ÍNDICE
El libro de UrantiaEdición 1999
  DOCUMENTO 140 
   LA ORDENACIÓN DE Los DOCE APOSTOLES DE JESÚS
 
   1568:1  140:0.1 
    EL DOMINGO 12 de enero del año 27, un poco antes del mediodía, Jesús reunió 
    a los apóstoles para su ordenación como predicadores públicos del evangelio 
    del reino. Los doce esperaban ser llamados de un día a otro; por eso, aquella 
    mañana no se alejaron mucho de la costa para pescar. Algunos de ellos se habían 
    quedado cerca de la orilla reparando sus redes y remendando sus atavíos de 
    pesca. 
    1568:2  140:0.2 
    Cuando Jesús bajó a la playa para convocar a los apóstoles, primero llamó 
    a Andrés y Pedro, que estaban pescando cerca de la orilla; luego hizo señas 
    a Santiago y Juan, que se encontraban cerca en una barca, charlando con su 
    padre Zebedeo y reparando sus redes. Reunió de dos en dos a los otros apóstoles, 
    y cuando los doce estuvieron congregados, se dirigió con ellos hacia las tierras 
    montañosas del norte de Cafarnaum, donde procedió a instruirlos como preparación 
    para su ordenación formal. 
    1568:3  140:0.3 
    Por una vez, los doce apóstoles estaban silenciosos; incluso Pedro se encontraba 
    de humor meditativo. ¡Por fin había llegado la hora tanto tiempo esperada! 
    Partían a solas con el Maestro para participar en algún tipo de ceremonia 
    solemne de consagración personal y de dedicación colectiva al trabajo sagrado 
    de representar a su Maestro en la proclamación del advenimiento del reino 
    de su Padre. 
  1. LA INSTRUCCIÓN PRELIMINAR
1568:4  140:1.1
Antes del servicio formal de ordenación, Jesús habló a los doce que estaban sentados a su alrededor: 
"Hermanos míos, la hora del reino ha llegado. Os he traído aquí, a solas conmigo, para presentaros al Padre como embajadores del reino. Algunos de vosotros me habéis oído hablar de este reino en la sinagoga cuando fuísteis llamados por primera vez. Cada uno de vosotros ha aprendido más sobre el reino del Padre desde que habéis estado trabajando conmigo en las ciudades cercanas al Mar de Galilea. Pero en este momento tengo algo más que deciros con respecto a este reino.
1568:5  140:1.2
"El nuevo reino que mi Padre está a punto de establecer en el corazón de sus hijos terrestres está destinado a ser un dominio eterno. Este gobierno de mi Padre en el corazón de aquellos que desean hacer su voluntad divina no tendrá fin. Os declaro que mi Padre no es el Dios de los judíos o de los gentiles. Muchos vendrán del este y del oeste para sentarse con nosotros en el reino del Padre, mientras que muchos hijos de Abraham se negarán a entrar en esta nueva fraternidad, en la que el espíritu del Padre reina en el corazón de los hijos de los hombres.
1568:6  140:1.3
"El poder de este reino no consistirá en la fuerza de los ejércitos ni en la importancia de las riquezas, sino más bien en la gloria del espíritu divino que vendrá a enseñar la mente y dirigir el corazón de los ciudadanos renacidos de este reino celestial -los hijos de Dios. Ésta es la fraternidad del amor donde reina la rectitud y cuyo grito de guerra será: Paz en la tierra y buena voluntad entre todos los hombres. Este reino, que muy pronto vais a proclamar, es el deseo de los hombres de bien de todos los tiempos, la esperanza de toda la tierra y el cumplimiento de las sabias promesas de todos los profetas.
1569:1  140:1.4
"Pero para vosotros, hijos míos, y para todos los demás que quieran seguiros en este reino, una dura prueba se prepara. Sólo la fe os permitirá atravesar sus puertas, pero tendréis que producir los frutos del espíritu de mi Padre si queréis continuar ascendiendo en la vida progresiva de la comunidad divina. En verdad, en verdad os digo que no todo el que dice `Señor, Señor' entrará en el reino de los cielos, sino más bien aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
1569:2  140:1.5
"Vuestro mensaje para el mundo será: Buscad primero el reino de Dios y su rectitud, y cuando los hayáis encontrado, todas las demás cosas esenciales para la supervivencia eterna estarán aseguradas por añadidura. Ahora quisiera dejar claro para vosotros que este reino de mi Padre no vendrá con una exhibición exterior de poder ni con una demostración indecorosa. No debéis salir de aquí para proclamar el reino diciendo: `está aquí' o `está allí', porque este reino que predicaréis es Dios dentro de vosotros.
1569:3  140:1.6
"Quien quiera ser grande en el reino de mi Padre, deberá volverse un ministro para todos; y si alguien quiere ser el primero entre vosotros, que se convierta en el servidor de sus hermanos. Una vez que hayáis sido recibidos realmente como ciudadanos del reino celestial, ya no seréis servidores, sino hijos, hijos del Dios viviente. Así es como este reino progresará en el mundo, hasta que destruya todas las barreras y conduzca a todos los hombres a conocer a mi Padre y a creer en la verdad salvadora que he venido a proclamar. Incluso ahora mismo el reino está cerca, y algunos de vosotros no moriréis hasta que hayáis visto llegar el reino de Dios con gran poder.
1569:4  140:1.7
"Esto que vuestros ojos contemplan ahora, este pequeño comienzo de doce hombres comunes, se multiplicará y crecerá hasta que, finalmente, toda la tierra se llene con las alabanzas de mi Padre. Y no será tanto por las palabras que diréis, sino más bien por la vida que viviréis, que los hombres sabrán que habéis estado conmigo y que habéis aprendido las realidades del reino. Aunque no quisiera colocar ninguna carga pesada sobre vuestra mente, estoy a punto de depositar sobre vuestra alma la solemne responsabilidad de representarme en el mundo cuando os deje dentro de poco, como yo represento ahora a mi Padre en esta vida que estoy viviendo en la carne". 
Cuando Jesús terminó de hablar, se levantó.
2. LA ORDENACIÓN
1569:5  140:2.1
Jesús indicó entonces a los doce mortales que acababan de escuchar su declaración sobre el reino, que se arrodillaran en círculo alrededor de él. Luego, el Maestro puso sus manos sobre la cabeza de cada apóstol, empezando por Judas Iscariote y terminando por Andrés. Después de haberlos bendecido, extendió las manos y oró:
1569:6  140:2.2
"Padre mío, aquí te traigo a estos hombres, mis mensajeros. Entre nuestros hijos de la tierra, he escogido a estos doce para que vayan a representarme como yo he venido para representarte. Ámalos y acompáñalos como tú me has amado y acompañado. Y ahora, Padre mío, concédeles sabiduría a estos hombres, mientras deposito todos los asuntos del reino venidero entre sus manos. Desearía, si es tu voluntad, permanecer algún tiempo en la tierra para ayudarlos en sus trabajos por el reino. De nuevo, Padre mío, te doy las gracias por estos hombres, y los confío a tu cuidado mientras me dedico a terminar la obra que me has encomendado."
1570:1  140:2.3
Cuando Jesús terminó de orar, cada uno de los apóstoles permaneció inclinado en su sitio. Transcurrieron muchos minutos antes de que el mismo Pedro se atreviera a levantar los ojos para mirar al Maestro. Uno tras otro abrazaron a Jesús, pero nadie dijo nada. Un gran silencio invadió el lugar, mientras que una multitud de seres celestiales contemplaba desde arriba esta escena solemne y sagrada -el Creador de un universo poniendo los asuntos de la fraternidad divina de los hombres bajo la dirección de unas mentes humanas.
3. EL SERMÓN DE ORDENACIÓN
1570:2  140:3.1
Jesús tomó entonces la palabra y dijo: 
"Ahora que sois embajadores del reino de mi Padre, os habéis convertido así en una clase de hombres separada y distinta de todos los demás hombres de la tierra. Ahora ya no sois como unos hombres entre los hombres, sino como unos ciudadanos iluminados de otro país celestial entre las criaturas ignorantes de este mundo tenebroso. Ya no es suficiente con que viváis como habéis hecho hasta ahora, sino que de aquí en adelante deberéis de vivir como aquellos que han saboreado las glorias de una vida mejor, y han sido enviados de vuelta a la tierra como embajadores del Soberano de ese mundo nuevo y mejor. Se espera más del profesor que del alumno; al amo se le exige más que al servidor. A los ciudadanos del reino celestial se les pide más que a los ciudadanos del gobierno terrestre. Algunas de las cosas que estoy a punto de deciros os parecerán duras, pero habéis elegido representarme en el mundo como yo ahora represento al Padre. Y como agentes míos en la tierra, estaréis obligados a acatar las enseñanzas y las prácticas que reflejan mis ideales de vida mortal en los mundos del espacio, lo que ejemplifico en mi vida terrestre revelando al Padre que está en los cielos.
1570:3  140:3.2
"Os envío para proclamar la libertad a los cautivos espirituales, la alegría a los esclavos del temor, y para curar a los enfermos de acuerdo con la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Cuando encontréis a mis hijos en la aflicción, decidles palabras de estímulo como éstas:
  1570:4  140:3.3 
  "Bienaventurados los pobres de espíritu, los humildes, porque de ellos 
  son los tesoros del reino de los cielos. 
  1570:5  140:3.4 "Bienaventurados los que 
  tienen hambre y sed de rectitud, porque ellos serán saciados. 
  1570:6  140:3.5 "Bienaventurados los mansos, 
  porque ellos heredarán la tierra.
  1570:7  140:3.6 
  "Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
  1570:8  140:3.7 
  "Y decid también a mis hijos estas palabras adicionales de consuelo espiritual 
  y de promesa: 
  1570:9  140:3.8 "Bienaventurados los afligidos, 
  porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que lloran, porque ellos 
  recibirán el espíritu de la alegría.
  1570:10  140:3.9 
  "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
  1570:11  140:3.10 
  "Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de 
  Dios.
  1570:12  140:3.11 
  "Bienaventurados los perseguidos a causa de su rectitud, porque de ellos 
  es el reino de los cielos. Consideraos bienaventurados cuando los hombres os 
  injurien y os persigan, y digan falsamente toda clase de mal contra vosotros. 
  Regocijaos y alegraos en extremo, porque vuestra recompensa será grande en los 
  cielos. 
   1570:13  140:3.12 
    "Hermanos míos, mientras os envío fuera, vosotros sois la sal de la tierra, 
    una sal con sabor de salvación. Pero si esta sal ha perdido su sabor, ¿con 
    qué se sazonará? En lo sucesivo ya no sirve más que para ser arrojada y pisoteada 
    por los hombres. 
    1570:14  140:3.13 
    "Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada en una colina no 
    se puede ocultar. Los hombres tampoco encienden una luz para ponerla debajo 
    de un almud, sino en un candelero; y da luz a todos los que están en la casa. 
    Que vuestra luz brille ante los hombres de tal manera que puedan ver vuestras 
    buenas obras y sean inducidos a glorificar a vuestro Padre que está en los 
    cielos. 
    1571:1  140:3.14 
    "Os envío al mundo para que me representéis y actuéis como embajadores 
    del reino de mi Padre. Cuando salgáis a proclamar la buena nueva, poned vuestra 
    confianza en el Padre, de quien sois mensajeros. No resistáis a la injusticia 
    por medio de la fuerza; no pongáis vuestra confianza en el virgor corporal. 
    Si vuestro prójimo os golpea en la mejilla derecha, ofrecedle también la izquierda. 
    Estad dispuestos a sufrir una injusticia en lugar de acudir a la ley entre 
    vosotros. Atended con bondad y misericordia a todos los que están afligidos 
    y necesitados. 
    1571:2  140:3.15 
    "Os lo digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, 
    bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os utilizan con malicia. 
    Haced por los hombres todo lo que creáis que yo haría por ellos. 
    1571:3  140:3.16 
    "Vuestro Padre que está en los cielos hace que brille el sol sobre los 
    malos al igual que sobre los buenos; asímismo, envía la lluvia sobre los justos 
    y los injustos. Vosotros sois los hijos de Dios; aún más, ahora sois los embajadores 
    del reino de mi Padre. Sed misericordiosos como Dios es misericordioso, y 
    en el eterno futuro del reino, seréis perfectos como vuestro Padre celestial 
    es perfecto. 
    1571:4  140:3.17 
    "Estáis encargados de salvar a los hombres, no de juzgarlos. Al final 
    de vuestra vida terrestre, todos esperaréis misericordia; por eso os pido 
    que durante vuestra vida mortal mostréis misericordia a todos vuestros hermanos 
    en la carne. No cometáis el error de intentar quitar una mota del ojo de vuestro 
    hermano, cuando hay una viga en el vuestro. Después de sacar primero la viga 
    de vuestro propio ojo, podréis ver mejor para quitar la mota del ojo de vuestro 
    hermano. 
    1571:5  140:3.18 
    "Discernid claramente la verdad; vivid con audacia la vida recta; así 
    seréis mis apóstoles y los embajadores de mi Padre. Habéis oído decir que: 
    `Si el ciego conduce al ciego, los dos se caerán al precipicio'. Si queréis 
    guiar a otras personas hacia el reino, vosotros mismos tenéis que caminar 
    en la clara luz de la verdad viviente. En todos los asuntos del reino, os 
    exhorto a que mostréis un juicio justo y una sabiduría penetrante. No ofrezcáis 
    las cosas santas a los perros, ni arrojéis vuestras perlas delante de los 
    cerdos, no sea que pisoteen vuestras joyas y se vuelvan para despedazaros. 
    
