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El libro de UrantiaEdición 1999
DOCUMENTO 195  DESPUÉS DE PENTECOSTÉS 
    2069:1  195:0.1 
    Los resultados de la predicación de Pedro, el día de Pentecostés, tuvieron 
    tales efectos que decidieron la política futura y determinaron los planes 
    de la mayoría de los apóstoles en sus esfuerzos por proclamar el evangelio 
    del reino. Pedro fue el verdadero fundador de la iglesia cristiana; Pablo 
    llevó el mensaje cristiano a los gentiles, y los creyentes griegos lo propagaron 
    por todo el imperio romano. 2069:2  195:0.2 
    Los hebreos, atados por la tradición y tiranizados por los sacerdotes, se 
    negaron a aceptar, como pueblo, tanto el evangelio de Jesús sobre la paternidad 
    de Dios y la fraternidad de los hombres, como la proclamación de Pedro y de 
    Pablo sobre la resurrección y la ascensión de Cristo (el cristianismo posterior), 
    pero el resto del imperio romano resultó ser receptivo a las enseñanzas cristianas 
    en desarrollo. En esta época, la civilización occidental era intelectual, 
    estaba cansada de la guerra y era totalmente escéptica sobre todas las religiones 
    y filosofías universales existentes. Los pueblos del mundo occidental, beneficiarios 
    de la cultura griega, tenían una tradición venerada de un magnífico pasado. 
    Podían contemplar la herencia de las grandes realizaciones conseguidas en 
    filosofía, arte, literatura y progreso político. Pero a pesar de todos estos 
    logros, no tenían una religión satisfactoria para el alma. Sus anhelos espirituales 
    continuaban insatisfechos.
 2069:3  195:0.3 
    Las enseñanzas de Jesús, contenidas en el mensaje cristiano, fueron introducidas 
    repentinamente en esta etapa de la sociedad humana. Un nuevo orden de vida 
    fue presentado así a los corazones hambrientos de estos pueblos occidentales. 
    Esta situación significó un conflicto inmediato entre las antiguas prácticas 
    religiosas y la nueva versión cristianizada del mensaje de Jesús al mundo. 
    Este conflicto tenía que terminar o bien en una victoria inequívoca de lo 
    antiguo o de lo nuevo, o en algún tipo de compromiso. La historia demuestra 
    que la lucha terminó en un compromiso. El cristianismo se atrevió a abarcar 
    demasiadas cosas como para que un pueblo cualquiera pudiera asimilarlas en 
    una o dos generaciones. No se trataba de un simple llamamiento espiritual, 
    tal como Jesús lo había presentado a las almas de los hombres; el cristianismo 
    adoptó muy pronto una actitud decidida sobre los ritos religiosos, la educación, 
    la magia, la medicina, el arte, la literatura, la ley, el gobierno, la moral, 
    la reglamentación sexual, la poligamia y, en menor grado, incluso la esclavitud. 
    El cristianismo no se presentó simplemente como una nueva religión -cosa que 
    estaban esperando todo el imperio romano y todo Oriente- sino como un nuevo 
    orden de sociedad humana. Y esta pretensión como tal precipitó rápidamente 
    el conflicto sociomoral de los siglos. Los ideales de Jesús, tal como estaban 
    reinterpretados por la filosofía griega y socializados en el cristianismo, 
    ahora desafiaron audazmente las tradiciones de la raza humana incorporadas 
    en la ética, la moral y las religiones de la civilización occidental.
 
2069:4  195:0.4
Al principio, el cristianismo sólo hizo conversiones en las capas sociales y económicas más bajas. Pero desde el comienzo del siglo segundo, lo mejor de la cultura grecorromana se orientó cada vez más hacia este nuevo orden de creencia cristiana, este nuevo concepto del propósito de la vida y de la meta de la existencia.
2070:1  195:0.5
Este nuevo mensaje de origen judío, que casi había fracasado en su país natal, ¿cómo pudo captar de manera tan rápida y eficaz las mejores mentes del imperio romano? El triunfo del cristianismo sobre las religiones filosóficas y los cultos de misterio se debió a los factores siguientes:
  2070:2  195:0.6 
  1. La organización. Pablo era un gran organizador y sus sucesores se mantuvieron 
  a su altura. 2070:3  195:0.7 2. El cristianismo estaba totalmente 
  helenizado. Englobaba lo mejor de la filosofía griega así como la crema de la 
  teología hebrea.
 2070:4  195:0.8 3. Pero por encima de todo, 
  contenía un nuevo y gran ideal, el eco de la vida de donación de Jesús 
  y el reflejo de su mensaje de salvación para toda la humanidad.
 2070:5  195:0.9 4. Los dirigentes cristianos 
  estaban dispuestos a hacer tales compromisos con el mitracismo, que la mitad 
  más valiosa de sus partidarios fue conquistada para el culto de Antioquía.
 2070:6  195:0.10 5. Asímismo, la generación 
  siguiente y las generaciones posteriores de dirigentes cristianos hicieron tales 
  compromisos adicionales con el paganismo, que incluso el emperador romano Constantino 
  fue conquistado para la nueva religión.
  2070:7  195:0.11 
    Pero los cristianos hicieron un astuto trato con los paganos, porque adoptaron 
    la pompa de sus ritos, y al mismo tiempo les obligaron a aceptar la versión 
    helenizada del cristianismo paulino. El acuerdo que hicieron con los paganos 
    fue mejor que el que concluyeron con el culto mitríaco, pero incluso en este 
    compromiso inicial salieron más que vencedores, porque consiguieron eliminar 
    las vergonzosas inmoralidades así como otras numerosas prácticas reprensibles 
    del misterio persa. 2070:8  195:0.12 
    Con acierto o sin él, estos primeros dirigentes del cristianismo comprometieron 
    deliberadamente los ideales de Jesús en un esfuerzo por salvar y promover 
    muchas de sus ideas; y tuvieron un éxito notable. ¡Pero no os engañéis! 
    Estos ideales comprometidos del Maestro continúan latentes en su evangelio, 
    y terminarán por afirmar todos sus poderes en el mundo.
 2070:9  195:0.13 
    Mediante esta paganización del cristianismo, el antiguo orden consiguió muchas 
    victorias menores de naturaleza ritualista, pero los cristianos obtuvieron 
    la supremacía, por cuanto:
  
  2070:10  195:0.14 
  1. Hicieron resonar una nota nueva y enormemente más elevada en la moral humana. 
  2070:11  195:0.15 2. Dieron al mundo un nuevo 
  concepto de Dios mucho más ampliado.
 2070:12  195:0.16 3. La esperanza de la inmortalidad 
  se volvió una parte de las seguridades de una religión reconocida.
 2070:13  195:0.17 
  4. Jesús de Nazaret fue ofrecido al alma hambrienta de los hombres.
  2070:14  195:0.18 
    Muchas grandes verdades enseñadas por Jesús estuvieron a punto de perderse 
    en estos primeros compromisos, pero continúan adormecidas en esta religión 
    de cristianismo paganizado, que era a su vez la versión paulina de la vida 
    y las enseñanzas del Hijo del Hombre. Antes de ser paganizado, el cristianismo 
    fue primero completamente helenizado. El cristianismo le debe mucho, muchísimo 
    a los griegos. Un griego de Egipto fue el que se levantó en Nicea con tanta 
    valentía, y desafió a esta asamblea con tanta intrepidez, que el concilio 
    no se atrevió a oscurecer el concepto de la naturaleza de Jesús hasta el punto 
    de que la auténtica verdad de su donación hubiera corrido el peligro de perderse 
    para el mundo. Este griego se llamaba Atanasio, y si no hubiera sido por la 
    elocuencia y la lógica de este creyente, las opiniones religiosas de Arrio 
    habrían triunfado. 
  1. LA INFLUENCIA DE Los GRIEGOS 
    2071:1  195:1.1 La helenización 
    del cristianismo empezó realmente el día memorable en que el apóstol Pablo 
    se presentó ante el consejo del Areópago de Atenas y habló a los atenienses 
    sobre el "Dios Desconocido". Allí, a la sombra del Acrópolis, este 
    ciudadano romano proclamó a aquellos griegos su versión de la nueva religión 
    que había nacido en la tierra judía de Galilea. Había una extraña similitud 
    entre la filosofía griega y muchas enseñanzas de Jesús. Tenían una meta común: 
    las dos aspiraban al surgimiento del individuo. Los griegos, a su surgimiento 
    social y político; Jesús, a su surgimiento moral y espiritual. Los griegos 
    enseñaban el liberalismo intelectual que conducía a la libertad política; 
    Jesús enseñaba el liberalismo espiritual que conducía a la libertad religiosa. 
    Estas dos ideas reunidas formaban una nueva y poderosa carta constitucional 
    para la libertad humana; presagiaban la libertad social, política y espiritual 
    del hombre. 2071:2  195:1.2 
    El cristianismo surgió a la existencia y triunfó sobre todas las religiones 
    rivales debido principalmente a dos factores:
  
  2071:3  195:1.3 
  1. La mente griega estaba dispuesta a sacar ideas nuevas y buenas incluso de 
  los judíos. 2071:4  195:1.4 2. Pablo y sus sucesores estaban 
  dispuestos a hacer compromisos, y sabían hacerlo con astucia y sagacidad; eran 
  unos negociadores perspicaces en materia teológica.
