1162:2 106:0.2
El gran universo de la época actual y el universo maestro emergente están
constituídos por numerosas formas y fases de la realidad, que existen a su
vez en diversos niveles de actividad funcional. En estos capítulos nos hemos
referido anteriormente a esas múltiples formas y fases existentes y latentes.
Para facilitar su comprensión, procedemos a agruparlas en las categorías siguientes:
1162:3 106:0.3
1. Finitos incompletos. Éste es el estado presente de las criaturas
ascendentes del gran universo, el estado presente de los mortales de Urantia.
Este nivel abarca la existencia de las criaturas desde los humanos planetarios
hasta, pero no incluídos, aquellos que han alcanzado el destino. Incluye a
los universos desde sus primeros comienzos físicos hasta, pero no incluído,
su establecimiento en la luz y la vida. Este nivel constituye la periferia
actual de la actividad creativa en el tiempo y el espacio. Parece que se desplaza
desde el Paraíso hacia el exterior, porque la terminación de la presente era
universal, que contemplará cómo el gran universo alcanza el estado de luz
y vida, presenciará seguramente también cómo aparece, en el primer nivel del
espacio exterior, algún nuevo tipo de crecimiento en forma de desarrollo.
1162:4 106:0.4
2. Finitos máximos. Éste es el estado presente de todas las criaturas
experienciales que han alcanzado el destino -tal como ese destino está revelado
en los límites de la presente era del universo. Los universos también pueden
conseguir su estado máximo, tanto espiritual como físicamente. Pero la palabra
"máximo" es en sí misma un término relativo -¿máximo con respecto
a qué? Lo que es máximo, y aparentemente final, en la presente era del universo,
puede no ser más que un verdadero principio para las eras por venir. Algunas
fases de Havona parecen pertenecer al orden máximo.
1162:5 106:0.5
3. Trascendentales. Este nivel superfinito viene después del progreso
finito (precediéndolo). Dicho nivel implica la génesis pre-finita de los comienzos
finitos, y el significado post-finito de todas las finalizaciones o destinos
aparentemente finitos. Muchos elementos del Paraíso-Havona parecen pertenecer
al orden trascendental.
1162:6 106:0.6
4. Últimos Este nivel engloba aquello que tiene un significado para
el universo maestro, y establece contacto con el nivel de destino del universo
maestro terminado. El Paraíso-Havona (y en particular el circuito de los mundos
del Padre) tiene en muchos aspectos un significado último.
1163:1 106:0.7
5. Coabsolutos Este nivel implica la proyección de lo experiencial
en un campo de expresión creativa que sobrepasa al universo maestro.
1163:2 106:0.8
6. Absolutos Este nivel indica la presencia en la eternidad de los
siete Absolutos existenciales. También puede comportar cierto grado de adquisición
experiencial asociada, pero si es así, no comprendemos cómo, quizás a través
del potencial de contacto de la personalidad.
1163:3 106:0.9
7. Infinidad Este nivel es pre-existencial y post-experiencial. La
unidad incalificada de la infinidad es una realidad hipotética, anterior a
todos los principios y posterior a todos los destinos.
1163:4 106:0.10
Estos niveles de realidad son unos símbolos de compromiso apropiados de la
presente era del universo y para la perspectiva de los mortales. Existen otras
muchas maneras de contemplar la realidad desde perspectivas diferentes a las
de los mortales, y desde el punto de vista de otras eras universales. Así
pues, es preciso reconocer que los conceptos que acaban de presentarse son
totalmente relativos, en el sentido de que están condicionados y limitados
por:
1. Las limitaciones del lenguaje humano.
2. Las limitaciones de la mente humana.
3. El desarrollo limitado de los siete superuniversos.
4. Vuestra ignorancia de los seis objetivos principales del desarrollo superuniversal,
que no están relacionados con la ascensión de los mortales al Paraíso.
5. Vuestra incapacidad para comprender un punto de vista, aunque sea parcial,
de la eternidad.
6. La imposibilidad de describir la evolución y el destino cósmicos en relación
con todas las eras universales, y no solamente en relación con la presente
era del desarrollo evolutivo de los siete superuniversos.
7. La incapacidad de todas las criaturas para percibir el significado real
de lo pre-existencial y de lo post-experiencial -aquello que está situado
antes de los principios y después de los destinos.
1163:12 106:0.11
El crecimiento de la realidad está condicionado por las circunstancias de
las eras sucesivas del universo. El universo central no sufrió ningún cambio
evolutivo durante la era de Havona, pero en las épocas actuales de la era
superuniversal está experimentando ciertas modificaciones progresivas, inducidas
por su coordinación con los superuniversos evolutivos. Los siete superuniversos
que evolucionan en la actualidad alcanzarán algún día el estado permanente
de luz y vida, llegarán al límite del crecimiento establecido para la presente
era del universo. Pero no hay duda de que la era siguiente, la era del primer
nivel del espacio exterior, liberará a los superuniversos de aquello que limita
su destino en la era actual. La plenitud se sobrepone contínuamente a lo terminado.
1163:13 106:0.12
Éstas son algunas de las limitaciones que encontramos al intentar presentar
un concepto unificado del crecimiento cósmico de las cosas, los significados
y los valores, y de su sintetización en unos niveles de realidad siempre ascendentes.
1. ASOCIACIÓN PRIMARIA DE Los FUNCIONALES
FINITOS
1163:14 106:1.1 Las fases
primarias o de origen espiritual de la realidad finita encuentran su expresión
inmediata, a nivel de las criaturas, en las personalidades perfectas, y a
nivel de los universos, en la perfecta creación de Havona. Incluso la Deidad
experiencial está expresada de esta manera en la persona espiritual de Dios
Supremo en Havona. Pero las fases secundarias de lo finito, evolutivas y condicionadas
por el tiempo y la materia, sólo se integran cósmicamente como resultado del
crecimiento y de la realización. Todos los finitos secundarios, o en vías
de perfeccionarse, han de alcanzar finalmente un nivel equivalente al de la
perfección primaria, pero este destino está sujeto a la demora del tiempo,
una restricción constitutiva superuniversal que no se encuentra de manera
innata en la creación central. (Sabemos que existen los finitos terciarios,
pero la técnica para su integración aún no se ha revelado).
