1162:2  106:0.2 
    El gran universo de la época actual y el universo maestro emergente están 
    constituídos por numerosas formas y fases de la realidad, que existen a su 
    vez en diversos niveles de actividad funcional. En estos capítulos nos hemos 
    referido anteriormente a esas múltiples formas y fases existentes y latentes. 
    Para facilitar su comprensión, procedemos a agruparlas en las categorías siguientes: 
   
  
1162:3  106:0.3 
    1. Finitos incompletos. Éste es el estado presente de las criaturas 
    ascendentes del gran universo, el estado presente de los mortales de Urantia. 
    Este nivel abarca la existencia de las criaturas desde los humanos planetarios 
    hasta, pero no incluídos, aquellos que han alcanzado el destino. Incluye a 
    los universos desde sus primeros comienzos físicos hasta, pero no incluído, 
    su establecimiento en la luz y la vida. Este nivel constituye la periferia 
    actual de la actividad creativa en el tiempo y el espacio. Parece que se desplaza 
    desde el Paraíso hacia el exterior, porque la terminación de la presente era 
    universal, que contemplará cómo el gran universo alcanza el estado de luz 
    y vida, presenciará seguramente también cómo aparece, en el primer nivel del 
    espacio exterior, algún nuevo tipo de crecimiento en forma de desarrollo. 
  
  1162:4  106:0.4 
    2. Finitos máximos. Éste es el estado presente de todas las criaturas 
    experienciales que han alcanzado el destino -tal como ese destino está revelado 
    en los límites de la presente era del universo. Los universos también pueden 
    conseguir su estado máximo, tanto espiritual como físicamente. Pero la palabra 
    "máximo" es en sí misma un término relativo -¿máximo con respecto 
    a qué? Lo que es máximo, y aparentemente final, en la presente era del universo, 
    puede no ser más que un verdadero principio para las eras por venir. Algunas 
    fases de Havona parecen pertenecer al orden máximo.
   1162:5  106:0.5 
    3. Trascendentales. Este nivel superfinito viene después del progreso 
    finito (precediéndolo). Dicho nivel implica la génesis pre-finita de los comienzos 
    finitos, y el significado post-finito de todas las finalizaciones o destinos 
    aparentemente finitos. Muchos elementos del Paraíso-Havona parecen pertenecer 
    al orden trascendental.
   1162:6  106:0.6 
    4. Últimos Este nivel engloba aquello que tiene un significado para 
    el universo maestro, y establece contacto con el nivel de destino del universo 
    maestro terminado. El Paraíso-Havona (y en particular el circuito de los mundos 
    del Padre) tiene en muchos aspectos un significado último.
  1163:1  106:0.7 
    5. Coabsolutos Este nivel implica la proyección de lo experiencial 
    en un campo de expresión creativa que sobrepasa al universo maestro.
  1163:2  106:0.8 
    6. Absolutos Este nivel indica la presencia en la eternidad de los 
    siete Absolutos existenciales. También puede comportar cierto grado de adquisición 
    experiencial asociada, pero si es así, no comprendemos cómo, quizás a través 
    del potencial de contacto de la personalidad.
  1163:3  106:0.9 
    7. Infinidad Este nivel es pre-existencial y post-experiencial. La 
    unidad incalificada de la infinidad es una realidad hipotética, anterior a 
    todos los principios y posterior a todos los destinos.
   1163:4  106:0.10 
    Estos niveles de realidad son unos símbolos de compromiso apropiados de la 
    presente era del universo y para la perspectiva de los mortales. Existen otras 
    muchas maneras de contemplar la realidad desde perspectivas diferentes a las 
    de los mortales, y desde el punto de vista de otras eras universales. Así 
    pues, es preciso reconocer que los conceptos que acaban de presentarse son 
    totalmente relativos, en el sentido de que están condicionados y limitados 
    por: 
  
     1. Las limitaciones del lenguaje humano. 
      2. Las limitaciones de la mente humana.
      3. El desarrollo limitado de los siete superuniversos. 
      4. Vuestra ignorancia de los seis objetivos principales del desarrollo superuniversal, 
      que no están relacionados con la ascensión de los mortales al Paraíso. 
      5. Vuestra incapacidad para comprender un punto de vista, aunque sea parcial, 
      de la eternidad. 
      6. La imposibilidad de describir la evolución y el destino cósmicos en relación 
      con todas las eras universales, y no solamente en relación con la presente 
      era del desarrollo evolutivo de los siete superuniversos. 
      7. La incapacidad de todas las criaturas para percibir el significado real 
      de lo pre-existencial y de lo post-experiencial -aquello que está situado 
      antes de los principios y después de los destinos. 
  
  1163:12  106:0.11 
    El crecimiento de la realidad está condicionado por las circunstancias de 
    las eras sucesivas del universo. El universo central no sufrió ningún cambio 
    evolutivo durante la era de Havona, pero en las épocas actuales de la era 
    superuniversal está experimentando ciertas modificaciones progresivas, inducidas 
    por su coordinación con los superuniversos evolutivos. Los siete superuniversos 
    que evolucionan en la actualidad alcanzarán algún día el estado permanente 
    de luz y vida, llegarán al límite del crecimiento establecido para la presente 
    era del universo. Pero no hay duda de que la era siguiente, la era del primer 
    nivel del espacio exterior, liberará a los superuniversos de aquello que limita 
    su destino en la era actual. La plenitud se sobrepone contínuamente a lo terminado. 
   1163:13  106:0.12 
    Éstas son algunas de las limitaciones que encontramos al intentar presentar 
    un concepto unificado del crecimiento cósmico de las cosas, los significados 
    y los valores, y de su sintetización en unos niveles de realidad siempre ascendentes. 
  1. ASOCIACIÓN PRIMARIA DE Los FUNCIONALES 
    FINITOS 
  
