ÍNDICE
El libro de Urantia
Edición 1999

ESCRITO 56

UNIDAD UNIVERSAL

637:1  56:0.1 DIOS ES UNIDAD. La Deidad está coordinada universalmente. El universo de universos es un vasto mecanismo integrado que está bajo el control absoluto de una sola mente infinita. Los dominios físicos, intelectuales y espirituales de la creación universal están divinamente correlacionados. Lo perfecto y lo imperfecto están verdaderamente interrelacionados, y gracias a ello las criaturas evolutivas finitas pueden ascender hasta el Paraíso, obedeciendo al mandato del Padre Universal: "Sed perfectos como yo mismo soy perfecto."
637:2  56:0.2 Los diversos niveles de la creación están todos unificados en los planes y en la administración de los Arquitectos del Universo Maestro. Para la mente circunscrita de los mortales del espacio-tiempo, el universo puede presentar muchos problemas y situaciones que aparentemente representan una desarmonía e indican una falta de coordinación efectiva; pero aquellos de nosotros que pueden observar una gama más amplia de fenómenos universales, que tienen más experiencia en el arte de detectar la unidad fundamental que subyace en la diversidad creativa, y de descubrir la unicidad divina que impregna todo este funcionamiento de la pluralidad, aquellos perciben mejor el designio único y divino que muestran todas estas múltiples manifestaciones de la energía creativa universal.

1. COORDINACIÓN FÍSICA

637:3  56:1.1 La creación física o material no es infinita, pero está perfectamente coordinada. Existe la fuerza, la energía y el poder, pero en su origen son una misma cosa. Los siete superuniversos son aparentemente de naturaleza dual, y el universo central de naturaleza trina, pero el Paraíso es de constitución única. El Paraíso es la fuente efectiva de todos los universos materiales (pasados, presentes y futuros), pero el hecho de que éstos sean unas derivaciones cósmicas es un acontecimiento de la eternidad. En ningún momento del tiempo (pasado, presente o futuro), ni el espacio ni el cosmos material han surgido de la Isla nuclear de Luz. Como fuente cósmica, el Paraíso funciona con anterioridad al espacio y antes que el tiempo. Así pues sus derivaciones parecerían desprovistas de origen en el tiempo y el espacio si no emergieran a través del Absoluto Incalificado, que es su depositario último en el espacio y su revelador y regulador en el tiempo.

637:4  56:1.2 El Absoluto Incalificado sostiene el universo físico, mientras que el Absoluto de la Deidad motiva el exquisito supercontrol de toda la realidad material, y ambos Absolutos están unificados funcionalmente por el Absoluto Universal. Todas las personalidades (materiales, morontiales, absonitas o espirituales) comprenden mejor esta correlación cohesiva del universo material cuando observan que toda la realidad material auténtica responde a la gravedad centrada en el bajo Paraíso.
638:1  56:1.3 La unificación gravitacional es universal e invariable. La sensibilidad a la energía pura es también universal e inevitable. La energía pura (la fuerza primordial) y el espíritu puro son totalmente presensibles a la gravedad. Estas fuerzas primordiales, inherentes en los Absolutos, están personalmente controladas por el Padre Universal. Por lo tanto toda la gravedad está centrada en la presencia personal del Padre Paradisíaco de la pura energía y del puro espíritu, y en su morada supermaterial.

638:2  56:1.4 La energía pura es el antepasado de todas las realidades funcionales relativas no espirituales, mientras que el espíritu puro es el potencial del supercontrol divino que dirige todos los sistemas energéticos fundamentales. La diversidad de estas realidades se manifiesta en todo el espacio y se observa en los movimientos del tiempo, y ambas están centradas en la persona del Padre del Paraíso. En él son una sola cosa (deben estar unificadas) porque Dios es uno. La personalidad del Padre está absolutamente unificada.
638:3  56:1.5 En la naturaleza infinita de Dios Padre posiblemente no podría existir una dualidad de la realidad, como por ejemplo la realidad física y la realidad espiritual. Pero en cuanto miramos fuera de los niveles infinitos y de la realidad absoluta de los valores personales del Padre del Paraíso, observamos la existencia de estas dos realidades y reconocemos que son plenamente sensibles a su presencia personal. En él radican todas las cosas.
638:4  56:1.6 En cuanto uno se aparta del concepto incondicionado de la personalidad infinita del Padre del Paraíso, hay que admitir que la MENTE es la técnica inevitable para unificar la divergencia cada vez mayor de estas manifestaciones universales duales de la personalidad original monotética del Creador, la Fuente-Centro Primera —el YO SOY.