1164:1 106:1.2
Este retraso temporal de los superuniversos, este obstáculo para alcanzar
la perfección, permite a las criaturas participar en el crecimiento evolutivo.
Esto hace posible que las criaturas puedan asociarse con el Creador en la
evolución de ellas mismas. Y durante estos períodos de crecimiento expansivo,
lo inacabado está en relación con lo perfecto a través del ministerio de Dios
Séptuplo.
1164:2 106:1.3
Dios Séptuplo significa que la Deidad del Paraíso reconoce las barreras del
tiempo en los universos evolutivos del espacio. Por muy lejos que se encuentre
del Paraíso el origen de una personalidad material superviviente, y por muy
profundamente que se halle en el espacio, Dios Séptuplo se encontrará allí
presente y ocupado en su afectuoso y misericordioso ministerio de verdad,
belleza y bondad para esa criatura inacabada y evolutiva que se esfuerza.
El ministerio de la divinidad, ejercido por el Séptuplo, se extiende hacia
el interior, a través del Hijo Eterno, hasta el Padre del Paraíso, y hacia
el exterior, por medio de los Ancianos de los Días, hasta los Padres de los
universos -los Hijos Creadores.
1164:3 106:1.4
El hombre, como es personal y como asciende mediante el progreso espiritual,
encuentra la divinidad personal y espiritual de la Deidad Séptuple; pero existen
otras fases del Séptuplo que no están relacionadas con el progreso de la personalidad.
Los aspectos de divinidad de esta agrupación de la Deidad están actualmente
integrados en la conexión entre los Siete Espíritus Maestros y el Actor Conjunto,
pero están destinados a unificarse eternamente en la personalidad emergente
del Ser Supremo. Las otras fases de la Deidad Séptuple están diversamente
integradas en la presente era del universo, pero todas están igualmente destinadas
a unificarse en el Supremo. En todas las fases, el Séptuplo es el origen de
la unidad relativa de la realidad funcional del gran universo actual.
2. INTEGRACIÓN SUPREMA SECUNDARIA DE LO
FINITO
1164:4 106:2.1 Al igual
que Dios Séptuplo coordina funcionalmente la evolución finita, el Ser Supremo
sintetiza finalmente la consecución del destino. El Ser Supremo es la culminación,
con respecto a la deidad, de la evolución del gran universo -evolución física
alrededor de un núcleo espiritual, y dominación final del núcleo espiritual
sobre los dominios de la evolución física que lo rodean y giran a su alrededor.
Todo esto se produce de acuerdo con las órdenes de la personalidad: la personalidad
Paradisíaca en el sentido más elevado, la personalidad del Creador en el sentido
del universo, la personalidad mortal en el sentido humano, y la personalidad
Suprema en el sentido culminante o totalizador experiencial.
1164:5 106:2.2
El concepto del Supremo debe servir para reconocer la diferencia entre la
persona espiritual, el poder evolutivo y la síntesis del poder con la personalidad
-la unificación del poder evolutivo con la personalidad espiritual, y el dominio
de ésta sobre aquel.
1164:6 106:2.3
En última instancia, el espíritu viene del Paraíso a través de Havona. La
energía-materia parece evolucionar en las profundidades del espacio; los hijos
del Espíritu Infinito la organizan en forma de poder, en colaboración con
los Hijos Creadores de Dios. Todo esto es experiencial; es una operación que
se efectúa en el espacio y en el tiempo, y que implica a una gran variedad
de seres vivientes, incluidas también las divinidades Creadoras y las criaturas
evolutivas. La dominación del poder por parte de las divinidades Creadoras
se extiende lentamente por el gran universo, hasta que englobe el asentamiento
y la estabilización evolutiva de las creaciones espacio-temporales. Así es
como florece el poder experiencial de Dios Séptuplo. Esto abarca toda la gama
de lo que consigue la divinidad en el tiempo y el espacio, desde la donación
de los Ajustadores por parte del Padre Universal hasta la donación de la vida
por parte de los Hijos Paradisiacos. Se trata de un poder adquirido, de un
poder demostrado, de un poder experiencial, que contrasta con el poder de
la eternidad, con el poder insondable, con el poder existencial de las Deidades
del Paraíso.
1165:1 106:2.4
Este poder experiencial, que proviene de lo que el mismo Dios Séptuplo consigue
en términos de divinidad, manifiesta las cualidades cohesivas de la divinidad
al sintetizarse -al totalizarse- como el poder todopoderoso de la dominación
experiencial adquirida sobre las creaciones evolutivas. Este poder todopoderoso
encuentra a su vez la cohesión entre la personalidad y el espíritu en la esfera
piloto del cinturón exterior de los mundos de Havona, al unirse con la personalidad
espiritual de la presencia havoniana de Dios Supremo. La Deidad experiencial
lleva así a su culminación la larga lucha evolutiva, confiriendo al producto
del poder del espacio y del tiempo, la presencia espiritual y la personalidad
divina que reside en la creación central.
1165:2 106:2.5
Así es como el Ser Supremo consigue englobar finalmente todo lo que evoluciona
en el tiempo y el espacio, dotando esas cualidades con una personalidad espiritual.
Puesto que las criaturas, incluidas las mortales, participan como personalidades
en esta majestuosa operación, es seguro que obtendrán la capacidad de conocer
al Supremo y de percibirlo como verdaderos hijos de esta Deidad evolutiva.
1165:3 106:2.6
Miguel de Nebadon es semejante al Padre del Paraíso, porque comparte su perfección
paradisiaca. De la misma manera, los mortales evolutivos llegarán un día a
emparentarse con el Supremo experiencial, porque compartirán realmente su
perfección evolutiva.
1165:4 106:2.7
Dios Supremo es experiencial, y por ello mismo, completamente experimentable.
Las realidades existenciales de los siete Absolutos no son perceptibles mediante
la técnica de la experiencia; la personalidad de la criatura finita solamente
puede captar las realidades de la personalidad del Padre, del Hijo
y del Espíritu por medio de la oración y de la adoración.