    1571:6  140:3.19 
    "Os pongo en guardia contra los falsos profetas que vendrán hacia vosotros 
    vestidos de cordero, mientras que por dentro son como lobos voraces. Por sus 
    frutos los conoceréis. ¿Recogen los hombres uvas de las espinas o higos de 
    los cardos? Así pues, todo buen árbol produce buenos frutos, pero el árbol 
    corrompido da malos frutos. Un buen árbol no puede producir malos frutos, 
    ni un árbol corrompido buenos frutos. Todo árbol que no da buenos frutos pronto 
    es derribado y arrojado al fuego. Para conseguir entrar en el reino de los 
    cielos, lo que cuenta es el móvil. Mi Padre mira dentro del corazón de los 
    hombres y los juzga por sus deseos internos y sus intenciones sinceras. 
    1571:7  140:3.20 
    "En el gran día del juicio del reino, muchos me dirán: `¿No hemos profetizado 
    en tu nombre y hemos hecho muchas obras maravillosas por tu nombre?' Pero 
    yo me veré obligado a decirles, `Nunca os he conocido; apartaos de mí, vosotros 
    que sois unos falsos educadores'. Pero todo el que escuche esta instrucción 
    y ejecute sinceramente su misión de representarme ante los hombres, como yo 
    he representado a mi Padre ante vosotros, encontrará una entrada abundante 
    a mi servicio y en el reino del Padre celestial." 
   1571:8  140:3.21 
    Los apóstoles nunca habían escuchado antes a Jesús expresarse de esta manera, 
    pues les había hablado como alguien que posee una autoridad suprema. Descendieron 
    de la montaña casi al ponerse el sol, pero ninguno le hizo preguntas a Jesús. 
  4. VOSOTROS SOIS LA SAL DE LA TIERRA 
  
 1572:1  140:4.1 El llamado 
    "Sermón de la Montaña" no es el evangelio de Jesús. Contiene de 
    hecho muchas enseñanzas útiles, pero eran las instrucciones de ordenación 
    de Jesús a los doce apóstoles. Era el encargo personal del Maestro a los que 
    iban a continuar predicando el evangelio y que aspiraban a representarlo en 
    el mundo de los hombres, como él representaba a su Padre con tanta elocuencia 
    y perfección. 
   1572:2  140:4.2 
    "Vosotros sois la sal de la tierra, una sal con sabor de salvación. 
    Pero si esta sal ha perdido su sabor, ¿con qué se sazonará? En lo sucesivo 
    ya no sirve más que para ser arrojada y pisoteada por los hombres." 
    
    1572:3  140:4.3 
    En los tiempos de Jesús, la sal era un elemento precioso. Se utilizaba incluso 
    como moneda. La palabra moderna "salario" se deriva de sal. La sal 
    no sólo condimenta los alimentos, sino que también los conserva. Hace que 
    otras cosas sean más sabrosas, y sirve así a medida que se gasta. 
   1572:4  140:4.4 
    "Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada en una colina 
    no se puede ocultar. Los hombres tampoco encienden una luz para ponerla debajo 
    de un almud, sino en un candelero; y da luz a todos los que están en la casa. 
    Que vuestra luz brille ante los hombres de tal manera que puedan ver vuestra 
    buenas obras y sean inducidos a glorificar a vuestro Padre que está en los 
    cielos." 
    1572:5  140:4.5 
    Aunque la luz disipa las tinieblas, también puede ser tan "cegadora" 
    como para confundir y frustrar. Se nos exhorta a que dejemos brillar nuestra 
    luz de tal  manera que nuestros semejantes se sientan guiados hacia 
    unos caminos nuevos y divinos de vida realzada. Nuestra luz no debe brillar 
    como para atraer la atención sobre nosotros mismos. También podemos utilizar 
    nuestra propia profesión como un "reflector" eficaz para diseminar 
    esta luz de la vida. 
    1572:6  140:4.6 
    Los caracteres fuertes no se forman evitando hacer el mal, sino más 
    bien haciendo realmente el bien. El altruismo es la insignia de la grandeza 
    humana. Los niveles más altos de autorrealización se alcanzan mediante la 
    adoración y el servicio. La persona feliz y eficaz está motivada por el amor 
    de hacer el bien, y no por el temor de hacer el mal. 
   1572:7  140:4.7 
    "Por sus frutos los conoceréis."  La personalidad es básicamente 
    invariable. Lo que cambia -lo que crece- es el carácter moral. El error principal 
    de las religiones modernas es el negativismo. El árbol que no produce frutos 
    es "derribado y arrojado al fuego". El valor moral no puede provenir 
    de la simple represión -de la obediencia al mandato "No harás". 
    El miedo y la vergüenza son motivaciones sin valor para la vida religiosa. 
    La religión solamente es válida cuando revela la paternidad de Dios y realza 
    la fraternidad de los hombres. 
   1572:8  140:4.8 
    Una persona se forma una filosofía eficaz de la vida combinando la perspicacia 
    cósmica con la suma de sus propias reacciones emocionales ante el entorno 
    social y económico. Recordad: aunque los impulsos hereditarios no se pueden 
    modificar fundamentalmente, las reacciones emocionales a esos impulsos sí 
    se pueden cambiar; por consiguiente, la naturaleza moral se puede modificar, 
    el carácter se puede mejorar. En un carácter fuerte, las reacciones emocionales 
    están integradas y coordinadas, generando así una personalidad unificada. 
    La falta de unificación debilita la naturaleza moral y engendra la desdicha. 
    