  2071:5  195:1.5 
    Cuando Pablo se levantó en Atenas para predicar "Cristo y Aquel que fue 
    crucificado", los griegos estaban espiritualmente hambrientos; eran investigadores, 
    estaban interesados y buscaban realmente la verdad espiritual. No olvidéis 
    nunca que al principio los romanos combatieron el cristianismo, mientras que 
    los griegos lo abrazaron, y que fueron los griegos los que posteriormente 
    forzaron literalmente a los romanos a aceptar esta nueva religión, tal como 
    ya estaba modificada, como parte de la cultura griega. 2071:6  195:1.6 
    Los griegos veneraban la belleza y los judíos la santidad, pero los dos pueblos 
    amaban la verdad. Durante siglos, los griegos habían examinado seriamente 
    y discutido con sinceridad todos los problemas humanos -sociales, económicos, 
    políticos y filosóficos- excepto la religión. Pocos griegos habían prestado 
    mucha atención a la religión; ni siquiera tomaban muy en serio la suya propia. 
    Durante siglos, los judíos habían descuidado estas otras esferas del pensamiento, 
    consagrando su atención a la religión. Se tomaban muy en serio su religión, 
    demasiado en serio. Iluminado por el contenido del mensaje de Jesús, el producto 
    unificado de los siglos de pensamiento de estos dos pueblos se convirtió entonces 
    en la fuerza motriz de un nuevo orden de sociedad humana y, hasta cierto punto, 
    de un nuevo orden de creencias y de prácticas religiosas humanas.
  2071:7  195:1.7 
    Cuando Alejandro propagó la civilización helenista por el Cercano Oriente, 
    la influencia de la cultura griega ya había penetrado en los países del Mediterráneo 
    occidental. A los griegos les fue muy bien con su religión y su política mientras 
    vivieron en pequeñas ciudades-estado, pero cuando el rey de Macedonia se atrevió 
    a expandir Grecia en un imperio que se extendía desde el Adriático hasta el 
    Indo, los problemas empezaron. El arte y la filosofía de Grecia estaban completamente 
    a la altura de la expansión imperial, pero no sucedía lo mismo con su administración 
    política o su religión. Después de que las ciudades-estado de Grecia se expandieron 
    en un imperio, sus dioses más bien parroquiales parecieron un poco raros. 
    Los griegos estaban buscando realmente a un solo Dios, a un Dios más 
    grande y mejor, cuando les llegó la versión cristianizada de la religión judía 
    más antigua. 2072:1  195:1.8 
    El imperio heleno, como tal, no podía durar. Su influencia cultural continuó, 
    pero solamente perduró después de adquirir de occidente el genio político 
    romano para administrar un imperio, y después de obtener de oriente una religión 
    cuyo Dios único poseía una dignidad imperial.
 2072:2  195:1.9 
    La cultura helenista ya había alcanzado sus niveles más altos en el siglo 
    primero después de Cristo; su retroceso había empezado; el conocimiento avanzaba, 
    pero el genio declinaba. En este preciso momento fue cuando las ideas y los 
    ideales de Jesús, que estaban parcialmente incorporados en el cristianismo, 
    contribuyeron en parte a salvar la cultura y el conocimiento griegos.
 2072:3  195:1.10 
    Alejandro había atacado oriente con el don cultural de la civilización griega; 
    Pablo invadió occidente con la versión cristiana del evangelio de Jesús. Y 
    el cristianismo helenizado echó raíces en todos los lugares de occidente donde 
    prevaleció la cultura griega.
  2072:4  195:1.11 
    Aunque la versión oriental del mensaje de Jesús permaneció más fiel a sus 
    enseñanzas, continuó siguiendo la actitud intransigente de Abner. Nunca progresó 
    como la versión helenizada, y acabó por perderse en el movimiento islámico. 
  2. LA INFLUENCIA ROMANA 
    2072:5  195:2.1 Los romanos 
    se apoderaron en su totalidad de la cultura griega, sustituyendo el gobierno 
    echado a suertes por un gobierno representativo. Este cambio favoreció pronto 
    al cristianismo, ya que Roma introdujo en todo el mundo occidental una nueva 
    tolerancia por los idiomas y los pueblos extranjeros, e incluso por las religiones 
    ajenas. 2072:6  195:2.2 
    En Roma, muchas de las primeras persecuciones contra los cristianos se debieron 
    únicamente a la desafortunada utilización, en sus predicaciones, de la palabra 
    "reino". Los romanos eran tolerantes con todas y cada una de las 
    religiones, pero muy susceptibles ante cualquier cosa que tuviera sabor a 
    rivalidad política. Por eso, cuando estas primeras persecuciones -debidas 
    tan ampliamente a los malentendidos- desaparecieron, el campo para la propaganda 
    religiosa se encontró completamente abierto. A los romanos les interesaba 
    la administración política; el arte o la religión les resultaban indiferentes, 
    pero eran excepcionalmente tolerantes con los dos.
 2072:7  195:2.3 
    La ley oriental era rígida y arbitraria; la ley griega era fluida y artística; 
    la ley romana tenía dignidad y causaba respeto. La educación romana engendraba 
    una lealtad inaudita e imperturbable. Los primeros romanos eran unos individuos 
    políticamente dedicados y sublimemente consagrados. Eran honestos, incondicionales 
    y entregados a sus ideales, pero sin una religión digna de ese nombre. No 
    es de extrañar que sus educadores griegos fueran capaces de persuadirlos para 
    que aceptaran el cristianismo de Pablo.
 2072:8  195:2.4 
    Estos romanos eran un gran pueblo. Podían gobernar Occidente porque se gobernaban 
    a sí mismos. Esta honestidad sin igual, esta devoción y este firme autocontrol 
    constituían un terreno ideal para la recepción y el crecimiento del cristianismo.
 2072:9  195:2.5 
    A estos grecorromanos les resultaba igual de fácil consagrarse espiritualmente 
    a una iglesia institucional, como hacerlo políticamente al estado. Los romanos 
    sólo lucharon contra la iglesia cuando temieron que ésta le hiciera la competencia 
    al estado. Como Roma tenía poca filosofía nacional o cultura nativa, se apoderó 
    de la cultura griega como si fuera suya y adoptó audazmente a Cristo como 
    filosofía moral. El cristianismo se convirtió en la cultura moral de Roma 
    pero difícilmente en su religión, en el sentido de ser una experiencia individual 
    de crecimiento espiritual para aquellos que abrazaron la nueva religión de 
    una manera tan masiva. Es verdad que muchas personas penetraron bajo la superficie 
    de toda esta religión estatal y encontraron, para alimento de su alma, los 
    verdaderos valores de los significados ocultos contenidos en las verdades 
    latentes del cristianismo helenizado y paganizado.
  2073:1  195:2.6 
    Los estoicos y su vigoroso llamamiento a "la naturaleza y la conciencia" 
    habían preparado mucho mejor toda Roma para recibir a Cristo, al menos en 
    un sentido intelectual. El romano era un jurista por naturaleza y por educación; 
    veneraba incluso las leyes de la naturaleza. Y ahora, en el cristianismo, 
    discernía las leyes de Dios en las leyes de la naturaleza. Un pueblo que podía 
    dar a un Cicerón y a un Virgilio estaba maduro para el cristianismo helenizado 
    de Pablo. 2073:2  195:2.7 
    Y así, estos griegos romanizados forzaron tanto a los judíos como a los cristianos 
    a hacer filosófica su religión, a coordinar sus ideas y sistematizar sus ideales, 
    a adaptar las prácticas religiosas a la marcha existente de la vida. Todo 
    esto fue enormemente favorecido por la traducción al griego de las escrituras 
    hebreas y la redacción posterior del Nuevo Testamento en lengua griega.
 2073:3  195:2.8 
    Durante largo tiempo, los griegos, a diferencia de los judíos y de otros muchos 
    pueblos, habían creído provisionalmente en la inmortalidad, en alguna clase 
    de supervivencia después de la muerte. Puesto que éste era el centro mismo 
    de la enseñanza de Jesús, era seguro que el cristianismo ejercería un poderoso 
    atractivo sobre ellos.
 2073:4  195:2.9 
    Una sucesión de victorias de la cultura griega y de la política romana había 
    consolidado a los países mediterráneos en un solo imperio, con un solo idioma 
    y una sola cultura, y había preparado al mundo occidental para un solo Dios. 
    El judaísmo proporcionaba este Dios, pero el judaísmo era inaceptable como 
    religión para estos griegos romanizados. Filón ayudó a algunos a mitigar sus 
    objeciones, pero el cristianismo les reveló un concepto aún mejor de un solo 
    Dios, y lo aceptaron inmediatamente.
 3. BAJO EL IMPERIO ROMANO 
    2073:5  195:3.1 Después 
    de la consolidación del régimen político romano y tras la propagación del 
    cristianismo, los cristianos se encontraron con un solo Dios, un gran concepto 
    religioso, pero sin imperio. Los grecorromanos se encontraron con un gran 
    imperio, pero sin un Dios que sirviera como concepto religioso satisfactorio 
    para el culto del imperio y la unificación espiritual. Los cristianos aceptaron 
    el imperio, y el imperio adoptó el cristianismo. Los romanos proporcionaron 
    una unidad de gobierno político; los griegos, una unidad de cultura y de instrucción; 
    y el cristianismo, una unidad de pensamiento y de práctica religiosos. 2073:6  195:3.2 
    Roma venció la tradición del nacionalismo mediante un universalismo imperial, 
    y por primera vez en la historia hizo posible que diversas razas y naciones 
    aceptaran, al menos nominalmente, una misma religión.
