ÍNDICE
El libro de Urantia
Edición 1999
DOCUMENTO 91
LA EVOLUCIÓN DE LA ORACIÓN
994:1 91:0.1
LA ORACIÓN, como agencia de la religión, evolucionó de las expresiones previas
no religiosas en forma de monólogos y diálogos. Con el logro de la autoconciencia,
ocurrió inevitablemente en el hombre primitivo el corolario de que existen
otras consciencias, el potencial dual de la respuesta social y del reconocimiento
de Dios.
994:2 91:0.2
Las formas más primitivas de oración no estaban dirigidas a la Deidad. Estas
expresiones eran muy semejantes a lo que puedes decir a un amigo al embarcarte
en alguna empresa importante: "Deséame suerte". El hombre primitivo
estaba encadenado por la magia; la suerte, tanto buena como mala, participaba
en todos los asuntos de la vida. Al principio, estas solicitudes de suerte
eran monólogos -una vocalización de los pensamientos del asistente de la magia.
Luego, estos creyentes en la suerte buscaron el apoyo de sus amigos y familias,
y finalmente se realizó cierta forma de ceremonia que incluía al entero clan
o tribu.
994:3 91:0.3
Cuando los conceptos de fantasmas y espíritus evolucionaron, estas solicitudes
se dirigieron a las fuerzas sobrehumanas, y con la conciencia de los dioses,
dichas expresiones llegaron a los niveles de la verdadera oración. Como ilustración
de esto, entre algunas tribus australianas las oraciones religiosas primitivas
antedataron su creencia en los espíritus y en las personalidades sobrehumanas.
994:4 91:0.4
La tribu que se llama los todas, en la India, observa ahora esta práctica
de orar sin dirigir la oración a nadie en particular, así como lo hacían los
pueblos primitivos antes de los tiempos de la conciencia religiosa. Pero,
entre los todas, esto representa una regresión de su religión, degenerada
a este nivel primitivo. Los ritos actuales de los sacerdotes lecheros de los
todas no representan una ceremonia religiosa puesto que estas oraciones impersonales
no contribuyen nada a la conservación ni al enaltecimiento de los valores
sociales, morales o espirituales.
994:5 91:0.5
La oración prerreligiosa fue parte de las prácticas mana de los melanesios,
las creencias oudah de los pigmeos africanos y las supersticiones manitou
de los indios norteamericanos. Las tribus baganda de África tan sólo recientemente
emergieron del nivel mana de oración. En esta confusión evolucionaria primitiva
los hombres oran a los dioses -locales y nacionales- a los fetiches, los amuletos,
los fantasmas, los gobernantes y la gente corriente.
1. LA ORACIÓN PRIMITIVA
994:6 91:1.1 La función
de la religión evolucionaria primitiva consiste en conservar y aumentar los
valores esenciales sociales, morales y espirituales que están tomando forma
lentamente. Esta misión de la religión no es observada conscientemente por
la humanidad, sino que se efectúa fundamentalmente mediante la oración. La
práctica de orar representa el esfuerzo no intencional, pero sin embargo personal
y colectivo, de todo grupo por asegurarse (por realizar) esta conservación
de los valores más elevados. Si no fuese por la salvaguardia de la oración,
todos los días sagrados retrogradarían rápidamente a la condición de simples
feriados.
995:1 91:1.2
La religión y sus agencias, la principal de las cuales es la oración, se alían
solo con aquellos valores que tienen reconocimiento social general, aprobación
del grupo. Por lo tanto, cuando el hombre primitivo intentaba gratificar sus
emociones más bajas o satisfacer ambiciones egoístas inmitigadas, perdía el
consuelo de la religión y la ayuda de la oración. Si el individuo intentaba
realizar algo antisocial, estaba obligado a buscar ayuda en la magia no religiosa,
recurrir a los hechiceros y perder de este modo la ayuda de la oración. La
oración, por consiguiente, muy pronto se tornó un elemento poderoso en promover
la evolución social, el progreso moral y el logro espiritual.
