfamilias.
En los tiempos de la horda, anteriores a la familia, el liderazco fue provisto
por individuos que se elegían informalmente. Los bosquimanes africanos nunca
pasaron de esta etapa primitiva; no cuentan con caciques en la horda.
787:3 70:3.3
Las familias se unieron por lazos de consanguineidad en clanes, conjuntos
de parientes; y éstos posteriormente evolucionaron para convertirse en tribus,
comunidades territoriales. La guerra y la presión externa impusieron una organización
tribal a los clanes de parientes, pero el comercio y el intercambio mantuvieron
a estos protogrupos primitivos unidos con cierto grado de paz interna.
787:4 70:3.4
Las organizaciones comerciales internacionales promoverán la paz en Urantia
mucho más que todas las argucias sensibleras de la visionaria formulación
de planes para la paz. El desarrollo del lenguaje y los métodos mejorados
de la comunicación, así como el mejor transporte, han facilitado las relaciones
comerciales.
787:5 70:3.5
La ausencia de un lenguaje común siempre ha impedido el desarrollo de los
grupos pacíficos, pero el dinero se ha convertido en el lenguaje universal
del comercio moderno. La sociedad moderna se mantiene unida principalmente
mediante el mercado industrial. El aliciente de las utilidades es un poderoso
civilizador cuando se combina con el deseo de servir.
787:6 70:3.6
En las edades primitivas cada tribu estaba rodeada de círculos concéntricos
de miedo y recelo más y más intensos; por tanto, llegó a ser costumbre matar
a todos los extraños, y más adelante, esclavizarlos. El viejo concepto de
la amistad significaba la admisión al clan; y se creía que la afiliación al
clan sobrevivía a la muerte -uno de los conceptos más primitivos de la vida
eterna.
787:7 70:3.7
La ceremonia de adopción consistía en beberse la sangre uno de otro. En algunos
grupos se intercambiaba saliva en vez de beberse la sangre, siendo éste el
origen antiguo de la usanza social del besar. Toda ceremonia de asociación,
fuera boda o adopción, acababa siempre en festejos.
787:8 70:3.8
Posteriormente, se usó la sangre diluida con el vino tinto, y a la larga,
se bebió el vino solo a fin de sellar la ceremonia de adopción, que se simbolizaba
con chocarse las dos copas de vino y se consumaba al pasar la bebida por la
boca. Los hebreos emplearon una forma modificada de esta ceremonia de adopción.
Sus antepasados árabes usaron el juramento, mientras hacían que la mano del
candidato descansara sobre los órganos genitales del oriundo de la tribu.
Los hebreos trataban amable y fraternalmente a los foráneos adoptivos. "El
extraño que more con vosotros será como uno nacido entre vosotros, y le amaréis
como a vosotros mismos".
787:9 70:3.9
"La cordialidad para con los huéspedes" era una relación de hospitalidad
temporal. Cuando se marchaban los huéspedes, se partía en dos un plato, se
le daba un pedazo al amigo que se iba a fin de que sirviera de introducción
apropiada para un tercero que pudiera llegar de visita en el futuro. Se estilaba
que los huéspedes pagaran por su estadía relatando cuentos acerca de sus viajes
y aventuras. Los narradores de cuentos de antaño llegaron a ser tan populares
que las costumbres establecidas, ulteriormente, prohibieron que funcionaran
durante las temporadas de la caza o la cosecha.
788:1 70:3.10
Los primeros tratados de paz fueron "lazos de sangre". Los embajadores
de la paz de dos tribus en guerra se reunían, se rendían honores, y luego,
procedían a pincharse la piel hasta sangrar; en cuyo momento se chupaban la
sangre uno de otro y declaraban la paz.
788:2 70:3.11
Las primeras misiones de paz consistieron en delegaciones de hombres que llevaban
a sus doncellas selectas para la gratificación de sus antiguos enemigos, valiéndose
del apetito sexual para combatir al impulso bélico. La tribu honrada de este
modo hacía una visita para corresponder, con ofrecimiento de doncellas; en
cuyo momento se establecía firmemente la paz. Al poco tiempo se sancionaban
matrimonios entre las familias de los caciques.
4. Los CLANES Y LAS TRIBUS
788:3 70:4.1 El primer
grupo pacífico fue la familia, luego el clan, la tribu, y después, la nación,
la cual llegó a ser con el tiempo el estado territorial moderno. Es muy alentador
que los grupos pacíficos de hoy en día, hace mucho tiempo ya, se hayan expandido
trascendiendo los lazos de la sangre para englobar naciones, a pesar de que
las naciones de Urantia siguen gastando cuantiosas sumas en preparativos de
guerra.
788:4 70:4.2
Los clanes fueron grupos consanguíneos dentro de la tribu, y su existencia
se debió a ciertos intereses comunes, como por ejemplo:
1. Su origen se remontaba a un antepasado común.
2. Eran leales a un tótem religioso común.
3. Hablaban el mismo dialecto.
4. Compartían un lugar de residencia común.
5. Temían a los mismos enemigos.
6. Tenían una experiencia castrense común.
788:11 70:4.3
Los caudillos del clan siempre estaban subordinados al cacique de la tribu,
siendo los protogobiernos tribales una confederación de clanes sin cohesión.
Los aborígenes australianos nunca desarrollaron una forma tribal de gobierno.
788:12 70:4.4
Los caciques de paz del clan solían llegar a regir por la línea materna; la
línea paterna establecía a los caciques de guerra de la tribu. Las cortes
de los caciques tribales y reyes primitivos consistían en las cabezas de los
clanes, a quienes se acostumbraba invitar ante la presencia del rey varias
veces al año; esto le permitía vigilarlos y granjearse mejor su cooperación.