 2073:7  195:3.3 
    El cristianismo tuvo la aceptación de Roma en un momento en que había grandes 
    discusiones entre las vigorosas enseñanzas de los estoicos y las promesas 
    de salvación de los cultos de misterio. El cristianismo aportó un consuelo 
    reconfortante y un poder liberador a un pueblo espiritualmente hambriento 
    cuyo idioma no contenía la palabra "desinterés".
  2073:8  195:3.4 
    Lo que dio mayor poder al cristianismo fue la manera en que sus creyentes 
    vivieron una vida de servicio, e incluso la forma en que murieron por su fe 
    durante los primeros tiempos de persecuciones radicales. 
   2073:9  195:3.5 
    La enseñanza acerca del amor de Cristo por los niños pronto puso fin a la 
    práctica generalizada de exponer a la muerte a los niños no deseados, en particular 
    a las niñas. 
   2074:1  195:3.6 
    El primer modelo de culto cristiano fue ampliamente tomado de las sinagogas 
    judías, y modificado por el ritual mitríaco; más tarde se añadió mucha pompa 
    pagana. Los griegos cristianizados, prosélitos del judaísmo, componían la 
    columna vertebral de la iglesia cristiana primitiva. 
   2074:2  195:3.7 
    El siglo segundo después de Cristo fue el mejor período de toda la historia 
    mundial para que una buena religión progresara en el mundo occidental. Durante 
    el siglo primero, el cristianismo se había preparado, mediante la lucha y 
    los compromisos, para echar raíces y difundirse rápidamente. El cristianismo 
    adoptó al emperador, y más tarde éste adoptó el cristianismo. Fue una gran 
    época para la difusión de una nueva religión. Había libertad religiosa, los 
    viajes se habían generalizado y el libre pensamiento no tenía trabas. 2074:3  195:3.8 
    El ímpetu espiritual de aceptar nominalmente el cristianismo helenizado llegó 
    a Roma demasiado tarde para impedir su decadencia moral bien avanzada, o para 
    compensar el deterioro racial ya bien establecido y en aumento. Esta nueva 
    religión era una necesidad cultural para la Roma imperial, y es extremadamente 
    desafortunado que no se convirtiera en un medio de salvación espiritual en 
    un sentido más amplio.
 2074:4  195:3.9 
    Ni siquiera una buena religión podía salvar a un gran imperio de los resultados 
    inevitables de la falta de participación individual en los asuntos del gobierno, 
    del paternalismo excesivo, del exceso de impuestos y de los abusos flagrantes 
    en su recaudación, de un comercio desequilibrado con el Levante que agotaba 
    el oro, de la locura por las diversiones, de la estandarización romana, de 
    la degradación de la mujer, de la esclavitud y la decadencia racial, de las 
    calamidades físicas y de una iglesia estatal que se institucionalizó hasta 
    el punto de llegar casi a la esterilidad espiritual.
 2074:5  195:3.10 
    Sin embargo, las condiciones no eran tan malas en Alejandría. Las primeras 
    escuelas siguieron conservando muchas enseñanzas de Jesús libres de compromisos. 
    Pantaenos enseñó a Clemente, y luego siguió a Natanael para proclamar a Cristo 
    en la India. Aunque algunos ideales de Jesús fueron sacrificados para construir 
    el cristianismo, hay que indicar con toda justicia que a finales del siglo 
    segundo prácticamente todas las grandes mentes del mundo grecorromano se habían 
    vuelto cristianas. El triunfo se acercaba a su culminación.
 2074:6  195:3.11 
    Y este imperio romano duró el tiempo suficiente como para asegurar la supervivencia 
    del cristianismo, incluso después de que se derrumbara el imperio. Pero a 
    menudo hemos conjeturado sobre qué hubiera sucedido en Roma y en el mundo 
    si se hubiera aceptado el evangelio del reino en lugar del cristianismo griego.
 4. LA EDAD DE LAS TINIEBLAS EN EUROPA 
    2074:7  195:4.1 Como la 
    iglesia era una agregada de la sociedad y la aliada de la política, estaba 
    destinada a compartir la decadencia intelectual y espiritual de la llamada 
    "edad de las tinieblas" en Europa. Durante este período, la religión 
    se volvió cada vez más monástica, ascética y legalizada. En un sentido espiritual, 
    el cristianismo estaba en hibernación. Durante todo este período existió, 
    al lado de esta religión adormecida y secularizada, una corriente contínua 
    de misticismo, una experiencia espiritual fantástica que rayaba en la irrealidad 
    y filosóficamente similar al panteísmo. 2074:8  195:4.2 
    Durante estos siglos sombríos y desesperantes, la religión volvió a ser prácticamente 
    de segunda mano. El individuo se encontraba casi perdido ante la autoridad, 
    la tradición y el dictado de una iglesia que lo eclipsaba todo. Una nueva 
    amenaza espiritual surgió con la creación de una constelación de "santos" 
    que se suponía tenían una influencia especial en los tribunales divinos y 
    que, por consiguiente, si se recurría eficazmente a ellos, podían interceder 
    ante los Dioses a favor de los hombres.
 2075:1  195:4.2 
    Aunque era impotente para detener la edad de las tinieblas que se aproximaba, 
    el cristianismo estaba suficientemente socializado y paganizado como para 
    encontrarse mejor preparado para sobrevivir a este largo período de tinieblas 
    morales y de estancamiento espiritual. Siguió viviendo durante la larga noche 
    de la civilización occidental y aún desempeñaba su función como influencia 
    moral en el mundo en los albores del renacimiento. Después de atravesar la 
    edad de las tinieblas, la rehabilitación del cristianismo se tradujo en la 
    aparición de numerosas sectas de enseñanzas cristianas, cuyas creencias estaban 
    adaptadas a unos tipos especiales -intelectuales, emocionales y espirituales- 
    de personalidades humanas. Muchos de estos grupos cristianos especiales, o 
    familias religiosas, continúan existiendo en el momento de efectuar esta presentación.
  2075:2  195:4.3 
    El cristianismo muestra en su historia que tuvo su origen en la transformación 
    no intencionada de la religión de Jesús en una religión acerca de Jesús. Además, 
    su historia indica que experimentó la helenización, la paganización, la secularización, 
    la institucionalización, el deterioro intelectual, la decadencia espiritual, 
    la hibernación moral, la amenaza de extinción, el rejuvenecimiento posterior, 
    la fragmentación y una rehabilitación relativa más reciente. Este historial 
    indica una vitalidad inherente y la posesión de inmensos recursos de recuperación. 
    Y este mismo cristianismo está ahora presente en el mundo civilizado de los 
    pueblos occidentales, haciendo frente a una lucha por la existencia que es 
    aún más inquietante que aquellas crisis memorables que caracterizaron sus 
    pasadas batallas por conseguir el dominio. 
   2075:3  195:4.4 
    La religión se enfrenta ahora con el desafío de una nueva era de mentalidad 
    científica y de tendencias materialistas. En este conflicto gigantesco entre 
    lo secular y lo espiritual, la religión de Jesús acabará por triunfar. 
  5. EL PROBLEMA MODERNO 
    2075:4  195:5.1 El siglo 
    veinte ha traído al cristianismo y a todas las demás religiones unos nuevos 
    problemas que tienen que resolver. Cuanto más se eleva una civilización, mayor 
    es el deber que tiene el hombre de "buscar primero las realidades del 
    cielo" en todos sus esfuerzos por estabilizar la sociedad y facilitar 
    la solución de sus problemas materiales. 2075:5  195:5.2 
    La verdad se vuelve a veces confusa e incluso engañosa cuando es fragmentada, 
    segregada, aislada y analizada con exceso. La verdad viviente sólo enseña 
    bien al buscador de la verdad cuando es abrazada en su totalidad y como una 
    realidad espiritual viviente, no como un hecho de la ciencia material o una 
    inspiración de un arte intermedio.
 2075:6  195:5.3 
    La religión es la revelación al hombre de su destino divino y eterno. La religión 
    es una experiencia puramente personal y espiritual, y siempre se debe diferenciar 
    de las otras formas elevadas de pensamiento humano, tales como:
  
  2075:7  195:5.4 
  1. La actitud lógica hacia las cosas de la realidad material.2075:8  195:5.5 
  2. La apreciación estética de la belleza, en contraste con la fealdad.
 2075:9  195:5.6 
  3. El reconocimiento ético de las obligaciones sociales y del deber político.
 2075:10  195:5.7 4. Incluso el sentido de la 
  moral humana, en sí mismo y por sí mismo, no es religioso.
  2075:11  195:5.8 
    La religión está destinada a encontrar en el universo aquellos valores que 
    inspiran la fe, la confianza y la seguridad; la religión culmina en la adoración. 
    La religión descubre para el alma aquellos valores supremos que contrastan 
    con los valores relativos descubiertos por la mente. Esta perspicacia sobrehumana 
    sólo se puede obtener mediante una experiencia religiosa auténtica. 2075:12  195:5.9 
    Mantener un sistema social duradero sin una moral basada en las realidades 
    espirituales es igual de imposible que mantener el sistema solar sin la gravedad.
