|  | ÍNDICE 
  
    El libro de Urantia
  
  
    Edición 1999
  
   
  DOCUMENTO 117  DIOS SUPREMO  
   
        1278:2  117:0.2 
    EN la medida en que hacemos la voluntad de Dios, en cualquier lugar del universo 
    donde podamos tener nuestra existencia, el potencial todopoderoso del Supremo 
    avanza un paso más hacia su manifestación. La voluntad de Dios es el designio 
    de la Fuente-Centro Primera tal como se ha hecho potencial en los tres Absolutos, 
    personal en el Hijo Eterno, conjunto para la actividad universal en el Espíritu 
    Infinito y eterno en los arquetipos perpétuos del Paraíso. Y Dios Supremo 
    se está convirtiendo en la mayor manifestación finita de la voluntad total 
    de Dios. 1278:2  117:0.2 
    Si todos los habitantes del gran universo consiguieran, dentro de lo que es 
    posible, vivir plenamente la voluntad de Dios, las creaciones del espacio-tiempo 
    entrarían en la luz y la vida, y el Todopoderoso, potencial divino de la Supremacía, 
    se convertiría en un hecho al emerger la personalidad divina de Dios Supremo.
 1278:3  117:0.3 
    Cuando una mente en evolución se armoniza con los circuitos de la mente cósmica, 
    cuando un universo en evolución se estabiliza de acuerdo con el arquetipo 
    del universo central, cuando un espíritu que progresa entra en contacto con 
    el ministerio unificado de los Espíritus Maestros, cuando la personalidad 
    de un mortal ascendente se armoniza finalmente con las directrices divinas 
    de su Ajustador interior, entonces la manifestación del Supremo se vuelve 
    un grado más real en los universos; la divinidad de la Supremacía ha avanzado 
    un paso más hacia la realización cósmica.
 1278:4  117:0.4 
    Las partes y las personas del gran universo evolucionan como un reflejo de 
    la evolución total del Supremo, mientras que por su parte el Supremo es la 
    totalidad acumulada y sintetizada de toda la evolución del gran universo. 
    Desde el punto de vista humano, ambas cosas son fenómenos evolutivos y experienciales 
    recíprocos.
 1. NATURALEZA DEL SER SUPREMO 
    1278:5  117:1.1 El Supremo 
    es la belleza de la armonía física, la verdad de los significados intelectuales 
    y la bondad de los valores espirituales. Es la dulzura del éxito verdadero 
    y la alegría del logro perdurable. Es la superalma del gran universo, la conciencia 
    del cosmos finito, la culminación de la realidad finita, y la persoificación 
    de la experiencia del Creador y de la criatura. Durante toda la eternidad 
    futura Dios Supremo expresará la realidad de la experiencia volitiva en las 
    relaciones trinitarias de la Deidad. 
   1278:6  117:1.2 
    En las personas de los Creadores Supremos, los Dioses han descendido del Paraíso 
    a los dominios del tiempo y del espacio para crear y hacer evolucionar unas 
    criaturas capaces de alcanzar el Paraíso y de llegar hasta allí en busca del 
    Padre. Esta procesión universal de Creadores descendentes que revelan a Dios 
    y de criaturas ascendentes que lo buscan muestra la evolución Divina del Supremo, 
    gracias al cual los descendentes y los ascendentes consiguen comprenderse 
    mútuamente, descubriendo la fraternidad eterna y universal. El Ser Supremo 
    se convierte así en la síntesis finita de la experiencia que reúne las causas 
    procedentes del Creador perfecto y las reacciones de las criaturas que se 
    perfeccionan. 1279:1  117:1.3 
    El gran universo contiene la posibilidad de unificarse por completo y es algo 
    que persigue constantemente. Esto se debe al hecho de que esta existencia 
    cósmica es una consecuencia de las actividades creadoras y los mandatos de 
    poder de la Trinidad del Paraíso, que es una unidad incondicionada. Esta misma 
    unidad trinitaria se manifiesta en el cosmos finito a través del Supremo, 
    cuya realidad se vuelve cada vez más evidente a medida que los universos consiguen 
    el máximo nivel de identificación con la Trinidad.
  1279:2  117:1.4 
    La voluntad del Creador y la voluntad de la criatura son cualitativamente 
    diferentes, pero tambien son experiencialmente afines, porque el Creador y 
    la criatura pueden colaborar para conseguir la perfección universal. El hombre 
    puede trabajar en unión con Dios y así crear juntos un finalitario eterno. 
    Dios puede trabajar de manera humana por medio de las encarnaciones de sus 
    Hijos, que consiguen así la supremacía de la experiencia de las criaturas. 
    1279:3  117:1.5 
    En el Ser Supremo el Creador y la criatura están unidos en una sola Deidad, 
    cuya voluntad es la expresión de una sola personalidad divina. Esta voluntad 
    del Supremo es algo más que la voluntad del Creador o de la criatura, al igual 
    que la voluntad soberana del Hijo Maestro de Nebadon es actualmente algo más 
    que una combinación de la voluntad de la divinidad y de la humanidad. La unión 
    de la perfección del Paraíso y de la experiencia espacio-temporal produce 
    un nuevo valor significativo en los niveles divinos de la realidad.
 1279:4  117:1.6 
    La divina naturaleza evolutiva del Supremo se está convirtiendo en una imagen 
    fiel de la experiencia incomparable de todas las criaturas y de todos los 
    Creadores en el gran universo. En el Supremo, las naturalezas del creador 
    y de la criatura son una sola cosa; están unidas para siempre en la experiencia 
    nacida de las vicisitudes soportadas para solucionar los múltiples problemas 
    que acosan a toda la creación finita, a medida que ésta recorre el sendero 
    eterno tratando de perfeccionarse y liberarse de las trabas de la imperfección.
  1279:5  117:1.7 
    La verdad, la belleza y la bondad están correlacionadas en el ministerio del 
    Espíritu, el esplendor del Paraíso, la misericordia del Hijo, y la experiencia 
    del Supremo. Dios Supremo es la verdad, la belleza y la bondad, ya 
    que estos conceptos de la divinidad representan lo máximo que los seres finitos 
    pueden concebir por experiencia. Los orígenes eternos de estas cualidades 
    trinas de la divinidad están situados en niveles superfinitos, y una criatura 
    sólo podría concebir estos orígenes como superverdad, superbelleza y superbondad. 
    1279:6  117:1.8 
    Miguel, que es un creador, reveló el amor divino del Padre Creador por sus 
    hijos terrestres. Una vez que han descubierto y recibido este afecto divino, 
    los hombres pueden aspirar a revelar este amor a sus hermanos en la carne. 
    Este afecto de las criaturas es un verdadero reflejo del amor del Supremo.
 1279:7  117:1.9 
    El Supremo es simétricamente inclusivo. La Fuente-Centro Primera está en potencia 
    en los tres grandes Absolutos, y manifestada en el Paraíso, en el Hijo y en 
    el Espíritu. Pero el Supremo está manifestado y en potencia al mismo tiempo; 
    es un ser de supremacía personal y de poder omnipotente, sensible tanto al 
    esfuerzo de las criaturas como al designio del Creador. Actúa sobre el universo 
    y reacciona ante la suma total del universo. Es simultáneamente el creador 
    supremo y la criatura suprema. La Deidad de Supremacía expresa así la totalidad 
    de todo lo finito.
 2. EL ORIGEN DEL CRECIMIENTO EVOLUTIVO 
    1280:1  117:2.1 El Supremo 
    es Dios en el tiempo; suyo es el secreto del desarrollo de las criaturas en 
    el tiempo; suya es tambien la conquista del presente incompleto y la consumación 
    del futuro que se está perfeccionando. Y he aquí el fruto final de todo el 
    crecimiento finito: el poder estará controlado por el espíritu a través de 
    la mente, gracias a la presencia unificadora y creativa de la personalidad. 