Los clanes desempeñaban un servicio valioso en el autogobierno local, pero
retrasaron considerablemente el desarrollo de naciones grandes y fuertes.
5. Los COMIENZOS DEL GOBIERNO
788:13 70:5.1 Toda institución
humana tuvo un principio, y el gobierno civil es fruto de la evolución progresiva
tanto como lo son el matrimonio, la industria y la religión. A partir de los
primeros clanes y tribus primitivas se desarrollaron de forma gradual los
órdenes sucesivos del gobierno humano que han aparecido y desaparecido hasta
que plasmaron en las formas de regulación civil y social que caracterizan
al segundo tercio del siglo veinte.
788:14 70:5.2
Con el surgimiento paulatino de las unidades familiares, se sentaron los cimientos
del gobierno en la organización del clan, la agrupación de familias consanguíneas.
El primer verdadero cuerpo gubernamental fue el consejo de los ancianos.
Este grupo regulador constó de los ancianos que se habían distinguido en alguna
forma eficiente. Hasta el hombre bárbaro sabía apreciar la sabiduría y la
experiencia, y sobrevino una prolongada edad de gerontocracia. Gradualmente,
este reinado de la oligarquía de la edad avanzada se convirtió en el concepto
patriarcal.
789:1 70:5.3
En el consejo original de los ancianos se encontraba el potencial de todas
las funciones gubernamentales: la ejecutiva, la legislativa y la judicial.
Cuando el consejo interpretaba las costumbres vigentes, era el cuerpo tribunal;
cuando establecía los nuevos modos de la usanza social, era el legislativo;
hasta donde se hacía cumplir estos decretos y promulgaciones, era el ejecutivo.
El presidente del consejo fue uno de los antecesores del futuro cacique tribal.
789:2 70:5.4
Algunas tribus tuvieron consejos de mujeres y, de cuando en cuando, en muchas
tribus rigió una mujer. Ciertas tribus del hombre rojo conservaron las enseñanzas
de Onamonalonton al seguir el régimen unánime del "consejo de los siete".
789:3 70:5.5
Al género humano le ha costado trabajo aprender que una sociedad polémica
no puede gobernar ni la guerra ni la paz. Los primitivos "debates"
rara vez compensaron. La raza no demoró en aprender que un ejército comandado
por un grupo de jefes de clan no tenía posibilidad alguna contra un ejército
fuerte comandado por un solo hombre. La guerra siempre ha sido creadora de
reyes.
789:4 70:5.6
En un principio se elegían los jefes de guerra únicamente para el servicio
militar, y solían renunciar a parte de su autoridad durante los períodos de
paz en que sus deberes eran de carácter más bien social. Sin embargo, empezaron
poco a poco a inmiscuirse en los intervalos de paz, tendiendo a continuar
rigiendo de una guerra a la otra. A menudo se encargaron de que no durara
tanto el interín entre guerras sucesivas. Estos primitivos jefes militares
no eran aficionados a la paz.
789:5 70:5.7
Más adelante se eligieron algunos caciques para servicios que no fueran militares;
se seleccionaban debido a un físico insólito o a destacadas aptitudes personales.
Los hombres rojos a menudo tenían dos grupos de caciques -los sachems, o caciques
de paz, y los caciques de guerra hereditarios. Los gobernadores de paz eran
además jueces y maestros.
789:6 70:5.8
Algunas comunidades primitivas fueron regidas por curanderos que frecuentemente
hacían de caciques. Un solo hombre actuaba de sacerdote, médico y ejecutivo
supremo. A menudo las primeras insignias reales habían sido en un principio
los símbolos o emblemas de las vestiduras sacerdotales.
789:7 70:5.9
Mediante estos pasos fue surgiendo de forma gradual la rama ejecutiva del
gobierno. Los consejos del clan y de la tribu continuaron en calidad de asesores
y como antecesores de las ramas legislativa y judicial que despuntaron más
tarde. En África, hoy en día, todas estas formas de gobierno primitivo están
vigentes de hecho en las distintas tribus.
6. EL GOBIERNO MONÁRQUICO
789:8 70:6.1 Tan sólo
se llegaba a un régimen estatal efectivo cuando un jefe alcanzaba plena autoridad
ejecutiva. El hombre descubrió que solo se lograba gobierno efectivo al conferir
el poder a una personalidad, no a un concepto.
789:9 70:6.2
La soberanía nació del concepto de la autoridad o riqueza familiar. Cuando
un reyezuelo patriarcal llegaba a ser un verdadero rey, algunas veces se le
llamaba el "padre de su pueblo". Más adelante, se creyó que los
reyes habían surgido de los héroes. Y aún más adelante, la soberanía llegó
a ser hereditaria, debido a la creencia en el origen divino de los reyes.
789:10 70:6.3
La monarquía hereditaria evitó la anarquía que tantos estragos había hecho
anteriormente entre la muerte de un rey y la elección de su sucesor. La familia
tenía una cabeza biológica; el clan, un jefe natural seleccionado; la tribu,
y posteriormente el estado, no tenía ningún mandatario natural, lo cual constituyó
otro motivo por el cual llegaron a ser hereditarios los caciques-reyes. El
concepto de las familias reales y la aristocracia también se basó en las costumbres
establecidas del "título familiar" en los clanes.
790:1 70:6.4
A la larga, se llegó a considerar sobrenatural la sucesión de los reyes; se
creyó que la sangre real se remontaba a los tiempos del séquito materializado
del Príncipe Caligastia. De este modo los reyes se convirtieron en personalidades
de fetiche y se les temió sobremanera, por lo cual se adoptó una forma especial
de lenguaje para la usanza cortesana. Incluso en tiempos recientes se creía
que tocar a un rey curaba las enfermedades, y algunos pueblos de Urantia aún
consideran que sus gobernantes tienen origen divino.