 2076:1  195:5.10 
    No intentéis satisfacer la curiosidad o contentar todas las aventuras latentes 
    que surgen dentro del alma, en una corta vida en la carne. ¡Tened paciencia! 
    No caigáis en la tentación de zambulliros de manera desordenada en aventuras 
    baratas y sórdidas. Aprovechad vuestras energías y refrenad vuestras pasiones; 
    permaneced tranquilos mientras esperáis el desarrollo majestuoso de una carrera 
    sin fin de aventuras progresivas y de descubrimientos emocionantes.
  2076:2  195:5.11 
    En la confusión sobre el origen del hombre, no perdáis de vista su destino 
    eterno. No olvidéis que Jesús amaba incluso a los niños pequeños, y que indicó 
    claramente para siempre el gran valor de la personalidad humana. 
   2076:3  195:5.12 
    Al observar el mundo, recordad que las manchas oscuras de maldad que veis 
    resaltan sobre un fondo blanco de bondad última. No observáis unas simples 
    manchas blancas de bondad que destacan pobremente sobre un fondo oscuro de 
    maldad. 2076:4  195:5.13 
    Puesto que hay tantas verdades buenas que publicar y proclamar, ¿por qué los 
    hombres habrían de hacer tanto hincapié en el mal que hay en el mundo, simplemente 
    porque el mal parece ser un hecho? Los encantos de los valores espirituales 
    de la verdad son más agradables y edificantes que el fenómeno del mal.
 2076:5  195:5.14 
    En religión, Jesús defendió y siguió el método de la experiencia, al igual 
    que la ciencia moderna utiliza la técnica experimental. Encontramos a Dios 
    mediante las directrices de la perspicacia espiritual, pero nos acercamos 
    a esta perspicacia del alma mediante el amor de lo bello, la búsqueda de la 
    verdad, la fidelidad al deber y la adoración de la bondad divina. Pero de 
    todos estos valores, el amor es el verdadero guía que conduce a la perspicacia 
    auténtica.
 6. EL MATERIALISMO 
    2076:6  195:6.1 Los científicos 
    han precipitado involuntariamente a la humanidad hacia un pánico materialista; 
    han desencadenado un asedio irreflexivo al banco moral de los siglos, pero 
    este banco de la experiencia humana tiene enormes recursos espirituales; puede 
    soportar las demandas que se le hagan. Sólo los hombres irreflexivos se dejan 
    llevar por el pánico con respecto a los activos espirituales de la raza humana. 
    Cuando el pánico laico-materialista haya pasado, la religión de Jesús no se 
    encontrará en bancarrota. El banco espiritual del reino de los cielos pagará 
    con fe, esperanza y seguridad moral a todos los que recurran a él "en 
    Su nombre". 2076:7  195:6.2 
    Cualquiera que sea el conflicto aparente entre el materialismo y las enseñanzas 
    de Jesús, podéis estar seguros de que las enseñanzas del Maestro triunfarán 
    plenamente en las eras por venir. En realidad, la verdadera religión no puede 
    meterse en ninguna controversia con la ciencia, pues no se ocupa en absoluto 
    de las cosas materiales. A la religión, la ciencia le resulta sencillamente 
    indiferente, aunque es comprensiva con ella, mientras que se interesa supremamente 
    por el científico.
 2076:8  195:6.3 
    La búsqueda del simple conocimiento, sin la interpretación concomitante de 
    la sabiduría y la perspicacia espiritual de la experiencia religiosa, conduce 
    finalmente al pesimismo y a la desesperación humana. Un conocimiento limitado 
    es realmente desconcertante.
 2076:9  195:6.4 
    En el momento de escribir este documento, lo peor de la era materialista ha 
    pasado; ya está empezando a despuntar el día de una mejor comprensión. Las 
    mejores mentes del mundo científico han dejado de tener una filosofía totalmente 
    materialista, pero la gente común y corriente se inclina todavía en esa dirección 
    a consecuencia de las enseñanzas anteriores. Pero esta era de realismo físico 
    sólo es un episodio transitorio en la vida del hombre en la tierra. La ciencia 
    moderna ha dejado intacta a la verdadera religión -las enseñanzas de Jesús 
    tal como se traducen en la vida de sus creyentes. Todo lo que la ciencia ha 
    hecho es destruir las ilusiones infantiles de las falsas interpretaciones 
    de la vida.
 2077:1  195:6.5 
    En lo que se refiere a la vida del hombre en la tierra, la ciencia es una 
    experiencia cuantitativa y la religión una experiencia cualitativa. La ciencia 
    se ocupa de los fenómenos; la religión, de los orígenes, los valores y las 
    metas. Indicar que las causas son una explicación de los fenómenos 
    físicos equivale a confesar que se ignoran los factores últimos, y al final 
    sólo conduce al científico directamente de vuelta a la gran causa primera 
    -al Padre Universal del Paraíso.
 2077:2  195:6.6 
    El paso violento de una era de milagros a una era de máquinas ha resultado 
    ser enteramente perturbador para el hombre. El ingenio y la habilidad de las 
    falsas filosofías mecanicistas desmienten sus mismas opiniones mecanicistas. 
    La agilidad fatalista de la mente de un materialista contradice para siempre 
    sus afirmaciones de que el universo es un fenómeno energético ciego y carente 
    de finalidad.
 2077:3  195:6.7 
    Tanto el naturalismo mecanicista de algunos hombres supuestamente instruidos 
    como el laicismo irreflexivo del hombre de la calle se ocupan exclusivamente 
    de cosas; están desprovistos de todo verdadero valor, sanción y satisfacción 
    de naturaleza espiritual, y también están exentos de fe, de esperanza y de 
    seguridades eternas. Uno de los grandes problemas de la vida moderna es que 
    el hombre se cree demasiado ocupado como para encontrar tiempo para la meditación 
    espiritual y la devoción religiosa.
 2077:4  195:6.8 
    El materialismo reduce al hombre a un estado de autómata sin alma, y lo convierte 
    en un simple símbolo aritmético que ocupa un lugar impotente en la fórmula 
    matemática de un universo realista y mecanicista. Pero, ¿de dónde viene todo 
    este inmenso universo de matemáticas, sin un Maestro Matemático? La ciencia 
    puede discurrir sobre la conservación de la materia, pero la religión valida 
    la conservación del alma de los hombres -se ocupa de su experiencia con las 
    realidades espirituales y los valores eternos.
 2077:5  195:6.9 
    El sociólogo materialista de hoy examina una comunidad, hace un informe sobre 
    ella y deja a la gente tal como las encontró. Hace mil novecientos años, unos 
    galileos ignorantes observaron a Jesús dar su vida como aportación espiritual 
    a la experiencia interior del hombre, y luego salieron y trastocaron todo 
    el imperio romano.
 2077:6  195:6.10 
    Pero los dirigentes religiosos cometen un grave error cuando intentan llamar 
    al hombre moderno a la lucha espiritual al son de las trompetas de la Edad 
    Media. La religión debe proveerse de lemas nuevos y actualizados. Ni la democracia 
    ni ninguna otra panacea política podrán reemplazar el progreso espiritual. 
    Las falsas religiones pueden representar una evasión de la realidad, pero 
    Jesús, en su evangelio, puso al hombre mortal en la entrada misma de una realidad 
    eterna de progreso espiritual.
 2077:7  195:6.11 
    Decir que la mente "surgió" de la materia no explica nada. Si el 
    universo fuera simplemente un mecanismo y la mente fuera inseparable de la 
    materia, nunca tendríamos dos interpretaciones diferentes de cualquier fenómeno 
    observado. Los conceptos de la verdad, la belleza y la bondad no son inherentes 
    ni a la física ni a la química. Una máquina no puede conocer, y mucho 
    menos conocer la verdad, tener hambre de rectitud y apreciar la bondad.
 2077:8  195:6.12 
    La ciencia puede ser física, pero la mente del científico que discierne la 
    verdad es al mismo tiempo supermaterial. La materia no conoce la verdad, ni 
    puede amar la misericordia ni deleitarse con las realidades espirituales. 
    Las convicciones morales basadas en la iluminación espiritual y arraigadas 
    en la experiencia humana son tan reales y seguras como las deducciones matemáticas 
    basadas en las observaciones físicas, pero se encuentran en un nivel diferente 
    y más elevado.
 2077:9  195:6.13 
    Si los hombres sólo fueran unas máquinas, reaccionarían de manera más o menos 
    uniforme a un universo material. No existiría la individualidad, y mucho menos 
    la personalidad.
  2077:10  195:6.14 
    El hecho del mecanismo absoluto del Paraíso en el centro del universo de universos, 
    en presencia de la volición incondicionada del Origen-Centro Segundo, asegura 
    para siempre que los determinantes no son la ley exclusiva del cosmos. El 
    materialismo está ahí, pero no es exclusivo; el mecanismo está ahí, pero no 
    es incondicionado; el determinismo está ahí, pero no está solo. 2078:1  195:6.15 
    El universo finito de la materia se volvería finalmente uniforme y determinista 
    si no fuera por la presencia combinada de la mente y el espíritu. La influencia 
    de la mente cósmica inyecta constantemente espontaneidad incluso en los mundos 
    materiales.