    1572:9  140:4.9 
    Sin una meta que merezca la pena, la vida carece de objetivo y de provecho, 
    lo que ocasiona mucha infelicidad. El discurso de Jesús en la ordenación de 
    los doce constituye una filosofía magistral de la vida. Jesús exhortó a sus 
    seguidores a que ejercitaran una fe experiencial. Les advirtió que no se limitaran 
    a depender de un asentimiento intelectual, de la credulidad o de la autoridad 
    establecida. 
    1573:1  140:4.10 
    La educación debería ser una técnica para aprender (descubrir) los mejores 
    métodos de satisfacer nuestros impulsos naturales y hereditarios, y la felicidad 
    es el resultado final de estas técnicas mejores de satisfacción emocional. 
    La felicidad depende poco del entorno, aunque un ambiente agradable puede 
    contribuir mucho a ella. 
   1573:2  140:4.11 
    Todo mortal ansía realmente ser una persona completa, ser perfecto como el 
    Padre que está en los cielos es perfecto, y este logro es posible porque, 
    a fin de cuentas, el "universo es verdaderamente paternal". 
  5. AMOR PATERNAL Y AMOR FRATERNAL 
  
 1573:3  140:5.1 Desde el 
    Sermón de la Montaña hasta el discurso de la Última Cena, Jesús enseñó a sus 
    discípulos a manifestar un amor  paternal en lugar de un amor  fraternal. 
    El amor fraternal consiste en amar al prójimo como a sí mismo, lo que sería 
    una aplicación adecuada de la "regla de oro". Pero el afecto paternal 
    exije que améis a vuestros compañeros mortales como Jesús os ama. 
    1573:4  140:5.2 
    Jesús ama a la humanidad con un afecto doble. Vivió en la tierra bajo una 
    doble personalidad -humana y divina. Como Hijo de Dios, ama al hombre con 
    un amor paternal -es el Creador del hombre, su Padre en el universo. Como 
    Hijo del Hombre, Jesús ama a los mortales como un hermano -fue realmente un 
    hombre entre los hombres. 
    1573:5  140:5.3 
    Jesús no esperaba que sus discípulos consiguieran una manifestación imposible 
    de amor fraternal, pero sí contaba con que se esforzarían tanto por parecerse 
    a Dios -por ser perfectos como el Padre que está en los cielos es perfecto- 
    que podrían empezar a considerar a los hombres como Dios considera a sus criaturas, 
    y así podrían empezar a amar a los hombres como Dios los ama -a manifestar 
    los principios de un afecto paternal. En el transcurso de estas exhortaciones 
    a los doce apóstoles, Jesús trató de revelar este nuevo concepto de  amor 
    paternal, tal como está relacionado con ciertas actitudes emocionales 
    involucradas cuando se efectúan numerosos ajustes sociales al entorno. 
   1573:6  140:5.4 
    El Maestro inició este importante discurso llamando la atención sobre cuatro 
    actitudes de  fe, como preludio a la descripción posterior de sus cuatro 
    reacciones trascendentales y supremas de amor paternal, en contraste con las 
    limitaciones del simple amor fraternal. 
    1573:7  140:5.5 
    Primero habló de los que eran pobres de espíritu, de los que tenían hambre 
    de rectitud, de los que perseveraban en la mansedumbre y de los limpios de 
    corazón. Se podría esperar que estos mortales que disciernen el espíritu alcanzarían 
    los niveles suficientes de desinterés divino como para ser capaces de intentar 
    el extraordinario ejercicio del afecto  paternal; que, incluso en la 
    aflicción, estarían facultados para mostrar misericordia, promover la paz 
    y soportar las persecuciones. Y que a lo largo de todas estas penosas situaciones, 
    amarían con un amor paternal incluso a una humanidad poco amable. El afecto 
    de un padre puede alcanzar unos niveles de devoción que trascienden inmensamente 
    el afecto de un hermano. 
    1573:8  140:5.6 
    La fe y el amor de estas beatitudes fortalecen el carácter moral y crean la 
    felicidad. El miedo y la ira debilitan el carácter y destruyen la felicidad. 
    Este sermón importante se inició con una nota de felicidad. 
   
  
1573:9  140:5.7 
    1. "Bienaventurados los pobres de espíritu -los humildes ."  
    Para un niño, la felicidad es la satisfacción de una ansia inmediata de placer. 
    El adulto está dispuesto a sembrar las semillas de la abnegación, con el fin 
    de obtener las cosechas posteriores de una felicidad mayor. En los tiempos 
    de Jesús y después de ellos, la felicidad ha sido asociada demasiado a menudo 
    con la idea de poseer riquezas. En la historia del fariseo y del publicano 
    que oraban en el templo, uno se sentía rico de espíritu -egotista; el otro 
    se sentía "pobre de espíritu" -humilde. Uno era autosuficiente; 
    el otro era enseñable y buscaba la verdad. Los pobres de espíritu buscan metas 
    de riqueza espiritual -buscan a Dios. Estos buscadores de la verdad no tienen 
    que esperar sus recompensas en un futuro lejano; son recompensados ahora. 
    Encuentran el reino de los cielos en su propio corazón, y experimentan esa 
    felicidad ahora. 
  1574:1  140:5.8 
    2. "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de rectitud, porque 
    ellos serán saciados ."  Sólo aquellos que se sienten pobres de espíritu 
    tienen sed de rectitud. Sólo los humildes buscan la fuerza divina y anhelan 
    el poder espiritual. Sin embargo, es sumamente peligroso practicar a sabiendas 
    el ayuno espiritual con el fin de aumentar nuestro apetito de los dones espirituales. 
    El ayuno físico se vuelve peligroso después de cuatro o cinco días; uno puede 
    perder todo deseo de alimentarse. El ayuno prolongado, tanto físico como espiritual, 
    tiende a destruir el apetito. 
    1574:2  140:5.9 La rectitud experiencial 
    es un placer, no un deber. La rectitud de Jesús es un amor dinámico -un afecto 
    paternal-fraternal. No es una rectitud negativa del tipo "no harás". 
    ¿Cómo podría alguien tener hambre de algo negativo -de algo a "no hacer"?
    1574:3  140:5.10 
    No es fácil enseñar estas dos primeras beatitudes a una mente infantil, pero 
    la mente madura debería captar su significado. 
  1574:4  140:5.11 
    3. "Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra ." 
     La mansedumbre auténtica no tiene ninguna relación con el miedo. Es más 
    bien una actitud del hombre cooperando con Dios -"Hágase tu voluntad." 
    Engloba la paciencia y la indulgencia, y está motivada por una fe imperturbable 
    en un universo justo y amistoso. Domina todas las tentaciones de rebelarse 
    contra el gobierno divino. Jesús fue el hombre manso ideal de Urantia, y heredó 
    un vasto universo.
  1574:5  140:5.12 
    4. "Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios 
    ." La pureza espiritual no es una cualidad negativa, salvo que carece 
    de recelo y de revancha. Al hablar de la pureza, Jesús no tenía la intención 
    de tratar exclusivamente de las actitudes sexuales humanas. Se refería más 
    bien a esa fe que los hombres deberían tener en sus semejantes; a esa fe que 
    los padres tienen en sus hijos, y que les permite amar a sus semejantes como 
    un padre los amaría. El amor de un padre no tiene necesidad de mimar, y no 
    perdona el mal, pero siempre se opone al cinismo. El amor paternal tiene una 
    única finalidad, y siempre busca lo mejor que hay en el hombre; ésta es la 
    actitud de un verdadero padre.
    1574:6  140:5.13 
    Ver a Dios -por la fe- significa adquirir la verdadera perspicacia espiritual. 
    La perspicacia espiritual intensifica el gobierno del Ajustador, y los dos 
    reunidos terminan por aumentar la conciencia de Dios. Cuando conocéis al Padre, 
    os sentís confirmados en la seguridad de vuestra filiación divina, y podéis 
    amar cada vez más a vuestros hermanos en la carne, no sólo como un hermano 
    -con un amor fraternal- sino también como un padre -con un afecto paternal. 
    
    1574:7  140:5.14 Esta exhortación es fácil 
    de enseñar incluso a un niño. Los niños son confiados por naturaleza, y los 
    padres deberían cuidar de que no pierdan esta fe sencilla. Al tratar con los 
    niños, evitad todo engaño y absteneos de sugerir la desconfianza. Ayudadlos 
    juiciosamente a escoger a sus héroes y a seleccionar el trabajo de su vida. 
 1574:8  140:5.15 
    Luego, Jesús continuó instruyendo a sus discípulos sobre cómo conseguir el 
    objetivo principal de todas las luchas humanas -la perfección- e incluso la 
    consecución divina. Siempre les recomendaba: "Sed perfectos como vuestro 
    Padre que está en los cielos es perfecto." No exhortaba a los doce a 
    que amaran al prójimo como se amaban a sí mismos. Esto hubiera sido un logro 
    meritorio, que hubiera indicado la realización del amor fraternal. Recomendaba 
    más bien a sus apóstoles que amaran a los hombres como él los había amado 
    -con un afecto  paternal así como fraternal. Y esto lo ilustró indicando 
    cuatro reacciones supremas de amor paternal: 
   