790:2 70:6.5
Frecuentemente el rey fetiche primitivo estaba mantenido en reclusión; se
le consideraba demasiado sagrado para que se le pudiera contemplar excepto
en los días festivos y sagrados. Generalmente se nombraba un representante
para que hiciera el papel del rey, y de ahí, el origen de los primeros ministros.
El primer funcionario del gabinete fue un administrador de alimentos; los
demás siguieron poco tiempo después. Los gobernantes no tardaron en nombrar
representantes para que se encargaran del comercio y la religión; y el desarrollo
del gabinete constituyó un paso directo hacia la despersonalización de la
autoridad ejecutiva. Estos coadyudantes de los reyes primitivos llegaron a
ser la nobleza reconocida, y la esposa del rey ascendió gradualmente a la
dignidad de reina a medida que las mujeres se iban teniendo en mayor estima.
790:3 70:6.6
Los soberanos inescrupulosos ganaron gran poder mediante el descubrimiento
del veneno. La magia de las cortes primitivas era diabólica; los enemigos
de los reyes dentro de poco morían. Pero hasta el tirano más déspota estaba
supeditado a algunas restricciones; cuando menos estaba coartado por el temor
constante al asesinato. Los curanderos, los hechiceros y los sacerdotes representaron
siempre un poderoso freno de los reyes. Subposteriormente, los terratenientes,
la aristocracia, ejercieron una influencia restrictiva. Y de vez en cuando
los clanes y las tribus sencillamente se sublevaban y derrocaban a sus déspotas
y tiranos. En muchos casos se otorgaba a los soberanos depuestos condenados
a muerte la alternativa de suicidarse, lo cual dio origen a la moda social
antigua del suicidio en ciertas circunstancias.
7. Los CLUBES PRIMITIVOS Y LAS SOCIEDADES
SECRETAS
790:4 70:7.1 La consanguineidad
determinó los primeros grupos sociales; la asociación amplió el clan consanguíneo.
Los matrimonios entre miembros de distintos clanes constituyeron el próximo
paso en la expansión de los grupos, y la tribu compleja que resultó de ello
fue la primera verdadera entidad política. El siguiente adelanto en el desarrollo
social fue la evolución de los cultos religiosos y los clubes políticos. Ambos
aparecieron por primera vez con carácter de sociedades secretas y primitivamente
fueron de carácter totalmente religioso; posteriormente llegaron a ser de
carácter regulador. En un principio fueron clubes de hombres; más tarde aparecieron
clubes de mujeres. A un cierto punto se dividieron en dos clases: sociopolítico
y religioso-místico.
790:5 70:7.2
Había muchas razones para mantener estas sociedades en secreto, tales como:
1. El temor de incurrir en el disgusto de los gobernantes por haber transgredido
algún tabú.
2. Para practicar ritos religiosos minoritarios.
3. A fin de preservar valiosos secretos de "espíritu" o de comercio.
4. Para gozar de algún amuleto o sortilegio especial.
790:10 70:7.3
La calidad secreta de estas sociedades de por sí confería a todos los afiliados
el poder del misterio sobre el resto de la tribu. La calidad secreta, además,
atrae la vanidad; los iniciados formaban la aristocracia social de su época.
Después de la iniciación, los muchachos podían cazar con los hombres; mientras
que antes, tenían que recoger vegetales con las mujeres. Era la suprema humillación,
una deshonra antes la tribu, que uno no lograra pasar las pruebas de la pubertad,
viéndose así obligado a permanecer fuera de la morada de los hombres, junto
a las mujeres y niños, y siendo considerado afeminado. Además, a los no iniciados
no se les permitía casarse.
791:1 70:7.4
Los primitivos enseñaron muy pronto a sus adolescentes la continencia sexual.
Llegó a ser costumbre apartar a los jóvenes varones de sus padres desde la
pubertad hasta el matrimonio, encomendando su educación y formación a las
sociedades secretas de los hombres. Y entre las funciones principales de estos
clubes se destacó el control de los varones adolescentes para evitar de este
modo que nacieran hijos ilegítimos.
791:2 70:7.5
La prostitución comercializada comenzó cuando estos clubes de hombres empezaron
a pagar con dinero el usufructo de las mujeres de otras tribus. Pero los grupos
más primitivos permanecieron notablemente libres de laxitud sexual.
791:3 70:7.6
La ceremonia de la iniciación en la pubertad solía durar por un período de
cinco años. Había en estas ceremonias mucha autotortura y dolorosas incisiones.
Primitivamente se practicó la circuncisión a manera de rito de iniciación
en algunas de estas cofradías secretas. Formaba parte de la iniciación en
la pubertad tallarse las marcas tribales en el cuerpo; así se originó el tatuaje,
como símbolo de afiliación. Estas torturas y privaciones tenían el propósito
de fortalecer a estos jóvenes, de grabar en su mente la realidad de la vida
y sus penalidades inevitables. Este objetivo se logra mejor mediante los juegos
atléticos y justas físicas que aparecen más adelante.
791:4 70:7.7
Pero las sociedades secretas sí intentaban mejorar el sentido moral de los
adolescentes; fue propósito primordial de las ceremonias de la pubertad inculcarle
al muchacho que debe dejar tranquilas a las esposas ajenas.
791:5 70:7.8
Después de estos años de rigurosa disciplina y adiestramiento, justamente
antes del matrimonio, se ponía en libertad a los jóvenes para que gozaran
de un breve período de ocio y esparcimiento, tras el cual debían regresar
para casarse y someterse a los rigores de los tabúes tribales durante el resto
de su vida. Esta costumbre antigua ha continuado hasta los tiempos modernos
en la noción disparatada de "pasar las mocedades".
