ÍNDICE
El libro de UrantiaEdición 1999
DOCUMENTO 146
LA PRIMERA GIRA DE PREDICACIÓN EN GALILEA
1637:1 146:0.1
LA PRIMERA gira de predicación pública en Galilea empezó el domingo 18 de
enero del año 28 y continuó durante unos dos meses, finalizando con el regreso
a Cafarnaum el 17 de marzo. A lo largo de esta gira, Jesús y los doce apóstoles,
con la ayuda de los antiguos apóstoles de Juan, predicaron el evangelio y
bautizaron a los creyentes en Rimón, Jotapata, Ramá, Zabulón, Irón, Giscala,
Corazín, Madón, Caná, Naín y Endor. En estas ciudades se detuvieron para enseñar,
mientras que en otras muchas ciudades más pequeñas proclamaron el evangelio
del reino a medida que pasaban por ellas.
1637:2 146:0.2
Ésta fue la primera vez que Jesús permitió a sus asociados predicar sin restricciones.
En el transcurso de esta gira, sólo les hizo advertencias en tres ocasiones;
les recomendó que permanecieran lejos de Nazaret y que fueran discretos cuando
pasaran por Cafarnaum y Tiberiades. Para los apóstoles fue una causa de gran
satisfacción sentir que por fin tenían la libertad de predicar y enseñar sin
restricciones, y se lanzaron con una gran seriedad y alegría a la tarea de
predicar el evangelio, atender a los enfermos y bautizar a los creyentes.
1. LA PREDICACIÓN EN RIMÓN
1637:3 146:1.1
La pequeña ciudad de Rimón había estado dedicada en otro tiempo a la adoración de Ramán, un dios babilónico del aire. Las creencias de los rimonitas contenían todavía muchas enseñanzas babilónicas primitivas y enseñanzas posteriores de Zoroastro; por esta razón, Jesús y los veinticuatro consagraron mucho tiempo a la tarea de indicarles claramente la diferencia entre estas antiguas creencias y el nuevo evangelio del reino. Pedro predicó aquí sobre "Aarón y el becerro de oro", uno de los grandes sermones del principio de su carrera.
1637:4 146:1.2
Aunque muchos ciudadanos de Rimón se convirtieron en creyentes de las enseñanzas de Jesús, en años posteriores causaron grandes dificultades a sus hermanos. En el corto espacio de una sola vida, es difícil convertir a unos adoradores de la naturaleza a la plena comunión de la adoración de un ideal espiritual.
1637:5 146:1.3
Muchos de los mejores conceptos babilónicos y persas sobre la luz y las tinieblas, el bien y el mal, el tiempo y la eternidad, fueron incorporados más tarde en las doctrinas del llamado cristianismo; esta inclusión hizo que los pueblos del Cercano Oriente aceptaran más rápidamente las enseñanzas cristianas. De la misma manera, la inclusión de muchas teorías de Platón sobre el espíritu ideal o los arquetipos invisibles de todas las cosas visibles y materiales, tal como Filón las adaptó más tarde a la teología hebrea, hizo que las enseñanzas cristianas de Pablo fueran aceptadas más fácilmente por los griegos occidentales.
1637:6 146:1.4
Fue en Rimón donde Todán escuchó por primera vez el evangelio del reino, y más tarde llevó este mensaje a Mesopotamia y mucho más allá. Fue uno de los primeros que predicó la buena nueva a los habitantes de más allá del Éufrates.
2. EN JOTAPATA
1638:1 146:2.1
Aunque la gente común y corriente de Jotapata escuchó con gusto a Jesús y sus apóstoles, y muchas personas aceptaron el evangelio del reino, lo más sobresaliente de esta misión en Jotapata fue el discurso de Jesús a los veinticuatro durante la segunda noche de su estancia en esta pequeña ciudad. Natanael tenía ideas confusas sobre las enseñanzas del Maestro respecto a la oración, la acción de gracias y la adoración. En respuesta a su pregunta, Jesús habló muy extensamente para explicar mejor su enseñanza. Este discurso se puede presentar, resumido en lenguaje moderno, como haciendo hincapié en los puntos siguientes:
1638:2 146:2.2
1. Cuando el corazón del hombre alberga una consideración consciente y persistente
por la iniquidad, se va destruyendo gradualmente la conexión que el alma humana
ha establecido, mediante la oración, con los circuitos espirituales de comunicación
entre el hombre y su Hacedor. Naturalmente, Dios escucha la súplica de su
hijo, pero cuando el corazón humano alberga los conceptos de la iniquidad
de manera deliberada y permanente, la comunión personal entre el hijo terrenal
y su Padre celestial se pierde gradualmente.