  
1575:1  140:5.16 
    1. "Bienaventurados los afligidos, porque ellos serán consolados ." 
     El llamado sentido común o la lógica más superior nunca sugerirían que 
    la felicidad puede surgir de la aflicción. Pero Jesús no se refería a la aflicción 
    externa u ostentatoria. Hacía alusión a una actitud emotiva de ternura de 
    corazón. Es un gran error enseñar a los niños y a los jóvenes que no es varonil 
    mostrar ternura o, por otra parte, dar testimonio de sentimientos emotivos 
    o de sufrimientos físicos. La compasión es un atributo valioso tanto en el 
    hombre como en la mujer. No es necesario ser insensible para ser varonil. 
    Ésta es la manera equivocada de crear hombres valientes. Los grandes hombres 
    de este mundo no han tenido miedo de afligirse. Moisés, el afligido, fue un 
    hombre más grande que Sansón o Goliat. Moisés fue un guía extraordinario, 
    pero también estaba lleno de mansedumbre. Ser sensible y reaccionar antes 
    las necesidades humanas crea una felicidad auténtica y duradera, y al mismo 
    tiempo estas actitudes benévolas protegen el alma contra las influencias destructivas 
    de la ira, el odio y la desconfianza.
  1575:2  140:5.17 
    2. "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos conseguirán 
    misericordia ." La misericordia denota aquí la altura, la profundidad 
    y la anchura de la amistad más sincera -la bondad. A veces, la misericordia 
    puede ser pasiva, pero aquí es activa y dinámica -la ternura paternal suprema. 
    Un padre amoroso tiene pocas dificultades para perdonar a su hijo, incluso 
    muchas veces. En un niño no mimado, el impulso de aliviar el sufrimiento es 
    natural. Los niños son normalmente bondadosos y compasivos cuando tienen la 
    edad suficiente para apreciar las situaciones reales.
  1575:3  140:5.18 
    3. "Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados 
    hijos de Dios ."  Los oyentes de Jesús deseaban ardientemente una 
    liberación militar, no unos pacificadores. Pero la paz de Jesús no es de tipo 
    pacífico y negativo. En presencia de las pruebas y de las persecuciones, decía: 
    "Mi paz os dejo." "Que vuestro corazón no se perturbe, y no 
    tengáis miedo." Ésta es la paz que impide los conflictos ruinosos. La 
    paz personal integra la personalidad. La paz social impide el miedo, la codicia 
    y la ira. La paz política impide los antagonismos raciales, las desconfianzas 
    nacionales y la guerra. La pacificación es el remedio para la desconfianza 
    y la sospecha. 
    1575:4  140:5.19 Es fácil enseñar 
    a los niños a trabajar como pacificadores. Disfrutan con las actividades de 
    equipo; les gusta jugar juntos. El Maestro dijo en otra ocasión: "Quien 
    quiera salvar su vida la perderá, pero quien esté dispuesto a perderla, la 
    encontrará."
  1575:5  140:5.20 
    4. "Bienaventurados los perseguidos a causa de su rectitud, porque 
    de ellos es el reino de los cielos. Consideraos bienaventurados cuando los 
    hombres os injurien y os persigan, y digan falsamente toda clase de mal contra 
    vosotros. Regocijaos y alegraos en extremo, porque vuestra recompensa será 
    grande en los cielos ." 
    1575:6  140:5.21 Muy a menudo, la persecución 
    sigue de hecho a la paz. Pero los jóvenes y los adultos valientes no huyen 
    nunca de las dificultades o del peligro. "No existe un amor más grande 
    que el de dar la vida por sus amigos." Un amor paternal puede hacer libremente 
    todas estas cosas -unas cosas que el amor fraternal difícilmente puede abarcar. 
    El progreso ha sido siempre la cosecha final de la persecución. 
    1575:7  140:5.22 Los niños responden siempre 
    al desafío de la valentía. La juventud siempre está dispuesta a "aceptar 
    un desafío". Todos los niños deberían aprender pronto a sacrificarse. 
 
  1575:8  140:5.23 
    Se descubre pues que las bienaventuranzas del Sermón de la Montaña están basadas 
    en la fe y el amor, y no en la ley -en la ética y el deber. 
   1575:9  140:5.24 
    El amor paternal se complace en devolver el bien por el mal -en hacer el bien 
    como pago a la injusticia. 
  6. LA NOCHE DE LA ORDENACIÓN 
  
 1576:1  140:6.1 El domingo 
    por la noche, al llegar de las tierras altas del norte de Cafarnaum a la casa 
    de Zebedeo, Jesús y los doce compartieron una cena sencilla. Más tarde, mientras 
    Jesús se fue a pasear por la playa, los doce hablaron entre ellos. Después 
    de una breve conversación, mientras los gemelos encendían un pequeño fuego 
    para calentarse y tener más luz, Andrés salió a buscar a Jesús; cuando le 
    dió alcance, le dijo: "Maestro, mis hermanos son incapaces de comprender 
    lo que has dicho sobre el reino. No nos sentimos en condiciones de empezar 
    este trabajo hasta que nos hayas dado más enseñanzas. He venido para pedirte 
    que te reúnas con nosotros en el jardín y nos ayudes a comprender el significado 
    de tus palabras." Y Jesús fue con Andrés para reunirse con los apóstoles. 
    
    1576:2  140:6.2 
    Cuando hubo entrado en el jardín, congregó a los apóstoles a su alrededor 
    y continuó enseñándoles, diciendo: "Encontráis difícil recibir mi mensaje 
    porque quisierais construir la nueva enseñanza directamente sobre la antigua, 
    pero os afirmo que tenéis que renacer. Tenéis que comenzar de nuevo como niños 
    pequeños y estar dispuestos a confiar en mi enseñanza y a creer en Dios. El 
    nuevo evangelio del reino no se puede amoldar a lo que existe. Tenéis ideas 
    equivocadas sobre el Hijo del Hombre y su misión en la tierra. Pero no cometáis 
    el error de pensar que he venido para rechazar la ley y los profetas; no he 
    venido para destruir, sino para completar, ampliar e iluminar. No he venido 
    para transgredir la ley, sino más bien para escribir estos nuevos mandamientos 
    en las tablas de vuestro corazón. 
    1576:3  140:6.3 
    "Exijo de vosotros una rectitud que sobrepasará a la de aquellos que 
    intentan obtener el favor del Padre con la limosna, la oración y el ayuno. 
    Si queréis entrar en el reino, habréis de tener una rectitud que consiste 
    en el amor, la misericordia y la verdad -el deseo sincero de hacer la voluntad 
    de mi Padre que está en los cielos." 
    1576:4  140:6.4 
    Entonces, Simón Pedro dijo: "Maestro, si tienes un nuevo mandamiento, 
    quisiéramos oírlo. Revélanos el nuevo camino." Jesús le contestó a Pedro: 
    "Habéis oído decir a los que enseñan la ley: `No matarás; y cualquiera 
    que mate estará sujeto a juicio'. Pero yo miro más allá del acto para descubrir 
    el móvil. Os declaro que todo aquel que está irritado contra su hermano está 
    en peligro de ser condenado. El que alimenta el odio en su corazón y planea 
    la venganza en su mente, corre el peligro de ser juzgado. Tenéis que juzgar 
    a vuestros compañeros por sus actos; el Padre que está en los cielos juzga 
    según las intenciones. 
    1576:5  140:6.5 
    "Habéis oído decir a los maestros de la ley: `No cometerás adulterio'. 
    Pero yo os digo que todo hombre que mira a una mujer con intenciones de lujuria, 
    ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. Sólo podéis juzgar a los 
    hombres por sus actos, pero mi Padre mira dentro del corazón de sus hijos 
    y los juzga con misericordia según sus intenciones y deseos reales." 
    
    1576:6  140:6.6 
    Jesús estaba dispuesto a continuar examinando los otros mandamientos, cuando 
    Santiago Zebedeo le interrumpió para preguntar: "Maestro, ¿qué vamos 
    a enseñar a la gente sobre el divorcio? ¿Hemos de permitir que un hombre se 
    divorcie de su mujer como Moisés lo ordenó?" Cuando Jesús escuchó esta 
    pregunta, dijo: "No he venido para legislar, sino para iluminar. No he 
    venido para reformar los reinos de este mundo, sino más bien para establecer 
    el reino de los cielos. No es voluntad del Padre que ceda a la tentación de 
    enseñaros reglas de gobierno, de comercio o de conducta social; aunque pudieran 
    ser buenas para hoy, estarían lejos de ser convenientes para la sociedad de 
    otra época. Estoy en la tierra únicamente para confortar la mente, liberar 
    el espíritu y salvar el alma de los hombres. Pero sobre esta cuestión del 
    divorcio os diré que, aunque Moisés consideraba favorablemente estas cosas, 
    no era así en los tiempos de Adán ni en el Jardín." 
    1577:1  140:6.7 
    Después de que los apóstoles hubieron hablado entre ellos durante unos momentos, 
    Jesús continuó diciendo: "Tenéis que reconocer siempre los dos puntos 
    de vista de toda conducta de los mortales -el humano y el divino; los caminos 
    de la carne y la senda del espíritu; la opinión del tiempo y el punto de vista 
    de la eternidad." Aunque los doce no podían comprender todo lo que les 
    enseñaba, esta instrucción les ayudó realmente mucho. 
    1577:2  140:6.8 
    Entonces Jesús dijo: "Pero vais a tropezar con mis enseñanzas porque 
    estáis acostumbrados a interpretar mi mensaje literalmente; sois lentos en 
    discernir el espíritu de mi enseñanza. Debéis recordar otra vez que sois mis 
    mensajeros; estáis obligados a vivir vuestra vida como yo he vivido la mía 
    en espíritu. Sois mis representantes personales; pero no cometáis el error 
    de esperar que todos los hombres vivan como vosotros en todos los aspectos. 
    También debéis recordar que tengo ovejas que no pertenecen a este rebaño, 
    y que también estoy en deuda con ellos, ya que he de proporcionarles el modelo 
    para hacer la voluntad de Dios, mientras vivo la vida de la naturaleza mortal." 
    