791:6 70:7.9
Muchas tribus posteriores sancionaron la formación de los clubes secretos
de mujeres, a fin de preparar a las muchachas adolescentes para ser esposas
y madres. Después de la iniciación, las jóvenes eran aptas para el matrimonio
y se les permitía asistir a la "presentación de novia", la fiesta
de presentación en sociedad de aquellos tiempos. Las órdenes de mujeres que
hacían voto de celibato comenzaron a aparecer muy pronto.
791:7 70:7.10
En cierto momento, aparecieron por primera vez clubes no secretos, al formar
sus propias organizaciones los grupos de hombres solteros y mujeres no comprometidas.
Estas asociaciones fueron en efecto las primeras escuelas. Aunque frecuentemente
los clubes femeninos y masculinos se perseguían mutuamente, algunas tribus
avanzadas, después del contacto con los maestros de Dalamatia, experimentaron
con la enseñanza mixta, fundando escuelas de internados para ambos sexos.
791:8 70:7.11
Las sociedades secretas contribuyeron a la formación de las castas sociales,
principalmente debido al carácter misterioso de sus iniciaciones. Los afiliados
de estas sociedades comenzaron primero a usar máscaras para espantar a los
curiosos que querían presenciar sus ritos de luto -la adoración de los antepasados.
Más tarde este rito se convirtió en una pseudosesión espiritista en la cual,
según se decía, aparecían fantasmas. Las sociedades antiguas del "renacimiento"
solían usar señales y emplear un lenguaje secreto especial; también renunciaban
solemnemente a ciertos alimentos y bebidas. Actuaban como policía nocturna
y, por lo demás, funcionaban en una amplia gama de actividades sociales.
792:1 70:7.12
Todas las asociaciones secretas imponían un juramento, urgían la confiabilidad
entre sí, y enseñaban a guardar los secretos. Estas órdenes pasmaron y controlaron
a las turbas; además actuaban como sociedades de vigilantes practicando linchamientos.
Fueron los primeros espías en las guerras tribales y los primeros policías
secretos en tiempos de paz. Lo mejor de todo fue que mantuvieron a los reyes
inescrupulosos en un trono inseguro. Para contrarrestarlos, los reyes fomentaron
el desarrollo de su propia policía secreta.
792:2 70:7.13
Estas sociedades dieron lugar a los primeros partidos políticos. El primer
gobierno partidista fue de "los fuertes" contra "los
débiles". Antiguamente, no se cambiaba de administración sino después
de una guerra civil, dando así abundante prueba de que los débiles se habían
convertido en fuertes.
792:3 70:7.14
Los mercaderes emplearon estos clubes para cobrar sus deudas y los soberanos,
para recaudar impuestos. La gravación de impuestos ha constituido una lucha
prolongada, figurando entre las primeras formas de ella el diezmo, una décima
parte de la caza o del botín. Originalmente se gravaban los impuestos para
mantener la casa del rey, pero se descubrió que eran más fáciles de recaudar
si se los presentaba como ofrecimiento para sustentar el servicio del templo.
792:4 70:7.15
Con el tiempo estas asociaciones secretas se convirtieron en las primeras
organizaciones caritativas y después evolucionaron para llegar a ser las primeras
sociedades religiosas -los antecesores de las iglesias. Finalmente algunas
de estas sociedades se extendieron al ámbito intertribal, formando las primeras
cofradías internacionales.
8. LAS CLASES SOCIALES
792:5 70:8.1 La desigualdad
mental y física de los seres humanos garantiza la aparición de clases sociales.
Los únicos mundos sin estratos sociales son los más primitivos y los más avanzados.
Una civilización en ciernes aún no ha comenzado la diferenciación de los niveles
sociales, mientras que un mundo establecido en luz y vida ha borrado en gran
parte estas divisiones de la humanidad, que tan propias son de todas las etapas
evolutivas intermedias.
792:6 70:8.2
A medida que la sociedad salía del salvajismo para ir a dar en la barbarie,
sus componentes humanos tendieron a agruparse en clases a causa de las siguientes
razones:
792:7 70:8.3
1. Naturales -contacto, consanguinidad, matrimonio; las primeras distinciones
sociales se basaron en el sexo, la edad y la sangre -el parentesco con el
cacique.
792:8 70:8.4
2. Personales -el reconocimiento de la capacidad, la resistencia,
los conocimientos y la entereza; pronto seguido por el reconocimiento del
dominio del lenguaje, la ciencia y la inteligencia general.
792:9 70:8.5
3. Fortuitas -la guerra y la emigración resultaron en la separación
de los grupos humanos. La conquista, la relación del vencedor con los vencidos,
influyó poderosamente en la evolución de las clases, en tanto que la esclavitud
ocasionó la primera división general de la sociedad en libres y cautivos.
792:10 70:8.6
4. Económicas -los ricos y los pobres. La riqueza y la posesión de
esclavos fue el fundamento genético para una clase de sociedad.
792:11 70:8.7
5. Geográficas -las clases surgieron como resultado de la colonización
urbana o rural. La ciudad y el campo, respectivamente, han contribuido a la
diferenciación del pastor-labriego y el comerciante-industrialista, con sus
puntos de vista y reacciones divergentes.
792:12 70:8.8
6. Sociales -las clases vienen formándose gradualmente de acuerdo
con la estimación popular del valor social de grupos distintos. Entre las
primeras divisiones de esta índole figuraron las distinciones entre los sacerdote-maestros,
los gobernante-guerreros, los capitalista-comerciantes, los labradores comunes
y los esclavos. El esclavo nunca podía llegar a ser capitalista, bien que
algunas veces el asalariado podía optar por integrarse al sector capitalista.
