ÍNDICEEl libro de Urantia Edición1999
ESCRITO 134 Los AÑOS DE TRANSICIÓN
1485:3 134:3.1 Camino del Mar Caspio, Jesús se había detenido varios días en la vieja ciudad persa de Urmia, en la orilla occidental del Lago Urmia, para descansar y recuperarse. En la isla más grande de un pequeño archipiélago situado a corta distancia de la costa, cerca de Urmia, se encontraba un gran edificio —un anfiteatro para conferencias— dedicado al "espíritu de la religión". Esta construcción era en realidad un templo de la filosofía de las religiones.
1485:4 134:3.2 Este templo de la religión había sido construido por un rico comerciante, ciudadano de Urmia, y sus tres hijos. Este hombre se llamaba Cimboitón, y entre sus antepasados se encontraban pueblos muy diversos.
1485:5 134:3.3 En esta escuela de religión, las conferencias y discusiones empezaban todos los días de la semana a las 10 de la mañana. Las sesiones de la tarde se iniciaban a las 3, y los debates nocturnos se abrían a las 8. Cimboitón o uno de sus tres hijos siempre presidían estas sesiones de enseñanza, de discusión y de debates. El fundador de esta singular escuela de religiones vivió y murió sin revelar nunca sus creencias religiosas personales.
1485:6 134:3.4 Jesús participó varias veces en estas discusiones, y antes de partir de Urmia, Cimboitón acordó con Jesús que en su viaje de regreso residiría dos semanas con ellos y daría veinticuatro conferencias sobre "la fraternidad de los hombres"; también dirigiría doce sesiones nocturnas de preguntas, discusiones y debates sobre sus conferencias en particular, y sobre la fraternidad de los hombres en general.
1485:7 134:3.5 En conformidad con este acuerdo, Jesús se detuvo en su viaje de vuelta y dió estas conferencias. De todas las enseñanzas del Maestro en Urantia, éstas fueron las más sistemáticas y formales. Nunca dijo tantas cosas sobre un mismo tema, ni antes ni después, como lo hizo en estas conferencias y discusiones sobre la fraternidad de los hombres. Estas conferencias trataron, en verdad, sobre el "reino de Dios" y los "reinos de los hombres".
1486:1 134:3.6 Más de treinta religiones y cultos religiosos estaban representados en la facultad de este templo de filosofía religiosa. Los profesores eran elegidos, mantenidos y plenamente acreditados por sus grupos religiosos respectivos. En aquel momento había en la facultad unos setenta y cinco profesores, y vivían en casas de campo con capacidad para unas doce personas. Estos grupos se cambiaban cada luna nueva echándolo a suertes. La intolerancia, el espíritu contencioso o cualquier otra tendencia a interferir con el funcionamiento apacible de la comunidad, suponía la destitución inmediata y sumaria del educador transgresor. Lo despedían sin ceremonias e instalaban al sustituto inmediatamente en su lugar.
1486:2 134:3.7 Estos instructores de las diversas religiones hacían un gran esfuerzo para mostrar la similitud de sus religiones en cuanto a las cosas fundamentales de esta vida y de la siguiente. Para obtener una plaza en esta facultad bastaba con aceptar una sola doctrina —cada profesor debía representar a una religión que reconociera a Dios— a algún tipo de Deidad suprema. Había en la facultad cinco educadores independientes que no representaban a ninguna religión organizada, y Jesús apareció ante ellos bajo esta modalidad.1486:3 134:3.8 [Cuando nosotros, los medianos, preparamos por primera vez el resumen de las enseñanzas de Jesús en Urmia, surgió un desacuerdo entre los serafines de las iglesias y los serafines del progreso sobre la conveniencia de incluir estas enseñanzas en la Revelación de Urantia. Las condiciones que prevalecen tanto en las religiones como en los gobiernos humanos del siglo veinte son tan diferentes de las que predominaban en los tiempos de Jesús, que era difícil en verdad adaptar las enseñanzas del Maestro en Urmia a los problemas del reino de Dios y de los reinos de los hombres, tal como estas funciones mundiales existen en el siglo veinte. Nunca fuimos capaces de formular una exposición de las enseñanzas del Maestro que fuera aceptable para estos dos grupos de serafines del gobierno planetario. Finalmente, el Melquisedec presidente de la comisión reveladora nombró una comisión de tres de nosotros para que presentara nuestro punto de vista sobre las enseñanzas del Maestro en Urmia, adaptadas a las condiciones religiosas y políticas del siglo veinte en Urantia. En consecuencia, nosotros, los tres medianos secundarios, completamos esta adaptación de las enseñanzas de Jesús, reexponiendo sus declaraciones tal como las aplicaríamos a las condiciones del mundo de hoy. Presentamos ahora estas exposiciones tal como se encuentran después de haber sido revisadas por el Melquisedec presidente de la comisión reveladora.]