    La consecuencia culminante de todo este desarrollo es el Ser Supremo. 1280:2  117:2.2 
    Para los hombres mortales, existir equivale a crecer. Y parece ser que esto 
    es así incluso en el más amplio sentido universal, porque al parecer la existencia 
    dirigida por el espíritu produce un crecimiento experiencial -una elevación 
    del estado. Sin embargo, hemos sostenido desde hace mucho tiempo que el crecimiento 
    actual, característico de la existencia de las criaturas en la presente era 
    del universo, es una función del Supremo. Tambien afirmamos que este tipo 
    de crecimiento es una peculiaridad de la era del crecimiento del Supremo, 
    y que llegará a su fin cuando concluya el progreso del mismo.
  1280:3  117:2.3 
    Pensad en el estado de los hijos trinitizados por las criaturas: Han nacido 
    y viven en la presente era del universo. Poseen una personalidad así como 
    dotaciones mentales y espirituales. Efectúan experiencias y las recuerdan, 
    pero no  progresan como los ascendentes. Creemos y comprendemos que 
    estos hijos trinitizados por las criaturas, aunque se encuentran en 
    la presente era del universo, pertenecen en realidad  a la próxima 
    era universal -la era que seguirá a la finalización del desarrollo del Supremo. 
    No viven por lo tanto  en el Supremo, cuyo estado actual es incompleto 
    y en consecuencia va creciendo. No participan pues en el crecimiento 
    experiencial de la presente era del universo, pero se mantienen en reserva 
    para la próxima era universal. 1280:4  117:2.4 
    Los Poderosos Mensajeros de mi propia orden han sido abrazados por la Trinidad, 
    y no participan en el desarrollo de la era actual del universo. En cierto 
    sentido nuestro estado pertenece a la era anterior del universo, como sucede 
    también con los Hijos Estacionarios de la Trinidad. Una cosa es segura: nuestro 
    estado es permanente debido al abrazo de la Trinidad y nuestra experiencia 
    ha dejado de convertirse en crecimiento.
 1280:5  117:2.5 
    Pero no sucede lo mismo con los finalitarios, ni con las demás órdenes evolutivas 
    y experienciales que participan en el proceso de desarrollo del Supremo. Los 
    mortales que vivís actualmente en Urantia y que podeis aspirar a alcanzar 
    el Paraíso y el estado de finalitarios, deberías comprender que ese destino 
    se puede conseguir únicamente porque estais en el Supremo, formais parte de 
    él, y por lo tanto estais participando en el ciclo del crecimiento del Supremo.
  1280:6  117:2.6 
    Llegará un día en que finalice el desarrollo del Supremo; su estado acabará 
    por completarse (en el sentido espiritual y energético). La terminación de 
    la evolución del Supremo supondrá tambien el final de la evolución de las 
    criaturas como partes de la Supremacía. No sabemos qué tipo de desarrollo 
    caracterizará a los universos del espacio exterior, pero estamos bien seguros 
    de que se tratará de algo muy diferente a todo lo que se ha visto en la presente 
    era de la evolución de los siete superuniversos. Los ciudadanos evolutivos 
    del gran universo tendrán sin duda la función de compensar a los habitantes 
    del espacio exterior la carencia de crecimiento que representaba la Supremacía. 
    1280:7  117:2.7 
    Cuando finalice la presente era universal, el Ser Supremo ejercerá su actividad 
    en el gran universo como un soberano experiencial. Los ciudadanos del espacio 
    exterior -los de la próxima era del universo- tendrán un potencial de crecimiento 
    postsuperuniversal, una capacidad para evolucionar que presupondrá la soberanía 
    del Todopoderoso Supremo. Pero como consecuencia de ello, las criaturas no 
    podrán participar en la síntesis del poder y de la personalidad de la presente 
    era universal.
 1281:1  117:2.8 
    Así pues, el estado incompleto del Supremo puede ser considerado como una 
    virtud, puesto que hace posible el desarrollo evolutivo de la creación y de 
    las criaturas de los universos actuales. El vacío tiene su virtud, ya que 
    puede ser llenado con la experiencia.
  1281:2  117:2.9 
    Una de las cuestiones más embarazosas de la filosofía finita es la siguiente: 
    ¿El Ser Supremo se hace efectivo como respuesta a la evolución del gran universo, 
    o bien este cosmos finito evoluciona progresivamente como respuesta a la realización 
    gradual del Supremo? ¿O es posible que sean mútuamente interdependientes para 
    desarrollarse, que sean recíprocos evolutivos, y cada cual desencadena el 
    crecimiento del otro? Sólo estamos seguros de esto: las criaturas y los universos, 
    pequeños o elevados, están evolucionando dentro del Supremo, y a medida que 
    evolucionan está apareciendo la suma unificada de toda la actividad finita 
    de esta era del universo. Se trata de la aparición del Ser Supremo, que para 
    todas las personalidades es la evolución del poder todopoderoso de Dios Supremo. 
  3. SIGNIFICADO DEL SUPREMO PARA LAS CRIATURAS 
    DEL UNIVERSO 
    1281:3  117:3.1 La realidad 
    cósmica que designamos indistintamente con el nombre de Ser Supremo, Dios 
    Supremo y Todopoderoso Supremo es la compleja síntesis universal de las fases 
    emergentes de todas las realidades finitas. La amplia diversificación de la 
    energía eterna, del espíritu divino y de la mente universal alcanza su punto 
    culminante finito en la evolución del Supremo, que es la suma total de todos 
    los crecimientos finitos que se realizan a sí mismos en los niveles divinos 
    de acabamiento finito máximo. 1281:4  117:3.2 
    El Supremo es el canal divino por el que fluye la infinidad creativa de las 
    triodidades, que se cristaliza en el panorama galáctico del espacio, donde 
    se interpreta el magnífico drama de las personalidades del tiempo: la conquista 
    espiritual de la energía-materia por mediación de la mente.
  1281:5  117:3.3 
    Jesús dijo: "Yo soy el camino viviente", y es en efecto el camino 
    viviente que conduce desde el nivel material de la conciencia de sí hasta 
    el nivel espiritual de la conciencia de Dios. Al igual que Jesús es ese camino 
    viviente que asciende desde el yo hasta Dios, el Supremo es el camino viviente 
    que lleva de la conciencia finita a la trascendencia de la conciencia, e incluso 
    al discernimiento de lo absonito. 1281:6  117:3.4 
    Vuestro Hijo Creador puede ser en verdad ese canal viviente entre la humanidad 
    y la divinidad, porque ha experimentado en persona todo el recorrido del sendero 
    universal del progreso, desde la verdadera humanidad de Josué ben José, el 
    Hijo del Hombre, hasta la divinidad paradisíaca de Miguel de Nebadon, el Hijo 
    del Dios infinito. De manera similar, el Ser Supremo puede funcionar como 
    medio universal para acercarse a la trascendencia de las limitaciones finitas, 
    porque es la incorporación auténtica y el resumen personal de toda la evolución, 
    el progreso y la espiritualización de las criaturas. Incluso las experiencias 
    que efectúan las personalidades descendentes del Paraíso en el gran universo, 
    forman esa parte experiencial del Supremo que se complementa con la totalidad 
    de las experiencias ascendentes de los peregrinos del tiempo.
  1281:7  117:3.5 
    El hombre mortal está hecho a imagen de Dios de manera más que simbólica. 
    Desde el punto de vista físico esta afirmación no es muy cierta, pero en lo 
    que se refiere a ciertos potenciales universales, es un hecho real. En la 
    raza humana se está desarrollando una parte del mismo drama de maduración 
    evolutiva que está teniendo lugar, a escala infinitamente más grande, en el 
    universo de universos. El hombre, una personalidad volitiva, se vuelve creativo 
    en unión con su Ajustador, una entidad impersonal, en presencia de los potenciales 
    finitos del Supremo, y el resultado es el florecimiento de un alma inmortal. 