793:1 70:8.9
7. Vocacionales -a medida que se multiplicaban las vocaciones, éstas
tendieron a establecer castas y gremios. Los trabajadores se dividieron en
tres grupos: las clases profesionales, los curanderos inclusive, luego los
obreros especializados, seguidos por los obreros no especializados.
793:2 70:8.10
8. Religiosas -los primeros clubes de culto produjeron sus propias
clases dentro de los clanes y tribus, y la piedad y el misticismo de los sacerdotes
las vienen perpetuando desde hace mucho tiempo como un grupo social independiente.
793:3 70:8.11
9. Raciales -la presencia de dos o más razas dentro de una determinada
nación o unidad territorial suele producir castas de color. El sistema original
de castas de la India se basaba en el color, así como era al principio en
Egipto.
793:4 70:8.12
10. Edad -la juventud y la madurez. Entre las tribus, el niño permanecía
bajo la custodia de su padre mientras éste estuviera vivo; en cambio, la niña
quedaba al cuidado de su madre hasta que se casara.
793:5 70:8.13
Es indispensable para una sociedad evolutiva que las clases sociales sean flexibles
y cambiantes; pero cuando las clases se convierten en castas,
cuando se petrifican los niveles sociales, el mejoramiento de la estabilidad
social se consigue mediante el menoscabo de la iniciativa personal. La casta
social resuelve el problema de integrarse uno en la industria, pero también
reduce tajantemente el desarrollo del individuo e impide casi completamente
la cooperación social.
793:6 70:8.14
Las clases de la sociedad, habiéndose formado naturalmente, persistirán hasta
que el hombre logre poco a poco su eliminación evolucionaria mediante la manipulación
inteligente de los recursos biológicos, intelectuales y espirituales de una
civilización progresiva, tales como:
793:7 70:8.15
1. La renovación biológica de las cepas raciales -la eliminación selectiva
de las variedades humanas inferiores. Esto tenderá a erradicar muchas desigualdades
mortales.
793:8 70:8.16
2. La capacitación del potencial cerebral aumentado que surgirá de este mejoramiento
biológico.
793:9 70:8.17
3. El estímulo religioso de los sentimientos del parentesco y hermandad mortales.
793:10 70:8.18
Pero estas medidas no pueden dar sus verdaderos frutos sino en distantes milenios
del futuro, si bien mucho mejoramiento social resultará inmediatamente de
la manipulación inteligente, prudente y paciente de estos factores
de aceleración del progreso cultural. La religión es la palanca poderosa que
eleva la civilización del caos, mas es impotente separada del fulcro de una
mente cabal y sana que descansa firmemente sobre una herencia cabal y sana.
9. Los DERECHOS HUMANOS
793:11 70:9.1 La naturaleza
no le confiere al hombre derechos, sino vida, y un mundo en donde vivirla.
La naturaleza no confiere ni siquiera el derecho de vivir, tal como se puede
deducir si consideramos lo que probablemente le sucedería a un hombre inerme
si éste se enfrentara con un tigre hambriento en el bosque primitivo. La seguridad
es el don primordial que la sociedad otorga al hombre.
793:12 70:9.2
Gradualmente la sociedad hizo valer sus derechos y, al presente, son:
1. La garantía de abastecimiento de alimento.
2. La defensa militar -seguridad mediante un estado de preparación.
3. La preservación de la paz interna -la prevención de la violencia personal
y el desorden social.
4. El control sexual -el matrimonio, la institución de la familia.
5. La propiedad -el derecho de ser propietario.
6. El fomento de la competencia entre individuos y grupos.
7. La disposición de la educación y capacitación de la juventud.
8. La promoción del intercambio y comercio -el desarrollo industrial.
9. El mejoramiento de las condiciones y remuneraciones laborales.
10. La garantía de la libertad de las prácticas religiosas a fin de que
todas estas otras actividades sociales sean elevadas por la adquisición
de la motivación espiritual.
794:8 70:9.3
Cuando los derechos son tan antiguos que se les desconoce su origen, se les
suele denominar derechos naturales. Pero los derechos humanos, en
realidad, no son naturales; son enteramente sociales. Son relativos y cambian
constantemente, pues no son más que las reglas del juego -adaptaciones reconocidas
de las relaciones que rigen los fenómenos de competencia humana, las cuales
van siempre cambiando.
794:9 70:9.4
Lo que se puede considerar como correcto en una edad, puede no considerarse
como tal en otra. La supervivencia de grandes cantidades de personas anormales
y degeneradas no depende de que tengan el derecho natural de estorbar la civilización
del siglo veinte, sino porque, sencillamente, así lo decreta la sociedad de
la edad, las costumbres establecidas.
794:10 70:9.5
Pocos derechos humanos se reconocían durante el medioevo europeo; en ese entonces
todo hombre pertenecía a otro, y los derechos no eran más que privilegios
o favores otorgados por el estado o la iglesia. La revuelta que surgió de
este error fue igualmente errónea por cuanto fue causa de la creencia de que
todos los hombres nacen iguales.
794:11 70:9.6
Los débiles y los inferiores siempre han luchado por tener los mismos derechos
que los demás; siempre insistieron en que el estado debía obligar a los fuertes
y superiores a satisfacer las necesidades de ellos y compensar de otras formas
las deficiencias que, muy a menudo son el resultado natural de su propia indiferencia
e indolencia.
794:12 70:9.7
Pero este ideal de la igualdad es el fruto de la civilización; no se encuentra
en la naturaleza. Incluso la cultura misma demuestra de forma contundente
la desigualdad inherente a los hombres a través sus muy desiguales capacidades
culturales. La realización repentina y no evolucionaria de la supuesta igualdad
natural volvería a precipitar al hombre civilizado a las toscas usanzas de
las edades primitivas. La sociedad no puede ofrecer los mismos derechos a
todos, pero sí puede comprometerse a administrar los variados derechos de
cada quien con justicia y equidad. Le corresponde e incumbe a la sociedad
proporcionar al hijo de la naturaleza una oportunidad justa y pacífica de
perseguir la autoconservación, de participar en la autoperpetuación, y al
mismo tiempo, de gozar de cierto grado de autogratificación; la suma de los
tres constituye la felicidad humana.
