ÍNDICE
previo      continuo
El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 112

LA SUPERVIVENCIA DE LA PERSONALIDAD

 

1. LA PERSONALIDAD Y LA REALIDAD

1226:5  112:1.1 El Padre Universal confiere la personalidad a sus criaturas como un don potencialmente eterno. Este don divino está destinado a funcionar en numerosos niveles y en situaciones universales sucesivas, desde lo finito más humilde hasta lo absonito más elevado, e incluso hasta las fronteras de lo absoluto. Así pues, la personalidad desempeña su actividad en tres planos cósmicos o en tres fases del universo:

1226:6  112:1.2 1. Estado de ubicación. La personalidad funciona con igual eficacia en el universo local, en el superuniverso y en el universo central.
1226:7  112:1.3 2. Estado de significado. La personalidad juega un papel efectivo en los niveles de lo finito, lo absonito e incluso en los límites de lo absoluto.
1226:8  112:1.4 3. Estado de valor. La personalidad se puede realizar experiencialmente en los reinos progresivos de lo material, lo morontial y lo espiritual.

1226:9  112:1.5 La personalidad tiene un campo de acción perfeccionado de dimensiones cósmicas. La personalidad finita tiene tres dimensiones que funcionan más o menos como sigue:

1226:10  112:1.6 1. La longitud representa la dirección y la naturaleza del progreso —el movimiento a través del espacio y conforme al tiempo—, la evolución.
1226:11  112:1.7 2. La profundidad vertical abarca los impulsos y actitudes del organismo, los niveles variables de auto-realización y el fenómeno general de la reacción al medio.
1226:12  112:1.8 3. La anchura abarca el ámbito de la coordinación, la asociación y la organización de la individualidad.

1226:13  112:1.9 El tipo de personalidad conferida a los mortales de Urantia tiene un potencial de siete dimensiones de expresión del yo, o de realización de la persona. Estos fenómenos dimensionales son realizables a razón de tres en el nivel finito, tres en el nivel absonito y uno en el nivel absoluto. En los niveles sub-absolutos, esta séptima dimensión o dimensión de totalidad, puede experimentarse como el hecho de la personalidad. Esta dimensión suprema es un absoluto asociable y, aunque no es infinita, posee un potencial dimensional que permite una penetración subinfinita de lo absoluto.
1226:14  112:1.10 Las dimensiones finitas de la personalidad están en relación con la longitud, la profundidad y la anchura cósmicas. La longitud designa un significado; la profundidad representa un valor; y la anchura engloba la percepción —la capacidad de experimentar una conciencia indiscutible de la realidad cósmica.
1227:1  112:1.11 En el nivel morontial, todas estas dimensiones finitas del nivel material se encuentran muy realzadas, y se pueden realizar ciertos nuevos valores dimensionales. Todas estas experiencias dimensionales ampliadas del nivel morontial están maravillosamente articuladas con la dimensión suprema, o dimensión de la personalidad, gracias a la influencia de la mota y también a causa de la contribución de las matemáticas morontiales.
1227:2  112:1.12 Muchas de las dificultades experimentadas por los mortales en su estudio de la personalidad humana podrían evitarse si la criatura finita recordara que los niveles dimensionales y los niveles espirituales no están coordinados en la realización experiencial de la personalidad.

1227:3  112:1.13 La vida es en realidad un proceso que tiene lugar entre el organismo (la individualidad) y su entorno. La personalidad confiere valor de identidad y significados de continuidad a esta asociación entre un organismo y un medio. Hay que reconocer, pues, que el fenómeno de la reacción a los estímulos no es un simple proceso mecánico, puesto que la personalidad funciona como un factor en la situación total. Es una verdad permanente que los mecanismos son pasivos por naturaleza, y los organismos inherentemente activos.
1227:4  112:1.14 La vida física es un proceso que tiene lugar, no tanto en el interior del organismo, como entre el organismo y el medio. Todo proceso de este tipo tiende a crear y establecer unos arquetipos de reacción del organismo a ese medio. Todos estos arquetipos directores ejercen una gran influencia en la elección de los objetivos.
1227:5  112:1.15 El yo y el entorno establecen un contacto significativo por mediación de la mente. La habilidad y el consentimiento del organismo para efectuar estos contactos significativos con el entorno (para reaccionar a los estímulos) representa la actitud de la personalidad entera.
1227:6  112:1.16 La personalidad actúa con dificultad cuando está aislada. El hombre es por naturaleza una criatura sociable; está dominado por un ardiente deseo de pertenencia. Es literalmente cierto que "ningún hombre vive para sí mismo".
1227:7  112:1.17 El concepto de personalidad, en el sentido de totalidad de la criatura que vive y actúa, significa mucho más que la integración de unas relaciones. Significa la unificación de todos los factores de la realidad, así como la coordinación de las relaciones. Entre dos objetos existen relaciones, pero tres objetos o más constituyen un sistema, y un sistema representa mucho más que unas relaciones ampliadas o complejas. Esta distinción es fundamental porque en un sistema cósmico, los miembros individuales no están conectados entre sí salvo en relación con el todo, y a través de la individualidad de ese todo.
1227:8  112:1.18 En el organismo humano, la suma de las partes constituye el yo —la individualidad— pero este proceso no tiene nada en común con la personalidad, que unifica todos estos factores en sus relaciones con las realidades cósmicas.
1227:9  112:1.19 En los conjuntos las partes se suman; en los sistemas las partes se ordenan. Los sistemas son significativos por su organización —por los valores de posición. En un buen sistema todos los factores están en posición cósmica. En un mal sistema hay algo que falta o está desplazado —desordenado. En el sistema humano, la personalidad es la que unifica todas las actividades y confiere, a la vez, las cualidades de identidad y de creatividad.

 


previo      continuo