995:2 91:1.3
Pero la mente primitiva no era ni lógica ni coherente. Los hombres primitivos
no percibían que las cosas materiales no pertenecían a la provincia de la
oración. Estas almas de mente sencilla razonaban que el alimento, el techo,
la lluvia, la caza y otros bienes materiales enaltecían el bienestar social,
y por lo tanto, comenzaron a orar para obtener estas bendiciones físicas.
Aunque esto constituía una perversión de la oración, alentaba el esfuerzo
a obtener objetivos materiales mediante acciones sociales y éticas. Tal prostitución
de la oración, aunque degradaba los valores espirituales de un pueblo, elevaba,
sin embargo, en forma directa sus costumbres económicas, sociales y éticas.
995:3 91:1.4
La oración es monólogo tan sólo en el tipo más primitivo de mente. Muy pronto
se torna diálogo y rápidamente se amplía al nivel de adoración de grupo. La
oración significa que las encantaciones premágicas de la religión primitiva
han evolucionado a ese nivel en el que la mente humana reconoce la realidad
de los poderes o beneficios de los seres que pueden enaltecer los valores
sociales y aumentar los ideales morales, y además, que esas influencias son
sobrehumanas y distintas del ego humano autoconsciente y de sus semejantes
mortales. La verdadera oración no aparece, por consiguiente, hasta que la
agencia del ministerio religioso se visualice como personal.
995:4 91:1.5
La oración poco se relaciona con el animismo, pero estas creencias pueden
existir paralelamente a los sentimientos religiosos surgentes. Muchas veces,
la religión y el animismo han tenido orígenes enteramente separados.
995:5 91:1.6
Para aquellos mortales que no han sido redimidos de la esclavitud primitiva
del temor, hay verdadero peligro de que la oración pueda conducir a un sentido
morboso del pecado, convicciones no justificadas de culpa, reales o imaginarias.
Pero en los tiempos modernos no es probable que muchos pasen tanto tiempo
orando como para llegar a preocuparse peligrosamente por su falta de valor
o sus tendencias pecaminosas. Los peligros que se relacionan a la distorsión
y a la perversión de la oración estriban en la ignorancia, la superstición,
la cristalización, la desvitalización, el materialismo y el fanatismo.
2. LA EVOLUCIÓN DE LA ORACIÓN
995:6 91:2.1 Las primeras
oraciones fueron simplemente deseos verbalizados, la expresión de deseos sinceros.
Luego la oración se volvió una técnica para obtener la cooperación de los
espíritus. Finalmente llegó a la función más elevada de asistir a la religión
en la conservación de todos los valores nobles.
995:7 91:2.2
Tanto la oración como la magia surgieron como resultado de las reacciones
de adaptación del hombre al medio ambiente urantiano. Sin embargo aparte de
esta relación generalizada, tienen poco en común. La oración siempre ha indicado
una acción positiva del ego que está orando. Siempre ha sido psíquica y a
veces espiritual. La magia ha usualmente significado un intento de manipular
la realidad sin afectar al ego del manipulador, el practicante de la magia.
A pesar de sus orígenes independientes, la magia y la oración se han interrelacionado
frecuentemente en sus etapas más recientes de desarrollo. La magia ha ascendido
a veces mediante la elevación de sus objetivos desde las fórmulas, a través
de los ritos y encantamientos, hasta el umbral de la verdadera oración. La
oración en ocasiones se ha vuelto tan materialista que ha degenerado en una
técnica seudomágica de evitar el gasto de ese esfuerzo que se requiere para
la solución de los problemas urantianos.
996:1 91:2.3
Cuando el hombre aprendió que la oración no fuerza a los dioses, ésta se volvió
más una solicitud, una búsqueda de favor. Pero la oración más verdadera es
en realidad una comunión entre el hombre y su Hacedor.
996:2 91:2.4
La aparición de la idea del sacrificio en cualquier religión disminuye infaliblemente
la mayor eficacia de la verdadera oración en cuanto los hombres buscan sustituir
las ofrendas de posesiones materiales por la ofrenda de sus propias voluntades
consagradas a hacer la voluntad de Dios.