10. LA EVOLUCIÓN DE LA JUSTICIA
794:13 70:10.1 La justicia
natural es una teoría elaborada por el hombre; no es una realidad. En la naturaleza,
la justicia es puramente teórica, totalmente ficticia. La naturaleza no ofrece
más que una clase de justicia -la conformidad inevitable de los resultados
a las causas.
794:14 70:10.2
La justicia, como la concibió el hombre, significa reivindicar los derechos
y, por tanto, es cuestión de evolución progresiva. El concepto de la justicia
bien puede ser constitutivo en una mente dotada de espíritu, pero no surge
en la existencia con todo su esplendor en los mundos del espacio.
794:15 70:10.3
El hombre primitivo atribuía todo fenómeno a una persona. En el caso de muerte,
el salvaje no se preguntaba qué lo mató, sino quién lo hizo.
No se reconocía, por consiguiente, el asesinato casual, y en el castigo de
los delitos, se hacía caso omiso del móvil del infractor; se emitía el juicio
de acuerdo con los daños ocasionados.
795:1 70:10.4
En la sociedad más primitiva, la opinión pública funcionaba de forma directa;
no hacían falta los agentes de la ley. No había intimidad en la vida primitiva.
Los vecinos de un hombre respondían de la conducta de él; de ahí el derecho
de inmiscuirse en los asuntos personales de él. Se reguló la sociedad a base
de la teoría de que la afiliación a un grupo debe entrañar interés en la conducta
de cada afiliado y, hasta cierto grado, control sobre ella.
795:2 70:10.5
Muy pronto se creyó que los fantasmas administraban la justicia por conducto
de los curanderos y sacerdotes; así estas órdenes constituyeron los primeros
detectores de la delincuencia y agentes de la ley. Sus métodos primitivos
de detección de la delincuencia consistían en efectuar pruebas de veneno,
fuego y dolor. Estas pruebas salvajes no eran más que toscas técnicas de arbitraje;
no dirimían necesariamente las disputas de forma justa. Por ejemplo: cuando
se le administraba veneno a un acusado, si éste vomitaba, era inocente.
795:3 70:10.6
En el Antiguo Testamento consta una de estas pruebas, una prueba de culpabilidad
por infidelidad matrimonial: Si un hombre sospechaba que su esposa le era
infiel, la llevaba ante el sacerdote y exponía sus sospechas, tras lo cual
el sacerdote preparaba una mixtura que consistía en agua bendita y barreduras
del piso del templo. Después de la debida ceremonia que comprendía maldiciones
amenazadoras, a la esposa acusada se le hacía beber la repugnante pócima.
Si era culpable, "el agua que causa la maldición entrará en ella y se
volverá amarga, y se le hinchará el vientre, y se le podrirán los muslos,
y la mujer será maldecida entre su pueblo". Si, por casualidad, alguna
mujer podía beber todo este inmundo brebaje y no manifestar síntomas de enfermedad
física, se la absolvía de los cargos hechos por su esposo celoso.
795:4 70:10.7
Estos atroces métodos de detección del crimen fueron practicados por casi
todas las tribus evolutivas en algún momento u otro. El duelo es la supervivencia
moderna del juicio por ordalía.
795:5 70:10.8
No es de extrañar que los hebreos y otras tribus semicivilizadas practicaran
estas técnicas tan primitivas de la administración de la justicia hace tres
mil años, pero resulta sumamente asombroso que los hombres pensadores, posteriormente,
retuvieran tal reliquia de la barbarie en las páginas de las escrituras sagradas.
El pensar reflectivo debe patentizar que al hombre mortal jamás le dio ningún
ser divino tan injustas instrucciones acerca de la detección y castigo de
una sospechada infidelidad matrimonial.
795:6 70:10.9
La sociedad pronto adoptó una actitud vengativa de represalias: ojo por ojo,
vida por vida. Todas las tribus evolucionarias reconocían este derecho de
venganza sangrienta. La venganza se convirtió en el objetivo de la vida primitiva,
pero la religión ya ha modificado considerablemente estas prácticas tribales
primitivas. Los maestros de la religión revelada siempre han proclamado: "'La
venganza es mía', dice el Señor". Las matanzas por venganza de los tiempos
primitivos no eran tan distintas de los asesinatos actuales que se llevan
a cabo so pretexto de la ley no escrita.
795:7 70:10.10
El suicidio era modo común de represalia. Si no podía uno vengarse en vida,
moría creyendo que volvería y descargaría su ira sobre el enemigo en su condición
de fantasma. Puesto que esta creencia era de carácter muy general, la amenaza
de suicidarse en el umbral de un enemigo solía bastar para hacerlo ceder.
El hombre primitivo no apreciaba la vida; el suicidio a causa de bagatelas
era común, pero las enseñanzas de los dalamatianos aminoraron esta costumbre
considerablemente, en tanto que, en épocas más recientes, se han unido el
ocio, las comodidades, la religión y la filosofía para endulzar la vida y
hacerla más deseable. Las huelgas de hambre son, sin embargo, un caso análogo
actual de este método antiguo de represalia.
796:1 70:10.11
Una de las primeras formulaciones de la ley tribal avanzada estaba relacionada
con la intervención de la tribu en la enemistad sangrienta entre familias.