    En los universos, las personalidades Creadoras del tiempo y del espacio trabajan 
    en unión con el espíritu impersonal de la Trinidad del Paraíso, y se transforman 
    así en creadores de un nuevo potencial de poder de la realidad Divina. 1282:1  117:3.6 
    El hombre mortal, como es una criatura, no es exactamente igual al Ser Supremo, 
    que es una deidad, pero la evolución del hombre se parece en algunos aspectos 
    al crecimiento del Supremo. El hombre evoluciona conscientemente de lo material 
    a lo espiritual mediante la fuerza, el poder y la perseverancia de sus propias 
    decisiones; tambien evoluciona a medida que su Ajustador del Pensamiento desarrolla 
    nuevas técnicas para descender de los niveles espirituales a los niveles motonyiales 
    del alma; y en cuanto el alma surge a la existencia, empieza a crecer en sí 
    misma y por sí misma.
 1282:2  117:3.7 
    Esto se parece un poco a la forma en que se expande el Ser Supremo. Su soberanía 
    crece gracias a las actividades y realizaciones de las Personalidades Creadoras 
    Supremas; así se produce la evolución de la majestad de su poder como gobernante 
    del gran universo. Su naturaleza divina depende igualmente de la unidad preexistente 
    de la Trinidad del Paraíso. Pero la evolución de Dios Supremo ofrece además 
    otro aspecto: no sólo evoluciona gracias a los Creadores y se deriva de la 
    Trinidad, sino que tambien evoluciona por sí mismo y se deriva de sí mismo. 
    Dios Supremo participa de manera volitiva y creativa en su propia realización 
    divina. El alma morontial humana es tambien una asociada volitiva y cocreativa 
    de su propia inmortalización.
  1282:3  117:3.8 
    El Padre colabora con el Actor Conjunto para manipular las energías del Paraíso 
    y hacerlas sensibles al Supremo. El Padre colabora con el Hijo Eterno para 
    generar las personalidades Creadoras, cuyas actividades culminarán algún día 
    en la soberanía del Supremo. El Padre colabora con el Hijo y el Espíritu para 
    crear las personalidades trinitarias destinadas a dirigir el gran universo, 
    hasta el momento en que el Supremo complete su evolución y pueda asumir esta 
    soberanía. El Padre coopera de estas y de otras muchas maneras con sus coordinados 
    Divinos y no Divinos para hacer progresar la evolución de la Supremacía, pero 
    tambien actúa a solas en estas materias. Es probable que la mejor revelación 
    de su función solitaria sea el ministerio de los Ajustadores del Pensamiento 
    y de sus entidades asociadas. 1282:4  117:3.9 
    La Deidad es una unidad; es existencial en la Trinidad, experiencial en el 
    Supremo, y las criaturas mortales la consiguen al fusionar con el Ajustador. 
    La presencia de los Ajustadores del Pensamiento en los hombres mortales revela 
    la unidad esencial del universo, ya que el hombre, el tipo más ínfimo de personalidad 
    universal, contiene dentro de sí un fragmento auténtico de la realidad eterna 
    más alta, el Padre original de todas las personalidades.
 1282:5  117:3.10 
    El Ser Supremo evoluciona gracias a su vinculación con la Trinidad del Paraíso 
    y a consecuencia de los éxitos divinos de los hijos creadores y administradores 
    de esta Trinidad. El alma inmortal del hombre desarrolla su propio destino 
    eterno asociándose con la divina presencia del Padre del Paraíso, en consonancia 
    con las decisiones personales de la mente humana. La Trinidad es para Dios 
    Supremo lo mismo que el Ajustador para el hombre en evolución.
  1282:6  117:3.11 
    Durante la presente era del universo, el Ser Supremo parece incapaz de funcionar 
    directamente como creador, salvo en los casos en que los agentes creativos 
    del tiempo y del espacio han agotado las posibilidades de acción finitas. 
    Hasta ahora, esto sólo ha sucedido una vez en la historia del universo. Cuando 
    se agotaron las posibilidades para la acción finita en materia de reflectividad 
    universal, el Supremo actuó como culminador creativo de todas las actividades 
    creadoras anteriores. Y creemos que volverá a funcionar como culminador en 
    las épocas futuras, cada vez que el conjunto de creadores anteriores haya 
    completado un ciclo apropiado de actividad creativa. 1283:1  117:3.12 
    El hombre no ha sido creado por el Ser Supremo, pero sí ha sido engendrado 
    literalmente de la potencialidad del Supremo, y su misma vida deriva de esta 
    potencialidad. El Supremo tampoco hace evolucionar al hombre, y sin embargo 
    es la esencia misma de la evolución. Desde el punto de vista finito, vivimos, 
    nos movemos y tenemos realmente nuestra existencia en la inmanencia del Supremo.
 1283:2  117:3.13 
    Aparentemente, el Supremo es incapaz de desencadenar una causa original, pero 
    parece ser el catalizador de todo el crecimiento universal, y parece estar 
    destinado a culminar por completo el destino de todos los seres evolutivos 
    y experienciales. El Padre da nacimiento al concepto de un cosmos finito; 
    los Hijos Creadores realizan esta idea en el tiempo y el espacio con el consentimiento 
    y la cooperación de los Espíritus Creativos; el Supremo corona la totalidad 
    finita, y establece las relaciones de este total con el destino de lo absonito.
 4. EL DIOS FINITO 
    1283:3  117:4.1 Al observar 
    las luchas incesantes de las criaturas de toda la creación para conseguir 
    el estado perfecto y la existencia divina, sólo podemos pensar que estos esfuerzos 
    interminables demuestran la lucha constante del Supremo para lograr su propia 
    realización divina. Dios Supremo es la Deidad finita, y tiene que afrontar 
    los problemas de lo finito en el sentido total de esta palabra. Nuestras luchas 
    contra las vicisitudes del tiempo en las evoluciones del espacio reflejan 
    sus esfuerzos para conseguir auto-realizarse y completar su soberanía, dentro 
    del campo de acción que su naturaleza evolutiva está ampliando hasta los máximos 
    límites posibles. 1283:4  117:4.2 
    El Supremo lucha por expresarse en todo el gran universo. La medida de su 
    evolución divina está basada en los actos de sabiduría de cada personalidad 
    que existe. Cuando un ser humano escoge la supervivencia eterna, está cocreando 
    su destino, y el Dios finito encuentra en la vida de ese mortal ascendente 
    un aumento de su propia realización personal, y una ampliación de su soberanía 
    experiencial. Pero si una criatura rechaza la carrera eterna, la fracción 
    del Supremo que dependía de la elección de dicha criatura sufre un retraso 
    inevitable, una carencia que tiene que ser compensada con una experiencia 
    sustitutoria o colateral. En cuanto a la personalidad del no sobreviviente, 
    es absorbida en la superalma de la creación, convirtiéndose en una parte de 
    la Deidad del Supremo.
 1283:5  117:4.3 
    Dios es tan confiado, tan amoroso, que pone una fracción de su divina naturaleza 
    entre las manos mismas de los seres humanos para que la cuiden y se auto-realicen. 
    La naturaleza del Padre, la presencia del Ajustador, es indestructible, cualquiera 
    que sea la elección del ser mortal. El hijo del Supremo, el yo en evolución, 
    puede ser destruído aunque la personalidad potencialmente unificadora de ese 
    yo desviado persista como un factor de la Deidad de Supremacía.
