ÍNDICEEl libro de Urantia Edición1999
ESCRITO 142 LA PASCUA EN JERUSALÉN
1605:3 142:8.1 A finales de abril, la oposición de los fariseos y saduceos se había vuelto tan pronunciada contra Jesús, que el Maestro y sus apóstoles decidieron dejar Jerusalén por un tiempo, y se dirigieron hacia el sur para trabajar en Belén y Hebrón. Pasaron todo el mes de mayo efectuando un trabajo personal en estas ciudades y entre la gente de los pueblos vecinos. Durante este viaje no hicieron ninguna predicación pública, sino solamente visitas de casa en casa. Mientras los apóstoles enseñaban el evangelio y cuidaban a los enfermos, Jesús y Abner pasaron una parte de este tiempo en En-Gedi, visitando la colonia nazarena. Juan el Bautista había salido de este lugar, y Abner había sido jefe de este grupo. Muchos miembros de la fraternidad nazarena se hicieron creyentes en Jesús, pero la mayoría de estos hombres ascéticos y extravagantes rehusó aceptarlo como un instructor enviado del cielo, porque no enseñaba el ayuno ni otras formas de abnegación.
1605:4 142:8.2 La gente que vivía en esta región no sabía que Jesús había nacido en Belén. Al igual que la gran mayoría de sus discípulos, siempre habían supuesto que el Maestro había nacido en Nazaret, pero los doce conocían la verdad.
1605:5 142:8.3 Esta estancia en el sur de Judea fue un período de trabajo reposado y fructífero; muchas almas se añadieron al reino. A primeros de junio, la agitación contra Jesús se había calmado tanto en Jerusalén, que el Maestro y los apóstoles regresaron para instruir y alentar a los creyentes.
1606:1 142:8.4 Aunque Jesús y los apóstoles pasaron todo el mes de junio en Jerusalén o en las proximidades, no efectuaron ninguna enseñanza pública durante este período. Vivieron la mayor parte del tiempo en las tiendas que plantaron en un parque o jardín sombreado, conocido en aquella época con el nombre de Getsemaní. Este parque estaba situado en la ladera occidental del Monte de los Olivos, no lejos del arroyo Cedrón. Los sábados del fin de semana los pasaban habitualmente con Lázaro y sus hermanas en Betania. Jesús entró pocas veces dentro de los muros de Jerusalén, pero un gran número de investigadores interesados fueron hasta Getsemaní para charlar con él. Un viernes por la noche, Nicodemo y un tal José de Arimatea se atrevieron a salir para visitar a Jesús, pero cuando estaban delante de la entrada de la tienda del Maestro, se volvieron atrás por miedo. Por supuesto, no se percataban de que Jesús conocía todo lo que hacían.
1606:2 142:8.5 Cuando los dirigentes de lo judíos se enteraron de que Jesús había regresado a Jerusalén, se prepararon para arrestarlo; pero al observar que no predicaba en público, concluyeron que se había asustado con el alboroto que habían causado anteriormente, y decidieron permitirle que continuara enseñando de esta manera privada, sin molestarlo más. Y así las cosas siguieron desarrollándose tranquilamente hasta los últimos días de junio, cuando un tal Simón, miembro del sanedrín, abrazó públicamente las enseñanzas de Jesús, después de decírselo en persona a los jefes de los judíos. Inmediatamente se produjo un nuevo alboroto para capturar a Jesús, y tomó tal importancia, que el Maestro decidió retirarse a las ciudades de Samaria y la Decápolis.