Pero, por extraño que parezca, incluso en aquellos tiempos un hombre podía
matar a su esposa sin castigo, con tal de que hubiera pagado por ella el monto
total. Los esquimales de hoy, sin embargo, aún dejan que el castigo de un
delito, hasta el del asesinato, sea decretado y administrado por la familia
agraviada.
796:2 70:10.12
Otro adelanto fue la imposición de multas por transgresiones de tabúes, el
establecimiento de castigos. Estas multas constituyeron los primeros ingresos
públicos. La usanza de pagar dinero como rescate por la vida también entró
en boga como sustituto de la venganza sangrienta. Estos daños se solían pagar
en mujeres o ganado; tardó mucho tiempo antes de que las multas reales, la
retribución monetaria, se fijaran como castigo por la delincuencia. Puesto
que la noción del castigo era esencialmente una compensación, todas las cosas,
incluyendo la vida humana, llegaron a tener con el tiempo un precio el cual
se podía pagar por los daños causados. Los hebreos fueron los primeros en
abolir la usanza de pagar dinero como rescate por la vida ajena. Moisés instruyó
que no han de "tomar dinero como rescate por la vida de un asesino condenado
a muerte; ese hombre deberá morir indefectiblemente".
796:3 70:10.13
Así la justicia, en un principio, fue administrada por la familia, luego por
el clan, y después por la tribu. La administración de la verdadera justicia
data de cuando se quitó la venganza de las manos de individuos y grupos consanguíneos,
y se depositó en manos del grupo social, el estado.
796:4 70:10.14
Quemar a alguien vivo en la hoguera fue un castigo de práctica común. Muchos
jefes antiguos lo reconocieron, Hamurabi y Moisés inclusive, ordenando éste
último que muchos delitos, particularmente los de carácter sexual grave, se
castigaran con la quema en la hoguera. Si "la hija de un sacerdote"
o de otro ciudadano destacado se diera a la prostitución pública, la costumbre
hebrea era "quemarla con fuego".
796:5 70:10.15
La traición -el "venderse" o la perfidia de los asociados tribales-
fue el primer delito capital. Se castigaba el abigeato universalmente mediante
la muerte sumaria, y hasta hace poco se ha castigado el hurto de caballos
de forma similar. Pero con el paso del tiempo, se supo que la severidad de
la pena no era factor disuasivo tan efectivo como lo eran la certidumbre y
prontitud de su ejecución.
796:6 70:10.16
Cuando una sociedad no logra castigar los delitos, el resentimiento colectivo
suele hacerse valer en forma de linchamientos; la disposición del santuario
sirvió de medio de escape de esta repentina cólera colectiva. El linchar y
batirse a duelo representan la renuencia del individuo a deferir un desagravio
particular al estado.
11. LAS LEYES Y Los TRIBUNALES
796:7 70:11.1 Resulta
tan difícil hacer distinciones claras entre las costumbres establecidas y
las leyes como lo es precisar en qué momento, al amanecer, la noche es sucedida
por el día. Las costumbres son leyes y reglamentos policiales en ciernes.
Si llevan mucho tiempo en vigor, las costumbres indefinidas tienden a cristalizarse
en leyes precisas, reglamentos concretos y convenciones sociales bien definidas.
796:8 70:11.2
La ley, en un principio, es siempre negativa y prohibitiva; en las civilizaciones
progresivas se va volviendo cada vez más positiva y directiva. La sociedad
primitiva funcionó de manera negativa; otorgaba al individuo el derecho de
vivir imponiendo a todos los demás el mandamiento, "no matarás".
Todo otorgamiento de derechos o libertades al individuo implica la reducción
de las libertades de todos los demás, y ello se realiza por el tabú, la ley
primitiva. Todo el concepto del tabú es inherentemente negativo, pues la sociedad
primitiva fue del todo negativa en su organización, y la administración primitiva
de la justicia consistía en la aplicación de los tabúes. Pero originalmente
estas leyes se aplicaron únicamente a los miembros de la tribu, tal como lo
ejemplifican los hebreos de los últimos días, quienes tenían distinto código
de ética para tratar con los gentiles.
797:1 70:11.3
El juramento se originó en los tiempos de Dalamatia para hacer más veraces
los testimonios. Estos juramentos consistían en pronunciar una maldición sobre
sí mismo. Antiguamente ningún individuo quería atestiguar en contra de su
grupo nativo.
797:2 70:11.4
La delincuencia constituía un asalto a las costumbres tribales, el pecado
fue la transgresión de aquellos tabúes que disfrutaban de la sanción de los
fantasmas, y existió durante mucho tiempo confusión por no haber segregado
la delincuencia y el pecado.
797:3 70:11.5
El interés propio estableció el tabú contra el asesinato; la sociedad lo sancionó
como costumbre tradicional; mientras la religión consagró la costumbre a fuer
de ley moral; y así los tres conspiraron para hacer la vida humana más segura
y sagrada. No podía haberse mantenido unida la sociedad durante estos tiempos
primitivos si los derechos no hubieran tenido la sanción de la religión; la
superstición fue la fuerza policial moral y social de las prolongadas edades
evolucionarias. Todos los antiguos afirmaban que los dioses les habían dado
sus leyes antiguas, los tabúes, a sus antepasados.
797:4 70:11.6
La ley es una crónica codificada de la dilatada experiencia humana, la opinión
pública cristalizada y legalizada. Las costumbres establecidas eran la materia
prima de la experiencia acumulada, de la cual los cerebros que regían formulaban
las leyes escritas. El juez antiguo no contó con leyes. Al fallar, sencillamente
decía: "Es costumbre".
797:5 70:11.7
La referencia a los precedentes en los fallos judiciales representa el esfuerzo
de los jueces para adaptar las leyes escritas a las condiciones cambiantes
de la sociedad. Lo antedicho dispone una adaptación progresiva a las condiciones
cambiantes de la sociedad juntamente con el carácter imponente de la continuidad
tradicional.