 2078:2  195:6.16 
    En cualquier aspecto de la existencia, la libertad o la iniciativa es directamente 
    proporcional al grado de influencia espiritual y de control de la mente cósmica; 
    es decir, en la experiencia humana, al grado en que se hace realmente "la 
    voluntad del Padre". Así pues, una vez que habéis empezado a descubrir 
    a Dios, ésta es la prueba decisiva de que Dios ya os ha encontrado.
 2078:3  195:6.17 
    La búsqueda sincera de la bondad, la belleza y la verdad conduce a Dios. Y 
    todo descubrimiento científico demuestra la existencia tanto de la libertad 
    como de la uniformidad en el universo. El descubridor era libre de hacer su 
    descubrimiento. La cosa descubierta es real y aparentemente uniforme, pues 
    de otro modo no hubiera podido ser conocida como cosa.
 7. LA VULNERABILIDAD DEL MATERIALISMO 
    2078:4  195:7.1 Qué insensatez 
    la del hombre con mentalidad materialista cuando permite que unas teorías 
    tan vulnerables como las de un universo mecanicista le priven de los enormes 
    recursos espirituales de la experiencia personal de la verdadera religión. 
    Los hechos nunca están reñidos con la auténtica fe espiritual; las teorías 
    sí pueden estarlo. La ciencia haría mejor en dedicarse a destruir la superstición, 
    en lugar de intentar aniquilar la fe religiosa -la creencia humana en las 
    realidades espirituales y los valores divinos. 2078:5  195:7.2 
    La ciencia debería hacer materialmente por el hombre lo que la religión hace 
    espiritualmente por él: ampliar el horizonte de la vida y engrandecer su personalidad. 
    La verdadera ciencia no puede tener ninguna discrepancia duradera con la verdadera 
    religión. El "método científico" es simplemente una vara intelectual 
    para medir las aventuras materiales y los logros físicos. Pero como es material 
    y enteramente intelectual, es totalmente inútil para evaluar las realidades 
    espirituales y las experiencias religiosas.
 2078:6  195:7.3 
    La contradicción del mecanicista moderno es la siguiente: Si este universo 
    fuera simplemente material y el hombre sólo fuera una máquina, ese hombre 
    sería enteramente incapaz de reconocerse como tal máquina; además, un hombre-máquina 
    así sería totalmente inconsciente del hecho de que existe dicho universo material. 
    El desaliento y la desesperación materialista de una ciencia mecanicista no 
    han logrado reconocer el hecho de que la mente del científico está habitada 
    por el espíritu, aunque la perspicacia supermaterial del científico es precísamente 
    la que formula estos conceptos erróneos y contradictorios en sí mismos 
    de un universo materialista.
 2078:7  195:7.4 
    Los valores paradisiacos de eternidad e infinidad, de verdad, belleza y bondad, 
    están escondidos dentro de los hechos de los fenómenos de los universos del 
    tiempo y del espacio. Pero es necesario el ojo de la fe de un mortal nacido 
    del espíritu para detectar y discernir estos valores espirituales.
 2078:8  195:7.5 
    Las realidades y los valores del progreso espiritual no son una "proyección 
    psicológica" -un simple sueño despierto y glorificado de la mente material. 
    Estas cosas son las previsiones espirituales del Ajustador interior, del espíritu 
    de Dios que vive en la mente del hombre. No dejéis que vuestros escarceos 
    en los descubrimientos ligeramente vislumbrados de la "relatividad" 
    alteren vuestros conceptos de la eternidad y de la infinidad de Dios. Y en 
    todas vuestras tentativas relacionadas con la necesidad de expresaros, 
    no cometáis el error de omitir la expresión del Ajustador, la manifestación 
    de vuestro yo real y mejor.
 2079:1  195:7.6 
    Si este universo sólo fuera material, el hombre material nunca sería capaz 
    de llegar al concepto del carácter mecanicista de una existencia tan exclusivamente 
    material. Este mismo concepto mecanicista del universo es, en sí mismo, 
    un fenómeno no material de la mente, y toda mente es de origen no material, 
    por mucho que pueda dar la impresión de estar condicionada materialmente y 
    controlada mecánicamente.
 2079:2  195:7.7 
    El mecanismo mental parcialmente evolucionado del hombre mortal no está muy 
    dotado de coherencia ni de sabiduría. La presunción del hombre sobrepasa a 
    menudo su razón y elude su lógica.
 2079:3  195:7.8 
    El mismo pesimismo del materialista más pesimista es, en sí y por sí mismo, 
    una prueba suficiente de que el universo del pesimista no es totalmente material. 
    Tanto el optimismo como el pesimismo son unas reacciones conceptuales que 
    se producen en una mente que es consciente de los valores así como 
    de los hechos. Si el universo fuera realmente lo que el materialista 
    considera que es, entonces el hombre, como máquina humana, estaría privado 
    de todo reconocimiento consciente de ese mismo hecho. Sin la conciencia 
    del concepto de los valores dentro de la mente nacida del espíritu, 
    el hombre no podría reconocer de ninguna manera el hecho del materialismo 
    universal ni los fenómenos mecanicistas de la acción del universo. Una máquina 
    no puede ser consciente de la naturaleza ni del valor de otra máquina.
 2079:4  195:7.9 
    Una filosofía mecanicista de la vida y del universo no puede ser científica, 
    porque la ciencia sólo reconoce y trata de los objetos materiales y de los 
    hechos. La filosofía es inevitablemente supercientífica. El hombre es un hecho 
    material de la naturaleza, pero su vida es un fenómeno que trasciende 
    los niveles materiales de la naturaleza, porque manifiesta los atributos controladores 
    de la mente y las cualidades creativas del espíritu.
 2079:5  195:7.10 
    El esfuerzo sincero del hombre por volverse mecanicista representa el fenómeno 
    trágico del empeño inútil de ese hombre por suicidarse intelectual y moralmente. 
    Pero no puede conseguirlo.
 2079:6  195:7.11 
    Si el universo sólo fuera material y el hombre solamente una máquina, no existiría 
    ninguna ciencia que animara al científico a postular esta mecanización del 
    universo. Las máquinas no pueden medirse, clasificarse ni evaluarse a sí mismas. 
    Esta tarea científica sólo podría ejecutarla una entidad con estatus de supermáquina.
 2079:7  195:7.12 
    Si la realidad del universo no es más que una inmensa máquina, entonces el 
    hombre debe estar fuera del universo y separado de él para poder reconocer 
    este hecho y ser consciente de la perspicacia de esta evaluación.
  2079:8  195:7.13 
    Si el hombre sólo es una máquina, ¿qué técnica utiliza para llegar a creer 
    o a pretender saber que sólo es una máquina? La experiencia de evaluarse 
    conscientemente a sí mismo nunca es atributo de una simple máquina. Un mecanicista 
    declarado y consciente de sí mismo es la mejor respuesta posible al mecanismo. 
    Si el materialismo fuera un hecho, no podría existir ningún mecanicista consciente 
    de sí mismo. También es cierto que primero hay que ser una persona moral antes 
    de poder realizar actos inmorales. 
   2079:9  195:7.14 
    La pretensión misma del materialismo implica una conciencia supermaterial 
    de la mente que se atreve a afirmar tales dogmas. Un mecanismo puede deteriorarse, 
    pero nunca puede progresar. Las máquinas no piensan, ni crean, ni sueñan, 
    ni aspiran a algo, ni idealizan, ni tienen hambre de verdad o sed de rectitud. 
    No motivan su vida con la pasión de servir a otras máquinas y escoger como 
    meta de su progreso eterno la sublime tarea de encontrar a Dios y de esforzarse 
    en ser como él. Las máquinas nunca son intelectuales, emotivas, estéticas, 
    éticas, morales ni espirituales. 2079:10  195:7.15 
    El arte prueba que el hombre no es mecánico, pero no prueba que sea espiritualmente 
    inmortal. El arte es la morontia humana, el terreno intermedio entre el hombre 
    material y el hombre espiritual. La poesía es un esfuerzo por huir de las 
    realidades materiales hacia los valores espirituales.
 2080:1  195:7.16 
    En una civilización elevada, el arte humaniza a la ciencia, y es espiritualizado 
    a su vez por la verdadera religión -la comprensión de los valores espirituales 
    y eternos. El arte representa la evaluación humana y espacio-temporal de la 
    realidad. La religión es el abrazo divino de los valores cósmicos y 
    conlleva un progreso eterno en la ascensión y la expansión espirituales. El 
    arte temporal sólo es peligroso cuando se vuelve ciego a los modelos espirituales 
    de los arquetipos divinos que la eternidad refleja como sombras temporales 
    de la realidad. El arte verdadero es la manipulación eficaz de las cosas materiales 
    de la vida; la religión es la transformación ennoblecedora de los hechos materiales 
    de la vida, y nunca deja de evaluar el arte en el sentido espiritual.
  2080:2  195:7.17 
    ¡Cuán insensato es suponer que un autómata pueda concebir una filosofía del 
    automatismo, y cuán ridículo es creer que podría formarse un concepto así 
    de otros compañeros autómatas! 