1638:3 146:2.3 2. Una oración que es incompatible
con las leyes de Dios conocidas y establecidas, es una abominación para las
Deidades del Paraíso. Si el hombre no quiere escuchar a los Dioses que hablan
a su creación mediante las leyes del espíritu, de la mente y de la materia,
un acto así de desprecio deliberado y consciente por parte de la criatura
impide que las personalidades espirituales presten atención a las súplicas
personales de esos mortales anárquicos y desobedientes. Jesús citó a sus apóstoles
las palabras del profeta Zacarías: "Pero se negaron a escuchar, se volvieron
de espaldas y se taparon los oídos para no oír. Sí, endurecieron su corazón
como una piedra, para no tener que oír mi ley ni las palabras que yo les enviaba
por medio de mi espíritu a través de los profetas; por eso, los resultados
de sus malos pensamientos recaen como una gran ira sobre sus cabezas culpables.
Y sucedió que gritaron para recibir misericordia, pero ningún oído estaba
abierto para escucharlos." Jesús citó a continuación el proverbio del
sabio que decía: "Si alguien desvía su oído para no escuchar la ley divina,
incluso su oración será una abominación."
1638:4 146:2.4 3. Al abrir el terminal humano
del canal de comunicación entre Dios y el hombre, los mortales ponen inmediatamente
a su disposición la corriente constante del ministerio divino para con las
criaturas de los mundos. Cuando el hombre escucha hablar al espíritu de Dios
dentro de su corazón humano, en esa experiencia se encuentra inherente el
hecho de que Dios escucha simultáneamente la oración de ese hombre. El perdón
de los pecados también funciona de esta misma manera infalible. El Padre que
está en los cielos os ha perdonado incluso antes de que hayáis pensado en
pedírselo, pero dicho perdón no está disponible en vuestra experiencia religiosa
personal hasta el momento en que perdonáis a vuestros semejantes. El perdón
de Dios no está condicionado, de hecho, por vuestro perdón a vuestros
semejantes, pero como experiencia está sometido exactamente a esta
condición. Este hecho de la sincronización entre el perdón divino y el perdón
humano estaba reconocido e incluído en la oración que Jesús enseñó a los apóstoles.
1638:5 146:2.5
4. Existe una ley fundamental de justicia en el universo que la misericordia
no tiene poder para burlar. Las glorias desinteresadas del Paraíso no pueden
ser recibidas por una criatura totalmente egoísta de los reinos del tiempo
y del espacio. Ni siquiera el amor infinito de Dios puede imponer la salvación
de la supervivencia eterna a una criatura mortal que no escoge sobrevivir.
La misericordia dispone de una gran libertad de donación, pero después de
todo, hay mandatos de la justicia que ni siquiera el amor combinado con la
misericordia pueden revocar eficazmente. Jesús citó de nuevo las escrituras
hebreas: "He llamado y habéis rehusado escuchar; he tendido mi mano,
pero nadie ha prestado atención. Habéis despreciado todos mis consejos, y
habéis rechazado mi desaprobación; debido a esta actitud rebelde, es inevitable
que cuando me invoquéis no recibáis respuesta. Como habéis rechazado el camino
de la vida, podéis buscarme con diligencia en vuestros momentos de sufrimiento,
pero no me encontraréis."
1639:1 146:2.6
5. Los que quieran recibir misericordia, deberán mostrar misericordia; no
juzguéis, para no ser juzgados. Con el espíritu con que juzguéis a los demás
también seréis juzgados. La misericordia no anula totalmente la justicia universal.
Al final será cierto que: "Cualquiera que cierra sus oídos al lamento
del pobre, también pedirá ayuda algún día, y nadie lo escuchará." La
sinceridad de cualquier oración es la garantía de que será escuchada; la sabiduría
espiritual y la compatibilidad universal de cualquier petición determinan
el momento, la manera y el grado de la respuesta. Un padre sabio no responde
literalmente a las oraciones tontas de sus hijos ignorantes e inexpertos,
aunque dichos hijos puedan obtener mucho placer y una satisfacción real para
su alma efectuando ese tipo de peticiones absurdas.
1639:2 146:2.7
6. Cuando estéis totalmente consagrados a hacer la voluntad del Padre que
está en los cielos, todas vuestras súplicas serán contestadas, porque vuestras
oraciones estarán plenamente de acuerdo con la voluntad del Padre, y la voluntad
del Padre se manifiesta constantemente en todo su inmenso universo. Aquello
que un verdadero hijo desea y el Padre infinito lo quiere, EXISTE. Una oración
así no puede permanecer sin respuesta, y es posible que ningún otro tipo de
petición pueda ser contestada plenamente.