797:6 70:11.8
Las disputas sobre la propiedad se manejaban de muchas maneras, por ejemplo:
1. Mediante la destrucción de la propiedad en disputa.
2. Mediante la fuerza -los disputadores entablaban una lucha cuerpo a cuerpo.
3. Mediante el arbitraje -un tercero decidía. 4. Mediante la apelación a
los ancianos -después a los tribunales.
797:11 70:11.9
Los primeros tribunales venían a ser encuentros pugilísticos regulados; los
jueces no eran más que árbitros. Se encargaban de que la lucha se efectuara
de acuerdo con los reglamentos aprobados. Al entablar combate por los tribunales,
cada parte tenía que dejar una fianza con el juez a fin de pagar los costos
y la multa después de que uno hubiera sido vencido por el otro. Aún "el
poderío hizo el derecho". Después, las discusiones verbales sustituyeron
a los golpes físicos.
797:12 70:11.10
Todo el concepto de la justicia primitiva se basaba no tanto en ser justo
sino en despachar la disputa y así impedir el desorden público y la violencia
privada. Pero el hombre primitivo no se resentía tanto de lo que actualmente
se consideraría como una injusticia; se daba por hecho que los que tenían
el poder se valdrían de él interesadamente. No obstante, se puede determinar
la calidad de toda civilización con mucha exactitud analizando la escrupulosidad
y la equidad de sus tribunales y la integridad de sus jueces.
12. LA REPARTICIÓN DE LA AUTORIDAD CIVIL
797:13 70:12.1 La gran
lucha en la evolución del gobierno se ha relacionado con la concentración
del poder. Los administradores del universo sabían por experiencia propia
que se regulan mejor los pueblos evolutivos en los mundos habitados mediante
el tipo representativo de gobierno civil, cuando se mantiene el debido equilibrio
del poder entre las ramas ejecutiva, legislativa y judicial bien coordinadas.
798:1 70:12.2
Si bien la autoridad primitiva se basó en la fuerza, el poder físico, el gobierno
ideal es el sistema representativo en el cual el liderazco se basa en la capacidad,
pero en los días de la barbarie había enteramente demasiada guerra para hacer
que el gobierno representativo funcionara de forma efectiva. En la prolongada
lucha entre la división de la autoridad y la unidad del mando, ganó el dictador.
Los poderes primitivos y difusos de los primeros consejos de los ancianos
se concentraron gradualmente en la persona de un monarca absoluto. Después
del advenimiento de los verdaderos reyes, los grupos de ancianos persistieron
a manera de órganos de asesoría cuasilegislativos y judiciales; más adelante,
aparecieron por primera vez los órganos legislativos de carácter coordinado
y, a la larga, se establecieron los tribunales supremos de justicia independientemente
de las legislaturas.
798:2 70:12.3
El rey era el ejecutor de las costumbres establecidas, la ley original o no
escrita. Luego hizo cumplir las promulgaciones legislativas, la cristalización
de la opinión pública. Aunque surgió paulatinamente, constituyó un gran adelanto
social el desarrollo de la asamblea popular como expresión de la opinión pública.
798:3 70:12.4
Los primeros reyes se encontraron sobremanera restringidos por las costumbres
establecidas -por la tradición o la opinión pública. En tiempos recientes
algunas naciones de Urantia han integrado estas costumbres en su carta de
gobierno.
798:4 70:12.5
Los mortales de Urantia tienen derecho a la libertad; deben crear sus sistemas
de gobierno; deben adoptar sus constituciones u otras cartas constitutivas
de autoridad civil y procedimiento administrativo. Habiendo cumplido con lo
antedicho, deben seleccionar sus semejantes más competentes y dignos como
ejecutivos supremos. Como representantes de la rama legislativa deben elegirse
únicamente a los que son intelectual y moralmente aptos para desempeñar estas
sagradas responsabilidades. Para jueces de sus tribunales supremos y superiores,
no se debe escoger sino a los que están dotados de las aptitudes naturales
y a quienes han llegado a ser sabios mediante una experiencia pletórica.
798:5 70:12.6
Para que los hombres conserven su libertad, después de haber elegido su carta
constitutiva de la libertad, han de disponer su interpretación prudencial,
inteligente y denodada a fin de que se impida:
1. La usurpación injustificada del poder por la rama ejecutiva, o bien,
la legislativa.
2. Las maquinaciones de agitadores ignorantes y supersticiosos.
3. El retraso del progreso científico.
4. El estancamiento del dominio de la mediocridad.
5. El dominio por minorías viciosas.
6. El control por ambiciosos y astutos aspirantes a dictadores.
7. La desastrosa perturbación de los pánicos.
8. La explotación por los inescrupulosos.
9. La esclavitud tributaria de la ciudadanía por el estado.
10. La falta de justicia social y económica.
11. La unión de la iglesia y el estado.
12. La pérdida de la libertad personal.
798:18 70:12.7
Éstos son los objetivos y fines de los tribunales constitucionales que actúan
como gobernadores sobre los motores del gobierno representativo en un mundo
evolutivo.
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La lucha de la humanidad por perfeccionar el gobierno en Urantia está relacionada
con el perfeccionamiento de los canales de la administración, con la adaptación
de éstos a las necesidades corrientes que perennemente van cambiando, con
el mejoramiento de la distribución del poder dentro del gobierno, y finalmente
con la selección de dirigentes administrativos que sean en verdad sabios.
Aunque exista una forma divina e ideal de gobierno, ésta no se puede revelar,
sino que debe ser descubierta lenta y laboriosamente por los hombres y mujeres
de cada planeta a través de los universos del tiempo y el espacio.
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[Presentado por un Melquisedek de Nebadon.]