   2080:3  195:7.18 
    Cualquier interpretación científica del universo material carece de valor 
    a menos que asegure un debido reconocimiento al científico. Ninguna 
    apreciación del arte es auténtica a menos que conceda un reconocimiento al 
    artista. Ninguna evaluación de la moral es válida a menos que incluya 
    al moralista. Ningún reconocimiento de la filosofía es edificante si 
    ignora al filósofo, y la religión no puede existir sin la experiencia 
    real de la persona religiosa que, en esta experiencia misma y a través 
    de ella, intenta encontrar a Dios y conocerlo. Del mismo modo, el universo 
    de universos carece de trascendencia separado del YO SOY, el Dios infinito 
    que lo ha hecho y lo gobierna sin cesar. 
   2080:4  195:7.19 
    Los mecanicistas -los humanistas- tienden a ir a la deriva con las corrientes 
    materiales. Los idealistas y los espiritualistas se atreven a utilizar 
    sus remos con inteligencia y vigor a fin de modificar el curso, en apariencia 
    puramente material, de las corrientes de energía. 
   2080:5  195:7.20 
    La ciencia vive gracias a las matemáticas de la mente; la música expresa el 
    ritmo de las emociones. La religión es el ritmo espiritual del alma, en armonía 
    espacio-temporal con las medidas melódicas superiores y eternas de la Infinidad. 
    La experiencia religiosa es algo verdaderamente supermatemático en la vida 
    humana. 2080:6  195:7.21 
    En el lenguaje, el alfabeto representa el mecanismo del materialismo, mientras 
    que las palabras que expresan el significado de mil pensamientos, grandes 
    ideas y nobles ideales -de amor y de odio, de cobardía y de valor- representan 
    las actuaciones de la mente dentro del alcance definido por la ley tanto material 
    como espiritual, unas actuaciones dirigidas por la afirmación de la voluntad 
    de la personalidad, y limitadas por la dotación inherente a la situación.
 2080:7  195:7.22 
    El universo no se parece a las leyes, los mecanismos y las constantes que 
    descubre el científico, y que llega a considerar como ciencia, sino que se 
    parece más bien al científico curioso que piensa, escoge, crea, combina 
    y discrimina, que observa así los fenómenos del universo y clasifica los hechos 
    matemáticos inherentes a las fases mecanicistas del aspecto material de la 
    creación. El universo tampoco se parece al arte del artista, sino más bien 
    al artista que se esfuerza, sueña, aspira, progresa e intenta trascender 
    el mundo de las cosas materiales, en un esfuerzo por alcanzar una meta espiritual.
 2080:8  195:7.23 
    Es el científico, y no la ciencia, el que percibe la realidad de un universo 
    de energía y materia en evolución y progreso. Es el artista, y no el arte, 
    el que demuestra la existencia del mundo morontial transitorio interpuesto 
    entre la existencia material y la libertad espiritual. Es la persona religiosa, 
    y no la religión, la que prueba la existencia de las realidades del espíritu 
    y de los valores divinos que se habrán de encontrar durante el progreso en 
    la eternidad.
 8. EL TOTALITARISMO LAICO 
    2081:1  195:8.1 Pero incluso 
    después de que el materialismo y el mecanicismo hayan sido más o menos derrotados, 
    la influencia devastadora del laicismo del siglo veinte continuará marchitando 
    la experiencia espiritual de millones de almas confiadas. 2081:2  195:8.2 
    El laicismo moderno ha sido fomentado por dos influencias mundiales. El padre 
    del laicismo fue la actitud atea y de ideas limitadas de la llamada ciencia 
    de los siglos diecinueve y veinte -la ciencia atea. La madre del laicismo 
    moderno fue la iglesia cristiana totalitaria de la Edad Media. El laicismo 
    tuvo su comienzo como una protesta que se elevó contra la dominación casi 
    completa de la civilización occidental por parte de la iglesia cristiana institucionalizada.
 2081:3  195:8.3 
    En el momento de esta revelación, el clima intelectual y filosófico que prevalece 
    tanto en la vida europea como en la americana es decididamente laico -humanista. 
    Durante trescientos años, el pensamiento occidental ha sido progresivamente 
    laicizado. La religión se ha convertido cada vez más en una influencia nominal, 
    se ha vuelto mayormente un ejercicio ritualista. La mayoría de los cristianos 
    declarados de la civilización occidental son, sin saberlo, realmente laicos.
 2081:4  195:8.4 
    Fue necesario un gran poder, una poderosa influencia, para liberar el pensamiento 
    y la vida de los pueblos occidentales de la garra marchitante de una dominación 
    eclesiástica totalitaria. El laicismo rompió las ataduras del control de la 
    iglesia, y ahora amenaza a su vez con establecer un nuevo tipo de dominio 
    ateo en el corazón y la mente del hombre moderno. El estado político tiránico 
    y dictatorial es el descendiente directo del materialismo científico y del 
    laicismo filosófico. El laicismo apenas libera al hombre de la dominación 
    de la iglesia institucionalizada, cuando lo vende a la esclavitud servil del 
    estado totalitario. El laicismo sólo libera al hombre de la esclavitud eclesiástica 
    para traicionarlo entregándolo a la tiranía de la esclavitud política y económica.
  2081:5  195:8.5 
    El materialismo niega a Dios, el laicismo se limita a ignorarlo; al menos 
    ésta fue su actitud primitiva. Más recientemente, el laicismo ha tomado una 
    actitud más militante, pretendiendo ocupar el lugar de la religión, cuya esclavitud 
    totalitaria rechazó anteriormente. El laicismo del siglo veinte tiende a afirmar 
    que el hombre no necesita a Dios. ¡Pero cuidado! Esta filosofía atea de la 
    sociedad humana sólo conducirá a la inquietud, a la animosidad, a la infelicidad, 
    a la guerra y a un desastre mundial. 
   2081:6  195:8.6 
    El laicismo nunca podrá traer la paz a la humanidad. Nada puede sustituir 
    a Dios en la sociedad humana. ¡Pero poned mucha atención! No os apresuréis 
    a abandonar las ventajas beneficiosas de la sublevación laica que os ha liberado 
    del totalitarismo eclesiástico. La civilización occidental disfruta hoy de 
    muchas libertades y satisfacciones debido a la sublevación laica. El gran 
    error del laicismo fue el siguiente: Al sublevarse contra el control casi 
    total de la vida por parte de la autoridad religiosa, y después de conseguir 
    liberarse de esta tiranía eclesiástica, los laicos continuaron adelante iniciando 
    una sublevación contra el mismo Dios, a veces tácitamente y a veces de manera 
    manifiesta. 2081:7  195:8.7 
    A la sublevación laica le debéis la asombrosa creatividad de la industria 
    americana y el progreso material sin precedentes de la civilización occidental. 
    Como la sublevación laica ha ido demasiado lejos y ha perdido de vista a Dios 
    y a la verdadera  religión, también le ha seguido una cosecha inesperada 
    de guerras mundiales y de inestabilidad internacional.
 2081:8  195:8.8 
    No es necesario sacrificar la fe en Dios para disfrutar de las bendiciones 
    de la sublevación laica moderna: tolerancia, servicio social, gobierno democrático 
    y libertades civiles. Los laicos no tenían necesidad de oponerse a la verdadera 
    religión para promover la ciencia y hacer progresar la educación.
 2082:1  195:8.9 
    Pero el laicismo no es el único autor de todas estas ventajas recientes en 
    la expansión del modo de vivir. Detrás de los logros del siglo veinte están 
    no solamente la ciencia y el laicismo, sino también los efectos espirituales 
    no reconocidos ni admitidos de la vida y las enseñanzas de Jesús de Nazaret.
 2082:2  195:8.10 
    Sin Dios, sin religión, el laicismo científico nunca podrá coordinar sus fuerzas, 
    ni armonizar sus intereses, razas y nacionalismos divergentes y rivales. A 
    pesar de sus logros materialistas incomparables, esta sociedad humana laicista 
    se está desintegrando lentamente. La principal fuerza de cohesión que se resiste 
    a esta desintegración de antagonismos es el nacionalismo. Y el nacionalismo 
    es el obstáculo principal para la paz mundial.
 2082:3  195:8.11 
    La debilidad inherente al laicismo consiste en que desecha la ética y la religión 
    a favor de la política y del poder. Es simplemente imposible establecer la 
    fraternidad de los hombres cuando se ignora o se niega la paternidad de Dios.
 2082:4  195:8.12 
    El optimismo laico en materia social y política es una ilusión. Sin Dios, 
    ni la independencia y la libertad, ni los bienes y la riqueza conducirán a 
    la paz.
 2082:5  195:8.13 
    La secularización completa de la ciencia, la educación, la industria y la 
    sociedad sólo pueden conducir al desastre. Durante el primer tercio del siglo 
    veinte, los urantianos han matado a más seres humanos que durante toda la 
    dispensación cristiana hasta ese momento. Y éste sólo es el principio de la 
    espantosa cosecha del materialismo y del laicismo; una destrucción aún más 
    terrible está todavía por venir.
 9. EL PROBLEMA DEL CRISTIANISMO 
    2082:6  195:9.1 No paséis 
    por alto el valor de vuestra herencia espiritual, el río de verdad que fluye 
    a través de los siglos, incluso hasta la época estéril de una era materialista 
    y laica. En todos vuestros esfuerzos meritorios por desembarazaros de los 
    credos supersticiosos de las épocas pasadas, aseguraos de conservar firmemente 
    la verdad eterna. ¡Pero tened paciencia! Cuando la sublevación actual contra 
    la superstición haya terminado, las verdades del evangelio de Jesús sobrevivirán 
    gloriosamente para iluminar un camino nuevo y mejor. 2082:7  195:9.2 
    Pero el cristianismo paganizado y socializado necesita un nuevo contacto con 
    las enseñanzas no comprometidas de Jesús; languidece por falta de una visión 
    nueva de la vida del Maestro en la tierra. Una revelación nueva y más completa 
    de la religión de Jesús está destinada a conquistar un imperio de laicismo 
    materialista y a derrocar un influjo mundial de naturalismo mecanicista. Urantia 
    se estremece actualmente al borde mismo de una de sus épocas más asombrosas 
    y apasionantes de reajuste social, de reanimación moral y de iluminación espiritual.