2. UNIDAD INTELECTUAL

638:5  56:2.1 El Padre-Pensamiento hace realidad la expresión del espíritu en el Hijo-Verbo, y obtiene la expansión de la realidad en los enormes universos materiales por medio del Paraíso. Las expresiones espirituales del Hijo Eterno están correlacionadas con los niveles materiales de la creación mediante las funciones del Espíritu Infinito. Éste establece la correlación entre las realidades espirituales y las repercusiones materiales de la Deidad, a través de su ministerio mental sensible al espíritu, y en los actos mentales que dirigen lo físico.
638:6  56:2.2 La mente es la dotación funcional del Espíritu Infinito, por lo que es potencialmente infinita y se otorga de manera universal. El pensamiento primordial del Padre Universal se eterniza en una doble expresión: la Isla del Paraíso y su idéntico en Deidad, el Hijo Eterno y espiritual. Esta dualidad de la realidad eterna hace inevitable al Dios mental, al Espíritu Infinito. La mente es el canal de comunicación indispensable entre las realidades espirituales y materiales. La criatura evolutiva material sólo puede concebir y comprender el espíritu interior a través del ministerio de la mente.
638:7  56:2.3 Esta mente infinita y universal está suministrada a los universos del tiempo y del espacio como mente cósmica; y aunque se extiende desde el ministerio primitivo de los espíritus ayudantes hasta la mente magnífica del jefe ejecutivo de un universo, esta misma mente cósmica está adecuadamente unificada en la supervisión de los Siete Espíritus Maestros, que a su vez están coordinados con la Mente Suprema del tiempo y del espacio, y perfectamente correlacionados con la mente del Espíritu Infinito que todo lo engloba.

3. UNIFICACIÓN ESPIRITUAL

639:1  56:3.1 Del mismo modo que la gravedad mental universal está centrada en la presencia personal paradisíaca del Espíritu Infinito, la gravedad espiritual universal tiene como centro la presencia personal del Hijo Eterno en el Paraíso. El Padre Universal es uno, pero para el espacio-tiempo se encuentra revelado en el doble fenómeno de la energía pura y del puro espíritu.
639:2  56:3.2 Las realidades espirituales del Paraíso son igualmente una sola, pero en todas las situaciones y relaciones espacio-temporales, este espíritu único se revela en los fenómenos duales de las personalidades y emanaciones espirituales del Hijo Eterno, y en las personalidades e influencias espirituales del Espíritu Infinito y sus creaciones asociadas. Y aún existe un tercer fenómeno: las fragmentaciones del espíritu puro, los Ajustadores del Pensamiento y otras entidades espirituales prepersonales otorgadas por el Padre.

639:3  56:3.3 En cualquier nivel de las actividades universales donde encontréis fenómenos espirituales o contactéis con seres espirituales, podéis saber que todos se derivan del Dios que es espíritu a través del ministerio del Hijo Espiritual y del Espíritu Mental Infinito. Este espíritu que lo abarca todo ejerce su actividad como fenómeno en los mundos evolutivos del tiempo según las directrices procedentes de las sedes centrales de los universos locales. Desde estas capitales de los Hijos Creadores, el Espíritu Santo y el Espíritu de la Verdad, junto con el ministerio de los espíritus ayudantes de la mente, descienden hasta los niveles evolutivos inferiores de las mentes materiales.
639:4  56:3.4 La mente está más unificada a nivel de los Espíritus Maestros en asociación con el Ser Supremo, como mente cósmica subordinada a la Mente Absoluta. El ministerio espiritual para los mundos en evolución está más directamente unificado en las personalidades que residen en las sedes centrales de los universos locales y en las personas de las Ministras Divinas que los presiden. Éstas, a su vez, están en correlación casi perfecta con el circuito de gravedad del Hijo Eterno del Paraíso, donde tiene lugar la unificación final de todas las manifestaciones espirituales del espacio-tiempo.

639:5  56:3.5 La existencia como criatura perfeccionada se puede alcanzar, mantener y eternizar mediante la fusión de la mente consciente de sí con un fragmento de la dotación espiritual pretrinitaria de una de las personas de la Trinidad del Paraíso. La mente mortal es la creación de los Hijos e Hijas del Hijo Eterno y del Espíritu Infinito, y cuando fusiona con el Ajustador del Pensamiento procedente del Padre, comparte la triple dotación espiritual de los mundos evolutivos. Estas tres expresiones espirituales se vuelven perfectamente unificadas en los finalitarios, como estaban unificadas en la eternidad en el YO SOY Universal antes de que se convirtiera en el Padre Universal del Hijo Eterno y del Espíritu Infinito.
639:6  56:3.6 A fin de cuentas, el espíritu siempre debe expresarse de manera triple y estar unificado trinitariamente en su realización final. El espíritu nace de una fuente única mediante una expresión triple; y al final debe alcanzar, y alcanza, su plena realización en la unificación divina que se experimenta cuando se encuentra a Dios (la unicidad con la divinidad) en la eternidad, y por medio del ministerio de la mente cósmica de la expresión infinita de la palabra eterna del pensamiento universal del Padre.

