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El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 56

UNIDAD UNIVERSAL

 

10. LA VERDAD, LA BELLEZA Y LA BONDAD

646:2  56:10.1 A medida que los mundos establecidos en la luz y la vida progresan desde la etapa inicial hasta la séptima época, sus habitantes tratan sucesivamente de comprender la realidad de Dios Séptuplo, pasando de la adoración del Hijo Creador a la veneración de su Padre del Paraíso. A lo largo de la séptima etapa de la historia de estos mundos, los mortales en constante progreso crecen en el conocimiento de Dios Supremo, mientras disciernen vagamente la realidad del ministerio dominante de Dios Último.
646:3  56:10.2 Durante toda esta época gloriosa, la ocupación principal de estos mortales que progresan es la búsqueda de una mejor comprensión y de una apreciación más completa de los elementos comprensibles de la Deidad —la verdad, la belleza y la bondad. Esto representa el esfuerzo de los hombres por discernir a Dios en la mente, la materia y el espíritu. Y a medida que los mortales prosiguen esta búsqueda, se encuentran cada vez más sumergidos en el estudio experiencial de la filosofía, la cosmología y la divinidad.

646:4  56:10.3 Entendéis algo la filosofía y comprendéis a la divinidad en la adoración, el servicio social y la experiencia espiritual personal, pero con demasiada frecuencia limitáis la búsqueda de la belleza —la cosmología— al estudio de las imperfectas tentativas artísticas humanas. La belleza, el arte, es en gran medida una cuestión de unificación de contrastes. La variedad es esencial para el concepto de la belleza. La belleza suprema, la cumbre del arte finito, es la epopeya de la unificación de la inmensidad de los extremos cósmicos, el Creador y la criatura. El hombre encuentra a Dios y Dios encuentra al hombre —la criatura se vuelve perfecta como su Creador—, esta es la hazaña celeste de la belleza suprema, esto es alcanzar la cima del arte cósmico.
646:5  56:10.4 Por ello el materialismo, el ateísmo, es lo sumo de la fealdad, la cúspide de la antítesis finita de lo bello. La belleza más elevada consiste en el panorama de la unificación de las variaciones que han nacido de una realidad armoniosa preexistente.
646:6  56:10.5 La adquisición de unos niveles cosmológicos de pensamiento incluye:

646:7  56:10.6 1. La curiosidad. El hambre de armonía y la sed de belleza. Los intentos persistentes por descubrir nuevos niveles de relaciones cósmicas armoniosas.
646:8  56:10.7 2. La apreciación estética. El amor de lo bello y la apreciación creciente del toque artístico que existe en todas las manifestaciones creativas de todos los niveles de la realidad.
646:9  56:10.8 3. La sensibilidad ética. A través de la comprensión de la verdad, la apreciación de la belleza conduce al sentido de la idoneidad eterna de las cosas que rozan el reconocimiento de la bondad divina en las relaciones de la Deidad con todos los seres; de este modo, incluso la cosmología conduce a la búsqueda de los valores divinos de la realidad —a la conciencia de Dios.

646:10  56:10.9 Los mundos establecidos en la luz y la vida están tan interesados en la comprensión de la verdad, la belleza y la bondad, porque estos valores cualitativos engloban la revelación de la Deidad para los dominios del tiempo y del espacio. Los significados de la verdad eterna ejercen una atracción combinada en la naturaleza intelectual y espiritual del hombre mortal. La belleza universal abarca las relaciones y los ritmos armónicos de la creación cósmica; es más concretamente la atracción intelectual, y conduce a la comprensión unificada y sincrónica del universo material. La bondad divina representa la revelación de los valores infinitos a la mente finita, para que sean percibidos y elevados al umbral mismo del nivel espiritual de la comprensión humana.
647:1  56:10.10 La verdad es la base de la ciencia y la filosofía, y representa el fundamento intelectual de la religión. La belleza patrocina el arte, la música y los ritmos significativos de toda experiencia humana. La bondad engloba el sentido de la ética, la moralidad y la religión —el hambre de perfección experiencial.
647:2  56:10.11 La existencia de la belleza implica la presencia de una mente creada que la aprecie, tan ciertamente como el hecho de la evolución progresiva indica la dominación de la Mente Suprema. La belleza es el reconocimiento intelectual de la armoniosa síntesis espacio-temporal de la enorme diversificación de la realidad fenoménica, cuya totalidad proviene de una unicidad eterna preexistente.
647:3  56:10.12 La bondad es el reconocimiento mental de los valores relativos de los diversos niveles de la perfección divina. El reconocimiento de la bondad implica una mente que posea una condición moral, una mente personal capaz de discernir entre el bien y el mal. Pero la posesión de la bondad, la grandeza, es la medida de la verdadera consecución de la divinidad.

