1225:2 112:0.2
Aunque sería presuntuoso intentar definir la personalidad, puede resultar
útil recordar algunas cosas que se conocen sobre ella:
1225:3 112:0.3
1. La personalidad es esa cualidad dentro de la realidad que es otorgada por
el mismo Padre Universal, o por el Actor Conjunto actuando en nombre del Padre.
1225:4 112:0.4
2. Puede ser atribuída a cualquier sistema energético viviente que contenga
la mente o el espíritu.
1225:5 112:0.5
3. No está sometida por completo a las trabas de la causación antecedente.
Es relativamente creativa o cocreativa.
1225:6 112:0.6
4. Cuando se concede a las criaturas materiales evolutivas, hace que el espíritu
se esfuerce por dominar la energía-materia por intermedio de la mente.
1225:7 112:0.7
5. Aunque está desprovista de identidad, la personalidad puede unificar la
identidad de cualquier sistema energético viviente.
1225:8 112:0.8
6. Su reacción al circuito de la personalidad sólo es cualitativa, en contraste
con las tres energías que muestran una reacción cualitativa y cuantitativa
a la gravedad.
1225:9 112:0.9
7. La personalidad no varía en presencia del cambio.
1225:10 112:0.10
8. Puede hacer un don a Dios -consagrar su libre albedrío a hacer la voluntad
de Dios.
1225:11 112:0.11
9. Está caracterizada por la moralidad -la conciencia de la relatividad de
las relaciones con otras personas. Discierne los niveles de conducta, y discrimina
selectivamente entre ellos.
1225:12 112:0.12
10. La personalidad es única, absolutamente única: es única en el tiempo y
en el espacio; es única en la eternidad y en el Paraíso; es única cuando se
otorga -no existen duplicados; es única en cada momento de la existencia;
es única con respecto a Dios- que no hace acepción de personas pero que tampoco
las adiciona, porque no son adicionables -son asociables, pero no totalizables.
1226:1 112:0.13
11. La personalidad reacciona directamente ante la presencia de otra personalidad.
1226:2 112:0.14
12. Es un elemento que puede añadirse al espíritu, lo cual muestra la primacía
del Padre con respecto al Hijo (la mente no necesita ser añadida al espíritu).
1226:3 112:0.15
13. La personalidad puede sobrevivir a la muerte física conservando su identidad
en el alma sobrevivivente. El Ajustador y la personalidad son invariables;
la relación entre ambos (en el alma) no es más que cambio, evolución contínua.
Si este cambio (el crecimiento) cesara, el alma dejaría de existir.
1226:4 112:0.16
14. La personalidad tiene una conciencia única del tiempo, distinta por completo
a como la mente o el espíritu perciben el tiempo.
1. LA PERSONALIDAD Y LA REALIDAD
1226:5 112:1.1 El Padre
Universal confiere la personalidad a sus criaturas como un don potencialmente
eterno. Este don divino está destinado a funcionar en numerosos niveles y
en situaciones universales sucesivas, desde lo finito más humilde hasta lo
absonito más elevado, e incluso hasta las fronteras de lo absoluto. Así pues,
la personalidad desempeña su actividad en tres planos cósmicos o en tres fases
del universo:
1226:6 112:1.2
1. Estado de ubicación. La personalidad funciona con igual eficacia
en el universo local, en el superuniverso y en el universo central.
1226:7 112:1.3 2. Estado de significado.
La personalidad juega un papel efectivo en los niveles de lo finito, lo absonito
e incluso en los límites de lo absoluto.
1226:8 112:1.4
3. Estado de valor. La personalidad se puede realizar experiencialmente
en los reinos progresivos de lo material, lo morontial y lo espiritual.
1226:9 112:1.5
La personalidad tiene un campo de acción perfeccionado de dimensiones cósmicas.
La personalidad finita tiene tres dimensiones que funcionan más o menos como
sigue:
1226:10 112:1.6
1. La longitud representa la dirección y la naturaleza del progreso
-el movimiento a través del espacio y conforme al tiempo-, la evolución.
1226:11 112:1.7
2. La profundidad vertical abarca los impulsos y actitudes
del organismo, los niveles variables de auto-realización y el fenómeno general
de la reacción al medio.
1226:12 112:1.8
3. La anchura abarca el ámbito de la coordinación, la asociación y
la organización de la individualidad.
1226:13 112:1.9
El tipo de personalidad conferida a los mortales de Urantia tiene un potencial
de siete dimensiones de expresión del yo, o de realización de la persona.
Estos fenómenos dimensionales son realizables a razón de tres en el nivel
finito, tres en el nivel absonito y uno en el nivel absoluto. En los niveles
sub-absolutos, esta séptima dimensión o dimensión de totalidad, puede experimentarse
como el hecho de la personalidad. Esta dimensión suprema es un absoluto
asociable y, aunque no es infinita, posee un potencial dimensional que permite
una penetración subinfinita de lo absoluto.
1226:14 112:1.10
Las dimensiones finitas de la personalidad están en relación con la longitud,
la profundidad y la anchura cósmicas. La longitud designa un significado;
la profundidad representa un valor; y la anchura engloba la percepción -la
capacidad de experimentar una conciencia indiscutible de la realidad cósmica.
1227:1 112:1.11
En el nivel morontial, todas estas dimensiones finitas del nivel material
se encuentran muy realzadas, y se pueden realizar ciertos nuevos valores dimensionales.
Todas estas experiencias dimensionales ampliadas del nivel morontial están
maravillosamente articuladas con la dimensión suprema, o dimensión de la personalidad,
gracias a la influencia de la mota y también a causa de la contribución de
las matemáticas morontiales.
1227:2 112:1.12
Muchas de las dificultades experimentadas por los mortales en su estudio de
la personalidad humana podrían evitarse si la criatura finita recordara que
los niveles dimensionales y los niveles espirituales no están coordinados
en la realización experiencial de la personalidad.
1227:3 112:1.13
La vida es en realidad un proceso que tiene lugar entre el organismo (la individualidad)
y su entorno. La personalidad confiere valor de identidad y significados de
continuidad a esta asociación entre un organismo y un medio. Hay que reconocer,
pues, que el fenómeno de la reacción a los estímulos no es un simple proceso
mecánico, puesto que la personalidad funciona como un factor en la situación
total. Es una verdad permanente que los mecanismos son pasivos por naturaleza,
y los organismos inherentemente activos.
1227:4 112:1.14
La vida física es un proceso que tiene lugar, no tanto en el interior del
organismo, como entre el organismo y el medio. Todo proceso de este
tipo tiende a crear y establecer unos arquetipos de reacción del organismo
a ese medio. Todos estos arquetipos directores ejercen una gran influencia
en la elección de los objetivos.
1227:5 112:1.15
El yo y el entorno establecen un contacto significativo por mediación de la
mente. La habilidad y el consentimiento del organismo para efectuar estos
contactos significativos con el entorno (para reaccionar a los estímulos)
representa la actitud de la personalidad entera.