1165:5 106:2.8
Cuando la síntesis del poder con la personalidad del Ser Supremo se haya llevado
a cabo, dentro de dicha síntesis se asociarán todos los aspectos de la absolutidad
de las diversas triodidades que puedan asociarse así, y esta majestuosa personalidad
de la evolución será alcanzable y comprensible experiencialmente por todas
las personalidades finitas. Cuando los ascendentes alcancen el séptimo estado
postulado de existencia espiritual, experimentarán en ese estado cómo se hace
real un nuevo valor o significado de la absolutidad y de la infinidad de las
triodidades, tal como eso está revelado en los niveles subabsolutos en el
Ser Supremo, que es experimentable. Pero para alcanzar esas etapas de desarrollo
máximo, será preciso esperar probablemente a que todo el gran universo esté
establecido de manera coordinada en la luz y la vida.
3. ASOCIACIÓN TRASCENDENTAL TERCIARIA
DE LA REALIDAD
1165:6 106:3.1 Los arquitectos
absonitos ultiman el proyecto; los Creadores Supremos lo traen a la existencia;
el Ser Supremo lo llevará a su plenitud tal como fue creado en el tiempo por
los Creadores Supremos, y tal como fue proyectado en el espacio por los Arquitectos
Maestros.
1165:7 106:3.2
Durante la presente era del universo, los Arquitectos del Universo Maestro
son los que tienen la función de coordinar administrativamente el universo
maestro. Pero la aparición del Todopoderoso Supremo al final de la presente
era universal significará que lo finito evolutivo ha alcanzado la primera
etapa del destino experiencial. Este acontecimiento conducirá seguramente
a la finalización de la función de la primera Trinidad experiencial -la unión
de los Creadores Supremos, el Ser Supremo y los Arquitectos del Universo Maestro.
Esta Trinidad está destinada a efectuar la posterior integración evolutiva
de la creación maestra.
1166:1 106:3.3
La Trinidad del Paraíso es verdaderamente la Trinidad de la infinidad, y posiblemente
ninguna Trinidad pueda ser infinita si no incluye a esta Trinidad original.
Pero la Trinidad original es el resultado de la asociación exclusiva de las
Deidades absolutas. Los seres subabsolutos no intervinieron para nada en esta
asociación primordial. Las Trinidades experienciales que aparecen posteriormente
contienen incluso las contribuciones de las personalidades creadas. Esto es
lo que sucede sin duda en la Trinidad Última, donde la presencia misma de
los Hijos Creadores Maestros entre los Creadores Supremos anuncia la presencia
concomitante de la experiencia efectiva y de buena fe de las criaturas dentro
de esta asociación Trinitaria.
1166:2 106:3.4
La primera Trinidad experiencial posibilita que se consigan, en grupos, las
eventualidades últimas. Las asociaciones en grupo tienen la facultad de anticipar,
e incluso de trascender, las aptitudes individuales, y esto es así incluso
más allá del nivel finito. En las eras venideras, cuando los siete superuniversos
estén establecidos en la luz y la vida, el Cuerpo de la Finalidad promulgará
sin duda los designios de las Deidades del Paraíso, tal como sean dictados
por la Trinidad Última y tal como estén unificados, como poder y personalidad,
en el Ser Supremo.
1166:3 106:3.5
A través de todos los inmensos desarrollos universales de la eternidad pasada
y futura, detectamos la expansión de los elementos comprensibles del Padre
Universal. Sostenemos el postulado filosófico de que el Padre, como YO SOY,
impregna toda la infinidad, pero ninguna criatura es capaz de abarcar este
postulado por experiencia. A medida que se expanden los universos, a medida
que la gravedad y el amor se extienden por el espacio que se organiza en el
tiempo, somos capaces de comprender cada vez más cosas de la Fuente-Centro
Primera. Observamos cómo la acción de la gravedad penetra la presencia espacial
del Absoluto Incalificado, y detectamos cómo las criaturas espirituales evolucionan
y se expanden dentro de la presencia de divinidad del Absoluto de la Deidad,
mientras que la evolución tanto cósmica como espiritual se está unificando,
por medio de la mente y de la experiencia, en los niveles finitos de la deidad,
como Ser Supremo, y se está coordinando en los niveles trascendentales como
Trinidad Última.
4. INTEGRACIÓN CUATERNARIA ÚLTIMA
1166:4 106:4.1 Es cierto
que la Trinidad Paradisiaca coordina en el sentido último, pero funciona en
este aspecto como un absoluto que se ha atenuado a sí mismo. La Trinidad Última
experiencial, como trascendental, coordina lo trascendental. Cuando aumente
su unidad, esta Trinidad experiencial activará aún más, en el eterno futuro,
la presencia en vías de ultimación de la Deidad Última.
1166:5 106:4.2
Mientras que la Trinidad Última está destinada a coordinar la creación maestra,
Dios Último es la personalización-poder trascendental de la determinación
del rumbo de todo el universo maestro. Cuando la ultimación del Último haya
concluído, eso significará que la creación maestra ha llegado a su culminación,
y conllevará la plena emergencia de esta Deidad trascendental.
1166:6 106:4.3
No conocemos los cambios que se producirán cuando el Último emerja plenamente.
Pero al igual que el Supremo ya está presente espiritual y personalmente en
Havona, el Último también lo está pero en el sentido absonito y superpersonal.
Y habéis sido informados de la existencia de los Vicegerentes Calificados
del Último, aunque no se os ha indicado dónde se encuentran actualmente o
cuál es su función actual.
1167:1 106:4.4
Pero independientemente de las repercusiones administrativas que se produzcan
cuando emerja la Deidad Última, los valores personales de su divinidad trascendental
serán experimentados por todas las personalidades que hayan participado en
la actualización de este nivel de la Deidad. Trascender lo finito sólo puede
conducir a alcanzar lo último. Dios Último existe en la trascendencia del
tiempo y del espacio, pero sin embargo es subabsoluto, a pesar de su aptitud
inherente para asociarse funcionalmente con los absolutos.
5. ASOCIACIÓN COABSOLUTA O DE QUINTA FASE
1167:2 106:5.1 El Último
es la cima de la realidad trascendental, así como el Supremo es la coronación
de la realidad evolutivo-experiencial. La aparición efectiva de estas dos
Deidades experienciales coloca los fundamentos para la segunda Trinidad experiencial.