4. UNIFICACIÓN DE LA PERSONALIDAD

639:7  56:4.1 El Padre Universal es una personalidad divinamente unificada; en consecuencia, todos sus hijos ascendentes serán también personalidades completamente unificadas antes de llegar a Havona. Estos hijos son llevados hacia el Paraíso por la fuerza de rebote de los Ajustadores del Pensamiento, los cuales, en obediencia al mandato del Padre, salieron del Paraíso para residir en los mortales materiales.
640:1  56:4.2 La personalidad tiene la aptitud innata de ampliar su radio de acción para unificar todas sus realidades constitutivas. La personalidad infinita de la Fuente-Centro Primera, el Padre Universal, unifica a los siete Absolutos que constituyen la Infinidad. Como la personalidad del hombre mortal es un don directo y exclusivo del Padre Universal, posee igualmente el potencial de unificar los factores constitutivos de la criatura mortal. Esta creatividad unificadora que poseen todas las personalidades creadas es la marca de nacimiento de su elevado origen exclusivo; es una prueba adicional de su contacto ininterrumpido con ese mismo origen a través del circuíto de la personalidad. Gracias a éste, la personalidad de la criatura mantiene un contacto directo y vivificante con el Padre Paradisíaco de todas las personalidades.
640:2  56:4.3 Aunque Dios se manifiesta desde los dominios del Séptuplo hasta Dios Absoluto, pasando por la supremacía y la ultimidad, el circuíto de la personalidad que está centrado en el Paraíso y en la persona de Dios Padre, proporciona la unificación completa y perfecta de todas esas diversas expresiones de la personalidad divina en lo que se refiere a todas las personalidades creadas, en todos los niveles de la existencia inteligente y en todos los mundos de los universos perfectos, perfeccionados o en vías de perfeccionarse.

640:3  56:4.4 En los universos, y para ellos, Dios es todo lo que hemos descrito, pero para vosotros y todas las demás criaturas que conocen a Dios, es uno solo, vuestro Padre y su Padre. Para una personalidad, Dios no puede ser una pluralidad. Dios es Padre para cada una de sus criaturas, y es literalmente imposible que un hijo tenga más de un padre.
640:4  56:4.5 Filosóficamente, cósmicamente y con referencia a niveles y ubicaciones diferenciales de manifestación, podéis y tenéis necesariamente que concebir el funcionamiento de unas Deidades plurales y suponer la existencia de diversas Trinidades. Pero en todo el universo maestro, Dios es uno en la experiencia de la adoración, en el contacto personal con cada persona que adora. Y esta Deidad personal y unificada es nuestro progenitor del Paraíso, Dios Padre, el donador, conservador y Padre de todas las personalidades, desde los hombres mortales en los mundos habitados hasta el Hijo Eterno en la Isla central de Luz.

5. UNIDAD DE LA DEIDAD

640:5  56:5.1 La unicidad de la Deidad del Paraíso, su indivisibilidad, es existencial y absoluta. Existen tres personalizaciones eternas de la Deidad: el Padre Universal, el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito. Pero en la Trinidad del Paraíso son en realidad una sola Deidad, indivisa e indivisible.

640:6  56:5.2 Partiendo del Paraíso-Havona, nivel original de la realidad existencial, se han diferenciado dos niveles subabsolutos en los que el Padre, el Hijo y el Espíritu han emprendido la creación de numerosos asociados y subordinados personales. A este respecto, no es apropiado emprender el análisis de la unificación absonita de la deidad en los niveles trascendentales de la ultimidad. Pero sí es factible examinar algunas características de la función unificadora de las diversas personalizaciones de la Deidad, en las que la divinidad se manifiesta funcionalmente a los diversos sectores de la creación y a las diferentes clases de seres inteligentes.
640:7  56:5.3 El funcionamiento actual de la divinidad en los superuniversos se manifiesta activamente en las actividades de los Creadores Supremos: los Hijos y los Espíritus Creadores de los universos locales, los Ancianos de los Días de los superuniversos y los Siete Espíritus Maestros del Paraíso. Estos seres constituyen los tres primeros niveles de Dios Séptuplo que conducen interiormente hacia el Padre Universal. Y todo este dominio de Dios Séptuplo se está coordinando en el primer nivel de la deidad experiencial, en el Ser Supremo en evolución.

641:1  56:5.4 En el Paraíso y en el universo central, la unidad de la Deidad es un hecho de la existencia. En todos los universos evolutivos del tiempo y del espacio, la unidad de la Deidad es una realización progresiva.

6. UNIFICACIÓN DE LA DEIDAD EVOLUTIVA

641:2  56:6.1 Cuando las tres personas eternas de la Deidad funcionan como Deidad indivisa en la Trinidad del Paraíso, logran una unidad perfecta. De la misma manera, cuando crean, ya sea en asociación o por separado, su progenie paradisíaca muestra la unidad característica de la divinidad. Y esta divinidad de intención que manifiestan los Creadores y Gobernantes Supremos de los dominios espacio-temporales, da como resultado el potencial de poder unificante de la soberanía de la supremacía experiencial, que en presencia de la unidad energética impersonal del universo, constituye una tensión de la realidad que sólo puede resolverse mediante una unificación adecuada con las realidades experienciales personales de la Deidad experiencial.
641:3  56:6.2 Las realidades personales del Ser Supremo emanan de las Deidades del Paraíso, y en el mundo piloto del circuíto exterior de Havona se unifican con las prerrogativas de poder del Todopoderoso Supremo, que provienen de las cualidades divinas de los Creadores del gran universo. Dios Supremo, como persona, existía en Havona antes de que se crearan los siete superuniversos, pero sólo ejercía su actividad en los niveles espirituales. La evolución del poder Todopoderoso de la Supremacía mediante la síntesis diversa de la divinidad en los universos evolutivos, produjo una nueva presencia de poder de la Deidad, que se coordinó con la persona espiritual del Supremo, en Havona, por medio de la Mente Suprema. Al mismo tiempo, ésta pasó del potencial que residía en la mente infinita del Espíritu Infinito, a la mente funcional activa del Ser Supremo.