1639:3 146:2.8
7. El grito del justo es el acto de fe del hijo de Dios que abre la puerta
del almacén de bondad, de verdad y de misericordia del Padre; estos dones
preciados han estado esperando mucho tiempo que el hijo se acerque y se los
apropie personalmente. La oración no cambia la actitud divina hacia el hombre,
pero sí cambia la actitud del hombre hacia el Padre invariable. Es el móvil
de la oración lo que le da el derecho de acceso al oído divino, y no el estado
social, económico o religioso exterior de aquel que ora.
1639:4 146:2.9
8. La oración no se puede emplear para evitar las demoras del tiempo ni para
trascender los obstáculos del espacio. La oración no es una técnica diseñada
para engrandecer el yo ni para conseguir una ventaja injusta sobre los semejantes.
Un alma totalmente egoísta es incapaz de orar en el verdadero sentido de la
palabra. Jesús dijo: "Que vuestra delicia suprema esté en el carácter
de Dios, y él os concederá con seguridad los sinceros deseos de vuestro corazón."
"Encomendad vuestro camino al Señor; confiad en él, y él actuará."
"Porque el Señor escucha el lamento del indigente y atenderá la oración
del desamparado."
1639:5 146:2.10
9. "Yo he salido del Padre; por lo tanto, si alguna vez tenéis dudas
sobre lo que debéis pedirle al Padre, pedidlo en mi nombre, y yo presentaré
vuestra petición de acuerdo con vuestras necesidades y deseos reales y en
conformidad con la voluntad de mi Padre." Guardaos contra el grave peligro
de volveros egocéntricos en vuestras oraciones. Evitad orar mucho por vosotros
mismos; orad más por el progreso espiritual de vuestros hermanos. Evitad la
oraciones materialistas; orad en espíritu y por la abundancia de los dones
del espíritu.
1639:6 146:2.11
10. Cuando oréis por los enfermos y los afligidos, no esperéis que vuestras
súplicas reemplacen los cuidados afectuosos e inteligentes que necesitan esos
afligidos. Orad por el bienestar de vuestras familias, amigos y compañeros,
pero orad especialmente por aquellos que os maldicen, y efectuad súplicas
afectuosas por aquellos que os persiguen. "En cuanto al momento en que
debéis orar, no os lo indicaré. Sólo el espíritu que reside en vosotros puede
incitaros a manifestar las peticiones que expresen vuestra relación interior
con el Padre de los espíritus."
1640:1 146:2.12
11. Mucha gente sólo recurre a la oración cuando tiene dificultades. Una práctica
así es irreflexiva y descaminada. Es verdad que hacéis bien en orar cuando
estáis agobiados, pero también deberíais acordaros de hablar con vuestro Padre
como un hijo, incluso cuando todo va bien para vuestra alma. Que vuestras
súplicas reales sean siempre en secreto. No permitáis que los hombres escuchen
vuestras oraciones personales. Las oraciones de acción de gracias son apropiadas
para los grupos de adoradores, pero la oración del alma es un asunto personal.
Sólo existe una forma de oración que es apropiada para todos los hijos de
Dios, y es: "Sin embargo, que se haga tu voluntad."
1640:2 146:2.13
12. Todos los que creen en este evangelio deberían orar sinceramente por la
expansión del reino de los cielos. De todas las oraciones de las Escrituras
hebreas, Jesús hizo un comentario muy favorable sobre esta súplica del salmista:
"Crea en mí un corazón limpio, oh Dios, y renueva un espíritu recto dentro
de mí. Purifícame de los pecados secretos y preserva a tu servidor de las
transgresiones presuntuosas." Jesús hizo un extenso comentario sobre
la relación entre la oración y el lenguaje descuidado y ofensivo, citando
el pasaje: "Oh Señor, pon un vigilante delante de mi boca, y guarda la
puerta de mis labios." Jesús dijo: "La lengua humana es un órgano
que muy pocos hombres saben domar; pero el espíritu interior puede transformar
este miembro indómito en una suave voz de tolerancia y en un ministro inspirador
de misericordia."
1640:3 146:2.14
13. Jesús enseñó que la oración para recibir la guía divina en el sendero
de la vida terrestre seguía en importancia a la súplica para conocer la voluntad
del Padre. Esto significa, en realidad, orar para obtener la sabiduría divina.
Jesús no enseñó nunca que pudieran obtenerse conocimientos humanos y habilidades
especiales por medio de la oración. Pero sí enseñó que la oración es un factor
en la ampliación de nuestra capacidad para recibir la presencia del espíritu
divino. Cuando Jesús enseñó a sus asociados que oraran en espíritu y en verdad,
explicó que se refería a que oraran con sinceridad y de acuerdo con las luces
que poseía cada cual, a que oraran de todo corazón y con inteligencia, seriedad
y constancia.