1227:6 112:1.16
La personalidad actúa con dificultad cuando está aislada. El hombre es por
naturaleza una criatura sociable; está dominado por un ardiente deseo de pertenencia.
Es literalmente cierto que "ningún hombre vive para sí mismo".
1227:7 112:1.17
El concepto de personalidad, en el sentido de totalidad de la criatura que
vive y actúa, significa mucho más que la integración de unas relaciones. Significa
la unificación de todos los factores de la realidad, así como la coordinación
de las relaciones. Entre dos objetos existen relaciones, pero tres objetos
o más constituyen un sistema, y un sistema representa mucho más que
unas relaciones ampliadas o complejas. Esta distinción es fundamental porque
en un sistema cósmico, los miembros individuales no están conectados entre
sí salvo en relación con el todo, y a través de la individualidad de ese todo.
1227:8 112:1.18
En el organismo humano, la suma de las partes constituye el yo -la individualidad-
pero este proceso no tiene nada en común con la personalidad, que unifica
todos estos factores en sus relaciones con las realidades cósmicas.
1227:9 112:1.19
En los conjuntos las partes se suman; en los sistemas las partes se ordenan.
Los sistemas son significativos por su organización -por los valores de posición.
En un buen sistema todos los factores están en posición cósmica. En un mal
sistema hay algo que falta o está desplazado -desordenado. En el sistema humano,
la personalidad es la que unifica todas las actividades y confiere, a la vez,
las cualidades de identidad y de creatividad.
2. EL YO
1227:10 112:2.1 Al estudiar
el yo, sería conveniente recordar lo siguiente:
1. Los sistema físicos están subordinados.
2. Los sistemas intelectuales están coordinados.
3. La personalidad es superordenada.
4. La fuerza espiritual interior es potencialmente directora.
1228:1 112:2.2
En todos los conceptos sobre el yo se debería reconocer que el hecho de la
vida viene en primer lugar, y su evaluación o interpretación después. Un niño
humano empieza por vivi,r y posteriormente reflexiona sobre
su vida. En la economía cósmica, el discernimiento precede a la previsión.
1228:2 112:2.3
El hecho universal de Dios volviéndose hombre ha cambiado para siempre todos
los significados y ha modificado todos los valores de la personalidad humana.
En el verdadero sentido de la palabra, el amor implica una estima mútua entre
personalidades completas, ya sean humanas o divinas, o humanas y divinas.
Las partes componentes del yo pueden funcionar de muchas maneras -pensando,
sintiendo, deseando- pero sólo los atributos coordinados de la personalidad
completa están focalizados en una acción inteligente. Todos estos poderes
están asociados con la dotación espiritual de la mente mortal, cuando un ser
humano ama sincera y desinteresadamente a otro ser, ya sea humano o divino.
1228:3 112:2.4
Todos los conceptos mortales de la realidad están basados en la suposición
de que la personalidad humana es real. Todos los conceptos de las realidades
superhumanas están basados en la experiencia de la personalidad humana con
las realidades cósmicas de ciertas entidades espirituales y personalidades
divinas asociadas. En la experiencia humana, todo lo que no es espiritual,
salvo la personalidad, es un medio para conseguir un fin. Toda verdadera relación
del hombre mortal con otras personas, humanas o divinas, es un fin en sí misma.
Y una comunión de este tipo con la personalidad de la Deidad es precísamente
la meta eterna de la ascensión universal.
1228:4 112:2.5
El poseer una personalidad identifica al hombre como un ser espiritual, puesto
que la unidad del yo y la auto-conciencia de la personalidad son dones del
mundo supermaterial. El hecho mismo de que un mortal materialista pueda negar
la existencia de realidades supermateriales demuestra, en sí mismo y por sí
mismo, que la síntesis espiritual y la conciencia cósmica están presentes
y funcionando en su mente humana.
1228:5 112:2.6
Existe un gran abismo cósmico entre la materia y el pensamiento, y un abismo
inconmensurablemente mayor entre la mente material y el amor espiritual. La
conciencia, y mucho menos la conciencia de sí, no puede ser explicada por
ninguna teoría de asociación electrónica mecánica, ni por ningún fenómeno
de energía materialista.
1228:6 112:2.7
A medida que la mente prosigue el análisis último de la realidad, la materia
se desvanece para los sentidos materiales, pero puede seguir siendo real para
la mente. Cuando el discernimiento espiritual busca la realidad que subsiste
detrás de la desaparición de la materia, y la persigue hasta su último análisis,
la materia desaparece para la mente, pero el discernimiento del espíritu aún
puede percibir las realidades cósmicas y los valores supremos de naturaleza
espiritual. En consecuencia, la ciencia cede el paso a la filosofía, mientras
que la filosofía debe plegarse a las conclusiones inherentes a la experiencia
espiritual auténtica. El pensamiento se doblega ante la sabiduría, y la sabiduría
se pierde en una adoración iluminada y reflectiva.
1228:7 112:2.8
En la ciencia, el yo humano observa el mundo material; la filosofía es la
observación de esta observación del mundo material; la religión, la verdadera
experiencia espiritual, es la apreciación experiencial de la realidad cósmica
de la observación de la observación de toda esta síntesis relativa de materiales
energéticos del tiempo y del espacio. Construir una filosofía del universo
basada en un materialismo excluyente, es ignorar el hecho de que todas las
cosas materiales son concebidas inicialmente como reales en la experiencia
de la conciencia humana. El observador no puede ser la cosa observada; la
evaluación exige que el evaluador trascienda un poco la cosa evaluada.
1228:8 112:2.9
En el tiempo, el pensamiento conduce a la sabiduría y la sabiduría lleva a
la adoración; en la eternidad, la adoración conduce a la sabiduría y la sabiduría
termina en la finalidad del pensamiento.
1229:1 112:2.10
La posibilidad de unificar el yo en evolución está inherente en las cualidades
de sus factores constitutivos, que son: las energías de base, los tejidos
principales, el supercontrol químico fundamental, las ideas supremas, los
móviles supremos, las metas supremas y el espíritu divino otorgado del Paraíso
-el secreto de la conciencia de sí de la naturaleza espiritual del hombre.
1229:2 112:2.11
El propósito de la evolución cósmica es conseguir la unidad de la personalidad
a través de una dominación creciente del espíritu, una respuesta volitiva
a las enseñanzas y directrices del Ajustador del Pensamiento. La personalidad,
tanto humana como superhumana, está caracterizada por una cualidad cósmica
inherente que podríamos llamar "la evolución del dominio", la expansión
del control sobre sí mismo y sobre el entorno.
1229:3 112:2.12
Una personalidad ascendente, en otro tiempo humana, pasa por dos grandes fases
de dominio volitivo creciente sobre el yo y en el universo:
1229:4 112:2.13
1. La experiencia prefinalitaria, o de la búsqueda de Dios, que consiste en
aumentar la comprensión de sí a través de una técnica de expansión y realización
de la identidad, así como solucionar los problemas cósmicos, con el consiguiente
dominio del universo.