641:4  56:6.3 Las criaturas con mente material de los mundos evolutivos de los siete superuniversos sólo pueden comprender la unidad de la Deidad observando su evolución en la síntesis del poder y de la personalidad del Ser Supremo. En cualquier nivel de existencia, Dios no puede sobrepasar la capacidad conceptual de los seres que viven en dicho nivel. A través del reconocimiento de la verdad, de la apreciación de la belleza y de la adoración de la bondad, el hombre mortal debe desarrollar el reconocimiento de un Dios de amor, y luego progresar a través de los niveles ascendentes divinos hasta llegar a la comprensión del Supremo. Una vez que se ha comprendido que la Deidad está unificada en poder, entonces se puede personalizar en espíritu para que las criaturas puedan comprenderla y alcanzarla.
641:5  56:6.4 Los mortales ascendentes consiguen comprender el poder del Todopoderoso en las capitales de los superuniversos, y la personalidad del Supremo en los circuitos exteriores de Havona, pero no encuentran en verdad al Ser Supremo como están destinados a encontrar a las Deidades del Paraíso. Ni siquiera los finalitarios, que son espíritus de sexto grado, han encontrado al Ser Supremo, ni podrán hacerlo probablemente hasta que hayan alcanzado el estado espiritual de séptimo grado y el Supremo ejerza realmente sus funciones en las actividades de los futuros universos exteriores.
641:6  56:6.5 No obstante, cuando los ascendentes encuentran al Padre Universal como séptimo nivel de Dios Séptuplo, han alcanzado la personalidad de la Primera Persona de todos los niveles donde la deidad mantiene relaciones personales con las criaturas del universo.

7. REPERCUSIONES EVOLUTIVAS UNIVERSALES

642:1  56:7.1 El progreso contínuo de la evolución en los universos del espacio-tiempo va acompañado de revelaciones cada vez más amplias de la Deidad para todas las criaturas inteligentes. Cuando se alcanza el máximo progreso evolutivo en un mundo, en un sistema, una constelación, un universo, un superuniverso o en el gran universo, este hecho indica que la función de la deidad se amplía paralelamente hacia esas unidades progresivas de la creación, y dentro de ellas. Todo aumento local de la apreciación de la divinidad va acompañado de las repercusiones bien definidas de una mayor manifestación de la deidad para todos los demás sectores de la creación. Partiendo del Paraíso hacia el exterior, cada nuevo dominio evolutivo que se ha alcanzado y realizado constituye, para el universo de universos, una nueva revelación ampliada de la Deidad experiencial.
642:2  56:7.2 A medida que las partes componentes de un universo local se establecen progresivamente en la luz y la vida, Dios Séptuplo se hace cada vez más manifiesto. La evolución espacio-temporal comienza en un planeta bajo el control de la primera expresión de Dios Séptuplo —la asociación del Hijo Creador y del Espíritu Creativo. Con el establecimiento del sistema en la luz, esta unión del Hijo y del Espíritu alcanza su pleno funcionamiento; y cuando una constelación entera se establece así, la segunda fase de Dios Séptuplo se hace más activa en todo este reino. La finalización de la evolución administrativa de un universo local va acompañada de unos ministerios nuevos y más directos de los Espíritus Maestros del superuniverso; y en este punto es cuando empieza también la revelación y la apreciación crecientes de Dios Supremo, que culminan con la comprensión del Ser Supremo cuando los ascendentes pasan por los mundos del sexto circuito de Havona.

642:3  56:7.3 El Padre Universal, el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito son manifestaciones existenciales de la deidad para las criaturas inteligentes, y por este motivo no se amplían de la misma manera en las relaciones personales con las criaturas mentales y espirituales de toda la creación.

642:4  56:7.4 Habría que señalar que los mortales ascendentes pueden experimentar la presencia impersonal de los niveles sucesivos de la Deidad mucho antes de estar suficientemente espiritualizados y adecuadamente educados como para llegar a reconocer personal y experiencialmente estas Deidades, y poder establecer contacto con ellas como seres personales.
642:5  56:7.5 Cada nueva adquisición evolutiva dentro de un sector de la creación, así como toda nueva invasión del espacio por las manifestaciones de la divinidad, vienen acompañadas de unas ampliaciones simultáneas de la revelación funcional de la Deidad, en todas las unidades de la creación ya existentes u organizadas con anterioridad. A veces puede parecer que esta nueva invasión del trabajo administrativo de los universos y de las unidades que lo componen, no se lleva a cabo exactamente según la técnica descrita. En efecto, es costumbre enviar de antemano grupos de administradores que preparen el camino de las eras posteriores y sucesivas del nuevo supercontrol administrativo. Incluso Dios Último deja entrever su supercontrol trascendental de los universos, durante los estados avanzados de un universo local instalado en la luz y la vida.
642:6  56:7.6 Es un hecho que, a medida que las creaciones del tiempo y del espacio se asientan progresivamente en el estado evolutivo, se observa un nuevo funcionamiento más completo de Dios Supremo, que coincide con la retirada correspondiente de las tres primeras manifestaciones de Dios Séptuplo. Si el gran universo llegara a establecerse en la luz y la vida, cuando lo hiciera, ¿cuál sería entonces la futura función de los Hijos Creadores y las Hijas Creativas, manifestaciones de Dios Séptuplo, si Dios Supremo asume el control directo de estas creaciones del tiempo y del espacio? Estos organizadores y pioneros de los universos espacio-temporales ¿serán liberados para efectuar actividades similares en el espacio exterior? No lo sabemos, pero especulamos mucho sobre estas materias y otras similares.