 1163:14  106:1.1 Las fases 
    primarias o de origen espiritual de la realidad finita encuentran su expresión 
    inmediata, a nivel de las criaturas, en las personalidades perfectas, y a 
    nivel de los universos, en la perfecta creación de Havona. Incluso la Deidad 
    experiencial está expresada de esta manera en la persona espiritual de Dios 
    Supremo en Havona. Pero las fases secundarias de lo finito, evolutivas y condicionadas 
    por el tiempo y la materia, sólo se integran cósmicamente como resultado del 
    crecimiento y de la realización. Todos los finitos secundarios, o en vías 
    de perfeccionarse, han de alcanzar finalmente un nivel equivalente al de la 
    perfección primaria, pero este destino está sujeto a la demora del tiempo, 
    una restricción constitutiva superuniversal que no se encuentra de manera 
    innata en la creación central. (Sabemos que existen los finitos terciarios, 
    pero la técnica para su integración aún no se ha revelado). 
    1164:1  106:1.2 
    Este retraso temporal de los superuniversos, este obstáculo para alcanzar 
    la perfección, permite a las criaturas participar en el crecimiento evolutivo. 
    Esto hace posible que las criaturas puedan asociarse con el Creador en la 
    evolución de ellas mismas. Y durante estos períodos de crecimiento expansivo, 
    lo inacabado está en relación con lo perfecto a través del ministerio de Dios 
    Séptuplo. 
    1164:2  106:1.3 
    Dios Séptuplo significa que la Deidad del Paraíso reconoce las barreras del 
    tiempo en los universos evolutivos del espacio. Por muy lejos que se encuentre 
    del Paraíso el origen de una personalidad material superviviente, y por muy 
    profundamente que se halle en el espacio, Dios Séptuplo se encontrará allí 
    presente y ocupado en su afectuoso y misericordioso ministerio de verdad, 
    belleza y bondad para esa criatura inacabada y evolutiva que se esfuerza. 
    El ministerio de la divinidad, ejercido por el Séptuplo, se extiende hacia 
    el interior, a través del Hijo Eterno, hasta el Padre del Paraíso, y hacia 
    el exterior, por medio de los Ancianos de los Días, hasta los Padres de los 
    universos -los Hijos Creadores. 
    1164:3  106:1.4 
    El hombre, como es personal y como asciende mediante el progreso espiritual, 
    encuentra la divinidad personal y espiritual de la Deidad Séptuple; pero existen 
    otras fases del Séptuplo que no están relacionadas con el progreso de la personalidad. 
    Los aspectos de divinidad de esta agrupación de la Deidad están actualmente 
    integrados en la conexión entre los Siete Espíritus Maestros y el Actor Conjunto, 
    pero están destinados a unificarse eternamente en la personalidad emergente 
    del Ser Supremo. Las otras fases de la Deidad Séptuple están diversamente 
    integradas en la presente era del universo, pero todas están igualmente destinadas 
    a unificarse en el Supremo. En todas las fases, el Séptuplo es el origen de 
    la unidad relativa de la realidad funcional del gran universo actual. 
  2. INTEGRACIÓN SUPREMA SECUNDARIA DE LO 
    FINITO 
  
 1164:4  106:2.1 Al igual 
    que Dios Séptuplo coordina funcionalmente la evolución finita, el Ser Supremo 
    sintetiza finalmente la consecución del destino. El Ser Supremo es la culminación, 
    con respecto a la deidad, de la evolución del gran universo -evolución física 
    alrededor de un núcleo espiritual, y dominación final del núcleo espiritual 
    sobre los dominios de la evolución física que lo rodean y giran a su alrededor. 
    Todo esto se produce de acuerdo con las órdenes de la personalidad: la personalidad 
    Paradisíaca en el sentido más elevado, la personalidad del Creador en el sentido 
    del universo, la personalidad mortal en el sentido humano, y la personalidad 
    Suprema en el sentido culminante o totalizador experiencial. 
   1164:5  106:2.2 
    El concepto del Supremo debe servir para reconocer la diferencia entre la 
    persona espiritual, el poder evolutivo y la síntesis del poder con la personalidad 
    -la unificación del poder evolutivo con la personalidad espiritual, y el dominio 
    de ésta sobre aquel. 
    1164:6  106:2.3 
    En última instancia, el espíritu viene del Paraíso a través de Havona. La 
    energía-materia parece evolucionar en las profundidades del espacio; los hijos 
    del Espíritu Infinito la organizan en forma de poder, en colaboración con 
    los Hijos Creadores de Dios. Todo esto es experiencial; es una operación que 
    se efectúa en el espacio y en el tiempo, y que implica a una gran variedad 
    de seres vivientes, incluidas también las divinidades Creadoras y las criaturas 
    evolutivas. La dominación del poder por parte de las divinidades Creadoras 
    se extiende lentamente por el gran universo, hasta que englobe el asentamiento 
    y la estabilización evolutiva de las creaciones espacio-temporales. Así es 
    como florece el poder experiencial de Dios Séptuplo. Esto abarca toda la gama 
    de lo que consigue la divinidad en el tiempo y el espacio, desde la donación 
    de los Ajustadores por parte del Padre Universal hasta la donación de la vida 
    por parte de los Hijos Paradisiacos. Se trata de un poder adquirido, de un 
    poder demostrado, de un poder experiencial, que contrasta con el poder de 
    la eternidad, con el poder insondable, con el poder existencial de las Deidades 
    del Paraíso. 
    1165:1  106:2.4 
    Este poder experiencial, que proviene de lo que el mismo Dios Séptuplo consigue 
    en términos de divinidad, manifiesta las cualidades cohesivas de la divinidad 
    al sintetizarse -al totalizarse- como el poder todopoderoso de la dominación 
    experiencial adquirida sobre las creaciones evolutivas. Este poder todopoderoso 
    encuentra a su vez la cohesión entre la personalidad y el espíritu en la esfera 
    piloto del cinturón exterior de los mundos de Havona, al unirse con la personalidad 
    espiritual de la presencia havoniana de Dios Supremo. La Deidad experiencial 
    lleva así a su culminación la larga lucha evolutiva, confiriendo al producto 
    del poder del espacio y del tiempo, la presencia espiritual y la personalidad 
    divina que reside en la creación central. 
    1165:2  106:2.5 
    Así es como el Ser Supremo consigue englobar finalmente todo lo que evoluciona 
    en el tiempo y el espacio, dotando esas cualidades con una personalidad espiritual. 
    Puesto que las criaturas, incluidas las mortales, participan como personalidades 
    en esta majestuosa operación, es seguro que obtendrán la capacidad de conocer 
    al Supremo y de percibirlo como verdaderos hijos de esta Deidad evolutiva. 
   1165:3  106:2.6 
    Miguel de Nebadon es semejante al Padre del Paraíso, porque comparte su perfección 
    paradisiaca. De la misma manera, los mortales evolutivos llegarán un día a 
    emparentarse con el Supremo experiencial, porque compartirán realmente su 
    perfección evolutiva. 
   1165:4  106:2.7 
    Dios Supremo es experiencial, y por ello mismo, completamente experimentable. 
    Las realidades existenciales de los siete Absolutos no son perceptibles mediante 
    la técnica de la experiencia; la personalidad de la criatura finita solamente 
    puede captar las realidades de la personalidad del Padre, del Hijo 
    y del Espíritu por medio de la oración y de la adoración. 
    1165:5  106:2.8 
    Cuando la síntesis del poder con la personalidad del Ser Supremo se haya llevado 
    a cabo, dentro de dicha síntesis se asociarán todos los aspectos de la absolutidad 
    de las diversas triodidades que puedan asociarse así, y esta majestuosa personalidad 
    de la evolución será alcanzable y comprensible experiencialmente por todas 
    las personalidades finitas. Cuando los ascendentes alcancen el séptimo estado 
    postulado de existencia espiritual, experimentarán en ese estado cómo se hace 
    real un nuevo valor o significado de la absolutidad y de la infinidad de las 
    triodidades, tal como eso está revelado en los niveles subabsolutos en el 
    Ser Supremo, que es experimentable. Pero para alcanzar esas etapas de desarrollo 
    máximo, será preciso esperar probablemente a que todo el gran universo esté 
    establecido de manera coordinada en la luz y la vida. 
  3. ASOCIACIÓN TRASCENDENTAL TERCIARIA 
    DE LA REALIDAD 
  