1640:4 146:2.15
14. Jesús previno a sus discípulos contra la idea de que sus oraciones serían
más eficaces utilizando repeticiones adornadas, una fraseología elocuente,
el ayuno, la penitencia o los sacrificios. Pero sí exhortó a sus creyentes
a que emplearan la oración como un medio de elevarse a la verdadera adoración
a través de la acción de gracias. Jesús deploraba que se encontrara tan poco
espíritu de acción de gracias en las oraciones y el culto de sus seguidores.
En esta ocasión citó las Escrituras, diciendo: "Es bueno dar gracias
al Señor y cantar alabanzas al nombre del Altísimo, reconocer su misericordia
cada mañana y su fidelidad cada noche, porque Dios me ha hecho feliz con su
obra. Daré gracias por todas las cosas en conformidad con la voluntad de Dios."
1640:5 146:2.16
15. Jesús dijo a continuación: "No os preocupéis constantemente por vuestras
necesidades ordinarias. No sintáis aprensión por los problemas de vuestra
existencia terrestre; en todas estas cosas, mediante la oración y la súplica,
con un espíritu sincero de acción de gracias, exponed vuestras necesidades
ante vuestro Padre que está en los cielos." Luego citó de las Escrituras:
"Alabaré el nombre de Dios con un cántico y lo ensalzaré con mi acción
de gracias. Esto agradará más al Señor que el sacrificio de un buey o de un
becerro con cuernos y pezuñas."
1641:1 146:2.17
16. Jesús enseñó a sus seguidores que, después de haber hecho sus oraciones
al Padre, deberían permanecer algún tiempo en un estado de receptividad silenciosa
para proporcionar al espíritu interior las mejores posibilidades de hablarle
al alma atenta. El espíritu del Padre le habla mejor al hombre cuando la mente
humana se encuentra en una actitud de verdadera adoración. Adoramos a Dios
con la ayuda del espíritu interior del Padre y mediante la iluminación de
la mente humana a través del ministerio de la verdad. Jesús enseñó que la
adoración hace al adorador cada vez más semejante al ser que adora. La adoración
es una experiencia transformadora por medio de la cual el finito se acerca
gradualmente a la presencia del Infinito, y finalmente la alcanza.
1641:2 146:2.18
Jesús contó a sus apóstoles otras muchas verdades sobre la comunión del hombre
con Dios, pero pocos de ellos pudieron abarcar plenamente su enseñanza.
3. LA PARADA EN RAMÁ
1641:3 146:3.1 Jesús tuvo
en Ramá el debate memorable con el anciano filósofo griego que enseñaba que
la ciencia y la filosofía eran suficientes para satisfacer las necesidades
de la experiencia humana. Jesús escuchó con paciencia y simpatía a este educador
griego, aceptando la verdad de muchas de las cosas que dijo. Pero cuando terminó
de hablar, Jesús le señaló que en su examen de la existencia humana había
omitido explicar "de dónde, por qué, y hacia donde", y añadió: "Allí
donde tú terminas, empezamos nosotros. La religión es una revelación al alma
humana que trata con unas realidades espirituales que la mente sola nunca
podría descubrir ni sondear por completo. Los esfuerzos intelectuales pueden
revelar los hechos de la vida, pero el evangelio del reino descubre las verdades
de la existencia. Tú has hablado de las sombras materiales de la verdad; ¿quieres
escucharme ahora mientras te hablo de las realidades eternas y espirituales
que proyectan esas sombras temporales transitorias de los hechos materiales
de la existencia mortal?" Durante más de una hora, Jesús enseñó a este
griego las verdades salvadoras del evangelio del reino. Al anciano filósofo
le conmovió el modo de acercarse del Maestro, y como era sinceramente honrado
de corazón, creyó rápidamente en este evangelio de salvación.
1641:4 146:3.2
Los apóstoles estaban un poco desconcertados por la manera evidente con que
Jesús aprobaba muchas de las proposiciones del griego, pero Jesús les dijo
más tarde en privado: "Hijos míos, no os asombréis por mi tolerancia
con la filosofía del griego. La certidumbre interior verdadera y auténtica
no teme en absoluto el análisis exterior, ni la verdad se resiente por una
crítica honesta. No deberíais olvidar nunca que la intolerancia es la máscara
que cubre las dudas que se mantienen en secreto sobre la autenticidad de las
creencias que uno tiene. A nadie le inquieta en ningún momento la actitud
de su vecino, cuando tiene una confianza total en la verdad de lo que cree
de todo corazón. El coraje es la confianza completamente honesta en las cosas
que uno profesa creer. Los hombres sinceros no temen el examen crítico de
sus verdaderas convicciones y de sus nobles ideales."
1641:5 146:3.3
La segunda noche en Ramá, Tomás le hizo a Jesús la siguiente pregunta: "Maestro,
un nuevo creyente en tus enseñanzas ¿cómo puede saber realmente, estar realmente
seguro, de la verdad de este evangelio del reino?"