643:1  56:7.7 A medida que las fronteras de la Deidad experiencial se expanden hacia los dominios del Absoluto Incalificado, tratamos de imaginar las actividades de Dios Séptuplo durante las primeras épocas evolutivas de estas creaciones del futuro. No todos estamos de acuerdo en lo que respecta al estado futuro de los Ancianos de los Días y los Espíritus Maestros de los superuniversos. Tampoco sabemos si el Ser Supremo funcionará allí como lo hace en los siete superuniversos. Pero todos conjeturamos que los Migueles, los Hijos Creadores, están destinados a ejercer su actividad en esos universos exteriores. Algunos afirman que las eras futuras presenciarán una forma de unión más estrecha entre los Hijos Creadores y las Ministras Divinas asociados; incluso es posible que esta unión creadora concluya alguna nueva expresión de identidad asociativo-creativa de naturaleza última. Pero en realidad no sabemos nada de estas posibilidades del futuro no revelado.
643:2  56:7.8 Sabemos, sin embargo, que en los universos del tiempo y del espacio Dios Séptuplo facilita el acercamiento progresivo al Padre Universal, y que este acercamiento evolutivo está unificado experiencialmente en Dios Supremo. Podríamos suponer que este plan es el que prevalecerá en los universos exteriores; por otra parte, las nuevas órdenes de seres que alguna vez habitarán en esos universos podrían ser capaces de acercarse a la Deidad en los niveles últimos y mediante técnicas absonitas. En resumen, no tenemos la menor idea de cuál será la técnica que se utilizará, para acercarse a la deidad, en los futuros universos del espacio exterior.
643:3  56:7.9 Sin embargo, consideramos que los superuniversos perfeccionados serán, de alguna manera, una parte de la carrera de ascensión al Paraíso de los seres que puedan habitar esas creaciones exteriores. Es perfectamente posible que en esa era del futuro podamos presenciar a los habitantes del espacio exterior acercarse a Havona a través de los siete superuniversos, administrados por Dios Supremo con o sin la colaboración de los Siete Espíritus Maestros.

8. EL UNIFICADOR SUPREMO

643:4  56:8.1 El Ser Supremo tiene una función triple en la experiencia del hombre mortal: En primer lugar, es el unificador de la divinidad espacio-temporal, Dios Séptuplo. En segundo lugar, es lo máximo que las criaturas finitas pueden comprender realmente de la Deidad. En tercer lugar, es el único camino que tiene el hombre mortal para acercarse a la experiencia trascendental de asociarse con la mente absonita, el espíritu eterno y la personalidad paradisíaca.
643:5  56:8.2 Los finalitarios ascendentes han nacido en los universos locales, se han educado en los superuniversos y se han ejercitado en el universo central. En sus experiencias personales contienen pués todo el potencial necesario para comprender la divinidad espacio-temporal de Dios Séptuplo que se unifica en el Supremo. Los finalitarios prestan sus servicios sucesivos en superuniversos distintos a los de su nacimiento, superponiendo así experiencia tras experiencia hasta englobar por completo la séptuple diversidad de las experiencias posibles de las criaturas. Los finalitarios tienen la posibilidad de encontrar al Padre Universal gracias al ministerio de los Ajustadores interiores, pero consiguen conocer realmente al Ser Supremo a través de estas técnicas de la experiencia, y están destinados a servir en los futuros universos del espacio exterior para revelar allí esta Deidad Suprema.
644:1  56:8.3 Recordad que todo lo que Dios Padre y sus Hijos del Paraíso hacen por nosotros, nosotros por nuestra parte, y en espíritu, tenemos la oportunidad de hacerlo por el Ser Supremo emergente, y dentro de él. La experiencia de amor, felicidad y servicio en el universo es mútua. Dios Padre no necesita que sus hijos le devuelvan todo lo que les confiere, pero éstos a su vez lo donan (o pueden donarlo) a sus semejantes y al Ser Supremo en evolución.
644:2  56:8.4 Todos los fenómenos creativos reflejan unas actividades espirituales creadoras precedentes. Jesús dijo, y es literalmente cierto, que "el Hijo sólo hace las cosas que ve hacer a su Padre". Con el tiempo, vosotros los mortales podréis empezar a revelar el Supremo a vuestros semejantes, y ampliaréis cada vez más esta revelación a medida que os acerquéis al Paraíso. En la eternidad, cuando seáis finalitarios del séptimo grado, quizás se os permita hacer revelaciones crecientes de este Dios de las criaturas evolutivas en los niveles supremos —e incluso últimos.

9. UNIDAD UNIVERSAL ABSOLUTA

644:3  56:9.1 El Absoluto Incalificado y el Absoluto de la Deidad están unificados en el Absoluto Universal. Los Absolutos están coordinados en el Último, condicionados en el Supremo y modificados por el espacio-tiempo en Dios Séptuplo. En los niveles subinfinitos hay tres Absolutos, pero en la infinidad aparecen como uno solo. En el Paraíso hay tres personalizaciones de la Deidad, pero en la Trinidad son una sola.