 2082:8  195:9.3 
    Las enseñanzas de Jesús, aunque enormemente modificadas, sobrevivieron a los 
    cultos de misterio de su época natal, a la ignorancia y la superstición de 
    la edad de las tinieblas, e incluso ahora están venciendo lentamente al materialismo, 
    al mecanicismo y al laicismo del siglo veinte. Estas épocas de grandes pruebas 
    y de derrotas amanazantes siempre son períodos de gran revelación.
  2082:9  195:9.4 
    La religión necesita nuevos dirigentes, hombres y mujeres espirituales que 
    se atrevan a depender únicamente de Jesús y de sus enseñanzas incomparables. 
    Si el cristianismo insiste en olvidar su misión espiritual mientras continúa 
    ocupándose de los problemas sociales y materiales, el renacimiento espiritual 
    tendrá que esperar la llegada de esos nuevos instructores de la religión de 
    Jesús que se consagrarán exclusivamente a la regeneración espiritual de los 
    hombres. Entonces, esas almas nacidas del espíritu proporcionarán rápidamente 
    la dirección y la inspiración necesarias para la reorganización social, moral, 
    económica y política del mundo. 2083:1  195:9.5 
    La era moderna rehusará aceptar una religión que sea incompatible con los 
    hechos y que no se armonice con sus conceptos más elevados de la verdad, la 
    belleza y la bondad. Ha llegado la hora de volver a descubrir los verdaderos 
    fundamentos originales del cristianismo de hoy deformado y comprometido -la 
    vida y las enseñanzas reales de Jesús.
  2083:2  195:9.6 
    El hombre primitivo vivía una vida de esclavitud supersticiosa al miedo religioso. 
    El hombre civilizado moderno teme la idea de caer bajo el dominio de fuertes 
    convicciones religiosas. El hombre inteligente siempre ha tenido miedo de 
    estar sujeto a una religión. Cuando una religión fuerte y activa amenaza 
    con dominarlo, intenta invariablemente racionalizarla, institucionalizarla 
    y convertirla en una tradición, esperando de este modo poder controlarla. 
    Mediante este procedimiento, incluso una religión revelada se convierte en 
    una religión elaborada y dominada por el hombre. Los hombres y las mujeres 
    modernos e inteligentes rehuyen la religión de Jesús por temor a lo que ésta 
    les hará -y a lo que hará con ellos. Y todos estos temores están 
    bien fundados. En verdad, la religión de Jesús domina y transforma a sus creyentes, 
    pidiendo a los hombres que dediquen su vida a buscar el conocimiento de la 
    voluntad del Padre que está en los cielos, y exigiendo que las energías de 
    la vida se consagren al servicio desinteresado de la fraternidad de los hombres. 
    2083:3  195:9.7 
    Los hombres y las mujeres egoístas simplemente no quieren pagar este precio, 
    ni siquiera a cambio del mayor tesoro espiritual que se haya ofrecido nunca 
    al hombre mortal. Cuando el hombre se haya sentido suficientemente desilusionado 
    por las tristes decepciones que acompañan la búsqueda insensata y engañosa 
    del egoísmo, y después de que haya descubierto la esterilidad de la religión 
    formalizada, sólo entonces estará dispuesto a volverse de todo corazón hacia 
    el evangelio del reino, la religión de Jesús de Nazaret.
 2083:4  195:9.8 
    El mundo necesita más que nada una religión de primera mano. Incluso el cristianismo 
    -la mejor religión del siglo veinte- no es solamente una religión acerca de 
    Jesús, sino que es una religión que los hombres experimentan ampliamente de 
    segunda mano. Éstos cogen su religión íntegramente tal como se la transmiten 
    sus educadores religiosos aceptados. ¡Qué despertar experimentaría el mundo 
    si tan sólo pudiera ver a Jesús tal como vivió realmente en la tierra, y conocer 
    de primera mano sus enseñanzas dadoras de vida! Las palabras que describen 
    las cosas bellas no pueden conmover tanto como la visión de esas cosas, y 
    las palabras de un credo tampoco pueden inspirar el alma de los hombres como 
    la experiencia de conocer la presencia de Dios. Pero la fe expectante mantendrá 
    siempre abierta la puerta de la esperanza del alma del hombre, para que entren 
    las realidades espirituales eternas de los valores divinos de los mundos del 
    más allá.
  2083:5  195:9.9 
    El cristianismo se ha atrevido a rebajar sus ideales ante el desafío de la 
    avidez humana, la locura de la guerra y la codicia del poder; pero la religión 
    de Jesús se mantiene como la citación espiritual inmaculada y trascendente, 
    apelando a lo mejor que hay en el hombre para que se eleve por encima de todos 
    estos legados de la evolución animal, y alcance por la gracia las alturas 
    morales del verdadero destino humano. 2083:6  195:9.10 
    El cristianismo está amenazado de muerte lenta por el formalismo, el exceso 
    de organización, el intelectualismo y otras tendencias no espirituales. La 
    iglesia cristiana moderna no es esa fraternidad de creyentes dinámicos a la 
    que Jesús encargó que efectuara la transformación espiritual contínua de las 
    generaciones sucesivas de la humanidad.
 2083:7  195:9.11 
    El llamado cristianismo se ha convertido en un movimiento social y cultural, 
    así como en una creencia y una práctica religiosas. El arroyo del cristianismo 
    moderno desagua más de un antiguo pantano pagano y más de una ciénaga bárbara; 
    muchas antiguas cuencas culturales vierten sus aguas en esta corriente cultural 
    de hoy, además de las altas mesetas galileas que se supone que son su origen 
    exclusivo.
 10. EL FUTURO 
    2084:1  195:10.1 En verdad, 
    el cristianismo ha hecho un gran servicio a este mundo, pero a quien más se 
    necesita ahora es a Jesús. El mundo necesita ver a Jesús viviendo de nuevo 
    en la tierra en la experiencia de los mortales nacidos del espíritu que revelan 
    el Maestro eficazmente a todos los hombres. Es inútil hablar de un renacimiento 
    del cristianismo primitivo; tenéis que avanzar desde el lugar donde os encontráis. 
    La cultura moderna debe bautizarse espiritualmente con una nueva revelación 
    de la vida de Jesús, e iluminarse con una nueva comprensión de su evangelio 
    de salvación eterna. Y cuando Jesús sea elevado así, atraerá a todos los hombres 
    hacia él. Los discípulos de Jesús deberían ser más que conquistadores, incluso 
    fuentes desbordantes de inspiración y de vida realzada para todos los hombres. 
    La religión no es más que un humanismo elevado hasta que se hace divina mediante 
    el descubrimiento de la realidad de la presencia de Dios en la experiencia 
    personal. 2084:2  195:10.2 
    La belleza y la sublimidad, la humanidad y la divinidad, la sencillez y la 
    singularidad de la vida de Jesús en la tierra presentan un cuadro tan sorprendente 
    y atractivo de la salvación del hombre y de la revelación de Dios, que los 
    teólogos y los filósofos de todos los tiempos deberían reprimir eficazmente 
    el atrevimiento de formular credos o de crear sistemas teológicos de esclavitud 
    espiritual partiendo de esta donación trascendental de Dios en la forma del 
    hombre. En Jesús, el universo produjo un hombre mortal en quien el espíritu 
    de amor triunfó sobre los obstáculos materiales del tiempo y superó el hecho 
    del origen físico.
  2084:3  195:10.3 
    Tened siempre presente que Dios y el hombre se necesitan el uno al otro. Son 
    mútuamente necesarios para alcanzar de manera plena y final la experiencia 
    de la personalidad eterna en el destino divino de la finalidad del universo. 
    2084:4  195:10.4 
    "El reino de Dios está dentro de vosotros" fue probablemente la 
    proclamación más grande que Jesús hiciera nunca, después de la declaración 
    de que su Padre es un espíritu vivo y amante.
  2084:5  195:10.5 
    Para ganar almas para el Maestro, la primera legua recorrida por coacción, 
    deber o convenio no es la que transformará al hombre y a su mundo, sino más 
    bien la segunda legua de servicio libre y de devoción amante de la 
    libertad, lo que significa que el discípulo de Jesús ha alargado la mano para 
    coger a su hermano con amor y llevarlo, bajo la guía espiritual, hacia la 
    meta superior y divina de la existencia mortal. Ahora mismo, el cristianismo 
    recorre con gusto la primera legua, pero la humanidad languidece y 
    tropieza en las tinieblas morales porque hay muy pocos discípulos auténticos 
    que recorran la segunda legua -muy pocos seguidores declarados de Jesús que 
    vivan y amen realmente como él enseñó a sus discípulos a vivir, amar y servir. 