 1165:6  106:3.1 Los arquitectos 
    absonitos ultiman el proyecto; los Creadores Supremos lo traen a la existencia; 
    el Ser Supremo lo llevará a su plenitud tal como fue creado en el tiempo por 
    los Creadores Supremos, y tal como fue proyectado en el espacio por los Arquitectos 
    Maestros. 
    1165:7  106:3.2 
    Durante la presente era del universo, los Arquitectos del Universo Maestro 
    son los que tienen la función de coordinar administrativamente el universo 
    maestro. Pero la aparición del Todopoderoso Supremo al final de la presente 
    era universal significará que lo finito evolutivo ha alcanzado la primera 
    etapa del destino experiencial. Este acontecimiento conducirá seguramente 
    a la finalización de la función de la primera Trinidad experiencial -la unión 
    de los Creadores Supremos, el Ser Supremo y los Arquitectos del Universo Maestro. 
    Esta Trinidad está destinada a efectuar la posterior integración evolutiva 
    de la creación maestra. 
    1166:1  106:3.3 
    La Trinidad del Paraíso es verdaderamente la Trinidad de la infinidad, y posiblemente 
    ninguna Trinidad pueda ser infinita si no incluye a esta Trinidad original. 
    Pero la Trinidad original es el resultado de la asociación exclusiva de las 
    Deidades absolutas. Los seres subabsolutos no intervinieron para nada en esta 
    asociación primordial. Las Trinidades experienciales que aparecen posteriormente 
    contienen incluso las contribuciones de las personalidades creadas. Esto es 
    lo que sucede sin duda en la Trinidad Última, donde la presencia misma de 
    los Hijos Creadores Maestros entre los Creadores Supremos anuncia la presencia 
    concomitante de la experiencia efectiva y de buena fe de las criaturas dentro 
    de esta asociación Trinitaria. 
    1166:2  106:3.4 
    La primera Trinidad experiencial posibilita que se consigan, en grupos, las 
    eventualidades últimas. Las asociaciones en grupo tienen la facultad de anticipar, 
    e incluso de trascender, las aptitudes individuales, y esto es así incluso 
    más allá del nivel finito. En las eras venideras, cuando los siete superuniversos 
    estén establecidos en la luz y la vida, el Cuerpo de la Finalidad promulgará 
    sin duda los designios de las Deidades del Paraíso, tal como sean dictados 
    por la Trinidad Última y tal como estén unificados, como poder y personalidad, 
    en el Ser Supremo. 
   1166:3  106:3.5 
    A través de todos los inmensos desarrollos universales de la eternidad pasada 
    y futura, detectamos la expansión de los elementos comprensibles del Padre 
    Universal. Sostenemos el postulado filosófico de que el Padre, como YO SOY, 
    impregna toda la infinidad, pero ninguna criatura es capaz de abarcar este 
    postulado por experiencia. A medida que se expanden los universos, a medida 
    que la gravedad y el amor se extienden por el espacio que se organiza en el 
    tiempo, somos capaces de comprender cada vez más cosas de la Fuente-Centro 
    Primera. Observamos cómo la acción de la gravedad penetra la presencia espacial 
    del Absoluto Incalificado, y detectamos cómo las criaturas espirituales evolucionan 
    y se expanden dentro de la presencia de divinidad del Absoluto de la Deidad, 
    mientras que la evolución tanto cósmica como espiritual se está unificando, 
    por medio de la mente y de la experiencia, en los niveles finitos de la deidad, 
    como Ser Supremo, y se está coordinando en los niveles trascendentales como 
    Trinidad Última. 
  4. INTEGRACIÓN CUATERNARIA ÚLTIMA 
  
 1166:4  106:4.1 Es cierto 
    que la Trinidad Paradisiaca coordina en el sentido último, pero funciona en 
    este aspecto como un absoluto que se ha atenuado a sí mismo. La Trinidad Última 
    experiencial, como trascendental, coordina lo trascendental. Cuando aumente 
    su unidad, esta Trinidad experiencial activará aún más, en el eterno futuro, 
    la presencia en vías de ultimación de la Deidad Última. 
    1166:5  106:4.2 
    Mientras que la Trinidad Última está destinada a coordinar la creación maestra, 
    Dios Último es la personalización-poder trascendental de la determinación 
    del rumbo de todo el universo maestro. Cuando la ultimación del Último haya 
    concluído, eso significará que la creación maestra ha llegado a su culminación, 
    y conllevará la plena emergencia de esta Deidad trascendental. 
    1166:6  106:4.3 
    No conocemos los cambios que se producirán cuando el Último emerja plenamente. 
    Pero al igual que el Supremo ya está presente espiritual y personalmente en 
    Havona, el Último también lo está pero en el sentido absonito y superpersonal. 
    Y habéis sido informados de la existencia de los Vicegerentes Calificados 
    del Último, aunque no se os ha indicado dónde se encuentran actualmente o 
    cuál es su función actual. 
    1167:1  106:4.4 
    Pero independientemente de las repercusiones administrativas que se produzcan 
    cuando emerja la Deidad Última, los valores personales de su divinidad trascendental 
    serán experimentados por todas las personalidades que hayan participado en 
    la actualización de este nivel de la Deidad. Trascender lo finito sólo puede 
    conducir a alcanzar lo último. Dios Último existe en la trascendencia del 
    tiempo y del espacio, pero sin embargo es subabsoluto, a pesar de su aptitud 
    inherente para asociarse funcionalmente con los absolutos. 
  5. ASOCIACIÓN COABSOLUTA O DE QUINTA FASE 
  
