EL UNIVERSO DE NEBADÓN
Urantia está ubicada en un universo local y en un superuniverso no completamente
organizado; vuestro universo local está en proximidad inmediata de numerosas
creaciones físicas parcialmente completas. Vosotros pertenecéis a uno de los
universos relativamente recientes. Pero actualmente no os lanzáis en forma
descontrolada en el espacio no trazado ni osciláis ciegamente en regiones
desconocidas. Estáis siguiendo un camino ordenado y predeterminado del nivel
espacial superuniversal. Actualmente estáis pasando a través del mismo lugar
que vuestro sistema planetario, o sus predecesores, atravesaron edades atrás;
y algún día en el futuro remoto vuestro sistema o sus sucesores, nuevamente
atravesarán el espacio idéntico a través del cual estáis ahora viajando tan
rápidamente.
Orvontón, el séptimo superuniverso, al cual pertenece vuestro universo local,
se conoce principalmente por su extraordinaria y generosa dotación de ministerio
misericordioso a los mortales de los reinos.
Así como Orvontón es único en naturaleza e individual en destino, del mismo
modo lo es cada uno de los seis superuniversos asociados.
El universo local de Nebadón consiste en 100 (cien) constelaciones y tiene
una capital conocida como Salvingtón. El universo de Nebadón es el número
84 (ochenta y cuatro) en el sector menor de Ensa.
Vuestro mundo se denomina Urantia, y es el número 606 en el grupo planetario
o sistema de Satania. Este sistema tiene actualmente 619 mundos habitados,
y más de 200 (doscientos) planetas adicionales están evolucionando favorablemente
hacia volverse mundos habitados en algún tiempo futuro.
Satania tiene un mundo sede central denominado Jerusem, y es el sistema número24
(veinticuatro) en la constelación de Norlatiadec.
Vuestra constelación Norlatiadec, consiste en 100 (cien) sistemas locales
y tiene un mundo sede central denominado Edentia.
Norlatiadec es el número 70 (setenta) en el universo de Nebadón.
El sector menor de Ensa consiste en 100 (cien) universos locales y tiene
una capital denominada Umenor la tercera. Este sector menor es el número 3
(tres) en el sector mayor de Splandón. Splandón consiste en 100 (cien) sectores
menores y tiene un mundo sede central denominado Umayor el quinto. Es el quinto
sector mayor del superuniverso de Orvontón, el séptimo fragmento del gran
universo.
Así pues podéis ubicar vuestro planeta en el esquema de la organización y
administración del universo de los universos.
El número gran-universal de vuestro mundo, Urantia, es 5.342.482.337.666.
Ese es el número de registro en Uversa y en el Paraíso, vuestro número en
el catálogo de los mundos habitados.
Vuestro planeta forma parte de un cosmos enorme; vosotros pertenecéis a una
familia casi infinita de mundos, pero vuestra esfera es administrada con igual
precisión y se fomenta con igual amor como si fuera el único mundo habitado
en toda la existencia.
El Sistema: La unidad básica del supergobierno consiste en aproximadamente
1000 mundos habitados o habitables.
La Constelación: 100 (cien) sistemas (unos 100.000 planetas habitables) forman
una constelación.
El Universo Local: 100 (cien) constelaciones ( unos 10.000.000 de planetas
habitables ) constituyen un universo local.
Jerusem: La sede central de vuestro sistema local de Satania, tiene sus 7
(siete) mundos de cultura de transición, cada uno de los cuales esta dentro
de un circuito de 7 (siete) satélites, entre los que están los 7 (siete) mundos
de estancia de detención moroncial, la primera residencia postmortal del hombre.
La palabra cielo tal como a veces se la ha utilizado en Urantia, significa
en ocasiones estos 7 (siete) mundos de estancia siendo el primer mundo de
estancia denominado primer cielo, y así sucesivamente hasta el séptimo.
