ÍNDICEEl libro de Urantia Edición1999
ESCRITO 59 LA ERA DE LA VIDA MARINA EN URANTIA
3. LA SEGUNDA ETAPA DE GRANDES INUNDACIONES
EL PERÍODO DEL CORAL—LA EDAD DE Los BRAQUIÓPODOS676:5 59:3.1 Hace 300.000.000 de años comenzó otro gran período de sumersión terrestre. La intrusión de los antiguos mares silurianos hacia el sur y norte los disponía para absorber a la mayor parte de Europa y América del Norte. La tierra no estaba elevada a gran distancia sobre el nivel del mar de modo que no quedaron muchos depósitos alrededor de las costas de mar. En los mares hormigueaba mucha vida de concha caliza, y la caída de estas conchas al fondo del mar de manera gradual iba sentando capas muy gruesas de caliza. Éste fue el primer vasto depósito de caliza, y cubrió casi toda Europa y Norteamérica, pero sólo se deja ver en la superficie de la tierra en pocos sitios. El grosor de esta capa de roca antigua tiene un promedio de unos trescientos metros, no obstante gran parte de estos depósitos, desde entonces, se ha deformado en gran medida por las inclinaciones, solevantamientos y fallas, y muchos se han convertido en cuarzo, esquisto y mármol.
676:6 59:3.2 No se encuentra roca ígnea o lava en las capas de roca de este período salvo las de los grandes volcanes de Europa meridional y de Maine oriental y los flujos de lava de Quebec. La acción volcánica casi había pasado. Éste fue el apogeo del gran depósito en agua; poco o nada se produjo en gran parte en cuanto a formación de montañas.676:7 59:3.3 Hace 290.000.000 de años el mar se había retirado de los continentes en gran medida, y los fondos de los océanos circundantes se hundían. Las masas terrestres estaban muy poco cambiadas hasta que se volvieron a sumergir. Estaban empezando los primeros movimientos de las montañas en todos los continentes, y los más importantes de estos solevantamientos de la corteza fueron los Himalayas de Asia y los grandes Montes de la Caledonia, que se extienden desde Irlanda por Escocia hasta Spitzbergen.
677:1 59:3.4 Gran parte del gas, petróleo, zinc y plomo se encuentran en los depósitos de esta edad, el gas y petróleo derivándose del enorme cúmulo de materia vegetal que quedó sumida durante la sumersión terrestre anterior, en tanto que los depósitos minerales representan la sedimentación de extensiones de aguas despaciosas. Gran parte de los depósitos de sal gema corresponden a este período.
677:2 59:3.5 Los trilobites disminuyeron a un ritmo acelerado, y los moluscos mayores, o cefalópodos pasaron a un primer plano. Estos animales crecían a un tamaño de cinco metros de largo y treinta centímetros de diámetro y se hicieron los dueños de los mares. Esta especie apareció repentinamente y asumió el dominio de la vida marina.
677:3 59:3.6 La gran actividad volcánica de esta edad fue en el sector europeo. Desde hacía millones y millones de años no habían acontecido erupciones volcánicas tan violentas y extensas como las que en ese entonces se produjeron alrededor de la depresión del Mediterráneo y sobre todo en las inmediaciones de las Islas Británicas. Este flujo de lava sobre la región de las Islas Británicas aparece hoy a manera de capas alternas de lava y roca de un grosor de unos 8.000 metros. Los flujos de lava intermitentes que se desparramaban sobre un lecho de mar de poca profundidad sentaban estas rocas, de este modo se intercalaban los depósitos de roca, y todo esto quedó elevado posteriormente a gran altura sobre el nivel del mar. Hubo violentos terremotos en Europa septentrional, notablemente en Escocia.
677:4 59:3.7 El clima oceánico seguía siendo templado y uniforme, y los mares tibios bañaban las costas de las tierras polares. Es posible encontrar braquiópodos y otros fósiles de vida marina en estos depósitos hasta el mismo polo norte. Los gastrópodos, braquiópodos, esponjas y los corales que forman arrecifes continuaban aumentando.
677:5 59:3.8 Al término de esta época se presencia el segundo avance de los mares silurianos con otra mezcla de las aguas de los océanos australes y septentrionales. Los cefalópodos dominan la vida marina, a medida que formas de vida se van desarrollando y diferenciándose de manera progresiva.677:6 59:3.9 Hace 280.000.000 de años los continentes habían emergido en gran parte de la segunda inundación siluriana. Los depósitos de roca de esta sumersión se conocen en Norteamérica con el nombre de piedra caliza del Niágara, debido a que éste es el estrato de roca sobre el cual corren las cataratas de Niágara. Esta capa de roca se extiende desde las montañas orientales hasta la región del valle del Misisipí pero no al oeste de ésta, sino hacia el sur. Varias capas se extienden sobre el Canadá, porciones de América del Sur, Australia y la mayor parte de Europa, siendo el grosor medio de esta serie de Niágara de casi doscientos metros. Yaciendo sobre el depósito de Niágara, en muchas regiones se puede encontrar un cúmulo de conglomerado, esquisto y sal gema. Esta es la acumulación de asentamientos secundarios. Esta sal se posó en grandes lagunas que alternativamente abrían salida al mar, y la cerraban, de manera que se produjera evaporación con depósito de sal, junto con otras materias en solución. En algunas regiones estos lechos de sal gema son de un espesor de veinte metros.
677:7 59:3.10 El clima es estable y templado, y se sientan los fósiles marinos en las regiones árticas. Pero para fines de esta época los mares son tan excesivamente salados que poca vida sobrevive.
677:8 59:3.11 Hacia el término de la última sumersión siluriana se da un gran incremento de equinodermos —los lirios de mar— tal como se evidencia en los depósitos de piedra caliza con crinoideos. Casi han desaparecido los trilobites, y los moluscos continúan siendo los monarcas de los mares; la formación de arrecifes de coral se incrementa considerablemente. Durante esta edad, evolucionan por primera vez en los sitios más favorables los escorpiones acuáticos primitivos. Poco después, y repentinamente, los verdaderos escorpiones —que de hecho respiraban aire— aparecen por primera vez.
678:1 59:3.12 Estas evoluciones terminan el tercer período de vida marina, que abarca veinticinco millones de años y que vuestros investigadores conocen como el siluriano.