1229:5 112:2.14
2. La experiencia post-finalitaria, o reveladora de Dios, en la que la realización
de sí experimenta una expansión creativa mediante la revelación del Ser Supremo
experiencial a las inteligencias que buscan a Dios, pero que aún no han alcanzado
los niveles divinos de parecerse a Dios.
1229:6 112:2.15
Las personalidades descendentes pasan por experiencias análogas durante sus
diversas aventuras en el universo, mientras tratan de aumentar su aptitud
para conocer con certeza y ejecutar las voluntades divinas de las Deidades
Suprema, Última y Absoluta.
1229:7 112:2.16
Durante la vida física, el yo material, la entidad-ego de la identidad humana,
depende del funcionamiento contínuo del vehículo vital material, del mantenimiento
contínuo del equilibrio inestable entre las energías y el intelecto, a lo
cual se le ha dado el nombre de vida en Urantia. Pero el yo con valor
de supervivencia, el yo que puede trascender la experiencia de la muerte,
sólo se constituye efectuando una transferencia potencial de la sede de la
identidad de la personalidad evolutiva, desde el vehículo transitorio de la
vida -el cuerpo material- hasta el alma morontial de naturaleza más duradera
e inmortal, para acceder a los niveles donde el alma se impregna de realidad
espiritual y alcanza finalmente el estado real de espíritu. Esta transferencia
efectiva de una asociación material a una identificación morontial se efectúa
mediante la sinceridad, la persistencia y la firmeza de las decisiones de
la criatura humana que busca a Dios.
3. EL FENÓMENO DE LA MUERTE
1229:8 112:3.1 Los urantianos
solamente reconocen, de manera general, un solo tipo de muerte, el cese físico
de las energías vitales; pero en lo que respecta a la supervivencia de la
personalidad, existen en realidad tres tipos de muerte:
1229:9 112:3.2
1. La muerte espiritual (del alma). Si el hombre mortal rechaza la
supervivencia y la ha rechazado definitivamente; cuando ha sido declarado
espiritualmente insolvente y morontialmente fallido según la opinión conjunta
del Ajustador y del serafín sobreviviente; cuando este dictamen coordinado
ha sido registrado en Uversa, y después que los Censores y sus asociados reflectivos
han verificado estas conclusiones, los gobernantes de Orvontón ordenan la
liberación inmediata del Monitor interior. Pero esta liberación del Ajustador
no afecta de ninguna manera a los deberes del serafín personal o colectivo
que se ocupa del individuo abandonado por el Ajustador. Este tipo de muerte
tiene un significado definitivo, a pesar de la continuación temporal de las
energías vivientes de los mecanismos físicos y mentales. Desde el punto de
vista cósmico, el interesado ya está muerto. La continuación de su vida indica
simplemente la persistencia de la fuerza material de las energías cósmicas.
1230:1 112:3.3
2. La muerte intelectual (de la mente). Cuando los circuitos vitales
del ministerio ayudante superior se rompen a causa de las aberraciones del
intelecto, o por la destrucción parcial del mecanismo cerebral, y si estas
condiciones sobrepasan cierto punto crítico, volviéndose irreparables, el
Ajustador interior es liberado inmediatamente y parte hacia Divinington. En
los registros universales, se considera que una personalidad mortal ha encontrado
la muerte cuando los circuitos mentales esenciales de la acción volitiva humana
han sido destruidos. Y esto es también la muerte, independientemente de que
el mecanismo viviente del cuerpo físico continúe funcionando. El cuerpo menos
la mente volitiva ya no es humano, pero el alma de dicho individuo puede sobrevivir;
todo depende de la elección anterior de su voluntad humana.
1230:2 112:3.4
3. La muerte física (del cuerpo y de la mente). Cuando la muerte alcanza
a un ser humano, el Ajustador permanece en la ciudadela de la mente hasta
que ésta deja de funcionar como mecanismo inteligente, más o menos hasta el
momento en que las energías mensurables del cerebro detienen sus pulsaciones
rítmicas vitales. Después de esta disolución, el Ajustador se despide de la
mente en vías de desaparecer, con tan poca ceremonia como había entrado en
ella años atrás, y se dirige a Divinington pasando por Uversa.
1230:3 112:3.5
Después de la muerte, el cuerpo material vuelve al mundo elemental del cual
provenía, pero dos factores no materiales de la personalidad sobreviviente
persisten: en primer lugar, el Ajustador del Pensamiento preexistente, con
la transcripción de la memoria de la carrera mortal, se dirige a Divinington;
en segundo lugar, el alma morontial inmortal del humano fallecido permanece
bajo la custodia del guardián del destino. Estas fases y aspectos del alma,
estas fórmulas de identidad anteriormente dinámicas y ahora estáticas, son
esenciales para la repersonalización en los mundos morontiales; es la reunión
del Ajustador y del alma lo que reconstituye la personalidad sobreviviente,
lo que os vuelve conscientes en el momento del despertar morontial.
1230:4 112:3.6
Para los que no tienen guardianes seráficos personales, los custodios colectivos
efectúan fiel y eficazmente el mismo servicio de salvaguardia de la identidad
y de resurrección de la personalidad. Los serafines son indispensables para
reconstituir la personalidad.
1230:5 112:3.7
En el momento de la muerte, el Ajustador del Pensamiento pierde temporalmente
la personalidad, pero no la identidad, mientras que el sujeto humano pierde
temporalmente la identidad, pero no la personalidad. En los mundos de las
mansiones, ambos se reúnen en una manifestación eterna. Un Ajustador del Pensamiento
que se ha ido no regresa jamás a la tierra como si fuera el ser donde residió
anteriormente. La personalidad no se manifiesta nunca sin la voluntad humana;
y un ser humano separado de su Ajustador después de la muerte jamás manifiesta
una identidad activa, ni establece comunicación alguna con los seres que viven
en la tierra. Estas almas separadas del Ajustador están total y absolutamente
inconscientes durante el largo o corto sueño de la muerte. No puede producirse
ningún tipo de manifestación de la personalidad, ni puede existir aptitud
alguna para comunicarse con otras personalidades, hasta que se haya completado
la supervivencia. A los que van a los mundos de las mansiones no se les permite
enviar mensajes a sus seres queridos. En todos los universos existe la política
de prohibir este tipo de comunicaciones mientras dura la dispensación en curso.
4. Los AJUSTADORES DESPUÉS DE LA MUERTE
1231:1 112:4.1 Cuando
sobreviene la muerte, ya sea de naturaleza material, intelectual o espiritual,
el Ajustador se despide de su anfitrión mortal y parte para Divinington. Desde
las sedes centrales del universo local y del superuniverso, se establece un
contacto reflectivo entre los supervisores de ambos gobiernos, y el Monitor
es registrado como ausente con el mismo número que se le asignó cuando entró
en los dominios del tiempo.