Edentia: La sede central de vuestra constelación de Norlatiadec, tiene sus
70 (setenta) satélites de socialización cultural y capacitación en los cuales
los seres ascendentes se detienen después de completar el régimen de Jerusem
de comprensión de la personalidad, unificación y realización.
Salvingtón: La capital de Nebadón de vuestro universo local, esta rodeada
de 10 (diez) grupos universitarios de 49 (cuarenta y nueve) esferas cada uno.
Aquí el hombre es espiritualizado después de su socialización en la constelación.
( pág. 165-166-182-174 ).
QUIEN ES MIGUEL DE NEBADON?
Nuestro Hijo Creador es la personificación del concepto original 611.121
de identidad infinita de origen simultáneo en el Padre Universal y el Hijo
Eterno. El Miguel de Nebadón es el "Hijo Unigénito" que personaliza
el 611.121 concepto universal de divinidad e inifinitud.
Su sede está en la triple mansión de luz en Salvingtón. Y esta morada está
así ordenada, debido a que Miguel a experimentado la vida en las tres fases
de la existencia de la criatura inteligente: la espiritual, la moroncial
y la material.
Debido al nombre asociado con su auto-otorgamiento séptimo y final en Urantia,
a veces se le llama Cristo Miguel.
Nuestro Hijo Creador no es el Hijo Eterno, el asociado existencial paradisíaco
del Padre Universal y del Espíritu Infinito. Miguel de Nebadón no es miembro
de la Trinidad Paradisíaca. Sin embargo, nuestro Hijo Mayor, posee en su reino
todos los atributos y poderes divinos que el propio Hijo Eterno manifestaría
si estuviese en realidad presente en Salvingtón y actuando en Nebadón.
Miguel posee un poder y una autoridad adicionales, por el hecho de que no
solo personifica al Hijo Eterno sino que representa completamente, y de hecho
engloba la presencia de la personalidad del Padre Universal, hacia este universo
local y en el mismo. Más aún: representa al Padre-Hijo.
Estas relaciones hacen que un Hijo Creador sea el más poderoso, versatil
e influyente de todos los seres divinos capaces de un gobierno directo de
los universos evolucionarios y de contacto personal con las criaturas inmaduras.
Nuestro Hijo Creador ejerce el mismo poder de atracción espiritual, la gravedad
espiritual, desde la sede del universo local que, ejercería el Hijo Eterno
del Paraíso si estuviera presente personalmente en Salvingtón, e incluso más.
Este Hijo del Universo también es la personificación del Padre Universal
hacia el universo de Nebadón. Los Hijos Creadores son centros de personalidad
para las fuerzas espirituales del Padre-Hijo Paradisíaco.
Los Hijos Creadores son los enfoques de poder-personalidad de los poderosos
atributos espacio-temporales de Dios el Séptuple.
El Hijo Creador es la personalización viceregente del Padre Universal, el
coordinado en divinidad con el Hijo Eterno, y el asociado creativo del Espíritu
Infinito.
Para nuestro universo y todos sus mundos habitados, para todos los fines
y propósitos prácticos, el Hijo Soberano es Dios. Personifica a todas las
Deidades del Paraíso a la que los mortales evolutivos pueden comprender con
discernimiento. Este Hijo y su Espíritu asociado son vuestros padres creadores.
Para vosotros Miguel, el Hijo Creador, es la suprema personalidad; para vosotros,
el Hijo Eterno es supersupremo, una personalidad infinita de Deidad.
*En la persona del Hijo Creador tenemos a un gobernante y padre divino que
es tan poderoso, eficiente y benéfico como serían el Padre Universal y el
Hijo Eterno, si ambos estuviesen presentes en Salvingtón e involucrados en
la administración de los asuntos del universo de Nebadón.
EL SOBERANO DE NEBADON
La observación de los Hijos Creadores revela que alguno de ellos se parecen
más al Padre y otros más al Hijo, mientras que otros son una combinación matizada
de ambos padres infinitos.
Muy notablemente nuestro Hijo Creador manifiesta rasgos y atributos que asemejan
más los del Hijo Eterno.