644:4  56:9.2 El problema filosófico principal del universo maestro es el siguiente: ¿Existía el Absoluto (los tres Absolutos considerados como uno solo en la infinidad) antes que la Trinidad? ¿Es el Absoluto el antecesor de la Trinidad, o la Trinidad es anterior al Absoluto?
644:5  56:9.3 ¿Es el Absoluto Incalificado una presencia de fuerza, independiente de la Trinidad? ¿La presencia del Absoluto de la Deidad designa acaso el funcionamiento ilimitado de la Trinidad? ¿Y el Absoluto Universal, es la función final de la Trinidad, o incluso una Trinidad de Trinidades?
644:6  56:9.4 A primera vista, el concepto del Absoluto como antepasado de todas las cosas (incluída la Trinidad) parece ofrecer una satisfacción transitoria, porque contenta la lógica y unifica la filosofía, pero esta conclusión no es válida porque la eternidad de la Trinidad del Paraíso es un hecho real. Se nos enseña, y nosotros lo creemos, que el Padre Universal y sus asociados de la Trinidad tienen una naturaleza y una existencia eternas. No existe entonces más que una conclusión filosófica plausible, y es la siguiente: Para todas las inteligencias del universo, el Absoluto es la reacción impersonal y coordinada de la Trinidad (de las Trinidades) ante todas las situaciones primarias y fundamentales del espacio, en el interior o en el exterior de los universos. Para todas las inteligencias personales del gran universo, la Trinidad del Paraíso se alza perpétuamente en su finalidad, eternidad, supremacía y ultimidad, y en lo referente a los aspectos prácticos de la comprensión personal y de la realización de la criatura, es absoluta.
644:7  56:9.5 Cuando las mentes de las criaturas consideran este problema, llegan al postulado final de que el YO SOY Universal es la causa primordial y la fuente incondicionada de la Trinidad y del Absoluto. Así pues, cuando anhelamos tener un concepto personal del Absoluto, regresamos a nuestras ideas e ideales del Padre del Paraíso. Cuando deseamos facilitar la comprensión o aumentar la conciencia de este Absoluto, por otra parte impersonal, volvemos al hecho de que el Padre Universal es el Padre existencial con personalidad absoluta; el Hijo Eterno es la Persona Absoluta, aunque en el sentido experiencial no es la personalización del Absoluto. Continuando por este camino, consideramos que las Trinidades experienciales culminan en la personalización experiencial del Absoluto de la Deidad. Al mismo tiempo concebimos que el Absoluto Universal constituye los fenómenos universales y extrauniversales de la presencia manifiesta de las actividades impersonales de las asociaciones unificadas y coordinadas de la Deidad de supremacía, de ultimidad y de infinidad —la Trinidad de Trinidades.

645:1  56:9.6 Dios Padre es perceptible en todos los niveles, desde el finito hasta el infinito, y aunque sus criaturas, desde las del Paraíso hasta las de los mundos evolutivos, lo han percibido de diferentes maneras, sólo el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito lo conocen como infinidad.
645:2  56:9.7 La personalidad espiritual sólo es absoluta en el Paraíso, y el concepto del Absoluto sólo es incondicionado en la infinidad. La presencia de la Deidad sólo es absoluta en el Paraíso, y la revelación de Dios siempre tiene que ser parcial, relativa y progresiva hasta que su poder se vuelva experiencialmente infinito en la potencia espacial del Absoluto Incalificado, mientras que la manifestación de su personalidad se vuelve experiencialmente infinita en la presencia manifiesta del Absoluto de la Deidad, y mientras que estos dos potenciales de la infinidad se unifican con la realidad en el Absoluto Universal.
645:3  56:9.8 Pero más allá de los niveles subinfinitos, los tres Absolutos son uno solo, y así es como la Deidad realiza la infinidad, independientemente de la posibilidad de que cualquier otra orden de existencia tenga nunca por sí misma conciencia de la infinidad.
645:4  56:9.9 El estado existencial en la eternidad implica una auto-conciencia existencial de la infinidad, aunque hiciera falta otra eternidad para experimentar la auto-realización de las potencialidades experienciales inherentes a una eternidad de infinidad —a una infinidad eterna.