    2084:6  195:10.6 
    La llamada a la aventura de construir una sociedad humana nueva y transformada 
    mediante el renacimiento espiritual de la fraternidad del reino de Jesús debería 
    emocionar a todos los que creen en él, como los hombres no se han conmovido 
    desde la época en que caminaban por la tierra como compañeros suyos en la 
    carne.
 2084:7  195:10.7 
    Ningún sistema social o régimen político que niegue la realidad de Dios puede 
    contribuir de manera constructiva y duradera al progreso de la civilización 
    humana. Pero el cristianismo, tal como hoy está subdividido y secularizado, 
    representa el mayor de todos los obstáculos para su propio progreso ulterior; 
    esto es especialmente cierto en lo que concierne a oriente.
  2084:8  195:10.8 
    El poder eclesiástico es ahora y siempre incompatible con la fe viviente, 
    el espíritu creciente y la experiencia de primera mano de los compañeros, 
    por la fe, de Jesús en la fraternidad de los hombres, en la asociación espiritual 
    del reino de los cielos. El deseo loable de preservar las tradiciones de los 
    logros pasados conduce a menudo a defender unos sistemas de adoración obsoletos. 
    El deseo bien intencionado de fomentar antiguos sistemas de pensamiento impide 
    eficazmente patrocinar unos medios y unos métodos nuevos y adecuados destinados 
    a satisfacer los anhelos espirituales de la mente en expansión y en progreso 
    del hombre moderno. Asímismo, las iglesias cristianas del siglo veinte se 
    alzan como enormes obstáculos, aunque enteramente inconscientes, para el progreso 
    inmediato del verdadero evangelio -las enseñanzas de Jesús de Nazaret. 2085:1  195:10.9 
    Muchas personas serias que ofrecerían gustosamente su lealtad al Cristo del 
    evangelio, encuentran muy difícil apoyar con entusiasmo a una iglesia que 
    da tan pocas muestras del espíritu de su vida y de sus enseñanzas, y a estas 
    personas se les ha enseñado erróneamente que él la fundó. Jesús no fundó la 
    llamada iglesia cristiana, pero de todas las maneras compatibles con su naturaleza, 
    la ha fomentado como la mejor representante existente de la obra de 
    su vida en la tierra.
 2085:2  195:10.10 
    Si la iglesia cristiana se atreviera tan sólo a abrazar el programa del Maestro, 
    miles de jóvenes aparentemente indiferentes se precipitarían para alistarse 
    en esta empresa espiritual, y no dudarían en llevar a cabo hasta el fin esta 
    gran aventura.
 2085:3  195:10.11 
    El cristianismo se enfrenta seriamente con la sentencia incluída en uno de 
    sus propios lemas: "Una casa dividida contra sí misma no puede subsistir". 
    El mundo no cristiano difícilmente capitulará ante una cristiandad dividida 
    en sectas. El Jesús vivo es la única esperanza de una posible unificación 
    del cristianismo. La verdadera iglesia -la fraternidad de Jesús- es invisible, 
    espiritual y está caracterizada por la unidad, pero no necesariamente 
    por la  uniformidad. La uniformidad es la marca distintiva del mundo 
    físico de naturaleza mecanicista. La unidad espiritual es el fruto de la unión 
    por la fe con el Jesús vivo. La iglesia visible debería negarse a continuar 
    obstaculizando el progreso de la fraternidad invisible y espiritual del reino 
    de Dios. Esta fraternidad está destinada a convertirse en un organismo 
    viviente, en contraste con una organización social institucionalizada. 
    Puede utilizar muy bien estas organizaciones sociales, pero no debe ser suplantada 
    por ellas.
 2085:4  195:10.12 
    Pero incluso el cristianismo del siglo veinte no debe ser despreciado. Es 
    el producto del genio moral combinado de los hombres que conocían a Dios pertenecientes 
    a muchas razas y durante muchas épocas; ha sido realmente uno de los más grandes 
    poderes benéficos de la tierra, y por consiguiente nadie debería considerarlo 
    a la ligera, a pesar de sus defectos inherentes y adquiridos. El cristianismo 
    continúa ingeniándoselas para incitar, con poderosas emociones morales, la 
    mente de los hombres reflexivos.
 2085:5  195:10.13 
    Pero la implicación de la iglesia en el comercio y la política no tiene excusa; 
    estas alianzas profanas son una flagrante traición al Maestro. Y los auténticos 
    amantes de la verdad tardarán mucho tiempo en olvidar que esta poderosa iglesia 
    institucionalizada se ha atrevido con frecuencia a sofocar una fe recién nacida, 
    y a perseguir a los portadores de la verdad que aparecían por casualidad con 
    vestiduras no ortodoxas.
 2085:6  195:10.14 
    Es demasiado cierto que esta iglesia no habría sobrevivido si no hubiera habido 
    hombres en el mundo que prefirieran esta forma de culto. Muchas almas espiritualmente 
    indolentes anhelan una religión antigua y autoritaria de rituales y de tradiciones 
    consagradas. La evolución humana y el progreso espiritual apenas son suficientes 
    para hacer que todos los hombres prescindan de una autoridad religiosa. Y 
    la fraternidad invisible del reino puede muy bien incluir a estos grupos familiares 
    de diversas clases sociales y temperamentales, con tal que estén dispuestos 
    a convertirse en unos hijos de Dios realmente conducidos por el espíritu. 
    Pero en esta fraternidad de Jesús no hay sitio para las rivalidades sectarias, 
    el resentimiento entre los grupos, ni para las afirmaciones de superioridad 
    moral e infalibilidad espiritual.
 2086:1  195:10.15 
    Estas diversas agrupaciones de cristianos pueden servir para albergar a los 
    numerosos tipos diferentes de supuestos creyentes entre los diversos pueblos 
    de la civilización occidental, pero esta división de la cristianidad muestra 
    una grave debilidad cuando intenta llevar el evangelio de Jesús a los pueblos 
    orientales. Estas razas no comprenden todavía que existe una religión de 
    Jesús separada, y un poco apartada, del cristianismo, el cual se ha vuelto 
    cada vez más una religión acerca de Jesús.
 2086:2  195:10.16 
    La gran esperanza de Urantia reside en la posibilidad de una nueva revelación 
    de Jesús, con una presentación nueva y ampliada de su mensaje salvador, que 
    uniría espiritualmente en un servicio amoroso a las numerosas familias de 
    sus seguidores declarados de hoy día.
 2086:3  195:10.17 
    Incluso la educación laica podría ayudar a este gran renacimiento espiritual, 
    si prestara más atención a la tarea de enseñar a los jóvenes cómo acometer 
    la planificación de la vida y el desarrollo del carácter. La meta de toda 
    educación debería consistir en fomentar y promover el objetivo supremo de 
    la vida, el desarrollo de una personalidad majestuosa y bien equilibrada. 
    Existe una gran necesidad de enseñar la disciplina moral en lugar de tantas 
    satisfacciones egoístas. Sobre esta base, la religión puede aportar su estímulo 
    espiritual para ampliar y enriquecer la vida humana, e incluso para asegurar 
    y realzar la vida eterna.
 2086:4  195:10.18 
    El cristianismo es una religión improvisada, y por eso debe funcionar a baja 
    velocidad. Las actuaciones espirituales a gran velocidad deben esperar la 
    nueva revelación y la aceptación más generalizada de la verdadera religión 
    de Jesús. Pero el cristianismo es una religión poderosa, puesto que los discípulos 
    corrientes de un carpintero crucificado pusieron en marcha las enseñanzas 
    que conquistaron el mundo romano en trescientos años, y luego continuaron 
    hasta vencer a los bárbaros que derrocaron a Roma. Este mismo cristianismo 
    conquistó -absorbió y exaltó- toda la corriente de la teología hebrea y de 
    la filosofía griega. Luego, cuando esta religión cristiana cayó en estado 
    de coma durante más de mil años a causa de una dosis excesiva de misterios 
    y de paganismo, se resucitó a sí misma y reconquistó virtualmente todo el 
    mundo occidental. El cristianismo contiene suficientes enseñanzas de Jesús 
    como para volverse inmortal.
 2086:5  195:10.19 
    Si el cristianismo tan sólo pudiera captar una mayor cantidad de enseñanzas 
    de Jesús, podría hacer mucho más para ayudar al hombre moderno a resolver 
    sus problemas nuevos y cada vez más complejos.
 2086:6  195:10.20 
    El cristianismo sufre una gran desventaja porque ha sido identificado, en 
    la mente de todo el mundo, como una parte del sistema social, la vida industrial 
    y los criterios morales de la civilización occidental; de este modo, el cristianismo 
    ha parecido patrocinar, sin ser consciente de ello, una sociedad que se tambalea 
    bajo la culpabilidad de tolerar una ciencia sin idealismo, una política sin 
    principios, una riqueza sin trabajo, un placer sin restricción, un conocimiento 
    sin carácter, un poder sin conciencia y una industria sin moralidad.
 2086:7  195:10.21 
    La esperanza del cristianismo moderno consiste en dejar de patrocinar los 
    sistemas sociales y las políticas industriales de la civilización occidental, 
    e inclinarse humildemente ante la cruz que ensalza tan valientemente, para 
    aprender allí otra vez de Jesús de Nazaret las verdades más grandes que el 
    hombre mortal pueda escuchar jamás -el evangelio viviente de la paternidad 
    de Dios y de la fraternidad de los hombres.
  
     
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