Miguel eligió organizar este universo local, y en él ahora reina en forma
suprema.
La personalidad es un don exclusivo del Padre, pero los Hijos Creadores,
con la aprobación del Hijo Eterno, inician nuevos diseños de criaturas, y
con la cooperación de trabajo de sus asociados del Espíritu, pueden intentar
nuevas transformaciones de la energía-materia.
Miguel es la personificación del Padre-Hijo del Paraíso en el universo local
de Nebadón y hacia él mismo.En consecuencia, cuando el Espíritu Materno Creativo,
la representación del Espíritu Infinito en el universo local, se subordino
a Cristo Miguel en su retorno del auto-otorgamiento final en Urantia, el Hijo
Mayor adquirió a través de esto, la jurisdicción sobre "todo el poder
en el cielo y en la tierra".
Aunque la sede central de Miguel está oficialmente ubicada en Salvingtón,
la capital de Nebadón, pasa mucho de su tiempo visitando las sedes de las
constelaciones y los sistemas y hasta los planetas individuales. Periódicamente
viaja al Paraíso y frecuentemente lo hace a Uversa, donde se asesora con los
Ancianos de los Días. Cuando está ausente de Salvingtón, Gabriel asume su
lugar, quien entonces funciona como regente del universo de Nebadón.
EL HIJO Y EL ESPIRITU DEL UNIVERSO
El Espíritu Materno del Universo en Salvingtón, la asociada de Miguel en
el control y la administración de Nebadón, pertenece al sexto grupo de los
Espíritus Supremos, siendo la número 611.621 de esa orden. Voluntariamente
ella acompañó a Miguel al liberarse él de las obligaciones del Paraíso y desde
entonces ha actuado con él en la creación y gobierno de su universo.
En toda su obra de amor y dotación de vida el Hijo Creador está siempre y
para siempre perfectamente respaldado y asistido competentemente por el totalmente
sabio y siempre fiel, Espíritu del Universo y por el entero séquito diversificado
de personalidades angélicas de ella.
Esa Ministra Divina es, en realidad, la madre de los espíritus y de las personalidades
espirituales, la siempre y presente totalmente sabia asesora del Hijo Creador,
una manifestación fiel y verdadera del Espíritu Infinito del Paraíso.
El Hijo actúa como un padre en su universo local. El Espíritu, como lo podrían
entender las criaturas mortales, representa el papel de una madre, que asiste
constantemente al Hijo y es eternamente indispensable para la administración
del universo. Frente a la insurrección solamente el Hijo y sus Hijos asociados
pueden actuar como redentores.
El Hijo inicia la creación de ciertos hijos del universo, mientras que el
Espíritu por sí solo trae a la existencia numerosas órdenes de personalidades
del espíritu que ministran y sirven bajo la dirección y guía de éste mismo
Espíritu Materno. En la creación de otros tipos de personalidades del universo,
tanto el Hijo como el Espíritu funcionan juntos, "y en ningún acto creativo
hace el uno algo sin el consentimiento y la aprobación del otro".
Las mayores preocupaciones del Hijo Mayor, Miguel, son tan solo tres cosas:
"la creación, el sostenimiento y el ministerio." No participa personalmente
en la tarea judicial del universo. Los creadores nunca se sientan a juzgar
a sus criaturas.
Todo el mecanismo judicial de Nebadón está bajo la supervisión de Gabriel.
(pags. 366,367,368,369 y 372)
Los HIJOS DE DIOS DE Los UNIVERSOS LOCALES
Los Hijos de Dios presentados previamente tuvieron origen paradisíaco. Son
los descendientes de los Gobernantes divinos de los dominios universales.
En Nebadón tan solo hay uno de la primera orden de filiación paradisíaca -
Los Hijos Creadores - Miguel, el Padre Soberano del Universo.
De la segunda orden de filiación del Paraíso, los Avonales o Hijos Magisteriales,
Nebadón tiene su cuota completa: 1062 y estos "Cristos menores" son tan eficientes
y tan todopoderosos en sus respectivos auto-otorgamientos planetarios como
lo fué el Hijo Creador y Soberano en Urantia.
