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El libro de Urantia
Edición1999

ESCRITO 137

EL TIEMPO DE ESPERA EN GALILEA

 

1. LA ELECCIÓN DE Los CUATRO PRIMEROS APÓSTOLES

1524:2  137:1.1 Durante este sábado, dos de los principales discípulos de Juan pasaron mucho tiempo con Jesús. De todos los seguidores de Juan, uno llamado Andrés es el que estaba más profundamente impresionado por Jesús. Lo acompañó hasta Pella con el muchacho lesionado, y por el camino de vuelta al campamento de Juan le hizo muchas preguntas a Jesús; poco antes de llegar a su destino, los dos se detuvieron para tener una breve conversación, durante la cual Andrés dijo: "Te he estado observando desde que viniste a Cafarnaum, y creo que eres el nuevo Instructor; aunque no comprendo toda tu enseñanza, estoy plenamente decidido a seguirte. Quisiera sentarme a tus pies para aprender toda la verdad sobre el nuevo reino." Con una cordial resolución, Jesús acogió a Andrés como el primer apóstol de aquel grupo de doce que iba a trabajar con él en la obra de establecer el nuevo reino de Dios en el corazón de los hombres.

1524:3  137:1.2 Andrés había observado en silencio la labor de Juan y creía sinceramente en ella. Tenía un hermano muy capaz y entusiasta, llamado Simón, que era uno de los principales discípulos de Juan. No sería impropio decir que Simón era uno de los apoyos más importantes de Juan.
1524:4  137:1.3 Poco después de que Jesús y Andrés regresaran al campamento, Andrés buscó a su hermano Simón y llevándolo aparte le comunicó que estaba convencido de que Jesús era el gran Instructor, y que se había comprometido a ser su discípulo. Continuó diciendo que Jesús había aceptado su propuesta de servicio, y le sugirió que él (Simón) fuera también a Jesús y se ofreciera para unirse al servicio del nuevo reino. Simón dijo: "Desde que ese hombre vino a trabajar al taller de Zebedeo, he creído que había sido enviado por Dios, pero ¿qué hacemos con Juan? ¿Vamos a abandonarlo? ¿Es esto lo que debemos hacer?" Con lo cual, acordaron ir enseguida a consultar a Juan. Juan se entristeció con la idea de perder a dos de sus consejeros más capaces y más prometedores discípulos, pero contestó valientemente a sus preguntas diciendo: "Esto sólo es el principio; mi obra terminará dentro de poco, y todos nos convertiremos en sus discípulos." Entonces Andrés le hizo señas a Jesús y le anunció aparte que su hermano deseaba entrar al servicio del nuevo reino. Al acoger a Simón como su segundo apóstol, Jesús le dijo: "Simón, tu entusiasmo es loable, pero peligroso para el trabajo del reino. Te recomiendo que seas más cuidadoso con tus palabras. Desearía cambiar tu nombre por el de Pedro."

1525:1  137:1.4 Los padres del chico lastimado, que vivían en Pella, habían rogado a Jesús que pasara la noche con ellos, que se considerara como en su casa, y él había prometido volver. Antes de separarse de Andrés y de su hermano, Jesús les dijo: "Mañana temprano iremos a Galilea."

1525:2  137:1.5 Después de que Jesús hubiera regresado a Pella para pasar la noche, y mientras que Andrés y Simón discutían todavía sobre la naturaleza de su servicio en el establecimiento del reino por venir, Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, llegaron al lugar. Acababan de regresar de su larga e inútil búsqueda de Jesús en las colinas. Cuando oyeron contar a Simón Pedro cómo él y su hermano Andrés se habían convertido en los primeros consejeros aceptados del nuevo reino, y que iban a partir a la mañana siguiente con su nuevo Maestro para Galilea, Santiago y Juan se entristecieron. Conocían a Jesús desde hacía tiempo y lo amaban. Lo habían buscado durante muchos días en las colinas, y ahora regresaban para enterarse de que otros habían sido escogidos antes que ellos. Preguntaron adónde había ido Jesús y se dieron prisa en encontrarlo.
1525:3  137:1.6 Jesús estaba durmiendo cuando llegaron a su habitación, pero lo despertaron diciendo: "Mientras nosotros, que hemos vivido tanto tiempo contigo, te buscábamos en las colinas, ¿cómo es que prefieres a otros antes que a nosotros, y escoges a Andrés y a Simón como tus primeros asociados en el nuevo reino?" Jesús les respondió: "Serenad vuestro corazón y preguntaos, `¿quién os ha ordenado buscar al Hijo del Hombre mientras se dedicaba a los asuntos de su Padre?'". Después de contar los detalles de su larga búsqueda en las colinas, Jesús continuó enseñándoles: "Deberíais aprender a buscar el secreto del nuevo reino en vuestro corazón, y no en las colinas. Aquello que buscabais ya estaba presente en vuestra alma. En verdad sois mis hermanos —no necesitabais que yo os aceptara— ya pertenecíais al reino. Tened buen ánimo y preparaos también para acompañarnos mañana a Galilea." 1525:4  137:1.7 Santiago y Juan aceptaron la reprimenda de buena gana; nunca más tuvieron envidia de Andrés y de Simón. Se prepararon para salir a la mañana siguiente para Galilea con los otros dos apóstoles asociados. A partir de este día, la palabra `apóstol' fue empleada para diferenciar la familia elegida de los consejeros de Jesús, de la vasta multitud de discípulos creyentes que le siguieron posteriormente.

1525:5  137:1.8 Avanzada la noche, Santiago, Juan, Andrés y Simón mantuvieron una conversación con Juan el Bautista. Con lágrimas en los ojos pero con voz firme, el fornido profeta judeo renunció a dos de sus principales discípulos para que fueran los apóstoles del Príncipe galileo del reino por venir.

 

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