 1283:6  117:4.4 
    La personalidad humana puede destruir realmente la individualidad de la criatura, 
    y aunque perdure todo aquello que tenía un valor en la vida de esa suicida 
    cósmica,  dichas cualidades no persistirán como una criatura individual. 
    El Supremo encontrará una nueva expresión entre las criaturas del universo, 
    pero nunca más con la forma de aquella persona particular; la personalidad 
    única de un no ascendente regresa al Supremo como una gota de agua vuelve 
    al océano.
 1284:1  117:4.5 
    Cualquier acción aislada de las fracciones personales de lo finito tiene relativamente 
    poca importancia para la aparición final del Todo Supremo, pero el conjunto 
    no por ello depende menos de la totalidad de los actos de sus múltiples partes. 
    La personalidad de un mortal individual es insignificante con respecto al 
    total de la Supremacía, pero la personalidad de cada ser humano representa 
    un valor significativo irreemplazable en lo finito. Una vez que la personalidad 
    ha sido manifestada, nunca más se podrá expresar de manera idéntica, salvo 
    que continúe existiendo esa misma personalidad viviente.
 1284:2  117:4.6 
    Así, mientras que luchamos por expresar nuestro yo, el Supremo se esfuerza 
    en nosotros y con nosotros para expresar la Deidad. Al igual que nosotros 
    encontramos al Padre, el Supremo encuentra de nuevo al Creador Paradisíaco 
    de todas las cosas. A medida que dominamos los problemas de nuestro propio 
    desarrollo, el Dios de la experiencia consigue la supremacía todopoderosa 
    en los universos del tiempo y del espacio.
  1284:3  117:4.7 
    La humanidad no asciende sin esfuerzos por el universo, y el Supremo tampoco 
    evoluciona si no actúa con inteligencia e intencionalidad. Las criaturas no 
    alcanzan la perfección con la simple pasividad, y el espíritu de la Supremacía 
    no puede convertir en realidad el poder del Todopoderoso sin un ministerio 
    permanente de servicio hacia la creación finita. 1284:4  117:4.8 
    La relación temporal entre el hombre y el Supremo es el fundamento de la moral 
    cósmica, la sensibilidad universal hacia el  deber, y su aceptación. 
    Se trata de una moral que trasciende el significado temporal del bien y del 
    mal relativos; está directamente basada en la apreciación consciente que posee 
    la criatura de una obligación experiencial hacia la Deidad experiencial. El 
    hombre mortal y todas las demás criaturas finitas son creados a partir del 
    potencial viviente de energía, de mente y de espíritu que existe en el Supremo. 
    El ascendente humano provisto de un Ajustador extrae del Supremo los recursos 
    para crear el carácter inmortal y divino de un finalitario. El Ajustador utiliza 
    la realidad misma del Supremo, y con el consentimiento de la voluntad humana, 
    va tejiendo los arquetipos de la naturaleza eterna de un hijo ascendente de 
    Dios.
 1284:5  117:4.9 
    La evolución que supone los progresos que realiza el Ajustador para espiritualizar 
    e inmortalizar a una personalidad humana, producen directamente un aumento 
    de la soberanía del Supremo. Estos avances en la evolución humana se transforman 
    también en avances para la manifestación evolutiva del Supremo. Aunque sea 
    cierto que las criaturas no podrían evolucionar sin el Supremo, quizás sea 
    igualmente cierto que la evolución del Supremo nunca podrá alcanzar su plenitud 
    sin que todas las criaturas finalicen su propia evolución. He aquí pués la 
    gran responsabilidad cósmica de las personalidades conscientes de sí mismas: 
    la Deidad Suprema depende en cierto sentido de la elección de la voluntad 
    humana. Y los mecanismos inescrutables de la reflectividad universal indican 
    con exactitud y precisión a los Ancianos de los Días el progreso recíproco 
    de la evolución de las criaturas y del Supremo.
 1284:6  117:4.10 
    El gran desafío que se ha lanzado al hombre mortal es el siguiente: ¿Decidirá 
    usted personalizar en su propio yo en evolución los significados válidos y 
    experimentables del cosmos? O si rechaza la supervivencia ¿permitirá que estos 
    secretos de la Supremacía permanezcan dormidos, esperando que otra criatura 
    de alguna otra época intente aportar a  su manera una contribución 
    propia a la evolución del Dios finito? En ese caso se tratará de su contribución 
    al Supremo, y no la de usted.
  1284:7  117:4.11 
    La gran lucha de la era actual del universo se está produciendo entre lo potencial 
    y lo manifestado -todo lo que aún no está expresado trata de manifestarse. 
    Cuando el hombre mortal avanza en la aventura del Paraíso, sigue los movimientos 
    del tiempo que se deslizan como corrientes por el río de la eternidad. Cuando 
    el hombre mortal rechaza la carrera eterna, se mueve a contracorriente de 
    los acontecimientos en los universos finitos. La creación mecánica se mueve 
    inexorablemente de acuerdo con el designio en desarrollo del Padre Paradisíaco, 
    pero la creación volitiva tiene la opción de aceptar o de rechazar el papel 
    de su participación personal en la aventura de la eternidad. El hombre mortal 
    no puede destruir los valores supremos de la existencia humana, pero puede 
    impedir definitivamente que dichos valores evolucionen en su propia experiencia 
    personal. En la medida en que el yo humano rehúsa participar en la ascensión 
    al Paraíso, retrasa al Supremo en su intento por expresar su divinidad en 
    el gran universo. 1285:1  117:4.12 
    El hombre mortal ha recibido para su custodia no solamente la presencia del 
    Ajustador del Padre Paradisíaco, sino tambien el control sobre el destino 
    de una fracción infinitesimal del porvenir del Supremo. Porque de la misma 
    manera que el hombre alcanza su destino humano, el Supremo consigue así su 
    destino en los niveles divinos.
 1285:2  117:4.13 
    Cada uno de ustedes tiene pues que decidirse, como nosotros tuvimos que hacerlo 
    en otra época: ¿Fallaréis al Dios del tiempo, que depende tanto de las decisiones 
    de la mente finita? ¿Fallaréis a la personalidad Suprema de los universos, 
    dedicándoos perezosamente a la regresión animal? ¿Fallaréis al gran hermano 
    de todas las criaturas, que tanto depende de cada criatura? ¿Podéis permitiros 
    pasar al reino de lo irrealizado, cuando se extiende ante vosotros el panorama 
    cautivador de la carrera universal -el divino descubrimiento del Padre Paradisíaco 
    y la divina participación en la búsqueda y la evolución del Dios de la Supremacía?
  1285:3  117:4.14 
    Los dones de Dios -sus obsequios de la realidad- no son separaciones de sí 
    mismo. Él no aparta a la creación de sí mismo, pero ha establecido tensiones 
    en las creaciones que rodean al Paraíso. Dios empieza por amar al hombre y 
    le confiere el potencial de la inmortalidad -la realidad eterna. A medida 
    que el hombre ama a Dios, se va volviendo eterno en existencia. Y he aquí 
    un misterio: Cuanto más se acerca el hombre a Dios a través del amor, mayor 
    es la realidad -la manifestación- de ese hombre. Cuanto más se aleja el hombre 
    de Dios, más se aproxima a la no realidad -al cese de la existencia. Cuando 
    el hombre consagra su voluntad a hacer la voluntad del Padre, cuando el hombre 
    da a Dios todo lo que  tiene, entonces Dios hace de ese hombre más 
    de lo que es. 