996:3 91:2.5
Cuando la religión se despoja de un Dios personal, sus oraciones se traducen
en niveles de teología y filosofía. Cuando el concepto más elevado de Dios
de una religión es el de una deidad impersonal, tal como ocurre en el idealismo
panteístico, aunque éste permita cierta base para ciertas formas de comunión
mística, destruye el poder de la verdadera oración, que siempre simboliza
la comunión del hombre con un ser personal y superior.
996:4 91:2.6
Durante los tiempos más primitivos de la evolución racial y aun en el tiempo
presente, en la experiencia diaria del mortal común, la oración es en gran
medida un fenómeno de la conversación del hombre con su propio subconsciente.
Pero también existe un dominio de la oración en el que el individuo intelectualmente
alerta y espiritualmente progresista logra un mayor o menor contacto con los
niveles superconscientes de la mente humana, el dominio del Ajustador del
Pensamiento residente. Además hay una fase espiritual definida de la verdadera
oración que se refiere a su recepción y reconocimiento por parte de las fuerzas
espirituales del universo, y que es enteramente distinta de toda asociación
humana e intelectual.
996:5 91:2.7
La oración contribuye en gran medida al desarrollo del sentimiento religioso
de una mente humana en evolución. Es una influencia poderosa que actúa para
prevenir el aislamiento de la personalidad.
996:6 91:2.8
La oración representa una técnica asociada con las religiones naturales de
la evolución racial que también forma parte de los valores experienciales
de las religiones más elevadas de excelencia ética, las religiones de revelación.
3. LA ORACIÓN Y EL OTRO YO
996:7 91:3.1 Los niños
cuando comienzan a aprender a usar el idioma, tienen tendencia a pensar en
voz alta, expresar sus pensamientos en palabras, aunque no haya nadie presente
para oírles. En los albores de la imaginación creadora manifiestan una tendencia
a conversar con compañeros imaginarios. De esta manera, un yo en formación
busca comunicarse con un otro yo ficticio. Mediante esta técnica el
niño aprende muy pronto a convertir sus conversaciones de monólogo en seudodiálogo,
en los que este otro yo responde a su pensamiento oral y expresión de deseo.
Mucho del pensamiento del adulto se lleva a cabo mentalmente en forma de conversación.
996:8 91:3.2
La forma temprana y primitiva de oración se parecía mucho a las recitaciones
semimágicas de la tribu de los todas de hoy en día, oraciones que no se dirigían
a nadie en particular. Pero dichas técnicas de oración tienden a evolucionar
en un tipo de diálogo de comunicación mediante la aparición de la idea del
otro yo. Con el tiempo, el concepto del otro yo se enaltece a una posición
superior de dignidad divina y la oración como agencia de la religión hace
su aparición. A través de muchas fases y durante largas edades este tipo primitivo
de oración está destinado a evolucionar antes de lograr el nivel de oración
inteligente y verdaderamente ética.
997:1 91:3.3
Como es concebido por sucesivas generaciones de mortales que oran, el otro
yo evoluciona desde los fantasmas, fetiches y espíritus a los dioses politeísticos,
y finalmente al Dios Único, un ser divino que comprende los más altos ideales
y las más elevadas aspiraciones del yo en oración. De este modo, la oración
funciona como la agencia más poderosa de la religión en la conservación de
los valores e ideales más altos de aquellos que oran. Desde el momento de
la concepción del otro yo hasta la aparición del concepto de un Padre divino
y celestial, la oración es siempre una práctica socializadora, moralizadora
y espiritualizadora.
997:2 91:3.4
La simple oración de fe evidencia una evolución poderosa en la experiencia
humana por la cual las conversaciones antiguas con el símbolo ficticio del
otro yo de la religión primitiva se han enaltecido al nivel de la comunión
con el espíritu del Infinito y al de la auténtica conciencia de la realidad
del Dios eterno y Padre Paradisiaco de toda la creación inteligente.