1231:2 112:4.2
De alguna manera que no comprendemos plenamente, los Censores Universales
son capaces de apoderarse de un resumen de la vida humana tal como figura
en la transcripción duplicada, efectuada por el Ajustador, de los valores
espirituales y significados morontiales de la mente en la que residió. Los
Censores pueden apoderarse de la versión del Ajustador sobre el carácter de
supervivencia y las cualidades espirituales del humano fallecido, y todos
estos datos, junto con los registros seráficos, están disponibles para ser
presentados en el momento del juicio del individuo en cuestión. Esta información
también se utiliza para confirmar los mandatos superuniversales que posibilitan
a ciertos ascendentes el empezar inmediatamente su carrera morontial, después
de su disolución mortal, y dirigirse a los mundos de las mansiones antes de
terminar oficialmente la dispensación planetaria.
1231:3 112:4.3
Después de la muerte física, y salvo para los individuos transferidos de entre
los vivos, el Ajustador liberado se traslada inmediatamente a su esfera hogar
de Divinington. Los detalles de lo que ocurre en ese mundo mientras se espera
la reaparición factual del mortal sobreviviente, dependen principalmente de
si el ser humano asciende a los mundos de las mansiones por su propio derecho
individual, o aguarda la convocatoria dispensacional de los supervivientes
dormidos de una era planetaria.
1231:3 112:4.4
Si el mortal asociado pertenece a un grupo que será repersonalizado al final
de una dispensación, el Ajustador no volverá inmediatamente al mundo de las
mansiones del antiguo sistema donde sirvió, sino que optará por uno de los
siguientes destinos temporales:
1. Incorporarse a las filas de los Monitores desaparecidos para efectuar
servicios no revelados.
2. Ser asignado durante un tiempo a la observación del régimen del Paraíso.
3. Ser incorporado a una de las numerosas escuelas de instrucción de Divinington.
4. Ser asignado durante un tiempo como observador estudiantil en una de
las otras seis esferas sagradas que constituyen el circuito de los mundos
paradisíacos del Padre.
5. Ser asignado al servicio de mensajeros de los Ajustadores Personalizados.
6. Ser nombrado instructor adjunto en las escuelas de Divinington, dedicadas
a la instrucción de los Monitores que pertenecen al grupo virgen.
7. Se le encargará seleccionar un grupo de mundos posibles donde poder servir,
en el caso de que existieran motivos razonables para creer que su asociado
humano podría haber rechazado la supervivencia.
1231:12 112:4.5
Si en el momento de ser sorprendidos por la muerte habéis alcanzado el tercer
círculo o un reino superior, y en consecuencia os han asignado un guardián
personal del destino; si éste certifica incondicionalmente la transcripción
final del resumen de vuestro carácter de supervivencia, presentada por el
Ajustador -si el serafín y el Ajustador concuerdan esencialmente en cada párrafo
de sus registros y recomendaciones referentes a vuestra vida-; si los Censores
Universales y sus asociados reflectivos de Uversa confirman estos datos sin
reservas ni dudas, en ese caso, los Ancianos de los Días envían como un relámpago,
por los circuitos de comunicación que van a Salvington, el mandato de avanzar
de posición. Con esta orden, los tribunales del Soberano de Nebadon decretan
el paso inmediato del alma sobreviviente a las salas de resurrección de los
mundos de las mansiones.
1232:1 112:4.6
Si el individuo humano sobrevive sin dilación, el Ajustador -así se me ha
dicho- se inscribe en Divinington, se dirige ante la presencia paradisíaca
del Padre Universal, vuelve inmediatamente para ser abrazado por los Ajustadores
Personalizados del superuniverso y del universo local donde está asignado,
recibe la confirmación del jefe de los Monitores Personalizados de Divinington,
y luego pasa inmediatamente a la "realización de la transición de la
identidad". Desde allí es convocado para que en el tercer período y en
el mundo de las mansiones, habite la forma real de la personalidad preparada
para recibir el alma sobreviviente del mortal terrestre, forma que ha sido
proyectada por el guardián del destino.
5. LA SUPERVIVENCIA DEL YO HUMANO
1232:2 112:5.1 El yo es
una realidad cósmica, ya sea material, morontial o espiritual. La realidad
del estado personal es un don del Padre Universal que actúa por sí
mismo o a través de sus múltiples agentes universales. Decir que un ser es
personal es reconocer la individualización relativa de ese ser dentro del
organismo cósmico. El cosmos viviente es un conjunto casi infinito integrado
de unidades reales, en el que todas están relativamente sujetas al destino
del todo. Pero las unidades personales han sido dotadas de la facultad real
de elegir entre aceptar o rechazar su destino.
1232:3 112:5.2
Lo que procede del Padre es como el Padre, eterno, y esto es tan cierto para
la personalidad, que Dios otorga por su propio libre albedrío, como para el
divino Ajustador del Pensamiento, un fragmento real de Dios. La personalidad
del hombre es eterna, pero en cuanto a la identidad, es una realidad eterna
condicionada. Debido a que ha aparecido en respuesta a la voluntad del Padre,
la personalidad alcanzará su destino que es la Deidad, pero el hombre tiene
que escoger si estará o no presente en el momento de llegar a ese destino.
Si no se efectúa esa elección, la personalidad alcanzará directamente la Deidad
experiencial, volviéndose una parte del Ser Supremo. El ciclo está preordenado,
pero la participación del hombre en este ciclo es optativa, personal y experiencial.
1232:4 112:5.3
La identidad mortal es una condición transitoria de la vida temporal en el
universo. Solamente es real en la medida en que la personalidad elige volverse
un fenómeno contínuo del universo. He aquí la diferencia esencial entre el
hombre y un sistema de energía: el sistema energético tiene que continuar,
no tiene elección; pero el hombre es el que lo hace todo en la determinación
de su propio destino. El Ajustador es verdaderamente el camino hacia el Paraíso,
pero el hombre mismo es quien debe tomar ese camino por su propia decisión,
por la elección de su libre albedrío.
1232:5 112:5.4
Los seres humanos sólo poseen la identidad en el sentido material. La mente
material expresa estas cualidades del yo cuando funciona en el sistema energético
del intelecto. Cuando se dice que el hombre tiene una identidad, se reconoce
que posee un circuito mental que ha sido subordinado a las acciones y elecciones
de la voluntad de la personalidad humana. Pero esta manifestación es material
y puramente temporal, del mismo modo que el embrión humano es una etapa transitoria
parásita de la vida humana. Desde una perspectiva cósmica, los seres humanos
nacen, viven y mueren relativamente en un instante; no son duraderos. Pero
por su propia elección, la personalidad mortal posee el poder de transferir
su sede de identidad del sistema intelectual material pasajero al sistema
más elevado del alma morontial que, en asociación con el Ajustador del Pensamiento,
es creada como nuevo vehículo para la manifestación de la personalidad.
