ÍNDICE
previo      continuo
El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 123

Los PRIMEROS AÑOS DE LA INFANCIA DE JESÚS

 

5. Los AÑOS DE ESCUELA EN NAZARET

1362:2  123:5.1 Jesús tenía ahora siete años, la edad en que se suponía que los niños judíos empezaban su educación formal en las escuelas de la sinagoga. Por consiguiente, en agosto de este año comenzó su memorable vida escolar en Nazaret. El muchacho ya leía, escribía y hablaba con soltura dos idiomas, el arameo y el griego. Ahora tenía que imponerse la tarea de aprender a leer, escribir y hablar la lengua hebrea. Estaba realmente impaciente por empezar la nueva vida escolar que se abría ante él.
1362:3  123:5.2 Durante tres años —hasta que tuvo diez años— asistió a la escuela primaria de la sinagoga de Nazaret. Durante estos tres años estudió los rudimentos del Libro de la Ley, tal como estaba redactado en lengua hebrea. Durante los tres años siguientes estudió en la escuela superior y memorizó, por el método de repetición en voz alta, las enseñanzas más profundas de la ley sagrada. Se graduó en esta escuela de la sinagoga cuando tenía trece años, y los dirigentes de la sinagoga lo entregaron a sus padres como un "hijo del mandamiento" ya educado —en adelante, un ciudadano responsable de la comunidad de Israel, con derecho a asistir a la Pascua en Jerusalén; en consecuencia, ese año participó en su primera Pascua, en compañía de su padre y su madre.

1362:4  123:5.3 En Nazaret, los alumnos se sentaban en semicírculo en el suelo mientras que su profesor, el chazán, un empleado de la sinagoga, se sentaba enfrente de ellos. Empezaban por el Libro del Levítico, y luego pasaban al estudio de los demás libros de la ley, seguido del estudio de los Profetas y de los Salmos. La sinagoga de Nazaret poseía un ejemplar completo de las escrituras en hebreo. Hasta los doce años, lo único que estudiaban eran las escrituras. En los meses de verano, las horas escolares se reducían considerablemente.
1362:5  123:5.4 Jesús se convirtió muy pronto en un experto en hebreo. Siendo un hombre joven, cuando ningún visitante eminente se encontraba ocasionalmente en Nazaret, se le pedía a menudo que leyera las escrituras hebreas a los fieles reunidos en la sinagoga para los oficios regulares del sábado.
1362:6  123:5.5 Por supuesto, las escuelas de la sinagoga no tenían libros de texto. Para enseñar, el chazán efectuaba una exposición que los alumnos repetían al unísono detrás de él. Cuando tenían acceso a los libros escritos de la ley, los estudiantes aprendían su lección leyendo en voz alta y repitiendo constantemente.

1362:7  123:5.6 Además de su educación oficial, Jesús empezó a tomar contacto con la naturaleza humana de todos los rincones del mundo, ya que por el taller de reparaciones de su padre pasaban hombres de muy diversos países. Cuando tuvo más edad, se mezclaba libremente con las caravanas que se detenían cerca de la fuente para descansar y comer. Como hablaba muy bien el griego, tenía pocos problemas para conversar con la mayoría de los viajeros y conductores de las caravanas.
1362:8  123:5.7 Nazaret era una etapa en el camino de las caravanas y una travesía para los viajes; una gran parte de la población era gentil. Al mismo tiempo, Nazaret era bien conocida como centro de interpretación liberal de la ley tradicional judía. En Galilea, los judíos se mezclaban más libremente con los gentiles que en Judea. De todas las ciudades de Galilea, los judíos de Nazaret eran los más liberales en interpretar las restricciones sociales basadas en el miedo a contaminarse por estar en contacto con los gentiles. Esta situación dio origen a un dicho corriente en Jerusalén: "¿Puede salir algo bueno de Nazaret?"
1363:1  123:5.8 Jesús recibió su enseñanza moral y su cultura espiritual principalmente en su propio hogar. La mayor parte de su educación intelectual y teológica la adquirió del chazán. Pero su verdadera educación —el equipamiento de mente y corazón para la prueba real de afrontar los difíciles problemas de la vida— la obtuvo mezclándose con sus semejantes. Esta asociación estrecha con sus semejantes, jóvenes y viejos, judíos y gentiles, le proporcionó la oportunidad de conocer a la raza humana. Jesús estaba altamente educado, en el sentido de que comprendía a fondo a los hombres y los amaba con devoción.