Se trata de la Trinidad Absoluta, la unión de Dios Supremo, Dios Último y
el Consumador no revelado del Destino del Universo. Teóricamente esta Trinidad
tiene la capacidad de activar los Absolutos de potencialidad -de la Deidad,
Universal e Incalificado. Pero esta Trinidad Absoluta no puede formarse por
completo hasta que concluya la evolución de todo el universo maestro, desde
Havona hasta el cuarto y último nivel del espacio exterior.
1167:3 106:5.2
Debemos precisar con claridad que estas Trinidades experienciales relacionan
entre sí no solamente las cualidades de personalidad de la Divinidad experiencial,
sino también todas las cualidades distintas a las personales que caracterizan
a la unidad de la Deidad que han alcanzado. Aunque esta exposición trata principalmente
de las fases personales de la unificación del cosmos, no es menos cierto que
los aspectos impersonales del universo de universos están igualmente destinados
a experimentar la unificación, tal como lo ilustra la síntesis del poder con
la personalidad que se está produciendo actualmente en conexión con la evolución
del Ser Supremo. Las cualidades espirituales y personales del Supremo son
inseparables de las prerrogativas de poder del Todopoderoso, y ambas se complementan
con el potencial desconocido de la mente Suprema. Dios Último, como persona,
tampoco puede ser estudiado fuera de los aspectos distintos a los personales
de la Deidad Última. Y en el nivel absoluto, los Absolutos de la Deidad e
Incalificado son inseparables e indiscernibles en presencia del Absoluto Universal.
1167:4 106:5.3
Las Trinidades, en sí mismas y por sí mismas, no son personales, pero tampoco
están en contra de la personalidad. Más bien la engloban, y en un sentido
colectivo, la correlacionan con las funciones impersonales. Así pues, las
Trinidades son siempre una realidad de la deidad, pero nunca una realidad
de la personalidad. Los aspectos de una trinidad que tienen que ver
con la personalidad son inherentes a sus miembros individuales, y como personas
individuales no son esa trinidad. Sólo son una trinidad como grupo;
ese grupo es la trinidad. Pero la trinidad siempre incluye a toda la
deidad que engloba; la trinidad es la unidad de la deidad.
1167:5 106:5.4
Los tres Absolutos -de la Deidad, Universal e Incalificado- no son una trinidad,
porque no todos son deidades. Sólo lo que está deificado puede volverse una
trinidad; todas las demás asociaciones son triunidades o triodidades.
6. INTEGRACIÓN ABSOLUTA O DE SEXTA FASE
1167:6 106:6.1 El potencial
actual del universo maestro apenas se puede considerar absoluto, aunque puede
estar muy bien cerca del último, y pensamos que es imposible revelar íntegramente
los valores y significados absolutos dentro de la perspectiva de un cosmos
subabsoluto. Nos encontramos pues con grandes dificultades cuando intentamos
concebir la expresión total de las posibilidades ilimitadas de los tres Absolutos,
e incluso cuando tratamos de visualizar la personalización experiencial de
Dios Absoluto en el nivel, actualmente impersonal, del Absoluto de la Deidad.
1168:1 106:6.2
El escenario espacial del universo maestro parece ser adecuado para la actualización
del Ser Supremo, para la formación y la plena función de la Trinidad Última,
para la ultimación de Dios Último e incluso para el principio de la Trinidad
Absoluta. Pero nuestros conceptos sobre la función plena de esta segunda Trinidad
experiencial parecen implicar un factor que sobrepasa incluso la inmensa extensión
del universo maestro.
1168:2 106:6.3
Si admitimos la hipótesis de un cosmos infinito -una especie de cosmos ilimitable
más allá del universo maestro- y si concebimos que los desarrollos finales
de la Trinidad Absoluta tendrán lugar en este campo de acción super-último,
entonces es posible conjeturar que la función completa de esta Trinidad se
expresará de manera final en las creaciones de la infinidad, y consumará la
actualización absoluta de todos los potenciales. La integración y la
asociación de segmentos cada vez más amplios de la realidad se acercará a
la absolutidad de estado en proporción a la inclusión de toda la realidad
dentro de los segmentos así asociados.
1168:3 106:6.4
Dicho de otra manera: La Trinidad Absoluta, como indica su nombre, es realmente
absoluta en su función total. No sabemos cómo una función absoluta puede conseguir
expresarse de manera total sobre un fundamento atenuado, limitado o sometido
a otras restricciones. A consecuencia de esto, debemos suponer que cualquier
función de totalidad de ese tipo será incondicionada (en potencial). Y también
podría parecer que lo incondicionado sería asímismo ilimitado, al menos desde
un punto de vista cualitativo, aunque no estamos tan seguros en lo que respecta
a las relaciones cuantitativas.
1168:4 106:6.5
Al menos estamos seguros de una cosa: La Trinidad Paradisiaca existencial
es infinita, y la Trinidad Última experiencial es subinfinita, pero la Trinidad
Absoluta no es tan fácil de clasificar; aunque es experiencial en su génesis
y constitución, se pone definitivamente en contacto con los Absolutos de potencialidad
existenciales.
1168:5 106:6.6
Aunque no es muy útil para la mente humana intentar captar estos conceptos
lejanos y superhumanos, sugerimos la idea de que la acción de la Trinidad
Absoluta en la eternidad culmina en una especie de experiencialización de
los Absolutos de potencialidad. Ésta parece ser una conclusión razonable en
lo que respecta al Absoluto Universal y también al Absoluto Incalificado;
al menos sabemos que el Absoluto Universal no es únicamente estático y potencial,
sino también asociativo en el sentido en que estas palabras conciernen a la
Deidad total. Pero en lo que respecta a los valores concebibles de la divinidad
y de la personalidad, estos supuestos acontecimientos implican la personalización
del Absoluto de la Deidad y la aparición de aquellos valores superpersonales
y de aquellos significados ultrapersonales inherentes al acabamiento de la
personalidad de Dios Absoluto -la tercera y última Deidad experiencial.