  5. LA SUPERALMA DE LA CREACIÓN 
    1285:4  117:5.1 El gran 
    Supremo es la superalma cósmica del gran universo. Las cualidades y cantidades 
    del cosmos tienen en Él su reflejo divino; su naturaleza divina es un mosaico 
    compuesto por la suma inmensa de todas las naturalezas de los Creadores y 
    las criaturas de todos los universos en evolución. Y el Supremo es tambien 
    una Deidad en vías de realizarse, provisto de una voluntad creativa que abarca 
    un objetivo universal en evolución. 1285:5  117:5.2 
    Los egos intelectuales, potencialmente personales, del dominio finito, emanan 
    de la Fuente-Centro Tercera, y alcanzan en el Supremo la síntesis de la Deidad 
    espacio-temporal y finita. Cuando la criatura se somete a la voluntad del 
    Creador, no sumerge ni abandona su personalidad. Las personalidades individuales 
    que participan en la realización del Dios finito no pierden su individualidad 
    volitiva por actuar así. Por el contrario, dichas personalidades van creciendo 
    progresivamente al tomar parte en esta gran aventura de la Deidad. Al unirse 
    así con la divinidad, el hombre ennoblece, enriquece, espiritualiza y unifica 
    su yo en evolución hasta el mismo umbral de la supremacía.
  1286:1  117:5.3 
    El alma inmortal y evolutiva del hombre, la creación común de la mente material 
    y del Ajustador, asciende como tal hasta el Paraíso. Cuando se integra posteriormente 
    en el Cuerpo de la Finalidad, se asocia de alguna manera nueva con el circuito 
    de la gravedad espiritual del Hijo Eterno, mediante una técnica experiencial 
    llamada  trascendencia finalitaria. Los finalitarios se convierten 
    entonces en candidatos aceptables para ser reconocidos experiencialmente como 
    personalidades de Dios Supremo. Cuando estos intelectos mortales alcancen 
    el séptimo estado de la existencia espiritual, en los cometidos futuros no 
    revelados del Cuerpo de la Finalidad, sus mentes duales se volverán trinas. 
    Las dos mentes armonizadas, la humana y la divina, serán glorificadas en unión 
    con la mente experiencial del Ser Supremo, que para entonces estará manifestado. 
    1286:2  117:5.4 
    En el eterno futuro, Dios Supremo estará manifestado -expresado de manera 
    creativa y descrito espiritualmente- en la mente espiritualizada (el alma 
    inmortal) del hombre ascendente, de la misma manera que el Padre Universal 
    fue revelado en la vida terrestre de Jesús.
  1286:3  117:5.5 
    El hombre no se une con el Supremo, ni funde en él su identidad personal, 
    pero las repercusiones universales de la experiencia de todos los hombres 
    forman una parte de la experimentación divina del Supremo. "El acto es nuestro, 
    pero sus consecuencias pertenecen a Dios". 1286:4  117:5.6 
    La personalidad en evolución deja tras de sí un rastro de realidad manifestada 
    a medida que pasa por los niveles ascendentes de los universos. Las creaciones 
    crecientes del tiempo y del espacio, ya sean mentales, espirituales o energéticas, 
    son modificadas por el avance de la personalidad a través de sus dominios. 
    Cuando el hombre actúa el Supremo reacciona, y esta transacción constituye 
    el progreso.
 1286:5  117:5.7 
    Los grandes circuitos de la energía, la mente y el espíritu no son nunca posesiones 
    permanentes de la personalidad ascendente; estos ministerios continúan siendo 
    siempre una parte de la Supremacía. En la experiencia mortal, el intelecto 
    humano reside en las pulsaciones rítmicas de los espíritus ayudantes de la 
    mente, y efectúa sus decisiones dentro del marco producido por su encircuitamiento 
    en este ministerio. Después de la muerte, el yo humano es separado para siempre 
    del circuito ayudante. Parece ser que estos ayudantes nunca transmiten la 
    experiencia de una personalidad a otra, pero las repercusiones impersonales 
    de las acciones y decisiones las transmiten a Dios Supremo a través de Dios 
    Séptuplo. (Al menos esto es así en lo que respecta a los ayudantes de la adoración 
    y de la sabiduría).
  1286:6  117:5.8 
    Lo mismo sucede con los circuitos espirituales: el hombre los utiliza durante 
    su ascensión por los universos, pero nunca llega a poseerlos como parte de 
    su personalidad eterna. Estos circuitos del ministerio espiritual, ya sea 
    el Espíritu de la Verdad, el Espíritu Santo o las presencias espirituales 
    superuniversales, son receptivos y reactivos a los valores emergentes de la 
    personalidad ascendente, y estos valores son transmitidos fielmente al Supremo 
    a través del Séptuplo. 1286:7  117:5.9 
    Aunque estas influencias espirituales como el Espíritu Santo y el Espíritu 
    de la Verdad sean ministerios de los universos locales, su actividad no está 
    confinada por completo en los límites geográficos de una creación local determinada. 
    Cuando el mortal ascendente sobrepasa las fronteras de su universo local de 
    origen, no queda desposeído por completo del ministerio del Espíritu de la 
    Verdad, que lo ha guiado y enseñado constantemente a traves de los laberintos 
    filosóficos de los mundos materiales y morontiales, dirigiendo adecuadamente 
    al peregrino del Paraíso en cada crisis de la ascensión, diciéndole siempre: 
    "Este es el camino". Cuando dejéis los dominios del universo local, el espíritu 
    guía confortador de los Hijos de Dios donadores del Paraíso continuará orientando 
    vuestra ascensión hacia el Paraíso mediante el ministerio del espíritu del 
    Ser Supremo emergente y los dispositivos de la reflectividad superuniversal.
 1287:1  117:5.10 
    Estos múltiples circuitos del ministerio cósmico, ¿cómo registran en el Supremo 
    los significados, los valores y los hechos de la experiencia evolutiva? No 
    estamos totalmente seguros, pero creemos que este registro se efectúa por 
    medio de las personas de los Creadores Supremos de origen Paradisíaco, que 
    son los donadores directos de estos circuitos del tiempo y del espacio. La 
    experiencia mental acumulada por los siete espíritus ayudantes de la mente 
    durante su ministerio en el nivel físico del intelecto, es una parte de la 
    experiencia de la Divina Ministra del universo local, y a través de este Espíritu 
    Creativo probablemente llega a registrarse en la mente de la Supremacía. Asímismo, 
    las experiencias mortales con el Espíritu de la Verdad y el Espíritu Santo 
    se registran probablemente mediante técnicas similares en la persona de la 
    Supremacía.
 1287:2  117:5.11 
    Incluso la experiencia del hombre y del Ajustador debe tener su repercusión 
    en la divinidad de Dios Supremo, porque los Ajustadores se asemejan al Supremo 
    en la forma de obtener su experiencia, y el alma evolutiva del hombre mortal 
    puede crearse debido a la posibilidad preexistente para efectuar esta experiencia 
    dentro del Supremo.
 1287:3  117:5.12 
    De esta manera, las múltiples experiencias de toda la creación se convierten 
    en una parte de la evolución de la Supremacía. Las criaturas se limitan a 
    utilizar las cualidades y cantidades del dominio finito mientras ascienden 
    hacia el Padre; las consecuencias impersonales de esta utilización forman 
    parte para siempre del cosmos viviente, de la persona Suprema.
 1287:4  117:5.13 
    Lo que el hombre se lleva consigo como propiedad de su personalidad son las 
    consecuencias sobre su carácter de la experiencia adquirida mientras utilizaba 
    los circuitos mentales y espirituales del gran universo durante su ascensión 
    al Paraíso. Cuando el hombre toma una decisión, y consuma esta decisión en 
    una acción, realiza una experiencia; los significados y valores de esta experiencia 
    forman parte para siempre de su carácter eterno en todos los niveles, desde 
    el finito hasta el final. Un carácter cósmicamente moral y divinamente espiritual 
    representa el capital acumulado de las decisiones personales de la criatura, 
    unas decisiones que fueron inspiradas por la adoración sincera, glorificadas 
    por el amor inteligente y consumadas en el servicio fraternal.