 1167:2  106:5.1 El Último 
    es la cima de la realidad trascendental, así como el Supremo es la coronación 
    de la realidad evolutivo-experiencial. La aparición efectiva de estas dos 
    Deidades experienciales coloca los fundamentos para la segunda Trinidad experiencial. 
    Se trata de la Trinidad Absoluta, la unión de Dios Supremo, Dios Último y 
    el Consumador no revelado del Destino del Universo. Teóricamente esta Trinidad 
    tiene la capacidad de activar los Absolutos de potencialidad -de la Deidad, 
    Universal e Incalificado. Pero esta Trinidad Absoluta no puede formarse por 
    completo hasta que concluya la evolución de todo el universo maestro, desde 
    Havona hasta el cuarto y último nivel del espacio exterior. 
    1167:3  106:5.2 
    Debemos precisar con claridad que estas Trinidades experienciales relacionan 
    entre sí no solamente las cualidades de personalidad de la Divinidad experiencial, 
    sino también todas las cualidades distintas a las personales que caracterizan 
    a la unidad de la Deidad que han alcanzado. Aunque esta exposición trata principalmente 
    de las fases personales de la unificación del cosmos, no es menos cierto que 
    los aspectos impersonales del universo de universos están igualmente destinados 
    a experimentar la unificación, tal como lo ilustra la síntesis del poder con 
    la personalidad que se está produciendo actualmente en conexión con la evolución 
    del Ser Supremo. Las cualidades espirituales y personales del Supremo son 
    inseparables de las prerrogativas de poder del Todopoderoso, y ambas se complementan 
    con el potencial desconocido de la mente Suprema. Dios Último, como persona, 
    tampoco puede ser estudiado fuera de los aspectos distintos a los personales 
    de la Deidad Última. Y en el nivel absoluto, los Absolutos de la Deidad e 
    Incalificado son inseparables e indiscernibles en presencia del Absoluto Universal. 
    
    1167:4  106:5.3 
    Las Trinidades, en sí mismas y por sí mismas, no son personales, pero tampoco 
    están en contra de la personalidad. Más bien la engloban, y en un sentido 
    colectivo, la correlacionan con las funciones impersonales. Así pues, las 
    Trinidades son siempre una realidad de la deidad, pero nunca una realidad 
    de la personalidad. Los aspectos de una trinidad que tienen que ver 
    con la personalidad son inherentes a sus miembros individuales, y como personas 
    individuales no son esa trinidad. Sólo son una trinidad como grupo; 
    ese grupo es la trinidad. Pero la trinidad siempre incluye a toda la 
    deidad que engloba; la trinidad es la unidad de la deidad. 
    1167:5  106:5.4 
    Los tres Absolutos -de la Deidad, Universal e Incalificado- no son una trinidad, 
    porque no todos son deidades. Sólo lo que está deificado puede volverse una 
    trinidad; todas las demás asociaciones son triunidades o triodidades. 
  6. INTEGRACIÓN ABSOLUTA O DE SEXTA FASE 
  
 1167:6  106:6.1 El potencial 
    actual del universo maestro apenas se puede considerar absoluto, aunque puede 
    estar muy bien cerca del último, y pensamos que es imposible revelar íntegramente 
    los valores y significados absolutos dentro de la perspectiva de un cosmos 
    subabsoluto. Nos encontramos pues con grandes dificultades cuando intentamos 
    concebir la expresión total de las posibilidades ilimitadas de los tres Absolutos, 
    e incluso cuando tratamos de visualizar la personalización experiencial de 
    Dios Absoluto en el nivel, actualmente impersonal, del Absoluto de la Deidad. 
    
    1168:1  106:6.2 
    El escenario espacial del universo maestro parece ser adecuado para la actualización 
    del Ser Supremo, para la formación y la plena función de la Trinidad Última, 
    para la ultimación de Dios Último e incluso para el principio de la Trinidad 
    Absoluta. Pero nuestros conceptos sobre la función plena de esta segunda Trinidad 
    experiencial parecen implicar un factor que sobrepasa incluso la inmensa extensión 
    del universo maestro. 
    1168:2  106:6.3 
    Si admitimos la hipótesis de un cosmos infinito -una especie de cosmos ilimitable 
    más allá del universo maestro- y si concebimos que los desarrollos finales 
    de la Trinidad Absoluta tendrán lugar en este campo de acción super-último, 
    entonces es posible conjeturar que la función completa de esta Trinidad se 
    expresará de manera final en las creaciones de la infinidad, y consumará la 
    actualización absoluta de todos los potenciales. La integración y la 
    asociación de segmentos cada vez más amplios de la realidad se acercará a 
    la absolutidad de estado en proporción a la inclusión de toda la realidad 
    dentro de los segmentos así asociados. 
    1168:3  106:6.4 
    Dicho de otra manera: La Trinidad Absoluta, como indica su nombre, es realmente 
    absoluta en su función total. No sabemos cómo una función absoluta puede conseguir 
    expresarse de manera total sobre un fundamento atenuado, limitado o sometido 
    a otras restricciones. A consecuencia de esto, debemos suponer que cualquier 
    función de totalidad de ese tipo será incondicionada (en potencial). Y también 
    podría parecer que lo incondicionado sería asímismo ilimitado, al menos desde 
    un punto de vista cualitativo, aunque no estamos tan seguros en lo que respecta 
    a las relaciones cuantitativas. 
    1168:4  106:6.5 
    Al menos estamos seguros de una cosa: La Trinidad Paradisiaca existencial 
    es infinita, y la Trinidad Última experiencial es subinfinita, pero la Trinidad 
    Absoluta no es tan fácil de clasificar; aunque es experiencial en su génesis 
    y constitución, se pone definitivamente en contacto con los Absolutos de potencialidad 
    existenciales. 
    1168:5  106:6.6 
    Aunque no es muy útil para la mente humana intentar captar estos conceptos 
    lejanos y superhumanos, sugerimos la idea de que la acción de la Trinidad 
    Absoluta en la eternidad culmina en una especie de experiencialización de 
    los Absolutos de potencialidad. Ésta parece ser una conclusión razonable en 
    lo que respecta al Absoluto Universal y también al Absoluto Incalificado; 
    al menos sabemos que el Absoluto Universal no es únicamente estático y potencial, 
    sino también asociativo en el sentido en que estas palabras conciernen a la 
    Deidad total. Pero en lo que respecta a los valores concebibles de la divinidad 
    y de la personalidad, estos supuestos acontecimientos implican la personalización 
    del Absoluto de la Deidad y la aparición de aquellos valores superpersonales 
    y de aquellos significados ultrapersonales inherentes al acabamiento de la 
    personalidad de Dios Absoluto -la tercera y última Deidad experiencial. 
  7. FINALIDAD DEL DESTINO 
  
