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El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 106

Los NIVELES DE REALIDAD DEL UNIVERSO

 

9. UNIFICACIÓN EXISTENCIAL INFINITA

1173:2  106:9.1 En el concepto de la Trinidad de Trinidades, postulamos la posibilidad de que la realidad ilimitada se unifique experiencialmente, y a veces emitimos la teoría de que todo esto podría suceder en el extremo alejamiento de la lejanísima eternidad. Pero existe no obstante una unificación actual y presente de la infinidad en esta misma era, como en todas las eras pasadas y futuras del universo; esta unificación es existencial en la Trinidad del Paraíso. Como realidad experiencial, la unificación de la infinidad está inimaginablemente lejana, pero el momento presente de la existencia del universo está dominado por una unidad incalificada de la infinidad, que unifica las divergencias de toda la realidad con una majestuosidad existencial absoluta.
1173:3  106:9.2 Cuando las criaturas finitas intentan concebir la unificación infinita en aquellos niveles de la eternidad consumada que representan la finalidad, se enfrentan con las limitaciones intelectuales inherentes a sus existencias finitas. El tiempo, el espacio y la experiencia constituyen barreras para los conceptos de las criaturas; y sin embargo, sin el tiempo, fuera del espacio y a falta de experiencia, ninguna criatura podría obtener una comprensión aunque fuera limitada de la realidad universal. Ninguna criatura evolutiva podría percibir posiblemente las relaciones secuenciales, si fuera insensible al tiempo. Ninguna criatura podría captar las relaciones de simultaneidad si no percibiera el espacio. Ninguna criatura evolutiva podría existir siquiera sin la experiencia. Únicamente los Siete Absolutos de la Infinidad trascienden realmente la experiencia, e incluso ellos mismos pueden ser experienciales en algunas fases.
1173:4  106:9.3 El tiempo, el espacio y la experiencia son los mayores auxiliares del hombre para percibir la realidad de manera relativa, y son al mismo tiempo sus más grandes obstáculos para poder percibirla por completo. Los mortales, y otras muchas criaturas del universo, necesitan pensar en los potenciales como que se actualizan en el espacio y evolucionan hasta su madurez en el tiempo, pero todo este proceso es un fenómeno espacio-temporal que no se produce realmente en el Paraíso ni en la eternidad. En el nivel absoluto no existe el tiempo ni el espacio; allí todos los potenciales se pueden percibir como actuales.
1173:5  106:9.4 El concepto de la unificación de toda la realidad, si ésta se produce en la presente era universal o en cualquier otra, es básicamente doble: existencial y experiencial. Esta unidad está en proceso de realizarse de manera experiencial en la Trinidad de Trinidades, pero el grado de actualización aparente de esta triple Trinidad es directamente proporcional a la desaparición de las atenuaciones e imperfecciones de la realidad en el cosmos. No obstante, la integración total de la realidad está presente de manera incalificada, eterna y existencial, en la Trinidad del Paraíso, en la cual la realidad infinita está absolutamente unificada en este mismo instante universal.

1174:1  106:9.5 Los puntos de vista experiencial y existencial crean una paradoja inevitable, que procede en parte del hecho de que la Trinidad del Paraíso y la Trinidad de Trinidades son, cada una de ellas, una entidad de relaciones en la eternidad, que los mortales sólo pueden percibir como una relatividad espacio-temporal. El concepto humano de la actualización experiencial gradual de la Trinidad de Trinidades —punto de vista temporal— debe ser completado con el postulado adicional de que esto es ya una realidad factual —punto de vista de la eternidad. ¿Cómo se pueden conciliar estos dos puntos de vista? Sugerimos a los mortales finitos que acepten la verdad de que la Trinidad del Paraíso es la unificación existencial de la infinidad, y de que la incapacidad para detectar la presencia efectiva y la manifestación concluída de la Trinidad de Trinidades experiencial, se debe en parte a las deformaciones recíprocas de:

1174:2  106:9.6 1. El limitado punto de vista humano, la inaptitud para captar el concepto de la eternidad incalificada.
1174:3  106:9.7 2. El estado imperfecto humano, el alejamiento del nivel absoluto de los experienciales.
1174:4  106:9.8 3. La finalidad de la existencia humana, el hecho de que la humanidad está diseñada para evolucionar mediante la técnica de la experiencia, y por esta razón, tiene que depender de la experiencia de manera inherente y por constitución. Sólo un Absoluto puede ser a la vez existencial y experiencial.

1174:5  106:9.9 El Padre Universal, en la Trinidad del Paraíso, es el YO SOY de la Trinidad de Trinidades, y las limitaciones finitas son las que impiden experimentar al Padre como infinito. El concepto del YO SOY existencial, solitario, pre-trinitario e inaccesible, y el postulado del YO SOY experiencial, accesible y posterior a la Trinidad de Trinidades, no son más que una sola y misma hipótesis; ningún cambio efectivo se ha producido en el Infinito; todos los desarrollos aparentes se deben a las capacidades crecientes para recibir la realidad y para apreciar el cosmos.
1174:6  106:9.10 A fin de cuentas, el YO SOY debe existir antes que todos los existenciales y después de todos los experienciales. Aunque estas ideas quizás no clarifiquen en la mente humana las paradojas de la eternidad y de la infinidad, al menos deberían estimular a los intelectos finitos a enfrentarse de nuevo con estos problemas sin fin, unos problemas que continuarán intrigándoos en Salvington, y más tarde como finalitarios, y después durante todo el futuro interminable de vuestra carrera eterna en los extensos universos.

1174:7  106:9.11 Tarde o temprano todas las personalidades del universo empiezan a comprender que la búsqueda final de la eternidad es la exploración sin fin de la infinidad, el viaje interminable de descubrimiento dentro de la absolutidad de la Fuente-Centro Primera. Tarde o temprano todos llegamos a saber que todo crecimiento de la criatura es proporcional a su identificación con el Padre. Llegamos a comprender que vivir la voluntad de Dios es el salvoconducto eterno para las posibilidades sin fin de la misma infinidad. Los mortales comprenderán algún día que el éxito en la búsqueda del Infinito es directamente proporcional al grado de parecido que se alcance con el Padre, y que durante esta era del universo, las realidades del Padre están reveladas en las cualidades de la divinidad, y las criaturas del universo se apropian personalmente de estas cualidades de la divinidad en la experiencia de vivir divinamente, y vivir divinamente significa vivir efectivamente la voluntad de Dios.
1175:1  106:9.12 Para las criaturas materiales, evolutivas y finitas, una vida basada en vivir la voluntad del Padre conduce directamente a alcanzar la supremacía espiritual en el ámbito de la personalidad, y estas criaturas avanzan un paso más en la comprensión del Padre-Infinito. Una vida centrada así en el Padre está basada en la verdad, es sensible a la belleza y está dominada por la bondad. La persona que conoce así a Dios está interiormente iluminada por la adoración, y exteriormente consagrada de todo corazón al servicio de la fraternidad universal de todas las personalidades, un ministerio de servicio lleno de misericordia y motivado por el amor. Al mismo tiempo, todas estas cualidades de vida están unificadas en la personalidad que evoluciona en niveles siempre ascendentes de sabiduría cósmica, de realización de sí mismo, de descubrimiento de Dios y de adoración del Padre.

1175:2  106:9.13 [Presentado por un Melquisedek de Nebadon.]  


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