7. FINALIDAD DEL DESTINO
1168:6 106:7.1 Algunas
de las dificultades para concebir la integración de la realidad infinita están
inherentes en el hecho de que todas estas ideas contienen algo de la finalidad
del desarrollo universal, una especie de realización experiencial de todo
lo que podría existir algún día. Y es inconcebible que la infinidad cuantitativa
pueda nunca hacerse completamente real en la finalidad. En los tres Absolutos
potenciales siempre deben quedar posibilidades por explorar, que ninguna cantidad
de desarrollo experiencial podrá nunca agotar. La misma eternidad, aunque
es absoluta, no es más que absoluta.
1169:1 106:7.2
Incluso un concepto hipotético de la integración final es inseparable de todas
las cosas que se llevan a cabo en la eternidad incalificada, y por lo tanto,
esta integración es irrealizable en la práctica, en cualquier época futura
que se pueda concebir.
1169:2 106:7.3
El destino está establecido por el acto volitivo de las Deidades que componen
la Trinidad del Paraíso; el destino está establecido en la inmensidad de los
tres grandes potenciales, cuya absolutidad engloba las posibilidades de todo
desarrollo futuro. El destino lo culmina probablemente el acto del Consumador
del Destino del Universo, y es probable que en este acto estén implicados
el Supremo y el Último, que pertenecen a la Trinidad Absoluta. Cualquier destino
experiencial puede ser comprendido, al menos parcialmente, por las criaturas
que experimentan; pero un destino que roza los existenciales infinitos es
difícilmente comprensible. El destino en la finalidad es una consecución existencial-experiencial
que parece implicar al Absoluto de la Deidad. Pero el Absoluto de la Deidad
está relacionado en la eternidad con el Absoluto Incalificado gracias al Absoluto
Universal. Y estos tres Absolutos, que cuentan con la posibilidad de volverse
experienciales, son en realidad existenciales e incluso mucho más, puesto
que no tienen límites, ni tiempo, ni espacio, ni medidas, ni fronteras -son
verdaderamente infinitos.
1169:3 106:7.4
Aunque es improbable que se alcance la meta, eso no impide debatir las teorías
filosóficas relacionadas con estos destinos hipotéticos. La actualización
del Absoluto de la Deidad, como un Dios absoluto que se pueda alcanzar, puede
ser imposible de realizar en la práctica; sin embargo, esta fruición de la
finalidad permanece como una posibilidad teórica. La implicación del Absoluto
Incalificado en un cosmos infinito inconcebible puede estar inconmensurablemente
lejana en el futuro de la eternidad sin fin; pero sin embargo se trata de
una hipótesis válida. Los mortales, los morontiales, los espíritus, los finalitarios,
los Trascendentales y otros, así como los mismos universos y todas las demás
fases de la realidad, tienen ciertamente un destino potencialmente final,
de valor absoluto. Pero dudamos que algún ser o universo pueda nunca alcanzar
por completo todos los aspectos de un destino semejante.
1169:4 106:7.5
Por muy grande que sea vuestra comprensión del Padre, vuestra mente siempre
titubeará ante la infinidad no revelada del Padre-YO SOY, cuya inmensidad
sin explorar permanecerá siempre insondable e incomprensible durante todos
los ciclos de la eternidad. Por mucha parte de Dios que hayáis alcanzado,
siempre habrá una parte mucho más grande que ni siquiera sospecharéis que
existía. Creemos que esto es tan cierto en los niveles trascendentales como
en los dominios de la existencia finita. ¡La búsqueda de Dios no tiene fin!
1169:5 106:7.6
Esta incapacidad para alcanzar a Dios de manera final no debería desanimar
en absoluto a las criaturas del universo. En verdad podéis alcanzar, y alcanzáis
de hecho, los niveles de Deidad del Séptuplo, del Supremo y del Último, los
cuales significan para vosotros lo mismo que la comprensión infinita de Dios
Padre significa para el Hijo Eterno y el Actor Conjunto, en sus estados absolutos
de existencia en la eternidad. En lugar de abrumar a las criaturas, la infinidad
de Dios debería ser la seguridad suprema de que, a lo largo de todo el interminable
futuro, cada personalidad ascendente tendrá ante sí unas posibilidades para
desarrollar su personalidad y para asociaciarse con la Deidad, que ni la misma
eternidad podrá agotar o poner fin.
1169:6 106:7.7
Para las criaturas finitas del gran universo, el concepto del universo maestro
parece casi infinito, pero no hay duda de que sus arquitectos absonitos perciben
su relatividad en relación con los desarrollos futuros e inimaginables dentro
del YO SOY sin fin. El mismo espacio no es más que una condición última, una
condición de atenuación dentro de la absolutidad relativa de las zonas
tranquilas de espacio intermedio.
1170:1 106:7.8
En un momento inconcebiblemente lejano de la eternidad futura, cuando todo
el universo maestro esté finalmente acabado, no hay duda de que todos contemplaremos
retrospectivamente su historia entera como un simple comienzo, como la simple
creación de ciertos fundamentos finitos y trascendentales con vistas a unas
metamorfosis aún mayores y más cautivadoras en la infinidad sin explorar.
En ese momento futuro de la eternidad, el universo maestro aún parecerá joven;
en verdad, siempre será joven en comparación con las posibilidades ilimitadas
de la eternidad interminable.
1170:2 106:7.9
Es improbable que se alcance un destino infinito, pero eso no impide en absoluto
concebir ideas sobre ese destino. No dudamos en afirmar que si los tres potenciales
absolutos pudieran alguna vez actualizarse por completo, entonces sería posible
concebir la integración final de la realidad total. Esta realización, que
se produce a través del desarrollo, está basada en la actualización concluída
de los Absolutos Incalificado, Universal y de la Deidad, las tres potencialidades
que unidas forman la parte latente del YO SOY, las realidades en suspenso
de la eternidad, las posibilidades en reposo de todo el futuro, y mucho más.
1170:3 106:7.10
Lo menos que podemos decir es que estas eventualidades están más bien lejanas.
Sin embargo, en los mecanismos, personalidades y asociaciones de las tres
Trinidades, nos parece detectar la posibilidad teórica de la reunión de las
siete fases absolutas del Padre-YO SOY. Esto nos sitúa frente al concepto
de la triple Trinidad, que engloba a la Trinidad del Paraíso, cuyo estado
es existencial, y a las dos Trinidades que aparecen posteriormente, cuya naturaleza
y origen es experiencial.