645:5  56:9.10 Dios Padre es la fuente personal de todas las manifestaciones de la Deidad y de la realidad, para todas las criaturas inteligentes y todos los seres espirituales, en todo el universo de universos. Poco importa que logréis alcanzar a Dios Séptuplo, que comprendáis a Dios Supremo, que encontréis a Dios Último o que intentéis captar el concepto de Dios Absoluto, en el momento presente o en vuestras experiencias universales sucesivas del eterno futuro. Como personalidades descubriréis, para vuestra satisfacción eterna, que al consumar cada aventura habréis vuelto a descubrir, en nuevos niveles experienciales, al Dios eterno —al Padre Paradisíaco de todas las personalidades del universo.
645:6  56:9.11 El Padre Universal es la explicación de la unidad universal, tal como debe ser comprendida de manera suprema e incluso última en la unidad post-última de los valores y significados absolutos —la Realidad incondicionada.
645:7  56:9.12 Los Organizadores de Fuerza Maestros salen al espacio y movilizan sus energías para hacerlas sensibles a la gravedad de la atracción Paradisíaca del Padre Universal. Posteriormente llegan los Hijos Creadores, que organizan en universos habitados estas fuerzas sensibles a la gravedad. En estos universos desarrollan criaturas inteligentes que reciben dentro de sí mismas el espíritu del Padre del Paraíso, y a continuación ascienden hacia el Padre para volverse como él en todos los atributos posibles de la divinidad.
645:8  56:9.13 El avance creciente e incesante de las fuerzas creativas del Paraíso a través del espacio, parece presagiar la constante ampliación del dominio de la atracción gravitacional del Padre Universal, y la multiplicación sin fin de los distintos tipos de criaturas inteligentes que son capaces de amar a Dios y de ser amadas por él, y que al conocerlo así, pueden elegir ser como él, pueden decidir alcanzar el Paraíso y encontrar a Dios.
646:1  56:9.14 El universo de universos está completamente unificado. Dios es uno en poder y en personalidad. Todos los niveles de energía y todas las fases de la personalidad están coordinados. Todas las cosas y todos los seres tienen su centro, de manera filosófica y experiencial, en concepto y en realidad, en el Padre Paradisiaco. Dios es todo y está en todo: ninguna cosa y ningún ser existen sin él.

10. LA VERDAD, LA BELLEZA Y LA BONDAD

646:2  56:10.1 A medida que los mundos establecidos en la luz y la vida progresan desde la etapa inicial hasta la séptima época, sus habitantes tratan sucesivamente de comprender la realidad de Dios Séptuplo, pasando de la adoración del Hijo Creador a la veneración de su Padre del Paraíso. A lo largo de la séptima etapa de la historia de estos mundos, los mortales en constante progreso crecen en el conocimiento de Dios Supremo, mientras disciernen vagamente la realidad del ministerio dominante de Dios Último.
646:3  56:10.2 Durante toda esta época gloriosa, la ocupación principal de estos mortales que progresan es la búsqueda de una mejor comprensión y de una apreciación más completa de los elementos comprensibles de la Deidad —la verdad, la belleza y la bondad. Esto representa el esfuerzo de los hombres por discernir a Dios en la mente, la materia y el espíritu. Y a medida que los mortales prosiguen esta búsqueda, se encuentran cada vez más sumergidos en el estudio experiencial de la filosofía, la cosmología y la divinidad.

646:4  56:10.3 Entendéis algo la filosofía y comprendéis a la divinidad en la adoración, el servicio social y la experiencia espiritual personal, pero con demasiada frecuencia limitáis la búsqueda de la belleza —la cosmología— al estudio de las imperfectas tentativas artísticas humanas. La belleza, el arte, es en gran medida una cuestión de unificación de contrastes. La variedad es esencial para el concepto de la belleza. La belleza suprema, la cumbre del arte finito, es la epopeya de la unificación de la inmensidad de los extremos cósmicos, el Creador y la criatura. El hombre encuentra a Dios y Dios encuentra al hombre —la criatura se vuelve perfecta como su Creador—, esta es la hazaña celeste de la belleza suprema, esto es alcanzar la cima del arte cósmico.
646:5  56:10.4 Por ello el materialismo, el ateísmo, es lo sumo de la fealdad, la cúspide de la antítesis finita de lo bello. La belleza más elevada consiste en el panorama de la unificación de las variaciones que han nacido de una realidad armoniosa preexistente.
646:6  56:10.5 La adquisición de unos niveles cosmológicos de pensamiento incluye:

646:7  56:10.6 1. La curiosidad. El hambre de armonía y la sed de belleza. Los intentos persistentes por descubrir nuevos niveles de relaciones cósmicas armoniosas.
646:8  56:10.7 2. La apreciación estética. El amor de lo bello y la apreciación creciente del toque artístico que existe en todas las manifestaciones creativas de todos los niveles de la realidad.
646:9  56:10.8 3. La sensibilidad ética. A través de la comprensión de la verdad, la apreciación de la belleza conduce al sentido de la idoneidad eterna de las cosas que rozan el reconocimiento de la bondad divina en las relaciones de la Deidad con todos los seres; de este modo, incluso la cosmología conduce a la búsqueda de los valores divinos de la realidad —a la conciencia de Dios.

646:10  56:10.9 Los mundos establecidos en la luz y la vida están tan interesados en la comprensión de la verdad, la belleza y la bondad, porque estos valores cualitativos engloban la revelación de la Deidad para los dominios del tiempo y del espacio. Los significados de la verdad eterna ejercen una atracción combinada en la naturaleza intelectual y espiritual del hombre mortal. La belleza universal abarca las relaciones y los ritmos armónicos de la creación cósmica; es más concretamente la atracción intelectual, y conduce a la comprensión unificada y sincrónica del universo material. La bondad divina representa la revelación de los valores infinitos a la mente finita, para que sean percibidos y elevados al umbral mismo del nivel espiritual de la comprensión humana.
647:1  56:10.10 La verdad es la base de la ciencia y la filosofía, y representa el fundamento intelectual de la religión. La belleza patrocina el arte, la música y los ritmos significativos de toda experiencia humana. La bondad engloba el sentido de la ética, la moralidad y la religión —el hambre de perfección experiencial.
647:2  56:10.11 La existencia de la belleza implica la presencia de una mente creada que la aprecie, tan ciertamente como el hecho de la evolución progresiva indica la dominación de la Mente Suprema. La belleza es el reconocimiento intelectual de la armoniosa síntesis espacio-temporal de la enorme diversificación de la realidad fenoménica, cuya totalidad proviene de una unicidad eterna preexistente.
647:3  56:10.12 La bondad es el reconocimiento mental de los valores relativos de los diversos niveles de la perfección divina. El reconocimiento de la bondad implica una mente que posea una condición moral, una mente personal capaz de discernir entre el bien y el mal. Pero la posesión de la bondad, la grandeza, es la medida de la verdadera consecución de la divinidad.