    1577:3  140:6.9 
    Entonces Natanael preguntó: "Maestro, ¿no vamos a dejar ningún lugar 
    para la justicia? La ley de Moisés dice: `ojo por ojo y diente por diente'. 
    ¿Qué vamos a decir nosotros?" Y Jesús contestó: "Vosotros devolveréis 
    el bien por el mal. Mis mensajeros no deben luchar con los hombres, sino ser 
    dulces con todos. Vuestra regla no será medida por medida. Los gobernantes 
    de los hombres pueden tener tales leyes, pero no es así en el reino; la misericordia 
    determinará siempre vuestro juicio, y el amor, vuestra conducta. Y si estas 
    afirmaciones os parecen duras, aun podéis echaros atrás. Si los requisitos 
    del apostolado los encontráis demasiado duros, podéis volver al camino menos 
    riguroso de los discípulos." 
    1577:4  140:6.10 
    Al escuchar estas palabras sorprendentes, los apóstoles se alejaron entre 
    ellos un momento, pero no tardaron en volver, y Pedro dijo: "Maestro, 
    queremos seguir contigo; ninguno de nosotros quiere volverse atrás. Estamos 
    plenamente preparados para pagar el precio adicional; beberemos la copa. Queremos 
    ser apóstoles, no simplemente discípulos." 
    1577:5  140:6.11 
    Cuando Jesús oyó esto, dijo: "Estad dispuestos entonces a asumir vuestras 
    responsabilidades y a seguirme. Haced vuestras buenas acciones en secreto; 
    cuando deis una limosna, que la mano izquierda no sepa lo que hace la mano 
    derecha. Cuando oréis, hacedlo a solas y no utilicéis vanas repeticiones y 
    frases sin sentido. Recordad siempre que el Padre sabe lo que necesitáis incluso 
    antes de que se lo pidáis. Y no os pongáis a ayunar con un aspecto triste 
    para que os vean los hombres. Como mis apóstoles escogidos, reservados ahora 
    para el servicio del reino, no acumuléis tesoros en la tierra, sino que, mediante 
    vuestro servicio desinteresado, guardad tesoros en el cielo, porque allí donde 
    están vuestros tesoros, también estará vuestro corazón. 
    1577:6  140:6.12 
    "El ojo es la lámpara del cuerpo; por lo tanto, si vuestro ojo es generoso, 
    todo vuestro cuerpo estará lleno de luz. Pero si vuestro ojo es egoísta, todo 
    vuestro cuerpo estará lleno de tinieblas. Si la luz misma que está en vosotros 
    se convierte en tinieblas, ¡cuán profundas serán esas tinieblas!" 
    1577:7  140:6.13 
    Entonces Tomás preguntó a Jesús si debían "continuar teniéndolo todo 
    en común." El Maestro contestó: "Sí, hermanos míos, quisiera que 
    viviéramos juntos como una familia comprensiva. Una gran obra se os ha confiado, 
    y deseo vuestro servicio indiviso. Sabéis que se ha dicho muy bien: `Nadie 
    puede servir a dos señores a la vez'. No podéis adorar sinceramente a Dios, 
    y al mismo tiempo servir al Dinero de todo corazón. Ahora que os habéis enrolado 
    sin reservas en el trabajo del reino, no os inquietéis por vuestra vida, y 
    preocupaos mucho menos por lo que vais a comer o a beber, o con qué vestiréis 
    vuestro cuerpo. Ya habéis aprendido que unas manos serviciales y unos corazones 
    diligentes no pasan hambre. Ahora que os estáis preparando para consagrar 
    todas vuestras energías al trabajo del reino, estad seguros de que el Padre 
    no se olvidará de vuestras necesidades. Buscad primero el reino de Dios, y 
    cuando hayáis encontrado la entrada, todas las cosas necesarias las recibiréis 
    por añadidura. Por eso, no os preocupéis indebidamente por el mañana. A cada 
    día le basta su propio afán." 
    1578:1  140:6.14 
    Cuando vio que estaban dispuestos a permanecer levantados toda la noche para 
    hacerle preguntas, Jesús les dijo: "Hermanos míos, sois vasijas de barro; 
    es mejor que vayáis a descansar con el fin de estar dispuestos para el trabajo 
    de mañana." Pero el sueño se había alejado de sus párpados. Pedro se 
    atrevió a pedir a su Maestro "sólo una breve conversación privada contigo. 
    No es que yo tenga secretos para mis hermanos, pero estoy confundido y, si 
    acaso mereciera una reprimenda de mi Maestro, podría soportarla mejor a solas 
    contigo." Jesús le dijo: "Ven conmigo, Pedro" -mostrando el 
    camino hacia la casa. Cuando Pedro regresó de encontrarse con su Maestro, 
    muy alentado y bastante estimulado, Santiago decidió entrar para hablar con 
    Jesús. Y así sucesivamente, hasta las primeras horas de la mañana, los demás 
    apóstoles entraron de uno en uno para hablar con el Maestro. Cuando todos 
    hubieron conversado personalmente con él, salvo los gemelos, que se habían 
    dormido, Andrés entró a ver a Jesús y le dijo: "Maestro, los gemelos 
    se han dormido cerca del fuego en el jardín; ¿debo despertarlos para preguntarles 
    si quieren hablar también contigo?" Y Jesús le dijo a Andrés, sonriendo: 
    "Hacen bien -no los molestes." La noche ya había pasado y despuntaba 
    la luz de un nuevo día. 
  7. LA SEMANA DESPUÉS DE LA ORDENACIÓN 
  
 1578:2  140:7.1 Después 
    de unas horas de sueño, cuando los doce estaban reunidos tomando un desayuno 
    tardío con Jesús, éste les dijo: "Ahora debéis empezar vuestro trabajo 
    de predicación de la buena nueva y de instrucción de los creyentes. Preparaos 
    para ir a Jerusalén." Después de que Jesús hubiera hablado, Tomás reunió 
    el valor suficiente para decir: "Ya sé, Maestro, que deberíamos estar 
    preparados para emprender el trabajo, pero me temo que aún no somos capaces 
    de llevar a cabo esta gran empresa. ¿Permitirías que nos quedáramos por aquí 
    cerca unos días más, antes de empezar el trabajo del reino?" Cuando vio 
    que todos sus apóstoles estaban dominados por el mismo temor, Jesús dijo: 
    "Será como habéis pedido; permaneceremos aquí hasta después del sábado." 
   1578:3  140:7.2 
    Durante semanas y semanas, pequeños grupos de activos buscadores de la verdad, 
    así como espectadores curiosos, habían venido a Betsaida para ver a Jesús. 
    Las noticias sobre él ya se habían difundido más allá de la región; habían 
    venido grupos de investigadores desde ciudades tan lejanas como Tiro, Sidón, 
    Damasco, Cesarea y Jerusalén. Hasta ese momento, Jesús había acogido a esta 
    gente y los había instruído sobre el reino, pero el Maestro traspasó ahora 
    esta tarea a los doce. Andrés escogía a uno de los apóstoles y le asignaba 
    un grupo de visitantes; a veces, los doce estaban todos ocupados con esta 
    misión. 
    1578:4  140:7.3 
    Trabajaron durante dos días, enseñando de día y manteniendo sus conversaciones 
    privadas hasta horas avanzadas de la noche. Al tercer día, Jesús se fue a 
    charlar con Zebedeo y Salomé, después de despedir a sus apóstoles diciendo: 
    "Id a pescar, tratad de hacer algo distinto sin preocupaciones, o visitad 
    quizás a vuestras familias." El jueves regresaron para tres días más 
    de enseñanza. 
    1578:5  140:7.4 
    Durante esta semana de repaso, Jesús repitió muchas veces a sus apóstoles 
    los dos grandes motivos de su misión en la tierra después de su bautismo: 
   
1. Revelar el Padre a los hombres.
2. Conducir a los hombres a hacerse conscientes 
  de su filiación -a comprender por la fe que son los hijos del Altísimo. 
  
 1579:1  140:7.5 
    Una semana así de experiencias variadas hizo mucho bien a los doce; algunos 
    incluso empezaron a tener demasiada confianza en sí mismos. En la última conferencia, 
    la noche después del sábado, Pedro y Santiago se acercaron a Jesús, diciendo: 
    "Estamos preparados; salgamos ahora para conquistar el reino." A 
    lo cual Jesús replicó: "Que vuestra sabiduría iguale a vuestro entusiasmo 
    y vuestra valentía compense vuestra ignorancia." 
    1579:2  140:7.6 
    Aunque los apóstoles no comprendían muchas de sus enseñanzas, no dejaron de 
    captar el significado de la vida maravillosamente hermosa que vivió con ellos. 
  8. EL JUEVES POR LA TARDE EN EL LAGO 
  
 1579:3  140:8.1 Jesús sabía 
    muy bien que sus apóstoles no asimilaban plenamente sus enseñanzas. Decidió 
    impartir una instrucción especial a Pedro, Santiago y Juan, con la esperanza 
    de que fueran capaces de clarificar las ideas de sus compañeros. Veía que 
    los doce captaban algunas características de la idea de un reino espiritual, 
    pero persistían con obstinación en relacionar directamente estas nuevas enseñanzas 
    espirituales con sus antiguos conceptos literales y arraigados del reino de 
    los cielos como restauración del trono de David y restablecimiento de Israel 
    como potencia temporal en la tierra. En consecuencia, el jueves por la tarde, 
    Jesús se alejó de la costa en una barca con Pedro, Santiago y Juan, para hablarles 
    de los asuntos del reino. Fue una conversación educativa de cuatro horas que 
    abarcó decenas de preguntas y respuestas, y se puede incluir de manera muy 
    provechosa en este relato, reorganizando el resumen de esta tarde importante 
    que Simón Pedro ofreció a su hermano Andrés a la mañana siguiente: 
   