8. LA TRINIDAD DE TRINIDADES
1170:4 106:8.1 Es difícil
describir a la mente humana la naturaleza de la Trinidad de Trinidades; es
la suma efectiva de la totalidad de la infinidad experiencial, tal como ésta
se manifiesta en una infinidad teórica de realización en la eternidad. En
la Trinidad de Trinidades, lo infinito experiencial logra identificarse con
lo infinito existencial, y ambos no forman más que uno en el YO SOY pre-experiencial
y pre-existencial. La Trinidad de Trinidades es la expresión final de todo
lo que contienen las quince triunidades y las triodidades asociadas. Para
los seres relativos es difícil comprender las finalidades, ya sean existenciales
o experienciales; por este motivo siempre han de ser presentadas en forma
de relatividades.
1170:5 106:8.2
La Trinidad de Trinidades existe en diversas fases. Contiene posibilidades,
probabilidades e inevitabilidades que desconciertan la imaginación de los
seres situados muy por encima del nivel humano. Contiene implicaciones probablemente
insospechadas por los filósofos celestiales, porque están contenidas en las
triunidades y las triunidades son, a fin de cuentas, insondables.
1170:6 106:8.3
Se puede describir de diversas maneras la Trinidad de Trinidades, y escogemos
presentar este concepto en tres niveles, que son los siguientes:
1. El nivel de las tres Trinidades.
2. El nivel de la Deidad experiencial.
3. El nivel del YO SOY.
1170:10 106:8.4
Son unos niveles que reflejan una unificación creciente. En realidad, la Trinidad
de Trinidades es el primer nivel, mientras que el segundo y el tercero son
derivados y unificaciones del primero.
1171:1 106:8.5
EL PRIMER NIVEL: Se cree que en este nivel de asociación inicial, las tres
Trinidades funcionan como agrupaciones perfectamente sincronizadas, aunque
distintas, de personalidades de la Deidad.
1171:2 106:8.6
1. La Trinidad del Paraíso, la asociación de las tres Deidades del
Paraíso -el Padre, el Hijo y el Espíritu. No hay que olvidar que la Trinidad
del Paraíso encierra una triple función: una función absoluta, una función
trascendental (Trinidad de Ultimacía) y una función finita (Trinidad de Supremacía).
La Trinidad del Paraíso es cualquiera de estas funciones y todas a la vez,
en cualquier momento y en todo momento.
1171:3 106:8.7
2. La Trinidad Última. Es la asociación de las deidades de los Creadores
Supremos, Dios Supremo y los Arquitectos del Universo Maestro. Aunque ésta
es una presentación adecuada de los aspectos de la divinidad de esta Trinidad,
hay que señalar que esta Trinidad contiene otras fases que sin embargo parecen
coordinarse perfectamente con los aspectos de la divinidad.
1171:4 106:8.8
3. La Trinidad Absoluta. Es la agrupación de Dios Supremo, Dios Último
y el Consumador del Destino del Universo, con relación a todos los valores
de la divinidad. Algunas otras fases de esta agrupación trina se refieren
a valores que reflejan algo distinto a la divinidad en el cosmos en expansión,
pero que se están unificando con las fases de la divinidad, de la misma manera
que los aspectos del poder y de la personalidad de las Deidades experienciales
están actualmente en proceso de sintetización experiencial.
1171:5 106:8.9
La asociación de estas tres Trinidades en la Trinidad de Trinidades proporciona
la posibilidad de una integración ilimitada de la realidad. Esta agrupación
contiene las causas, los estados intermedios y los finales; los iniciadores,
los realizadores y los consumadores; los comienzos, las existencias y los
destinos. La asociación del Padre y del Hijo se ha transformado en la asociación
del Hijo y del Espíritu, luego en la del Espíritu y el Supremo, después en
la del Supremo y el Último, más tarde en la del Último y el Absoluto, y finalmente
en la del Absoluto y el Padre-Infinito -la culminación del ciclo de la realidad.
De la misma manera, pero en otras fases que no están tan estrechamente relacionadas
con la divinidad y la personalidad, la Gran Fuente-Centro Primera realiza
por sí misma la no limitación de la realidad en torno al círculo de la eternidad,
desde la absolutidad de la autoexistencia, pasando por la perpetuidad de la
auto-revelación, hasta la finalidad de la auto-realización -desde el absoluto
de los existenciales hasta la finalidad de los experienciales.
1171:6 106:8.10
EL SEGUNDO NIVEL: La coordinación de las tres Trinidades implica inevitablemente
la unión asociativa de las Deidades experienciales, que están genéticamente
asociadas con estas Trinidades. La naturaleza de este segundo nivel a veces
se ha presentado de la manera siguiente:
1171:7 106:8.11
1. El Supremo. Es la consecuencia en forma de deidad de la unidad
de la Trinidad del Paraíso en conexión experiencial con los Hijos Creadores
y las Hijas Creativas de las Deidades del Paraíso. El Supremo es el que da
cuerpo, en forma de deidad, a la terminación de la primera etapa de la evolución
finita.
1171:8 106:8.12
2. El Último. Es la consecuencia en forma de deidad de la unidad ultimada
de la segunda Trinidad, la personificación trascendental y absonita de la
divinidad. El Último consiste en una unidad variablemente considerada de múltiples
cualidades, y el concepto humano de esto haría bien en incluir al menos aquellas
fases de la ultimacía que dirigen el control, que son experimentables personalmente
y que unifican tensionalmente, pero existen otros muchos aspectos no revelados
de la Deidad ultimada. Aunque el Último y el Supremo son comparables, no son
idénticos, y el Último tampoco es simplemente una ampliación del Supremo.
1172:1 106:8.13
3. El Absoluto. Existen muchas teorías sobre el carácter del tercer
miembro del segundo nivel de la Trinidad de Trinidades. Dios Absoluto está
sin duda implicado en esta asociación como la consecuencia en forma de personalidad
de la función final de la Trinidad Absoluta, y sin embargo, el Absoluto de
la Deidad es una realidad existencial que por su estado pertenece a la eternidad.