Los tipos de Hijos a ser considerados tienen su orígen en el universo local;
descienden de un Hijo Creador Paradisiaco en variada asociación con el complementario
Espíritu Materno del Universo.
Las siguientes ordenes de filiación del universo local son mencionadas en
estas narrativas:
1.- Los Hijos Melquisedec
2.- Los Hijos Vorondadec
3.- Los Hijos Lanonandec: (primarios-secundarios-y terciarios)
4.- Los Hijos Portadores de Vida
5.- Los Siete Hijos Ayudantes de la Mente(el espíritu de intuición, el
espíritu de entendimiento, el espíritu de valor, el espíritu de conocimiento,
el espíritu de asesoramiento, el espíritu de adoración, y el espíritu de
sabiduría.
Los AYUDANTES UNIVERSALES
1.- Las Brillantes Estrellas Matutinas
2.- Las Estrellas Vespertinas
3.- Los Arcángeles
4.- Los Asistentes Altísimos
5.- Los Altos Comisionados
6.- Los Supervisores Celestiales
7.- Los Maestros de los Mundos de Estancia
LAS ORDENES ESPIRITUALES MAS ELEVADAS DE ASIGNACION
1.- Los Mensajeros Solitarios (Andovontia - quien aisló a Urantia en la
época en que Caligastia traicionó al planeta durante los tiempos de prueba
de la rebelión de Lucifer)
2.- El Director del Senso (Salsatia, conoce automáticamente el nacimiento
y la muerte de la voluntad y registra el número constante de criaturas volitivas
que actúan en el universo local)
3.- Un Inspector Asociado (es el representante personal del Ejecutivo Supremo
de Orvontón).
4.-Los Conciliadores Universales (son las cortes viajantes de los universos
del tiempo y el espacio).
5.- De los Asesores Técnicos ( las mentes legales del reino)
6.- De los Archivistas Celestiales ( los Serafines Ascendentes, tenemos
en Nebadón a 65 sesenta y cinco).
Los CIUDADANOS PERMANENTES DEL UNIVERSO LOCAL
1.- Susatia
2.- Univitatia
3.- Hijos Materiales
4.- Seres Intermedios
5.- Otros Grupos del Universo Local (Espironga y Espornagia)
(Desde pags. 384 hasta 417)
NACIMIENTO DE JESÚS
Sería casi imposible explicar plenamente las muchas razones que llevaron
a la selección de Palestina como el país del auto-otorgamiento de Miguel y
especialmente el por qué se escogió la familia de José y María como el marco
inmediato para la aparición de este Hijo de Dios en Urantia.
Despúes de estudiar un informe especial sobre el estado de los mundos segregados,
preparado por los Melquisedec con el asesoramiento de Gabriel, Miguel finalmente
seleccionó a Urantia como el planeta donde ejecutaría su último auto-otorgamiento.
Posteriomente a esta decisión Gabriel visitó personalmente a Urantia y como
resultado de su estudio de los grupos humanos y de realizar una encuesta sobre
las características espirituales, intelectuales, raciales y geográficas del
mundo y de sus gentes, decidió que los hebreos reunían aquellas relativas
ventajas que justificaban la selección de esta raza como la raza del auto-otorgamiento.
Cuando Miguel aprobó esta decisión, Gabriel nombró y envió a Urantia la Comisión
de Familia de los Doce- seleccionada entre las órdenes más altas de las personalidades
del universo- con el encargo específico de investigar la vida familiar judía.
Al finalizar esta comisión su tarea, Gabriel se encontraba en Urantia y recibió
el informe nominando a tres posibles parejas, que en la opinión de la comisión
eran igualmente favorables como familias del auto-otorgamiento para la proyectada
encarnación de Miguel.
De las tres parejas nominadas Gabriel personalmente seleccionó entre ellas
a José y María. Posteriormente compareció ante María, dándole la grata nueva
de que ella había sido seleccionada para ser la madre terrenal del niño auto-otorgador.