1363:2  123:5.9 Durante todos sus años en la sinagoga fue un estudiante brillante, con una gran ventaja puesto que conocía bien tres idiomas. Con motivo de la finalización de los cursos de Jesús en la escuela, el chazán de Nazaret comentó a José que temía "haber aprendido más con las preguntas penetrantes de Jesús" de lo que él mismo había "sido capaz de enseñar al muchacho".
1363:3  123:5.10 En el transcurso de sus estudios, Jesús aprendió mucho y obtuvo una gran inspiración de los sermones regulares del sábado en la sinagoga. Era costumbre solicitar a los visitantes distinguidos que se detenían el sábado en Nazaret que hablaran en la sinagoga. A medida que crecía, Jesús escuchó los puntos de vista de muchos grandes pensadores de todo el mundo judío, y también a muchos judíos poco ortodoxos, puesto que la sinagoga de Nazaret era un centro avanzado y liberal del pensamiento y de la cultura hebreos.
1363:4  123:5.11 Al ingresar en la escuela a los siete años (por aquella época los judíos acababan de sacar una ley sobre la educación obligatoria), era costumbre que los alumnos escogieran su "texto de cumpleaños", una especie de regla de oro que los guiaría a lo largo de sus estudios, y sobre la cual muchas veces tenían que disertar en el momento de graduarse a la edad de trece años. El texto que Jesús escogió estaba sacado del profeta Isaías: "El espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque el Señor me ha ungido; me ha enviado para traer la buena nueva a los mansos, para consolar a los afligidos, para proclamar la libertad a los cautivos y para liberar a los presos espirituales."

1363:5  123:5.12 Nazaret era uno de los veinticuatro centros sacerdotales de la nación hebrea. Pero el clero de Galilea era más liberal que los escribas y rabinos de Judea en su interpretación de las leyes tradicionales. En Nazaret también eran más liberales en cuanto a la observancia del sábado. Por este motivo, José tenía la costumbre de llevarse de paseo a Jesús los sábados por la tarde; una de sus caminatas favoritas consistía en subir a la alta colina cercana a su casa, de donde podían contemplar una vista panorámica de toda Galilea. Al noroeste, en los días despejados, podían ver la larga cima del Monte Carmelo deslizándose hacia el mar; Jesús escuchó muchas veces a su padre contar la historia de Elías, uno de los primeros de la larga lista de los profetas hebreos, que criticó a Acab y desenmascaró a los sacerdotes de Baal. Al norte, el Monte Hermón levantaba su pico nevado con un esplendor majestuoso y dominaba el horizonte, con casi 1.000 metros de laderas superiores que resplandecían con la blancura de las nieves perpétuas. A lo lejos, por el este, podían discernir el valle del Jordán, y mucho más allá, las colinas rocosas de Moab. También hacia el sur y el este, cuando el sol iluminaba los muros de mármol, podían ver las ciudades greco-romanas de la Decápolis, con sus anfiteatros y sus templos presuntuosos. Y cuando se demoraban hasta la puesta del sol, podían distinguir al oeste los barcos de vela en el lejano Mediterráneo.
1364:1  123:5.13 Jesús podía observar las filas de caravanas que entraban y salían de Nazaret en cuatro direcciones, y hacia el sur podía ver la amplia y fértil llanura de Esdraelón, que se extendía hacia el Monte Gilboa y Samaria.
1364:2  123:5.14 Cuando no subían a las alturas para contemplar el paisaje lejano, se paseaban por el campo y estudiaban la naturaleza en sus distintas manifestaciones, según las estaciones. La educación más precoz de Jesús, exceptuando la del hogar familiar, había consistido en tomar un contacto respetuoso y comprensivo con la naturaleza.

1364:3  123:5.15 Antes de cumplir los ocho años de edad, era conocido por todas las madres y mujeres jóvenes de Nazaret, que lo habían encontrado y habían hablado con él en la fuente cercana a su casa, que era uno de los centros sociales de encuentro y de habladurías de toda la ciudad. Este año, Jesús aprendió a ordeñar la vaca de la familia y a cuidar de los demás animales. Durante este año y el siguiente, también aprendió a hacer queso y a tejer. Cuando llegó a los diez años era un experto tejedor. Aproximadamente por esta época, Jesús y Jacobo, el muchacho vecino, se hicieron grandes amigos del alfarero que trabajaba cerca del manantial; mientras observaban los hábiles dedos de Natán moldeando la arcilla en el torno, los dos decidieron muchas veces hacerse alfareros cuando fueran mayores. Natán quería mucho a los muchachos y a menudo les daba arcilla para que jugaran, tratando de estimular su imaginación creativa sugiriéndoles que compitieran en la modelación de objetos y animales diversos.

 

previo      continuo