IV.
LA REALIDAD DEL UNIVERSO
Como
vemos el universo hoy en día, observamos diferentes clases de realidad, no todas
son lo mismo. La realidad comenzó porque el Padre Universal decidió comenzarla.
Desde nuestro punto de vista hay tres clases principales de realidad.
1.
REALIDAD NO DEIFICADA
En
general, esta es la parte material de la creación. Es la parte de la creación
que no es personal. Esta clase de realidad también sugiere algo que incluso no
puede hacerse personal. En un último análisis, esta clase de realidad nos lleva
a la presencia del Absoluto no Cualificado -- la parte del infinito de la cual
el YO SOY se movió.
2.
REALIDAD DEIFICADA
En
realidad este es el lado personal de la creación. Tiene que ver con la personalidad
de abajo hacia arriba, desde el finito más bajo hasta el infinito más alto. Si
algo es aún personalizable, entonces puede caer en esta categoría
general,
pero la realidad deificada también va más allá de la personalidad. (Recuerde que
los absonitos son superpersonales). Esta realidad deificada finalmente nos lleva
a la presencia de la Deidad Absoluta -- la parte del infinito hacia la cual
se movió el YO SOY.
3.
REALIDAD INTERASOCIADA
Se
supone que la realidad puede ser deificada o no deificada. Pero para seres por
debajo del nivel de la Deidad existe una zona limítrofe. La realidad deificada
y la no deificada parece ser que se mezclan y se unen. Esta realidad interasociada
parece ser el terreno del Absoluto Universal -- el tercer Absoluto que apareció
para equilibrar la tensión entre los otros dos.
Este
es el concepto primario de la realidad original. El Padre comenzó todo
y lo mantiene de acuerdo con su intereses. La brecha original básica de la realidad
está entre las realidades deificadas y no deificadas -- entre la Deidad Absoluta
y el Absoluto no Cualificado. La relación original es la tensión entre estos
dos Absolutos. Esta tensión que el Padre causó, esta totalmente aliviada por el
Absoluto Universal (el tercer Absoluto). Así es como el Absoluto Universal llegó
a ser, para compensar esta tensión.
Desde
el punto de vista de tiempo y espacio la realidad se puede subdividir a la vez
en:
1.
ACTUAL Y POTENCIAL
Algunas
cosas están aquí, otras están por llegar. Por ejemplo: el Hijo Eterno es un ser
completo y final como ser espiritual; pero el hombre mortal difícilmente es un
ser espiritual en la actualidad, el hombre es un ser espiritual en potencia.
2.
ABSOLUTO Y SUBABSOLUTO
Cualquier
cosa que sea absoluta, lo es desde la eternidad, siempre lo ha sido; no tiene
nada que ver con el tiempo. Las realidades sub-absolutas son de dos clases: absonitas
y finitas. Primero encontramos realidades absonitas. Las realidades absonitas
tienen relación tanto con el tiempo como con la eternidad, ellas ocupan una zona
intermedia. Segundo existen realidades finitas. Las realidades finitas existen
en el espacio y tienen un comienzo en el tiempo.
3.
EXISTENCIAL Y EXPERIENCIAL
Eso
que se conoce antes de la experiencia es existencial, lo que crece por virtud
de la experiencia es experiencial. Las Deidades del Paraíso son de naturaleza
existencial. El Supremo y el Último son de naturaleza experiencial.
4.
PERSONAL E IMPERSONAL
La
expansión de la Deidad, la expresión de la personalidad y la evolución de los
universos -- todo esto, está fluyendo por siempre a través de canales que el Padre
ha suministrado.
Hay
dos canales principales: el personal y el impersonal. El Padre hizo estos canales
cuando creó el Paraíso al mismo tiempo que al Hijo Eterno. El Paraíso es el patrón
impersonal que inicia el flujo que corre en el canal impersonal. El Hijo es el
patrón de la personalidad. Inicia el flujo del canal personal.
PARAÍSO
Esta
palabra puede ser utilizada tanto como un adjetivo o como un sustantivo. En este
párrafo la discutiremos como adjetivo. Nos podemos referir a las fuerzas y energías
del Paraíso, hablar del centro de gravedad del Paraíso o hablar de las Deidades
del Paraíso. También podemos hablar de la Divinidad del Paraíso, de la personalidad
del Paraíso o de la energía -- espiritual, mental o material del Paraíso. Todo
comenzó en el Paraíso, pero en el Paraíso (la Isla Central) no lo empezó todo.
LA
ISLA DEL PARAÍSO
Ahora
queremos definir el Paraíso como sustantivo. Esta Isla Central es la máquina que
el Padre fabricó personalmente. Construyó esta máquina por la misma razón que
cualquier personalidad fabrica una máquina. La construyó para que hiciera el trabajo
mecánico de controlar los universos materiales. Siendo que el Padre es absoluto,
también, su máquina es absoluta. Es el centro de gravedad que controla los universos.
El Paraíso no se mueve. Es el único elemento estacionario en el universo de universos.
La Isla del Paraíso tiene una localización en el universo. Se puede llegar físicamente
a ella si se viaja en la dirección correcta y se dispone del medio de transporte.
Pero la Isla del Paraíso no está en el espacio. El espacio termina antes de llegar
a la Isla del Paraíso. El Paraíso está rodeado de algo, pero ese algo no es espacio.
Toda la materia y energía de los universos materiales provienen del Paraíso. Esto
también es cierto para todos los universos pasados y futuros. La Isla de Luz nuclear
nació por los actos de la Deidad, pero el Paraíso no es una Deidad. Tampoco lo
son las creaciones materiales, ellas son consecuencia de la acción de la Deidad.
El
Paraíso no es un creador, no crea nada. Pero, no hay nada como él, cuando se trata
de ejercer control sobre muchas cosas que existen en el universo. Hasta cierto
punto reacciona a lo que sucede en los universos. Pero no reacciona tanto como
controla. Donde quiera que vayamos, el Paraíso influencia los hechos de todo aquello
que tiene que ver con fuerza, energía y poder. No existe nada como el Paraíso
en todos los universos. El Paraíso no representa nada y nada lo representa. No
tenemos nada con que compararlo. Es solamente el Paraíso.