 1168:6  106:7.1 Algunas 
    de las dificultades para concebir la integración de la realidad infinita están 
    inherentes en el hecho de que todas estas ideas contienen algo de la finalidad 
    del desarrollo universal, una especie de realización experiencial de todo 
    lo que podría existir algún día. Y es inconcebible que la infinidad cuantitativa 
    pueda nunca hacerse completamente real en la finalidad. En los tres Absolutos 
    potenciales siempre deben quedar posibilidades por explorar, que ninguna cantidad 
    de desarrollo experiencial podrá nunca agotar. La misma eternidad, aunque 
    es absoluta, no es más que absoluta. 
    1169:1  106:7.2 
    Incluso un concepto hipotético de la integración final es inseparable de todas 
    las cosas que se llevan a cabo en la eternidad incalificada, y por lo tanto, 
    esta integración es irrealizable en la práctica, en cualquier época futura 
    que se pueda concebir. 
   1169:2  106:7.3 
    El destino está establecido por el acto volitivo de las Deidades que componen 
    la Trinidad del Paraíso; el destino está establecido en la inmensidad de los 
    tres grandes potenciales, cuya absolutidad engloba las posibilidades de todo 
    desarrollo futuro. El destino lo culmina probablemente el acto del Consumador 
    del Destino del Universo, y es probable que en este acto estén implicados 
    el Supremo y el Último, que pertenecen a la Trinidad Absoluta. Cualquier destino 
    experiencial puede ser comprendido, al menos parcialmente, por las criaturas 
    que experimentan; pero un destino que roza los existenciales infinitos es 
    difícilmente comprensible. El destino en la finalidad es una consecución existencial-experiencial 
    que parece implicar al Absoluto de la Deidad. Pero el Absoluto de la Deidad 
    está relacionado en la eternidad con el Absoluto Incalificado gracias al Absoluto 
    Universal. Y estos tres Absolutos, que cuentan con la posibilidad de volverse 
    experienciales, son en realidad existenciales e incluso mucho más, puesto 
    que no tienen límites, ni tiempo, ni espacio, ni medidas, ni fronteras -son 
    verdaderamente infinitos. 
    1169:3  106:7.4 
    Aunque es improbable que se alcance la meta, eso no impide debatir las teorías 
    filosóficas relacionadas con estos destinos hipotéticos. La actualización 
    del Absoluto de la Deidad, como un Dios absoluto que se pueda alcanzar, puede 
    ser imposible de realizar en la práctica; sin embargo, esta fruición de la 
    finalidad permanece como una posibilidad teórica. La implicación del Absoluto 
    Incalificado en un cosmos infinito inconcebible puede estar inconmensurablemente 
    lejana en el futuro de la eternidad sin fin; pero sin embargo se trata de 
    una hipótesis válida. Los mortales, los morontiales, los espíritus, los finalitarios, 
    los Trascendentales y otros, así como los mismos universos y todas las demás 
    fases de la realidad, tienen ciertamente un destino potencialmente final, 
    de valor absoluto. Pero dudamos que algún ser o universo pueda nunca alcanzar 
    por completo todos los aspectos de un destino semejante. 
   1169:4  106:7.5 
    Por muy grande que sea vuestra comprensión del Padre, vuestra mente siempre 
    titubeará ante la infinidad no revelada del Padre-YO SOY, cuya inmensidad 
    sin explorar permanecerá siempre insondable e incomprensible durante todos 
    los ciclos de la eternidad. Por mucha parte de Dios que hayáis alcanzado, 
    siempre habrá una parte mucho más grande que ni siquiera sospecharéis que 
    existía. Creemos que esto es tan cierto en los niveles trascendentales como 
    en los dominios de la existencia finita. ¡La búsqueda de Dios no tiene fin! 
    
    1169:5  106:7.6 
    Esta incapacidad para alcanzar a Dios de manera final no debería desanimar 
    en absoluto a las criaturas del universo. En verdad podéis alcanzar, y alcanzáis 
    de hecho, los niveles de Deidad del Séptuplo, del Supremo y del Último, los 
    cuales significan para vosotros lo mismo que la comprensión infinita de Dios 
    Padre significa para el Hijo Eterno y el Actor Conjunto, en sus estados absolutos 
    de existencia en la eternidad. En lugar de abrumar a las criaturas, la infinidad 
    de Dios debería ser la seguridad suprema de que, a lo largo de todo el interminable 
    futuro, cada personalidad ascendente tendrá ante sí unas posibilidades para 
    desarrollar su personalidad y para asociaciarse con la Deidad, que ni la misma 
    eternidad podrá agotar o poner fin. 
   1169:6  106:7.7 
    Para las criaturas finitas del gran universo, el concepto del universo maestro 
    parece casi infinito, pero no hay duda de que sus arquitectos absonitos perciben 
    su relatividad en relación con los desarrollos futuros e inimaginables dentro 
    del YO SOY sin fin. El mismo espacio no es más que una condición última, una 
    condición de atenuación dentro de la absolutidad relativa de las zonas 
    tranquilas de espacio intermedio. 
    1170:1  106:7.8 
    En un momento inconcebiblemente lejano de la eternidad futura, cuando todo 
    el universo maestro esté finalmente acabado, no hay duda de que todos contemplaremos 
    retrospectivamente su historia entera como un simple comienzo, como la simple 
    creación de ciertos fundamentos finitos y trascendentales con vistas a unas 
    metamorfosis aún mayores y más cautivadoras en la infinidad sin explorar. 
    En ese momento futuro de la eternidad, el universo maestro aún parecerá joven; 
    en verdad, siempre será joven en comparación con las posibilidades ilimitadas 
    de la eternidad interminable. 
   1170:2  106:7.9 
    Es improbable que se alcance un destino infinito, pero eso no impide en absoluto 
    concebir ideas sobre ese destino. No dudamos en afirmar que si los tres potenciales 
    absolutos pudieran alguna vez actualizarse por completo, entonces sería posible 
    concebir la integración final de la realidad total. Esta realización, que 
    se produce a través del desarrollo, está basada en la actualización concluída 
    de los Absolutos Incalificado, Universal y de la Deidad, las tres potencialidades 
    que unidas forman la parte latente del YO SOY, las realidades en suspenso 
    de la eternidad, las posibilidades en reposo de todo el futuro, y mucho más. 
    