  
1579:4  140:8.2 
    1. Hacer la voluntad del Padre. La enseñanza de Jesús sobre confiar 
    en los cuidados del Padre celestial no era un fatalismo ciego y pasivo. Aquella 
    tarde citó, dándolo por bueno, un viejo refrán hebreo: "El que no trabaje 
    no comerá." Señaló a su propia experiencia como un comentario suficiente 
    de sus enseñanzas. Sus preceptos sobre la confianza en el Padre no deben juzgarse 
    según las condiciones sociales o económicas de los tiempos modernos o de cualquier 
    otra época. Su enseñanza abarca los principios ideales de una vida cercana 
    a Dios, en todas las épocas y en todos los mundos.
    1579:5  140:8.3 
    Jesús aclaró a los tres la diferencia que había entre las exigencias de ser 
    apóstol y las de ser discípulo. Incluso entonces no prohibió a los doce que 
    ejercitaran la prudencia y la previsión. Él no predicaba contra la prevención, 
    sino contra la ansiedad y la preocupación. Enseñaba la sumisión activa y alerta 
    a la voluntad de Dios. En respuesta a las numerosas preguntas sobre la frugalidad 
    y el ahorro, sinplemente llamó la atención sobre su vida de carpintero, de 
    fabricante de barcas y de pescador, y sobre su cuidadosa organización de los 
    doce. Trató de aclararles que el mundo no debe ser considerado como un enemigo; 
    que las circunstancias de la vida constituyen una dispensación divina que 
    trabaja con los hijos de Dios. 
    1579:6  140:8.4 Jesús tuvo grandes dificultades 
    para hacerles comprender su práctica personal de la no resistencia. Se negaba 
    absolutamente a defenderse, y a los apóstoles les pareció que le hubiera gustado 
    que ellos hubieran seguido la misma política. Les enseñó que no se opusieran 
    al mal, que no combatieran las injusticias o las injurias, pero no les enseñó 
    que toleraran pasivamente la maldad. Aquella tarde dejó muy claro que aprobaba 
    el castigo social para los malhechores y los criminales, y que a veces el 
    gobierno civil tiene que emplear la fuerza para mantener el orden social y 
    aplicar la justicia. 
    1579:7  140:8.5 Nunca dejó de prevenir a 
    sus discípulos contra la práctica perniciosa de las  represalias; no 
    soportaba la revancha, la idea de desquitarse. Deploraba que se guardara rencor. 
    Rechazaba la idea de ojo por ojo y diente por diente. Desaprobaba todo el 
    concepto de la revancha privada y personal, dejando estas cuestiones al gobierno 
    civil, por un lado, y al juicio de Dios, por el otro. Aclaró a los tres que 
    sus enseñanzas se aplicaban al  individuo, y no al estado. Las instrucciones 
    que había dado hasta ese momento sobre estas cuestiones las resumió como sigue: 
    1580:1  140:8.6 
    Amad a vuestros enemigos -recordad las pretensiones morales de la fraternidad 
    humana. 
    1580:2  140:8.7 La futilidad del mal: un 
    agravio no se repara con la venganza. No cometáis el error de combatir el 
    mal con sus propias armas.
    1580:3  140:8.8 
    Tened fe -tened confianza en el triunfo final de la justicia divina y de la 
    bondad eterna. 
    
    1580:4  140:8.9 2. Actitud política. 
    Advirtió a sus apóstoles que fueran discretos en sus comentarios sobre las 
    tensas relaciones que existían entonces entre el pueblo judío y el gobierno 
    romano; les prohibió que se enredaran de alguna manera en estas dificultades. 
    Siempre tenía el cuidado de evitar las trampas políticas de sus enemigos, 
    respondiendo siempre: "Dad al césar lo que es del césar, y a Dios lo 
    que es de Dios." Se negaba a desviar su atención de su misión, que era 
    la de establecer un nuevo camino de salvación; no se permitía a sí mismo preocuparse 
    por otra cosa. En su vida personal, siempre acataba debidamente todas las 
    leyes y reglas civiles; en todas sus enseñanzas públicas, hacía caso omiso 
    de las cuestiones cívicas, sociales y económicas. Dijo a los tres apóstoles 
    que sólo se preocupaba por los principios de la vida espiritual interior y 
    personal del hombre. 
    1580:5  140:8.10 Jesús no era pues un reformador 
    político. No venía para reorganizar el mundo; aunque lo hubiera hecho, sólo 
    hubiera sido aplicable a aquella época y a aquella generación. Sin embargo, 
    mostró al hombre la mejor manera de vivir, y ninguna generación está exenta 
    de la tarea de descubrir la mejor manera de adaptar la vida de Jesús a sus 
    propios problemas. Pero no cometáis nunca el error de identificar las enseñanzas 
    de Jesús con alguna teoría política o económica, con algún sistema social 
    o industrial.
   
    1580:6  140:8.11 
    3. Actitud social. Durante mucho tiempo, los rabinos judíos habían 
    debatido la cuestión: ¿Quién es mi prójimo? Jesús vino dando a conocer la 
    idea de una bondad activa y espontánea, de un amor tan sincero por los semejantes, 
    que ampliaba el concepto de vecindad hasta incluir al mundo entero, convirtiendo 
    así en prójimos a todos los hombres. Pero a pesar de todo esto, Jesús se interesaba 
    únicamente por el individuo, no por la masa. Jesús no era un sociólogo, pero 
    trabajó para destruir todas las formas de aislamiento egoísta. Enseñaba la 
    simpatía pura, la compasión. Miguel de Nebadón es un Hijo dominado por la 
    misericordia; la compasión es su verdadera naturaleza. 
    1580:7  140:8.12 El Maestro no dijo que 
    los hombres nunca debían convidar a comer a sus amigos, pero sí dijo que sus 
    discípulos deberían organizar festines para los pobres y los desgraciados. 
    Jesús tenía un sólido sentido de la justicia, pero siempre estaba templada 
    por la misericordia. No enseñó a sus apóstoles que se dejaran engañar por 
    los parásitos sociales o los mendigos profesionales. El momento en que estuvo 
    más cerca de efectuar unas declaraciones sociológicas fue cuando dijo: "No 
    juzguéis, para que no seáis juzgados."
    1580:8  140:8.13 
    Indicó claramente que la beneficiencia sin distinción puede ser acusada de 
    muchos males sociales. Al día siguiente, Jesús ordenó definitivamente a Judas 
    que no se entregara ningún fondo apostólico como limosna, a menos que él lo 
    pidiera o que dos de los apóstoles lo solicitaran conjuntamente. En todas 
    estas cuestiones, Jesús siempre tenía la costumbre de decir: "Sed tan 
    prudentes como las serpientes, pero tan inofensivos como las palomas." 
    En todas las situaciones sociales, parecía tener el propósito de enseñar la 
    paciencia, la tolerancia y el perdón. 
    1581:1  140:8.14 Para Jesús, la familia 
    ocupaba el centro mismo de la filosofía de la vida -aquí y en el más allá. 
    Sus enseñanzas sobre Dios las basó en la familia, tratando al mismo tiempo 
    de corregir la tendencia de los judíos a honrar excesivamente a sus antepasados. 
    Alabó la vida familiar como el deber humano más alto, pero indicó claramente 
    que las relaciones familiares no deben interferir con las obligaciones religiosas. 
    Llamó la atención sobre el hecho de que la familia es una institución temporal, 
    que no sobrevive a la muerte. Jesús no dudó en abandonar a su familia cuando 
    ésta se opuso a la voluntad del Padre. Enseñó la nueva y más amplia fraternidad 
    de los hombres -los hijos de Dios. En la época de Jesús, las costumbres relacionadas 
    con el divorcio eran relajadas en Palestina y en todo el imperio romano. Se 
    negó repetidas veces a establecer leyes sobre el matrimonio y el divorcio, 
    pero muchos de los primeros seguidores de Jesús tenían opiniones arraigadas 
    sobre el divorcio, y no dudaron en atribuírselas a él. Todos los escritores 
    del Nuevo Testamento, exceptuando a Juan Marcos, se adhirieron a estas ideas 
    más estrictas y avanzadas sobre el divorcio.
  