1641:6 146:3.4
Jesús le dijo a Tomás: "Tu seguridad de que has entrado en la familia
del reino del Padre y de que sobrevivirás eternamente con los hijos del reino,
es enteramente un asunto de experiencia personal -de fe en la palabra de la
verdad. La seguridad espiritual equivale a tu experiencia religiosa personal
con las realidades eternas de la verdad divina; dicho de otra manera, es igual
a tu comprensión inteligente de las realidades de la verdad, más tu fe espiritual
y menos tus dudas sinceras.
1642:1 146:3.5
"El Hijo está dotado por naturaleza de la vida del Padre. Como habéis
sido dotados del espíritu viviente del Padre, sois por lo tanto hijos de Dios.
Sobrevivís a vuestra vida en el mundo material de la carne porque estáis identificados
con el espíritu viviente del Padre, el don de la vida eterna. En verdad, muchas
personas tenían esta vida antes de que yo saliera del Padre, y muchos más
han recibido este espíritu porque han creído en mis palabras; pero os aseguro
que, cuando yo regrese al Padre, él enviará su espíritu al corazón de todos
los hombres.
1642:2 146:3.6
"Aunque no podéis observar al espíritu divino trabajando en vuestra mente,
existe un método práctico para descubrir hasta qué punto habéis cedido el
control de los poderes de vuestra alma a la enseñanza y a la dirección de
este espíritu interior del Padre celestial: es el grado de vuestro amor por
vuestros semejantes humanos. Este espíritu del Padre participa del amor del
Padre, y a medida que domina al hombre, lo conduce infaliblemente en la dirección
de la adoración divina y de la consideración afectuosa por los semejantes.
Al principio, creéis que sois los hijos de Dios porque mi enseñanza os ha
hecho más conscientes de las directrices internas de la presencia de nuestro
Padre que reside en vosotros; pero el Espíritu de la Verdad será derramado
dentro de poco sobre todo el género humano, y vivirá entre los hombres y los
enseñará a todos, como yo ahora vivo entre vosotros y os digo las palabras
de la verdad. Este Espíritu de la Verdad, que habla para los dones espirituales
de vuestra alma, os ayudará a saber que sois los hijos de Dios. Dará testimonio
de manera infalible con la presencia interior del Padre, vuestro espíritu,
que entonces residirá en todos los hombres, como ahora reside en algunos,
y os dirá que sois en realidad los hijos de Dios.
1642:3 146:3.7
"Todo hijo terrestre que sigue las directrices de este espíritu terminará
conociendo la voluntad de Dios, y aquel que se abandona a la voluntad de mi
Padre vivirá para siempre. El camino que va de la vida terrestre al estado
eterno no se os ha indicado claramente; sin embargo hay un camino, siempre
lo ha habido, y yo he venido para hacerlo nuevo y viviente. Aquel que entra
en el reino ya tiene la vida eterna -no perecerá nunca. Pero muchas de estas
cosas las comprenderéis mejor cuando yo haya regresado al Padre, y seáis capaces
de contemplar retrospectivamente vuestras experiencias de ahora."
1642:4 146:3.8
Todos los que escucharon estas palabras bienaventuradas se llenaron de regocijo.
Las enseñanzas judías sobre la supervivencia de los justos eran confusas e
inciertas, y para los discípulos de Jesús resultaba vivificante e inspirador
escuchar estas palabras tan precisas y positivas, asegurando la supervivencia
eterna para todos los creyentes sinceros.
1642:5 146:3.9
Los apóstoles continuaron predicando y bautizando a los creyentes, conservando
la costumbre de ir de casa en casa para confortar a los deprimidos y atender
a los enfermos y afligidos. La organización apostólica se había ampliado,
en el sentido de que cada apóstol de Jesús tenía ahora como asociado a un
apóstol de Juan; Abner era el asociado de Andrés; y este plan prevaleció hasta
que bajaron a Jerusalén para la Pascua siguiente.
1642:6 146:3.10
Durante su estancia en Zabulón, la instrucción especial que Jesús les dio
consistió principalmente en nuevas discusiones sobre las obligaciones recíprocas
en el reino, y englobó una enseñanza destinada a clarificar las diferencias
entre la experiencia religiosa personal y las buenas relaciones en las obligaciones
religiosas sociales. Ésta fue una de las pocas veces que el Maestro discurrió
sobre los aspectos sociales de la religión. A lo largo de toda su vida en
la tierra, Jesús dio a sus discípulos muy pocas instrucciones sobre la socialización
de la religión.
1643:1 146:3.11
La población de Zabulón era de raza mixta, ni judía ni gentil, y pocos de
ellos creyeron realmente en Jesús, a pesar de que habían oído hablar de la
curación de los enfermos en Cafarnaum.