    1170:3  106:7.10 
    Lo menos que podemos decir es que estas eventualidades están más bien lejanas. 
    Sin embargo, en los mecanismos, personalidades y asociaciones de las tres 
    Trinidades, nos parece detectar la posibilidad teórica de la reunión de las 
    siete fases absolutas del Padre-YO SOY. Esto nos sitúa frente al concepto 
    de la triple Trinidad, que engloba a la Trinidad del Paraíso, cuyo estado 
    es existencial, y a las dos Trinidades que aparecen posteriormente, cuya naturaleza 
    y origen es experiencial. 
  8. LA TRINIDAD DE TRINIDADES 
  
 1170:4  106:8.1 Es difícil 
    describir a la mente humana la naturaleza de la Trinidad de Trinidades; es 
    la suma efectiva de la totalidad de la infinidad experiencial, tal como ésta 
    se manifiesta en una infinidad teórica de realización en la eternidad. En 
    la Trinidad de Trinidades, lo infinito experiencial logra identificarse con 
    lo infinito existencial, y ambos no forman más que uno en el YO SOY pre-experiencial 
    y pre-existencial. La Trinidad de Trinidades es la expresión final de todo 
    lo que contienen las quince triunidades y las triodidades asociadas. Para 
    los seres relativos es difícil comprender las finalidades, ya sean existenciales 
    o experienciales; por este motivo siempre han de ser presentadas en forma 
    de relatividades. 
    1170:5  106:8.2 
    La Trinidad de Trinidades existe en diversas fases. Contiene posibilidades, 
    probabilidades e inevitabilidades que desconciertan la imaginación de los 
    seres situados muy por encima del nivel humano. Contiene implicaciones probablemente 
    insospechadas por los filósofos celestiales, porque están contenidas en las 
    triunidades y las triunidades son, a fin de cuentas, insondables. 
   1170:6  106:8.3 
    Se puede describir de diversas maneras la Trinidad de Trinidades, y escogemos 
    presentar este concepto en tres niveles, que son los siguientes: 
   