Gabriel hizo su aparición ante María a mediados de Noviembre del año 8 a.de
J.C., mientras ella estaba trabajando en su casa de Nazaret. Más adelante,
cuando María supo sin lugar a dudas que iba a ser madre, persuadió a José
que le permitiera viajar a la ciudad de Judá, más de 6 kilómetros en las colinas
al oeste de Jerusalem, para visitar a Elisabet. Gabriel había informado a
cada una de estas futuras madres de su aparición ante la otra. Naturalmente
deseaban encontrarse, comparar sus experiencias y hablar del futuro de sus
hijos. María permaneció con ésta, su prima lejana por tres semanas. Mucho
hizo Elisabet para fortalecer la fé de María en la visión de Gabriel, de modo
que ésta regresó al hogar más plenamente dedicada a su misión futura de madre
del hijo de destino, a quien muy pronto daría a luz, presentándole al mundo
un bebé indefenso, como cualquier otro, común y normal del reino.
La anunciación de Gabriel a María ocurrió al día siguiente de la concepción
de Jesús y constituyó el único acontecimiento de naturaleza supernatural del
embarazo y alumbramiento del hijo prometido.
José no llegaba aceptar la idea de que María daría a luz un hijo extraordinario,
hasta que él cierta noche experimentó un sueño muy impresionante. En el sueño
se le apareció un resplandeciente mensajero celestial que le dijo entre otras
cosas:
"José, por mandato de Aquel que reina en las alturas, aparezco ante ti para
hablarte del hijo que aguarda María, y quien llegará a ser una gran luz en
el mundo. En El habrá vida y su vida será la luz de la humanidad".
EL VIAJE A BELÉN
Los judíos siempre estuvieron en contra de los intentos de "contar a la gente";
este hecho sumado a las graves dificultades internas del gobierno de Herodes
rey de Judea, había conspirado para ocasionar el aplazamiento del censo en
el reino judío por un año.
No era necesario que María fuera a Belén para registrarse pues, José tenía
autorización para registrar a toda su familia, pero María siendo una persona
enérgica y que amaba la aventura, insistió en acompañarle.
María y José eran pobres, y puesto que tenían un solo animal de carga, María,
que estaba en cinta, cabalgaba el animal con las provisiones mientras que
José caminaba conduciendo a la bestia. Así partió esta pareja judía de su
humilde hogar una mañana temprana el 18 de Agosto del año 7 d.de JC en dirección
a Belén.
El primer día de viaje los llevó al pie del Monte Gilboa, donde acamparon
durante la noche junto al río Jordán, conversando largamente de qué clase
de hijo les nacería; José lo veía como Maestro Espiritual y María como un
Mesías judío, un liberador de la nación hebrea.
Bien temprano a la mañana siguiente del 19 de Agosto, José y María reanudaron
su viaje. Tomaron su almuerzo al pié del Monte Sartaba que domina el valle
jordano, y prosiguieron su viaje, llegando por la noche a Jericó, donde se
alojaron en una posada del camino en las afueras de la ciudad.
Muy temprano de la mañanda del 20 de Agosto reanudaron su viaje, llegando
a Jeresalem antes del mediodía; allí visitaron el templo y luego siguieron
su camino hacia su destino llegando a Belén a media tarde.
La posada estaba repleta, y José buscó alojarse con parientes lejanos, pero
todos los cuartos en Belén estaban totalmente ocupados a capacidad.
Al volver al patio de la posada, le informaron que los establos para las
caravanas, labrados en los lados de la roca y situados justo por debajo de
la Hostería, habían sido vaciados y limpiados para alojar viajeros. Habiendo
dejado el burro en el patio, José cargó con las bolsas de indumentos y provisiones
y descendió con María los escalones de piedra hasta su alojamiento. Se encontraron
en lo que había sido un cuarto para almacenar granos frente a los establos
y los pesebres de los animales.
Habían colgado cortinas de lona, y ellos se consideraron afortunados de haber
conseguido un alojamiento tan cómodo.