 1287:5  117:5.14 
    El Supremo en evolución compensará finalmente a las criaturas finitas por 
    su inaptitud para conseguir algo más que un contacto experiencial limitado 
    con el universo de universos. Las criaturas pueden llegar hasta el Padre del 
    Paraíso, pero como sus mentes evolutivas son finitas, están incapacitadas 
    para comprender realmente al Padre infinito y absoluto. Pero todas las experiencias 
    de las criaturas se inscriben en el Supremo y forman parte de él. Cuando todas 
    las criaturas consigan llegar al nivel final de la existencia finita, y cuando 
    el desarrollo total del universo permita alcanzar a Dios Supremo como una 
    presencia real de la divinidad, entonces, por el hecho de efectuar este contacto, 
    contactarán con la totalidad de la experiencia. El dominio finito del tiempo 
    contiene en sí mismo las semillas de la eternidad. Nos han enseñado que cuando 
    la plenitud de la evolución agote la capacidad del progreso cósmico, la totalidad 
    de lo finito entrará en las fases absonitas de la carrera eterna a la búsqueda 
    del Padre como Ultimo.
 6. LA BUSQUED A DEL SUPREMO 
    1287:6  117:6.1 Buscamos 
    al Supremo en los universos, pero no lo encontramos. "Está en el interior 
    y en el exterior de todas las cosas y de todos los seres, en movimiento y 
    en reposo. Irreconocible en su misterio, está próximo aunque lejano". El Todopoderoso 
    Supremo es "la forma de lo que aún no está formado, el arquetipo de lo que 
    aún está por crearse". El Supremo es vuestra morada universal, y cuando lo 
    encontreis será igual que regresar al hogar. Es vuestro padre experiencial, 
    y al igual que sucede con los padres humanos, el Supremo ha evolucionado en 
    la experimentación de la paternidad divina. Os conoce porque se parece a una 
    criatura tanto como a un creador. 1288:1  117:6.2 
    Si deseais de verdad encontrar a Dios, no podreis evitar que nazca en nuestra 
    mente la conciencia del Supremo. De la misma manera que Dios es vuestro Padre 
    divino, el Supremo es vuestra Madre divina, de quien os alimentais durante 
    vuestra vida como criaturas del universo. "¡Cuán universal es el Supremo: 
    lo encontramos en todas partes! Las cosas innumerables de la creación dependen 
    de su presencia para vivir, y a nadie se la rehúsa".
 1288:2  117:6.3 
    El Supremo significa para el cosmos finito lo mismo que Miguel para Nebadon. 
    Su Deidad es el amplio canal por el que fluye el amor del Padre hacia toda 
    la creación exterior, y la gran avenida por la que pasan hacia el interior 
    las criaturas finitas, buscando al Padre que es amor. Incluso los Ajustadores 
    del Pensamiento están relacionados con el Supremo; en su naturaleza original 
    y en divinidad se parecen al Padre, pero cuando experimentan los asuntos del 
    tiempo en los universos del espacio, se vuelven semejantes al Supremo.
  1288:3  117:6.4 
    El acto de una criatura que escoge hacer la voluntad del Creador es un valor 
    cósmico y posee un significado universal, ante el cual reacciona inmediatamente 
    una fuerza de coordinación no revelada, pero omnipresente. Es probable que 
    se trate de la actividad cada vez más amplia del Ser Supremo. 1288:4  117:6.5 
    El alma morontial de un mortal evolutivo es realmente la hija de la actividad 
    del Padre Universal por medio del Ajustador, y la hija de la reacción cósmica 
    del Ser Supremo, la Madre Universal. La influencia materna predomina en la 
    personalidad humana durante toda la infancia del alma que crece en el universo 
    local. La influencia de los padres Divinos se hace más equivalente después 
    de fusionar con el Ajustador y durante la carrera en el superuniverso. Pero 
    cuando las criaturas del tiempo empiezan la travesía del eterno universo central, 
    la naturaleza Paterna se pone de manifiesto cada vez más, alcanzando el máximo 
    de su manifestación finita cuando identifican al Padre Universal y son admitidas 
    en el Cuerpo de la Finalidad.
 1288:5  117:6.6 
    Durante la experiencia de acceso al estado de finalitario, el contacto y la 
    inspiración de la presencia espiritual del Hijo Eterno y de la presencia mental 
    del Espíritu Infinito, influencian extraordinariamente las cualidades maternales 
    experienciales del yo ascendente. Posteriormente, en todos los campos de actividad 
    finalitaria del gran universo, se aviva de nuevo el potencial materno latente 
    del Supremo, aparece una nueva comprensión de los significados experienciales 
    y una nueva síntesis de los valores experienciales de toda la carrera ascendente. 
    Parece ser que esta formación del yo deberá continuar durante la carrera universal 
    de los finalitarios del sexto estado, hasta que la herencia materna del Supremo 
    consiga un sincronismo finito con la herencia paterna del Ajustador. Este 
    misterioso período de actividad en el gran universo representa la continuación 
    de la carrera adulta del mortal ascendente perfeccionado.
 1288:6  117:6.7 
    Al completarse la sexta etapa de existencia y al ingresar en la séptima y 
    última etapa del estado espiritual, comenzarán probablemente unas épocas progresivas 
    de experiencia enriquecedora, de sabiduría madura y de conocimiento de la 
    divinidad. En la naturaleza del finalitario todo esto supondrá probablemente 
    la terminación definitiva de la lucha mental para realizarse espiritualmente, 
    la culminación de la coordinación entre la naturaleza ascendente del hombre 
    y la naturaleza divina del Ajustador, dentro de los límites de las posibilidades 
    finitas. Este yo universal tan magnífico se convertirá en el eterno hijo finalitario 
    del Padre Paradisíaco, así como en el eterno hijo universal del Supremo Madre. 
    Un yo universal así estará cualificado para representar tanto al Padre como 
    a la Madre de los universos y de las personalidades, en cualquier actividad 
    o empresa relacionada con la administración finita de las cosas y de los seres 
    creados, creándose o en evolución.
 1289:1  117:6.8 
    Todas las almas humanas que progresan son literalmente las hijas evolutivas 
    de Dios Padre y de Dios Madre, el Ser Supremo. Pero hasta el momento en que 
    el alma del hombre mortal se vuelva consciente de su herencia divina, esta 
    seguridad del parentesco con la Deidad tiene que percibirla por medio de la 
    fe. La experiencia de la vida humana es el capullo cósmico donde los dones 
    universales del Ser Supremo y la presencia en el universo del Padre Universal 
    (dones y presencia que no son personalidades), hacen evolucionar el alma morontial 
    del tiempo y el carácter finalitario humano-divino, que tienen un destino 
    universal y un servicio eterno.
  1289:2  117:6.9 
    Los hombres olvidan demasiado a menudo que Dios es la experiencia más grande 
    de la existencia humana. Las demás experiencias están limitadas en su naturaleza 
    y en su contenido, pero la experiencia de Dios no tiene más límites que la 
    capacidad de comprensión de las criaturas, y esta experiencia amplía por sí 
    misma dicha capacidad. Cuando los hombres buscan a Dios, lo están buscando 
    todo. Y cuando encuentran a Dios, lo han encontrado todo. La búsqueda de Dios 
    es una donación ilimitada de amor, acompañada del descubrimiento sorprendente 
    de que hay un nuevo amor aun más grande que regalar. 1289:3  117:6.10 
    Todo amor verdadero proviene de Dios, y el hombre recibe el afecto divino 
    a medida que lo regala a sus semejantes. El amor es dinámico. Nunca se le 
    puede apresar; es activo, libre, emocionante y está siempre en movimiento. 