997:3 91:3.5
Aparte de todo lo que es superyo en la experiencia de orar, debe recordarse
que la oración ética es una forma espléndida de elevar al propio yo y reforzar
al ego para una mejor vida y un logro más elevado. La oración induce al ego
humano a mirar a los dos lados para conseguir ayuda: ayuda material de la
reserva subconsciente de experiencia mortal, inspiración y guía a los límites
superconscientes de contacto de lo material con lo espiritual, con el Monitor
Misterioso.
997:4 91:3.6
La oración siempre ha sido y siempre será una experiencia humana doble: un
procedimiento psicológico interasociado con una técnica espiritual. Estas
dos funciones de la oración no pueden ser nunca completamente separadas.
997:5 91:3.7
La oración esclarecida debe reconocer no sólo a un Dios externo y personal
sino también a una Divinidad interna e impersonal, el Ajustador residente.
Corresponde al hombre, cuando ora, intentar captar el concepto del Padre Universal
en el Paraíso, pero la técnica más eficaz para la mayor parte de los fines
prácticos será volver al concepto del otro yo cercano, tal como solía hacerlo
la mente primitiva, y luego reconocer que la idea de este otro yo ha evolucionado
de una mera ficción a la verdad de que Dios reside en el hombre mortal en
la presencia factual del Ajustador para que el hombre pueda hablar cara a
cara, por así decirlo, con un otro yo real y genuino y divino que reside en
él y que es la presencia y esencia misma del Dios vivo, el Padre Universal.
4. LA ORACIÓN ÉTICA
997:6 91:4.1 Ninguna oración
puede ser ética cuando el que solicita busca la ventaja egoísta por sobre
los intereses de sus semejantes. La oración egoísta y materialista es incompatible
con las religiones éticas que se predican sobre la base del amor altruista
y divino. Toda oración no ética revierte a los niveles primitivos de la seudomagia
y es inmerecedora de las civilizaciones en avance y de las religiones esclarecidas.
La oración egoísta transgrede el espíritu de toda ética fundada en una justicia
amante.
997:7 91:4.2
La oración no debe prostituirse nunca tanto hasta el punto de volverse un
sustituto de la acción. Toda oración ética es un estímulo a la acción y la
guía a la lucha progresiva por obtener los fines idealistas del logro del
superyo.
998:1 91:4.3
En todas tus oraciones, sé justo; no esperes que Dios muestre parcialidad,
que te ame más que a sus otros hijos, tus amigos, vecinos, aun tus enemigos.
Pero la oración de las religiones naturales o evolucionadas no es al principio
ética, como lo es en las religiones reveladas más recientes. Toda oración,
sea ésta individual o comunal, puede ser o egoísta o altruista. Es decir que
la oración puede centrarse en el yo o en los demás. Cuando la oración no busca
nada para el que ora ni para sus semejantes, esta actitud del alma tiende
hacia los niveles de la verdadera adoración. Las oraciones egoístas comprenden
confesiones y solicitudes y frecuentemente consisten en demandas de favores
materiales. La oración es un poco más ética cuando comprende el perdón y busca
la sabiduría para llegar a un mayor autocontrol.
998:2 91:4.4
La oración de tipo altruista fortalece y consuela, la oración materialista
está destinada a atraer desilusión y desencanto a medida que los descubrimientos
de la ciencia en avance demuestran que el hombre vive en un universo físico
de ley y orden. La infancia de un individuo o de una raza se caracteriza por
la oración primitiva, egoísta y materialista. Y, hasta cierto punto, todas
estas solicitudes son eficaces en cuanto conducen invariablemente a aquellos
esfuerzos y ejercicios que contribuyen a la obtención de respuestas con estas
oraciones. La verdadera oración de fe siempre contribuye al mejoramiento de
la técnica del vivir, aun cuando las solicitudes no sean merecedoras del reconocimiento
espiritual. Pero la persona espiritualmente adelantada debe ejercer gran cuidado
al intentar desalentar a la mente primitiva o inmadura respecto de tales oraciones.