1233:1 112:5.5
Este mismo poder de elección, esta señal distintiva universal de las criaturas
con libre albedrío, es lo que constituye la mayor oportunidad del hombre y
su suprema responsabilidad cósmica. El destino eterno del futuro finalitario
depende de la integridad de la volición humana. Para adquirir la personalidad
eterna, el Ajustador divino depende de la sinceridad del libre albedrío del
mortal. Para realizar un nuevo hijo ascendente, el Padre Universal depende
de la fidelidad de la elección mortal. Para llevar a cabo la evolución experiencial,
el Ser Supremo depende de la constancia y sabiduría de las acciones y decisiones
humanas.
1233:2 112:5.6
Los círculos cósmicos del crecimiento de la personalidad han de ser alcanzados
finalmente, pero puede suceder que los accidentes del tiempo y las dificultades
de la existencia material os impidan dominar, sin que haya culpa por vuestra
parte, estos niveles en vuestro planeta natal. Si vuestras intenciones y deseos
tienen un valor de supervivencia, se emitirán unos decretos para prolongar
vuestro período de prueba. Se os proporcionará tiempo adicional para demostrar
lo que valéis.
1233:3 112:5.7
Si en algún momento hubiera dudas sobre la conveniencia de hacer avanzar una
identidad humana a los mundos de las mansiones, los gobiernos del universo
deciden invariablemente a favor del interés personal de ese individuo. Elevan
sin titubeos ese alma al estado de ser transicional, mientras continúan sus
observaciones sobre sus intenciones morontiales y sus propósitos espirituales
emergentes. Así, la justicia divina está segura de cumplirse, y la misericordia
divina encuentra una nueva oportunidad para extender su ministerio.
1233:4 112:5.8
Los gobiernos de Orvontón y Nebadon no pretenden alcanzar una perfección absoluta
en el funcionamiento minucioso del plan universal de repersonalización de
los mortales, pero sí pretenden manifestar paciencia, tolerancia, comprensión
y una simpatía misericordiosa, y lo hacen realmente. Preferimos asumir el
riesgo de una rebelión en un sistema antes que correr el riesgo de privar
a un solo mortal, que lucha en cualquier mundo evolutivo, de la felicidad
eterna de proseguir la carrera ascendente.
1233:5 112:5.9
Esto no significa que los seres humanos tengan que disfrutar de una segunda
oportunidad después de haber rechazado la primera, de ninguna manera. Pero
sí significa que todas las criaturas volitivas deben tener una verdadera oportunidad
para hacer una elección indudable, plenamente consciente y definitiva. Los
Jueces soberanos de los universos no privarán del estado de personalidad a
ningún ser que no haya hecho su elección eterna de manera plena y definitiva.
El alma del hombre debe recibir y recibirá una amplia y plena oportunidad
para revelar su verdadera intención y su propósito real.
1233:6 112:5.10
Cuando los mortales más avanzados espiritual y cósmicamente mueren, se dirigen
inmediatamente a los mundos de las mansiones. En general, esta disposición
se lleva a cabo con aquellos que han tenido asignado un guardián seráfico
personal. Otros mortales pueden ser detenidos hasta que se complete el juicio
de sus asuntos, después de lo cual pueden dirigirse a los mundos de las mansiones,
o ser asignados a las filas de los supervivientes dormidos que serán repersonalizados
en masa al final de la dispensación planetaria en curso.
1233:7 112:5.11
Dos dificultades obstaculizan mis esfuerzos para explicar exactamente lo que
le sucede al yo en la muerte, al yo sobreviviente que es distinto
del Ajustador que se va. Una de ellas consiste en la imposibilidad de transmitir
a vuestro nivel de comprensión una descripción adecuada de una transacción
que tiene lugar en la frontera de los dominios físico y morontial. La otra
se debe a las restricciones efectuadas por las autoridades celestiales que
gobiernan Urantia sobre mi misión como revelador de la verdad. Existen muchos
detalles interesantes que se podrían presentar, pero los omito por consejo
de vuestros supervisores planetarios inmediatos. Sin embargo, dentro de los
límites de mis atribuciones puedo exponer lo siguiente:
1234:1 112:5.12
Hay un elemento real, un producto de la evolución humana, algo adicional al
Monitor de Misterio, que sobrevive a la muerte. Esta entidad recién aparecida
es el alma, y sobrevive a la muerte de vuestro cuerpo físico y de vuestra
mente material. Esta entidad es el hijo conjunto de la vida y de los esfuerzos
combinados del yo humano en unión con el yo divino, el Ajustador. Este hijo
de ascendencia humana y divina constituye el elemento sobreviviente de origen
terrestre; es el yo morontial, el alma inmortal.
1234:2 112:5.13
Este hijo, cuyo significado persiste y cuyo valor sobrevive, está totalmente
inconsciente durante el período que transcurre entre la muerte y la repersonalización,
y permanece bajo la custodia del guardián seráfico del destino durante todo
este período de espera. Después de la muerte, no actuaréis como un ser consciente
hasta que hayáis conseguido la nueva conciencia morontial en los mundos de
las mansiones de Satania.
1234:3 112:5.14
En el momento de la muerte, la identidad funcional asociada con la personalidad
humana se interrumpe por el cese del movimiento vital. Aunque la personalidad
humana trasciende sus partes constituyentes, depende de ellas para su identidad
funcional. La interrupción de la vida destruye los arquetipos cerebrales físicos
necesarios para la dotación mental, y la destrucción de la mente pone fin
a la conciencia mortal. Después de esto, la conciencia de la criatura no puede
volver a aparecer hasta que se haya preparado una situación cósmica que permita
a esta misma personalidad humana funcionar de nuevo en relación con la energía
viviente.
1234:4 112:5.15
Durante el tránsito de los mortales sobrevivientes entre su mundo de origen
y los mundos de las mansiones, ya sea que experimenten la reconstitución de
su personalidad en el tercer período o que asciendan en el momento de una
resurrección colectiva, el registro de la constitución de la personalidad
es preservado fielmente por los arcángeles en sus mundos de actividades especiales.
Estos seres no son los custodios de la personalidad (como los serafines guardianes
conservan el alma), pero no es menos cierto que todo factor identificable
de la personalidad está salvaguardado eficazmente por estos fieles depositarios
de la supervivencia mortal. En cuanto a la ubicación exacta de la personalidad
mortal durante el período intermedio entre la muerte y la supervivencia, no
lo sabemos.
1234:5 112:5.16
La situación que hace posible la repersonalización se produce en las salas
de resurrección de los planetas receptores morontiales del universo local.
Aquí, en las cámaras de recomposición de la vida, las autoridades supervisoras
proveen esa combinación de energía universal -morontial, mental y espiritual-
que permite restituir la conciencia al sobreviviente dormido. La reunión de
las partes constituyentes de una personalidad, en otro tiempo material, comprende:
1234:6 112:5.17
1. La fabricación de una forma apropiada, de un arquetipo morontial de energía,
con la cual el nuevo sobreviviente pueda establecer contacto con la realidad
no espiritual, y dentro de la cual la variante morontial de la mente cósmica
pueda conectarse con sus circuitos.