    El hombre nunca puede coger el amor del Padre y retenerlo en su corazón. El 
    amor del Padre sólo se convierte en una realidad para el hombre mortal cuando 
    pasa a través de su personalidad, y lo regala a sus semejantes. El gran circuito 
    del amor surge del Padre, pasa de los hijos a los hermanos, y desemboca en 
    el Supremo. El amor del Padre aparece en la personalidad mortal gracias al 
    ministerio del Ajustador interior. El hijo que conoce a Dios revela este amor 
    a sus hermanos del universo, y este afecto fraternal es la esencia del amor 
    del Supremo.
  1289:4  117:6.11 
    La única forma de acercarse al Supremo es a través de la experiencia, y en 
    la época actual de la creación sólo existen tres caminos para que las criaturas 
    se aproximen a la Supremacía: 
   
   1289:5  117:6.12 
    1. Los Ciudadanos del Paraíso descienden de la Isla Eterna a través de Havona, 
    donde adquieren la capacidad de comprender a la Supremacía observando las 
    diferencias de realidad entre el Paraíso y Havona, y descubriendo por indagación 
    las múltiples actividades de las Personalidades Creadoras Supremas, desde 
    los Espíritus Mestros hasta los Hijos Creadores. 1289:6  117:6.13 
    2. Los ascendentes espacio-temporales que suben de los universos evolutivos 
    de los Creadores Supremos se acercan bastante al Supremo cuando atraviesan 
    Havona, como paso preliminar para aumentar su apreciación de la unidad de 
    la Trinidad del Paraíso. 1289:7  117:6.14 
    3. Los nativos de Havona consiguen comprender al Supremo gracias a los contactos 
    que efectúan con los peregrinos descendentes del Paraíso y con los peregrinos 
    ascendentes de los siete superuniversos. Los nativos de Havona se encuentran 
    intrínsecamente en una posición que les permite armonizar los puntos de vista, 
    esencialmente diferentes, de los ciudadanos de la Isla eterna y de los ciudadanos 
    de los universos evolutivos.   1290:1  117:6.15 
    Las criaturas evolutivas disponen de siete grandes vías para acercarse al 
    Padre Universal, y cada una de estas ascensiones al Paraíso pasa por la divinidad 
    de uno de los Siete Espíritus Maestros. La criatura puede realizar cada uno 
    de estos acercamientos porque ha servido en el superuniverso que refleja la 
    naturaleza de ese Espíritu Maestros, y ha conseguido una ampliación de su 
    receptividad experiencial. La totalidad de estas siete experiencias supone 
    el límite actualmente conocido que puede tener la conciencia de una criatura 
    sobre la realidad y la evidencia de Dios Supremo. 1290:2  117:6.16 
    Las limitaciones propias del hombre no son las únicas que le impiden encontrar 
    al Dios finito; es también el estado incompleto del universo. Incluso la condición 
    imperfecta de todas las criaturas -pasadas, presentes y futuras- hace que 
    el Supremo sea inaccesible. Cualquier persona que haya conseguido el nivel 
    divino de parecerse a Dios puede encontrar a Dios Padre, pero ninguna criatura 
     individual podrá descubrir nunca personalmente a Dios Supremo, hasta 
    el momento lejano en que  todas las criaturas lo encontrarán simultáneamente, 
    cuando se consiga la perfección universal.
 1290:3  117:6.17 
    Aunque en esta era del universo no podéis encontrar personalmente al Supremo 
    como sí podéis y encontraréis de hecho al Padre, al Hijo y al Espíritu, sin 
    embargo la ascensión al Paraíso y la posterior carrera universal crearán gradualmente 
    en vuestra conciencia la aceptación de la presencia universal y la actividad 
    cósmica del Dios de toda la experiencia. Los frutos del espíritu son la sustancia 
    del Supremo tal como se le puede comprender en la experiencia humana.
 1290:4  117:6.18 
    El hecho de que el hombre alcance algún día al Supremo es una consecuencia 
    de su fusión con el espíritu de la Deidad del Paraíso. Para los Urantianos, 
    este espíritu es la presencia del Ajustador del Padre Universal. Pero aunque 
    el Monitor de Misterio proviene del Padre y es como el Padre, dudamos de que 
    ni siquiera este don divino pueda conseguir la tarea imposible de revelar 
    la naturaleza del Dios infinito a una criatura finita. Sospechamos que los 
    Ajustadores revelarán a los futuros finalitarios de la séptima etapa, la divinidad 
    y la naturaleza de Dios Supremo. Y esta revelación supondrá para una criatura 
    finita lo mismo que la revelación del Infinito para un ser absoluto.
 1290:5  117:6.19 
    El Supremo no es infinito, pero abarca probablemente toda la fracción de infinidad 
    que una criatura finita pueda nunca conocer realmente. ¡Comprender más que 
    el Supremo sería ser más que finito!
 1290:6  117:6.20 
    Todas las creaciones experienciales dependen unas de otras para alcanzar su 
    destino. Sólo la realidad existencial está contenida en sí misma y existe 
    por sí misma. Havona y los siete superuniversos se necesitan mútuamente para 
    alcanzar el máximo de culminación finita; y algún día dependerán también de 
    los universos futuros del espacio exterior para conseguir trascender lo finito.
 1290:7  117:6.21 
    Un ascendente humano puede encontrar al Padre; Dios es existencial y por lo 
    tanto real, independientemente del estado en que se encuentre la experiencia 
    en el universo total. Pero ningún ascendente aislado encontrará al Supremo 
    hasta que todos los ascendentes hayan alcanzado la máxima madurez universal 
    que los califique para participar simultáneamente en este descubrimiento.
 1290:8  117:6.22 
    El Padre no hace acepción de personas; trata a cada uno de sus hijos ascendentes 
    como indivíduos cósmicos. El Supremo tampoco hace acepción de personas; trata 
    a sus hijos experienciales como un todo cósmico indivisible.
 1290:9  117:6.23 
    El hombre puede descubrir al Padre en su corazón, pero tendrá que buscar al 
    Supremo en el corazón de todos los demás hombres. Y cuando todas las criaturas 
    revelen perfectamente su amor, el Supremo se convertirá entonces en una realidad 
    universal para todas ellas. Esto es simplemente otra manera de decir que los 
    universos se habrán establecido en la luz de la vida.
 1291:1  117:6.24 
    Conseguir la auto-realización perfeccionada de todas las personalidades y 
    lograr el equilibrio perfecto en todos los universos, equivale a la terminación 
    del Supremo, e indica que toda la realidad finita se ha liberado de las limitaciones 
    de la existencia incompleta. Este agotamiento de todos los potenciales finitos 
    permite alcanzar por completo al Supremo, y se puede definir además como la 
    conclusión de la realización evolutiva del mismo Ser Supremo.
  1291:2  117:6.25 
    Los hombres no encuentran al Supremo de manera repentina y espectacular como 
    un terremoto que abre precipicios entre las rocas, sino que lo encuentran 
    lenta y pacientemente, como el río que erosiona suavemente el lecho por el 
    que transcurre. 1291:3  117:6.26 
    Cuando encontréis al Padre habréis encontrado la gran causa de vuestra ascensión 
    espiritual por los universos. Cuando encontréis al Supremo descubriréis el 
    gran resultado de vuestra carrera de progreso hacia el Paraíso.
 1291:4  117:6.27 
    Ningún mortal que conoce a Dios estará nunca solo en su viaje a través del 
    cosmos, porque sabe que el Padre camina a su lado en cada etapa del camino, 
    mientras que el camino mismo que va atravesando es la presencia del Supremo.