José había pensado salir inmediatamente para registrarse, pero María estaba
cansada; se sentía mal y le rogó que permaneciera a su lado, a lo cual él
accedió.
EL NACIMIENTO
Durante toda esa noche María estaba inquieta, de manera que ninguno de los
dos durmió mucho. Al alba los dolores de parto ya se habían evidenciado, y
al mediodía del 21 de Agosto del año 7 a. de J.C. , con la ayuda tierna de
otras viajeras, María dio a luz un niño varón. Jesús de Nazaret había nacido
en el mundo, se le envolvió en ropas que María había traído por precaución,
y se le puso en el pesebre cercano.
Así nació el niño prometido, es decir, de la misma manera que todos los niños
que antes y desde entonces han llegado al mundo.
Y al octavo día de su nacimiento y de acuerdo con la práctica judía, fue
circuncidado y se le llamó formalmente Josué (Jesús).
Ese mediodía en que naciera Jesús, los serafines de Urantia, reunidos bajo
sus directores, verdaderamente cantaron himnos de gloria sobre el pesebre
de Belén, pero estos cantos de gloria no fueron detectados por oidos humanos.
No hubo pastores ni otras criaturas mortales que vinieran a rendir homenaje
al niño de Belén hasta el día de la llegada de ciertos sacerdotes de Ur, que
habían sido enviados desde Jerusalen por Zacarías. Los tres sacerdotes partieron
pues en búsqueda de esta "luz de la vida". El niño tenía casi tres semana
al tiempo de esta visita.
Ninguna estrella guió a estos hombres sabios a Belén. Le hermosa leyenda
de la Estrella de Belén se originó de esta manera: Jesús nacio al mediodía
del 21 de Agosto del año 7 a. de J.C.
El 29 de Mayo del año 7 a. de J.C. hubo una extraordinaria conjunción de
Jupiter y Saturno en la constelación de Piscis.
Y es un hecho astronómico notable el que conjunciones similares ocurrieran
el 29 de Septiembre y el 5 de Diciembre del mismo año. Sobre la base de estos
acontecimientos extraordinarios pero totalmente naturales, los creyentes bién
intencionados de las generaciones sucesivas construyeron la atractiva leyenda
de la Estrella de Belén y de los Reyes Magos adoradores conducidos por la
Estrella al pesebre para contemplar y adorar al recién nacido.
La mente oriental y del cercano Oriente se deleita en las fábulas e inventa
constantemente bellos mitos sobre la vida de sus dirigentes religiosos y de
sus héroes políticos.
En la ausencia de la imprenta, cuando la mayor parte del conocimiento humano
se transmitía oralmente de una generación a la otra, era muy fácil que los
mitos se tornaran tradiciones y que las tradiciones finalmente se aceptaran
como hechos. (pags. 1344-1346-1347-1350-1351y1352)
ALGUNAS DE LAS MUCHAS ENSEÑANZAS DE JESUS
LA ENSEÑANZA EN EL TEMPLO:
Durante todo este mes (Abril), Jesús o uno de los apóstoles enseñaban diariamente
en el Templo. Lo esencial de su mensaje era:
1.- El reino del cielo se acerca
2.- Mediante la fé en la paternidad de Dios, podéis entrar en el reino
del cielo y así ser hijos de Dios.
3.- El amor es la regla de vivir dentro del reino-devoción suprema a Dios
al amar al prójimo como a vosotros mismos.
4.- La obediencia a la voluntad del Padre, que produce los frutos del espíritu
en la vida personal, es la ley del reino.
"El Espíritu Supremo será testigo con vuestro espíritu de que sois realmente
hijos de Dios. Y si sois hijos de Dios, habéis nacido del espíritu de Dios;
y el que haya nacido del espíritu, tiene dentro de sí, el poder se sobreponerse
a toda duda, y esta es la victoria que se sobrepone a toda incertidumbre,
aún vuestra fé".