1234:7 112:5.18
2. El retorno del Ajustador a la criatura morontial que espera. El Ajustador
es el custodio eterno de vuestra identidad ascendente. Vuestro Monitor representa
la seguridad absoluta de que sois vosotros mismos, y no otro, quienes ocuparéis
la forma morontial creada para el despertar de vuestra personalidad. Y el
Ajustador estará presente en la reconstitución de vuestra personalidad para
retomar el papel de guía paradisíaco de vuestro yo sobreviviente.
1235:1 112:5.19
3. Cuando se han reunido estos requisitos previos para la repersonalización,
el custodio seráfico de las potencialidades del alma inmortal dormida, con
la asistencia de numerosas personalidades cósmicas, confiere esta entidad
morontial a la forma corporal y mental morontial que está esperando; al mismo
tiempo, encomienda este hijo evolutivo del Supremo a la asociación eterna
con el Ajustador que espera. Y esto completa la repersonalización, la reconstitución
de la memoria, del discernimiento y de la conciencia -la identidad.
1235:2 112:5.20
El hecho de la repersonalización consiste en la toma de posesión, por parte
del yo humano que despierta, de la fase morontial de la mente cósmica, recién
segregada y conectada con los circuitos. El fenómeno de la personalidad depende
de la persistencia de la identidad de reacción del yo al entorno universal;
y ésta sólo puede realizarse por intermedio de la mente. La individualidad
persiste a pesar de un cambio contínuo en todos los factores que componen
el yo; en la vida física el cambio es gradual; en el momento de la muerte
y de la repersonalización, el cambio es repentino. La verdadera realidad de
toda individualidad (personalidad) es capaz de reaccionar adecuadamente a
las condiciones del universo gracias a los cambios incesantes de sus partes
constituyentes; el estancamiento acaba inevitablemente en la muerte. La vida
humana es un cambio perpétuo de los factores de la vida, unificados por la
estabilidad de la personalidad invariable.
1235:3 112:5.21
Cuando os despertéis así en los mundos de las mansiones de Jerusem, estaréis
tan cambiados, vuestra transformación espiritual será tan grande que, si no
fuera por vuestro Ajustador del Pensamiento y el guardián del destino, que
conectarán tan plenamente vuestra nueva vida en los nuevos mundos con vuestra
antigua vida en el primer mundo, al principio tendríais dificultades para
relacionar vuestra nueva conciencia morontial con la memoria recobrada de
vuestra identidad anterior. A pesar de la continuidad del yo personal, una
gran parte de la vida mortal parecerá al principio un vago sueño confuso.
No obstante, el tiempo clarificará muchos recuerdos asociados con vuestra
vida mortal.
1235:4 112:5.22
El Ajustador del Pensamiento sólo os recordará y repetirá los recuerdos y
experiencias que forman parte esencial de vuestra carrera universal. Si el
Ajustador ha participado como asociado en la evolución de alguna cosa en la
mente humana, estas experiencias valiosas sobrevivirán en la conciencia eterna
del Ajustador. Pero una gran parte de vuestra vida pasada y de sus recuerdos,
que no han tenido significado espiritual ni valor morontial, perecerá con
el cerebro material. Muchas experiencias materiales desaparecerán como antiguos
andamios que os sirvieron de puente para pasar al nivel morontial, pero que
ya no tienen utilidad en el universo. Pero la personalidad y las relaciones
entre personalidades nunca son andamios; la memoria mortal de las relaciones
entre personalidades tiene un valor cósmico y persistirá. En los mundos de
las mansiones, no solamente conoceréis y seréis conocidos por aquellos que
fueron vuestros asociados en la corta pero misteriosa vida en Urantia, sino
que los recordaréis y se acordarán de vosotros.
6. EL YO MORONTIAL
1235:5 112:6.1 Al igual
que una mariposa emerge del estado de oruga, la verdadera personalidad del
ser humano emergerá en los mundos de las mansiones, mostrándose por primera
vez libre de su antigua envoltura de carne material. La carrera morontial
en el universo local está relacionada con la elevación contínua del mecanismo
de la personalidad, desde el nivel morontial inicial de existencia del alma,
hasta el nivel morontial final de espiritualidad progresiva.
1235:6 112:6.2
Es difícil informaros acerca de vuestras formas morontiales de personalidad
para la carrera en el universo local. Seréis dotados de arquetipos morontiales
capaces de manifestar la personalidad, pero se trata de envolturas que, a
fin de cuentas, están más allá de vuestra comprensión. Aunque son totalmente
reales, estas formas no son arquetipos energéticos del orden material que
comprendéis ahora. Sin embargo, en los mundos del universo local tienen la
misma finalidad que vuestro cuerpo material en los planetas donde nacen los
seres humanos.
1236:1 112:6.3
Hasta cierto punto, la apariencia de la forma material del cuerpo responde
al carácter de la identidad de la personalidad; el cuerpo físico refleja,
de manera limitada, algo de la naturaleza innata de la personalidad. La forma
morontial la refleja aún más. En la vida física, los mortales pueden ser hermosos
por fuera pero desagradables por dentro; en la vida morontial, la forma de
la personalidad varía directamente según la naturaleza de la persona interior,
pareciéndose cada vez más a medida que los niveles se elevan. En el nivel
espiritual, la forma exterior y la naturaleza interior empiezan a acercarse
a una identificación completa, que se perfecciona progresivamente en los niveles
espirituales cada vez más elevados.
1236:2 112:6.4
En el estado morontial, el mortal ascendente es dotado con la variante nebadónica
de la mente cósmica del Espíritu Maestro de Orvontón. El intelecto mortal,
como tal, ha perecido, ha dejado de existir como entidad universal focalizada,
separada de los circuitos mentales indiferenciados del Espíritu Creativo.
Pero los significados y valores de la mente mortal no han perecido. Ciertas
fases de la mente persisten en el alma sobreviviente; el Ajustador conserva
ciertos valores experienciales de la antigua mente humana; y la historia de
la vida humana, tal como fue vivida en la carne, persiste en el universo local
junto con ciertos registros vivientes en los numerosos seres que se ocupan
de la evaluación final del mortal ascendente, unos seres que incluyen desde
los serafines hasta los Censores Universales, y probablemente más allá hasta
el Supremo.
1236:3 112:6.5
La volición de una criatura no puede existir sin la mente, pero persiste a
pesar de la pérdida del intelecto material. Durante los primeros tiempos que
siguen a la supervivencia, la personalidad ascendente se rige en gran medida
por los modelos de carácter heredados de su vida humana, y por la acción recién
aparecida de la mota morontial. Estas pautas de conducta en los mundos de
las mansiones funcionan aceptablemente en las primeras etapas de la vida morontial,
antes de que aparezca plenamente la voluntad morontial como expresión volitiva
de la personalidad ascendente.