1172:2 106:8.14
La dificultad para concebir este tercer miembro está inherente en el hecho
de que presuponer su presencia como miembro significa en realidad que no hay
más que un Absoluto. Teóricamente, si este suceso pudiera ocurrir, asistiríamos
a la unificación experiencial de los tres Absolutos en uno solo. Y
se nos enseña que, en la infinidad y existencialmente, no hay más que
un Absoluto. Aunque está muy poco claro quién puede ser este tercer miembro,
a menudo se especula que puede consistir en alguna forma de relación inimaginable
y de manifestación cósmica de los Absolutos de la Deidad, Universal e Incalificado.
Es cierto que la Trinidad de Trinidades difícilmente podría funcionar por
completo sin la unificación total de los tres Absolutos, y éstos apenas pueden
estar unificados sin que todos los potenciales infinitos se hayan realizado
por completo.
1172:3 106:8.15
Es probable que se reduzca al mínimo la deformación de la verdad si se concibe
al Absoluto Universal como el tercer miembro de la Trinidad de Trinidades,
con tal de que este concepto considere al Universal no solamente como estático
y potencial, sino también como asociativo. Sin embargo, aún no percibimos
cómo está relacionado con los aspectos creativos y evolutivos de la función
de la Deidad total.
1172:4 106:8.16
Aunque es difícil formarse un concepto completo de la Trinidad de Trinidades,
no es tan difícil hacerse una idea limitada. Si concebimos el segundo nivel
de la Trinidad de Trinidades como esencialmente personal, es perfectamente
posible suponer que la unión de Dios Supremo, Dios Último y Dios Absoluto
es la repercusión personal de la unión de las Trinidades personales que son
ancestrales a estas Deidades experienciales. Aventuramos la opinión de que
estas tres Deidades experienciales se unificarán sin duda en el segundo nivel,
como consecuencia directa de la unión creciente de sus Trinidades ancestrales
y causativas, que forman el primer nivel.
1172:5 106:8.17
El primer nivel está compuesto de tres Trinidades. El segundo nivel existe
como la asociación de las personalidades de la Deidad experiencial-evolucionadas,
experiencial-ultimadas y experiencial-existenciales. Independientemente de
cualquier dificultad conceptual para comprender toda la Trinidad de Trinidades,
la asociación personal de estas tres Deidades, en el segundo nivel, se ha
manifestado en nuestra propia época universal en el fenómeno de hacer de Majestón
una deidad, el cual fue actualizado en este segundo nivel por el Absoluto
de la Deidad, que actuó a través del Último y en respuesta al mandato creativo
inicial del Ser Supremo.
1172:6 106:8.18
EL TERCER NIVEL: La relación recíproca entre todas las fases de todos los
tipos de realidad que existen, han existido o pudieran existir en la totalidad
de la infinidad, está incluida en la hipótesis incalificada del segundo nivel
de la Trinidad de Trinidades. El Ser Supremo no es solamente espíritu, sino
también mente, poder y experiencia. El Último es todo esto y mucho más. En
cuanto al concepto conjunto de la unicidad de los Absolutos de la Deidad,
Universal e Incalificado, dicho concepto incluye la finalidad absoluta de
toda la realización de la realidad.
1172:7 106:8.19
En la unión que forman el Supremo, el Último y el Absoluto consumado, podría
producirse una reconstrucción funcional de aquellos aspectos de la infinidad
que al principio fueron fragmentados por el YO SOY, y que dieron como resultado
la aparición de los Siete Absolutos de la Infinidad. Aunque los filósofos
del universo suponen que se trata de una probabilidad enormemente lejana,
sin embargo a menudo hacemos la pregunta siguiente: Si el segundo nivel de
la Trinidad de Trinidades pudiera alcanzar alguna vez la unidad trinitaria,
¿qué sucedería entonces como consecuencia de esta unidad de deidad? No lo
sabemos, pero estamos seguros de que conduciría directamente a considerar
al YO SOY como susceptible de ser alcanzado por experiencia. Desde el punto
de vista de los seres personales, esto significaría que el incognoscible YO
SOY se ha vuelto accesible a la experiencia como Padre-Infinito. Desde el
punto de vista no personal, el significado de estos destinos absolutos es
una cuestión muy distinta, que sólo la eternidad podrá posiblemente clarificar.
Cuando examinamos estas eventualidades lejanas como criaturas personales,
deducimos que el destino final de todas las personalidades es conocer de manera
final al Padre Universal de esas mismas personalidades.
1173:1 106:8.20
Tal como concebimos filosóficamente al YO SOY en la eternidad pasada, está
solo, no hay nadie más que él. Si miramos hacia la eternidad futura, no vemos
la posibilidad de que el YO SOY, como existencial, pueda cambiar, pero nos
inclinamos a pronosticar una enorme diferencia experiencial. Este concepto
del YO SOY implica la completa realización de sí mismo -engloba al conjunto
ilimitado de personalidades que se han vuelto participantes volitivas en la
auto-revelación del YO SOY, y que continuarán siendo eternamente partes volitivas
absolutas de la totalidad de la infinidad, los hijos finales del Padre absoluto.
9. UNIFICACIÓN EXISTENCIAL INFINITA
1173:2 106:9.1 En el concepto
de la Trinidad de Trinidades, postulamos la posibilidad de que la realidad
ilimitada se unifique experiencialmente, y a veces emitimos la teoría de que
todo esto podría suceder en el extremo alejamiento de la lejanísima eternidad.
Pero existe no obstante una unificación actual y presente de la infinidad
en esta misma era, como en todas las eras pasadas y futuras del universo;
esta unificación es existencial en la Trinidad del Paraíso. Como realidad
experiencial, la unificación de la infinidad está inimaginablemente lejana,
pero el momento presente de la existencia del universo está dominado por una
unidad incalificada de la infinidad, que unifica las divergencias de toda
la realidad con una majestuosidad existencial absoluta.
1173:3 106:9.2
Cuando las criaturas finitas intentan concebir la unificación infinita en
aquellos niveles de la eternidad consumada que representan la finalidad, se
enfrentan con las limitaciones intelectuales inherentes a sus existencias
finitas. El tiempo, el espacio y la experiencia constituyen barreras para
los conceptos de las criaturas; y sin embargo, sin el tiempo, fuera del espacio
y a falta de experiencia, ninguna criatura podría obtener una comprensión
aunque fuera limitada de la realidad universal. Ninguna criatura evolutiva
podría percibir posiblemente las relaciones secuenciales, si fuera insensible
al tiempo. Ninguna criatura podría captar las relaciones de simultaneidad
si no percibiera el espacio. Ninguna criatura evolutiva podría existir siquiera
sin la experiencia. Únicamente los Siete Absolutos de la Infinidad trascienden
realmente la experiencia, e incluso ellos mismos pueden ser experienciales
en algunas fases.