     1. El nivel de las tres Trinidades.
      2. El nivel de la Deidad experiencial.
      3. El nivel del YO SOY. 
  
   1170:10  106:8.4 
    Son unos niveles que reflejan una unificación creciente. En realidad, la Trinidad 
    de Trinidades es el primer nivel, mientras que el segundo y el tercero son 
    derivados y unificaciones del primero. 
   1171:1  106:8.5 
    EL PRIMER NIVEL: Se cree que en este nivel de asociación inicial, las tres 
    Trinidades funcionan como agrupaciones perfectamente sincronizadas, aunque 
    distintas, de personalidades de la Deidad. 
   1171:2  106:8.6 
    1. La Trinidad del Paraíso, la asociación de las tres Deidades del 
    Paraíso -el Padre, el Hijo y el Espíritu. No hay que olvidar que la Trinidad 
    del Paraíso encierra una triple función: una función absoluta, una función 
    trascendental (Trinidad de Ultimacía) y una función finita (Trinidad de Supremacía). 
    La Trinidad del Paraíso es cualquiera de estas funciones y todas a la vez, 
    en cualquier momento y en todo momento. 
  1171:3  106:8.7 
    2. La Trinidad Última. Es la asociación de las deidades de los Creadores 
    Supremos, Dios Supremo y los Arquitectos del Universo Maestro. Aunque ésta 
    es una presentación adecuada de los aspectos de la divinidad de esta Trinidad, 
    hay que señalar que esta Trinidad contiene otras fases que sin embargo parecen 
    coordinarse perfectamente con los aspectos de la divinidad. 
  1171:4  106:8.8 
    3. La Trinidad Absoluta. Es la agrupación de Dios Supremo, Dios Último 
    y el Consumador del Destino del Universo, con relación a todos los valores 
    de la divinidad. Algunas otras fases de esta agrupación trina se refieren 
    a valores que reflejan algo distinto a la divinidad en el cosmos en expansión, 
    pero que se están unificando con las fases de la divinidad, de la misma manera 
    que los aspectos del poder y de la personalidad de las Deidades experienciales 
    están actualmente en proceso de sintetización experiencial. 
   1171:5  106:8.9 
    La asociación de estas tres Trinidades en la Trinidad de Trinidades proporciona 
    la posibilidad de una integración ilimitada de la realidad. Esta agrupación 
    contiene las causas, los estados intermedios y los finales; los iniciadores, 
    los realizadores y los consumadores; los comienzos, las existencias y los 
    destinos. La asociación del Padre y del Hijo se ha transformado en la asociación 
    del Hijo y del Espíritu, luego en la del Espíritu y el Supremo, después en 
    la del Supremo y el Último, más tarde en la del Último y el Absoluto, y finalmente 
    en la del Absoluto y el Padre-Infinito -la culminación del ciclo de la realidad. 
    De la misma manera, pero en otras fases que no están tan estrechamente relacionadas 
    con la divinidad y la personalidad, la Gran Fuente-Centro Primera realiza 
    por sí misma la no limitación de la realidad en torno al círculo de la eternidad, 
    desde la absolutidad de la autoexistencia, pasando por la perpetuidad de la 
    auto-revelación, hasta la finalidad de la auto-realización -desde el absoluto 
    de los existenciales hasta la finalidad de los experienciales. 
   1171:6  106:8.10 
    EL SEGUNDO NIVEL: La coordinación de las tres Trinidades implica inevitablemente 
    la unión asociativa de las Deidades experienciales, que están genéticamente 
    asociadas con estas Trinidades. La naturaleza de este segundo nivel a veces 
    se ha presentado de la manera siguiente: 
   1171:7  106:8.11 
    1.  El Supremo. Es la consecuencia en forma de deidad de la unidad 
    de la Trinidad del Paraíso en conexión experiencial con los Hijos Creadores 
    y las Hijas Creativas de las Deidades del Paraíso. El Supremo es el que da 
    cuerpo, en forma de deidad, a la terminación de la primera etapa de la evolución 
    finita.
   1171:8  106:8.12 
    2. El Último. Es la consecuencia en forma de deidad de la unidad ultimada 
    de la segunda Trinidad, la personificación trascendental y absonita de la 
    divinidad. El Último consiste en una unidad variablemente considerada de múltiples 
    cualidades, y el concepto humano de esto haría bien en incluir al menos aquellas 
    fases de la ultimacía que dirigen el control, que son experimentables personalmente 
    y que unifican tensionalmente, pero existen otros muchos aspectos no revelados 
    de la Deidad ultimada. Aunque el Último y el Supremo son comparables, no son 
    idénticos, y el Último tampoco es simplemente una ampliación del Supremo. 
  1172:1  106:8.13 
    3. El Absoluto. Existen muchas teorías sobre el carácter del tercer 
    miembro del segundo nivel de la Trinidad de Trinidades. Dios Absoluto está 
    sin duda implicado en esta asociación como la consecuencia en forma de personalidad 
    de la función final de la Trinidad Absoluta, y sin embargo, el Absoluto de 
    la Deidad es una realidad existencial que por su estado pertenece a la eternidad. 
   1172:2  106:8.14 
    La dificultad para concebir este tercer miembro está inherente en el hecho 
    de que presuponer su presencia como miembro significa en realidad que no hay 
    más que un Absoluto. Teóricamente, si este suceso pudiera ocurrir, asistiríamos 
    a la unificación  experiencial de los tres Absolutos en uno solo. Y 
    se nos enseña que, en la infinidad y existencialmente, no hay más que 
    un Absoluto. Aunque está muy poco claro quién puede ser este tercer miembro, 
    a menudo se especula que puede consistir en alguna forma de relación inimaginable 
    y de manifestación cósmica de los Absolutos de la Deidad, Universal e Incalificado. 
    Es cierto que la Trinidad de Trinidades difícilmente podría funcionar por 
    completo sin la unificación total de los tres Absolutos, y éstos apenas pueden 
    estar unificados sin que todos los potenciales infinitos se hayan realizado 
    por completo. 
    1172:3  106:8.15 
    Es probable que se reduzca al mínimo la deformación de la verdad si se concibe 
    al Absoluto Universal como el tercer miembro de la Trinidad de Trinidades, 
    con tal de que este concepto considere al Universal no solamente como estático 
    y potencial, sino también como asociativo. Sin embargo, aún no percibimos 
    cómo está relacionado con los aspectos creativos y evolutivos de la función 
    de la Deidad total. 
    1172:4  106:8.16 
    Aunque es difícil formarse un concepto completo de la Trinidad de Trinidades, 
    no es tan difícil hacerse una idea limitada. Si concebimos el segundo nivel 
    de la Trinidad de Trinidades como esencialmente personal, es perfectamente 
    posible suponer que la unión de Dios Supremo, Dios Último y Dios Absoluto 
    es la repercusión personal de la unión de las Trinidades personales que son 
    ancestrales a estas Deidades experienciales. Aventuramos la opinión de que 
    estas tres Deidades experienciales se unificarán sin duda en el segundo nivel, 
    como consecuencia directa de la unión creciente de sus Trinidades ancestrales 
    y causativas, que forman el primer nivel. 
    1172:5  106:8.17 
    El primer nivel está compuesto de tres Trinidades. El segundo nivel existe 
    como la asociación de las personalidades de la Deidad experiencial-evolucionadas, 
    experiencial-ultimadas y experiencial-existenciales. Independientemente de 
    cualquier dificultad conceptual para comprender toda la Trinidad de Trinidades, 
    la asociación personal de estas tres Deidades, en el segundo nivel, se ha 
    manifestado en nuestra propia época universal en el fenómeno de hacer de Majestón 
    una deidad, el cual fue actualizado en este segundo nivel por el Absoluto 
    de la Deidad, que actuó a través del Último y en respuesta al mandato creativo 
    inicial del Ser Supremo. 
   1172:6  106:8.18 
    EL TERCER NIVEL: La relación recíproca entre todas las fases de todos los 
    tipos de realidad que existen, han existido o pudieran existir en la totalidad 
    de la infinidad, está incluida en la hipótesis incalificada del segundo nivel 
    de la Trinidad de Trinidades. El Ser Supremo no es solamente espíritu, sino 
    también mente, poder y experiencia. El Último es todo esto y mucho más. En 
    cuanto al concepto conjunto de la unicidad de los Absolutos de la Deidad, 
    Universal e Incalificado, dicho concepto incluye la finalidad absoluta de 
    toda la realización de la realidad. 
    1172:7  106:8.19 
    En la unión que forman el Supremo, el Último y el Absoluto consumado, podría 
    producirse una reconstrucción funcional de aquellos aspectos de la infinidad 
    que al principio fueron fragmentados por el YO SOY, y que dieron como resultado 
    la aparición de los Siete Absolutos de la Infinidad. Aunque los filósofos 
    del universo suponen que se trata de una probabilidad enormemente lejana, 
    sin embargo a menudo hacemos la pregunta siguiente: Si el segundo nivel de 
    la Trinidad de Trinidades pudiera alcanzar alguna vez la unidad trinitaria, 
    ¿qué sucedería entonces como consecuencia de esta unidad de deidad? No lo 
    sabemos, pero estamos seguros de que conduciría directamente a considerar 
    al YO SOY como susceptible de ser alcanzado por experiencia. Desde el punto 
    de vista de los seres personales, esto significaría que el incognoscible YO 
    SOY se ha vuelto accesible a la experiencia como Padre-Infinito. Desde el 
    punto de vista no personal, el significado de estos destinos absolutos es 
    una cuestión muy distinta, que sólo la eternidad podrá posiblemente clarificar. 
    Cuando examinamos estas eventualidades lejanas como criaturas personales, 
    deducimos que el destino final de todas las personalidades es conocer de manera 
    final al Padre Universal de esas mismas personalidades. 
    1173:1  106:8.20 
    Tal como concebimos filosóficamente al YO SOY en la eternidad pasada, está 
    solo, no hay nadie más que él. Si miramos hacia la eternidad futura, no vemos 
    la posibilidad de que el YO SOY, como existencial, pueda cambiar, pero nos 
    inclinamos a pronosticar una enorme diferencia experiencial. Este concepto 
    del YO SOY implica la completa realización de sí mismo -engloba al conjunto 
    ilimitado de personalidades que se han vuelto participantes volitivas en la 
    auto-revelación del YO SOY, y que continuarán siendo eternamente partes volitivas 
    absolutas de la totalidad de la infinidad, los hijos finales del Padre absoluto. 
  9. UNIFICACIÓN EXISTENCIAL INFINITA 
  
 1173:2  106:9.1 En el concepto 
    de la Trinidad de Trinidades, postulamos la posibilidad de que la realidad 
    ilimitada se unifique experiencialmente, y a veces emitimos la teoría de que 
    todo esto podría suceder en el extremo alejamiento de la lejanísima eternidad. 
    Pero existe no obstante una unificación actual y presente de la infinidad 
    en esta misma era, como en todas las eras pasadas y futuras del universo; 
    esta unificación es existencial en la Trinidad del Paraíso. Como realidad 
    experiencial, la unificación de la infinidad está inimaginablemente lejana, 
    pero el momento presente de la existencia del universo está dominado por una 
    unidad incalificada de la infinidad, que unifica las divergencias de toda 
    la realidad con una majestuosidad existencial absoluta. 
    1173:3  106:9.2 
    Cuando las criaturas finitas intentan concebir la unificación infinita en 
    aquellos niveles de la eternidad consumada que representan la finalidad, se 
    enfrentan con las limitaciones intelectuales inherentes a sus existencias 
    finitas. El tiempo, el espacio y la experiencia constituyen barreras para 
    los conceptos de las criaturas; y sin embargo, sin el tiempo, fuera del espacio 
    y a falta de experiencia, ninguna criatura podría obtener una comprensión 
    aunque fuera limitada de la realidad universal. Ninguna criatura evolutiva 
    podría percibir posiblemente las relaciones secuenciales, si fuera insensible 
    al tiempo. Ninguna criatura podría captar las relaciones de simultaneidad 
    si no percibiera el espacio. Ninguna criatura evolutiva podría existir siquiera 
    sin la experiencia. Únicamente los Siete Absolutos de la Infinidad trascienden 
    realmente la experiencia, e incluso ellos mismos pueden ser experienciales 
    en algunas fases. 
    1173:4  106:9.3 
    El tiempo, el espacio y la experiencia son los mayores auxiliares del hombre 
    para percibir la realidad de manera relativa, y son al mismo tiempo sus más 
    grandes obstáculos para poder percibirla por completo. Los mortales, y otras 
    muchas criaturas del universo, necesitan pensar en los potenciales como que 
    se actualizan en el espacio y evolucionan hasta su madurez en el tiempo, pero 
    todo este proceso es un fenómeno espacio-temporal que no se produce realmente 
    en el Paraíso ni en la eternidad. En el nivel absoluto no existe el tiempo 
    ni el espacio; allí todos los potenciales se pueden percibir como actuales. 
    