4. EL EVANGELIO EN IRÓN
1643:2 146:4.1 En Irón,
como también en muchas de las ciudades más pequeñas de Galilea y Judea, había
una sinagoga, y durante los primeros tiempos de su ministerio, Jesús tenía
la costumbre de hablar los sábados en estas sinagogas. A veces hablaba durante
los oficios de la mañana, y Pedro o uno de los otros apóstoles predicaba por
la tarde. Jesús y los apóstoles también enseñaban y predicaban a menudo en
las asambleas vespertinas de la sinagoga durante los días de la semana. Aunque
los jefes religiosos de Jerusalén eran cada vez más hostiles con Jesús, no
ejercían ningún control directo sobre las sinagogas exteriores a la ciudad.
Sólo en una época más tardía del ministerio público de Jesús, consiguieron
crear un sentimiento tan generalizado en contra de él, que provocaron casi
el cierre total de las sinagogas a su enseñanza. Pero en estos momentos, todas
las sinagogas de Galilea y Judea estaban abiertas para él.
1643:3 146:4.2
En Irón se encontraban unas minas muy importantes para aquella época, y como
Jesús nunca había compartido la vida de los mineros, durante su estancia en
Irón pasó la mayor parte de su tiempo en las minas. Mientras los apóstoles
visitaban los hogares y predicaban en los lugares públicos, Jesús trabajaba
en las minas con estos obreros subterráneos. La fama de Jesús como sanador
se había propagado hasta este pueblo remoto, y muchos enfermos y afligidos
buscaron su ayuda; la gente se benefició ampliamente de su ministerio curativo.
Pero el Maestro no efectuó, en ninguno de estos casos, un pretendido milagro
de curación, exceptuando el del leproso.
1643:4 146:4.3
Al final de la tarde del tercer día en Irón, cuando Jesús regresaba de las
minas, pasó por casualidad por una angosta calle lateral en dirección a su
alojamiento. Al acercarse a la choza miserable de cierto leproso, el afectado,
que había oído hablar de la fama de Jesús como sanador, se atrevió a abordarlo
cuando pasaba por su puerta, y se arrodilló delante de él, diciendo: "Señor,
si tan sólo quisieras, podrías purificarme. He oído el mensaje de tus instructores
y quisiera entrar en el reino si pudiera ser purificado." El leproso
se expresó de esta manera porque, entre los judíos, a los leprosos se les
prohibía incluso asistir a la sinagoga o practicar otro tipo de culto en público.
Este hombre creía realmente que no sería recibido en el reino venidero a menos
que pudiera curarse de su lepra. Cuando Jesús lo vio así de afligido y escuchó
sus palabras impregnadas de fe, su corazón humano se conmovió y su mente divina
se enterneció de compasión. Mientras Jesús lo contemplaba, el hombre se echó
de bruces y lo adoró. Entonces, el Maestro alargó su mano, lo tocó y le dijo:
"Sí quiero -queda purificado." Y el hombre se curó de inmediato;
la lepra había dejado de afligirlo.
1643:5 146:4.4
Cuando Jesús hubo levantado al hombre del suelo, le encargó: "Cuida de
no hablarle a nadie de tu curación, sino más bien dirígete tranquilamente
a tus asuntos, preséntate ante el sacerdote y ofrece los sacrificios ordenados
por Moisés en testimonio de tu purificación." Pero este hombre no hizo
lo que Jesús le había indicado. En lugar de eso, empezó a anunciar por toda
la localidad que Jesús lo había curado de su lepra, y como todo el pueblo
lo conocía, la gente pudo ver claramente que había sido librado de su enfermedad.
No fue a ver a los sacerdotes como Jesús le había recomendado. Como consecuencia
de haber divulgado la noticia de que Jesús lo había curado, el Maestro fue
tan asediado por los enfermos que se vio obligado a levantarse temprano al
día siguiente y dejar el pueblo. Aunque Jesús no volvió a entrar en la ciudad,
permaneció dos días en las afueras cerca de las minas, donde continuó enseñando
más cosas a los mineros creyentes sobre el evangelio del reino.
1644:1 146:4.5
Esta purificación del leproso era el primer supuesto milagro que Jesús había
realizado intencional y deliberadamente hasta ese momento. Y se trataba de
un auténtico caso de lepra.