"El Espíritu del Padre en el cielo ya reside en ti. Si te dejas conducir
por este espíritu que viene de lo alto, muy pronto comenzarás a ver con los
ojos del espíritu. Cuando esto ocurra y tu elijas de todo corazón seguir la
dirección del espíritu, nacerás del espíritu, puesto que tu único propósito
de vivir será hacer la voluntad de tu Padre que está en el cielo. Al encontrarte
nacido del espíritu y felíz en el reino de Jesús comenzarás a rendir en tu
vida diaria los frutos abundantes del espíritu". (pags. 1596, 1601 y 1602)
EL BIEN, EL MAL, EL PECADO Y LA INIQUIDAD
REMISION DEL PECADO
Hermano mío, el bién y el mal no son solo sino palabras que simbolizan niveles
relativos de la comprensión humana del universo observable.
Si eres éticamente holgazán y socialmente indiferente, puedes tomar como
tu norma del bién las costumbres sociales corrientes.
Si eres espiritualmente indolente y sin anhelos de progreso moral, puedes
tomar como norma del bién las prácticas y tradiciones religiosas de tus contemporáneos.
Pero el alma que sobrevive más allá del tiempo y que emerge en la eternidad,
debe hacer una elección viviente y personal entre el bién y el mal tal como
están definidos por los verdaderos valores de las normas espirituales establecidas
por el espíritu divino que el Padre celestial ha enviado a residir dentro
del corazón del hombre.
Este espíritu residente es la norma de la supervivencia de la personalidad.
Los individuos espiritualmente ciegos que siguen lógicamente los dictados
de la ciencia, las costumbres sociales y el dogma religioso están en grave
peligro de sacrificar su libertad moral y de perder su libertad espiritual.
Tal alma está destinada a convertirse en un papagayo intelectual, un autómata
social y un esclavo de la autoridad religiosa.
La bondad siempre avanza hacia nuevos niveles de creciente libertad de autorrealización
moral y de alcance de la personalidad espiritual-el descubrimiento del ajustador
residente y la identificacion con él.
La bondad es viviente, relativa, siempre progresiva, invariablemente una
experiencia personal y sempiternamente correlacionada con el discernimiento
de la verdad y de la perfección.
La presencia del bién y del mal en el mundo es, en sí misma, una prueba positiva
de la existencia y de la realidad de la voluntad moral del hombre, la personalidad,
que así identifica estos valores y es capaz de elegir entre estos.
La posibilidad del mal es necesaria para la eleccion moral, pero la actualidad
del mal no es necesaria.
El mal se vuelve una realidad de la experiencia personal solo cuando una
mente moral hace del mal su elección.
¿Es que el renacimiento es necesario para liberarse del control del diablo?
Maestro, ¿ qué es el mal? Al oir Jesús estas preguntas le dijo a Tomás: "No
cometas el error de confundir el mal con el diablo, más correctamente llamado
el inicuo. El que vosotros llamáis el diablo es hijo del amor propio, aquel
alto administrador que se rebeló a sabiendas y deliberadamente contra el gobierno
de mi Padre y de sus Hijos leales. Pero ya yo subyugué a estos rebeldes pecaminosos.
Aclara en tu mente estas actitudes diferentes hacia el Padre y su universo.
No olvides nunca estas leyes relacionada con la voluntad del Padre:
"El mal es la transgresion inconsciente o sin intención de la ley divina,
la voluntad del Padre. El mal es, del mismo modo, la medida de la imperfección
de la obediencia a la voluntad del Padre."
"El pecado es la transgresión conciente, conocedora y deliberada de la ley
divina, la voluntad del Padre. El pecado es la medida de la renuencia a la
guia divina y a la direccion espiritual".
"La iniquidad es la transgresión voluntaria, decidida y persistente de la
ley divina, la voluntad del Padre. La iniquidad es la medida del rechazo constante
del plan amante del Padre para la supervivencia de la personalidad y del ministerio
misericordioso de los hijos para la salvación".