1236:4 112:6.6
En la carrera del universo local, no existen influencias comparables a los
siete espíritus ayudantes de la mente de la existencia humana. La mente morontial
tiene que evolucionar por contacto directo con la mente cósmica, tal como
esta mente cósmica ha sido modificada y traducida por la fuente creativa del
intelecto del universo local -la Ministra Divina.
1236:5 112:6.7
Antes de la muerte, la mente mortal tiene conciencia de ser independiente
de la presencia del Ajustador; para poder funcionar, la mente que está bajo
la influencia de los ayudantes sólo necesita el arquetipo que asocia la energía
y la materia. Pero el alma morontial, al estar por encima de la influencia
de los ayudantes, no retiene la conciencia de sí misma sin el Ajustador cuando
pierde el mecanismo de la mente material. Este alma evolutiva posee sin embargo
una continuidad de carácter, derivado de las decisiones de su antigua mente
que estaba bajo la influencia de los ayudantes y con la cual estaba asociada,
y este carácter se transforma en una memoria activa cuando los arquetipos
de esta antigua mente reciben energía al volver el Ajustador.
1236:6 112:6.8
La persistencia de la memoria es la prueba de que se retiene la identidad
de la individualidad original; es esencial para completar la auto-conciencia
de la continuidad y de la expansión de la personalidad. Los mortales que ascienden
sin Ajustador dependen de la instrucción de sus asociados seráficos para reconstruir
su memoria humana; las almas morontiales de los mortales fusionados con el
Espíritu no tienen más limitaciones que ésta. El arquetipo de la memoria persiste
en el alma, pero requiere la presencia del antiguo Ajustador para volverse
inmediatamente autorrealizable en una memoria continuada. Sin el Ajustador,
el sobreviviente mortal necesita un tiempo considerable para volver a explorar
y aprender, para capturar de nuevo la memoria consciente de los significados
y valores de su existencia anterior.
1237:1 112:6.9
El alma con valor de supervivencia refleja fielmente las acciones y las motivaciones
tanto cualitativas como cuantitativas del intelecto material, sede anterior
de la identidad del yo. Al escoger la verdad, la belleza y la bondad, la mente
mortal entra en su carrera universal premorontial bajo la tutela de los siete
espíritus ayudantes de la mente, unificados bajo la dirección del espíritu
de sabiduría. Posteriormente, cuando se superan los siete círculos de consecución
premorontial, la dotación de la mente morontial se superpone a la mente que
está bajo la influencia de los ayudantes, lo que inicia la carrera preespiritual
o morontial de progresión en el universo local.
1237:2 112:6.10
Cuando una criatura deja su planeta natal, deja tras de sí el ministerio de
los ayudantes y ya no depende más que del intelecto morontial. Cuando un ascendente
deja el universo local, ha alcanzado el nivel espiritual de existencia, puesto
que ha sobrepasado el nivel morontial. Esta entidad espiritual recién aparecida
se sincroniza entonces con el ministerio directo de la mente cósmica de Orvontón.
7. FUSIÓN CON EL AJUSTADOR
1237:3 112:7.1 La fusión
con el Ajustador del Pensamiento transmite a la personalidad unas realidades
eternas que anteriormente sólo eran potenciales. Entre estas nuevas dotaciones
podemos citar: la fijación de la cualidad de divinidad, la experiencia y la
memoria de la eternidad pasada, la inmortalidad y una fase de la absolutidad
potencial condicionada.
1237:4 112:7.2
Cuando hayáis recorrido vuestra carrera terrestre en la forma temporal, os
despertaréis en las orillas de un mundo mejor, y finalmente os uniréis con
vuestro fiel Ajustador en un abrazo eterno. Esta fusión constituye el misterio
que hace que Dios y el hombre sean uno solo, el misterio de la evolución de
la criatura finita, pero esto es eternamente verdadero. La fusión es el secreto
de la esfera sagrada de Ascendington, y ninguna criatura, salvo las que han
experimentado la fusión con el espíritu de la Deidad, puede comprender el
verdadero significado de los valores reales que se unen cuando la identidad
de una criatura del tiempo se unifica eternamente con el espíritu de la Deidad
del Paraíso.
1237:5 112:7.3
Normalmente, la fusión con el Ajustador se efectúa mientras que el ascendente
reside todavía en su sistema local. Puede producirse en su planeta natal como
una trascendencia de la muerte natural; puede tener lugar en cualquiera de
los mundos de las mansiones o en la sede del sistema; incluso se puede retrasar
hasta el momento de la estancia en la constelación; o, en casos especiales,
puede no llegar a consumarse hasta que el ascendente haya alcanzado la capital
del universo local.
1237:6 112:7.4
Cuando se ha producido la fusión con el Ajustador, la carrera eterna de la
personalidad ya no corre ningún peligro en el futuro. Los seres celestiales
pasan por una larga experiencia para ser probados, pero los mortales pasan
por un período de pruebas relativamente corto e intenso en los mundos evolutivos
y morontiales.
1237:7 112:7.5
La fusión con el Ajustador no se produce nunca hasta que los mandatos del
superuniverso confirman que la naturaleza humana ha efectuado su elección
definitiva e irrevocable a favor de la carrera eterna. Ésta es la autorización
de unión, que, una vez emitida, constituye el salvoconducto para que la personalidad
fusionada abandone finalmente los confines del universo local, para dirigirse
en su momento a la sede central del superuniverso. Desde allí, y en un futuro
lejano, un seconafin envolverá al peregrino del tiempo para el largo viaje
hacia el universo central de Havona y la aventura de la Deidad.
1238:1 112:7.6
En los mundos evolutivos, la individualidad es material; es un objeto en el
universo, y como tal se encuentra sometida a las leyes de la existencia material.
Es un hecho en el tiempo y reacciona a las vicisitudes del mismo. Aquí,
las decisiones de supervivencia deben ser expresadas. En el estado morontial,
el yo se ha vuelto una realidad universal nueva y más duradera; su crecimiento
contínuo está basado en una sincronización cada vez mayor con los circuitos
mentales y espirituales de los universos. Ahora, las decisiones de supervivencia
se confirman. Cuando el yo alcanza el nivel espiritual, se ha vuelto un
valor indudable en el universo, y este nuevo valor se fundamenta en el hecho
de que las decisiones de supervivencia se han tomado. un hecho que
está atestiguado por la fusión eterna con el Ajustador del Pensamiento. Después
de haber alcanzado el estado de un verdadero valor en el universo, la criatura
se vuelve potencialmente libre para buscar el valor universal más elevado
-Dios.
1238:2 112:7.7
Estos seres fusionados son duales en sus reacciones universales: Son individuos
morontiales distintos no muy diferentes de los serafines, y también son potencialmente
seres de la orden de los finalitarios del Paraíso.