1644:2 146:4.6
Desde Irón fueron a Giscala, donde pasaron dos días proclamando el evangelio,
y luego partieron hacia Corazín, donde estuvieron casi una semana predicando
la buena nueva, pero en esta ciudad fueron incapaces de conseguir muchos creyentes
para el reino. En ningún lugar donde Jesús había enseñado había encontrado
un rechazo tan general de su mensaje. La estancia en Corazín fue muy deprimente
para la mayoría de los apóstoles; Andrés y Abner tuvieron muchas dificultades
para levantar el ánimo de sus asociados. Así pues, atravesaron tranquilamente
Cafarnaum, y continuaron hasta el pueblo de Madón, donde no tuvieron mucho
más éxito. En la mente de la mayoría de apóstoles prevalecía la idea de que
su falta de éxito en estas ciudades que habían visitado tan recientemente
se debía a la insistencia de Jesús para que, en sus enseñanzas y predicaciones,
se abstuvieran de hablar de él como sanador. ¡Cuánto hubieran deseado que
purificara a otro leproso o que manifestara su poder de alguna otra manera
para atraer la atención de la gente! Pero el Maestro se mantuvo impasible
ante sus peticiones fervientes.
5. DE VUELTA EN CANÁ
1644:3 146:5.1 El grupo
apostólico se alegró enormemente cuando Jesús anunció: "Mañana iremos
a Caná." Sabían que en Caná los escucharían con simpatía, porque Jesús
era bien conocido allí. Iban prosperando en su trabajo de atraer a la gente
al reino cuando, al tercer día, cierto ciudadano destacado de Cafarnaum, llamado
Tito, se presentó en Caná; era un creyente a medias y su hijo estaba gravemente
enfermo. Había oído que Jesús estaba en Caná, por lo que se apresuró en ir
a verlo. Los creyentes de Cafarnaum consideraban que Jesús podía curar cualquier
enfermedad.
1644:4 146:5.2
Cuando este noble hubo localizado a Jesús en Caná, le suplicó que fuera rápidamente
a Cafarnaum para curar a su hijo afligido. Mientras los apóstoles permanecían
cerca con la respiración cortada por la expectación, Jesús, mirando al padre
del muchacho enfermo, dijo: "¿Cuánto tiempo seré indulgente con vosotros?
El poder de Dios está en medio de vosotros, pero a menos que veáis signos
y contempléis prodigios, os negáis a creer." Pero el noble le suplicó
a Jesús, diciendo: "Señor mío, yo sí creo, pero ven antes de que mi hijo
perezca, porque cuando lo dejé ya estaba a punto de morir." Después de
inclinar la cabeza unos momentos, en una meditación silenciosa, Jesús dijo
súbitamente: "Vuelve a tu hogar; tu hijo vivirá." Tito creyó en
la palabra de Jesús y se apresuró a regresar a Cafarnaum. Cuando iba de vuelta,
sus sirvientes salieron a su encuentro, diciendo: "Regocíjate, pues tu
hijo ha mejorado -vive." Entonces Tito les preguntó a qué hora había
empezado a mejorar el muchacho, y cuando los criados contestaron "ayer,
hacia la hora séptima, desapareció la fiebre", el padre recordó que era
aproximadamente esa hora cuando Jesús había dicho: "Tu hijo vivirá."
A partir de entonces Tito creyó de todo corazón, y toda su familia también
creyó. Su hijo se convirtió en un poderoso ministro del reino y más tarde
sacrificó su vida con los que sufrían en Roma. Toda la familia de Tito, sus
amigos, e incluso los apóstoles, consideraron este episodio como un milagro,
pero no lo fue. Al menos éste no fue un milagro de curación de una enfermedad
física. Fue simplemente un caso de preconocimiento respecto al proceso de
la ley natural, precísamente el tipo de conocimiento al que Jesús recurrió
con frecuencia después de su bautismo.
1645:1 146:5.3
Jesús se vio de nuevo forzado a salir apresuradamente de Caná debido a que
el segundo episodio de este tipo que acompañó a su ministerio en esta población
había llamado excesivamente la atención. Los vecinos del pueblo se acordaban
del agua y del vino, y ahora que suponían que Jesús había curado al hijo del
noble a una distancia tan grande, acudían a él no solamente para traerle a
los enfermos y a los afligidos, sino también para enviarle mensajeros con
el ruego de que curara a los pacientes a distancia. Cuando Jesús vio que toda
la región estaba alborotada, dijo: "Vamos a Naín."
6. NAÍN Y EL HIJO DE LA VIUDA
1645:2 146:6.1 Esta gente
creía en los signos; era una generación que buscaba prodigios. Por esta época,
los habitantes de la Galilea central y meridional pensaban en Jesús y en su
ministerio personal en términos de milagros. Decenas, centenares de personas
honradas que sufrían de desórdenes puramente nerviosos y que estaban afligidas
por trastornos emocionales, se presentaban delante de Jesús, y luego volvían
a sus casas anunciando a sus amigos que Jesús las había curado. Esta gente
ignorante y simple consideraba estos casos de curación mental como curaciones
físicas, como curas milagrosas.