 7. EL FUTURO DEL SUPREMO 
    1291:5  117:7.1 La realización 
    completa de todos los potenciales finitos equivale a la finalización total 
    de toda la experiencia evolutiva. Esto supone la emergencia final del Supremo 
    como presencia todopoderosa de la Deidad en los universos. Creemos que el 
    Supremo, en este estado de su desarrollo, estará claramente personalizado 
    como el Hijo Eterno, dotado de un poder concreto como la Isla del Paraíso, 
    completamente unificado como el Actor Conjunto, y todo ello dentro de los 
    límites de las posibilidades finitas de la Supremacía cuando finalice la presente 
    era del universo. 1291:6  117:7.2 
    Aunque esto representa un concepto perfectamente adecuado del futuro del Supremo, 
    desearíamos llamar la atención sobre ciertos problemas inherentes al mismo:
  
   1291:7  117:7.3 
    1. Los Supervisores Incondicionados del Supremo difícilmente podrían ser deificados 
    en una fase anterior a la finalización de su evolución, y sin embargo estos 
    mismos supervisores ya están ejerciendo, de manera limitada, la soberanía 
    de la supremacía en los universos establecidos en la luz y la vida. 1291:8  117:7.4 
    2. El Supremo no debería funcionar como miembro de la Trinidad Ultima hasta 
    que consiga la manifestación final de su estado universal, y sin embargo esta 
    Trinidad es actualmente una realidad competente, y habeis sido informados 
    de la existencia de los Vicegerentes Condicionados del Ultimo.
 1291:9  117:7.5 
    3. El Supremo no es del todo real para las criaturas del universo, pero se 
    puede deducir por muchas razones que es completamente real para la Deidad 
    Séptuple, que engloba desde el Padre Universal del Paraíso hasta los Hijos 
    Creadores y los Espíritus Creativos de los universos locales.
  1291:10  117:7.6 
    En los límites superiores de lo finito, donde el tiempo se une con el tiempo 
    trascendido, puede ser que exista una especie de difuminación y mezcla de 
    las secuencias. Quizás el Supremo sea capaz de proyectar su presencia universal 
    en esos niveles supertemporales, y luego anticipar hasta cierto punto su evolución 
    futura, reflejando este proyecto futuro sobre los niveles creados como Inmanencia 
    del Incompleto Proyectado. Estos fenómenos se pueden observar cada vez que 
    lo finito se pone en contacto con lo superfinito, como sucede en la experiencia 
    de los seres humanos que están habitados por Ajustadores del Pensamiento, 
    que son auténticas predicciones de las futuras realizaciones universales del 
    hombre en toda la eternidad. 
   1292:1  117:7.7 
    Cuando los ascendentes mortales son admitidos en el cuerpo finalitario del 
    Paraíso prestan juramento a la Trinidad, y al prestar este juramento de lealtad 
    están prometiendo fidelidad eterna a Dios Supremo, que  es la Trinidad 
    que pueden comprender todas las personalidades creadas finitas. Posteriormente, 
    las compañías de finalitarios que funcionan en los universos en evolución 
    sólo están sometidas a las órdenes procedentes del Paraíso, hasta la época 
    memorable en que los universos locales se establecen en la luz y la vida. 
    A medida que las nuevas organizaciones gubernamentales de estas creaciones 
    perfeccionadas empiezan a reflejar la soberanía emergente del Supremo, observamos 
    que las compañías foráneas de finalitarios reconocen entonces la autoridad 
    jurisdiccional de estos nuevos gobiernos. Parece ser que Dios Supremo evoluciona 
    como unificador del Cuerpo evolutivo de la Finalidad, pero es muy probable 
    que el destino eterno de estos siete cuerpos esté dirigido por el Supremo 
    como miembro que es de la Trinidad Ultima. 
   1292:2  117:7.8 
    El Ser Supremo posee tres posibilidades superfinitas para manifestarse en 
    el universo: 
  
     1. La colaboración absonita en la primera Trinidad experiencial.2. La relaciones coabsolutas en la segunda Trinidad experiencial.
 3. La participación coinfinita en la Trinidad de Trinidades, pero no tenemos 
      un concepto adecuado de lo que esto significa realmente.
  1292:6  117:7.9 
    Esta es una de las hipótesis generalmente aceptadas sobre el porvenir del 
    Supremo, pero existen también muchas especulaciones sobre sus relaciones con 
    el gran universo actual, cuando éste haya alcanzado el estado de luz y de 
    vida. 1292:7  117:7.10 
    La meta actual de los superuniversos, tal como son y en el límite de sus potenciales, 
    es llegar a ser perfectos como Havona. Esta perfección se refiere a la culminación 
    física y espiritual así como al perfeccionamiento de la administración, del 
    gobierno y de la fraternidad. Creemos que en las eras del futuro, las posibilidades 
    de que existan desarmonías, adaptaciones defectuosas y desarreglos terminarán 
    por desaparecer de los superuniversos. Los circuitos energéticos estarán perfectamente 
    equilibrados y sometidos por completo a la mente, mientras que el espíritu, 
    en presencia de la personalidad, habrá conseguido dominar a la mente.
 1292:8  117:7.11 
    Se conjetura que en esa época tan lejana, la persona espiritual del Supremo 
    y el poder adquirido del Todopoderoso habrán conseguido un desarrollo coordinado, 
    y que ambos, unificados en la Mente Suprema, se manifestarán como el Ser Supremo, 
    una realidad que se habrá perfeccionado en los universos. Esta realidad será 
    observada por todas las criaturas inteligentes, ante ella reaccionarán todas 
    las energías creadas, estará coordinada en todas las entidades espirituales 
    y será experimentada por todas las personalidades del universo.
 1292:9  117:7.12 
    Este concepto implica la soberanía efectiva del Supremo en el gran universo. 
    Es muy probable que los actuales administradores de la Trinidad continúen 
    como vicegerentes del Supremo, pero creemos que las fronteras actuales entre 
    los siete superuniversos desaparecerán gradualmente y que la totalidad del 
    gran universo funcionará como un todo perfeccionado.
 1292:10  117:7.13 
    Es posible que el Supremo resida entonces personalmente en Uversa, la sede 
    central de Orvonton, desde donde dirigirá la administración de las creaciones 
    temporales, pero esto no es más que una suposición. Lo que sí es cierto es 
    que se podrá contactar con la personalidad del Ser Supremo en un lugar concreto, 
    aunque es probable que la ubiquidad de su presencia Divina continúe impregnando 
    el universo de universos. No sabemos qué tipo de relación existirá entre el 
    Supremo y los ciudadanos superuniversales de esa era, pero se tratará de algo 
    similar a las relaciones actuales entre los nativos de Havona y la Trinidad 
    del Paraíso.
  1293:1  117:7.14 
    El gran universo perfeccionado de esas épocas del futuro será enormemente 
    diferente a lo que es en la actualidad. Ya no existirán las emocionantes aventuras 
    de organizar las galaxias del espacio, de implantar la vida en los mundos 
    inseguros del tiempo, o de conseguir por evolución que el caos se transforme 
    en armonía, los potenciales en belleza, los significados en verdad y los valores 
    en bondad. ¡Los universos temporales habrán conseguido llevar a cabo su destino 
    finito! Quizás haya entonces un intervalo de reposo, un descanso en la lucha 
    multimilenaria por conseguir la perfección evolutiva. ¡Pero no por mucho tiempo! 
    El enigma de la Deidad emergente de Dios Ultimo desafiará cierta, indudable 
    e inexorablemente a estos ciudadanos perfeccionados de los universos estabilizados, 
    de la misma manera que la búsqueda de Dios Supremo desafió en otro tiempo 
    a sus antepasados luchadores y evolutivos. La cortina del destino cósmico 
    se correrá para desvelar la grandeza trascendente de la atrayente búsqueda 
    absonita del Padre Universal, en los nuevos niveles superiores donde se manifiesta 
    el aspecto último de la experiencia de las criaturas. 
   1293:2  117:7.15 
    [Patrocinado por un Poderoso Mensajero que reside temporalmente en Urantia.] 
      
 
   
 |