998:3 91:4.5
Recordad, aunque la oración no cambia a Dios, muy frecuentemente efectúa cambios
grandes y duraderos en el que ora con fe y confianza. La oración ha sido el
antepasado de mucha paz mental, alegría, calma, valor, autodominio y justicia
entre los hombres y las mujeres de las razas en evolución.
5. LAS REPERCUSIONES SOCIALES DE LA ORACIÓN
998:4 91:5.1 En la adoración
a los antepasados, la oración lleva al cultivo de los ideales ancestrales.
Pero la oración, como rasgo de la adoración a la Deidad, trasciende todas
estas prácticas puesto que conduce al cultivo de los ideales divinos. A medida
que el concepto del otro yo de la oración se torna supremo y divino, del mismo
modo los ideales del hombre son elevados desde lo meramente humano hacia niveles
excelsos y divinos, y el resultado de toda oración de este tipo es el enaltecimiento
del carácter humano y la profunda unificación de la personalidad humana.
998:5 91:5.2
Pero no es necesario que la oración sea siempre individual. El orar en grupo
o en congregación es muy eficaz en cuanto tiene repercusiones altamente socializadoras.
Cuando un grupo se dedica a la oración comunitaria para el enaltecimiento
moral y la elevación espiritual, estas devociones son reactivas sobre los
individuos que componen al grupo; todos ellos se vuelven mejores gracias a
esta participación. Aun una ciudad entera o una entera nación puede ser ayudada
por tales devociones de oración. La confesión, el arrepentimiento y la oración
han conducido a individuos, ciudades y naciones y razas enteras a enormes
esfuerzos de reforma y valerosos actos de logro valiente.
998:6 91:5.3
Si deseas verdaderamente sobreponerte a la costumbre de criticar a un amigo,
la forma más rápida y segura de alcanzar este cambio de actitud consiste en
establecer el hábito de orar por esa persona cada día de tu vida. Pero las
repercusiones sociales de dichas oraciones dependen en su mayor parte de dos
condiciones:
998:7 91:5.4
1. La persona por la cual se ora debe saber que se está orando por ella.
999:1 91:5.5 2. La persona que ora
debe tener una relación social íntima con la persona por quien está orando.
999:2 91:5.6
La oración es la técnica por la cual, más pronto o más tarde, toda religión
se torna institucionalizada. Y con el tiempo, la oración se asocia con numerosas
agencias secundarias, algunas útiles, otras decididamente deletéreas, tales
como los sacerdotes, los libros sagrados, los ritos de adoración y las ceremonias.
999:3 91:5.7
Pero la mente de mayor esclarecimiento espiritual debe ser paciente y tolerante
de los intelectos menos dotados que desean el simbolismo para movilizar su
débil visión espiritual. Los fuertes no deben mirar con desprecio a los débiles.
Aquellos que tienen conciencia de Dios sin simbolismo no deben negar el ministerio
gracioso del símbolo a aquellos que encuentran difícil adorar a la Deidad
y reverenciar la verdad, la belleza y la bondad sin forma ni rito. En la adoración
orante, la mayor parte de los mortales visualizan un símbolo del objeto-meta
de sus devociones.
6. LA ESFERA DE ACCION DE LA ORACION
999:4 91:6.1 La oración,
a menos que esté vinculada con la voluntad y las acciones de las fuerzas personales
espirituales y de los supervisores materiales del reino, no puede tener efecto
directo sobre el medio ambiente físico. Aunque existe un límite muy definido
de la jurisdicción de las solicitudes de la oración, este límite no se aplica
en forma equivalente a la fe de aquellos que oran.
999:5 91:6.2
La oración no es una técnica para curar males reales y orgánicos, pero ha
contribuido enormemente al disfrute de abundante salud y a la cura de numerosos
sufrimientos mentales, emocionales y nerviosos. Aun en el caso de verdaderas
enfermedades bacterianas, la oración muchas veces ha contribuido a la eficacia
de otros procedimientos de curación. La oración ha transformado a muchos inválidos
irritables y quejumbrosos en un ejemplo de paciencia, una inspiración para
todos los demás humanos sufrientes.
