El libro de Urantia
Edición1999
PRÓLOGO
15:7 0:12.1 La Trinidad original y eterna del Paraíso es existencial y era inevitable. Cuando la voluntad sin trabas del Padre diferenció lo personal de lo no personal, esta Trinidad sin principio era inherente a ese hecho, y se hizo real cuando la voluntad personal del Padre coordinó estas realidades dobles por medio de la mente. Las Trinidades posteriores a Havona son experienciales —son inherentes a la creación de los dos niveles subabsolutos y evolutivos en los que se manifiestan la personalidad y el poder en el universo maestro.
15:8 0:12.2 La Trinidad del Paraíso —la unión de la Deidad eterna del Padre Universal, el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito— es existencial en actualidad, pero todos sus potenciales son experienciales. Por eso esta Trinidad constituye la única realidad de la Deidad que abarca la infinidad, y por eso se producen los fenómenos universales de la actualización de Dios Supremo, Dios Último y Dios Absoluto.
15:9 0:12.3 La primera y segunda Trinidad experienciales, las Trinidades posteriores a Havona, no pueden ser infinitas porque contienen Deidades derivadas, unas Deidades que han evolucionado mediante la actualización experiencial de unas realidades creadas o existenciadas por la Trinidad existencial del Paraíso. La infinidad de la divinidad se está enriqueciendo constantemente, si no ampliando, gracias a la finitud y a la absonidad de la experiencia de las criaturas y de los Creadores.
16:1 0:12.4 Las Trinidades son las verdades de las relaciones y los hechos de la manifestación coordinada de la Deidad. Las funciones de la Trinidad abarcan las realidades de la Deidad, y las realidades de la Deidad siempre tratan de realizarse y de manifestarse en la personalización. Por consiguiente, Dios Supremo, Dios Último e incluso Dios Absoluto son inevitabilidades divinas. Estas tres Deidades experienciales eran potenciales en la Trinidad existencial, la Trinidad del Paraíso, pero su aparición en el universo como personalidades de poder depende, por una parte, de su propia labor experiencial en los universos de poder y de personalidad, y por otra, de los logros experienciales de los Creadores y Trinidades posteriores a Havona.16:2 0:12.5 Las dos Trinidades experienciales post-havonianas, la Trinidad Última y la Trinidad Absoluta, no están ahora manifestadas por completo; se encuentran en proceso de realización en el universo. Estas asociaciones de la Deidad se pueden describir como sigue:
16:3 0:12.6 1. La Trinidad Última, ahora en evolución, constará finalmente del Ser Supremo, las Personalidades Creadoras Supremas y los Arquitectos absonitos del Universo Maestro, esos incomparables planificadores de universos que no son ni creadores ni criaturas. Dios Último adquirirá final e inevitablemente poder y personalidad como consecuencia, en la Deidad, de la unificación de esta Trinidad Última experiencial en el escenario en expansión del universo maestro casi ilimitado.
16:4 0:12.7 2. La Trinidad Absoluta —la segunda Trinidad experiencial— ahora en proceso de actualización, constará de Dios Supremo, Dios Último y el Consumador no revelado del Destino del Universo. Esta Trinidad ejerce sus funciones tanto en los niveles personales como en los superpersonales, llegando hasta las fronteras de lo no personal, y su unificación en universalidad haría experiencial a la Deidad Absoluta.16:5 0:12.8 La Trinidad Última se está unificando experiencialmente hasta su finalización, pero dudamos sinceramente que una unificación tan completa sea posible en el caso de la Trinidad Absoluta. Sin embargo, nuestro concepto de la Trinidad eterna del Paraíso es un recordatorio permanente de que la trinitización de la Deidad puede lograr lo que de otra manera es inalcanzable; de ahí que consideremos como un postulado la aparición algún día del Supremo-Último, y la posible trinitización-objetivación de Dios Absoluto.
16:6 0:12.9 Los filósofos del universo consideran como postulado una Trinidad de Trinidades, una Trinidad Infinita existencial-experiencial, pero no son capaces de imaginar su personalización, que tal vez equivaldría a la persona del Padre Universal en el nivel conceptual del YO SOY. Pero independientemente de todo esto, la Trinidad original del Paraíso es potencialmente infinita, puesto que el Padre Universal es realmente infinito.
16:7 0:12.10 Los capítulos siguientes describen el carácter del Padre Universal y la naturaleza de sus asociados del Paraíso, junto con un intento por describir el perfecto universo central y los siete superuniversos que lo rodean. Para formularlos tenemos que guiarnos por las órdenes de los gobernantes del superuniverso que nos aconsejan que, en todos nuestros esfuerzos por revelar la verdad y coordinar el conocimiento fundamental, tenemos que dar preferencia a los conceptos humanos más elevados que existen relacionados con los temas que se van a presentar. Sólo podemos recurrir a la revelación pura cuando el concepto a presentar no haya sido expresado anteriormente de manera adecuada por la mente humana.
17:1 0:12.11 Las revelaciones planetarias sucesivas de la verdad divina contienen invariablemente los conceptos más elevados que existen sobre los valores espirituales, como una parte de la coordinación nueva y mejor del conocimiento planetario. En consecuencia, para poder presentar a Dios y a sus asociados del universo, hemos seleccionado como base de estos capítulos más de mil conceptos humanos que representan el conocimiento planetario más elevado y avanzado sobre los valores espirituales y los significados universales. Cuando estos conceptos humanos, recopilados entre los mortales del pasado y del presente que conocen a Dios, sean inadecuados para describir la verdad tal como se nos ha ordenado que la revelemos, los completaremos sin vacilar recurriendo para ello a nuestro propio conocimiento superior sobre la realidad y la divinidad de las Deidades del Paraíso y del universo trascendente donde residen.
17:2 0:12.12 Conocemos plenamente las dificultades de nuestra misión; reconocemos la imposibilidad de traducir completamente el lenguaje de los conceptos de la divinidad y de la eternidad a los símbolos linguísticos de los conceptos finitos de la mente mortal. Pero sabemos que un fragmento de Dios vive en la mente humana y que el Espíritu de la Verdad reside con el alma humana; y sabemos también que estas fuerzas espirituales conspiran para permitir que el hombre material capte la realidad de los valores espirituales y comprenda la filosofía de los significados universales. Pero sabemos incluso con mayor seguridad que estos espíritus de la Presencia Divina son capaces de ayudar al hombre para que se apropie espiritualmente de toda verdad que contribuya a realzar la realidad siempre en progreso de la experiencia religiosa personal —la conciencia de Dios.
17:3 0:12.13 [Redactado por un Consejero Divino de Orvonton, Jefe del Cuerpo de las Personalidades Superuniversales designadas para describir, en Urantia, la verdad sobre las Deidades del Paraíso y el universo de universos.]