1645:3 146:6.2
Cuando Jesús intentó alejarse de Caná para ir a Naín, una gran multitud de
creyentes y muchos curiosos se fueron detrás de él. Estaban decididos a contemplar
milagros y prodigios, y no iban a quedar decepcionados. Cuando Jesús y sus
apóstoles se acercaban a la puerta de la ciudad, se encontraron con una procesión
fúnebre que se dirigía al cementerio cercano para llevar al hijo único de
una madre viuda de Naín. Esta mujer era muy respetada, y la mitad del pueblo
iba detrás de los que llevaban el féretro de este muchacho supuestamente muerto.
Cuando la procesión fúnebre llegó a la altura de Jesús y sus seguidores, la
viuda y sus amigos reconocieron al Maestro, y le suplicaron que devolviera
el hijo a la vida. Sus expectativas de un milagro se habían despertado hasta
tal extremo que creían que Jesús podía curar cualquier enfermedad humana y,
¿por qué este sanador no podría incluso revivir a los muertos? Al ser importunado
de esta manera, Jesús se adelantó, levantó la tapa del ataúd y examinó al
muchacho. Al descubrir que el joven no estaba realmente muerto, percibió la
tragedia que su presencia podía evitar. Así pues, se volvió hacia la madre
y le dijo: "No llores. Tu hijo no está muerto; está dormido. Te será
devuelto." Luego cogió al joven por la mano y le dijo: "Despiértate
y levántate." Y el joven supuestamente muerto enseguida se sentó y empezó
a hablar, y Jesús los envió de vuelta a sus casas.
1645:4 146:6.3
Jesús se esforzó por calmar a la multitud y trató en vano de explicarles que
el muchacho no estaba realmente muerto, que él no lo había traído de la tumba,
pero fue inútil. La multitud que lo seguía, y todo el pueblo de Naín, habían
llegado al máximo grado de frenesí emotivo. Muchos fueron dominados por el
miedo, otros por el pánico, mientras que otros aún empezaron a rezar y a lamentarse
por sus pecados. No se pudo dispersar a la ruidosa multitud hasta mucho después
de la caída de la noche. Naturalmente, a pesar de la afirmación de Jesús de
que el muchacho no estaba muerto, todos insistían que se había producido un
milagro, que el muerto había sido resucitado. Aunque Jesús les dijo que el
muchacho estaba simplemente en un estado de sueño profundo, explicaron que
ésa era su manera de hablar, y llamaron la atención sobre el hecho de que
siempre trataba de ocultar sus milagros con mucha modestia.
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Así pues, la noticia de que Jesús había resucitado de entre los muertos al
hijo de la viuda se divulgó por toda Galilea y Judea, y muchos de los que
la escucharon se la creyeron. Jesús nunca pudo hacer entender por completo,
ni siquiera a todos sus apóstoles, que el hijo de la viuda no estaba realmente
muerto cuando le ordenó que se despertara y se levantara. Pero sí les inculcó
lo suficiente como para impedir que este suceso se incluyera en todos los
escritos posteriores, salvo en el de Lucas, que escribió el episodio tal como
se lo habían contado. Una vez más Jesús fue tan asediado como médico, que
al día siguiente temprano partió para Endor.
7. EN ENDOR
1646:2 146:7.1 En Endor,
Jesús eludió durante unos días a las ruidosas multitudes que buscaban la curación
física. Durante su estancia en este lugar, el Maestro refirió, para instrucción
de los apóstoles, la historia del rey Saúl y la bruja de Endor. Jesús indicó
claramente a sus apóstoles que los medianos desviados y rebeldes que habían
personificado con frecuencia a los supuestos espíritus de los muertos, pronto
serían puestos bajo control de manera que ya no podrían volver a hacer estas
cosas extrañas. Informó a sus discípulos que después de que volviera al Padre,
y después de que hubieran derramado su espíritu sobre todo el género humano,
estos seres semiespirituales -llamados espíritus impuros- ya no podrían poseer
a los mortales faltos de inteligencia y mal intencionados.
1646:3 146:7.2
Jesús explicó además a sus apóstoles que los espíritus de los seres humanos
fallecidos no regresan a su mundo de origen para comunicarse con sus semejantes
vivos. Al espíritu en progreso del hombre mortal sólo le sería posible volver
a la tierra después de haber transcurrido una época dispensacional, e incluso
entonces, sólo sería en casos excepcionales y como parte de la administración
espiritual del planeta.
1646:4 146:7.3
Después de que descansaran dos días, Jesús dijo a sus apóstoles: "Regresemos
mañana a Cafarnaum para quedarnos allí y enseñar, mientras se calman los alrededores.
A estas alturas, en nuestro pueblo ya se habrán recuperado en parte de esta
especie de agitación."