647:4  56:10.13 El reconocimiento de las relaciones verdaderas implica una mente competente para discriminar entre la verdad y el error. El Espíritu de la Verdad otorgado que cubre las mentes humanas de Urantia reacciona infaliblemente a la verdad —la relación espiritual viviente de todas las cosas y de todos los seres, tal como están coordinados en la ascensión eterna hacia Dios.
647:5  56:10.14 Cada impulso de cualquier electrón, pensamiento o espíritu es una unidad activa en todo el universo. Sólo el pecado está aislado y el mal ofrece resistencia a la gravedad en los niveles mentales y espirituales. El universo es un todo; ninguna cosa y ningún ser existe o vive de manera aislada. La auto-realización es potencialmente dañina si es antisocial. Es literalmente cierto que: "Ningún hombre vive para sí mismo." La socialización cósmica constituye la forma más elevada de unificación de la personalidad. Jesús dijo: "Aquél de vosotros que quiera ser el más grande, que sea el servidor de todos."
647:6  56:10.15 Incluso la verdad, la belleza y la bondad —la aproximación intelectual del hombre al universo mental, material y espíritual— deben estar combinadas en un concepto unificado de un ideal supremo y divino. Así como la personalidad mortal unifica la experiencia humana con la materia, la mente y el espíritu, este ideal supremo y divino se unifica en poder en la Supremacía y luego se personaliza como un Dios de amor paternal.
647:7  56:10.16 Cualquier conocimiento de las relaciones entre un todo y sus partes componentes, requiere comprender las relaciones que existen entre todas las partes y ese todo; en el universo esto significa la relación de las partes creadas con el Todo Creador. La Deidad se vuelve así la meta trascendental e incluso infinita de la consecución universal y eterna.

647:8  56:10.17 La belleza universal es el reconocimiento del reflejo de la Isla del Paraíso en la creación material, mientras que la verdad eterna es el ministerio especial de los Hijos Paradisíacos, que no solamente se donan a sí mismos a las razas mortales, sino que además derraman su Espíritu de la Verdad sobre todos los pueblos. La bondad divina está mucho mejor ilustrada en el ministerio amoroso de las múltiples personalidades del Espíritu Infinito. Pero el amor, la suma total de estas tres cualidades, es la percepción que el hombre tiene de Dios como su Padre espiritual.
648:1  56:10.18 La materia física es la sombra espacio-temporal de la brillante energía paradisíaca de las Deidades absolutas. Los significados de la verdad son las repercusiones en el intelecto mortal de la palabra eterna de la Deidad —la comprensión espacio-temporal de los conceptos supremos. Los valores de bondad de la divinidad son los ministerios misericordiosos de las personalidades espirituales del Universal, del Eterno y del Infinito para las criaturas espacio-temporales finitas de las esferas evolutivas.
648:2  56:10.19 Estos valores significativos reales de la divinidad están fundidos, como amor divino, en las relaciones del Padre con cada criatura personal. Están coordinados como misericordia divina en el Hijo y en sus Hijos. Manifiestan sus cualidades a través del Espíritu y de sus hijos espirituales como ministerio divino, imagen de la misericordia amante hacia los hijos del tiempo. Estas tres divinidades están manifestadas principalmente en el Ser Supremo como síntesis de la personalidad y del poder. Y son mostradas de diversas maneras por Dios Séptuplo en siete asociaciones diferentes de significados y valores divinos, en siete niveles ascendentes.

648:3  56:10.20 Para el hombre finito, la verdad, la belleza y la bondad contienen la revelación completa de la realidad de la divinidad. A medida que este amor-comprensión de la Deidad encuentra su expresión espiritual en la vida de los mortales que conocen a Dios, se producen los frutos de la divinidad: paz intelectual, progreso social, satisfacción moral, felicidad espiritual y sabiduría cósmica. Los mortales avanzados de un mundo que se encuentra en la séptima etapa de la luz y la vida, han aprendido que el amor es lo más grande del universo —y saben que Dios es amor.

648:4  56:10.21 El amor es el deseo de hacer el bien a los demás.

648:5  56:10.22 [Presentado por un Poderoso Mensajero de visita en Urantia, a petición del Cuerpo Revelador de Nebadon, y en colaboración con cierto Melquisedek, Príncipe Planetario vicegerente de Urantia.]

648:6  56:10.23 Este capítulo sobre la Unidad Universal es el vigésimo quinto de una serie de presentaciones realizadas por varios autores, que han sido patrocinados, como grupo, por una comisión de doce personalidades de Nebadon, bajo la dirección de Mantutia Melquisedek. Estas narraciones las compusimos y transcribimos a la lengua inglesa en el año 1934 del tiempo de Urantia, por medio de una técnica autorizada por nuestros superiores.  

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