999:6 91:6.3
Aunque resulte muy difícil reconciliar las dudas científicas sobre la eficacia
de la oración con el impulso siempre presente de buscar ayuda y guía de las
fuentes divinas, no olvidéis jamás que la oración de fe sincera es una fuerza
poderosa para la promoción de la felicidad personal, del autocontrol individual,
de la armonía social, del progreso moral y del logro espiritual.
999:7 91:6.4
La oración, aun como práctica puramente humana, un diálogo con el propio otro
yo, constituye una técnica del acercamiento más eficiente a la realización
de aquellos poderes de reserva de la naturaleza humana que están almacenados
y conservados en los dominios inconscientes de la mente humana. La oración
es una práctica psicológica sana, aparte de sus implicaciones religiosas y
de su significación espiritual. Es un hecho de la existencia humana que la
mayoría de las personas, si las circunstancias los apremian bastante, oran
de alguna manera ante alguna fuente de ayuda.
999:8 91:6.5
No seas tan perezoso como para pedir a Dios que solucione tus dificultades,
pero no vaciles jamás en pedirle sabiduría y fuerza espiritual para guiarte
y sostenerte mientras atacas con resolución y valor los problemas que te enfrentan.
999:9 91:6.6
La oración ha sido un factor indispensable en el progreso y la preservación
de la civilización religiosa, y aún contribuye poderosamente al enaltecimiento
ulterior y la espiritualización de la sociedad si los que oran lo hacen a
la luz de los hechos científicos, la sabiduría filosófica, la sinceridad intelectual
y la fe espiritual. Orad tal como Jesús enseñó a sus discípulos: honesta y
altruísticamente, con justicia y sin dudar.
1000:1 91:6.7
Pero la eficacia de la oración en la experiencia espiritual personal del que
ora no depende de ninguna manera de la comprensión intelectual del adorador,
de su agudeza filosófica, de su nivel social, de su posición cultural, ni
de otros atributos mortales. Los concomitantes psicológicos y espirituales
de la oración de fe son inmediatos, personales y experienciales. No existe
ninguna otra técnica por la cual todo hombre, sean cuales fueran sus otros
logros mortales, pueda tan eficaz e inmediatamente acercarse al umbral de
ese reino en el que puede comunicarse con su Hacedor, en el que la criatura
se pone en contacto con la realidad del Creador, con el Ajustador del Pensamiento
residente.
7. EL MISTICISMO, EL ÉXTASIS Y LA INSPIRACIÓN
1000:2 91:7.1 El misticismo,
como técnica para cultivar la conciencia de la presencia de Dios, es en general
merecedor de alabanzas, pero cuando dichas prácticas conducen al aislamiento
social y culminan en el fanatismo religioso, son censurables. Demasiado frecuentemente
lo que el místico sobreexcitado evalúa como inspiración divina es la sublevación
de su propia mente profunda. El contacto de la mente mortal con su Ajustador
residente, aunque frecuentemente favorecido por la meditación devota, es más
frecuentemente facilitado por el servicio amante de todo corazón en el ministerio
altruista de los semejantes.
1000:3 91:7.2
Los grandes maestros religiosos y los profetas de edades pasadas no eran místicos
extremistas. Eran hombres y mujeres que conocían a Dios y que mejor servían
a su Dios por el servicio altruista a sus semejantes. Jesús frecuentemente
se llevaba a los apóstoles consigo por cortos períodos para dedicarse a la
meditación y a la oración, pero en general los mantenía en contacto y servicio
de las multitudes. El alma del hombre requiere el ejercicio espiritual así
como también el alimento espiritual.
1000:4 91:7.3
El éxtasis religioso es permisible cuando resulta de antecedentes sanos, pero
estas experiencias son más frecuentemente consecuencia de influencias puramente
emocionales más bien que manifestaciones de un carácter espiritual profundo.
Las personas religiosas no deben considerar todo presentimiento psicológico
vívido y toda experiencia emocional intensa como una revelación divina ni
como una comunicación espiritual. El éxtasis espiritual genuino generalmente
se asocia con una gran calma exterior y con un control emocional casi perfecto.