"Por naturaleza, antes del renacimiento del espíritu, el hombre mortal está
sujeto a inherentes tendencias perversas pero estas imperfecciones naturales
de conducta, no constituyen ni pecado ni iniquidad. El hombre mortal recién
empieza su larga ascensión hacia la perfección del Padre en el Paraíso. El
que uno es imperfecto o parcial en lo que la naturaleza le otorgó, no es pecaminoso."
"El hombre está en verdad sujeto al mal, pero no es en ningún sentido hijo
del diablo, a menos que escoja a sabiendas y deliberadamente los caminos del
pecado y una vida de iniquidad. El mal es inherente al orden natural de este
mundo, pero el pecado es una actitud de rebelión consciente que fue traída
a este mundo por los que cayeron de la luz espiritual a las profundísimas
tinieblas".
Es verdad que los hombres son malos por naturaleza, pero no son necesariamente
pecadores.
El nuevo nacimiento - el bautismo del espíritu - es esencial para liberarse
del mal y necesario para entrar al reino del cielo, pero no menoscaba el hecho
de que el hombre es hijo de Dios.
"Digáis lo que digáis sobre el Hijo del Hombre, se os perdonará; pero el
que presuma blasfemar contra Dios, difícilmente encontrará perdón. Cuando
los hombre llegan hasta el extremo de asignar las obras de Dios a las fuerzas
del mal, estos rebeldes deliberados difícilmente buscarán el perdón de sus
pecados".
"No debeís atacar las viejas costumbres; más bién habeis de mezclar habilmente
la levadura de la nueva verdad en la masa de las antiguas creencias. Dejad
que el Espíritu de la Verdad realice su obra. Dejad que la controversia se
produzca solo cuando los que desprecian la verdad os fuercen a ello. Pero
cuando os ataca el descreído obstinado, no titubéis en defender vigorosamente
la verdad que os ha salvado y santificado".
"A lo largo de las vicisitudes de la vida, recordad siempre que debéis amaros
unos a los otros. No luchéis con los hombres, ni siquiera con los incrédulos.
Manifestad misericordia aún a los que con desprecio os insultan. Mostrad que
sois ciudadanos leales, artesanos nobles, vecinos dignos de encomio, parientes
devotos, padres comprensivos y creyentes sinceros en la hermandad del reino
del Padre. Y mi Espíritu estará sobre vosotros, ahora y aún hasta el fín del
mundo".
REMISION DEL PECADO
El hombre de la antigüedad tan solo llegaba a tener consciencia del favor
de Dios a través del sacrificio. El hombre moderno debe desarrollar nuevas
técnicas para alcanzar la autoconciencia de la salvación. La conciencia del
pecado persiste en la mente mortal, pero los esquemas de pensamiento relativos
a la salvación del pecado se han dejado atrás y se han vuelto anticuados.
Aunque persiste la realidad de la necesidad espiritual, el progreso intelectual
ha destruído las maneras antiguas de asegurar la paz y el consuelo de la mente
y el alma.
El sentido o sentimiento de culpa es la conciencia de la violación de las
costumbres normativas; no es necesariamente pecado. No hay pecado auténtico
a menos que haya deslealtad consciente a la Deidad.
La confesión del pecado es el repudio viril de la deslealtad, pero no mitiga
de ninguna manera las consecuencias espacio-temporales de dicha deslealtad.
Pero la confesión- el reconocimiento sincero de la naturaleza del pecado-
es esencial para el crecimiento religioso y el progreso espiritual.
Cuando la Deidad perdona los pecados se produce la renovación de las relaciones
leales después de tener el hombre consciencia durante cierto tiempo de la
interrupción de dichas relaciones como consecuencia de una rebelión cosciente.
No es necesario buscar el perdón sino tan solo recibirlo en forma de consciencia
del restablecimiento de las relaciones leales entre las criaturas y su Creador.
Y todos los hijos leales de Dios son felices, aman el servicio y progresan
constantemente en la ascención al Paraíso. (pags. 1457,1659, 1660, 1820 ,1932
y 984)
Parte III