ÍNDICEEl libro de Urantia Edición1999
ESCRITO 143 LA TRAVESÍA DE SAMARIA
7. LAS ENSEÑANZAS SOBRE LA ORACIÓN Y LA ADORACIÓN
1616:3 143:7.1 En las conferencias nocturnas en el Monte Gerizim, Jesús enseñó muchas grandes verdades y recalcó particularmente las siguientes:
1616:4 143:7.2 La verdadera religión es la actuación de un alma individual en sus relaciones conscientes con el Creador; la religión organizada es el intento del hombre por socializar la adoración de los practicantes individuales de la religión.
1616:5 143:7.3 La adoración —la contemplación de lo espiritual— debe alternar con el servicio, el contacto con la realidad material. El trabajo debería alternar con el esparcimiento; la religión debería estar equilibrada con el humor. La filosofía profunda debería ser aliviada con la poesía rítmica. El esfuerzo por vivir —la tensión de la personalidad en el tiempo— debería ser mitigado con el reposo de la adoración. Las sensaciones de inseguridad procedentes del miedo al aislamiento de la personalidad en el universo, deberían ser contrarrestradas con la contemplación del Padre, a través de la fe, y con el intento de comprender al Supremo.
1616:6 143:7.4 La oración está destinada a hacer que el hombre piense menos y comprenda más; no está destinada a incrementar el conocimiento, sino más bien a ampliar la perspicacia.
1616:7 143:7.5 La adoración tiene la finalidad de anticipar la vida mejor del futuro, y luego reflejar estas nuevas significaciones espirituales en la vida presente. La oración es un sostén espiritual, pero la adoración es divinamente creativa.
1616:8 143:7.6 La adoración es la técnica de buscar en el Uno la inspiración para servir a la multitud. La adoración es la vara que mide el grado en que el alma se ha desprendido del universo material, y se ha adherido de manera simultánea y segura a las realidades espirituales de toda la creación.
1616:9 143:7.7 La oración es recordarse a sí mismo —un pensamiento sublime; la adoración es olvidarse de sí mismo —un superpensamiento. La adoración es una atención sin esfuerzo, el verdadero descanso ideal del alma, una forma de ejercicio espiritual sosegado.
1616:10 143:7.8 La adoración es el acto de un fragmento que se identifica con el Todo, lo finito con lo Infinito, el hijo con el Padre, el tiempo en la operación de ajustarse al ritmo de la eternidad. La adoración es el acto de la comunión personal del hijo con el Padre divino, la aceptación de unas actitudes vivificantes, creativas, fraternales y románticas por parte del alma-espíritu del hombre.
1616:11 143:7.9 Aunque los apóstoles sólo comprendieron una pequeña parte de las enseñanzas del Maestro en el campamento, otros mundos las comprendieron, y otras generaciones de la tierra las comprenderán.