Pero la verdadera visión profética es un presentimiento super-psicológico.
Estas visitaciones no son seudoalucinaciones, ni tampoco éxtasis del tipo
del trance.
1000:5 91:7.4
La mente humana puede funcionar en respuesta a la así llamada inspiración
cuando es sensible a las sublevaciones del subconsciente o al estímulo del
superconsciente. En cualquiera de estos dos casos el individuo tiene la impresión
de que estos aumentos del contenido de la conciencia son más o menos ajenos.
El entusiasmo místico sin frenos y el éxtasis religioso desencadenado no son
credenciales de la inspiración, supuestamente credenciales divinas.
1000:6 91:7.5
La prueba práctica de todas las experiencias religiosas extrañas del misticismo,
el éxtasis y la inspiración consiste en observar si estos fenómenos hacen
que un individuo:
1. Disfrute de una salud física mejor y más completa.
2. Funcione más eficaz y prácticamente en su vida mental.
3. Socialice más plena y alegremente en su experiencia religiosa.
4. Espiritualice más completamente su vida diaria descargando al mismo tiempo
fielmente los deberes comunes de la existencia mortal rutinaria.
5. Aumente su amor y apreciación de la verdad, la belleza y la bondad.
6. Conserve los valores sociales, morales, éticos y espirituales, reconocidos
en su época.
7. Aumente su compenetración espiritual, su conciencia de Dios.
1001:4 91:7.6
Pero la oración no tiene asociación verdadera con estas experiencias religiosas
excepcionales. Cuando la oración se vuelve demasiado estética, cuando consiste
casi exclusivamente de la contemplación bella y bendecida de la divinidad
paradisiaca, pierde mucho de su influencia socializadora y tiende hacia el
misticismo y el aislamiento de sus devotos. Existe cierto peligro asociado
con la excesiva oración en privado, lo cual es corregido y prevenido por la
oración en grupo, las devociones comunitarias.
8. LA ORACIÓN COMO EXPERIENCIA PERSONAL
1001:5 91:8.1 Existe un
aspecto verdaderamente espontáneo de la oración, ya que el hombre primitivo
se encontró orando mucho antes de tener un concepto claro de un Dios. El hombre
primitivo solía orar en dos situaciones distintas: cuando sufría grandes penurias,
experimentaba el impulso de buscar ayuda; cuando se regocijaba, se dejaba
llevar por la expresión impulsiva del regocijo.
1001:6 91:8.2
La oración no es una evolución de la magia; la una y la otra surgieron independientemente.
La magia era un intento de adaptar la Deidad a las condiciones; la oración
es el esfuerzo de adaptar la personalidad a la voluntad de la Deidad. La verdadera
oración es tanto moral como religiosa; la magia no es ni lo uno ni lo otro.
1001:7 91:8.3
La oración puede volverse una costumbre establecida; muchos oran porque otros
lo hacen. Aun otros oran porque temen que les sucederá algo terrible si no
ofrecen sus súplicas regulares.
1001:8 91:8.4
Para algunos individuos la oración es la expresión calma de la gratitud; para
otros, una expresión de grupo de la alabanza, las devociones sociales; a veces
es la imitación de la religión de otro, mientras que en la verdadera oración
es la comunicación sincera y confiada de la naturaleza espiritual de la criatura
con la presencia ubicua del espíritu del Creador.
1001:9 91:8.5
La oración puede ser una expresión espontánea de la conciencia de Dios o una
recitación sin sentido de las fórmulas teológicas. Puede ser la alabanza extática
del alma conocedora de Dios o la obediencia esclava de un mortal dominado
por el miedo. Es a veces la expresión patética del deseo espiritual y a veces
el grito flagrante de frases pías. La oración puede ser alabanza regocijada
o humilde ruego de perdón.
1001:10 91:8.6
La oración puede ser el ruego infantil de lo imposible o la súplica madura
de crecimiento moral y poder espiritual. La solicitud puede ser por el pan
de cada día o el resultado de un anhelo sincero de hallar a Dios y hacer su
voluntad. Puede ser un pedido totalmente egoísta o un gesto verdadero y magnífico
hacia la realización de la fraternidad altruista.