1238:3 112:7.8
Pero el individuo fusionado es realmente una sola personalidad, un solo ser,
cuya unidad desafía todo intento de análisis por parte de cualquier inteligencia
de los universos. Así, después de haber pasado ante los tribunales del universo
local, desde los más modestos hasta los más elevados, sin que ninguno de ellos
haya sido capaz de identificar por separado al hombre o al Ajustador, finalmente
seréis conducidos ante el Soberano de Nebadón, el Padre de vuestro universo
local. Y allí, de la mano misma del ser cuya paternidad creativa en este universo
temporal ha posibilitado el hecho de vuestra vida, recibiréis las credenciales
que finalmente os permitirán proseguir vuestra carrera en el superuniverso
a la búsqueda del Padre Universal.
1238:4 112:7.9
El Ajustador victorioso, ¿ha ganado la personalidad gracias a su magnífico
servicio a la humanidad, o bien es el valiente humano el que ha adquirido
la inmortalidad mediante sus sinceros esfuerzos por volverse semejante al
Ajustador? No es ni una cosa ni otra; juntos es como han logrado la evolución
de un miembro de una de las clases únicas de personalidades ascendentes del
Supremo, de un ser que siempre hallaréis servicial, fiel y eficaz, un candidato
para un crecimiento y un desarrollo posteriores siempre dirigidos hacia arriba,
sin detenerse nunca en su ascensión celeste hasta haber atravesado los siete
circuitos de Havona, y el alma de antiguo origen terrestre se encuentre en
adoración, reconociendo la personalidad misma del Padre del Paraíso.
1238:5 112:7.10
Durante toda esta magnífica ascensión, el Ajustador del Pensamiento es la
garantía divina de la futura estabilización espiritual completa del mortal
ascendente. Mientras tanto, la presencia del libre albedrío humano proporciona
al Ajustador un canal eterno para liberar la naturaleza divina e infinita.
Ahora, estas dos identidades no son más que una. Ningún acontecimiento del
tiempo o de la eternidad puede ya separar al hombre y al Ajustador; son inseparables,
han fusionado para la eternidad.
1238:6 112:7.11
En los mundos de fusión con el Ajustador, el destino del Monitor de Misterio
es idéntico al del mortal ascendente: el Cuerpo Paradisíaco de la Finalidad.
Ni el Ajustador ni el mortal pueden conseguir este objetivo único sin la plena
cooperación y la ayuda fiel del otro. Esta asociación extraordinaria es uno
de los fenómenos cósmicos más fascinantes y asombrosos de la presente era
del universo.
1239:1 112:7.12
A partir del momento de la fusión con el Ajustador, el estado del ascendente
es el de una criatura evolutiva. El miembro humano fue el primero en disfrutar
de la personalidad, y por consiguiente, está por encima del Ajustador en todas
las cuestiones relacionadas con el reconocimiento de la personalidad. La sede
paradisíaca de este ser fusionado es Ascendington, y no Divinington; esta
combinación única de Dios y hombre tiene rango de mortal ascendente durante
todo el camino hasta llegar al Cuerpo de la Finalidad.
1239:2 112:7.13
Cuando un Ajustador fusiona con un mortal ascendente, el número de ese Ajustador
se borra de los registros del superuniverso. Lo que sucede con los registros
de Divinington, no lo sé, pero supongo que el expediente de ese Ajustador
se traslada a los círculos secretos de las cortes interiores de Grandfanda,
el jefe interino del Cuerpo de la Finalidad.
1239:3 112:7.14
Con la fusión del Ajustador, el Padre Universal ha cumplido su promesa de
donarse a sí mismo a sus criaturas materiales. Ha satisfecho la promesa y
ha consumado el plan de la eterna donación de la divinidad sobre la humanidad.
Ahora es cuando empieza la tentativa humana para comprender y llevar a cabo
las posibilidades ilimitadas inherentes a la asociación celeste con Dios,
que se ha convertido así en un hecho.
1239:4 112:7.15
El destino que actualmente se conoce para los mortales sobrevivientes es el
Cuerpo de la Finalidad del Paraíso; esta es también la meta final de todos
los Ajustadores del Pensamiento que se han unido de manera eterna con sus
compañeros mortales. Los finalitarios del Paraíso trabajan ahora en muchas
empresas en todo el gran universo, pero todos sospechamos que quizás tengan
otras tareas más celestes que realizar en el lejano futuro, cuando los siete
superuniversos se hayan establecido en la luz y la vida y el Dios finito haya
surgido definitivamente del misterio que ahora rodea a esta Deidad Suprema.
1239:5 112:7.16
Se os ha descrito hasta cierto punto la organización y el personal del universo
central, los superuniversos y los universos locales. Se os han dicho algunas
cosas sobre el carácter y el origen de algunas de las diversas personalidades
que gobiernan ahora estas enormes creaciones. También se os ha informado que
inmensas galaxias de universos están en proceso de organización mucho más
allá de la periferia del gran universo, en el primer nivel del espacio exterior.
En el transcurso de estas narraciones también se os ha sugerido que el Ser
Supremo desvelará su función terciaria no revelada en esas regiones aún inexploradas
del espacio exterior. Y también se os ha dicho que los finalitarios del cuerpo
del Paraíso son los hijos experienciales del Supremo.
1239:6 112:7.17
Creemos que los mortales fusionados con su Ajustador, así como sus asociados
finalitarios, están destinados a funcionar de alguna manera en la administración
de los universos del primer nivel del espacio exterior. No tenemos la menor
duda de que, a su debido tiempo, estas enormes galaxias se convertirán en
universos habitados. Y estamos igualmente convencidos de que entre sus administradores
se encontrarán los finalitarios del Paraíso, cuyas naturalezas son la consecuencia
cósmica de la mezcla de la criatura y el Creador.
1239:7 112:7.18
¡Qué aventura! ¡Qué historia fabulosa! Una creación gigantesca que será administrada
por los hijos del Supremo, esos Ajustadores personalizados y humanizados,
esos mortales eternizados y unidos con sus Ajustadores, esas combinaciones
misteriosas y esas asociaciones eternas entre las manifestaciones más elevadas
que se conocen de la esencia de la Fuente-Centro Primera, y la forma más humilde
de vida inteligente capaz de comprender y de alcanzar al Padre Universal.
Pensamos que estos seres amalgamados, estas asociaciones del Creador y de
la criatura, llegarán a ser gobernantes extraordinarios, administradores incomparables
y directores comprensivos y compasivos para todas las formas de vida inteligente
que puedan existir algún día en esos futuros universos del primer nivel del
espacio exterior.
1240:1 112:7.19
Es verdad que vosotros los mortales sois de origen terrestre, animal, y que
en realidad vuestro cuerpo es de polvo. Pero si realmente queréis, si verdaderamente
lo deseáis, es seguro que la herencia de los siglos será vuestra, y que algún
día serviréis en los universos en vuestra verdadera condición: la de hijos
del Dios Supremo de la experiencia e hijos divinos del Padre Paradisíaco de
todas las personalidades.
1240:2 112:7.20
[Presentado por un Mensajero Solitario de Orvontón.]