    1173:5  106:9.4 
    El concepto de la unificación de toda la realidad, si ésta se produce en la 
    presente era universal o en cualquier otra, es básicamente doble: existencial 
    y experiencial. Esta unidad está en proceso de realizarse de manera experiencial 
    en la Trinidad de Trinidades, pero el grado de actualización aparente de esta 
    triple Trinidad es directamente proporcional a la desaparición de las atenuaciones 
    e imperfecciones de la realidad en el cosmos. No obstante, la integración 
    total de la realidad está presente de manera incalificada, eterna y existencial, 
    en la Trinidad del Paraíso, en la cual la realidad infinita está absolutamente 
    unificada en este mismo instante universal. 
   1174:1  106:9.5 
    Los puntos de vista experiencial y existencial crean una paradoja inevitable, 
    que procede en parte del hecho de que la Trinidad del Paraíso y la Trinidad 
    de Trinidades son, cada una de ellas, una entidad de relaciones en la eternidad, 
    que los mortales sólo pueden percibir como una relatividad espacio-temporal. 
    El concepto humano de la actualización experiencial gradual de la Trinidad 
    de Trinidades -punto de vista temporal- debe ser completado con el postulado 
    adicional de que esto es ya una realidad factual -punto de vista de 
    la eternidad. ¿Cómo se pueden conciliar estos dos puntos de vista? Sugerimos 
    a los mortales finitos que acepten la verdad de que la Trinidad del Paraíso 
    es la unificación existencial de la infinidad, y de que la incapacidad para 
    detectar la presencia efectiva y la manifestación concluída de la Trinidad 
    de Trinidades experiencial, se debe en parte a las deformaciones recíprocas 
    de: 
   1174:2  106:9.6 
    1. El limitado punto de vista humano, la inaptitud para captar el concepto 
    de la eternidad incalificada. 
    1174:3  106:9.7 2. El estado imperfecto 
    humano, el alejamiento del nivel absoluto de los experienciales. 
    1174:4  106:9.8 3. La finalidad de 
    la existencia humana, el hecho de que la humanidad está diseñada para evolucionar 
    mediante la técnica de la experiencia, y por esta razón, tiene que depender 
    de la experiencia de manera inherente y por constitución. Sólo un Absoluto 
    puede ser a la vez existencial y experiencial. 
   1174:5  106:9.9 
    El Padre Universal, en la Trinidad del Paraíso, es el YO SOY de la Trinidad 
    de Trinidades, y las limitaciones finitas son las que impiden experimentar 
    al Padre como infinito. El concepto del YO SOY existencial, solitario, 
    pre-trinitario e inaccesible, y el postulado del YO SOY experiencial, 
    accesible y posterior a la Trinidad de Trinidades, no son más que una sola 
    y misma hipótesis; ningún cambio efectivo se ha producido en el Infinito; 
    todos los desarrollos aparentes se deben a las capacidades crecientes para 
    recibir la realidad y para apreciar el cosmos. 
    1174:6  106:9.10 
    A fin de cuentas, el YO SOY debe existir antes que todos los existenciales 
    y después de todos los experienciales. Aunque estas ideas quizás no 
    clarifiquen en la mente humana las paradojas de la eternidad y de la infinidad, 
    al menos deberían estimular a los intelectos finitos a enfrentarse de nuevo 
    con estos problemas sin fin, unos problemas que continuarán intrigándoos en 
    Salvington, y más tarde como finalitarios, y después durante todo el futuro 
    interminable de vuestra carrera eterna en los extensos universos. 
   1174:7  106:9.11 
    Tarde o temprano todas las personalidades del universo empiezan a comprender 
    que la búsqueda final de la eternidad es la exploración sin fin de la infinidad, 
    el viaje interminable de descubrimiento dentro de la absolutidad de la Fuente-Centro 
    Primera. Tarde o temprano todos llegamos a saber que todo crecimiento de la 
    criatura es proporcional a su identificación con el Padre. Llegamos a comprender 
    que vivir la voluntad de Dios es el salvoconducto eterno para las posibilidades 
    sin fin de la misma infinidad. Los mortales comprenderán algún día que el 
    éxito en la búsqueda del Infinito es directamente proporcional al grado de 
    parecido que se alcance con el Padre, y que durante esta era del universo, 
    las realidades del Padre están reveladas en las cualidades de la divinidad, 
    y las criaturas del universo se apropian personalmente de estas cualidades 
    de la divinidad en la experiencia de vivir divinamente, y vivir divinamente 
    significa vivir efectivamente la voluntad de Dios. 
    1175:1  106:9.12 
    Para las criaturas materiales, evolutivas y finitas, una vida basada en vivir 
    la voluntad del Padre conduce directamente a alcanzar la supremacía espiritual 
    en el ámbito de la personalidad, y estas criaturas avanzan un paso más en 
    la comprensión del Padre-Infinito. Una vida centrada así en el Padre está 
    basada en la verdad, es sensible a la belleza y está dominada por la bondad. 
    La persona que conoce así a Dios está interiormente iluminada por la adoración, 
    y exteriormente consagrada de todo corazón al servicio de la fraternidad universal 
    de todas las personalidades, un ministerio de servicio lleno de misericordia 
    y motivado por el amor. Al mismo tiempo, todas estas cualidades de vida están 
    unificadas en la personalidad que evoluciona en niveles siempre ascendentes 
    de sabiduría cósmica, de realización de sí mismo, de descubrimiento de Dios 
    y de adoración del Padre. 
   1175:2  106:9.13 
    [Presentado por un Melquisedek de Nebadon.]