    1581:2  140:8.15 
    4. Actitud económica. Jesús trabajó, vivió y comerció en el mundo tal 
    como lo encontró. No era un reformador económico, aunque llamó frecuentemente 
    la atención sobre la injusticia de la distribución desigual de la riqueza; 
    pero no ofreció ninguna sugerencia como remedio. Indicó claramente a los tres 
    que, aunque sus apóstoles no debían poseer bienes, no predicaba contra la 
    riqueza y la propiedad, sino únicamente contra su distribución desigual e 
    injusta. Reconocía la necesidad de la justicia social y de la equidad industrial, 
    pero no ofreció ninguna regla para conseguirlas.
    1581:3  140:8.16 
    Nunca enseñó a sus discípulos que evitaran las posesiones terrenales; sólo 
    a sus doce apóstoles. Lucas, el médico, creía firmemente en la igualdad social, 
    y contribuyó mucho a interpretar las palabras de Jesús en consonancia con 
    sus creencias personales. Jesús nunca ordenó personalmente a sus seguidores 
    que adoptaran un modo de vida comunitario; no hizo ninguna declaración de 
    ningún tipo sobre estas cuestiones. 
    1581:4  140:8.17 Jesús previno con frecuencia 
    a sus oyentes contra la codicia, declarando que "la felicidad de un hombre 
    no consiste en la abundancia de sus posesiones materiales." Reiteraba 
    constantemente: "¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, 
    si pierde su propia alma?" No lanzó ataques directos contra la posesión 
    de bienes, pero sí insistió en que es eternamente esencial el dar la prioridad 
    a los valores espirituales. En sus enseñanzas posteriores trató de corregir 
    muchas opiniones erróneas urantianas sobre la vida, contando numerosas parábolas 
    que dió a conocer en el transcurso de su ministerio público. Jesús nunca tuvo 
    la intención de formular teorías económicas; sabía muy bien que cada época 
    debe desarrollar sus propios remedios para los problemas existentes. Si Jesús 
    estuviera hoy en la tierra, viviendo su vida en la carne, desilusionaría mucho 
    a la mayoría de los hombres y mujeres de bien, por la sencilla razón de que 
    no tomaría partido en los debates políticos, sociales o económicos del día. 
    Permanecería sublimemente al margen, mientras que os enseñaría a perfeccionar 
    vuestra vida espiritual interior, con el fin de haceros mucho más competentes 
    para atacar la solución de vuestros problemas puramente humanos.
    1581:5  140:8.18 
    Jesús quería hacer a todos los hombres semejantes a Dios, y luego permanecer 
    cerca con simpatía mientras estos hijos de Dios resuelven sus propios problemas 
    políticos, sociales y económicos. No era la riqueza lo que denunciaba, sino 
    lo que hace la riqueza a la mayoría de sus adictos. Este jueves por la tarde, 
    Jesús dijo por primera vez a sus discípulos que "es más bienaventurado 
    dar que recibir."
  1581:6  140:8.19 
    5. Religión personal. Vosotros, al igual que hicieron sus apóstoles, 
    deberíais comprender mejor las enseñanzas de Jesús a través de su vida. Vivió 
    una vida perfeccionada en Urantia, y sus enseñanzas excepcionales sólo se 
    pueden comprender cuando se visualiza esa vida en su trasfondo inmediato. 
    Es su vida, y no sus lecciones a los doce o sus sermones a las multitudes, 
    lo que ayudará mejor a revelar el carácter divino y la personalidad amante 
    del Padre. 
    1582:1  140:8.20 Jesús no atacó las enseñanzas 
    de los profetas hebreos o de los moralistas griegos. El Maestro reconocía 
    las numerosas cosas buenas que defendían estos grandes pensadores, pero había 
    venido a la tierra para enseñar algo adicional : "la conformidad 
    voluntaria de la voluntad del hombre a la voluntad de Dios". Jesús no 
    quería limitarse a producir hombres religiosos, unos mortales enteramente 
    ocupados en sentimientos religiosos y animados exclusivamente por impulsos 
    espirituales. Si hubierais podido echar una sola mirada sobre él, hubierais 
    sabido que Jesús era realmente un hombre de gran experiencia en las cosas 
    de este mundo. Las enseñanzas de Jesús en este sentido han sido groseramente 
    falseadas y muy mal presentadas a lo largo de todos los siglos de la era cristiana; 
    también habéis tenido ideas tergiversadas sobre la mansedumbre y la humildad 
    del Maestro. La meta que perseguía en su vida parece haber sido un magnífico 
    respeto de sí mismo. Sólo aconsejaba a los hombres que se humillaran para 
    que pudieran ser verdaderamente ensalzados; lo que en realidad perseguía era 
    una humildad auténtica ante Dios. Atribuía un gran valor a la sinceridad -al 
    corazón puro. La fidelidad era una virtud cardinal en su evaluación del carácter, 
    mientras que la valentía era el centro mismo de sus enseñanzas. Su 
    consigna era "No temáis", y el aguante paciente era su ideal de 
    la fuerza de carácter. Las enseñanzas de Jesús constituyen una religión de 
    valor, de coraje y de heroísmo. Y precísamente por eso escogió, como representantes 
    personales suyos, a doce hombres corrientes que eran en su mayoría pescadores 
    toscos, viriles y valerosos. 
    1582:2  140:8.21 Jesús tenía poco que decir 
    sobre los vicios sociales de su época; rara vez se refirió a la delincuencia 
    moral. Era un educador positivo de la verdadera virtud. Evitó cuidadosamente 
    el método negativo de impartir la enseñanza; rehusó darle publicidad al mal. 
    No era siquiera ni un reformador moral. Sabía muy bien, y así lo enseñó a 
    sus apóstoles, que los impulsos sensuales de la humanidad no se suprimen con 
    los reproches religiosos ni con las prohibiciones legales. Sus pocas denuncias 
    estaban dirigidas sobre todo contra el orgullo, la crueldad, la opresión y 
    la hipocresía.
    1582:3  140:8.22 
    Jesús no denunció con vehemencia ni siquiera a los fariseos, como había hecho 
    Juan. Sabía que muchos escribas y fariseos tenían un corazón honesto; comprendía 
    que eran esclavos serviles de las tradiciones religiosas. Jesús insistía mucho 
    en "empezar por sanar el árbol". Fijó en el ánimo de los tres que 
    valoraba la vida en su totalidad, y no sólo algunas virtudes particulares. 
   
  1582:4  140:8.23 
    La única lección que Juan aprendió de la enseñanza de este día fue que el 
    fondo de la religión de Jesús consistía en adquirir un carácter compasivo, 
    acoplado con una personalidad motivada por hacer la voluntad del Padre que 
    está en los cielos. 
    1582:5  140:8.24 
    Pedro captó la idea de que el evangelio que estaban a punto de proclamar era 
    realmente un nuevo punto de partida para toda la raza humana. Más tarde transmitió 
    esta impresión a Pablo, que la utilizó para formular su doctrina de Cristo 
    como "el segundo Adán". 
    1582:6  140:8.25 
    Santiago comprendió la emocionante verdad de que Jesús deseaba que sus hijos 
    de la tierra vivieran como si ya fueran ciudadanos del reino celestial acabado. 
   1582:7  140:8.26 
    Jesús sabía que todos los hombres eran diferentes, y así lo enseñó a sus apóstoles. 
    Los exhortaba constantemente a que se abstuvieran de intentar moldear a los 
    discípulos y a los creyentes según un modelo predeterminado. Intentaba dejar 
    que cada alma se desarrollara según su propia manera, como un individuo distinto 
    que se perfecciona ante Dios. En respuesta a una de las numerosas preguntas 
    de Pedro, el Maestro dijo: "Quiero liberar a los hombres para que puedan 
    empezar de nuevo como niños pequeños en una vida nueva y mejor." Jesús 
    insistía siempre en que la verdadera bondad debe ser inconsciente, que al 
    hacer caridad no hay que dejar que la mano izquierda se entere de lo que hace 
    la derecha. 
    1583:1  140:8.27 
    Aquella tarde, los tres apóstoles se escandalizaron cuando se dieron cuenta 
    de que la religión de su Maestro no preveía el examen espiritual de sí mismo. 
    Todas las religiones anteriores y posteriores a los tiempos de Jesús, incluído 
    el cristianismo, preveen cuidadosamente un examen concienzudo de sí mismo. 
    Pero no es así con la religión de Jesús de Nazaret; su filosofía de la vida 
    carece de introspección religiosa. El hijo del carpintero nunca enseñó la 
    formación del carácter; enseñó el crecimiento del carácter, 
    declarando que el reino de los cielos se parece a un grano de mostaza. Pero 
    Jesús no dijo nada que proscribiera el análisis de sí mismo como un medio 
    de prevenir el egotismo presuntuoso. 
    1583:2  140:8.28 
    El derecho a entrar en el reino está condicionado por la fe, por la creencia 
    personal. Lo que hay que pagar para permanecer en la ascensión progresiva 
    del reino es la perla de gran precio; para poseerla, el hombre vende todo 
    lo que tiene. 
    1583:3  140:8.29 
    La enseñanza de Jesús es una religión para todos, no solamente para los débiles 
    y los esclavos. Su religión nunca se cristalizó (en su época) en credos y 
    en leyes teológicas; no dejó ni una línea escrita detrás de él. Su vida y 
    sus enseñanzas fueron legadas al universo como una herencia inspiradora e 
    ideal, adecuada para la orientación espiritual y la instrucción moral de todas 
    las épocas en todos los mundos. Incluso hoy día, las enseñanzas de Jesús se 
    mantienen apartadas de todas las religiones, como tales, aunque son la esperanza 
    viviente de cada una de ellas. 
    1583:4  140:8.30 
    Jesús no enseñó a sus apóstoles que la religión es la única ocupación del 
    hombre en la tierra; ésta era la idea que tenían los judíos del servicio de 
    Dios. Pero sí insistió en que la religión sería la ocupación exclusiva de 
    los doce. Jesús no enseñó nada que desviara a sus creyentes de la búsqueda 
    de una cultura auténtica; sólo le quitó mérito a las escuelas religiosas de 
    Jerusalén, atadas a la tradición. Era liberal, generoso, culto y tolerante. 
    La piedad retraída no ocupaba ningún lugar en su filosofía de la manera recta 
    de vivir. 
    1583:5  140:8.31 
    El Maestro no ofreció soluciones para los problemas no religiosos de su propia 
    época, ni de ninguna época posterior. Jesús deseaba desarrollar la comprensión 
    espiritual de las realidades eternas y estimular la iniciativa en la originalidad 
    de la manera de vivir; se ocupó exclusivamente de las necesidades espirituales 
    subyacentes y permanentes de la raza humana. Reveló una bondad igual a la 
    de Dios. Exaltó el amor -la verdad, la belleza y la bondad- como el ideal 
    divino y la realidad eterna. 
    1583:6  140:8.32 
    El Maestro vino para crear un nuevo espíritu en el hombre, una nueva voluntad 
    -para conferirle una capacidad nueva para conocer la verdad, experimentar 
    la compasión y escoger la bondad- la voluntad de estar en armonía con la voluntad 
    de Dios, unida al impulso eterno de volverse perfecto, como el Padre que está 
    en los cielos es perfecto. 
  9. EL DÍA DE LA CONSAGRACIÓN 
  
 1583:7  140:9.1 Jesús dedicó 
    el sábado siguiente a sus apóstoles, regresando a las tierras altas donde 
    los había ordenado. Allí, después de un largo mensaje personal de estímulo, 
    hermosamente conmovedor, emprendió el acto solemne de la consagración de los 
    doce. Aquel sábado por la tarde, Jesús reunió a los apóstoles a su alrededor, 
    en la ladera de la colina, y los puso en manos de su Padre celestial como 
    preparación para el día en que se vería obligado a dejarlos solos en el mundo. 
    No hubo ninguna enseñanza nueva en esta ocasión, sólo conversación y comunión. 
    
