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El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 129

CONTINUACIÓN DE LA VIDA ADULTA DE JESÚS

 

2. EL VIGÉSIMO OCTAVO AÑO (AÑO 22 d. de J.C.)

1421:6  129:2.1 Jesús se despidió de Zebedeo y de Cafarnaum en marzo del año 22 d.de J.C. Pidió una pequeña suma de dinero para costear sus gastos de viaje hasta Jerusalén. Mientras trabajaba con Zebedeo, sólo había cobrado las pequeñas cantidades de dinero que enviaba mensualmente a su familia de Nazaret. José venía un mes a Cafarnaum para buscar el dinero, y al mes siguiente era Judá quien pasaba por Cafarnaum para recibir el dinero de Jesús y llevarlo a Nazaret. El centro pesquero donde trabajaba Judá sólo estaba a unos kilómetros al sur de Cafarnaum.
1421:7  129:2.2 Cuando Jesús se despidió de la familia de Zebedeo, acordó con ellos permanecer en Jerusalén hasta la Pascua, y todos prometieron estar presentes para este acontecimiento. Incluso convinieron en celebrar juntos la cena pascual. Todos se entristecieron cuando Jesús se marchó, especialmente las hijas de Zebedeo.

1421:8  129:2.3 Antes de dejar Cafarnaum, Jesús tuvo una larga conversación con su nuevo amigo e íntimo compañero Juan Zebedeo. Le dijo que pensaba viajar mucho hasta que "llegue mi hora", y le pidió que cada mes enviara en su nombre algún dinero a la familia de Nazaret, hasta que se agotaran los fondos que se le debían. Juan le hizo esta promesa: "Maestro, dedícate a tus asuntos y haz tu trabajo en el mundo. Actuaré en tu lugar en éste y en cualquier otro asunto, y velaré por tu familia como si tuviera que mantener a mi propia madre y cuidar a mis propios hermanos y hermanas. Emplearé los fondos que te debe mi padre tal como has indicado y según se necesiten. Cuando tu dinero se haya agotado, si no recibo más de ti y tu madre se encontrara en la necesidad, entonces compartiré mi propio salario con ella. Puedes emprender tu camino en paz. Actuaré en tu lugar en todas estas cuestiones".
1422:1  129:2.4 Después de que Jesús partiera para Jerusalén, Juan consultó con su padre Zebedeo sobre el dinero que se le debía a Jesús, y se quedó sorprendido de que la suma fuera tan importante. Como Jesús había dejado el asunto completamente entre sus manos, acordaron que lo mejor sería invertir estos fondos en inmuebles y utilizar la renta para ayudar a la familia de Nazaret. Zebedeo conocía una casita de Cafarnaum que estaba hipotecada y en venta, por lo que recomendó a Juan que la comprara con el dinero de Jesús, y guardara la escritura en depósito para su amigo. Juan hizo lo que su padre le aconsejó. Durante dos años, el arrendamiento de la casa se utilizó para pagar la hipoteca, y esto, unido a una importante cantidad de dinero que Jesús envió a Juan poco después para que la familia lo utilizara según sus necesidades, fue casi suficiente para cancelar esta deuda. Zebedeo añadió la diferencia, de manera que Juan pagó el resto de la hipoteca a su vencimiento, consiguiendo así una escritura libre de cargas para esta casa de dos piezas. De esta manera Jesús se convirtió, sin saberlo, en propietario de una casa en Cafarnaum.

1422:2  129:2.5 Cuando la familia de Nazaret se enteró de que Jesús se había marchado de Cafarnaum, como no sabían nada de este arreglo financiero con Juan, creyeron que les había llegado la hora de salir adelante sin contar con su ayuda. Santiago se acordó de su pacto con Jesús y, con la ayuda de sus hermanos, asumió inmediatamente toda la responsabilidad de cuidar a la familia.

1422:3  129:2.6 Pero volvamos atrás para observar a Jesús en Jerusalén. Durante cerca de dos meses, pasó la mayor parte de su tiempo escuchando las discusiones en el templo, y realizando visitas ocasionales a las diversas escuelas de rabinos. La mayoría de los sábados los pasaba en Betania.
1422:4  129:2.7 Jesús había llevado consigo a Jerusalén una carta de la mujer de Zebedeo, dirigida al antiguo sumo sacerdote Anás, en la que Salomé lo presentaba como "si fuera mi propio hijo". Anás pasó mucho tiempo con él, llevándolo personalmente a visitar las numerosas academias de los educadores religiosos de Jerusalén. Jesús inspeccionó a fondo estas escuelas y observó cuidadosamente sus métodos de enseñanza, pero no hizo ni una sola pregunta en público. Aunque Anás consideraba a Jesús como un gran hombre, no sabía bien cómo aconsejarle. Reconocía que sería una tontería sugerirle que ingresara como estudiante en una de las escuelas de Jerusalén, y sin embargo sabía muy bien que nunca concederían a Jesús la categoría de profesor titular, ya que nunca se había formado en estas escuelas.
1422:5  129:2.8 La época de la Pascua se estaba acercando, y junto con el gentío que venía de todas partes, Zebedeo y toda su familia llegaron a Jerusalén procedentes de Cafarnaum. Todos se alojaron en la espaciosa casa de Anás, donde celebraron la Pascua como una familia unida y feliz.

1422:6  129:2.9 Antes de finalizar esta semana pascual, y aparentemente por casualidad, Jesús conoció a un rico viajero y a su hijo, un joven de unos diecisiete años. Estos viajeros procedían de la India, y mientras iban de camino para visitar Roma y otros diversos lugares del Mediterráneo, habían planeado llegar a Jerusalén durante la Pascua, con la esperanza de encontrar a alguien a quien poder contratar como intérprete para los dos y como preceptor para el hijo. El padre insistió para que Jesús consintiera en viajar con ellos. Jesús le habló de su familia y de que no era muy razonable marcharse por un período de casi dos años, durante los cuales podrían pasar necesidades. Entonces este viajero de Oriente le propuso a Jesús adelantarle el salario de un año, de manera que pudiera confiar estos fondos a sus amigos para proteger a su familia de la pobreza. Y Jesús aceptó hacer el viaje.
1423:1  129:2.10 Jesús entregó esta importante cantidad a Juan, el hijo de Zebedeo. Y ya sabéis cómo utilizó este dinero para liquidar la hipoteca de la propiedad de Cafarnaum. Jesús confió a Zebedeo todo lo relacionado con este viaje por el Mediterráneo, pero le encargó que no se lo dijera a nadie, ni siquiera a los de su propia carne y sangre. Zebedeo no reveló nunca que conocía el paradero de Jesús durante este largo período de casi dos años. Antes de que Jesús regresara de este viaje, la familia de Nazaret estaba a punto de darlo por muerto. Solamente las aseveraciones de Zebedeo, que fue a Nazaret en diversas ocasiones con su hijo Juan, mantuvieron viva la esperanza en el corazón de María.

1423:2  129:2.11 Durante este período, la familia de Nazaret se las arregló bastante bien. Judá había aumentado considerablemente su cuota y mantuvo esta contribución adicional hasta que se casó. A pesar del poco apoyo que necesitaban, Juan Zebedeo cogió la costumbre de presentarse cada mes con unos regalos para María y para Rut, de acuerdo con las instrucciones de Jesús.

 

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