1001:11 91:8.7
La oración puede ser un grito airado de venganza o una intervención misericordiosa
para con los enemigos de uno. Puede ser la expresión de la esperanza de cambiar
a Dios o la poderosa técnica de cambiarse a sí mismo. Puede ser el ruego servil
de un pecador perdido ante un Juez supuestamente severo o la expresión regocijada
de un hijo liberado del Padre celestial viviente y misericordioso.
1001:12 91:8.8
El hombre moderno vacila ante la idea de hablarse con Dios en una forma puramente
personal. Muchos han abandonado la oración regular; tan sólo rezan cuando
se encuentran bajo presión extraordinaria -en casos de urgencia. El hombre
no debe temer hablar con Dios, pero sólo un individuo con espíritu infantil
puede pensar en intentar persuadir, o presumir de cambiar, a Dios.
1002:1 91:8.9
Pero la verdadera oración logra la realidad. Aunque las corrientes de aire
sean ascendentes, el pájaro no podrá ascender a menos que extienda las alas.
La oración eleva al hombre porque es una técnica de progresar mediante la
utilización de las corrientes espirituales ascendentes del universo.
1002:2 91:8.10
La oración genuina aumenta el crecimiento espiritual, modifica las actitudes
y produce esa satisfacción que proviene de la comunión con la divinidad. Es
la explosión espontánea de la conciencia de Dios.
1002:3 91:8.11
Dios responde a la oración del hombre dándole una mayor revelación de la verdad,
una enaltecida apreciación de la belleza, y un concepto aumentado de la bondad.
La oración es un gesto subjetivo, pero pone en contacto con realidades objetivas
poderosas en los niveles espirituales de la experiencia humana; es un gesto
significativo por parte de lo humano por alcanzar los valores sobrehumanos.
Es el más poderoso estímulo para el crecimiento espiritual.
1002:4 91:8.12
Las palabras no tienen importancia en la oración; tan sólo forman el lecho
intelectual en el cual fluye al azar el río de la súplica espiritual. El valor
de las palabras de una oración es puramente autosugestivo en las devociones
privadas y sociosugestivo en las devociones de grupo. Dios responde a la actitud
del alma, no a las palabras.
1002:5 91:8.13
La oración no es una técnica de escape de los conflictos sino más bien un
estímulo para crecer al enfrentarse al conflicto mismo. Ora tan sólo por valores,
no por cosas; por crecimiento, no por gratificación.
9. LAS CONDICIONES PARA QUE LA ORACIÓN
SEA EFICAZ
1002:6 91:9.1 Si quieres
orar eficazmente, debes recordar las leyes de las solicitudes prevalecientes:
1002:7 91:9.2
1. Debes calificar como orador poderoso enfrentando sincera y valientemente
los problemas de la realidad del universo. Debes poseer vigor cósmico.
1002:8 91:9.3 2. Debes haber agotado
honestamente la capacidad humana de adaptación humana. Debes haber sido industrioso.
1002:9 91:9.4 3. Debes rendir todo
deseo de la mente y todo apetito del alma al abrazo transformador del crecimiento
espiritual. Debes haber experimentado un enaltecimiento de los significados
y una elevación de los valores.
1002:10 91:9.5
4. Debes hacer una elección sincera de la voluntad divina. Debes obliterar
el punto muerto de la indecisión.
1002:11 91:9.6 5. No sólo reconoces
la voluntad del Padre y eliges cumplir con ella, sino que has efectuado una
consagración incondicional y una dedicación dinámica, al hacer efectivo de
la voluntad del Padre.
1002:12 91:9.7
6. Tu oración será dirigida exclusivamente por la sabiduría divina a solucionar
los problemas humanos específicos con que te encontrás en la ascensión al
Paraíso, el logro de la perfección divina.
1002:13 91:9.8
7. Y debes tener fe -fe viviente.
1002:14 91:9.9
[Presentado por el Jefe de los Seres Intermedios de Urantia.]