    1584:1  140:9.2 
    Jesús analizó muchos aspectos del sermón de ordenación, pronunciado en este 
    mismo lugar; luego los llamó ante él, uno a uno, y les encargó que salieran 
    al mundo como sus representantes. La misión de consagración del Maestro fue: 
    "Id por todo el mundo y predicad la buena nueva del reino. Liberad a 
    los cautivos espirituales, confortad a los oprimidos y ayudad a los afligidos. 
    Habéis recibido gratuitamente, dad gratuitamente." 
    1584:2  140:9.3 
    Jesús les aconsejó que no llevaran dinero ni ropa adicional, diciendo: "El 
    obrero merece su salario." Y finalmente dijo: "Mirad, os envío como 
    ovejas en medio de los lobos; sed pues tan prudentes como las serpientes y 
    tan inofensivos como las palomas. Pero prestad atención, porque vuestros enemigos 
    os llevarán ante sus consejos, y os criticarán severamente en sus sinagogas. 
    Seréis llevados ante los gobernadores y los jefes porque creéis en este evangelio, 
    y vuestro testimonio mismo será mi propio testimonio ante ellos. Cuando os 
    lleven a juicio, no os inquietéis por lo que tendréis que decir, porque el 
    espíritu de mi Padre vive en vosotros y en esos momentos hablará por vosotros. 
    Algunos de vosotros seréis ejecutados, y antes de que establezcáis el reino 
    en la tierra, seréis odiados por muchos pueblos a causa de este evangelio; 
    pero no temáis, yo estaré con vosotros, y mi espíritu os precederá en el mundo 
    entero. La presencia de mi Padre permanecerá en vosotros mientras que os dirigís 
    primero hacia los judíos y luego hacia los gentiles." 
   1584:3  140:9.4 
    Cuando descendieron de la montaña, regresaron a su hogar en la casa de Zebedeo. 
  10. LA NOCHE DESPUÉS DE LA CONSAGRACIÓN 
  
 1584:4  140:10.1 Aquella 
    noche, Jesús enseñó dentro de la casa porque había empezado a llover; habló 
    muy extensamente a los doce para tratar de mostrarles lo que debían ser, 
    y no lo que debían hacer. Sólo conocían una religión que imponía hacer 
    ciertas cosas para poder alcanzar la rectidud -la salvación. Pero Jesús les 
    repetía: "En el reino, tenéis que ser rectos para hacer el trabajo." 
    Muchas veces reiteró: "Sed pues perfectos, como vuestro Padre 
    que está en los cielos es perfecto." El Maestro explicaba todo el tiempo 
    a sus apóstoles aturdidos que la salvación que había venido a traer al mundo 
    sólo se podía obtener creyendo, con una fe simple y sincera. Jesús 
    dijo: "Juan ha predicado un bautismo de arrepentimiento, de aflicción 
    por la vieja manera de vivir. Vosotros vais a proclamar el bautismo de la 
    comunión con Dios. Predicad el arrepentimiento a los que necesitan esa enseñanza, 
    pero a los que ya buscan entrar sinceramente en el reino, abridles las puertas 
    de par en par y pedidles que entren en la jubilosa hermandad de los hijos 
    de Dios." Pero era una tarea difícil la de persuadir a estos pescadores 
    galileos de que, en el reino, primero hay que ser recto por la fe, 
    antes de obrar con rectitud en la vida cotidiana de los mortales de 
    la tierra. 
   1584:5  140:10.2 
    Otro gran obstáculo en este trabajo de enseñar a los doce era su tendencia 
    a aceptar los principios altamente idealistas y espirituales de la verdad 
    religiosa, y transformarlos en reglas concretas de conducta personal. Jesús 
    les presentaba el hermoso espíritu de la actitud del alma, pero ellos insistían 
    en traducir estas enseñanzas en reglas de comportamiento personal. Muchas 
    veces, cuando estaban seguros de recordar lo que el Maestro había dicho, casi 
    no podían dejar de olvidar lo que no había dicho. Pero asimilaron lentamente 
    su enseñanza, porque Jesús era todo lo que enseñaba. Lo que no pudieron 
    obtener con sus instrucciones verbales, lo adquirieron paulatinamente viviendo 
    con él. 
    1585:1  140:10.3 
    Los apóstoles no percibían que su Maestro estaba ocupado en vivir una vida 
    de inspiración espiritual para todas las personas de todas las épocas en todos 
    los mundos de un vasto universo. A pesar de lo que Jesús les decía de vez 
    en cuando, los apóstoles no captaban la idea de que estaba efectuando una 
    labor en este mundo, pero para todos los otros mundos de su 
    inmensa creación. Jesús vivió su vida terrestre en Urantia, no para establecer 
    un ejemplo personal de vida mortal para los hombres y mujeres de este mundo, 
    sino más bien para crear un ideal altamente espiritual e inspirador 
    para todos los seres mortales de todos los mundos. 
   1585:2  140:10.4 
    Esta misma noche, Tomás le preguntó a Jesús: "Maestro, tú dices que debemos 
    volvernos como niños pequeños antes de poder entrar en el reino del Padre, 
    y sin embargo nos has advertido que no nos dejemos engañar por los falsos 
    profetas, ni que nos hagamos culpables de arrojar nuestras perlas a los cerdos. 
    Pues bien, estoy francamente desconcertado. No consigo comprender tu enseñanza." 
    Jesús le contestó a Tomás: "¡Cuánto tiempo seré indulgente con vosotros! 
    Siempre insistís en entender literalmente todo lo que enseño. Cuando os he 
    pedido que os volváis como niños pequeños, como precio de entrada en el reino, 
    no me refería a la facilidad de dejarse engañar, a la simple buena voluntad 
    de creer, ni a la rapidez para confiar en los extraños agradables. Lo que 
    deseaba que pudierais deducir con este ejemplo era la relación entre un niño 
    y su padre. Tú eres el hijo, y es en el reino de tu padre donde pretendes 
    entrar. Entre todo niño normal y su padre existe ese afecto natural que asegura 
    una relación comprensiva y amorosa, y que excluye para siempre toda tendencia 
    al regateo para obtener el amor y la misericordia del Padre. Y el evangelio 
    que vais a predicar tiene que ver con una salvación que se origina cuando 
    se comprende, por la fe, esta misma relación eterna entre el niño y su padre." 
   1585:3  140:10.5 
    La característica principal de la enseñanza de Jesús consistía en que la moralidad 
    de su filosofía se originaba en la relación personal del individuo con Dios 
    -la misma relación que entre el niño y su padre. Jesús hacía hincapié en el 
     individuo, y no en la raza o en la nación. Mientras cenaban, Jesús 
    tuvo una conversación con Mateo en la que le explicó que la moralidad de un 
    acto cualquiera está determinada por el móvil del individuo. La moralidad 
    de Jesús era siempre positiva. La regla de oro, tal como Jesús la expuso de 
    nuevo con más claridad, exige un contacto social activo; la antigua regla 
    negativa podía ser obedecida en la soledad. Jesús despojó a la moralidad de 
    todas las reglas y ceremonias, y la elevó a los niveles majestuosos del pensamiento 
    espiritual y de la vida verdaderamente recta. 
    1585:4  140:10.6 
    Esta nueva religión de Jesús no estaba desprovista de implicaciones prácticas, 
    pero todo lo que se puede encontrar en su enseñanza con un valor práctico, 
    en el aspecto político, social o económico, es la consecuencia natural de 
    esta experiencia interior del alma, que manifiesta los frutos del espíritu 
    en el ministerio diario espontáneo de una experiencia religiosa personal auténtica. 
    
    1585:5  140:10.7 
    Después de que Jesús y Mateo terminaran de hablar, Simón Celotes preguntó: 
    "Pero, Maestro, ¿todos los hombres son hijos de Dios?" Y 
    Jesús contestó: "Sí, Simón, todos los hombres son hijos de Dios, y ésa 
    es la buena nueva que vais a proclamar." Pero los apóstoles no conseguían 
    comprender esta doctrina; era una declaración nueva, extraña y sorprendente. 
    A causa de su deseo de inculcar esta verdad a sus discípulos, Jesús les enseñó 
    a tratar a todos los hombres como a hermanos. 
    1585:6  140:10.8 
    En respuesta a una pregunta de Andrés, el Maestro indicó claramente que la 
    moralidad de su enseñanza era inseparable de la religión de su manera de vivir. 
    Enseñaba la moralidad, no partiendo de la naturaleza del hombre, sino 
    partiendo de la relación del hombre con Dios. 
   1585:7  140:10.9 
    Juan le preguntó a Jesús: "Maestro, ¿qué es el reino de los cielos?" 
    Y Jesús respondió: "El reino de los cielos consiste en estas tres cosas 
    esenciales: primero, el reconocimiento del hecho de la soberanía de Dios; 
    segundo, la creencia en la verdad de la filiación con Dios; y tercero, la 
    fe en la eficacia del deseo supremo humano de hacer la voluntad de Dios -de 
    ser semejante a Dios. Y he aquí la buena nueva del evangelio: por medio de 
    la fe, cada mortal puede poseer todas estas cosas esenciales para la salvación." 
   1586:1  140:10.10 
    Ahora que la semana de espera había terminado, se prepararon para partir al 
    día siguiente hacia Jerusalén.