647:4  56:10.13 El reconocimiento de las relaciones verdaderas implica una mente competente para discriminar entre la verdad y el error. El Espíritu de la Verdad otorgado que cubre las mentes humanas de Urantia reacciona infaliblemente a la verdad —la relación espiritual viviente de todas las cosas y de todos los seres, tal como están coordinados en la ascensión eterna hacia Dios.
647:5  56:10.14 Cada impulso de cualquier electrón, pensamiento o espíritu es una unidad activa en todo el universo. Sólo el pecado está aislado y el mal ofrece resistencia a la gravedad en los niveles mentales y espirituales. El universo es un todo; ninguna cosa y ningún ser existe o vive de manera aislada. La auto-realización es potencialmente dañina si es antisocial. Es literalmente cierto que: "Ningún hombre vive para sí mismo." La socialización cósmica constituye la forma más elevada de unificación de la personalidad. Jesús dijo: "Aquél de vosotros que quiera ser el más grande, que sea el servidor de todos."
647:6  56:10.15 Incluso la verdad, la belleza y la bondad —la aproximación intelectual del hombre al universo mental, material y espíritual— deben estar combinadas en un concepto unificado de un ideal supremo y divino. Así como la personalidad mortal unifica la experiencia humana con la materia, la mente y el espíritu, este ideal supremo y divino se unifica en poder en la Supremacía y luego se personaliza como un Dios de amor paternal.
647:7  56:10.16 Cualquier conocimiento de las relaciones entre un todo y sus partes componentes, requiere comprender las relaciones que existen entre todas las partes y ese todo; en el universo esto significa la relación de las partes creadas con el Todo Creador. La Deidad se vuelve así la meta trascendental e incluso infinita de la consecución universal y eterna.

647:8  56:10.17 La belleza universal es el reconocimiento del reflejo de la Isla del Paraíso en la creación material, mientras que la verdad eterna es el ministerio especial de los Hijos Paradisíacos, que no solamente se donan a sí mismos a las razas mortales, sino que además derraman su Espíritu de la Verdad sobre todos los pueblos. La bondad divina está mucho mejor ilustrada en el ministerio amoroso de las múltiples personalidades del Espíritu Infinito. Pero el amor, la suma total de estas tres cualidades, es la percepción que el hombre tiene de Dios como su Padre espiritual.
648:1  56:10.18 La materia física es la sombra espacio-temporal de la brillante energía paradisíaca de las Deidades absolutas. Los significados de la verdad son las repercusiones en el intelecto mortal de la palabra eterna de la Deidad —la comprensión espacio-temporal de los conceptos supremos. Los valores de bondad de la divinidad son los ministerios misericordiosos de las personalidades espirituales del Universal, del Eterno y del Infinito para las criaturas espacio-temporales finitas de las esferas evolutivas.
648:2  56:10.19 Estos valores significativos reales de la divinidad están fundidos, como amor divino, en las relaciones del Padre con cada criatura personal. Están coordinados como misericordia divina en el Hijo y en sus Hijos. Manifiestan sus cualidades a través del Espíritu y de sus hijos espirituales como ministerio divino, imagen de la misericordia amante hacia los hijos del tiempo. Estas tres divinidades están manifestadas principalmente en el Ser Supremo como síntesis de la personalidad y del poder. Y son mostradas de diversas maneras por Dios Séptuplo en siete asociaciones diferentes de significados y valores divinos, en siete niveles ascendentes.

648:3  56:10.20 Para el hombre finito, la verdad, la belleza y la bondad contienen la revelación completa de la realidad de la divinidad. A medida que este amor-comprensión de la Deidad encuentra su expresión espiritual en la vida de los mortales que conocen a Dios, se producen los frutos de la divinidad: paz intelectual, progreso social, satisfacción moral, felicidad espiritual y sabiduría cósmica. Los mortales avanzados de un mundo que se encuentra en la séptima etapa de la luz y la vida, han aprendido que el amor es lo más grande del universo —y saben que Dios es amor.

648:4  56:10.21 El amor es el deseo de hacer el bien a los demás.

648:5  56:10.22 [Presentado por un Poderoso Mensajero de visita en Urantia, a petición del Cuerpo Revelador de Nebadon, y en colaboración con cierto Melquisedec, Príncipe Planetario vicegerente de Urantia.]

648:6  56:10.23 Este capítulo sobre la Unidad Universal es el vigésimo quinto de una serie de presentaciones realizadas por varios autores, que han sido patrocinados, como grupo, por una comisión de doce personalidades de Nebadon, bajo la dirección de Mantutia Melquisedec. Estas narraciones las compusimos y transcribimos a la lengua inglesa en el año 1934 del tiempo de Urantia, por medio de una técnica autorizada por nuestros superiores.