1173:4 106:9.3
El tiempo, el espacio y la experiencia son los mayores auxiliares del hombre
para percibir la realidad de manera relativa, y son al mismo tiempo sus más
grandes obstáculos para poder percibirla por completo. Los mortales, y otras
muchas criaturas del universo, necesitan pensar en los potenciales como que
se actualizan en el espacio y evolucionan hasta su madurez en el tiempo, pero
todo este proceso es un fenómeno espacio-temporal que no se produce realmente
en el Paraíso ni en la eternidad. En el nivel absoluto no existe el tiempo
ni el espacio; allí todos los potenciales se pueden percibir como actuales.
1173:5 106:9.4
El concepto de la unificación de toda la realidad, si ésta se produce en la
presente era universal o en cualquier otra, es básicamente doble: existencial
y experiencial. Esta unidad está en proceso de realizarse de manera experiencial
en la Trinidad de Trinidades, pero el grado de actualización aparente de esta
triple Trinidad es directamente proporcional a la desaparición de las atenuaciones
e imperfecciones de la realidad en el cosmos. No obstante, la integración
total de la realidad está presente de manera incalificada, eterna y existencial,
en la Trinidad del Paraíso, en la cual la realidad infinita está absolutamente
unificada en este mismo instante universal.
1174:1 106:9.5
Los puntos de vista experiencial y existencial crean una paradoja inevitable,
que procede en parte del hecho de que la Trinidad del Paraíso y la Trinidad
de Trinidades son, cada una de ellas, una entidad de relaciones en la eternidad,
que los mortales sólo pueden percibir como una relatividad espacio-temporal.
El concepto humano de la actualización experiencial gradual de la Trinidad
de Trinidades -punto de vista temporal- debe ser completado con el postulado
adicional de que esto es ya una realidad factual -punto de vista de
la eternidad. ¿Cómo se pueden conciliar estos dos puntos de vista? Sugerimos
a los mortales finitos que acepten la verdad de que la Trinidad del Paraíso
es la unificación existencial de la infinidad, y de que la incapacidad para
detectar la presencia efectiva y la manifestación concluída de la Trinidad
de Trinidades experiencial, se debe en parte a las deformaciones recíprocas
de:
1174:2 106:9.6
1. El limitado punto de vista humano, la inaptitud para captar el concepto
de la eternidad incalificada.
1174:3 106:9.7 2. El estado imperfecto
humano, el alejamiento del nivel absoluto de los experienciales.
1174:4 106:9.8 3. La finalidad de
la existencia humana, el hecho de que la humanidad está diseñada para evolucionar
mediante la técnica de la experiencia, y por esta razón, tiene que depender
de la experiencia de manera inherente y por constitución. Sólo un Absoluto
puede ser a la vez existencial y experiencial.
1174:5 106:9.9
El Padre Universal, en la Trinidad del Paraíso, es el YO SOY de la Trinidad
de Trinidades, y las limitaciones finitas son las que impiden experimentar
al Padre como infinito. El concepto del YO SOY existencial, solitario,
pre-trinitario e inaccesible, y el postulado del YO SOY experiencial,
accesible y posterior a la Trinidad de Trinidades, no son más que una sola
y misma hipótesis; ningún cambio efectivo se ha producido en el Infinito;
todos los desarrollos aparentes se deben a las capacidades crecientes para
recibir la realidad y para apreciar el cosmos.
1174:6 106:9.10
A fin de cuentas, el YO SOY debe existir antes que todos los existenciales
y después de todos los experienciales. Aunque estas ideas quizás no
clarifiquen en la mente humana las paradojas de la eternidad y de la infinidad,
al menos deberían estimular a los intelectos finitos a enfrentarse de nuevo
con estos problemas sin fin, unos problemas que continuarán intrigándoos en
Salvington, y más tarde como finalitarios, y después durante todo el futuro
interminable de vuestra carrera eterna en los extensos universos.
1174:7 106:9.11
Tarde o temprano todas las personalidades del universo empiezan a comprender
que la búsqueda final de la eternidad es la exploración sin fin de la infinidad,
el viaje interminable de descubrimiento dentro de la absolutidad de la Fuente-Centro
Primera. Tarde o temprano todos llegamos a saber que todo crecimiento de la
criatura es proporcional a su identificación con el Padre. Llegamos a comprender
que vivir la voluntad de Dios es el salvoconducto eterno para las posibilidades
sin fin de la misma infinidad. Los mortales comprenderán algún día que el
éxito en la búsqueda del Infinito es directamente proporcional al grado de
parecido que se alcance con el Padre, y que durante esta era del universo,
las realidades del Padre están reveladas en las cualidades de la divinidad,
y las criaturas del universo se apropian personalmente de estas cualidades
de la divinidad en la experiencia de vivir divinamente, y vivir divinamente
significa vivir efectivamente la voluntad de Dios.
1175:1 106:9.12
Para las criaturas materiales, evolutivas y finitas, una vida basada en vivir
la voluntad del Padre conduce directamente a alcanzar la supremacía espiritual
en el ámbito de la personalidad, y estas criaturas avanzan un paso más en
la comprensión del Padre-Infinito. Una vida centrada así en el Padre está
basada en la verdad, es sensible a la belleza y está dominada por la bondad.
La persona que conoce así a Dios está interiormente iluminada por la adoración,
y exteriormente consagrada de todo corazón al servicio de la fraternidad universal
de todas las personalidades, un ministerio de servicio lleno de misericordia
y motivado por el amor. Al mismo tiempo, todas estas cualidades de vida están
unificadas en la personalidad que evoluciona en niveles siempre ascendentes
de sabiduría cósmica, de realización de sí mismo, de descubrimiento de Dios
y de adoración del Padre.
1175:2 106:9.13
[Presentado por un Melquisedek de Nebadon.]